Les voy a presentar a varios niños escritores: Andreita nos saluda con un “Hola y nos dice que tiene dos hermanitos que la apoyan y son parte de su familia y, aunque no son “Las Maravillas” hay que disfrutarlos hasta que se pueda, igual como piensa Fernandita quien, además, comenta que hay que cuidar a los animales porque se pueden morir pronto. Y es que niñitos entre seis y nueve años ya saben lo que significa la Muerte, como Elenita que nos comenta que puede ser negra y fea, pero a la vez, colorida y alegre –depende como nos haya ido en la vida-, mientras hay que gozarla con mamá como lo escribe en otro de sus escritos Fernandita y ella le agradece que viva en su corazón con sueños que para la pequeña Denisse son los que nos hacen creer en los cuentos y, si se cree en ellos, hay que seguirlos, sin importar lo que digan los demás, pues pueden hacerse realidad. Y es que a pesar de ser tan pequeñitos ya escriben sobre Los Derechos Humanos y racismo cuando nos recuerdan a Abraham Lincoln o también de la crueldad del abandono -por ejemplo- cuando a dos perritos: Canela y Copito, los suben al auto y en algún sitio de la carretera los bajan a patadas, así como a Ciruela Pasas; un muñeco que se quedó solo en una casa abandonada cuando su mejor amigo se mudó. Probablemente, Elenita le hubiera dicho a Ciruela Pasas, que el que lo olvidó, no era su amigo, pues no era tan honesto, es que con la honestidad se puede demostrar que confían en ti para que tú tengas la confianza de creerte y con eso vivirás en paz, pues como lo escribió Christian en su única frase: “La Paz es querer a todos los animales y a todas las personas” que viven en un planeta que se siente triste porque lo estamos ensuciando de basura y guerra, que hasta el unicornio tiene miedo de salir porque seguramente lo mataremos para cortarle su piel y su cuerno mágico para venderlo, que no sería el caso, ni de Fernandita ni de la pequeña Frida quien de nuevo nos recuerda, cuidar mucho a las mascotas, pues ella se sintió culpable porque su perro murió, luego de tomar veneno…bueno, hasta aquí me llegó la buena vibra, hasta que los niños escritores sigan narrando sus historias para que de nuevo me sienta un niño…