Las bocinas estaban escondidas atrás del sofá donde salía la sexual melodía del saxofón, acompañada con una voz profunda y romántica, pidiendo en la oscuridad quererte, tenerte, protegerte, never, ever, olvidarte, mientras yo repasaba con mis caricias tu exquisito cuerpo porque mío era el coqueteo de tus dotes que refinaban la perspectiva de mis ojos, mía era la epidermis donde olía el bálsamo del sudor de tu linaje , mio era el paladar con el que degustaba la sapidez salada de tu reserva confidencia, mía la masculinidad de una dimensión que hacía placentera tu sentada intimidad, mío el hálito de tu caballera, la cual me amodorró en la candidez de mi inconciencia que despertó entre violines con un ¡ AAAAAh, baby !, yo sobre, y la voz de Barry White, atrás del sofá, quien siguió cantando:
¡Oh, baby! , ¡oh, baby!
Keep on
Come on, baby
Keep on doing it
Right on
Right on doing it…
Y yo agradecido con un nuevo agasajo durante esa canción sexual hasta el último verso: " do all the things you want me to" , porque me permitía esa pausa para intentar repetir otro ! AAAAAh, baby!...