Amado dejame acunarte entre mis brazos
como si fueras un niño abandonado
en un páramo lejano y desierto
que necesita ser con amor guiado
no te sueltes nunca de mi abrazo
que te envuelve por completo
protegiéndote del desamor y el frío
 poco a poco acerca tu rostro al mío
para beber de tu aliento y embriagarme
con tu olor,  con tu esencia, con tus besos
que  queden para siempre  tatuados 
en mi corazón y en mi conciencia
como un niño quiero acariciarte tu cabeza
tu pelo tan sedoso y perfumado
 y besarte tus ojos tan amados que dormidos
reposan bajo ese cerco que forman tus cejas
deja cantarte con cantos de  luna y de estrellas
y quiero decirte sueña amado, vida mía, sueño
larga, largamente acariciado