Suceso en la Torre Neon85
Publicado en May 19, 2017
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“Los sucesos de ayer por la anoche dejaron como saldo ocho personas heridas, la mitad de la Torre Neón85 destruida y cuantiosos daños en la avenida Libertad. Las autoridades han acordonaron la zona y piden a la ciudadanos permanecer en sus casas...” eso se escucha en la televisión de la sala, mientras que, en la habitación, un hombre aún permanece dormido. Está empapado en sudor y parece intranquilo. Se estremece y agita mientras las sabanas se enredan en su cuerpo. Balbucea cosas incomprensibles, que se contrastan con el silencio de la habitación.
Él vive en un departamento moderno, minimalista y bien iluminado. Todo está ordenado y limpio, salvo las sabanas, que se han manchado de sangre. Fuera de eso, todo está impecable. Atardece y el hombre no da señas de despertar.
“Para la policía, esos hombres son criminales, no importa que uno de ellos quiera luchar contra el crimen. No toleraremos que se quiera hacerse justicia por propia mano.” En el noticiero se indican que el hombre que habla es el Comandante Eduard Gámez, quien es un tipo serio, con el cabello bien peinado, de lentes y que usa un traje oscuro. “Desde que el sujeto apodado The Watchman apareció, no ha hecho más que causar grabes daños a la ciudad. Es irresponsable la forma en que actúa. Si realmente quiere ayudar, debería entregarnos toda información que nos lleve a la capturar de Sádico.” Concluye la entrevista que otorgó al canal 82.
El ventilador que gira en la habitación no causa ningún efecto en el calor de la tarde ni en el silencio que solo es interrumpido por los quejidos del hombre que empieza a despertar. Abre los ojos lentamente y se lleva la mano al costado derecho. La venda, que se había puesto en la mañana, se ha aflojado y ha dejado escapar rastros de su sangre. Se sienta colocando sus pies sobre las pantuflas que lo esperaban a un lado de la cama. Aguarda ahí unos segundo tomándose la cabeza con ambas manos y agachando la mirada al piso. Tiene otras heridas en el pecho, sobre el hombro izquierdo, contusiones el en dorso y un leve rasguño en su rostro. Parece desorientado y le toma otro momento para poderse levantar.
En la mesa que está a los pies de su cama, hay unos cuantos periódicos acomodados.  “Enfrentamiento entre Watchman y Sádico causan destrozos en la ciudad” Indica el titular. “Alrededor de las nueve horas de la noche de ayer, una explosión hizo vibrar a la ciudad entera, lo que provocó pánico en las personas que estaban en la zona. De los tres días de enfrentamiento, este ha sido el más violento y que ha causado mayores daños, aunque, afortunadamente, no habido bajas de civiles” se lee en el cuerpo de la noticia.
Ya incorporado, el hombre recoge las sabanas, las lleva al cuarto de servicio y las arroja a la lavadora. Se quita la escasa ropa que lleva encima y la coloca junto a lo demás, antes de encender la máquina de lavado. Camina por el departamento desnudo dejando ver su cuerpo atlético y las marcas de varias cicatrices. Entra a la ducha y se quita todos los vendajes para arrojarlos a la basura. Mientras se baña, un color rojizo oscuro se cuela entre el agua y se escurre junto con ella por el drenaje.
La televisión sigue encendida mostrando reportajes y testimonios de los involucrados en el suceso de ayer. Cuando sale del baño, se dirige a la sala y escucha atento la última reseña que el titular del noticiero hace.
“Todo comenzó con los asesinatos violentos de algunos políticos la semana pasada, siendo el más relevante el del senador Juan Ibáñez, quien fue brutalmente degollado cuando salía del parlamento. Testigos del acontecimiento indican que fue el criminal conocido como Sádico quien de un solo golpe mató al político. Los guardaespaldas nada pudieron hacer contra las habilidades del famoso criminal.”  indica.   
Después de escuchar eso, apaga la pantalla para dirigirse al comedor. Saca algo del refrigerador y lo mete al microondas. Se sienta en la mesa y, mientras espera, toma una tablet y teclea en el buscador de YouTube the Watchman. Repasa poco a poco los resultados y se detiene en un video que tiene como título “Enfrentamiento y destrucción de la Torre Neon85”. Antes de que pueda darle click, un sonido llama su atención; es el microondas indicando que la comida está lista. Deja la tablet a un lado mientras va por la comida. Regresa a la mesa con un plato en una mano y un bocado en la otra. Mientras se acomoda para comer, toma de nuevo la tablet y reproduce el video.
Es una compilación de varias grabaciones. En el primero, se ve cómo una cámara de seguridad capta algo que se mueve por el pasillo del edificio con rapidez, seguido de un destello que ilumina toda la pantalla. La toma cambia a la grabación de un turista que filma el espectáculo de luces que danza sobre la fachada de la torre, cuando, de pronto, una explosión en la parte alta del edificio los hace gritar a todos. Se ve de nuevo la misma toma pero en cámara lenta, y se puede distinguir, muy tenuemente, que algo sale disparado de una venta antes de que el edificio explote. Otra toma muestra el costado del edificio, justo donde explota. Se puede distinguir el fuego que emana de la torre, cuando, instantes después, dos hombres de negro caen sobre un automóvil estacionado en la avenida. Cuando todo mundo los da por muertos, sorprendentemente, los dos se levantan para continuar con su lucha. Ambos visten de negro y tienen los rostros cubiertos. Uno usa una especie de capucha que solo deja ver unos ojos artificiales que brillante intensamente de un color azul. El otro hombre, lleva la nariz y la boca tapa con una media mascara de color rojo. Simula tener una boca de demonio o algo parecido. Cuando la lucha continua, el de la boca de demonio toma una daga de estilo japonés y la clava profundamente en el hombro derecho del otro sujeto. Cuando intenta sacar la daga para dar otro estoque, el tipo en el piso, usa una especie de “chicharra eléctrica” lanzando por los aires al Demonio con mascara. El de los ojos iluminados aprovecha el desconcierto para desaparecer cojeando visiblemente. A lo lejos se ve como la policía va llegando. El tipo en el suelo se incorpora muy confundido y también huye de la escena.
Apaga la tablet y la arroja al sillón que se encuentra cerca del comedor. Termina de comer con calma, recoge y lava los platos, bebe agua helada y sale de la cocina aún con la toalla ceñida a la cintura. Va a la habitación y se viste, siempre de color negro. Cruza la sala, abre una puerta que está a un costado de la televisión y toma algunas cosas. Se coloca una especie de armadura sobre la ropa, enfunda una katana sobre su espalda y guarda algunas dagas a los costados de sus piernas. Cruza la sala de nuevo y entra a otra habitación. El lugar es distinto al resto del departamento, pues es más colorido, con peluches y juguetes en los estantes y una decoración infantil. Mientras está ahí, observa con mucha atención una cuna vacía. Sus ojos negros permanecen fijos e inexpresivos. Permanece así unos minutos y, antes de salir de lugar, se pone una máscara roja sobre la boca. 
­—Es momento de terminar lo que he empezado. —dice.
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Foto del autor Ral Vliz
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Descripción

Palabras Clave: Lucha superhroes vida

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Ficcin



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