Dcada Prodigiosa (Relato) -3-
Publicado en Jun 27, 2017
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Fue precisamente Neme "El de La Peineta" quien dio la voz de alarma. ¡Cien monstruosas y cadavéricas figuras, vestidas completamente de negro y con largas guadañas en sus manos, les atacaban montando en briosos y rápidos corceles! ¡Era el Apocalipsis final! Ante aquel patético aviso del cura Nemesio, la estampida de todo el gentío reunido a pocos metros de la vivienda de Servandino fue estrepitosa. Todos se empujaban contra todos y todos pisaban a todos pero nadie se paraba a pedir disculpas. Algunos lanzaban puñetazos con tal de abrirse camino libre. Pero la realidad era que no se trataban de "jinetes de la muerte" sino que eran cien cerdos salvajes y hambrientos que acudían a las huertas para acabar con todos los sembríos de coles, repollos y lechugas. Pero como el cura Nemesio estaba totalmente ebrio había confundido las blancas y temibles dentaduras de los cerdos con guadañas mortales. Alguien sacó un machete y amenazó con cortarle el cuello al primero que se topara en su camino, y le daba lo mismo que fuese hombre, mujer, niño o anciano, para acabar con toda aquella pesadilla. Todos veían al fantasma de Benito Bustos flotando en el aire pero no era Benito Bustos sino "El Rijoso" que se encontraba practicando volteretas para mantenerse en forma una vez pasado el susto. "El Rijoso" era un tipo peligroso, poco educado y falto de toda clase de cultura; o sea un completo paleto del todo y para siempre que, cuando bebía más de la cuenta, amenazaba en medio de las calles que se iba a morir pero que antes de eso él iba a acabar con las vidas de todos los residentes de Molinares. "El Rijoso" era de oficio zapatero y alardeaba del ser miembro del PSOE a nivel nacional y miembro de una peña de seguidores del Atlético Pulpileño.
 
Ante aquel maremagnum humano (y lo de humano sólo es un decir) el inspector Expósito sacó su pistola reglamentaria y disparó diez veces al aire.Todos detuvieron sus carreras, se quedaron quietos por ver que sucedería a continuación, y un silencio sepulcral se adueñó de Molinares. Ni los perros y perras se atrevieron a seguir ladrando no fuese que alguna de las balas disparadas al aire les entrara por los hocicos. El gentío esperaba las palabras de Expósito, mas el inspector de la Policía Local, estaba meditando en qué hacer para pasar a las páginas de la Historia de Molinares como el hombre que consiguió lo imposible. Nadie quería perderse ni una sola palabra del ya famosos inspector; pero éste seguía son su silencioso mutismo y todos los residentes de Molinares creyeron que, debido a las fuertes emociones de aquella noche, se había quedado repentinamente mudo o quizás debido a algún sortilegio de la bruja Eduvigis "La Cadeneta", apodada así por la larga cadena de diminutas calaveras de hueso que llevaba colgada del cuello a manera de collar; por lo que otros la llamaban "La Collares". "La Collares" y "La Cadeneta" eran la misma persona: Eduvigis Corral Verde, hija de un teniente de aritillería y de una mujer sin oficio ni beneficio que se había dedicado siempre a "echar las cartas" a quienes pensaban que en las cartas ella veía el futuro de cualquier ser humano. Algunos llamaban "La Meona" a la madre de "La Collares" porque siempre estaba acudiendo al baño cada media hora totalmente cronometrada por Miguel Fornes "El Presidente" ya que como tal ejercía su cargo en el equipo de voleibol de Molinares. 
 
El teniente de artillería apellidado Corral se había saltado la tapa de sus sesos hacía ya cinco años y la noticia de su suicidio estuvo siendo comentadísima en el diario "El Cabás" durante un trimestre completo. Fue a partir de entonces cuando la madre de Eduvigis convirtió a ésta en hechicera, echadora de cartas y maga de brujerías y misas negras. Un domingo, el Director de Sucesos del diario "El Cabás", conocido por todos como Don Rafael, había dado la orden de publicar un reportaje completísimo, en las dos páginas centrales, de toda la historia de la familia Corral Verde, escrita por un periodista completamente anónimo y desconocido hasta la fecha. Por eso el alcalde de Molinares, Timoteo Timón había ofrecido un viaje, para dos personas, a la Ciudad Encantada de Cuenca, para quien fueses capaz de descubrirle.
 
Ahora, al llegar el alba todo era silencio. Por las calles de Molinares no paseaba ni un alma. Solamente "El Obsidiano", aquel extraño y extravagante extranjero del cual nadie sabía su nombre, nadie sabía ninguno de sus apellidos, nadie sabía de qué país o nación procedía, y nadie sabía qué hacía y a qué se dedicaba en Molinares, tan lejos de la civilización humana, se encontraba sentado en un banco de madera de la Estación de Autobuses mientras se disponía a escribir el discurso del alcalde Timoteo Timón que se lo había pedido a cambio de pagarle 500 euros si el asunto salía le mejor posible. Así que "El Obsidiano", olvidado ya aquello de "Conejito", comenzó a concenterarse para escribir el discurso del alcalde Timón. Y escribió.
 
Molinarejos y molinarejas, y valgan todas nuestras moralejas, debido a que se acercan las Fiestas Patronales de la Fuencaliente, y ande yo caliente ríase la gente, y debido asimismo a lo caliente que está siendo este mes tan veraniego, y yo nunca me niego a que haya por fin un riego, he decidido que, desde el primer día del próximo mes de julio, y lo siento por Julio "El Cencerro" que está tan loco que no tiene culpa alguna en este asunto, todos vosotros y todas vosotras, y no se salva ni "El Tato", cooperará con un óbolo, mínimo diez euros es lo conveniente para poder meter el diente, con ocasión de poder alumbrar y deslumbrar al mundo entero contratando al conjunto congoleño "Dale Ke Dale", con su vocalista dominicano que ni puñetera idea tiene de canto pero menos da una piedra, para amenizar nuestras fiestas, haciendo saber que serán las Hermanas Ursulinas las que costearán todos los gastos del conjunto "Dale Ke Dale" y el caradura de su vocalista que ni tiene voz ni voto pero se las da de enorme cantante a escala dominicana, debido a que yo les dije que sí, que sí y que sí, que para eso están las iglesias. Así que espero que todos y todas colaboren con el mínimo de diez euros por cabeza, aclarando que las cabezas de reses no cuentan sino solamente las cabezas humanas sean pequeñas, de tamaño mediano o cabezonas, y que os sintáis solidarios y no os hagáis los olvidadizos porque algunos no pagan los impuestos presupuestados para la recogida de las basuras y las basuras, perdón por decirlo pero si no lo digo reviento, somos todos ya que a todos nos pertenecen. Además seamos solidarios del vocalista dominicano del "Dale Ke Dale" que ni puñetera idea tiene de música o algo que se parezca a la música pero es que nosotros somos caritativos hasta con quienes viven de gorra a costa de la ingenuidad de los demás. Además que resulta que es un infiltrado de Alianza País porque dice que pasa hambre y eso no se lo cree ni su tata ya que de infantil tiene demasiado. Y lo firma y afirma el Señor Alcalde Timoteo Timón.
 
Todos y todas dormían, olvidado ya el dichoso Servandín que lloraba amargamente su desgracia. Eso de que resultaba que era sifilítico le había hecho perder toda confianza en sí mismo y la moral la tenía por los suelos; mientras que el truculento asunto de los huesos incinerados y el cinturón con púas le seguía haciendo polvo.
 
 
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Foto del autor Jos Orero De Julin
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Descripción

Relato

Palabras Clave: Literatura Prosa Relato Narrativa Fantasa Ficcin.

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Fanfictions



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