Olvid las palabras (Novela) -Captulo 11-
Publicado en May 09, 2017
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El "gorila" les cerró el paso ante la entrada al rancho "Green Leaves" de Max Emilington.
 
- ¡Un momento! ¡Un momento! ¡Ustedes no pueden pasar!
 
Joseph Liore salió del "escarabajo" Wolkswagen que conducía.
 
- ¿Puedo saber por qué no podemos pasar?
- ¡No se haga el gracioso conmigo porque yo soy de los de las malas pulgas! ¡Esto no es un cachondeo ni ningún baile de disfraces! ¡Aquí se está celebrando la fiesta que organiza el famoso abogado Max Emilingont a la cual sólo están invitados los de la muy alta clase social del Estado de Luisiana!
- Ya lo sabemos y, además también sabemos que muchos de ellos no son de alta cuna sino de baja cama.
- ¡Insolentes! ¿Quiénes son ustedes si es que lo puedo saber?
- Yo soy El Lobo Feroz y ella Caperucita Roja.
- ¿Usted se cree que yo voy a admitir que se ría de mí en mis propias narices?
 
El "gorila" lanzó su puño derecho contra el rostro de Joseph Liore pero éste fue muchó más rápido y ágil, paró el golpe sujetando brazo del "gorila" y se lo dobló con tanta fuerza que el gigantón comenzó a gemir mientras terminaba por ponerse de rodillas.
 
- ¡Suélteme! ¡Me está usted haciendo daño y me voy a cabrear mucho!
- Mientras se termina de cabrear del todo le repito que yo soy El Lobo Feroz y ella es Caperucita Roja. ¿Conoce usted al Grupo CTC?
- ¡Por supuesto que sí pero no me apriete tanto que me va a terminar por romper del todo el brazo! El CTC, que yo sepa, es el grupo teatrero que va a actuar en la fiesta ofreciendo una representación como debut de sus dotes artísticas. 
- Pues es a causa del CTC por lo que estamos nosotros dos aquí, imbécil. ¿Es que no se ha dado que venimos disfrazados?
 
El "gorila" no entendía nada más que aquel hombre estaba a punto de destrozarle al brazo.
 
- ¿Tienen ustedes algo que ver con el CTC?
- Parece que ya va usted entendiendo algo que no sea dar puñetazos. Somos dos actores que queremos formar parte del Grupo CTC y nos están esperando en el gimnasio para hacernos una prueba por ver si somos de los buenos o si somos de los malos.
-¿Eso quiere decir que van a actuar por ver si valen o no valen como comediantes?
- ¡Por fin lo entendió del todo!
 
Joseph Liore soltó el brazo del "gorila" que siguió gimiendo por culpa del dolor.
 
- Si me lo hubiese dicho al principio no habría habido ninguna clase de problema.
- Si usted hubiese tenido un poco de educación y buenas costumbres para dirigirse a nosotros como quienes tienen cultura, aunque sea solamente una mínima cultura, tampoco hubiese habido ninguna clase de problema.
- Está bien... está bien... pero no le digan a nadie lo que ha sucedido...
- ¿Tiene usted miedo de hacer el ridículo ante Max Emilington?
- ¡Por favor! ¡Se lo ruego! ¡No se lo diga porque para mí sería una humillación ante todos los demás y también perdería mi puesto de trabajo!
- ¿Cómo se llama usted?
- Far Snakes Gang, pero todo me conocen como "Pancho".
- Lo justo por lo justo y culebras fuera. Si usted, gran "gorila" de la pandilla, decide no decirle absolutamente a nadie quiénes somos nosotros dos le devolvemos el favor y no decimos lo que ha sucedido. Lo justo es lo justo y los canarios cuando saben callar en vez de piarlas demasiado merecen la recompensa de darles doble ración de alpiste.
- ¡Prefiero guardar silencio y no decir nada!
- Pues ahora abra la puerta, "Pancho", porque faltan cinco minutos para que sean las 11 y a las 11 debemos estar ya en el lugar de la cita. ¿Dónde está el gimnasio?
 
Far Snakes Gang, "Pancho" para los pandilleros, abrió la puerta de acero...
 
- Siguiendo todo el camino recto, al llegar al final desvíese un poco a la derecha y encontrará el gimnasio. Un poco a la derecha solamente.
- ¿Ve cómo razonando como personas nos entendemos mejor que golpeando como animales?
 
Ante la admiración de Diana de Stills, Joseph Liore entró de nuevo en el Wolkswagen y lo dirigió hacia el lugar señalado: todo recto y, al final, un poco a la derecha.
 
- Recto y un poco a la derecha, Joseph.
- Eso mismo he entendido yo, Diana.
 
Ella no pudo hacer otra cosa más que admirarle porque sólo hacía media hora que aquel valiente Joseph Liore, derrotando a todo un energúmero "gorila" de los de la panda de Max Emilington, sólo era un niño jugando con los niños en la pizzería Magazine de la ciudad de Nueva Orleans. 
 
- Eres valiente de verdad, Joseph. Nadie puede imaginarse lo valiente que demuestras ser cuando, por otro lado, eres el chaval más alegre, simpático, culto y atractivo que he llegado a conocer.
- Con los de la panda de "Los Larrys" no es nada difícil ser valiente. Sólo se necesita un poco de artes marciales y mucho de convicción ante los que no tienen suficientes "células grises" en sus cerebros.
- ¡Jajajajaja! ¡Eres divertido de verdad! Eso me suena a "Hércules Poirot".
-  En una autobiografía, Agatha Christie admitió algo que se resume en "yo todavía escribía en la tradición de Sherlock Holmes, el detective excéntrico, el títere ayudante con un detective de Scotland Yark tipo Lestrade, el inspector Japp". Por su parte Conan Doyle reconoció la base de Sherlock Holmes sobre el modelo del detective ficticio francés Auguste Dupin, de Edgar Allan Poe, quién en su empleo "de razonamiento" prefigura la confianza de Hércules Poirot sobre sus "pequeñas células grises". Todo se explica por lo que tú debes de saber como la "teoría de los vasos comunicantes".
- ¡Jajajajaja! Pero tú eres muy diferente a todos esos personajes ficticios. Tú sí eres verdadero porque tú sí eres real y perteneces al mundo de los hombres y no a los personajes de ficción.
- ¿Sabes lo que es la ficción, Diana?
- Si me lo explicas en breves palabras lo comprenderé mejor...
 
Joseph solamente sonrió antes de ser escueto...
 
- Buenas noches sensación; en realidad sólo estoy dentro de tus miradas.
- ¿Estás diciendo que tu valentía tiene que ver muchísimo con mi imaginación?
- ¡Tú lo has dicho!
- ¡Jajajajaja! ¿Cómo se te ocurrió decirle que tú eres El Lobo Feroz y yo Caperucita Roja?
- Lo único que lamento de todo ello es no haber podido devorarte.
- ¡Jajajajaja!
 
Llegaron ante el edificio perteneciente al gimnasio de Max Emilington y, después de aparcar el "escarabajo", los dos salieron, cogidos de la mano, en dirección a la puerta de entrada. Nada más llegar, Joseph Liore golpeó firmemente con la aldaba.
 
- ¡Pasa! ¡Está abierta!
 
Era la voz de Simonetta y cuando los dos aparecieron en el umbral (Diana vestida de monja clarisa de clausura con máscara completa de La Bruja de Hansel y Gretel y Joseph vestido de cura franciscano mendicante con máscara completa de Diablo de Tasmania) fue la misma Simonetta Beaux Voire quien entró en cólera. 
 
- ¿Qué burla es esta? ¿Qué sucede aquí? ¿De qué antro habéis salido vosotros dos?
- ¡Un momento, Simonetta, un momento! ¡Soy de los buenos!
 
Simonetta Beaux Voire se puso muy nerviosa pensando que les habían descubierto y acababan de caer en alguna trampa.
 
- ¿Cómo sabes tú mi verdadero nombre de pila?
- ¡Te estoy diciendo que esperes un momento que la están peinando!
- ¡Jajajajaja! Es bueno tu humor pero no es momento oportuno de gastar bromas.
- Está bien. Vamos a ser honestos todos. Ayer sábado, día 14, a partir de las 5 de la madrugada, en el tercer piso del Hotel Marriott de Nueva Orleans, en la Washington y con comida para perros para ser totalmente exactos. ¿Sigo o no es necesario seguir?
 
Simonetta respiró profundamente...
 
- ¡No sigas! ¡No puedes ser otro nada más que Joseph Loire! ¿Pero quién es ella?
- Mi Jefa.
- ¿Qué es eso de tu Jefa? No comprendo...
- Ella ordena y yo mando.
- ¡Jajajajaja! Veo que tienes buen sentido del humor. Coged dos sillas y sentaros frente a nosotros. 
- Otro momento, por favor, que todavía la siguen peinando.
- ¿Qué sucede ahora?
- Que voy a cerrar la puerta.
 
Joseph Liore cerró con los dos cerrojos de seguridad.
 
- No era necesario, Joseph, todos están en la fiesta.
- Demasiada confianza os puede hacer fracasar y, por otro lado, es mejor asegurarse de que no viene un medio tonto y tenga yo que transformarle en tonto completo dándole un par de pilongas.
- ¿Qué son las pilongas?
- Castañas.
- ¡Jajajajaja! No sé lo que quieres decir pero me lo imagino.
 
Al fondo del gimnasio, sentado en una silla y oculto en la penumbra, se encontraba un caballero de 67años de edad, calvo y con barba canosa, con pinta de intelectual o tal vez de investigador privado y fumando tranquilamente. De su pipa salían volutas que se evaporaban en el aire. Joseph descubrió su presencia pero no dijo nada ni mostró signo alguno ni gesto de extrañeza; sino que musitó algo a su compañera de aventura y los dos cogieron sillas y se sentaron, en el centro del gimnasio, frente a los tres componente del CTC.
 
- Comencemos por el principio. Toda cuestión siempre tiene un principio. ¿O no es así, Simonetta?
- Por supuesto que es cierto; así que comienzo por presentarte a mis dos compañeros del Grupo. Sentado a mi derecha se encuentra el joven Maurice Cornet Trousselier y sentado a mi izquierda está el joven René Lapice Garrigou. Los dos son muy sanos tanto en lo físico como en lo mental y, debido a ello, además de teatreros son dos grandes apasionados de los paseos en bicicleta.
- Pues buenas noches a los tres... y como hemos dicho que lo mejor es empezar por el principio yo voy a empezar por el principio... ¿estáis todos de acuerdo?...
- ¿Cuál es el principio según tú?
- Calma, Simonetta, calma.
 
Simonetta estaba intentando superar su tensión nerviosa pero la voz bien moderada de Joseph la tranquilizó de todo.
 
- Pásame el texto, princesa.
 
Diana de Still sacó el texto de entre los ropajes de monja y se lo entregó a Joseph Liore quien, sin perder ni un segundo, leyó en voz alta.
 
- Cosas de conciencia referentes a espíritus del mal. Son maravillas del mundo invisible y, en medio de todo ello, la décima musa, la llamada Energeia, aparece siempre en el día del juicio. Todo tiene un sentido común y hasta el pudin de maíz puede servir para escribir sobre Historia de Nueva York. ¡Voces de libertad! ¡Todos pronunciamos voces de libertad como el principio poético de la letra escarlata! ¿Penitencia? ¿Tendremos que hacer penitencia en medio de las hojas de hierba fresca? Quizás hasta los golpes de tambor son fragmentos de batalla y aspectos de la guerra. ¿A quién se le impone la insignia roja del valor? ¡Las almas del pueblo negro flotan sobre la tierra yerma! El ruido y la furia son ahora una fiesta.
- Es que no sé por dónde empezar.
- Voy a intentar ayudarte, Simonetta. A mí me encantan la Filosofía, la Historia y la Literatura. ¿Por qué no empiezas por explicarme qué es eso de la décima musa llamada Energeía y así terminamos por tranquilizarnos todos?
- ¡Me alegra empezar por ahí porque demuestras ser un chico interesante además de inteligente!
- Adelante, Simonetta, con tu exposición. Creo que va a ser muy culta y la cultura siempre es muy necesaria para vivir mejor en este mundo que nos rodea.
- ¿Qué sabemos de Energeia? La expresión indica que algo está actuando, en el sentido de que está tendiendo a su fin desde sí mismo. Es un término técnico de suma importancia en la obra de Aristóteles, especialmente en relación con su teoría de la causalidad eficiente. Aunque éste es el origen etimológico de la palabra moderna "energía", el término ha evolucionado tanto durante la historia occidental que la actual acepción ya no es útil para comprender el sentido original que le da Aristóteles. No es fácil encontrar una traducción adecuada para este concepto. Términos como actividad y actualidad no dan toda la riqueza semántica de la energeia aristotélica, que por eso algunos traducen como “realidad actuante”. Aristóteles afirma que el placer, contra la opinión popular que lo considera un vacío que debe ser llenado, en realidad consiste en una energía del cuerpo o el alma humanos. Así, sostiene que comer es agradable porque permite que el sistema digestivo humano cumpla plenamente su función, que el sexo es placentero por la misma razón respecto de la reproducción, y que actividades tales como el estudio de las matemáticas o admirar el arte son agradables porque son una energeia con respecto a la mente. Aristóteles compara también energeia con dynamis y hexis en varios lugares, y a veces con kinesis. Energeia, que se puede traducir como energía, fue invocada como protectora del efímero Estado Libre de Fiume (Croacia, 1920-1924) por el poeta y héroe de guerra italiano Gabriele D'Annunzio, que también la llamó "la décima musa" en la Constitución que redactó para él.
- Antes de sacar alguna conclusión valiosa quiero saber qué significan "dynamis", "hexis" y "kinesis".  
- Los romanos y escoláticos utilizaron la palabra "potentia" para traducir el término griego "dýnamis". Según el “Breve Diccionario Etimológico de la Lengua Castellana” de Joan Corominas, "dýnamis" viene de dynamai o sea “yo puedo”, “yo soy capaz". Dynamis vendría a significar fuerza.
- Entendido.  
- "Hexis" para Aristóteles significa "posesión", "disposición" o "estado activo".
- Entendido. 
- Y en Parapsicología se aplica al término psico-kinesis para definir el grupo de fenómenos parafísicos en los que la mente influye dinámicamente sobre la materia y la pone en movimiento.
- Entendido.
- ¿Y cuáles son entonces tus deducciones?
- En primer lugar y en cuanto a la dinamia, yo no creo en las casualidades a la hora de llevar ciertas acciones a través de la fuerza luego esto no se trata de una casualidad sino de una causalidad y, por lo tanto, hay una Causa por medio. ¿Voy bien?
- Excelente.
- En segundo lugar y en cuanto a la disposición de estar activo, entiendo que hay alguien que siempre está dispuesto a entrar en acción. ¿Voy bien?
- Sigues excelente.
- En tercer lugar y en cuanto a los fenómenos parafísicos comprendo que existe algún brujo o alguna bruja que se apodera de los débiles para llevar a cabos sus pérfidos planes. ¿Voy bien?
- Mejor es imposible.
 
Se produjo un leve silencio...
 
- ¿Podemos estar hablando de espíritus del mal que aparentan ser maravillas cara a lo implícito pero que dentro de lo explícito es un mundo invisible donde se mueven sin creer que no van a ser descubiertos por nadie?
- ¡Diana! Para alimentarnos un poco antes de llevar a cabo nuestra representación hemos traido pudin de maíz. ¿Te interesa o no te interesa?
 
Joseph Liore miró disimuladamente a su preciosa compañera que sólo sonrió levemente.
 
- Si es cuestion de dar voces de libertad sí me interesa.  
- Aprendí a hacerlo en Nueva York; cuando estuvimos actuando allí. 
 
Y Simonetta Beaux Voire empezó a repartir el gran pudin de maíz entre todos los reunidos. El hombre de la esquina envuelto en la penumbra seguía fumando su pipa sin que nadie le diese la menor importancia. Fue Joseph quien habló ahora. 
 
- "La letra escarlata" es una novela de Nathaniel Hawthorne publicada en 1850 y considerada su obra cumbre. Está ambientada en la puritana Nueva Inglaterra  de principios del siglo XVII, y relata la historia de Hester Prynne, una mujer acusada de  adulterio y condenada a llevar en su pecho una letra «A», de adúltera. Hester rechaza revelar la identidad del padre de su hija, y trata de vivir con dignidad en una sociedad injusta e hipócrita. En la novela Hawthorne trata los temas del legalismo, el pecado y la culpa.
- Exacto. Esmuy importante que sepas que de todo eso se le culpó a la señora doña Luciana Monti, inmediatamente después de que asesinaran a su esposo Bonaventura Facio, para que la opinión pública pensara que la muerte de Bonaventura se debió a algo relacionado con celos dentro del mundo de la prostitución. 
- Bonaventura Facio era entonces Alcalde de Nueva Orleans.
- Verdadero.
- Y quien se lo quitó de en medio mató dos pájaros de un tiro porque sabía que el señor Facio era honesto, legal y justo en sus decisiones. Bonaventura debía saber algo muy importante y a alguien le interesaba que nadie lo supiera porque tiene ambiciones políticas y una de ellas es comenzar siendo Alcalde de Nueva Orleans. Así que le eliminaron por dos motivos muy explosivos y había que anular las acciones de la viuda de Facio expandiendo la falsa noticia de que es prostituta y de que está metida en el mundo de los vicios humanos como el alcoholismo y la drogadicción. ¿Quién puede ser esa persona interesada en que la señora doña Luciana Monti no hable demasiado?
- Los del CTC creemos que es nada más y nada menos que el más famoso y admirado abogado de Nueva Orleans llamado Max Emilington.
- Que da la casualidad, y sigo sin creer en las casualidades sino en las causas, de que es el mismo abogado que está haciendo creer que va a defender la causa de la viuda de Facio pero que oculta otra causa más política y que le valdría para ganarse la alcaldía de Nueva Orleans si se crea un ambiente de caos y de pánico en la ciudad.
- Estás hablando de racismo y nosotros también.
- Pero esta vez los negros no se van a callar y por eso se planea hacer que reaviva el Ku Klux Klan para asesinar a quienes sean, en verdad, peligrosos.
- Eso es también lo que deducimos los del CTC.
- O sea que tenemos machismo, racismo y brujería.
 
Joseph Liore sonrió...
 
- El asunto es demasiado grave si tiene otras consecuencias mucho más elevadas de lo que podemos pensar... así que no entiendo por qué sonríes...
- Perdonad. No me río de nada ni de nadie, sino que estoy pensando en un inocente compañero de tertulias en Nueva York. Estoy recordando a Hyacinth Common y lo equivocado que está en asuntos profundos. Hasta cree que yo soy de la extrema derecha.
- ¡Jajajajaja! ¿Pero es que no sabe que tú sólo eres un dibujante nada más? 
- Dejemos que se lo siga creyendo. Me conviene que se extienda la noticia de que yo soy un extremista de la derecha.
- ¿Para entrar en contacto directo con el KKK?
- Exacto. Para entrar en contacto directo con el KKK de Nueva Orleans.
- ¿Entonces estás dispuesto a seguir adelante?
- Eso es. ¿Qué más datos podéis ofrecerme para saber por dónde debo moverme?
- Nosotros ya no sabemos nada más que suposiciones que pueden ser verdaderas o pueden ser falsas pero hay aquí alguien que puede ayudarte muchísimo más. Es nuestro propio escritor de obras de teatro.
 
Fue en ese momento cuando quien estaba fumando en la penumbra apagó su pipa y, cogiendo su silla, se puso justo al lado de Joseph Liore. 
 
- ¡Hola, chaval! Me he enterado de que tenías ganas de conocerme personalmente.
- ¿Se lo ha dicho un pajarito canario o el cartero Marian Helger "El Twist" más conocido como Belfegor?
- ¡Jajajajaja! ¡Me gusta tu sentido del humor! Pero me lo ha dicho una verdadera dama. 
- ¿Es que usted es Giuseppe?
- Eso es. Yo soy el hermanastro de Bonaventura Facio. Puedes tutearme si quieres.
 
Ambos se dieron la mano.
 
- Eres tal como yo me había imaginado que deberías de ser y es un gusto enorme haberte conocido y poder hablar contigo.
- Tengo ya 67 años de edad pero me mantengo muy joven gracias a la buena vida que llevo porque mi arte me produce altos beneficios; pero cuando tenía la misma edad que tienes tú ahora, que me han dicho que tienes 29, yo era exactamente igual que tú en todo, tanto en los físico como em lo mental, tanto en lo sociológico como en lo espiritual. Dicho de otra manera mucho más concreta, un bohemio cristiano alejado de toda clase de vicios corruptos que tantas vidas han destruído entre quienes amamos la noche.
- Sí. Yo soy así, Giuseppe. ¿Qué opinión tienes tú de la noche?
- Es la noche. Tiempo de encrucijadas entre sueños y luces de estrellas rutilantes -fugaces dicotomías de la voluntad- en el oleaje de los sentimientos. Cada segundo es un latido y cada latido es una metáfora de vida. El soñador lucha con la soledad de esos espacios donde lo espera todo para seguir pensando. Cristalinas horas que serpentean el cerebro y producen infinitas edades de consuelo. Para sentir los recuerdos hay que enfrentarse al espejo de los reflejos lunares. Forma de encumbrarse hasta el ilimitado afán de ser algo más que una ausencia y, ausente de silencios, en el pleamar de las oleadas de los recuerdos, la voz surge desde un lugar llamado Sensación. ¿Qué siente el poeta asomado a la balconada de esas horas donde los sueños son desvelos de lejanas distancias? No. No existen las lejanas distancias. Sólo existen las lejanas ausencias.
- Muy bueno.
- Es solamente el primer párrafo de un relato mío que se titula precisamente "La noche" y que lo publicaré en memoria de personas como tú que es lo mismo que decir en memoria de personas como yo: porque tengo que afirmarte algo muy esencial.
- Si es esencial no me importa escucharlo. 
- Es muy sencillo para poder comprendernos los dos: YO puedo ser TÚ y TÚ puedes ser YO cuando nos hacemos, en verdad, solidarios no con las palabras sino a través de los hechos.
- Pues esa es la razón por la cual me encuentro aquí haciéndome pasar por monje y acompañado de una monja.
- ¿Es una monja de verdad?
- Si ella es monja yo soy El Loco de Louisville que ha resucitado para volver a ser la gran esperanza negra.  
- ¡Jajajajaja!
 
Fue cuando Simonetta Beaux Voire decidió intervenir.
 
- Escucha, Joseph, como te dije antes Gisuseppe es quien nos ecribe las obras teatrales con las que estamos deseando que llegue el momento de estrenarlas para llegar a lo más profundo de nuestros espectadores porque creemos que el Teatro es Vida. Y precisamente esta obrilla de menos de cinco mintuos que vamos a representar es obra de él.
- ¿Y es necesario que mi monja y yo estemos presentes en dicho estreno?
- No sólo que estéis presentes sino que recordéis la obrilla con toda la potencia de vuestras mentes porque resulta que es enorme la trascendencia que tiene para Centenario.
 
Ahora le tocó hablar a Giuseppe.
 
- ¿Alguien te ha dicho de la existencia de Centenario?
- La señora viuda de Facio me habló de su existencia.
- Todos sabemos de su existencia pero nadie sabe dónde se encuentra aunque yo tengo una idea muy clara. Por eso es necesario que veais mi obrilla y la recordéis en su totalidad. Yo no puedo estar más tiempo en Nueva Orleans porque si me encuentran me eliminan del todo. Sólo quiero vengar la muerte de mi hermanastro Bonaventura y es por eso por lo que llevo ya casi un año y medio en Estados Unidos pero tengo que regresar a Madrid.
- ¿No vivías en París?
- Viví en la bohemia parisina hasta que asesinaron a mi hermanastro. Desde entonces estoy en Madrid pero tengo noticias de la existencia de Centenario y que es alguien fundamental para encontrar al verdadero culpable de su muerte. Necesito que le encuentres pero no puedo salir a la luz pública porque me están persiguiendo.
- No te preocupes tocayo. Como somos iguales los dos yo lo haré por ti de la misma manera que tú lo harías por mí.
- Entonces, adiós, tocayo. Yo tengo que desaparecer para no estorbar tu trabajo. Pero antes de eso te puedo regalar un ejemplar de mi última obra.
 
Giuseppe sacó, del bolsillo de su chaqueta color azul, un ejemplar de su novela histórica y se la mostró a Joseph.
 
- "Morir por tí Siempre". Me interesa, colega.
- Pues te la regalo porque quizás también te sirva de mucho para lo que estás buscando para tu vida.
- ¿Cómo sabes que estoy buscando al amor?
 
Gisueppe sonrió antes de responoder...
 
- Recuerda que tú y yo somos iguales. Esa novela la empecé a escribir cuando tenía 33 años de edad. ¿Te dice algo eso?
- Es la edad en la que Jescristo hizo el esfuerzo redentor.
- Exacto. Estoy seguro de que cuando leas "Morir por ti siempre" lo vas a recordar muchas veces y te podrá servir de Luz para lo que tanto deseas encontrar. 
- ¿Puedes firmarme la novela?
- Con todo gusto.
 
Lo que escribió fue solamente "De Giuseppe a Joseph porque somo la misma circunstancia". Y lo firmó.
 
- Hasta siempre, Giuseppe. Gracias por ser igual que yo.
 
Giuseppe, el hermanastro de Bonaventura Facio, abrió los cerrojos de la puerta saliendo en dirección a un domicilio que nadie más que él conocía y ahora fue Simonetta la que se ocupó en volver a cerrar después de haberle dado dos besos en la cara a Giuseppe.
 
- Es un tipo genial, Joseph. 
- ¿Dónde llegaste a conocerle y cómo es que le habéis contratado como escritor para Caminando Tres Comediantes? 
- Le conocí una noche en que yo estaba pasando el peor momento de mi vida por culpa de un chulo que me abusó y luego me tiró como se tira a una colilla depués de haberse fumado todo el cigarro. Recuerdo que fue en Casa Pepe de la Rue Mouffetard, en el Barrio Latino de París. ¡Cuántas noches hemos pasado juntos paseando por El Jardín de Luxemburgo sin nada más que hacer que vivir bajo la Luna! Todavía memorizo un poema que escribió sobre la bohemia, la verdadera bohemia de los artistas.
- ¿Lo puedes recordar?
- Espera. Me parece que es así: Aquella bohemia... donde mis manos brillaban bajo la luz de las farolas. ¡Se durmieron las palomas! Y el sabor del barrio viejo de la magia enardecida, poco a poco diluía el vaso de vino añejo. ¡Bohemia de luz lejana y de estrellas de bambú! Bohemia entre los versos de corteza de abedul bajo el sabor de los besos... !bohemia de noche azul! Jardines de paz y plata adornadas de caricia. Poemas de la avaricia de sentirse dueño eterno del perenne surtidor que elevaba hasta la luna su continuo resplandor... ¡y una flor!. Bohemia de los jardines. Bohemia del ciego amor. ¡En la buhardilla humilde dormiste junto a mi voz! Y al despertar... en un segundo... cambiaste todo mi mundo al cantar tu ruiseñor. 
- ¡Caramba! ¡Eso sí que es poesía!
- ¿Quieres que te cuente el gran secreto de Giuseppe?
- ¿Qué gran secreto guarda mi tocayo?
- Que besa muy bien. 
 
Se produjo un nuevo silencio antes de que hablara Joseph.
 
- Simonetta... ¿a quién se le impone la insignia roja del valor?
- ¿Recuerdas a mi perrita caniche?
- ¿Shyni Dog?
- ¿Qué quiere decir?
- Brillante.
- ¿Y eso no te suena a algo si hablamos de causa y no de casualidad?
- ¿Luminoso? ¿Te estás refiriendo a Luminoso?
- Sigues siento tan inteligente como en la madrugada de ayer.
- ¿Y Advanter es una clave?
- Sí. Significa Avanzar. Y si quieres avanzar tienes que conectar, cuando puedas y tengas tiempo libre, con un matrimonio francés.
- ¿Te refieres a Bernard Palmiers Dorés e Isabelle Argent Duchesse?
- ¿Cómo sabes que existen?
- Me lo confesó Lucrecia Monti.
- Es muy importante que contactes con ellos por lo del tema de Centenario. A mí no me lo han querido contar porque estoy empezando a ser muy famosa y eso daña la investigación. Contigo no tendrán problema alguno. 
- ¿Dónde contacto con ellos? 
- En "Canine Connection"
- ¿En una tienda de mascotas?
-  Sí. en la Tchoupitoulas 4920.
- ¿Sigue siendo importante que mi compañera y yo estemos presentes durante la representación de la obrilla?
- ¡Totalmente importante que la veáis y que no la olvidéis!
- ¿Puedo saber cómo se titula?
- Se titula "La Resistencia" y se desarrolla en una residencia para ancianosy ancianas.
- Comprendo.
- ¡Llegó la hora de actuar, compañeros! ¡CTC ataca de nuevo!
 
Sonaron las risas de todos y mientras Simonetta, Maurice y René se dirigiron hacia el improvisado escenario que se había montado en el Gran Salón de Baile del rancho de Max Emilington, una monja clarisa de clausura con máscara completa de La Bruja de Hansel y Gretel y un monje franciscano mendicante con máscara completa de Diablo de Tasmania, aprovechando que se apagaron todas las luces, excepto la del escenario, se deslizaron sigilosamente hasta ocupar la última fila de asientos en la que no había nadie excepto elllos dos.
 
- El ruido y la furia son ahora una fiesta, Diana.
- Guarda silencio, por favor, para no desconcentrarnos.
- Yo vengo preparado para copiarla toda entera.
 
Atronó la voz de presentador.
 
- ¡Nobles caballeros y altísimas damas de la crema y nata de todo Louisiana! ¡Esta noche vamos a ser testigos del debut en nuestra ciudad de Nueva Orleans de un grupo de teatreros que están llamando a alcanzar la gloria del arte en toda nuestra amada nación! ¡Provienen de París en donde todas sus representaciones de "La Resistencia" han sido éxitos rotundos! ¡la crítica francesa sitúa a su autor, del cual sólo se conoce hasta ahora que se llama Giuseppe y en un futuro inmediato, llegará a la misma altura que el español Lope de Vega y el inglés William Shakespeare! ¡Incluso se dice, analizando obras suyas como "El Juicio de José", "La Carreta", "Nunca Morir" y "El Señorito de Vélez" entre otras muchas también de enorme importancia, que se sitiuará en la Literatura Universal incluso por delante de los dos grandes genios de todos los tiempos! ¡Aplaudamos, ahora, al Grupo CTC cuyos compontes son la señorita Simonetta Beaux Voire y los jóvenes Maurice Cornet Trousselier, que actuará a la derecha de Simonetta, y René Lapice Garrigou que lo hará a su izquierda! ¡Y no solo son amantes del mundo teatrero sino que son fanáticos seguidores del ciclismo! ¡Así que aquí vamos a presenciar la conjunción de la Cultura con el Deporte, al igual que ocurría con el famoso "Catalejo Mundial" de finales del Siglo XX y principios del Siglo XXI del cual se dice que ha vuelto a resurgir! ¡Aplaudamos, por tanto, este resurgir de Simonetta, Maurice y René! ¡Yo me llamo Lenin Alliance Country pero ellos son los que se merecen los aplausos, los éxitos y la gloria de este mundo nuevo que parece estar resurgiendo a nuestro alrededor!
- Qué raro, Joseph. ¿Es que no hay otro mejor presentador que este tal Lenin Alliance Country en toda la ciudad de Nueva Orleans?
- Eso mismo estoy pensando yo, Diana. Es el mismo tío que estuvo en el Lakerfront Arena para amenizar y animar a los ateos "Corsarios" contra los cristianos "Gatos Monteses" y que de tanta mala leche se debió de poner cuando se quedó con su bocaza cerrada al ver cómo los suyos sucumbieron tan estrepitosamente ante los nuestros.
- Silencio, Joseph. Va a comenzar la funcìón, ¿Escribes toda la obra o la escribo yo?
- Tú dedícate a fijarte en todos los detalles de la obra mientras yo la copio con total exactitud y con el permiso que me ha dado su autor esta noche.
 
El improvisado escenario consistía en un rincón de un jardín interior de la residencia "La Resistencia" como se veía escrito en un cartel y un largo banco de madera en donde, ocupando el centro de los tres, estaba sentada Simonetta Beaux Voire que haría de Anne Marie; a su derecha, también sentado, se encontraba Maurice Cornet Treusselier haciendo de Joseph Louis, y a su izquierda, igualment sentado, se había ubicado René Lapice Garrigou en el papel de Jean André. Los tres iban disfrazados de personas muy ancianas y parecían viejos de verdad, de esos viejos que han superado ya los 95 años de edad.  Joseph Liore la copió toda entera sin fallo alguno. 
 
Joseph Louis.- ¿Qué ha sucedido, Anne Marie? ¿Dónde se nos ha quedado nuestro mundo?
Anne Marie.- ¡Ay, Joseph Louis! ¡Qué dolor más grande este de haber vivido sin saber para qué hemos vivido!
Jean André.- ¡Existo porque no existo y porque no existo es por lo que existo!
Joseph Louis.- ¿Desde cuándo te ha dado por esto de ser filósofo, Jean André?
Jean André.- Si yo te contara, Joseph Louis... pero no... ya no nos queda tiempo para contar...
Anne Marie.- Tanto querer para terminar por no ser querida...
Joseph Louis.- ¡Por favor, Anne Marie! ¿Podrias ser alguna vez positiva?
Anne Marie.- ¿Y de qué me sirve a mí ahora eso de ser positiva si nunca me di cuenta de serlo?
Jean André.- A lo mejor... tal vez,.. quizás...
Anne Marie.- ¡Deja de soñar, Jean André, por favor! ¿No ves que me entra un desasosiego que ya no sé ni quién soy?
Joseph Louis.- ¿Y por qué no puede tener un poco de esperanza?
Jean André.- Eso mismo iba a decir yo...
Anne Marie.- Alguien me dijo un día, en aquellos tiempos de mi plena juventud, que la esperanza no es lo último que se pierde sino lo primero que se conquista. Pero no fui capaz de entenderlo.
Joseph Louis.- Ese mismo fue quien me dijo a mí que un día entero vivido  lleno de esperanza son veinticuatro momentos de luz que nos iluminan la existencia y nos dan motivo de fe hacia el futuro. Tampoco yo llegué a entenderlo.
Jean André.- ¿Os cuento un secreto?
Anne Marie.- Cuenta... cuenta...
Jean André.- Yo tampoco lo entendí cuando me dijo que el amor es un animal que se puede morir si dejamos que dentro de nuestra alma se mustie la esperanza... porque el amor se alimenta de la esperanza dentro del alma humana y si la esperanza se mustia se muere el amor...
Anne Marie.- No tener hijos ha sido la mayor desgracia que he cometido en mi vida.
Jean André.- De haber tenido hijos todavía nos podría haber quedado la esperanza de que nuestros nietos se hubiesen acordado de nosotros.
Joseph Louis.- Quien pudiera olvidar ciertas cuestiones para no tener que llamar a las cosas por su nombre...
Jean André.- Y yo que me creía el amo de este mundo... fallaste corazón... no vuelvas a jugar...
Joseph Louis.- Salir del círculo del tiempo y penetrar en la espìral del amor absoluto. ¡No fui capaz! ¡No fui capaz! ¡No fui capaz!
Anne Marie.- Tengo penas en el alma que no las quita el dolor...
Joseph Louis.- ¿Pero no decías siempre que el alma no existe?
Anne Marie.- Me he dado cuenta demasiado tarde de que la felicidad es la juventud del alma y sin alma jamás se puede ser joven.
Jean André.- Quién pudiera olvidar...
Joseph Louis.- Si olvidar no se puede... ¿qué ha sucedido con la vida, Anne Marie?...
Anne Marie.- Todo es un vaivén donde la presencia humana se convierte en enigma de lo contemporáneo. ¡Sin hijos, sin nietos y sin descendencia alguna, hemos perdido, Joseph Louis, la posibilidad de ser precisamente contemporáneos! ¡Sólo somos un pasado nada más!
Jean André.- Me suena a derrota...
Joseph Louis.- Y pensar que él seguro que era alguien que supo escuchar el ruido de la gloria...
Anne Marie.- Y a nosotros tres sólo nos queda ya la sinceridad aunque sólo sea para decir que es una nostalgia convertida en expresión. Si al menos hubiese alguien a quien poder transmitirlo...
Joseph Louis.- Quizás nos quede el consuelo de que el dolor es un pálpito vital.
Jean André.- ¿Resistiremos sabiendo solamente eso?
Anne Marie.- Me llama mucho la atención que hayas sido capaz de plantearlo, Jean André; porque nuestra soledad es como los oleajes de una vida que se nos escapa sin llegar a ningún lado.
Joseph Louis.- Exacto, Anne Marie. Algunas veces estamos dentro de este encierro y quisiéramos estar fuera y, viceversa, desde fuera, al no tener más que soledad, quisiéramos estar dentro.
Jean André.- Quizás es que los rumbos fijos en realidad no existen cuando siempre hemos estado viviendo a la deriva.
Joeph Louis.- Así que nuestra única resistencia se reduce ya a un posibel réquiem por todos nosotros.
Anne Marie.- Y que Dios nos pille confesados.
 
El final de la obra de teatrillo fue apoteósico porque todos los asistentes a la función, incluidos Max Emilington y sus compiches, que no tenían ni la más remota idea de lo que era la Literatura, y mucho menos lo que era el Teatro, se habían levantado de sus sillas y estaban aplaudiendo sin cesar a los tres actores que, por fuera, estaban entusiasmados por su éxito pero que por dentro, los tres al mismo compás de sus corazones, estaban eternamente agradecidos a su escritor, aquel Giuseppe que ya estaría sacando un boleto para regresar a España.
 
- Diana... aprovechemos que todavía están las luces apagadas para marcharnos rápidamente de aquí.
 
A Diana no fue necesario que Joseph se lo dijera dos veces porque, cogiendo la mano izquierda de él, ambos salieron a toda prisa del Salón, pocos segundos después ya estaban dentro del "escarabajo" Wolkswagen y otros pocos segundos más tarde veían como el todavia asustado Far Snakes Gang, conocido entre los pandilleros como "Pancho", aún sentía dolor en su brazo derecho pero abrió inmediatamente la puerta de acero.
 
- ¡Adiós, Panchito! ¡Que te mejores del brazo y sobre todo de la azotea!
- ¿De qué azotea hablas, Joseph?
- En los años que vivi en Madrid aprendí que la zotea es la cabeza.
- ¡Jajajajaja! ¡Pobre "gorila"!
- Si, pobre "gorila". Me parece que le he frustrado tanto que ahora solo se siente "monicaco" nada más.
- ¡Jajajajaja!
- Y es que es verdad que hay algún "Ginesillo de Pasamontes", de esos de los de Pérez nada más, que de tanto lavarse el cabello con leche de burra no son "monicacos" sino más bien "monicaquitos" según dice la Ley de Murillo.
- ¿Qué dice la Ley de Murillo?
- Según la Ley de Murillo la última gota siempre queda en el calzoncillo...
-¿Y ese tal Ginesín se meaba mucho?
-Sí. Debe ser que es a causa de que tiene complejo de Torrebruno pero en feo; porque no sólo es bajito del todo sino que usa un bigote a lo Arrocet que le convierte en el tipo más horrendo de todo Harlem.
- ¿Es que te refieres a alguno de tus antiguos compañeros de Nueva York?
- Si. A todos aquellos que el tiempo ya les cubrío con su polvo dentro de mi memoria.
- Qué forma más sana y literaria de decir que pasas de todos ellos.
- Diana...
- Cuenta más de aquellas experiencias. Te escucho.
- ¿Te hace un cubata de ginebra?
- Me hace un cubata de ginebra pero después de quitarnos estos andrajos y volver a vestir como personas.
- ¡Hecho, preciosa! ¡Te voy a invitar a la discoteca del Club Oasis! La de Vallens 1120.
 
Diana de Still abrazó entusiasmadamente a Joseph Liore.
 
- ¡Guauuuuuuuuuu! ¡Este es mi chico!
 
Y fue aquella misma noche, bailando los dos tan estrechamente unidos que no cabía ni un alfiler entre el cuerpo de ella y el cuerpo de él; cuando ella estaba tan explosivamente sensual y sexy desde la cabeza a los piel y él tan elegante como cuando quería deslumbrar de verdad que fueron la atención de todos los presentes, cuando Joseph se lo confesó al oído.
 
- Diana, hablando de Teatro fue Bertolt Brecht el que dijo que cuando el delito se multiplica nadie quiere verlo.
- Lo cual es totalmente vergonzoso para la humanidad.
- Pero no te preocupes porque Napoleón Bonaparte afirmó que el mayor peligro está justo en el momento de la vivtoria.
- ¡Vamos a vencer, Joseph! ¡Vamos a vencer! ¿Pero que es la victoria?
- La sabiduría siempre vence a la ignorancia aunque a veces tengamos que apostar a números equivocados de la ruleta mágica que muchos llaman realidad. La victoria sólo es el sentimiento de haber aprendido a cometer menos errores que los rivales; de tal manera que ya no cometemos ninguno más mientras ellos no hacen más que equivocarse. Estoy seguro de que si algo tiene de valioso cualquier tipo de experiencia sea del color que sea y sea par o sea impar, la ruleta de la vida siempre nos hace triunfar a los del eje del bien y por eso siempre tenemos esa sensació de victoria que nos alegra el ánimo y nos alimenta el pensamiento. Sigue viviendo siempre, Diana, sigue viviendo siempre y triunfaremos sin ninguna clase de dudas; porque debes saber que con la sabiduría siempre vence la razón de quienes tenemos el corazón abierto y no la mente cerrada como la tienen los ignorantes. ¿Comprendes la enorme distancia de años luz que hay entre ellos y nosotros?
- ¡Jajajajaja! ¡No son años luz, Joseph, sino siglos luz!
 
La luz de la sala de pista la hacía todavía aún más bella.
 

 







































 
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Foto del autor Jos Orero De Julin
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Descripción

Novela

Palabras Clave: Literatura Prosa Novela Narrativa.

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos



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