Toda persona que padece dolores físicos, los crea la misma persona. Toda persona que padezca algo, lo que sea, lo crea siempre la misma persona (sentimos insistir). Hubo un momento que se enganchó a crear dolor en su cuerpo y es la parte que menos importa porque corresponde al pasado. E importa menos porque nunca se va a solucionar el problema desde el pasado, sino desde el presente cuando la persona esté abierta a comprender su propio engaño. Sólo cuando la persona sepa que su intento de control es su dolor. No es fácil que conciba su propio engaño porque nace de una disciplina férrea el que decida siempre ir de la mano del dolor y, te hablará de cuánto le duele, qué nuevas medidas va a adoptar contra el dolor, qué nuevos fármacos tomará (porque algo hay que hacer, te añadirá, sin saber que tiene que dejar de hacer; tampoco le decimos a nadie que deje de tomar fármacos o lo que quiera tomar), o cualquier otra cosa que se le ocurra, pero siempre para ir contra (toda lucha es inútil) el dolor incluso en su inconsciente manifestación de que le duele mucho. Esa fijación de hablarse de su dolor, de recrearse en él sin percibir el juego, de cuando asoma en su mente el cómo se siente y enseguida persigue la palabra dolor antes que cualquier otra, en definitiva, de haber creado un hábito de seguimiento al dolor, un voy contigo, dolor, un vuelvo a enfocarme en ti, dolor, eres mi vida, dolor, eres lo que más quiero ya que eso es lo que más padezco en mi vida... Esa fijación es lo que potencia al dolor y debilita a Quienes Realmente Son. Algunas se excusan en su propio dolor cuando llaman la atención acerca de la disfunción sabiendo que es algo que no quiere nadie. Así disponen de más tiempo y espacio para estar con el dolor. Otras tienen bien aprendido el papel de víctimas sin solución. Éstas son algunas cruces con las que cargan, las mismas que les producen el dolor. Una cosa y otra es lo mismo, pero no se lo digas, enseguida tiran de un inventado mecanismo de defensa y te negarán que se enfoquen todos los días sin faltar uno, al dolor. O te dirán que ya saben perfectamente de qué le estás hablando, aunque este escrito trate de lo contrario, en realidad no lo saben porque no son conscientes todavía de la tortura que se producen a sí mismas. Doble engaño. O triple cuando (si no has tenido suficiente) te hablen de distintos tipos de dolor y sus causas y, aquí imponen todo un discurso de defensa porque les es más fácil ampararse al dolor que durante años han conocido como forma de vida. Son personas que en muchos casos quieren ser mimadas, o, correspondidas con el dolor que padecen. El dolor es su vacío que desean llenar con afectos y así excusan el no tener que amarse a sí mismas porque ya lo hace otro. El dolor ha sido su vida durante tantos años que en ese transcurso de tiempo también idearon sistemas para captar la atención de los demás poniendo al dolor por medio.
     Para aquellas personas que comiencen negando lo que acaban de leer, no hay solución a sus dolores porque el negar esta información es seguir pidiendo dolor de forma adecuada.
     Vamos a esquematizar un poco. Queremos exponer este texto en dos tipos importantes de soluciones. Una es por medio del cansancio del propio dolor. O sea, el cansancio de su creación. Cuando se cansen de jugar a quién le duele más el cuerpo físico, la ilusión, la materia. Lo que quiere decir esto literalmente es que cuando ya se hayan cansado de crear dolor porque el dolor en sí haya llegado a una elevación de suficiente agotamiento, entonces, dejarán de crear dolor o de poner resistencia. Esta es la solución que determinan adoptar un mayor número de personas.
     La otra predomina menos aunque sea mucho más rápida (al aplicar este texto). Ambas son iguales de efectivas porque ambas acaban con el dolor sin luchas. Y eres libre de escoger cualquiera de las dos, eso sí, a los conscientes que están más próximos a estas personas les duele y mucho que se elija la primera. Algo en lo que los doloridos nunca piensan. Y ese otro dolor sí es real (por explicarlo así), ojo (aunque no lo tengas) con esto a los que aún se amparan en las ilusiones, lo decimos así porque esta información también conlleva otra nueva responsabilidad. O sea, ya se te ha dicho, y posiblemente para algunos, ya se te ha dicho otra vez. Insistiremos en esto: queremos decir que cuando uno adquiere una nueva información que resuene por dentro, obtienes con ella una mayor responsabilidad para llevarla a tu felicidad. Esto no es para asustar a nadie ni pretendemos nada parecido. Queremos que se entienda que cuando tienes una mayor responsabilidad, con quien la tienes es precisamente siempre contigo mismo/a. Sentimos que está claramente explicado ya por varias veces. Lo que cada uno haga con las informaciones que no utilice para sí, es asunto de cada uno. Si se tiene claro, nos quedamos más tranquilos porque después no se alarmarán cuando caigan de nuevo hacia abajo una vez que ya tenían la información.
Otros ya están comprendiendo que este escrito les sirve también para sanar otras cosas.
Quien más te ama, es quien más está pendiente de lo que de Verdad necesitas.
Alguna vez comprenderán que todo lo que de Verdad se da, se da por Amor.