!Qué gozada! Poder pasear por aquella carretera, solitaria, muerta pero transitable, covachas y naturaleza viva a la izquierda, pomar y naranjos a la diestra. Chinas en el centro !Éxtasis! Sólo los trinos de los pájaros, gorriones, mirlos y verderones se escucha en aquel lar.
Entre una hilera de pomas, mi padre avista una manzana colorada, de buen ver y mejor apetecer, aunque con el cartel de peligro por irrigación de tóxico contra las enfermedades de los árboles. Poco importa, al llegar a casa un buen lavado con jabón y a cuatro trozos, uno para cada cabeza de quienes pululamos por allí, papá, mamá, mica y yo a nuestros estómagos.
!Qué gozada! Poder pasear por aquella carretera, solitaria, muerta pero transitable, llena de vida, mariposas, tomates del diablo, manzanas, naranjas. Eriales de hierba para perderse y jugar !Qué gozada!
                                                                       FIN