Olvid las palabras (Novela) -Captulo 19-
Publicado en May 28, 2017
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- ¡Tanto Isabelle como yo esperábamos vuestra visita pero no sabíamos que iba a ser tan pronto, Joseph!
- No se preocupen tanto por el tiempo, Bernard, tanto Diana como yo mantenemos y sostenemos la firme creencia de que siempre tenemos tiempo para decir que somos quienes somos y no quienes quieren decir que somos… y siempre tenemos tiempo para demostrarlo.
 
Fue Isabelle Argent Duchasse, la esposa siempre fiel de Bernard Palmiers Dorés, la que les invitó a sentarse junto a ellos. Era la hora del picoteo y, sobre la mesa, había un gran surtido de frutos secos, sanduches de sobrasada, pinchitos de tortilla de patatas a la española, aceitunas y dos grandes botellas de Coca Cola. Preparó también cuatro copitas de champán francés y propuso un brindis que todos aceptaron.
 
- Yo brindo porque el muro del silencio se derribe para dar lugar al debate, al multidiálogo de todos y todas  para apuntalar la belleza de lo social. Estoy contigo en que la belleza del silencio sea el prefacio de un espacio de luz para el comentario.
 
Los cuatro brindaron por ese noble brindis y luego Joseph dio la entrada al multidiálogo, que Isabelle había pedido, con unas palabras poéticas.
 
- Acotaciones de tiempo. En la antesala de los sucesos se quedan patentes los días y en medio de las jornadas hay un trabajo cotidiano de hacernos y deshacernos. Creamos tiempo de glorias y tiempo de sustancias frágiles mientras entre los dedos bailan los minutos de lo ingrávido. Abrimos los ojos al día y lanzamos proclamas al viento. ¿Quién recoge nuestro pensamiento? La alborada. Siempre la alborada está dispuesta a creernos.
 
Al lado de aquel chaval que, al parecer amaba tanto a una mujer como para poder dar su propia vida por la de ella, Isabelle Argent Duchesse se sintió inspirada y, sin complejo alguno porque jamás había tenido ninguna clase de complejo, continuó lo que Joseph había dejado colgado en aquella primera hora del atardecer y dirigiéndose particularmente a Diana.
 
-  Preguntas inmensas. Preguntas llenas de eternidad. No hay respuestas exactas. Hay siempre algunas respuestas relativas más o menos correctas. ¿Cómo entender la vida? Ni los más sabios de la Tierra han podido responder a ello. Sólo han dicho que la respuesta está en el interior de cada ser humano. No, Diana, no seas nunca igual que los demás si los demás no satisfacen tu manera de soñar. Sé siempre una respuesta verdadera para ti misma. Te acompaño en ese sentimiento de no aceptar ni la muerte, ni el hambre, ni la injuticia, ni la maldad… pero la muerte, el hambre, la injusticia y la maldad están todavía presentes en este mundo. No te preocupes, Diana. Sigue dándote respuestas innatas en ti misma y válidas o valiosas para ti, coincidan o no coincidan con la forma de vida de los demás. Creer o no creer en lo que dicen otros depende de saber o no saber quiénes son esos otros. Es mucho mejor moverse por los caminos de la paz y no herir a nadie, aunque hay heridas involuntarias que no podemos evitar. Yo creo que siempre hay un porqué para seguir existiendo más allá de todas las heridas y de todas las injusticias y de todos los desamores. No te rindas en tu búsqueda vital. Sé siempre sincera contigo misma y encontrarás continuamente respuestas a esas preguntas inmensas. La respuesta verdadera y válida surge siempre de repente, en un momento inesperado, como una sorpresa del vivir. Capta el momento y vívelo. Hay dolor en esta vida, pero también hay felicidad y alegría. Hay bienestar y también sufrimiento. Todo cabe a la vez. Todo. Pero la respuesta final es haber sido siempre la persona honesta y sincera que se descubre en tu forma y manera de mirar. Más allá de toda incertidumbre está tu propia persona. Ámala. Ama a tu propia persona.
 
Diana de Still se animó a intervenir...
 
- ¿Respuesta final? Creo en el deseo de hacer crecer la espuma de los sentimientos para poder bañarme en el salado mar de la existencia; un mirar hacia lo que está más allá de mi propia memoria para ejercitar la expresión de lo imaginario; un querer fusionar en un solo espacio las ilimitadas sensaciones de vivir. Y miro mis manos y veo algo cada día que me hace reflexionar sobre todo lo humano y sobre todo aquello que me es reconocible cuando, poco a poco, lo voy comprendiendo. Por eso creo en las manos de todos los escritores y escritoras que dan a la luz de la creatividad rasgos profundos de sus ideales. Y me siento parte intrínseca de sus letras; como si hubiesen nacido de mi propia génesis.
 
 
Bernard Palmiers Dorés emitió un corta sonrisa para, amablemente, dar su punto de vista.
 
- ¡Jajaja! ¡Génesis! ¡Miro y admiro tu explosiva belleza total y pienso en la bellísima Eva! ¿Por qué no morder la manzana para sentirnos más personas? Me encanta perder el tiempo, cuando no tengo otra cosa que hacer, escribiendo cortos haikus con rima 5-7-5. ¿Te puedo brindar seis de ellos?
- Si eso le sirve de placer puede hacerlo. No hay ninguna clase de problema siempre que sean solamente haikus. 
 
Ahora Bernard Palmiers Dorés si rió a gusto antes de recitarlos.
 
- ¡Jajajajaja! ¡Sólo son haikus nada más brindados a la hermosa Eva que Dios creó y yo creo profundamente en Dios y creo profundamente en toda la belleza de su Creación. 
 
- Adelante entonces. Espero que, al final, estemos los dos de acuerdo.
- Manzana dura / tarde de primavera / la vida pura. Es la manzana / tierra madurada / por la mañana. Manzana verde / nace la madrugada / todo se vende. Vi la manzana / hora de breve pausa / tras la ventana. / Manzana de oro / soles que ya relucen / hablar del loro. Sexta manzana / siete jornadas buenas / octava nana.
 
- ¡Jajajajaja! Amigo Joseph me parece que mi esposo Bernard la está intentando conquistar delante de tus propias narices.
 
Joseph Liore también sonrió ligeramente antes de entrar en el combate...
 
- ¡Jajaja! A veces pienso si Eva llegó a morder realmente la manzana. El plan no era desobedecer a Dios, como dicen los religiosos, sino descubrir que las mujeres y los hombres debemos comprometernos con las acciones decisivas. Y si Eva llegó a morder la manzana y Adán después es porque se liberaron de la penosa carga, la tremenda carga, de vivir eternamente sin tomar decisión alguna. Exista o no exista Dios que viva la libertad de elección y desde luego resultata que Dios sí existe pero no condenó a nuestra pareja por morder una manzana. De eso estoy totalmente seguro. Ningún juez condenaría a una pareja por comprometerse sencilamente a ser libres. Así que Dios no condenó a nadie por morder manzanas. Otra cosa bien distinta es lo de Atalanta. Atalanta decidió entre boda o independencia. Pensó que, en aquellos momentos, la libertad era mucho más importante. La boda podía esperar. Las manzanas, no. Otra vez la manzana en la vida humana. Y repito lo que tanto hemos aprendido de una amiga muy original: “Muerde a la manzana antes de que la manzana te muerda a ti”. Por cierto, estimado Bernard, la manzana de Isaac está todavía en el suelo. ¿Algún sabio hambriento de conocimientos se atreverá a morderla?
- ¡Ostras! ¡Me dejas desarmado por completo, Joseph! ¡No sabía yo que eras tan sensacional luchador en esto de entender qué es el verdadero amor capaz de darlo todo sólo por jugárselo a cara o cruz por el simple hecho de morder!
- ¡Jajajajaja! ¡Morder! ¡Esa es la palabra exacta! ¡Morder sí te salva o te condena pero la manzana no! ¿Me ha comprendido ya del todo o sigo aclarándolo?
- ¿A pesar de ser mucho más joven que yo me estás demostrando lo que yo nunca aprendí?
- No sé si lo aprendió usted o no lo aprendió usted. Pero escuche lo que pasa conmigo para ver si me entiende del todo. De pequeño me dijeron que Eva mordió una sabrosísima manzana y dio de morder a Adán. Bueno, ¿Y qué hay de pecado en eso como para castigarles con la muerte y el trabajo de por vida? ¡Pues si que estamos arreglados! ¿O sea que Dios es tan “raro” que prohibe morder una manzana? ¡No me hagan reír! Otra cosa es que me hubiesen dicho que se comieron cada uno de ellos 20 kilos de manzanas en una sola hora o toda la cosecha anual de manzanas en una sola tarde. Entonce sí. Estaríamos ante los pecados de la gula, la avaricia y la mala administración de los bienes. Eso sería para pensar de otra manera. Pero ¿morder una sola manzana ambos porque era deliciosa? ¡Vaya memez! Asi que no sé cuántas veces habrá mordido usted o si se lo calla para no ser descubierto; pero yo solamente hace unas porquísimas noches que descubrí una gran verdad: no se condena un hombre por morder una manzana que ha mordido una mujer sino por comer una manzana que han mordido ya otros muchos hombres. ¿Lo coge usted ya?
- ¡Jajajajaja! ¡Muy bueno, Joseph! ¡Sensacional de verdad! ¡Ya sé lo que has querido decir!
- Perdone, Bernard. No lo he querido decir sino que lo he dicho.
- ¡Jajajajaja! ¡Demasiado! ¡Eres demasiado para mis neuronas! 
- Pues entonces empecemos a hablar sobre el porqué de esta cita de Diana y yo con ustedes dos precisamente en la trastienda de "Canine Connection" que es una tienda de mascotas nada más. 
- ¿Por dónde quieres que empecemos a hablar?
- ¿Qué tal si comenzamos por saber algo más concreto de ese tal Giuseppe que resulta ser hermanastro del asesinado Bonaventura Facio?
- ¿Puedo empezar yo?
- Por supuesto que sí, doña Isabelle. 
- Giuseppe resulta ser un hombre con mucho misterio en su interior. 
- ¿Podría definirme ese misterio?
- Es capaz de introducir toda su materia humana en un círculo abierto que él llama parábola del viento en síncope prolongado de existencia.
- ¿Estamos hablando entonces de un verdadero bohemio? 
- Sí. Estamos hablando de un verdadero bohemio. Y he aquí una tremenda paradoja que yo no he sabido resolver nunca: su hermanastro Bonaventura Facio no se le parecía en nada. Todo lo que tiene de bohemio Giuseppe lo tenía de numerístico Bonaventura. Eran tan radicalmente opuestos que todavía sigo sin poder creer que fuesen hermanastros. Giuseppe son letras... millones de letras... mientras que Bonaventura eran cifras... millones de cifras... y por eso quienes los llegamos a conocer nunca podríamos pensar que hubiese parentesco alguno entre ellos dos. 
- ¿Eso quiere decir que Jesucristo es de Letras y no de Ciencias?
- ¡Caramba! ¡Qué rápido eres concluyendo! ¡Exacto! ¡A Jesucristo le gusta la calidad y no la cantidad!  
- Y eso significa que estamos ante un hombre que es un verdadero cristiano. 
- ¡Sigues asombrándome, Joseph! ¡Otra vez exacto! ¡Giuseppe es un verdadero cristiano! 
- Que aprendió la vida que palpita en las noches de los silencios en la bohemia de París y otras ciudades como Madrid para ser también exactos. 
- ¡Eso es, Joseph! ¡Estamos ante un hombre capaz de ser quién es sin tener que demostrar a nadie quién es! ¡Por eso jamás dijo sus apellidos! ¡Es simplemente Giuseppe nada más! ¿Hermanastro de Bonaventura Facio? Yo no lo puedo ni afirmar ni negar. Sólo Dios lo sabe. 
- ¿Qué más de misterio hay en ese hombre?
- Como dice él mismo de sí mismo sin ninguna clase de vanidad, ni de orgullo, ni de soberbia, ni de darle importancia a lo grande que es: sólo sé que de todas las maneras pluriformes en que se puede existir en este mundo es en el elemento de tu sueño donde soy y donde me realizo como hombre mensajero de la eterna liberación. 
- ¿Tal vez una sui generis forma de vivir?
- Si. Es una teoría de vida llevada a la práctica. Giuseppe afirma y sostiene siempre que nunca estamos solos. Siempre estamos intensamente acompañados por el Misterio de la Vida, Los baños de sol nos broncean la piel y nos embellecen el cuerpo. Los baños de luna nos platean el alma y nos embellecen el espíritu. Entre los baños de sol y los baños de luna siempre existe un paréntesis que empieza cuando comenzamos a vivir y termina cuando empezamos a sentir lo vivido. Es el Misterio de la Vida. Lo que hace que soñemos más allá de la Imaginación y más acá de la Realidad. Entre el más allá de la Imaginación y el más acá de la Realidad siempre estamos acompañados del Misterio de la Vida. ¿Qué piensas de esto, Joseph?
- Tendría que estar con él durante algún tiempo más o menos largo o durante algún tiempo más o menos corto.
- No es necesario. Un día me regaló un relato escrito por él, durante una velada nocturna en su querido Madrid. ¿Puedo traerlo para leerlo ahora que estamos los cuatro juntos?
- Sería muy interesante. 
 
Mientras Isabelle Argent Duchasse fue a su alcoba a coger el relato escrito por Giuseppe, Diana de Still, Joseph Liore y Bernard Palmiers Dorés picaban de los frutos secos, de los sanduches de sobrasada y de pinchitos de tortilla de patatas a la española más aceitunas y vasos llenos de Coca Cola; hasta que Isabelle volvió, se sentó en su lugar, desdobló la hoja manuscrita y leyó en voz alta.
 
- Tenía la mirada siempre perdida en algún punto de algún lugar de algún recóndito misterio. Nunca se sabía si llegaba o estaba preparándose para partir a algún extraño destino y su nombre me era tan desconocido como éste aunque, pensándolo bien, no parecía tener ningún destino concreto; si acaso, alguna indefinida pasajera sensación de que pensaba en llegar a algún punto de algún lugar de algún recóndito misterio. Si tuviera que describirte a este tan inédito personaje, te doy mi palabra de hombre que no podría… ni tampoco, por respeto a su identidad, me atrevería a romper su silencio para preguntarle… porque, solamente mirando su siempre perdida mirada, uno se daba cuenta, enseguida, de que aquel personaje no tenía ninguna descripción definitoria. Sin embargo, a pesar de las múltiples formas con que podrían representarse los significados de sus escasas palabras, se notaba claramente que no era tan extraño al lugar. En realidad, yo afirmaría que era parte extrínseca y referencia fundamental de aquel entorno en que me había introducido buscando, igualmente, algún punto de algún lugar de algún recóndito misterio. Así que, en definitiva, resultaba que aquel desconocido venía a ser, ¡extraña paradoja de los paralelistas caminares!, mi propio yo renacido y escapado de mi interna sensación. ¿Sería verdad que aquel incógnito personaje tenía tanto que ver conmigo que podría confundirse con mi propia persona?. ¿Tiene usted la hora?. Son las doce. Sonaron las doce campanadas de la medianoche en el reloj de la torre de la cercana catedral. Tomé la maleta y comencé a caminar dejándole allí, sentado en el andén de la estación, con su mirada siempre perdida en algún punto de algún lugar de algún recóndito misterio.
 
Todos guardaron un buen rato de silencio para poder captar la enormce cantidad de personalidad propia que se desprendía del relato. Fue Diana de Still la que rompió, por fin, el silencio.
 
- Extraordinaria personalidad la de ese tal Giuseppe, Isabelle. 
- Él siempre dice que la personalidad nos regala todo aquello que los demás quieren quitarnos.  
- ¡Luego hay algo de materia por medio! 
- Me parece que una herencia de la cual no quiere saber nada porque se siente feliz dónde está, con quién está y cómo está. La herencia se la trae floja como se dice en castizo madrileño; o sea, que se la suda. 
- ¡Jajajajaja! ¿Esas expresiones son también suyas?
- Tiene un lenguaje excesivamente depurado pero la vida le ha enseñado que, a veces y solo muy pocas veces y sin abusar de ellas por cierto, también viene a bien decirlas para dejar a cada uno en su verdadero lugar. 
 
Tuvo que intervenir Joseph de Liore. 
 
- Ya tenemos suficiente información para hacernos una idea de quién es ese tal Giuseppe y su manera de creer, pensar y actuar. Mientras seguimos copmiendo y bebiendo creo que ha llegado la hora de empezar a hablar del asunto por el que Diana y yo hemos sido citados en esta trastienda de "Canine Connection".
- Voy a empezar yo si no le importa a nadie. 
- Adelante, Bernard. 
- Sé que muy pocos días antes de que Bonaventura Facio fuese vilmente asesinado, Giuseppe estuvo hablando con él y luego vino a hablar con nosotros antes de volver a irse para Madrid. Lo que nos contó fue que Bonaventura tenía mucho miedo en hablar de algo que conocía y que debía ser de tan suma importancia que le habían sentenciado a muerte si es que se lo contaba a alguna persona. 
- ¿Y Giuseppe no dijo nada sobre lo que era ese asunto?
- No tiene ni idea de lo que puede ser. Pero cosniguió que Bonaventura, a trancas y barrancas, le dijera que la clave de todo era "Centenario" y le entregó este trozo de papel que llevo siempre encima y que ahora te entrego para ver si tiene alguna importancia o es solamente una pérdida de tiempo. 
- ¿Qué razón hay para que sea una pérdida de tiempo si se lo entregó a Giuseppe?
 
Bernard Palmiers Dorés lo sacó del bolsillo de su bata azul. 
 
- Lee, Joseph. 
- Aquí sólo pone "Centenario: Gitrono-Catrono-Fatrono".
- He intentado poder interpretarlo pero nunca he podido. Confío en que si es una clave importante para algún asunto de suma importancia es urgente que alguien pueda descubrir lo que es. Y para eso "Míster X" ha confiado en Diana y en ti para resolver qué está sucediendo en el mundo de lo invisible. 
- ¿Puedo guardármelo?
- Por supuesto que sí. Creo que Bonaventura lo entregó a Giuseppe por ser definitivo para aclarar qué está pasando o qué va a pasar.
- Esta noche, antes de dormir, lo estudiaremos a fondo entre Diana y yo. Ahora quiero que me digan si es importante el nombre de la perrita caniche de Simonetta Beaux Voire. 
- Shiny Dog quiere decir brillante perrita... 
- Como dijimos en nuestra anterior entrevista, brillante es sinónimo de luminoso. 
- Y te dijimos que sí, que es verdad. 
- ¿Es verdad que existe alguna señal de que alguien quiera que se despierte ese movimiento guerrillero en toda América en general?
- ¡Eso es una verdadera locura!
- ¿Y cómo empezaron, por ejemplo, las locuras de Hitler y de Stalin?
- Por el nacionalcatolicismo y por el marxismo respectivamente.
- ¿Conocen usted a alguien que sea peruano y que estuviese rondando muchas veces por la Alcaldía de Nueva Orleans mientras el alcalde era Bonaventura Facio?
- ¡Eso es algo muy importante que tenemos que contaros! ¡Tened mucho cuidado con un sujeto facineroso llamado Abel Guzmán "Roñoso" Artemiso! Es de nacionalidad peruana pero tajeta de residente en Nueva Orleans. Es descendiente directo de Abimael Guzmán Reinoso. 
- ¿Se le puede encontrar en algún lugar concreto?
- Suele tener su centro de amistades en la cantina mexicana "Araña" de la Magazine 3242; pero os aconsejo que, si se os ocurre ir por allí cuando ya sea bien entrada la noche, vayáis muy bien protegidos.
- Vamos a ir esta misma noche y no nos va a faltar protección. 
- Por favor, que tú te arriesgues demasiado es tu problema, pero no dejes que Diana pase por peligro alguno. Sería una verdadera lástima y tragedia que una chavala tan hermosa en todos los aspectos físicos y morales muriese por culpa de seres tan despreciables como ese tal "Roñoso" y sus rufianes compadres. 
- No se preocupe tanto Bernard. Vamos a ir los dos muy bien protegidos. 
- Yo estoy de acuerdo en ir acompañando a Joseph. Por eso vengo vestida de esta manera. Quiero ser el cebo para que pique algún cerdo gordo... 
- ¡Jajajajaja1 ¿No habrás querido decir un pez gordo?
- Suponiendo que estamos hablando de algún que otro mienbo del Partido Comunista, a los que se les conoce como peces, pues sí... pero yo he dicho cerdo gordo porque estoy segura de que ya está bien cebado del todo... y comiendo todo gratis porque debe tener asustados a todos los de la cantina en cuestión... ya saben ustedes... lo de yo te protejo si tú me alimentas sin pagar ni un sólo centavo...
- Deduces muy bien, Diana.
- Por cierto... ¿el presentador profesional, o que él dice que es profesional aunque yo lo dudo meucho que sea, llamado Lenín Alliance Country está liado también?
- ¿Tú también te diste cuenta de eso, Joseph?
- Estaba más claro que el agua. 
- Sí. Es el portavoz "tapado" de los comunistas infiltrados y captados en el interior de los Estados Unidos de Norteamérica. ¿Algo más importante que preguntar, Joseph?
- Lo que estoy pensando es el porqué del título de "La Resistencia" en la obrita representada por el Grupo CTC. 
- ¿No te diste cuenta de que era el escenario era una Residencia de Ancianos?
- ¡Ah, ya! ¿Alguien que se aferra a la vida y no desea morir?
- Nosotros pensamos que sí. 
- ¿Y todo eso tiene que ver con la musa llamada Energeía?
- Nosotros también pensamos que sí. Pero, en realidad, sólo son muchos datos sueltos y no sabemos como juntarlos en una sola unidad coherente.
- El Psicoanalista se sentía solo y abrumado. La Coherencia Infundada era la huída esperanza de su angustia. Y al final creo que La Contradicción y La Consciencia han acudido solícitas a jugar la partida de mus de La Paradoja Existencial. El Psicoanalista necesita su propio psicoanálisis.
- ¿Qué estás diciendo ahora, Joseph?
- Algo que creo que me va a iluminar mucho a partir de ahora pero no por el Sendero Luminoso precisamente sino por el Sendero Oscuro para pillar por sorpresa al Sendero Luminoso. 
- ¡Jajajajaja! ¿De verdad que no te estás haciendo un lío mental, jovencito?
- De verdad que no, doña Isabell. Cuando se me enciende el "coco" me doy miedo hasta a mí mismo y por eso prefiero lo oscuro a lo luminoso. Usted no lo entiende del todo pero mi bellísiam pareja no tiene ninguna clase de problema en saber lo que digo.
- Sigues tan loco como desde que te conocí... 
- A lo mejor es que desde que te conocí empezó mi locura... 
- ¡Jajajajaja! !Eso lo aclaráis después a solas! Ahora se impone otra copita de champán como despedida. 
- Está bien, doña Isabelle. ¿Y por qué cosa vamos a brindar ahora?
- Porque os vaya todo bien en el viaje que Dios quiere que tengáis que hacer ella y tú para resolver lo de "Centenario". 
- Brindemos pues.  
 
Y tras el brindis con champán, Diana de Still y Joseph Liore se despidieron del matrimonio francés compuesto por Isabelle Argent Duchasse y Bernard Palmiers Dorés. Ya de nuevo dentro del "escarabajo" Wolkswagen, él puso en marcha su aparato musical que le servía para seguir mejorando su estudio del idioma español. Y salieron "Los Brincos" para recordarles lo de los brindis de champán que habían vivido hacía pocos minutos. 
 
- Nunca te podré olvidar porque me enseñaste a amar. Con un sorbito de champán brindando por el nuevo amor, la suave luz de aquel rincón hizo latir mi corazón. Es tan fácil recordar siempre que vuelvo a brindar con un sorbito de champán brindando por el nuevo amor.  Y enntonces fue cuando te besé, de tu mirar yo me enamoré. Con un sorbito de champán brindando por el nevo amor la suave luz de aquel rincón hizo latir mi corazón y entonces fue cuando te besé de tu mirar yo me enamoré.
 
Antes de que Jsoeph pusiera en marcha al automóvil, Diana apagó el transistor. 
 
- Soñar no cuesta dinero pero lo voy a hacer.
 
Joseph Liore se atrevió a besarla en la boca y después ya no dijeron ni media palabra hasta que a él se le vino a la memoria lo de la seguridad.
 
- ¿Por qué te detienes ahora? Dos besos de esa naturaleza son demasiado para mi cuerpo en una sola noche.
- No es eso. Es que tengo que llamar urgentemente al capitán Roger Moore "El Santo".
- ¿Tú crees que es santo de verdad?
- Pues no lo sé pero necesitamos su bendición para seguir estando vivos.
- ¡Jajajajaja! ¡Seguro que le gusta la juerga tanto como a ti! 
- Todo puede ser en el mundo actual... 
- Todo menos que dejes de ser quien eres. No te lo perdonaría jamás... 
- Lo tendré en cuenta siempre que piense en tí. 
 
Ella comenzó a tararear... 
 
- Piensa en mí cuando sufras, cuando llores también piensa en mí,  cuando quieras quítame la vida, no la quiero para nada, para nada me sirve sín tí.
- ¡Deja de cantar barbaridades, Diana, que no me puedo concentrar lo suficiente. 
- Era solamente para que lo supieras.
- Yo ya no sé ni cómo me llamo...
- Te llamas Joseph Liore...
- ¡Gracias por recordármelo, chavalilla!
- ¿Lo de tu nombre o lo de piensa en mí cuando sufras y piensa en mí cuando llores?
- ¡Las dos cosas al mismo tiempo y así matamos a dos fantasmas de un solo tiro!
- Pero no me prometes siempre que la has olvidado...
- Si algún valor tengo yo en esta vida, que a veces hasta lo dudo, es precisamente que cuando prometo algo es que cumplo lo que prometo. La tengo olvidada para siempre y a la que nunca puedo olvidar es a ti. Te lo dice un hombre completo desde la cabeza a los pies. 
- ¡Jajajajaja! ¡Anda, Adán, llama ya a tu capitán Roger Moore "El Santo"!
- Gracias, Eva. Pásame, por favor, tu móvil.
- ¿Por qué no le llamas por el tuyo?
- Porque el número de tu móvil no lo tiene grabado.
- ¿Estás intentando gastar alguna broma o vas a hacer alguna tontería peligrosa?
- Tú sólo prestame tu móvil y escucha- 
 
 
Diana de Still le pasó su móvil a Joseph Liore quien por fin pudo conectar con Roger Moore... 

- ¡Buenas noches!
 
Joseph Liore cambió el registro de su voz
 
- ¡Hola, Santín!
- ¿Qué está usted diciendo?
- ¡Le estoy saludando con todo respeto, señor Santín!
- ¿Quién le ha dicho a usted que yo soy Santín?
- ¿No es usted de esos que van de cerveza en cerveza riéndose del mundo entero?
- ¡Para que la próxima vez no me confunda usted con ese tal Santín yo sólo soy Santo.
- ¿Es que de repente le han subido de categoría en el cielo de las fiestas nocturnas con cevezas a gogó?
 
El capitán Roger Moore comenzó a enfadarse.
 
- ¿Es usted alguno de esos locos que les gusta molestar a los inocentes?
- ¿Me quiere usted hacer creer que, sea usted sólo Santín o que San Pedro le haya elevado a la categoría de Santo, forma parte de los inocentes?
- ¡No sé quién diantres es usted pero en cuanto le localice se le va a caer el pelo!
- En realidad no importa si usted es Isabel o es Fernando. Y e lo digo cantando en español: ¡Tanto monta monta tanto en esto del montar Isabel como Fernando!. 
- ¿Está usted loco del todo o se está haciendo pasar por listo?
- Espere que voy a seguir cantando en español para que no lo olvide, señor Santín...
- ¡Que no soy Santín sino Santo!
- Escuche cómo canto en español: ¡Mi jaca galopa y corta el viento cuando corre por el puerto caminito del jerez!
- ¿Está usted insinuando que a mi me gusta coger borracheras?
- ¡Cada uno coje en esta vida lo que puede, Santín!
- ¡Que soy El Santo y no Santín!
- Mire como sigo cantando en español para que aprenda que yo también sé un montón de idiomas: ¿Qué le pasa qué le pasa al santito? ¡Que le gusta mucho mucho el cafelito! ¿Qué le pasa qué le pasa al santito? ¡Que le gusta mucho mucho el cafelito! ¡Un poquito de aquí y un poquito de allá, uy que no me gusta para un restauránt! ¡Un poquito de aquí y un poquito de allá uy que no me gusta para un restauránt!
 
El capitán Roger Moore, conocido por todos los suyos como "El Santo" estaba ya cabreado del todo.
 
- ¡Me cago en la leche que mamó Panete!
- ¿Se está usted refiriendo al panadero?
- ¡Le juro que en cuanto de atrape se le van a quietar las ganas de contar chistes cuando s elos tenga que contar solamente a las ratas de la cárcel de Marion!
- ¿La sucesora de Alcatraz de tan bellos recuerdos para los que hacen cine?
- ¡Está usted jugando con fuego!
- ¿Como Nerón cuando quemó toda la ciudad de Roma y luego le echó la culpa a los cristianos?
- ¡En cuanto le agarre va usted a dejar de ser cristiano porque va a dejar de ser persona y va a dejar de contar chistes! 
 
El cabreo del capitán Moore era ya tan grande que Joseph Liore no pudo aguantarse más la risa y habló con su voz natural.
 
- ¡Jajajajaja! ¡No me sea paleto, capitán Roger Moore!
- ¡Cabrón! ¿Cómo se te ocurre gastarme bromas a estas horas de la noche en que estoy solamente deseando irme a mi casa para descansar?
- Perdona, Roger... pero te necesito otra vez...
- ¡Ah, no! ¡Puedo aceptar toda clase de bromas para inocentes pero no vuelvo a pedirle a mi amigo Tom Benson que me preste a todos los jugadores de su equipo de fútbol americano para resolver los problemas en que te metes y en los que metes a esa belleza que debes tener a tu lado y que no me explcio por qué está a tu lado cuanod podría estar pasando pipa en alguna fiesta de lujo.
- ¡Menos rollo Charles Boyer!
- Dejemos ya las tonterías, 000. ¿Qué necestias ahora?
- Solamente que nos acompañe a Diana y a mí el mejor y más experto en artes marciales de tus muchacho. El mejor y el más invencible.
- ¿Te estás refiriendo al sargento Alex Trunk Punches, al que todos conocemos como "Taurus" y que tiene un vozarrón que cuando habla asusta hasta al más pintado de todos los seres vivios incluídas las cebollas?
- ¡Jajajajjaaj! ¡Parece que es para llorar pero no!
- ¿Entonces para qué es?
- Para que nos sirva de apoyo esta noche si es necesario que entre en acción. Espero no que se produzca ningún jaleo pero es mejor prevenir que curar y si se arma la gorda me parece que más de uno va a tener que pasar por el Hospital de La Caridad. 
- ¿Te refieres al Charity Hospital?
- Sí. Por hacerle un favor a más de uno o más de dos.
- ¿Es que va a ver jarana esta noche?
- Eso es, capitán Moore. Va a ver jarana y baile de san vito.
 
Roger Moore se animó.
 
- ¡Voy a hablar con mi esposa a ve si me permite acudir también yo a la fiesta!
- ¡Un momento, capitán... un momento... porque nos vamos a jugar mucho esta noche en la cantina mexicana "Araña" de la Magazine...
- ¿Por qué no puedo participar yo de esa fiesta con lo que me gustan a mí las jaranas?
- ¡Es importantísimo que esta noche no entre allí con nosotros. En caso de que sea necesaria su aportación a la movida usted, con diez muchachos de los suyos, permanezcan escondidos hasta que yo le avise haciendo una llamada por el móvil. Es necesario que nadie descubra que Diana y yo estamos trabajando para "Míster X".
- De acuerdo. Parece que el asunto es mucho más grave de lo que estaba yo pensando y que va completamente en serio.
- Va tan en serio que quizás hasta el futuro de nuestra nación dependa de lo que pueda suceder esta noche en la "Araña Tasquería" de Nueva Orleans.
- Bien. Lo haremos tal cómo dices. ¿Donde quieres citarte con "Taurus" para que os acompañe a ese lugar.
- Nos vemos con él, dentro de media hora, en el "Funky Monkey".
- ¿Dónde las tiendas de ropa?
-  Exacto.
- Muy bien. Yo, con diez de mis hombres, estaremos rondando mut cerca de la cantina "Araña" por si tenemos que intervenir.
- Pero solamente cuando yo le dé aviso de urgencia. No quiero que se me escape.
- ¿A por quíen vas ahora?
- Ya lo verá usted con sus propios ojos si todo me sale bien y no falla Diana.
- ¡Diana es super inteligente y no va a fallar!
- ¡Lo sé, capitán Moore! ¡Por eso estoy con ella!
- Que Dios reparta suerte, Joseph.
- Diana y yo, porque somos de verdad dos creyentes, vamos a pedirle a Dios que nos ayude una vez más. Como Dios es incansable siempre nos ha respondido bien. Esta noche es muy importante creer en Dios. No en un dios pequeño sino en un Dios grande.
- Hasta luego, Joseph.
- Chao, capitán Moore.
 
Cortaron los dos la comunicación y Joseph Liore devolvió el móvil a Diana de Still.
 
- ¿Vamos a darnos una vuelta por "Funky Monkey"?
- Eso es, Diana. Será muy fácil para Alex descubrirnos sin que nadie sepa que viene con nosotros a la "Araña".
- ¿Crees en la suerte, Joseph?
- Nunca he creído jamás en la suerte ni creeré jamás en la suerte. Todo lo que he conseguido y pueda seguir consiguiendo nunca ha sido producto de la suerte sino de algo mucho más superior que la suerte. La suerte, para personas como yo, no existe. Tengo tanto amor por la Eternidad que vivo siempre con lo puesto. Y solamente con lo puesto he logrado alcanzar metas que no han conseguido los niños pijos ni los hijos de papá. ¿Me entiendes?
- Te entiendo. Yo tampoco triunfo gracias a la suerte que, para mí, tampoco existe. Así que en eso coincidimos los dos.
 
Salieron de "escarabajo" y se pusieron a caminar por "Funky Monkey"...
 
-  Me encanta tu liberación femenina, Diana. Ese esfuerzo que haces para aparecer y desaparecer continuamente es algo encantador.
- No dependo de nadie y por eso elijo al mejor.
- Supongo que todavía estás en el proceso de encontrarlo.
- Supongo que sí...
 
Joseph la volvió a mirar fijamente a los ojos de color café intenso...
 
- Es una gran verdad que los enamorados vemos de forma diferente a los que no saben amar. Es una gran verdad que las transformaciones de la persona a la que se ama se convierten en las mejores realidades que existen en la vida humana. Hay una gran distancia entre lo que vemos quienes amamos de verdad y lo que no son capaces de ver los que aman por intereses. El interés estriba en ser lo suficientemente capaz de ver más allá… hasta hacer que ese más allá sea nuestra realidad…
 
- Me gusta tu realidad, Joseph... porque siempre está acompañada de sueños y fantasías...
- Hoy he despertado con la claridad de la mañana y veo que tengo otro día ante mí. Y que tengo que vivirlo. Emma Thompson dijo una vez que ¨los únicos errores que cometemos en la vida son las cosas que no hacemos”. Y Lucio Anneo Séneca, que nos observa desde la Antigüedad del pensamiento humano, expresó en su dia que “la vida es una leyenda: no importa que sea larga, sino que esté bien narrada”. Tengamos en cuenta estos dos pensamientos para vivir una nueva aventura juntos, Diana.
- Espero que al final sea cierto...
 
Y con esta curiosa expectativa de Diana de Still entraron en una tienda de ropa solamente para hacer pasar el tiempo. Hasta que unos veinte minutos después vieron cómo Alex Trunk Punches les hacía gestos de que ya estaba preparado. Así que, seguidos a corta distancia por "Taurus" llegaron a la puerta de la cantina mexicana "Araña" y entraron sin dar lugar a las dudas. Pocos segundos después, cuando todos los hombres de la cantina miraron descaradamente a la extraña pareja y comenzaron los murmullos debidos a la enorme belleza de Diana, entró Alex y se situó en un lugar estratégico justo en el mismo instante en que Joseph reconoció a Josechu y, seguida por Diana, se llegó hasta la mesa en donde estaba "La Reina".
 
- Hola, reina de todas las reinas... ¿cómo tú por aquí?...
 
Josechu Cañete Doblado sonrió como imbécil.
 
- Jejeje. Bueno. Es que la vida entre vías de Nueva York es muy dura.
- ¿Tanto como para preferir la desesperación?
 
Joesechu les hizo un gesto para que se sentaran y soltó una parrafada.
 
-  Vivimos demasiadas entelequias. Esta vida que nos ha tocado conocer desde los tiempos más remotos de la Humanidad está llena de entelequias, rebosada de entelequias, rodeada de entelequias por todas partes menos por una llamada Ilusión. ¿Son las entelequias unas simples ilusiones que nos hacen creer que somos libres? Libertad. Hermosa entelequia compuesta de ingredientes que, al final de todos nuestros caminos, se desvanecen en un conjunto global llamado decepción.
 
 
Joseph no rechazó el nuevo duelo...
 
- ¿Por qué nos decepciona la Libertad? ¿No será que la mayor entelequia en la que nos han hecho creer es precisamente la Libertad? Miramos a nuestro interior y nos vemos como incompletos, como faltos de algo esencial que necesitamos para autoconvencernos de que podemos ser algo más. ¿Qué es lo que nos sucede a los seres humanos para sentirnos siempre como incompletos; como ausentes, a veces, de esta pertenencia al conjunto total de nuestras aspiraciones? Algunos lo llaman Libertad. Es por eso por lo que no podemos entender la gran verdad de nuestras existencias. Luchamos por autoconvencernos. Siempre estamos luchando por autoconvencernos. De vez en cuando, alguien lanza un grito desesperado desde el rincón donde se encuentra. ¿Y el eco? ¿Qué sucede con el eco de ese grito que a todos nos produce dolor en el corazón? Entonces nos miramos en el espejo de la sociedad y comenzamos todos a gritar con una desesperación llamada ausencia. ¿Qué nos queda a los seres humanos cuando descubrimos que gritamos porque alguien nos transmite el eco de su ausencia? ¿Y si fuera cierto que la Libertad es una entelequia que nos han impuesto los que dirigen esos hilos invisibles de lo intangible que, a la hora de la gran verdad, nos hace pensar que son ellos quienes quieren que seamos silencio? El grito. Es el grito de la Libertad el que se nos hunde en el marasmo de las consignas. ¿Quiénes propugnan las consignas de la Libertad? ¿Quiénes nos han introducido en el grito de la desesperación? Volvemos a mirar a nuestro interior y, de repente, nos sentimos otra vez incompletos. ¿Qué es en realidad la Libertad? ¿Podemos gritar cuando ya no nos queda otra ilusión salvo la lucha para subsistir en un mundo dirigido por los que nos aplican la terapia de las entelequias? ¿Cuál fue el momento histórico en que nos dijeron que la Libertad la podíamos obtener por el simple hecho de ser seres humanos y humanas inmersos en la existencia de nuestras ilusiones? La propuesta no es un conjunto de ilusiones que se disuelven en los gritos de la desesperación. La propuesta es poder rellenar nuestras ausencias, sinónimos del con vivir como personas, con algo que, en verdad, sea tangible. Y entonces nos damos cuenta de que la Libertad es una entelequia. Y nos liberamos. Encontramos las verdaderas dimensiones de nuestra personalidad propia y nos liberamos de la Libertad. Esa es la respuesta. 
 
Josechu Cañete Doblado no apartaba ahora su mirada libidinosa dirigida a Diana de Still.
 
- ¿Qué suerte tienes, Joseph?
- Ni es mía ni deja de serlo... pero no creo en la suerte porque nunca haré con ella lo que tú  hiciste con Innocence Martyred Cruelty... 
 
Josechu Cañete Doblado lanzó su mirada libidinosa ahora hacia Joseph.
 
- Es ley de vida.
- ¿Y de esa manera justificáis vuestras traiciones todos los marxistas de salón?
- Esto... yo... no sé...
- Si no sabes para qué te metes... para qué tuviste que hacer sufrir tanto a Innocence... ¿Tal vez porque la Causa es mucho más superior que el Amor?...
- Yo... no sé...
- ¿Y si no sabes nada de nada qué puñetas haces tú en la política internacional? ¿O es mejor decir en la política de La Internacional para ser mucho más claros y dejar ya las hipocresías en el olvido? ¿Sabes lo que es la hipocresía cuando se prefiere la maldad por culpa de la Causa antes que impedir el sufrimiento de las chicas inocentes? 
- Siento no poder responder a eso.
- ¿Por no saber responder o por seguir siendo un hipócrita?
- Supongo que es por no saber responder. 
- Voy a ser directo y contundente si es que me quieres escuchar.
- ¡Jajajajaja! Quiero escucharlo.
- ¿Aunque no te dé vergüenza porque careces de ella?
 
Esta vez no le hizo gracia a Josechu.
 
- Esto... mejor será dejarlo...
- Pues no lo voy a dejar pasar ahora que tengo la oportunidad de que lo sepas para que aprendas un poco más de lo que sabes.
- Si lo crees justo...
- En el nombre de Innocence Martyred Cruelty y todas las que han sufrido y siguen sufriendo por la Causa o por el capricho de los que creen en la Causa tengo que decir, para que quede bien claro, que la homosexualidad es una de las muchas maneras hipócritas de proclamar la libertad. Tú tienes tu opinión aunque sea una opinión de majadero y yo tengo mi propia opinión personal y me la respeto mil por mil porque no está basada en ninguna majadería propia de engañar a inocentes que no tienen culpa alguna de que vosotros seáis tan majaderos. ¿De acuerdo?
 
"La Reina" tomó una ciruela, se la metió en la boca y comenzó a insinuarse tanto a Joseph como a Diana.
 
- ¡Ten cuidado que tiene hueso!
 
Aquel aviso fue suficiente para que Josechu dejara de hacer el imbécil con la ciruela. La expulsó hacia el suelo y no se aguantó las ganas.
 
- ¿Cuánto quieres por esta mujer? ¡Puedo pagarte por ella hasta cinco millones de dólares si es necesario!
 
Aquello ya no lo pudo soportar por más tiempo la bellísima Diana de Still...
 
- ¡Escucha, mamarracho! ¡Además de gilipollas te han llamado alguna vez bisexual de mierda? 
- Bisexual me han llamado muchas veces porque lo soy pero lo de mierda es la primera vez que me lo dicen.
- ¡Pues apunta en tu agenda de citas que hoy, a esta hora del anochecer en Nueva Orleans, es la primera vez en tu vida que una mujer como yo no sólo te llama gilipollas sino que también te llama bisexual de mierda! ¡Si estoy aquí no es por ti sino por él! ¡Imbécil! ¡Además de maricón eres machista; o sea que se te junta todo para llamarte anormal!  
- Joseph, por favor.., haz saber a tu chica que me está haciendo daño...
- Pobrecito angelito... ahora resulta que una mujer de verdad le hace pupa...
- Por favor... Joseph...
- Escucha. Lo que hace que los hombres seamos sinceros es ese instinto de superviviencia que nos sirve para no dejar de ser hombres.
- ¡No lo soporto más!
 
En un ataque de histeria, Josechu "La Reina" arrojó su copa de vino al suelo. Esto hizo que un tipo alto y musculoso, con bigotes a lo Pancho López, se acercara al lugar.
 
- ¿Qué está sucediendo aquí, nene?
- Que me están haciendo llorar.
 
El nuevo personase se sentó al lado de "La Reina" y comenzó a consolarle con toqueteos y caricias.
 
- ¿Por qué le estáis haciendo sufrir a "La Reina"? ¿No veis que es mi nene preferido?
 
Joseph se fijó rápidamente en la insignia roja de la hoz y el martillo con una corona de laurel dorada que llevaba en el centro de su pecho y, además, que otro tercer personaje, completamente rechoncho y avejentado pero con melena larga al estilo de león de la Metro-Goldwyn-Mayer, se sumaba a la fiesta con la misma insgnia roja y corona de laurel dorada también en su pecho. Los dos tenían jarras de cervezas hasta el borde.
 
- ¿Cerráis ya el círculo completo o todavía quedáis alguno más?
 
Quien respondió a Joseph Liore fue el alto y musculoso. 
 
- No sé quién eres, camarada... pero desde el primer momento que te he visto entrar me he dado cuenta de que tienes una valentía infinita...
- ¿Es que es usted psicoanalista?
- ¡Jajajajaja! ¡Si llegamos a algún acuerdo ya te contaré lo que soy! ¡Me di cuenta de tu infinita valentía por una razón muy simple! ¡Has entrando con una chavala tan supersexy y tan cañón que todos los hombres que están aquí dentro, y yo diría que las mujeres también, están deseando, en su interior, echar un polvo con ella.
- ¿Está usted queriendo decir que todos y todas desean follarla en contra de su voluntad?
- ¿Voluntad? ¿Qué es la voluntad según tu punto de vista?
- A lo peor le sorprendo bastante...
- Prefiero que me sorprendas. ¡Me interesan muchísimo los hombres jóvenes que son capaces de sorprender!
- Según mi propio punto de vista son mis sueños los que rigen mi voluntad. No sueños locos pero sí sueños lúcidos que parecen locuras pero son muy lúcidos. Tan lúcidos que son tachados de locuras. Pero es que los hombres y mujeres más reales, más lúcidos y más lucidos a la hora de hablar o a la hora de escribir son los más capaces de saber qué es la Vida con uve mayúscula de Voluntad. Por eso prefiero una pequeña locura mía que un millón de cuerdas acciones ajenas a esa mi voluntad de la que le estoy hablando. Los que se creen cuerdos siempre resulta que viven con cuerdas que les amarran para impedirles que sean humanos. Se autodenominan cuerdos millones de hombres y mujeres que están convirtiendo al Planeta Tierra en una locura infernal. Por eso ya dejé hace mucho timepo de ser ciudadano del planeta Tierra para convertirme en ciudadano del planeta Sueño. Y me felicito a mí mismo por haber dado ese paso tan transcendental para mi propia vida. Recalco lo de mi propia vida para que no se le olvide a nadie que se dirija a mí con intención de apabullar mis principios entre los cuales, por supuesto, es salir de aquí cuando a mí me dé la real gana y sin que nadie de los presentes se haya follado a mi compañera si ella no quiere que nadie de los aquí presente se la folle. ¿He sido claro o necesito explicar algo más?
- ¿Y si se me antoja a mí ser el macho que se folla a tu compañera?
- Antes de responderle a esa fanfarronada permítame que le siga explicando que mi voluntad es muy superior a sus antojos. 
- ¿Qué cosa quieres decirme?
- Algo que no quiero que usted lo olvide nunca a partir de este momento de su vida.
- ¿Tan importante es?
- Sí. Es importante para el mundo entero y sólo es una sencilla frase.
- Adelante con esa sencilla frase...
- Voluntad es decir siempre sí a lo imposible.
 
"El Roñoso" quedó en principio tan sorprendido de aquella enorme energía que despedía Joseph Liroe que tardó unos buenos segundos en contestar mientras daba un largo trago a la cerveza de su jarra. Después escupió al suelo y respondió con voz más bien apagada por el efecto de superioridad manifiesta que estaba observando en aquel joven.  
 
- ¿Y si te digo que ya es imposible que tu chica salga de aquí sin que se la follen todos los que deseen hacerlo?
- ¿Eres tú el que va a dar dicha orden?
 
El alto y musculoso empezó a echarse hacia atrás ante la valentía que demostraba tener Jsoeph Liore y la serenidad con la que estaba escuchando Diana de Still. Y le tembló la boca antes de hablar.
 
- Esto... camarada... podemos llegar a un buen acuerdo... para que eso no suceda...
- Tengo por sana costumbre conocer el nombre completo de la persona con la que puedo llegar a un acuerdo si es que decido yo mismo llegar a ese acuerdo.
- ¡Jajajajaja! ¡Estoy convencido de que eres el líder que estoy buscando! Me llamo Abel Guzmán Artemiso y aunque todos me conocen solamente como "El Roñoso", los más cercanos a mí, los que de verdad conocen mi identidad, me llaman "Emilio El Mazas". Así que ya sabes con quién estás tratando. ¡Venga esa mano, camarada!
 
Joseph no le dio la mano a Abel y este quedó algo perplejo sabiendo que se había ido demasiado pronto de la lengua.
 
- Perdone, usted, "Roñoso", pero yo sólo le doy la mano a la persona con la que he llegado a pactar un acuerdo y que yo sepa eso todavía no lo hecho con usted.
 
Abel Guzmán Artemiso sabía que o demostraba cobardía ante los suyos o se lanzaba hacia el abismo.
 
- ¿Y no te da miedo saber que desciendo directamente de Abimael Guzmán Reinoso?
- Lo sé. Y sé también que quizás quiera usted reactivar de nuevo a "Sendero Luminoso".
- Eso es exacto, camarada. ¿Comprendes ahora que tu vida y la de tu compañera sólo dependen de mí?
- ¿Porque usted defiende La Causa por encima de cualquier otro asunto incluída la existencia de Dios?
- ¡La Causa es La Causa y es necesario darlo todo por ella! ¡Dios sólo es una creencia nada más pero La Causa es una realidad necesaria! 
- ¿Su compinche está de acuerdo con eso?
 
El hombre rechoncho se puso nervioso pero acertó a decir palabras después de dar un trago a la cerveza de su jarra. También escupió al suelo para no ser menos que Abel. 
 
- Esto... yo... me llamo Angelo Merino Río...
- ¿Y también opina usted que La Causa está por encima de Dios?
- Soy del Partido Comunista Mexicano y estoy de acuerdo con "Emilio El Mazas".
- ¿Así que ustedes dos quieren agrupar las fuerzas del Partido Comunista Mexicano con el Sendero Luminoso que en realidad es el Partido Comunista Peruano?
 
Abel Guzmán "Roñoso" Artemiso quería ser quien llevara la voz cantante y volvió a dirigir la charla.
 
- Cuando en 1979 fue fundado "Sendero Luminoso" por mi antecesor Abimael Guzmán Reinoso se inició la verdadera Causa para llevar al Perú a la órbita comunista. Fue un gran día en la historia del comunismo mundial. Cuando a finales de la década de los 90 Sendero Luminoso abandonó sus actividades fue una de las mayores frustraciones del comunismo y por eso algunos de sus miembros se escondieron en la selva para intentar volver a organizar la guerrilla completa si encontrábamos al líder necesario para ello: alguien que no conozca lo que es el miedo a la selva ni a los peligros de la selva. ¡La Causa te necesita seas quien seas!
- ¿No le parece a usted que habla demasiado de La Causa como si La Causa fuese La Diosa de todas los dioses?
- Es que en efecto es así. Nunca dejaré de hablar de La Causa hasta que me muera.
- Le voy a decir algo mucho más inteligente que morir por una estupidez humana. Jean-Paul Sartre era de ideología comunista y aunque yo no he sido jamás un comunista ni seré jamás en mi vida un comunista, porque mis principios y valores cristianos son los únicos que defiendo a muerte si es necesario, reconozco que ese tal Sartre dijo una gran verdad cuando escribió que "el compromiso es un acto, no una palabra". Usted no dice más que palabras para ocultar los actos. ¿Llevaba razón Sartre cuando decía que todos los comunistas eran farfulleros incluyéndose él mismo entre ellos?
- ¿Qué quiere decir farfullero?
- Chapucero, embrollador, embustero y trapacero entre otras cosas más. El verbo farfullar significa hacer algo con tropelía y confusión. ¿Es eso lo que necesita La Causa?
 
El pulso le fallaba a Abel Guzmán "Roñoso" Artemiso cuando volvió a intentar dar otro buen trago a su jarra de cerveza; de tal manera que le dio un ataque de tos y se manchó todo el elegante traje que llevaba puesto porque la cerveza le salía hasta por las narices.
 
- Esto... ¿de qué estábamos hablando?...
- ¡Vaya trajín, don Abel, vaya trajín que se trae usted entre manos!
- ¡Jejeje! Sí. Es un traje muy elegante. Lo reconozco.
- Un traje que nadie del lumpenproletariado puede ni tan siquiera soñar.
- Es que... esto... para eso algunos somos líderes...
- ¿Y los comunistas de base que se jodan?
- Bueno... no se puede ser tan sincero...
- Volviendo a Sartre, que bien muerto está ya... ¿usted es de los que proclaman que el fin jsutifica los medios?...
 
"El Roñoso" volvió a lanzarse al abismo...
 
- Efectivamente. Así es. La Causa es La Causa por encima de cualquier otra cuestión humana o divina. "El fin justifica los medios" es una frase hecha existente en varios idiomas modernos y que tiene aplicación en la política, los negocios o en cuestiones éticas. Significa que cuando el objetivo final es importante, cualquier medio para lograrlo es válido. La frase es atribuida al filósofo político italiano Nicolás Maquiavelo, aunque en realidad la frase la escribió Napoleón Bonaparte en la última página de su ejemplar del libro "El Príncipe" de Nicolás Maquiavelo.
- Entonces hablemos de actos necesarios para que La Causa triunfe.
- Veo que me estás comprendiendo y espero que al final des el paso adelante que yo quieor que des.
- Se sabe que, desde 1980 que es cuando "Sendero Luminoso" o, dicho de otra manera más exacta y menos poética para llamar la atención de los "románticos" de las causas sociales, el Partido Comunsita del Perú, inició la lucha armada, que concluyó 20 años después, son casi 70.000 los muertos, la mitad a manos de la organización maoísta.
- Cierto.
- Y también es cierto que eso sólo es la cifra de los muertos que se conocen pero que, contando a los que no se conocen, se supone que fueron tal vez más de 100.000 y me quedo bastante corto.
- Cierto.
- Según el Registro Único de Víctimas, más de 1.400 menores fueron desaparecidos durante el conflicto armado que asoló al país entre 1980 y 2000. La Defensoría del Pueblo entregó constancias de ausencia en 223 casos; uno de ellos tenía apenas 7 meses de nacido.
- Cierto.
- Pero volvemos a considerar que todo eso sólo son los datos conocidos por lo que podemos adivinar que los niños y niñas que desaparecieron, raptados por "Sendero Luminoso" debió de ser debastante miles más.
- Cierto.
- Según la agencia de noticias Perú 21, hay imágenes que revelan las condiciones infrahumanas en que los pequeños eran retenidos por la agrupación guerrillera para ser adcotrinados en el marxismo leninismo comunismo maoísmo. Viviendo en chozas invivibles.
- Cierto.
- ¿Y también podemos contar como medios para cumplir con La Causa, las decenas y decenas de pequeñas aldeas o caseríos expoliados, obligando a los humildes y pobres campesinos a unirse forozosamente a la guerrila o matarlos quemando después todas sus viviendas?
- Cierto.
- ¿Dónde está la famosa Libertad en todos esos actos y muchos más que se pueden añadir a la lista como violar a las chicas, en medio de la selva para que nadie lo vea, con la única finalidad de criar "guerrilleritos", violándolas sin ninguna clase de piedad hacia ellas?
 
"El Roñoso" quedó paralizado mientras Joseph Liore volvió a preguntar.
 
- ¿Es la forzada violación sexual de las chicas parte fundamental de La Causa de los comunistas?
 
"El Roñoso" siguió paralizado.
 
- Como veo que el angelito Abel no sabe qué contestar... ¿qué me dice usted, Angelo Merino Río? ¿Nos reímos o no nos reímos?...
 
El citado Angelo quiso desviar el asunto...
 
- El Partico Comunistas Mexicano me ha impuesto esta insgnia roja y eso quiere decir que soy un héroe.
- ¿A cuántas mujeres ha tenido usted que follar para conseguirla?
- Yo... yo... yo sólo sé que soy un héroe...
- Escuche usted lo siguiente por ver si deja de ser tan paleto: El héroe no es el que gana más peleas sino el que vence en las mejores batallas; porque la violencia es el único argumento que tienen los que no tienen ninguna clase de argumentos.
 
Angelo Merino Rio quedó de repente tan callado pero Abel Guzmán "El Roñoso" Artemiso estaba ya salido del todo; así que se bebió de un solo trago todo lo que le quedaba en su ya enésima jarra de cerveza de aquella noche. 
 
- ¡Basta ya! ¡Ahora mismo me tiro a tu chica! 
 
Joseph Liore no perdió la calma y le miró fijamente a los ojos.
 
- Haga usted el favor de volver a sentarse, caballero sin caballo, para pedírselo a ella con toda educación y respeto si es que no es usted tan cobarde como está demostrando serlo.
 
Algo extraño y de superior categoría había en los ojos del joven bohemio Joseph Liore y, ante ello, Abel Guzmán Artemiso, conocido por muchos como "El Roñoso" por la cantidad de roña que tenía en todo su cuerpo visible y, por los más íntimos, como "Emilio El Mazas" por la cantidad de músculos de sus brazos que, al verlos, hacía pensar en el musculoso y bien definido cuerpo de Emilio “El Indio” Fernández, que fue el modelo que inspiró la estatuilla de los Premios Oscar. 
 
- ¿No te da pavor mi parecido con Emilio "El Indio" Fernández? 
- Emilio Fernández Romo, tan mexicano por cierto como el aquí presente Angelo Merino Rio del Partido Comunista, ya murió en 1986 y yo no tengo jamás miedo de ningún fantasma. Los fantasmas sólo asustan a los bebés. 
- ¡No creas que me has vencido ni que me he acobardado!
- Eso lo discutiremos más tarde; porque ahora lo más importante es saber que opina mi chica.
 
Diana de Still tampoco perdió la calma.
 
- Yo soy la chica del viento y lo que el viento se llevó no vuelve jamás; así que voy a ser clara y rotunda. Si yo estuviera viviendo en una isla completamente desierta y rodeada de tiburones siempre hambrientos, y el únido ser humano que hubiese en esa isla, además de yo, fuese este palurdo que se hace llamar "Emilio El Mazas" por sus más íntimos queridos, me arrojaría inmediatamente al mar para ser devorada por los tiburones y no por este palurdo que, además de palurdo, no tiene ni la más mínima decencia para pedir a una mujer como yo que le haga el favor de echar un polvo con él. ¡No se lo cree ni borracho y, por lo que veo, ya está borracho del todo!
 
Aquello era demasiado y no pudo soportarlo por más tiempo el aludido Abel Guzmán "Roñoso" Artemisa quien comenzó, lentamente por culpa del alcohol, a levantarse con intención de ir a por ella. Pero aquella lentitud con la que se intentaba poner en pie fue lo suficiente como para que Joseph Liroe descubriera que el bulto que se apreciaba dentro de su flamante americana, en el bolsillo interior, demostraba que llevaba una pistola. El "senderista" bramó. 
 
- ¡Ahora te vas a enterar de verdad de quién soy yo cuando me enfado! ¡Reza lo que sepas!
 
Abel intentó sacar su pistola pero Joseph fue mucho más rápido y, levantándose a la velocidad de un rayo, soltó su puño izquierdo con una potencia capaz de tumbar a un burro. El izquierdazo estalló en la mandíbula del "senderista" y éste cayó como un fardo al suelo.
 
- ¡Levántate, palurdo! ¡Tienes la segunda ocasión para pedírselo con respeto y educación!
 
Cuando Abel logró levantarse del suelo fue ahora el puño derecgo de Joseph el que se estrelló con su mandíbula. La enorme potencia de la derecha de Joseph volvió a tumbar al "senderista". Pero Joseph todavía no había terminado.
 
- ¡Vuelve a levantarte, palurdos, porque no hay dos sin tres! ¡Te doy la tercera oportunidad para que demuestres que eres un caballero pidiendo un favor a una dama!
 
Abel se levántó a trancas y barrancas pero otra vez el potente izquierdazo que le propinó Joseph en la mandíbula le hizo terminar en el suelo.
 
- ¡Veo que a la tercera no es la vencida! ¡Probemos con la cuarta oportunidad machote! ¡Levántate, ponte de rodillas ante ella y pídeselo románticamente!
 
Debido a que el "senderista" todavía pudo ponerse en pie; Joseph no tuvo más remedio que darle un derechazo más potente que todos los demás puñetazos que habían minado la ressitencia de Abel y estavez, al explotar en la mandíbula del comunista hizo que este diese media vuelta sobre su propio ejer y quedara completamente noqueado y besando el suelo. Ya no pudo levantarse más. Fue entonces cuando rugió la voz de un gigantesco personaje de 2 metros de altura que estuvo viendo, atónito, aquella tremenda golpiza.
 
- ¡Como me llamo Igor Sarkozy Bobonov no voy a consentir que nadie quede vivo después de haberle dado tal paliza a mi querido y amado Abel!
 
Pero cuando el gigante ruso se lanzó a por Joseph, rápidamente entró en acción el teniente Alex Trunk Punches, conocido por sus amigos como "Tarurus" quien poniendo la zancadilla a Igor hizo que éste cayera estrepitosamente al suelo.
 
- ¡Levántate del suelo Bobonov, que más que Bobonov eres solamente Bobo, porque ahora me toca a mí repartir cera!
 
Caundo el gigantesco ruso se levantó dispuesto a pelerar contra "Taurus", el sargento de la policía comenzó a repartir toda la gama que conocía de golpes de artes marciales mientras Igor Sarkozy Bobonov sólo era un pelele incapaz de darle a Alex ni tan siquiera un pequeño arañazo. Hasta que a fuerza de recibir tal brutal paliza, Igor se desplomó perdidos ya todos sus sentidos. En el suelo comenzó a roncar como un hipopótamo completamente dormido; mientras que Joseph Liore avisaba, con su móvil, al teniente Moore para que entrara en acción junto con sus diez hombres más capacitados para detener a granujas de tanta peligrosidad. Y un minuto después en medio de un silencio mortal porque todos los que se encontraband dentor de la tasquería se habían quedado mudos, entraron haciendo un ruido infernal Roger Moore "El Santo" y sus diez muchachos policías.
 
- ¿Llego a tiempo de participar en el reparto de tortas con cabello de ángel, Joseph?
- ¡Jajajajaja! ¡Muy bueno, Roger Moore! ¡Hablando de tortas con cabello de ángel aquí tienes a uno, llamado precisamente Angelo, más bien rechoncho y tirando a muy feo, a ver si le arreglas un poco la cara!
- Por supuesto que se la voy a cambiar para que pueda ligar con alguna de los arroyos de la vida ya que al parecer ha salido de uno de ellos. ¿Te estás riendo mucho, patán?
- Pero... pero... pero si yo no me estoy riendo... sino que es que soy así...
- Pues por lo visto parece que tienes cara de chiste así que te la voy a retocar un poco para que las chavalas te tomen en serio.
 
Bastaron diez ostias seguidas para que Angelo Merino Río terminase de rodillas pidiendo perdón. Fue entonces cuando se decidió Diana a pedir su parte.
 
- ¿Y a mí qué me has dejado, Joseph?
- Diana... creo que tienes una cuenta pendiente con "La Reina"...
 
Josechu Cañete Doblado quiso dar lástima...
 
- Yo... yo... yo no...
 
Cuando quiso escapar Diana le cortó la retirada agrarrándole por la pechera.
 
- ¿Puedo saber una chavala como yo que es eso del yo, yo y yo, de todo un bisexual que se jacta de ser bisexual y de bacilar a las chicas y chicos que encuentra a su paso mientras canta La Internacional para ser más hombrecito?
- ¡Por favor, no me pegues demasiado duro!
- ¿No eras tú tan duro con la pobre Innocent a la cuál no le diste oportunidad alguna porque dependía económicamente de ti y la engañabas hasta con su propia hermana y hasta con sun propio primo si era necesario?
- Eso... eso... eso ya es pasado...
- Pero mira por donde, "Reina de las Noches de Nueva York", ahora resulta que Innocent quiere justicia porque aquel pasado todavía no ha caducado del todo. Tenemos tiempo para cumplir y arreglar lo que se debió cumplir y arreglar antes. Las ratas siempre terminan cayendo en la trampa porque le gustan mucho los quesos con agujeros. Así que ya era hora de que salieses del tuyo, guapito de cara. 
- No... no... no...
 
Diana de Still ya no perdió más tiempo en darle explicaciones a aquel cobarde y, aplicándole la famosa llave del "salto de la mntaña", hizo que Josechu saliese impulsado por encima de la cabeza de ella y se estrellara contra el suelo desde aquella altura y sin poner los brazos para evitar que sus costillas sufrieran el impacto.
 
- Perdona que te haya roto la moral, guapito de cara.
- Me... me...
- ¿Meme o memo?
- Me... me... me has roto las costillas...
- Entonces perdón y corrijo. Perdona que te haya roto la moral... y las costillas... guapito de cara.
 
La paliza que habían recibido los cuatro defensores de las fuerzas del mal fue algo inolvidable para todos aquellos y todas aquellas que lo habían presenciado de maner directa en la tasquería mexicana "Araña" de la ciudad norteamericana de Nueva Orleans; mientras que el tiempo se había convertido en una pequeña araña que trepaba por una de las paredes buscando algo más porque, para Joseph, aquello todavía no había terminado.
 
- Gracias, Joseph. Gracias a ti y a tu bellísima compañera Diana, hemos podido acabar con toda esta pesadilla y evitar algo que debia ser terrible para los Estados Unidos de Norteamérica. Siempre tendrás un sitio de honor en esta ciudad de Nueva Orleans que te estatá eternamente agradecida. Te lo juro yo, que soy el capitán Roger Moore.
- Capitán... no tiene usted que darnos las gracias porque nosotros dos solo hemos dado un pequeño paso hacia un futuro mejor; más ella y yo todavía tenemos trabajo...
- Pero si ya hemos atrapado a todos...
- Capitán... me refiero a otro asunto... 
 
La supersexy y bellísima Diana de Still comprendió que entre ella y él había muchos más puntos de contacto que los que ella estaba creyendo.
 
- Joseph... tenemos que hablar...
- ¿Cómo vas con tu tesis doctoral?
- A punto de darla por finalizada pero, en cuanto a lo otro, tengo anotado, con toda clase de detalles, absolutamente todo. ç
- ¿Absolutamente todo?
- Sí. Hasta lo que nadie se puede imaginar.
- Dejemos entonces ese pequeño detalle personal en el desconocimiento ya que es imposible que vuelva a suceder.
- Supongo que tendremos que discutirlo en alguna otra ocasión.
- Pero tiene que ser después...
- ¿Es que todavía no ha terminado la investigación?
- Tenemos que hablar, Diana...
- ¡Que no sea delante del crápula Max Emilington! ¡Dije que no lo quería ver jamás ni en pintura durante el resto de mi vida y pienso tener un resto de mi vida todavía muy largo!
- No te preocupes, Diana. Max Emilington ya no forma parte de nuestro mundo personal.
- ¿Y nuestro mundo, Joseph? ¿Qué va a suceder ahora con nuestro mundo?
 
Joseph comenzó a pensar en el mundo del que hablaba ella.
 
- ¡Capitán Moore! ¡Diana y yo tenemos que marcharnos ya hacia un destino descocnocido!
- ¡Lo siento mucho, Joseph, pero sois dos testigos presenciales de enorme importancia!
- ¡Yo lo siento mucho más, capitán, pero tiene suficiente y bastante con Basilia Casa Larios y con Alex Trunk Punches para poder explciar a cualquier juez todo lo que ha sucedido!
- Está bien, Joseph... iros a dónde deséeis... pero no podeis salir de la ciudad de Nueva Orlean. ¡Es una orden!
- Se olvida usted de dos pequeños detalles, Roger Moore.
- ¿Qué pequeños detalles? Si son pequeños no habrá problemas.
- Para mí si son pequeños pero para usted seguro que no.
- ¡Joder! ¿Qué quieres decirme?
- Solamente dos cosas muy importantes: la primera de ellas es que Diana y yo no somos de la ciudad de Nueva Orleans sino de la ciudad de Nueva York; y la segunda de ellas es que sólo aceptamos órdenes de "Míster X". Adiós. ¿Se lo tengo que decir en esperanto para que lo entienda del todo? 
- Quiero escucharlo en esperante para saber si lo dices en serio o me tomas el pelo.
- adiaŭ; ĝis Dio volas, kaj se tiel estu.
 
Diana de Still lo tradujo fácilmente para conocimiento de todas las personas allí presentes.
 
- Adiós; hasta que Dios lo quiera y cuando lo quiera Dios. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 
 
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Foto del autor Jos Orero De Julin
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Descripción

Novela

Palabras Clave: Literatura Prosa Novela Narrativa.

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos



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