DEGRADACIN CULTURAL
Publicado en Jul 06, 2016
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Todas las semanas Roberto con el aniversario de su boda. Se casó con Magdalena hace más de cuatro años. Al año siguiente, se quedó embarazada. El médico le detectó un cáncer durante su embarazo, pero ella se arriesgó. Durante el parto, los médicos le dieron pocas esperanzas de vida, y él gritaba: "por favor, salvar a la madre o al niño, pero los dos no pueden morir". Antes de entrar en el quirófano, Magdalena firmó seguir con el parto adelante, sentenciando su pena de muerte. Después de la operación, los médicos le dicen a Roberto: "lo siento, sólo hemos podido salvar al niño".
- ¡No!
- Gritó.
Los amigos y sus familiares agarraron sus brazos para sosegarlo. Pero no pudieron. Se lo llevaron a la sala de urgencias. Tuvo que esperar media hora porque había mucha cola. Por allí pasó unos de los médicos de la operación, Roberto se dirigió hacia él, y le pegó una paliza. Su padre lo agarró y le dijo:
- ¡Hijo, ésto no ha sido culpa de nadie!
- ¡Sí papa, sí!¡He perdido a mi mujer!¡Ahora mi vida no tiene sentido!
Es hijo de Antonio Rodriguez Rodriguez, que se marchó a Francia, allí conoció a Marta Benítez Pérez. Los dos trabajaron durante doce años en una fabrica de costura, pero regresaron a España, con el dinero ahorrado hicieron su piso en Sevilla y pusieron una gasolinera. Roberto tiene buenos recuerdos de su infancia, su madre lo atendía y le celebraba su cumpleaños. Su vida cambió cuando el  niño se despertó el domingo; llamó a su madre para que le preparara el desayuno:
- Mamá, prepárame el colacao. Le dijo agarrando la mano de la madre pero no le contestaba.
Su padre se extrañó de que su mujer no reaccionara, ni manifestara ningún reflejo.
- ¡Marta, Marta respóndeme!
Ya se puso nervioso y llamó a una ambulancia. Cuando llegó al hospital, los médicos dijeron que Marta había muerto de un infarto.
- ¡No puede ser!¡No puede ser!
Lo siento señor, cuando llegó ya estaba muerta. Llamó a su hermana Carmen para darle la noticia y fue a su casa a recoger a Roberto.
- El niño no sabe nada todavía. Le dijo su hermana Carmen.
- Manuél tienes que ser más fuerte¡ ¡Mi vida ya no tiene sentido! Piensa en tu hijo.
Estuvo más de dos años con depresión y sin ver a su hijo. Su hermana lo ayudaba a vestirse y a ducharse. Durante este tiempo Roberto vivió con su tía. Pero Carmen se marchó a Madrid con su marido. Regresó con su padre y como pasaba muchas horas trabajando en la gasolinera, cuando llegaba del colegio, pasaba muchas horas solo jugando a la videoconsola o viendo la tele.
- ¿Qué pasa hijo? Le dijo el padre cuando entró en el piso.
- Nada, un día más. Contestó Roberto lleno de apatía.
- ¿Qué has preparado de comer?
- Patatas fritas y cropquetas.
- Bueno, me voy a mi cuarto. Las relaciones entre ellos eran muy superficiales porque Antonio trabajaba en las afueras de Sevilla en su gasolinera. Las clases eran monótonas y aburridas; apenas mantenía relaciones con sus compañeros; siempre se sentaba el último de la fila y escondidos entre los chaquetones. Los profesores apenas lo entendía.
- Roberto, sal a la pizarra para corregir una oración.
- Pues si sigues así, no vas a llegar a ninguna parte.
Tenedlo muy bien presente chicos, que en esta vida si uno quiere triunfar debe estudiar, porque las calles están llenos de vagos, maleante y de dorgadictos. Es un problema común la falta de disciplina, el bajo interés de los estudiantes por los estudios, pero también existe una enseñanza que prepara a los alumnos a ser unos egoístas, no saben distinguir ningun abuso de poder, ni aprender a ser unos libertarios de la humanidad. Los profesores tampoco comprenden los problemas que los alumnos puedan tener. En el caso de Roberto había crecido sin el apoyo y la comprensión de una madre, tan solo su tía Carmen le había dado más afecto, pero cuando se mudó a Madrid, Roberto sintió un abandono y vacío en su vida, y el padre siempre estaba fuera trabajando. Antonio recogió las notas de su hijo, y la profesora le había dicho que Roberto era listo, pero muy flojo, que no quiere estudiar. Cuando llegó a su casa, le riñó:
- ¡Tú por qué no estudias!
- Mira, papa a mí no me interesa estudiar, yo quiero trabajar. Además la profesora es una estúpida.Cuando cumplió los dieciocho años, dejó los estudios y empezó a trabajar en el campo recogiendo limones. En el cumpleaños de su amigo Jorge conoció a Magadalena: Era alta, pelirroja, su pelo era rizado, tenía pecas en el rostro, ojos marrones, nariz chata y delgada. Ella trabaja en una oficina despachando los temas administrativos. Entonces, animó a Roberto a que estudiara y se sacó una formación profesional. Después de cuatro años de noviazgos, se casaron y Magdalena se quedó embarazada, pero le detectaron un cáncer. Ella decidió arriesgarse. Los médicos le dieron pocas esperanzas en el parto, y él gritó en los pasillos del hospital:_ ¡Por favor, salvar a la mujer y al niño, pero los dos no pueden morir!Antes de entrar en el quirófano, Magdalena firmó su sentencia de muerte._ Lo siento, solo hemos podido salvar al niño_ Le dijeron los médicos a Roberto__ ¡No!_ gritó_Los amigos y sus familiares intentaron sosegarle, pero no pudieron y se lo llevaron a urgencias donde había mucha cola de pacientes. Roberto propinó una paliza a unos de los médicos del parto de Magdalena cuando pasó a urgencia. Su padre le dijo:
_ ¡Hijo de ésto no tiene culpa nadie!
_ ¡Sí papá, sí!¡He perdido a mi mujer , y ahora mi vida ya no tiene sentido!Roberto gritó en el velatorio: "maldito niño que ha nacido, ha matado a mi mujer"
_ Anda tómate u tranquilizante
_ ¡No me va a curar el dolor!
_ Pero te aliviará.
El entierro estuvo abarrotado de gentes: Los familiares y amigos más cercanos, el resto acudieron a la misa y al cementerio por curiosidad, pues nada sentía por la muerte de la difunta. Cuando todo terminó, recogieron al niño alojado en casa de una vecina de confianza. El niño estaba envuelto en una toquilla blanca y cuando se despertó, empezó a llorar._ ¡Calla a ese niño, por dios!_ Pero bueno, qué clase de padre eres
_ ¡ Este niño ha sacrificado a Magdalena!
_ Te estás volviendo loco
_ ¡Me voy de aquí! 
Desde entonces, Roberto frecuenta las tabernas, quedándose siempre muy pensativo sentado en la barra, solamente dirige la palabra a Manuela y a Vicente, los dueños del bar, para pedirle un trago.
_ Ya van siete, pero bueno_ dijo Vicente secando algunos vasos
__¡Tú no te metas, Vicente!
_ Todos los días acaba mareado
_ Bueno, mientras no haga daño a nadie
_ El wiisky es mi escape.
Manuela nació en Constantina, cuando cumplió los tres años se traslada con sus padres a Sevilla, porque encontraron un trabajo de albañil en la capital. Pero a los catorce años se queda embarazada  y se casa con Julio de manera forzada para ocultar su embarazo. El padre de Manuela, Daniél lo coloca en una carpintería, pero pronto probó la heroína.La heroína salpica a toda la familia de Manuel, porque a ella la dajaba sin dinero, y su padre compraba la leche al niño. Fue asesinado en un ajuste de cuenta, encontraron su cuerpo flotando en el río Guadalquivir. Luego, conoció a Vicente en la boda de su primo Agustín, y montaron una taberna.
Pero el local ha sido denunciado por muchos vecinos porque se sospecha que vendía cocaína,por eso, Vicente y su mujer pasaron cuatro años en prisión, y su hijo Jaime se convirtió de mayor en un libertino.A los catorce años se puso trabajar en una carpinteria y el fin de semana se gastaba el dinero en todas clases de sustancias. Para el colmo de los colmos, amenazaba a los padres si no le daba más dinero para satisfacer sus vicios.Su madre le daba cuatro mil de las antiguas pesetas el fin de semana.
Desde los doce años es un alchólico, en cuatro ocasiones fue a urgencias porque se emborrachaba en una botellona. En una fiesta de navidad Rafaél le invitó a un tripi y sufrió un momento de alucinación, pues veía el techo de su casa moverse.Cuando estaba coqueteando con Marisa, la novia de su colega Mario, tuvieron una enorme pelea. Marisa tenía el pelo teñido de castaño, sus ojos eran marrones, en el baile lle estaba tocando la cintura.
_ Anda, Jaime acércate más que tengo frío_le decía Marisa para coquetear_
Mario estaba hablando con unos colegas al lado de la chimenea, observó los movimientos provocativos de los dos, y en un ataque de rabia comenzó la pelea.
_¡Mamón qué haces tonteando con mi novia!
_ Mario estamos bailando
_¡Sí cogerse de la cintura, le llamas tú hablar!
Le pegó un puñetazo y dejó caer a Jame al suelo; se levantó y le pegó a Mario otro. Rafaél se puso en medio y lo separó.
_Venga, no os paséis
_¡Me voy porque no quiero tener más bronca, y tú vienes conmigo!
_¡ Yo no me voy a ninguna parte!_ Le dijo Marisa
_ ¡Ahora te vas a enterar, por puta, calientapolla!_ Le propinó una paliza a Marisa dejándola caer en el suelo y su nariz terminó sangrando.
Marisa provenía de una familia acaudalada: Su padre tenía una empresa de neumáticos y acumuló fortunas. Tenía un chalet en la playa. Cuando entró en el instituto, conoció a la pandilla de Jaime y Rafaél, y en el recreo se pasaban hachís. Empezó a faltar a clase y algunas veces, ni se presentaba a los exámenes, solamente entraba en las horas del recreo para fumar y consumir drogas, como no estaba conforme con el hachís, se pasó a la cocaína. Desde entonces, van pasando de mano en mano, solo por un gramo de cocaína.
En el mundo de la codicia, todo lo que sea lucrarse es válido, el tráfico de drogas en nuestro país se ha convertido en un negocio muy lucrativo a costa de destrozar  las familias y la vida de muchas personas, y degradar los valores de la juventud.
Jaime empezó a trabajar con catorce años en un taller de carpintería, le dio dinero a su madre para que le regalara una salita del piso. La madre solo podía entrar en la salita y en la habitación con el permiso de su hijo.
Era un patrimonio exclusivo de Jaime. Las paredes estaban pintadas de negros. Su dormitorio estaba al lado de la salita de sus padres.
Una tarde acostado con Marisa estaban haciendo mucho ruido, pero la madre para disimular delante de Roberto y sus colegas, puso el sonido de la televisión más elevado.
A la mañana siguiente, cuando Manuela estaba preparando el desayuno y se levanta Marisa, tuvieron una charla en la cocina.
_ Mira, Marisa no vuelvas a montar más escándalos en mi casa
_ Pero Manuela, si es que a Jaime le gusta
Roberto presentó a Ana a su amiga Manuela en su primera cita. Quedaron en la parada de autobús y le invitó a un refresco en la taberna.
_ Te voy a presentar a una amiga íntima, de confianza
Entramos en las tabernas, y nos sentamos en la barra. El suelo estaba lleno de papeles y había mucha suciedad; las paredes humedecidas por los golpes de la lluvia y los años. Las paredes eran muros antiguos que retenía el calor en verano, y el frío en invierno.
_ Manuela, ponme un whisky. Mira te presento a la amiga que he conocido en la escuela de idiomas. Se llama Ana.
_ Hola_ Le contestó dándose los dos un beso_
_ ¿Tú qué vas querer?
_ Un refresco de naranja
_ Vaya, que puritana eres
_ No me gusta el alcohol
En la barra se quedó su marido Vicente y se fueron con Manuela a su casa, subiendo unas escaleras del fondo situada en una esquina y pegada a una máquina de juego.
En la entrada tenía un espejo y debajo un cajón del taquillón con dos cajas y tres puertas, encima tenía colocado fotos familiares, y una jarra con flores.
Entramos en su salita y cada uno nos sentamos en una silla. No tenía encima de la mesa ningún objeto, tan solo un cenicero para echar las colillas; el cristal estaba sucio. Las demás habitaciones no pude verla, porque estaba cerrada.
Manuela era rubia, de pelo recogido con un moño; sus ojos oscuros; hundidos; labios delgados; su cuerpo grueso y de piél tostada.
_Venga,¿ no vas a fumar yerbas?
_ Sí, pero no tengo papel
_ Bueno, yo lo tengo en mi estuche
A Ana se le había roto todos los esquemas porque pensaba que las gentes adictas a las drogas eran maleantes, vagas, mafiosa, violentas, y viendo que Roberto y su amiga Manuela fumaban yerbas, y eran buenas personas, se dio cuenta de que le había contado una mentira.Estuvo meditando y se dio cuenta que se trata de un negocio que mueve mucho dinero donde participan empresarios o autoridades corrompidas y luego, se sataniza al consumidor.
Aquella noche fueron invitados dos funcionarios de estados: Unos era profesor de universidad; otro, un empleado de la administración pública. El primero se llamaba José, un hombre alto, delgado, de piél tostada, con barbas, e iba vestido con una camisa blanca; encima llevaba puesto un chaleco verde;
su pantalón era vaquero y sus zapatos de cuero.
El empleado público de la administración era alto, ojos azules, llevaba puesto una camisa roja; su pantalón era vaquero y unos zapatos de cuero.
Cuando ya cerró Vicente la taberna, se reúne con nosotros, y nos presenta a Jan Antonio, un policía que estaba enganchado a la cocaína.
_ Roberto, ¿ has visto qué policía más a típico, y más laight tenemos?
En la mesa había reunido toda clase de estupefacientes, en un cenicero negro había hachís partido en especie de tabletas de chocolate; en un botecito de cristal, estaba guardado yerbas verdes, conocida como marihuana y la cocaína fue separada en rayas encima de una tabla por José Antonio con su carné de policía local, y con mucho orgullos lo estaba haciendo para darse unos chutes.
_ Yo no me siento hombre sólo dando curso de idiomas, tengo que ganar mucho para no pedirles a mis padres. Además, yo no estoy bien con él.
_ Pués, ¿tú sabes cómo yo me he buscado la vida? Me afilié a las nuevas generaciones de los liberales, entonces me preparé las oposiciones y con su ayuda las aprobé. Aquí estoy yo, con un puesto fijo. Así es como uno tiene que buscarse la vida. Contó cómo muchas policía cacheaban a los que fumaban sustancias en sitios públicos, y luego se lo fuman; que su comisario le pasaba algunos gramos procedente de Colombia. Así es como la policía  consigue almacenar cierta cantidad de estupefaciente en las comisarías, quitándoselo a los camellos o a los consumidores, o sea, traficante de poca monta, y ellos la consumen.
Jaime sale de su cuarto y entra en la salita saludando a todo el mundo. Se acababa de despertar, pues el viernes cuando terminó su jornada laboral, se recogió a las diez de la mañana.
_ Quillo Roberto, anoche estuve con "el nariz plateado", es guardia civil y a ese le gusta más la cocaína que a mí. Nos dimos unos chutes durante tres horas seguidas.
_ Qué para que ustedes veáis nos miran mal a los que consumimos, y ahora si lo hace los guardia civiles o la policía no les pasa nada.
_ Bueno hay de todo Manuela, yo por ejemplo, he prestado el coche a los camellos en algunas redadas policiales para que se escapen
_ Y no les coge luego tío_ Le preguntó sorprendido Roberto
_ No, porque pago a  mis compañeros para que no digan nada
Ana se quedó sorprendida porque estaba viendo la corrupción de forma directa, no hay nadie que se lo esté diciendo, sino, ella lo estaba viendo con sus propios ojos. En la fiesta había funcionarios de administración pública, policía, trabajadores, taberneros, todos los sectores sociales que consumían drogas.
Llegó a las seis de la mañana a su casa acompañada por Roberto, y empezaron los problemas con su familia.
_ ¿Cómo has llegado tan tarde?_ Le preguntó enojada_
_ He estado con mi compañero de la academia
_¡Y a tí te parece normal qu en tu primera cita llegues tan tarde!
_ ¡Bueno, mi hermano no sale por la noche y no vuelve hasta las diez de la mañana!
_ Tu hermano es otra cosa
_ ¿ Qué diferencia hay entre él y yo?
_ Él es mayor que tú
_ Yo también tengo derecho a divertirme
Ya tuvo la primera discusión familiar, para ella fue un duro golpe porque siempre se había sentido muy apoyada por su familia, sobre todo por su madre.
El lunes quedó con Roberto para desayunar, y le contó su problema.
_ Tu madre está acostumbrada a que le obedezca, pero tú ya eres mayorcita para tomar sus decisiones_
_ Ella me dice que tengo que cumplir con mis obligaciones
_ Pero tú ya eres una adulta para tomar tus propias decisiones. Si cometes delitos vas a la cárcel porque a los reformatorios van los menores.
Ana era una muchacha tímida, apenas había tenido amistades durante su infancia y adolescencia, era objeto de burlas. En los recreos solía irse a la biblioteca a leer. Algunas veces, sus profesores se molestaba cuando le hacía preguntas. Normalmente caminaba con la cabeza agachada, siempre pensando en sus asuntos; tenía un tono de voz suave. Por fin encontró una pareja que le comprendía.
_Hoy vamos al Alcçazar_ Le dijo Roberto_
_ Pero si pronto van a comenzar las clases
_ Decide por un día lo que tú quieres hacer
_ Pero............_Le dice  Ana sin terminar la frase_
_ ¿Tú crees que esta mierda te va a servir de algo?
_ Para trabajar
_ Cuando vayas a una entrevista de trabajo, aunque tengas matricula de honor te van a contestar "muy bien pero si no tienes experiencia en otro momento ya te llamaremos".
Pedro I "El Cruél" o "El Justiciero" según las versiones, mandó construir el Alcázar de Sevilla, inspirándose en la Alhambra de Granada donde hasta el S.XV mandaba la dinastía nazarí hasta que fue expulsada de Granada por los Reyes Católicos. Los jardines del Alcázar están muy bien conservados, y sus patios adornados de plantas y flores, te remonta a una época pasada. Los techos de sus habitaciones están cubiertos con artesonados, y los azulejos tienen decoraciones geométricas.
Luego pasearon por los jardines de Murillo, y se sentaron en un banco.
Ana era la más feliz del mundo, estaba con el hombre que amaba y un lugar que alimentaba su armonía anímica maravillosa.
__Bueno, cuéntame tu historia ¿Has tenido alguna pareja?_ Le preguntó Roberto_
_ No, nunca he tenido una pareja
Roberto se quedó sorprendido, se dio cuenta que tenía una pareja primeriza "No es como mi Magdalena", pensó él, además la notaba en su forma de besar, abrazarse, en su desconocimiento de las fiestas.
La vida de Ana siempre tuvo un círculo muy reducido de la universidad a su casa, de la universidad, siempre fue aficionada a todos los campos humanísticos, que compartía con Roberto. Siempre escuchó hablar de los estupefacientes, pero por primera vez los vio en la casa de los taberneros.
Estaba viviendo una nueva etapa de su vida.
_ Me has sorprendido tía. A tu edad la mayoría de las mujeres ya han tenido varias parejas.
Cuando llegó la hora del almuerzo, se fueron a su casa, y Roberto por primera vez se la presenta a su padre.
El piso era un tercero: a la entrada había un espejo; una pequeña salita con dos sillones, y una mesita baja donde tenía colocado cuatro ceniceros y un jarrón en el centro. Detrás de los asientos había un mueble va pegado a la pared con fotos de la madre de Roberto, y la de su difunta esposa.
La cocina ocupa un espacio muy pequeño, donde reina el desorden, el caos y los cacharros están por medio. Querían preparar el almuerzo, pero no había nada en la nevera, tan solo un huevo.
_¡Papa, te dije que hicieras la compra!
_ No he tenido tiempo
_ Siempre me pones la misma excusa
_ Anda, vamos a encargar un pollo
_ Papa te voy a coger dinero para un pollo
_¡ Vale hijo malgasta el dinero!
_ Venga Ana no le eches cuenta
Ana se sintió decepcionada con el ambiente familiar, vio en su padre un hombre amargado, que solamente estaba echando días atrás, y guardaba unos sentimientos rencoroso a su hijo.
_ ¿Por qué se comporta de esa manera tu padre?
_Él quiere vivir como en los años cuarenta. Sólo trabajar como un borrico de carga, no gastar un duro y con traer el dinero a casa ya se cree que eso es suficiente.
Pero eso a ella no le convenció, intuía que algo más pasaba. Roberto guarda un pasado que no quería rebelarle, pero antes o después se enterará
Regresó a las nueve de la noche a su casa, sus padres le echó una bronca"Estas no son horas de llegar. No te veo estudiar ¿Roberto no hace tampoco nada?"
Los días de navidad tampoco fueron los mejores, la nochevieja la pasó en casa de Roberto. Cuando llegaron, su padre estaba acostado, no ni la tele puesta, pero cuando sintió la llegada de su hijo se levantó para reprocharle algo.
_ ¡Tenéis la tele puesta!
_¡No tenemos la tele puesta!
_¿ Por qué no os vais a otro sitio?
_ Porque queremos celebrar la nochebuena con la familia
_ Aquí ya no tenemos más familia: Tu madre se murió, luego, tú me quitaste mi nieto
_ ¡Papa no empieces a remover cosas del pasado!
_ ¿De qué nieto habla tu padre?
_ ¡Cosas de él!
Después se fueron a la casa de su amiga Manuela, por el camino, ella insistió para sacarle información.
Cuando entraron estaban reunidos Carlos, José, José Antonio el policía, el marido Vicente.Ellos dos fueron a la cocina con Manuela.
_ Manuela estábamos muy tranquilo cenando y mi padre como estaba acostado quería que nos fuéramos.
_ Tu padre ha sido muy castigado por la vida, él no asimiló la pérdida de tu madre, y luego desaparece su nieto
_ ¿Pero por qué?¿Qué pasó?
_ Yo no se lo he contado
_ Su padre es muy buena persona, pero cayó en una depresión cuando se le murió su mujer. Se desentendió de Roberto durante los primeros años.
_ Y entonces, ¿quién te cuidó?
_ Mi tía Carmen_ Contestó Roberto muy serio_
_ Pero su tía Carmen se mudó a Madrid, y volvió con su padre Manuél. Pero él siempre está metido en la gasolinera.y apenas le echaba cuenta
_ ¿Por qué no me lo contaste?_ dijo Ana sorprendida_
Al día siguiente llega a su casa cansada, pero su madre le reprocha haber estado toda la noche fuera de su casa. Las malas relaciones entre Roberto y su padre; la desaparición misteriosa de su hijo cuando lo estaba paseando en el campo; la presión que Ana recibía por parte de su familia y el ambiente de sus amistades, provocó una crisis personal que se manifestó en su cuerpo. Las relaciones entre ellos dos se hcieron cada vez más tensa, siempre le decía que se quedara en su casa, pero por otro lado, Ana estaba obligada a cumplir con su familia. Se pasaba mucho tiempo bebiendo en la taberna de su amiga Manuela y Vicente, y llegaba siempre borracho a su casa.
_¡ Mira lo que haces niño, estás destrozando tu vida!
_ ¡No me dés sermones!
_ ¡Vendiste mi nieto a una secta y te perdoné!
_¡ Eso son solo imaginaciones tuya porque no tienes prueba!¡Sólo te importa tu nieto, pero nunca te he importado yo!
_ Te pasas el tiempo bebiendo, no tienes interés en nada
Ana se presenta en su casa a las seis de la tarde, y cuando entra en su cuarto, Roberto está acostado con Marisa.
_¡Puedo explicártelo todo!
_ ¡No ya lo he visto todo!
_Bueno, cuando se te pase el enfado, entonces hablaremos
_¡ Esta es la última vez que hablamos!
Ana salió corriendo, estuvo todo el día fuera de su casa, y por la noche se paseó cerca del río Guadalquivir. Su corazón palpitaba más deprisa de lo normal; sudoración por todo el cuerpo; y sus músculos estaba hipertenso. Tenía que tomar una decisión, y estuvo cuatro meses trabajando de camarera; ahorró dinero y se fue a Tailandia.
Preparó su equipaje el sábado por la mañana aprovechando que sus padres se fueron al campo de su tía. Recibió una llamada y quedaron en una cafetería para salvar la relación, pero Ana ya había decidido terminar porque no podía soportar el carácter inestable.
_ Escúchame, tú no me tienes satisfecho como pareja. De alguna manera tengo que desahogarme, y Margarita no tiene prejuicio, le da igual
_ Roberto, yo no hacerlo porque en tu casa tu padre entra en el cuarto y en la mía están mis padres
_ Pero una pareja tiene que desearse
_ Te crees que no quiero acostarme contigo, yo desearía tener un techo solo para los dos solo, tenemos, pero no tenemos dinero
_ Mira mi padre.....
_ Tu padre es un insoportable
_ Tiene muy mal carácter, pero es buena persona
_ Pues yo no lo capto así. Parece que me odia
_ Hemos sufrido mucho: Perdimos a mi madre, luego se murió Magdalena
_ ¿Y el niño, eh?
_ Es una historia muy difícil de contar._contestó con apuros_
_ Mira, ya no quiero seguir contigo. Vete con la fulana que se acuesta con cualquiera a cambio de un gramo
Recogió su maleta; se fue a la parada de autobús que la llevaran al aeropuerto de Sevilla; y desde allí, cogió un avión a Madrid, para coger un vuelo a Tailandia. Estuvo durmiendo durante el viaje, y cuando aterriza al aeropuerto tailandés, sus maletas pasaron por un control y le encontraron drogas. Fue cacheada por los vigilantes del aeropuerto_ ¿Ésto qué es, eh?_
_ Todo es un mal entendido, yo no llevaba droga en la maleta
Nadie creyeron sus palabras y fue conducida al interrogatorio de la comisaria
_¿Cómo te llamas?
_Ana García Fernández
_¿Cuántos años tienes?
_ 24 años
_ ¿De dónde eres?
_ De España
_ Dime, ¿ A qué has venido?¿A vender drogas?
_ He venido de viaje
_¡Para traficar con drogas!
_ Yo no soy ninguna traficante
_¿Entonces, cómo hay drogas en tu maletero?
_ No lo sé- dijo gimiendo Ana
_¡Hasta que no nos diga la verdad no vamos a salir a dejarte en paz!_ Le dijo pegándola una bofetada_
Ana empezó a sudar; le entró un ataque de llanto; tuvo náuseas porque no podía creer lo que le estaba pasando, no entendía nada.
_¡ Te ha enviado una mafia para que vendas estupefacientes!
_¡No!_ Contestó gimiendo por el golpe que le habían dado en la frente contra la mesa y estaba sangrando. Al final, la trasladaron a prisión: los pasillos estaban sucios y en muy malas condiciones; allí las gentes hacían sus necesidades, pues no había otro sitio. La metieron en una celda de tres personas, pero había seis.
El tráfico de drogas tiene un origen más remoto. Cuando la India era una colonia de Inglaterra, los ingleses sembraron en los campos de Himalaya opio para conquistar a China. Los ingleses sobornaron a las élites locales china a través de la venta del opio, y luego financiaba su poderío naval para declararle la guerra a los chinos.
Después de la II Guerra Mundial muchos nazis alemanes y fascistas haitianos huyeron a los países latinoamericanos, y algunos de ellos, fueron acogidos por el Servicio de Inteligencia de Estados Unidos para derrocar a regímenes democráticos, de ideología comunista o simplemente no eran amigos de los Estados Unidos.
Los miembros fascistas y la derecha italiana formaron el Gladio. Una organización secreta vinculada a los intereses de la OTAN, que provocaba actos de sabotaje, como la masacre de Bolonia en 1980, luego, le echaban las culpas a los comunistas italianos para frenar su avance.Algunos de sus  miembros después de ser reclutados en Nueva York y Chicago, con el fin de prevenir un acto de sabotaje en las costas este, conseguir información necesaria para la invasión de las fuerzas aliadas de Italia y reprimir a los comunistas italianos regresaron a Italia y fundarían el Imperio de la Heroína.
Muchos de los nazis que pertenecían a la Gestapo, huyeron con ayuda del Vaticano a Estados Unidos en su lucha contra el comunismo. Su escape fue financiado con la venta de las drogas, oro confiscado a las víctimas y dinero falso fabricado en los campos de concentración.
En Asia para luchar contra la República popular, de China, los servicios secretos se puso en contacto con gansteres chinos para fabricar heroína en Burma, Tailandia y Laos durante el conflicto de Indochina.
Una aerolínea Air América, propiedad de los servicios secretos transportaba el opio en la región. La heroína era refinada en el cuartel general de la agencia en el Norte de Laos. Los helicópteros de los servicios secretos llevaba drogas de los campos a los centros de investigación donde introducía las drogas en bolsas de plásticos escondidas en los huecos de los cadáveres de soldados que retornaban desde Vietnam.
Luego, en 1976 se fundó el Banco Castle en Nassau para lavar el dinero de los servicios secretos y fondos del crimen organizado. El Banco Castle fue cerrado e inició sus operaciones en el Banco Nugan Hand. Los activos de este banco eran utilizado para financiar drogas y acciones encubiertas de los servicios secretos alrededor del mundo.
Ana había sido metida en la celda a empujones diciéndole:¡eah zorra, ahí te pudras!¡Malditas extranjeras! Tal como la dejaron tirada se quedó así tres días que no paraba de llorar, sudar, temblar, aumentó las pulsaciones de su corazón. En un estado de angustia profunda pidió auxilio "Ayúdame por favor! ¡Estoy metida en un agujero!¡Me van a matar!", repetía constantemente, pero nadie le hacía caso. Al tercer día paró de llorar y sus ojos cegaron el llanto; su cutis había quedado completamente enrojecido de las lágrimas que derramó sin cesar y nunca se secaba las lágrimas.
Era presa del agobio y del dolor porque no podía comunicarse con nadie, y en su lenguaje las otras personas le gritaba que se callaran.
Llamaban a la carcelera para que se la llevara pero no le hacía caso,puesto que los presos no estaban bien atendidos.
Cuando se despertó, las presas le preguntaban de dónde era, pero Ana no entendía lo que quería decir porque no hablaba su mismo lenguaje, se desesperó; otra vez empezó a llorar; no podía respirar bien "¡Socorro! ¡Sacarme de aquí! ¡Qué me muero! ¡Me han encerrado en un agujero!"
Se cayó al suelo de un infarto. Entonces el carcelero dio órdenes de trasladarla a la enfermería, donde no había medios suficientes, y cuando se recuperara la conciencia, otra vez le entró ansiedad y le calmaron con una inyección.
Se despertó cuando se le pasaron los efectos; y su madre estaba allí, fue una gran sorpresa para la muchacha porque no podía creer que su madre iba a estar a su lado en los momentos más difíciles, y además, le daba fuerza para soportar el calvario que estaba pasando. Madre e hija se dieron un apretón de mano y estuvieron durante todo el día abrazada.
_ Mamá, yo puedo explicárselo todo: Me fui porque necesitaba cambiar de ambiente, estaba axificiada de la misma rutina
_ Bueno, ahora no te preocupes por eso. Tú cálmate y todo se solucionará
_ Ojalá fuera así, porque estoy viviendo una pesadilla, parezco que estoy metida en un sueño
La madre tenía muchas preguntas que hacerle, pero bastante tormento estaban pasando ya las dos, qué angustia y desgracia sentía por el sufrimiento de su hija.
Se buscaron un abogado tailandés para que le defendiera; también depositaba la confianza en los hilos que podía mover el gobierno de España.
La enfermería de la cárcel estaba sucia; la pintura de las paredes humedecidas se estaban cayendo; había muy pocos recursos para atender a los enfermos. Sin embargo, Ana estuvo a punto de morirse de un infarto si no la hubieran atendido en su momento. Parece que ningún estado o autoridad contemplan a los presos como personas, los tratan como a bestias salvajes ¡qué poco valor tiene la vida humana! ¡de qué sirve tener tantos derechos internacionales si son papeles mojados!
A los dos ó tres días le dieron el alta, y pasado tres años comenzó el juicio. Todo parecía que iba a salir bien, pero el juez la condenó a cadena perpetua.
_ ¡La justicia es injusta si castiga al inocente y no busca al culpable! ¡Soy inocente y meteré al juez en la cárcel cuando gane la batalla!
Después del fracaso del juicio, había perdido todas las esperanzas en la justicia. Mientras la madre escribió una carta dirigida al gobierno y a la embajada española, para que solucionara pronto el problema. Sin embargo, los trámites burocráticos eran muy lentos porque ningún gobierno se ponía de acuerdo y abandonaron el tema. No pudieron conseguir la extradición para llevársela e España. 
Pasaban los segundos, minutos, horas, semanas, meses y años sin solucionarse nada.
Las relaciones que tenían con las presas habían mejorado porque empezó atender su idioma. Tuvo un percance con alguna mujer, que le quitaba la comida; le ponía zancadilla. Se llamaba Malai; tenía una estatura normal; su cuerpo era rechoncho; era anchas de caderas y de cintura; su piél tostaíta; labios gordo y de nariz chata. Su uniforme de presa estaban hecho harapos, y sus zapatillas rotas.
Un día cuando Ana estaba charlando con unas de las presas,  inclinó hacia atrás una de sus piernas y pisó a Malai, que estaba tirada en el suelo.
_¡Oye, guapa mira bien por donde andas, me has pisado tres veces los pies!
A pesar de que Malai tuvo muy malos modales, se quedó callada para no tener problemas.
Las mismas presas para olvidarse de sus problemas, bebían alcohol y fumaban porros. Como se reunían en grupo para satisfacer sus vicios le llamaron “el club de las bebedoras empedernidas“. Este grupito se ponían en frente de la ventanilla de la cárcel, y por descuido, Malai le quita la botella a Suchart,  unas de las amigas de Ana.
—Me ha quitado la botella
—¡Oye guapa, devuélveme mi botella!
—¡No te pases conmigo chula!
—¡Encima de ladronas, te vas a poner gallita!
—¿ Qué pasa aquí?— Llega la carcelera riñendo—
—¡ La fulana esta me ha robado el tabaco!
—¡ Mentirosa, estaba la botella en el suelo y no era de nadie!La carcelera abofeteó a las dos “ Ya estáis calladas” dijo.Llegó la hora del almuerzo y abrieron las puertas de las celdas y un funcionario de la cárcel iba sirviendo comida a los presos. Solamente servían un plato y como nunca había comida suficiente, muchas presas se quedaban sin comer.Ana pasaba hambre, porque cuando le tocaba su turno algunas veces, ya no había alimentos. Como ella, muchas compañeras de su celda corría su misma situación. El ambiente de la cárcel estaba enardecido. Muchas presas habían sido víctimas de abusos por algunos funcionarios de prisión; no tenían servicios para hacer sus necesidades, ni asearse. Las carceleras las torturaban por cualquier motivo.En una celda que estaba frente a la de Ana, había una mujer que empezó a destacar como líder. Se llamaba Kamon:
—¡ Escuchadme bien mujeres: Si los carceleros y los funcionarios os violan, humillan, y os maltratan, dicen que es por vuestra culpa!¡ Pero nosotros somos personas, y nos tratan como escorias!¡ Qué clase de personas creen que somos si nos están matando de hambre; no tenemos donde dormir; ni tenemos aseos; ni siquiera hay médicos para que cuiden de nuestros hijos!
—¡ Sí es verdad lo que dicen! Yo estoy aquí por robar un trozo de pan en una tienda! ¡Sí soy ladrona, pero qué iba hacer, si no tengo nada que darles de comer a mis hijos! Mi marido se murió cuando estaba trabajando; yo después no encontraba trabajo por ninguna parte, no me querían de sirvienta en ninguna casa.
Otra voz entre la multitud se escuchaba “Yo estoy presa porque se llevaron tres meses sin pagarme, y robé en una tienda, pero me cogieron. Qué salida iba a tener si no tenía ni siquiera dinero para comer”.
Cuando llegó la noche, estalló un motín y los presos cogieron machetes, pistolas, cuchillos, escopetas y mataron algunos funcionarios de prisión. Ana participó también y además robó la cartera de unos cuantos carceleros y funcionarios de allí y aprovechó la ocasión para escaparse.
Los medios que iba a usar para huir, no lo sabía, pero  ya consiguió escaparse de la cárcel.
Se aisló de la revuelta; se fue directamente a la puerta de la prisión; saltó la valla y como algunos funcionarios habían muertos; otros estaban entretenidos sofocando el motín, nadie la vio escaparse.Atravesó un bosque.
Eran momentos de mucha inseguridad, de angustia porque no quería que las autoridades la cogieran; luego en plena reserva natural, tenía miedo de ser atacada o derrotada por un lobo; no sabía dónde empezaba el principio y el final del bosque, sólo verá al fondo más y más árboles.Estaba corriendo sin parar; en esos momentos ni siquiera se paraba a pensar en nada; solo en correr y sobrevivir. Tuvo algunos peligros, chocó con muchos árboles, algunas ramas la dejaron caer al suelo. Escuchó algunos ruidos extraños, era un coche blanco.
—¿Qué será esto?— Pensó Ana— Por eso, aceleró su carrera, y dio un grito a un coche:
—¡ Socorro! ¡ Socorro! ¡ Estoy perdida!— Gritó de forma desesperada—
Cuando llega a la carretera, se hincó de rodilla y besó el suelo “Al fin he vuelto a la civilización “ pensó llena de esperanza. La carretera estaba en muy malas condiciones, no había señalizaciones, y además, el camino era muy empedrado. En las afueras de Bangok se encuentra barrios con casa hechas de madera donde no tienen ni siquiera una letrina para hacer sus necesidades, muy cerca del río acuden los niños y mujeres a beber agua contaminada; también hay mucho abandono infantil y se refugian en la prostitución.
Tailandia es de los países con más alta tasa de prostitución infantil del mundo y las adolescentes caminan por toda la capital para seducir a los turistas a cambio de dinero. Alrededor de estos barrios, predomina muchas tiendas llenas de suciedad y la comida está en muy malas condiciones.
Estos barrios carecen de acerado, no hay asfalto, sólo muchos escombros y basuras.
Cuando llega un monzón la población de estos barrios, pierde lo poco restos de miserias que tienen.
Es muy común también que haya adolescentes e incluso niños, pinchándose con la jeringuilla.
Ana pensaba que al salir de la cárcel, su pesadilla se iba esfumar, sin embargo, no fue así. Terminó en un barrio donde las mujeres se prostituyen para sobrevivir; los traficantes de drogas eran los gobiernos de esos barrios donde ni la policía tailandesa se atreve entrar. De la misma impresión Ana empezó a sollozar como una verdadera histérica.Al final se encontró una chabola deshabitada, al parecer no  vivía nadie, por eso, se metió para refugiarse del inmenso calor que hacía ese día. Al instante se presenta una mujer alta, delgada, tenía la caderas y cinturas estrechas; vestía con una falda corta; por arriba llevaba un palabra de honor; su piel era bronceada; de largos cabellos que le llegaba hasta la cintura.Tailandia es conocida por sus templos, sus selvas exóticas, algunas carreteras están en muy buena condiciones, pero, luego contrasta con el turismo sexual, tráfico de drogas, niñas con problemas de sidas, niños abandonados en las calles.Esta mujer era una prostituta de veintiséis años,  se llamaba Khalam, y se puso agresiva cuando vio  a Ana.
—Eh, ¿quién eres tú? ¿qué pasa? ¿ has venido a robarme? Anda zorra vete de aquí, puta, que no quiero a ninguna ladrona!— le gritó dándole un empujón y luego, patadas por todo el cuerpo— Coge una botella, y enciende un cigarrillo y le dijo a Ana— ¡ No me quites mis cigarrillos, ni mi botella!
Ana entró en un estado de estupor, porque no sabía qué decirle. La echó a `patadas.
Estuvo horas tiradas en el suelo durante dos horas, en un estado inconsciente. Cuando recupera la conciencia, ya había perdido todo el dinero. Caminó sola con los ojos desorientados siguiendo todo recto, dejando atrás numerosas chabolas, y a yonquis pinchándose y a otros ninfando salió de aquel barrio.Las personas en principio, no son buenas, ni malas, pero el afán de lucro, la ganancia, los grupos de dinerócratas dominan al mundo entero hasta que nos han transformado en bestias salvajes y hemos perdidos los valores sociables: respeto, solidaridad, sinceridad, honestidad, honradez.
Los hombres de la edad primitiva se unían en clanes para luchar contra las fuerzas naturales y las bestias salvajes; desde que el trabajo se va especializando hasta nuestros días , hay unos seres que han implantado la ley del más fuerte para tener dominada a las demás personas y luego, no han cesado de cometer toda clase de abusos, corrupción, robos, unos derrochando riquezas, dinero, y otros no tienen absolutamente nada. Mientras andaba por la calle, las gentes comentaba que estalló un motín en una cárcel y que se había escapado una española  Detrás suya estaba  Kiatsikut, un traficante que frecuentaba los prostíbulos y trabajaba de testaferro para las mafias de turismo sexual capturando a niña y adolescente , y hablando con Thaksin de que buscaban a una española que había huido en un motín de una cárcel. Estuvo vagabundeando por las zonas más peligrosas de Bangok.
Allí presenció el asesinato de unos traficantes por ajustes de cuentas. Entonces, Surachai que tenía una pistola en la mano , iba a matarla, pero ella le dijo que no hablaría si le dejaba trabajar en un club, porque quería salir del país y le habían robado todo el dinero. Pero Surachai, reconoció a Ana y le dijo:
—De acuerdo, tú no me delatas y yo te dejo trabajar en el puticlub bajo mis condiciones.
—De acuerdo
—Sí pero no me trates de engañar, porque sino tu cuello va a salir mal parado. Yo tengo un crimen que tapar, y  a ti te busca la policía por mafiosa. Así que tú no me delates, y yo no te delato a ti.— Le dijo amenazándola con la pistola en la cabeza—
El trato le pareció un poco chantajista, pero no tenía otra salida. Si quería salir del país necesitaba prostituirse para conseguir el dinero. Salió de un callejón sin salida gracias al motín, pero de nuevo se ha vuelto a meter en la boca del lobo, en la prostitución.La llevaron a un casino de prostitución donde había mujeres, hombres y  niños de todas las edades. Este casino estaba en las afueras de la ciudad, en frente de un barrio chabolista.
Era un edificio grande: Estaba pintado de blanco; en la parte superior había cuatro ventanas que correspondían  a las cuatro habitaciones donde las prostitutas atendían a sus clientes. Las ventanas tenían puertas de chapas cubiertas con seis rejas negras. Arriba del todo, había unas terrazas con una piscina y se notaba el bullicio de las gentes.
La puerta de entrada se situaba en la parte central. Era una chapa blanca y sus cristales eran de plástico duro. A la entrada del casino había una sala enorme; la barra se encontraba en la parte final; en frente estaba el tablado donde las prostitutas daban un buen espectáculo.En medio estaban las mesas y al lado de las barras había una escalera que daba acceso a un pasillo estrecho; las paredes estaban pintadas de blanco y allí es donde se encontraban las habitaciones.
Eran muy estrechas, apenas tenían espacios.Ana estaba atrapada dentro del club; nunca le dejaban salir y en una habitación atendía a todos los hombres.Las otras prostitutas que trabajaban con ella la insultaban, la humillaban. Siempre le ponían zancadillas.El dinero que ganaba echando horas se lo tenía que dar Surachai. Una noche entró en su habitación Marcos . Era un hombre alto, delgado; iba vestido con unos pantalones grisáceo y un polito blanco; su pelo era rizado; de ojos oblicuos y nariz chata. Estaba casado y tenía dos hijos. Venía Italia.Cuando vio a Ana en el escenario; ella se acercó y le susurró algo al oído:
—Eres el hombre más guapo ¿Tienes ganas de marcha?— Le dijo acariciando sus hombros y dándole un beso en la mejilla—
—¿Cuándo nos podemos ver?
—Dentro de media hora nos veremos en la habitación de ahí arriba— dijo señalando con el dedo—
Cuando estaban los juntos en la habitación la tiró a la cama, y le dijo:
—Eres la mujer más preciosa y distinta a las demás. No pareces de aquí
—Soy mexicana—
Le contestó Ana con una sonrisa de niña inocente y quitándole el cinturón, lo desnudó entero; luego le quitó los zapatos, pantalones y se acostaron juntos. Tan solo se dejó una cadena de oro.
—Eres el hombre más corpulento y más hermoso que he visto en mi vida. Seguro que tienes más de una amante.
—Pues no, estoy casado y tengo dos hijas. Sin embargo, mi vida está muy vacía porque no tengo cariño
—Tú te mereces una mujer mejor. Yo te voy a dar el cariño que tú nunca recibiste.
Después de una dulce velada comenzaron los problemas: Thaksin quería atarle con una cadena y echarle cera en los pezones. Ana se negó y Thaksin le pegó dos guantada que rodó en el suelo y se dio un porrazo en la cara con la mesita. Le pegó patadas y golpes con la correa de cuero.
—¡ Puta, puta quién te crees que eres!—
¡ Doy placer, pero no soy ningún objeto para someterme a ningún capricho!— Dijo Ana sollozando—
—¡ Entonces  qué eres , yo no te voy a dar ni un solo céntimo si no me haces caso! ¡ oh si no, para qué te pago! ¡ Para que me frustres como mi mujer!— Le dijo Thaksin encolerizado —
Se fue de la habitación dejándola tirada en el sueloKamon, una de las que trabajaba en la habitación del club, cuando sintió los llantos de desesperación de Ana, entró a calmarla. Kamon era de origen humilde, sus padres trabajaba en el campo, pero se desplazaron a Bangok.A los catorce años su novio la dejó embarazada y sus padres la echaron de casa terminando en la calle. Desde entonces, lleva ejerciendo la prostitución y su hija de seis años ya duerme en un sótano que estaba en la parte baja del club.Kamon unas veces callejeaba para encontrar hombres.
Algunas veces ha sacado a su hija mientras ella estaba trabajando y haciendo autostop a los coches para ganarse clientes.Por amenaza de Surachai, el traficante y dueño del club ha obligado también a que la chiquilla de seis años , Malai se prostituya, pues los niños daban más rentabilidad a los negocios .Kamon tuvo un final muy triste porque en una noche oscura y fría se topó con tres hombres que la violaron, le echaron hielo del whisky en sus pesones y le pegaron patadas hasta quitarle la vida. Malai se quedó sin familia.Cuando Ana dio las quejas a Surachai por la aberración que sufrió por culpa de un cliente, reaccionó mal:
—¡ Los clientes tienen todo el poder, tú no pintas nada, sólo das placer! ¡Te pago para que los clientes salgan felices y  no aburridos!¡ No seas zorra, qué está fuera de la cárcel gracias a mí, yo me estoy jugando el cuello por ti, porque sales en las noticias, así que ten cuidadito y  no te pases! ¡ Y ahora, antes de que te peguen otra paliza, te voy a dar otra más grande que Thaksin!Surachai la ató a una silla y le echó encima agua hirviendo en la cabeza, en vez de aceite, porque sino pierde atractivo físico para sus clientes.
Luego le pegó cuatro puñetazos dejándole la nariz y la boca destrozada. Estuvo una semana reposando en la cama de las mismas golpizas, y quemaduras que sufrió en su cuerpo. Al final se le quitaron las heridas y señales gracias a los medicamentos que le proporcionó Surachai.Ana se sintió completamente desamparada, creía que encontró la libertad cuando se escapó de la cárcel, pero se había metido en la boca del lobo.Una mañana cuando estuvo a punto de acostarse después de trasnochar, se presenta Malai:
—¡Ana por favor, ayúdame!— Dijo la niña desesperada abrazándose a Ana.—
—¡ uhii! ¿Qué te pasa?— Le preguntó a la chiquilla con la cara sorprendida—
—Un hombre muy malo, me quería penetrar y yo no me dejé porque  me iba a romper el culo. Le pedí ayuda a Surachai y me golpeó con un bastónDurante diez años Ana vivió un infierno completo: Su pareja le había defraudado y harta de que todas las gentes de su alrededor la controlaran, decidió marcharse a Tailandia para cambiar de ambiente y se encuentra con que ha sido víctima del narcotráfico, cuando huyó de la cárcel vio una oportunidad de alcanzar la libertad y volverse a su país, supuestamente un paraíso al lado de Tailandia, pero se convirtió en prostitutas de narcotraficantes para que la policía no la cogiera.
Pero se cansó de aguantar.A mediodía cuando le estaba preparando el almuerzo a Surachai, le echó una sustancia venenosa. Pero Malai la cogió desprevenida.
Se sentaron los tres a comer . Ana sirvió la comida y le ofreció de su plato un trocito de carne mojado en una salsa colorada donde tenía introducida el veneno. A Surachai le entró un malestar después de probar el primer bocado y se murió. Entró en su despacho, abrió una caja fuerte que estaba detrás de un cuadro y cogió todo el dinero que tenía.
Después salieron del club que estaba ubicado en medio del campo y las dos cogieron un taxi que la llevaron a un poblado cercano donde predominaba unas casas de lujos y de alta sociedad. Enfrente había unos bloques de pisos. Subieron unas escaleras y llamaron en un segundo donde vivía Luang.
Luang era hermano de Taksin y amigo de Surachai. Los dos nacieron en un barrio marginal de Bangok, poblado de enormes chabolas, Luang y Taksin fueron los dos supervivientes de siete hijos que tuvo su madre. Luang fue el cuarto hijo, y Taksin, el séptimo, el más pequeño.Los tres primeros mayores murieron de inanición, y de una arriada del río Mankong que asoló a la mayoría de las chabolas y la familia de Luang y Taksin perdieron toda la miseria que tenía. Los dos últimos murieron de un resfriado mal curado. Luang y Taksin eran muy amigos de Surachai porque vivían al lado. Cuando la madre de Surachai murió en el parto de su hermanita Khalan, su padre abandonó al niño y se fue a vivir con sus amigos vecinos. Pero cuando los padres de Luang y Taksin también fallecen: La madre por un accidente, y el padre de un cáncer. Los tres adolescente fueron capturados por las mafias del narcotráfico de Tailandia para que traficaran con drogas y montaran un prostíbulos con menores y adultas se forraron de dinero. El negocio se repartió para que cada uno fueran independiente. Surachai tenía su propio prostíbulo en medio del campo; y los hermanos Luang y Taksin compraron un territorio para sembrar opio y luego tenían una refinería de cocaína que luego exportaba a Estados Unidos y Europa. Pero las relaciones entre ellos se pusieron tensas debido a un problema de dinero. Surachai le debía a Taksin un millón de dólares de drogas, y como no se las pagó, en un duelos entre Taksin y Surachai, delante de Ana, muere el primero y desde entonces, Luang ya perdió relaciones con Surachai. 
Llamaron a la puerta y abrió la mujer de Luang
—¿Está Luang?
—Sí, espera un momento—Venga pasar—dijo la esposa de Luang cuando habló con él-
El despacho tenía un alicatado hasta el techo; los muebles eran de caoba: Había un armario empotrado donde tenía guardadas todas las vajillas; al fondo ,otro armario también empotrado donde guardaba objetos de lujos y muy exóticos, pero no se veían bien desde lejos. En medio había una mesa enorme y allí estaba sentado él en un sillón.
—Sí sentaos
—Mira, me llamo Ana, soy española, vine aquí de viaje pero acabé en la cárcel porque me pusieron en el maletero drogas y luego, me fugué de la cárcel gracias a un motín. Terminé trabajando con Surachai a cambio de no entregarme a las autoridades.`Pero quiero escapar de este país
.Luang miró con cara de sorprendido porque no se creía parte de su historia, pero cuando vio un maletín lleno de dinero y que más de la mitad se lo iba a dar si le falsificaba el  carné: Quero que me pongas Lawan de padre tailandés y madre española y a Malai la pones como mi hija.
—Esta bien, pero ten mucho cuidado. No se lo digas a nadie. Nadie puede saber quién soy, ni dónde vivo porque nos jugamos la vida. Me dedico a los negocios clandestinos y yo no quiero salir perjudicado, pero si me vas a pagar la mitad del dinero, entonces, hemos hecho un pacto justo.
Luang le pidió ayuda a un policía, amigo suyo y cómplice de proteger a traficantes.¿Será el mismo tipo de policía que conoció Ana en España.? ¿
De estos policías que presta el coche a los camellos? ¿ En la comisaría tailandesa circularía todo tipo de drogas, grandes cantidades de cocaína que el mismo comisario comparte con todos ellos? ¿Será que la corrupción está metida en todos lados?Luego se refugió en casa del amigo de Luang, y él mismo compró ropas a ella y a la niña. Pasaron la primera noche allí y al día siguiente se iría al aeropuerto a coger el primer vuelo de la mañana.—Desde ahora Malassi, tú serás mi hija y me llamarás mamá
—Pero, ¿ serás mi mamá para siempre?
—Si el destino lo quiere sí. Ya verás como allí vamos a mejorar: Tú irás a la escuela y en tus ratos libres podrás jugar
—¿Algún día podré tener un
—No lo sé. Te voy a dejar claro una cosa: Yo no te voy a dar todo lo que tú quieras. Pero lo poco que te dé, nunca te va a faltar— Le dijo a Malai dándole un abrazo—
Estaba viviendo una situación muy extraña: En Tailandia estaba considerada como una delincuente y en España, una trabajadora extranjera dentro de su propia tierra. Ana te quedaste sin identidad. Ya no eres la misma persona que se escapó de su casa y te lanzaste a la aventura para saborear tu vida independiente. Sin embargo, te hiciste una mujer en la cárcel y los golpes te borró el rostro angelical.Cuando te degradaron tu dignidad perdiste la transparencia y claridad.
Tu carácter dulce y delicado murió después de tu verdugo, que es la mafia de la dinerocracia. El comercio de la dinerocracia acabaron con la niña.
El comercio clandestino, los reyes de la dinerocracia acabaron con la niña que un día fue capaz de darle una manzana a un mendigo y al ladrón de que entró en tu casa para robar. Dejaste de tenderle la mano a un indigente que un día le ofreciste fuego y leña, una mantita, una comida caliente para quitarle el frío.
Has sido víctima de un fraude legalizado por los verdugos del estado que apalean a un indigentes, inmigrantes. Pero tú no has llegado a comprenderlo porque de víctima has pasado a verdugo sin tú tener culpa.
Ya no te fías de nadie, te han hecho creer que tu enemigo son los mendigos, los ladrones desposeído y no Ana, te engañaron, tu enemigo son la mafia corrupta que te metió la droga en el aeropuerto y te acusaron de delincuente, y la corrupción te ha convertido en una inmigrante dentro de tu propia tierra.
En España te llamará “La tailandesa”, y en Tailandia “La española”.El estado dinerócrata te condujo a la indigencia y a la marginalidad, ahora adoptas como hija a una niña de raíces desconocida, ni tú misma estás segura si su madre era una prostituta o la abandonó y Malai fue adoptada como hija en un burdel llenos de mafioso, lobos sedientos de dinero ¿Quién sabe si la madre de la niña trabajó y murió en un burdel, o la abandonó?Has convertido a una huérfana en hija tuya para que la policía no tuviera testigo de tu crimen.
Tú asesinaste a Surachai, diste un golpe a la cúpula de sanguijuela, pero la otra sanguijuela a cambio de oro y plata te sacaron del país. Pariste a una hija de séis años para quitarle testigo de tu crimen y robó al rey de la codicia y del lujo. Cuando acostaste a Malai, estuviste toda la noche en una sala de la casa del policía preparando documentos para falsificar tu carné de identidad y el de Malai.
Te fusite a una agencia de viaje que te caía a dos horas de la casa para comprar los vuelos de la primera hora de la mañana.Ana desayunó con Malai un vaso de leche; cogieron el primer autobús que las paraba en el aeropuerto.
Estuvieron sentada mientras esperaba el vuelo del avión.Para Ana se acabó la pesadilla porque iba a regresar a su país donde supuestamente existía un “estado del bienestar”, por lo menos la sanidad y la educación pública la iba a tener muy segura. Llegan al aeropuerto de Madrid; luego, cogen el AVE para ir a Sevilla. En la ciudad Sevillana se presentó a la sala de inmigración con sus papeles de contacto con trabajo. Se puso a trabajar en un supermercado ordenando cajas.Encontró un piso compartiendo con cuatro inmigrantes: Uno era de origen peruano, una mujer rumana y un senegalés. Entre todos pagaban el piso. El precio del alquiler costaba doscientos euros. Pero la mayoría de ellos estaban parado porque en España hemos tenido una década de especulación inmobiliaria, hasta que han reventado la burbuja inmobiliaria. El paro y el desempleo es de un 25% .
Muchas familias están enteras paradas y el sector más afectado ha sido el de los inmigrantes y los gobiernos están aplicando políticas de privatizaciones de la sanidad y la educación.
En algunas comunidades autónomas ya están cobrando por una consulta médica, y la universidad sólo será para sectores de élites que puedan permitirse el lujo de pagar la matrícula.
Esto no ha venido de la noche a la mañana: Cuando se hace la transición los gobiernos privatizaron empresas públicas y estratégicas; a raíz de estas privatizaciones hubo deslocalizaciones de empresas aumentando el para y el desempleo en nuestro país.
Estas empresas se las han llevado a países latinoamericanos y de Europa del este donde la mano de obra es muy barata, no existen derechos laborales y luego los africanos, suramericanos o asiáticos emigran a Europa en busca de una mejor vida, pero se encuentran con más precariedad laboral, paro, sembrando `prejuicio racista, pues ellos están dispuesto aceptar trabajos no cualificados que muchos españoles no querían ya y cobrando más barato. Pero a raíz de la crisis económicas la construcción cayó y ahora muchos están dispuesto a trabajar en el campo, de camarero con tal de poder vivir, pero los patronos ya tienen a inmigrantes que están dispuesto aguantar todo lo que sea.
Luego el parlamento aprueba una reforma laboral que abarata el despido, y están echando a muchas personas en la calle. Debido a esto, siembran prejuicios racista, muchos inmigrantes debido a esta situación insoportable están retornando a su país; otros se quedan porque no tienen dinero para regresar y han perdido esas ilusiones de prosperar y terminan vendiendo en la calle, con miras a que la policía en cualquier momento le intimiden para que se vayan. Todo son trabas, siempre lo mismo, discrimina, criminalizan al más pobre. 
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Foto del autor ROCO GARCA LPEZ
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Descripción

Relato Corto.

Palabras Clave: Narrativa

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos



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