TE ACOMPAA LA VIDA
Publicado en May 30, 2017
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Como verán aquellos que quieran profundizar, este texto no habla de soledad, sino de un estado en el que la vida siempre te acompaña. Para poder precisar algo más acerca de un término al que le hemos dado poca importancia y es lo único con lo que contamos siempre, comenzamos diciendo que la palabra Vida, por muy empequeñecida que esté de su amplio sentido, es lo que se utiliza para poder experimentarlo TODO. Algunos lo han olvidado. Vamos a intentar verlo desde el lado contrario por un momento: imagina que crees en la soledad. ¿Dónde se desarrolla la soledad? En la vida. ¿No está la vida por encima de la soledad? O: para que puedas crear soledad, necesitas antes la Vida. Si fuera al revés, la soledad no tendría soporte alguno. Se caería por sí sola y te quedarías sin soledad. No podrías ni siquiera comenzar el proceso de crear soledad ni nada de nada. ¿Se entiende…? ¿Seguro qué se entiende?
Muchas personas nunca se han llegado a plantear algo tan sencillo. Será que lo sencillo no está de moda, o que no vende...
Pues diría que nada se entiende en muchas ocasiones de esto tan simple que acabo de comenzar a esquematizar ya que muchas personas ponen antes la soledad que la Vida. Estas personas la defienden a ultranza y no pueden concebir una vida en la que todas las cosas que suceden es la compañía que tenemos como una continua aventura de existencia.
A veces algunos me han dicho: tú ves la vida muy sencilla. No se qué pretenden decir, pero dicen la verdad que es lo que me importa en este contexto si trato de recoger algo del comentario. Lo sencillo siempre te acompañará en forma pura mientras que lo complicado del drama siempre te molestará (hasta que deje de molestarte porque lo hayas trascendido). Pero disponer de lo sencillo es una elección tuya, de nadie más.
Hay personas que nunca se han parado a observar qué se siente cuando el agua te toca una mano. Unos dicen frío, otros calor, otros tibieza... ¿Qué se siente en realidad por dentro de uno? El agua o, puede ser otra mano..., ¿qué sientes?
¿Han observado que muchos títulos de cosas que nos presentan en forma de anuncios, películas, prospecto llamativo, o publicidad de todo tipo, tratan casi siempre de hacernos pensar en la parte que no nos gusta recibir? En realidad están fundamentados por una mayoría de cosas que siempre elegimos si hablamos de lo global.  Y por tanto, recibimos antes aquello en lo que más nos enfocamos.
¿Has observado que cuándo te enfocas muy a menudo en cosas extraordinariamente agradables, todo cambia y mucho en lo agradable de cómo te sientes? Algo me dice que ésta última pregunta es complicada para muchos aunque haya nacido de lo sencillo.
Yo he observado las olas del mar que desean abrazar, al viento bailando en la cara, la música de los duendes nocturnos que ríen celebrando la mágica noche, una escena tierna que invita al logro del bienestar, murmullos de brisa danzando con la lluvia sin un antes ni un después. Yo he estado en medio de todo eso y a un lado, he estado contigo y sin ti en el mismo lugar.
 
     He observado al fuego hablando de himnos prohibidos sin palabras y por eso me he abrazado a tu tempestad y algo ha cambiado en ti y en mí, y, no he visto en tu verdadero interior ninguna huida cuando hallaste la nueva dicha. He visto muchas veces que cuando estás bien, lo has sentido bien. Diría que es mucho más real el sentimiento de sentirse bien que el de sentir otras cosas. ¿Será porque la vida siempre sonríe? Todo el mundo ha tenido momentos de esos en los que sentirse tan satisfecho ha conseguido que ninguna otra circunstancia cambie la situación. Todo el mundo ha probado alguna vez beberse a sí mismo aunque después lo haya olvidado. Yo lo he visto. Vi cómo un día hablabas conmigo y te olvidaste de mí haciéndome llorar de alegría. Ahí estabas tú de verdad, nada te importaba más que hablar desde la autenticidad que Eres. Ahí, justo ahí estaba toda la vida acompañándote. También, por eso, después, me he marchado para verte desde lejos seguir practicando el Ser Tú. Hemos pasado muchas horas juntos sin intentar herirnos, tú lo sabes bien. Así que..., cuando sientes mi mano cogiendo la tuya por el hombro, sabes de qué cosas te hablo. Ese lenguaje nunca lo evades, tal vez porque no sabes querer ya otra cosa que ir hacia donde no hay ausencias.
¿Sabes qué siento ahora? Que de nuevo nos hemos recordado. ¿Tú sientes lo mismo?
YO HE OBSERVADO QUE ME ACOMPAÑA LA VIDA.
¿Te has sentido bien leyendo esto? Si la respuesta es un sí, hay un sí también para seguir practicando.
 
YO HE OBSERVADO QUE TÚ ERES LA VIDA.
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Foto del autor Javier
Textos Publicados: 6
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Descripción

Palabras Clave: armona equilibrio sanacin testimonio emociones

Categoría: Artculos

Subcategoría: Actualidad



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