MIS TOCAYOS JUANES
Publicado en Aug 29, 2016
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Cuando fui un angelito, por supuesto, nunca me puse analizar el comportamiento del hermano menor de un amigo que en vez de ir a jugar con nosotros juegos de hombrecitos, se la pasaba entre comiditas y muñequitas con sus hermanas. En el lapso en que jugábamos, lo que más me llamaba la atención eran sus orejas. El pobrecito siempre las traía rojas como si se las hubieran hervido, maltratadas constantemente por su papá, diciéndole enfrente de sus compañeras:“órale chamaco cabrón, vaya a jugar con los varoncitos, sólo me falta que un hijo mío se vuelva maricón como Juan Gabriel. Por estos comentarios y su comportamiento afeminado, cuando se integraba a nuestro grupo le empezábamos a cantar una canción que andaba de moda: “Hay mariposa tienes una mirada de lo más delicada y misteriosa. Hay mari-posa, tú que siempre caminas como la bailarina…” Supongo que por alguna de esas razones, él se enroló a las Fuerzas Armadas para que su padre estuviera orgulloso de él o, nosotros lo respetáramos y dejáramos de molestarlo.
En realidad, el único cenagoso paso del Guacho en los días cuando vestía ropa de civil y regresaba al puerto a ver a sus padres, era la visita de una discoteca con un show de homosexuales transformados en mujeres que interpretaban a las cantantes de moda, inclusive a Juan Gabriel. Con su seducción, tendría con varios de ellos escondidos ¨romances militares¨ con cuerpo entrenado, mirada de acero, cabello al rape, brillosos zapatos, relucientes de limpios y vestimenta deportiva color verde oliva pegada al cuerpo para resaltar la musculatura.
Contrariamente al Guacho, mi instinto sexual me empujaba a jugar con las compañeras de mi hermana para estar más cerca de ellas y así poder esperar un momento oportuno para tocarles sus pequeños hombros o sus manitas. Pero, el instante más celestial llegaba cuando lograba abrazar a algunas de ellas. Así que desconociendo mi hombría, mi papá que se crió adoctrinado con prejuicios hacia las “Locas”, me prohibió visitar el taller de manualidades de las niñas, porque me decía que jugando a la comidita o confeccionando vestiditos de papel para las muñequitas, se me podría doblar la mano como a Juan Gabriel.
Probablemente, por mi gustosa tendencia a escuchar las canciones de mi tocayo Juan Gabriel, varías chicas experimentadas en el “amor íntimo” me comentaron que yo tenía hormonas femeninas, pues podía tratarlas sedosamente cuando nuestro cuerpos desnudos estaban juntos, ya que el susurro de mis dedos con mis huellas cálidas encendían un fluido que salía de la línea central de donde viene la vida: manjar sabroso que de rodilla saboreaba en silencio por algunos minutos entre sus piernas abiertas, sostenidas por mis manos, hasta que ellas con su malicia coqueta en sus ojos me pedían la explosión interna de nuestros orgasmos, perdiendo con el mío millones de vidas que se quedaban en el condón y sobre mi dimensión recta que moría repentinamente durante algunos minutos hasta que volvía erecta para repetir otro vínculo con sus universos eróticos.
–Juan, me gusta cómo me miras, pues tus ojos vidriosos me derriten como mantequilla –sobre la cama desordenada, varias amigas me susurraban suspirando al oído con esos labios hinchados de tantos besos que les daba.
–Es que para mí el cuerpo de una mujer es la máxima creación de belleza que hay sobre el universo –las halagaba, levantándoles su ego, mientras yo esperaba que se levantara el que se encontraba descansando entre mis piernas.
–¿Qué es lo que más te gusta del cuerpo de una mujer? –otras preguntaron con sus ojos coquetones.
–La verdad, me fascinan los senos –contestaba yo, pensando en las de una encueratriz que luego sería la esposa de un presidente de la Nación.
–Eso sí es verdad –confirmaron algunas que con gusto me las ofrecían, mientras yo acariciaba algunos de sus pezones con el fin de pasar a la otra fase de los momentos de calentamiento para alcanzar una vez más el encanto de los orgasmos y en una esquina se escuchaba muy quedito “ fue un placer conocerte”…
Copyright © 2013 Carlos Campos Serna del libro “Cama Democrática”
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Foto del autor Carlos Campos Serna
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Descripción

Homenaje a Juan Gabriel

Palabras Clave: homenaje canciones Juan Gabriel

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos


Creditos: Carlos Campos Serna

Derechos de Autor: Carlos Campos Serna


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