Resulta que Miguel Ángel es solamente un niño que está empezando a saber hablar. A Miguel Ángel le cuesta un mundo saber decir Emiliano o tan siquiera Emilín, así que ha aprendido a llamarle Meme... pero el Meme es tan memo que le odia por tan simple cuestión. Ajeno a la pelea sorda yo no escucho nada más que el reloj de mis ideas. No soy como Califa y Fantini que se han convertido en esbirros de Gimi. Tengo ya suficiente personalidad para estar caminando por mis propias aventuras. Y en esas aventuras los memes no están incluídos. Autónomo e independiente escucho lo de Meme y comienzo a reír. Y es que los enfados y las luchas de Gimi no son las mías.