Narradas sin ningún título, sólo palabras tatuadas, compañeras que se marchan con el toque de mi esencia, guardadas en mi delirio con mi apasionado olfato reflexivo de mi soneto enardecido, el cual anda suelto como un abandonado péndulo mirando al cielo y los poderes de la Tierra que espero para mis nietos se quede eterna, vigilando el barco de mi despedida, mientras, soy como soy, un escritor sin adjetivos, pues la tinta de mis letras están sólo en la librería de mi alma... Algunos se van, otros se quedan, sin perder la capacidad del sentimiento, pero sin tener la posibilidad de escribirlos desde su alma con suspiros de alegría, acompañados por la soledad. Yo mismo he experimentado la falta de ideas escritas, y me he sentado a soltar alguna lágrima o; simplemente, me acuesto sobre la cama para poder meditar y, enseguida, ver mi cuerpo vacío, pues me hace falta el ingenio para mostrar, lo que me duele y lo que me hace feliz. Ahorita estoy aquí, no sé, sí con la creatividad necesaria para plasmar mis pensamientos, pero lo importante, es que estoy aquí, no demostrando, sino mostrando todo lo que tengo de mis inquietudes, sobre las verdades a media, sobre el poder de los politicos que se apoderán lentamente de nuestros países latinoamericanos con la burla a la democracia, cometiendo infracciones deshonestas y abusos de autoridad, inventando altos tributos sin respetar las Leyes Constitucionales en compañía del Poder Judicial con el fin de volverse millonarios a través del dinero, el cual, no es de ellos y defendiéndose de los pocos adversarios políticos con sarcasmo e información truncada para transformar la realidad y adaptarla a sus intereses en un lenguaje no¨ silencioso¨, sino ¨licencioso¨ y corrompido para seguir disfrutando del poder político en beneficio propio con promesas para un pueblo engañado en una turbulencia de parlanchines mediadores y comisionistas.
Alguna vez, un indígena me dijo: “eres un sabio porque sabes escribir” . Yo le contesté que era un miedoso espíritu aislado por no combatir a favor de ellos en una revolución pacífica. Pero yo sigo aquí, escribiendo para mostrar mis convicciones como un cátolico sin credo.
Copyright © 2015 Carlos Campos Serna- Libro ¨Salpicando de tinta mi existencia