Sin Rostro
Publicado en May 02, 2017
Prev
Next
Otra noche sin final, otra noche sin dormir. Muchas cosas pasan por mi cabeza en este momento, más de las que puedo asimilar. No parece nada del otro mundo, o inusual ante los ojos de la mayoría, todos hemos tenido ese intenso flujo de ideas, al menos una vez cada par de meses, ¿no? En fin, el problema es cuando estos pensamientos o voces internas, traspasan ese mundo intangible, y se convierten en algo físico, algo sensorial, algo material. Que si bien no puedo explicarlo claramente, ni describir exactamente qué es, lo puedo sentir expandirse a través de mi cuerpo. 
 
Lo siento fluir en mis palpitaciones, que se hacen cada vez más fuertes y constantes, puedo sentir la sangre rugir dentro de mis venas, anunciando la llegada de algo grande y temible. Advirtiendo a todo mi cuerpo que debe prepararse para esta amenaza, para esta batalla, que no tiene un nombre ni un rostro ajeno, esa amenaza a la que me he enfrentado muchas veces estos últimos años, pero que cada vez se percibe diferente; si bien no me ha matado en el pasado, y por momentos parece haberse desvanecido por completo. Es imposible subestimarla y darla por muerta, porque es impredecible, es traicionera y caprichosa, actúa a placer, esa autonomía es lo que la hace más temible. Es irreverente e imprudente. Es veneno corriendo en mi cabeza y alojándose en cada célula de mi cuerpo. Resulta difícil, por no decir imposible, el saber qué la desata. Porque tal vez las malas noticias y la Incertidumbre la alimentan, pero a veces una tarde soleada, en el mejor día de tu vida puede hacerse presente, no necesita invitación, no necesita nada para vivir, es letal, es impecable, no conoce obstáculos, el único antídoto temporal es el aire y la cordura, la cual parece imposible de encontrar, ante el estruendoso eco que deja a su paso.
 
¿Será que algún día se irá y no volverá jamas? ¿Será que algún día las noches serán de nuevo mías? ¿Podré volver a ser yo? No lo sé... solo busco callar estas voces y estos miedos que me acompañan a diario, pero son imposibles de ignorar, porque son manipulados por mi peor enemigo, alguien que me conoce como la palma de su mano, sabe qué amo y qué odio, peor aún, sabe qué me ha marcado y conoce todos mis miedos, no puedo ocultarme de él, porque él sabe donde encontrarme, somos una dualidad perpetua, conoce mi pasado, arruina mi presente, y habla en futuro. 
 
Por momentos siento que cada día es un sueño, siento flotar en mis propios pies, creo que soy solo un espectador de este caótico show llamado vida, y simplemente no formo parte de él. No encuentro la felicidad en las cosas pequeñas, y menos aún en las grandes, siento que me han arrebatado la capacidad de sorprenderme. He lastimado a los que se preocupan por mi, por mis miedos e inseguridades, y he aceptado menos de lo que debería exigir, me he dejado pisotear, porque en el fondo creo que no aspiro a más que las migajas de alguien más. Anhelo todo lo que no soy y aborrezco al hombre que está cada mañana en el espejo, señalándome, criticándome, comparándome con vidas ajenas y reprochándome mi falta de "éxito" diciéndome lo mal que están las cosas, y lo peor que se pondrán. En la soledad encuentro algo de calma, y en la música encuentro mi único escape de este suplicio. Encuentro las palabras que no pude decir y sustituyo el miedo por melodías, que me dan temporalmente la vida que él me quito. 
 
Pero ¿cómo puedo acabar con mi enemigo, Si para derrotarlo debo quererlo? Debo entenderlo, apoyarlo, no culparlo más de lo que pasa. Debo aprender a confiar en él, ¡sí en él!que tantas veces me ha decepcionado y traicionado, que me ha hecho sentir que la muerte está cerca y en cierta forma me ha matado poco a poco, porque lo que me dejó ¡no es vida!, ¡dejó de serlo hace mucho! Mientras él se fortalece cada vez más, y toma el control de las cosas, yo solo me convierto en un esclavo de sus ideas. Y de su mal juicio
 
Por ahora estoy recluido en mi propio mundo, poniendo barreras y etiquetas a los demás, para justificar mi soledad, es cierto que ellos no entienden lo que me pasa, no saben qué es ser yo. Cada día me siento más solo, y temo que en algún punto él sea mi única compañía. Al momento que escribo esto, él esta aquí, haciéndose sentir en la presión asfixiante en mi pecho, y el hormigueo y escalofríos en cada parte de mi cuerpo, arrebatándome una noche más y propiciándome un golpe más en esta pelea sin fin. 
 
Quisiera ser de nuevo libre, libre de esta prisión invisible, cuyas cadenas resuenan en mi cabeza, quiero olvidar el pasado y no pensar en el futuro, quiero despertar de esta pesadilla y romper con mi tristeza. Quiero dormir en las noches. Y caminar sin mirar atrás. Dejar ir y dejarme ir. No preocuparme de la opinión de los demás, ni juzgar antes de tiempo, valorar cada detalle que se presenta, porque nunca sabes cuanto puedes extrañar una simple Noche de paz. 
Página 1 / 1
Foto del autor Jorge López Velázquez
Textos Publicados: 1
Miembro desde: May 02, 2017
1 Comentarios 352 Lecturas Favorito 0 veces
Descripción

Una descripción del día a día de alguien con un padecimiento de ansiedad

Palabras Clave: Ansiedad Psicología Miedo Autoayuda Dolor estres

Categoría: Ensayos

Subcategoría: Pensamientos



Comentarios (1)add comment
menos espacio | mas espacio

Oscar Franco

Intenso Escrito amigo, felicidades, espero seguir leendote, me gustaria que vieras alguno de mis escritos, un gusto cuidate.
Responder
May 06, 2017
 

Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.

busy