TE DEJO UNAS LETRAS EN VEZ DE FLORES QUE SE MARCHITAN
Publicado en Jul 13, 2015
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Dejar de extrañarte, no depende de mí, musa erótica, sino de esa mujer misteriosa que algún día nos va encontrar en este camino enigmático de todos nuestros recuerdos, pues tú sólo tú, hasta el día de hoy, has sido para mí por un largo tiempo, la inspiración de mis conciertos sexuales entre cuatro paredes donde en una de ellas está colgado el retrato de un artista con oficio, pero anónimo, que ha convertido el verbo amar con su brújula extraviada en metáforas que lo han dejado en la miseria financiera. Es que sin ti, no fuera simpático, ni me mostrarían sus sonrisas rojas las empleadas de los bancos por ser un apasionado pordiosero muerto de hambre, explicando lo que siente esa bomba que una día dejará de latir, abandonado a la fiesta que abraza mis palabras en este diario cotidiano de esperanzas, de nostalgias, de miedo y de lágrimas que con otras ilusiones quiero acompañarlas con esas pinceladas que nos regala la vida, pues, como siempre lo repito como un CD rayado, no creo en Dios, ni en la mayoría de los adultos, pero si en los sueños de los niños con traviesos susurros que me regresan el ánimo de que todavía no está perdida esa utopía de cambiar al mundo. Es que tampoco yo en los días de mi infancia pensaba en rencores, en rabia, ni en avaricia, solamente miraba el verdadero amor en los ojos de mi madre y con esa protección me iba con toda tranquilidad a jugar a la calle o a estudiar sin importarme ser un mexicano patriota, pues creía que la Tierra pertenecía a la humanidad, y por eso me sentía un ciudadano del mundo, hasta que un día me di cuenta que la guerra no era un juego con soldaditos de plástico cuando vi una foto donde una niña, parecida a una de mis compañeras, corría desnuda con el miedo en su cara por una calle con el cuerpo salpicado de Napalm que me trajo noches de insomnios, pensando que también a mí me iba alcanzar ese cruel destino por la esquizofrénica ira de una política exterior estadounidense que tampoco sabía que existía, pues con mis compañeros íbamos hacer las paces, jugando fútbol en la calle donde vivían nuestros contrarios para que olvidáramos los golpes que nos habíamos propinado el fin de semana anterior con algunos jugadores infantiles que de nuevo nos despedían con un apretón de manos, aunque hubiéramos perdido o ganado. En realidad, no sé, por qué no fui maestro, probablemente porque no tenía esas experiencias que he acumulado con los años para enseñarlas a los niños. Sin embargo, si lo pienso bien; fue, porque me fui con la finta de seguir un ideal capitalista que genera un individualismo cruel que olvida y pisotea a los otros como a los que, cuando anduvimos de vacaciones en una isla griega, vimos bajar de una pequeña balsa neumática que abandonaron antes nuestros ojos sorprendidos para esconderse de la policía que también prohíbe cualquier ayuda del turista que se acerca a un hotel abandonado donde se encuentran hacinados los que salieron de su país huyendo de las armas químicas y de los actos terroristas entre dos líderes religiosos que en nombre de su dios, defienden lo que la naturaleza les dio: el petróleo que, si yo fuera un empleado en la ONU, lo declararía un producto de la humanidad para que ni los países poderosos inventen guerras con el objetivo de apoderarse de las riquezas naturales que en realidad, si nos pertenecen, y no a las empresas privadas, cuyas ganancias hacen esa desigualdad que existe por esa cualidad natural del ser humano: la ruin mezquindad de acumular esa soberbia del poder que lo tiene y consigue todo, sin pensar que cada uno es solamente una nave pasajera: preludió de cada día en el tiempo que te he dicho que gocemos hasta nuestro último suspiro porque cada mañana no sabemos si volveremos a nacer después de esas noches tibias por el contacto de mi cuerpo dormido con el tuyo, descansando en cada ciclo nocturno que significa una huida menos del duelo de mis letras que, en realidad, como son puros sentimientos de un ser anónimo, no sé para qué carajo sirven.

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Foto del autor Carlos Campos Serna
Textos Publicados: 361
Miembro desde: Apr 11, 2009
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Descripción

Sentimientos hacia una mujer

Palabras Clave: Mujer recuerdos sentimientros letras flores

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos


Creditos: Carlos Campos Serna

Derechos de Autor: Carlos CAmpos serna


Comentarios (1)add comment
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Daniel Vega Tavares

Bello. Cierto. Sí, lindo.
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July 13, 2015
 

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busy