Faltan 3 días para enfrentarnos a los Países Bajos en el Mundial de Fútbol de Brasil 2014 después de Jesucristo. Los neerlandeses tiemblan más que un flan en camino de ser engullido por una banda de forajidos hambrientos. Los del país de "la naranja mecánica" siguen teniendo miedo ante las tropas españolas dirigidas, ahora, por todo un marqués. Ya se les ponen los pelos de punta de sólo pensar en lo que se les viene encima y en lo que les puede suceder en el campo de batalla. ¡Se les avecina toda una tropa española con el banderín de enganche de Shakira y varias modelos más que están de acuerdo con el señor marqués! 
 
Comprendo y entiendo los nervios de los neerlandeses que se pasan todos los entrenamientos discutiendo entre ellos para ver quiénes son los afortunados de no tener que saltar al césped. A veces me ha tocado jugar al fútbol contra gigantes y ha sido fácil derrotarles pero... ¿qué sucede con los jugadores que son más bajitos y por eso mucho más peligrosos?... sucede que algunos que miden más de 2 metros de estatura naufragan ante once "pequeñitos" con hondas: porque los españoles no medimos más de 2 metros de estatura en esta nuestra Selección Campeona del Mundo, pero tenemos mucha mejor puntería para derribar naranjas después de habernos acostumbrado a derribar limones.
 
Y es que esto del fútbol es cuestión de no comer huevos todos los días pero sí saber cómo y cuándo comérselos mientras solemos degustar nuestros filetes (con juegos de damas incluídos para mantener el buen estado de forma física y mental) y ser lo mejores comiendo quesos de bola que aquí, por esos caprichos de la memoria histórica, todavía no nos hemos olvidado lo de "!A mí el pelotón, Sabino, que los arroyo!". La gesta de Sudáfrica puede volver a repetirse si mantenemos en alto los pendones propios y hacemos besar el suelo a los pendones ajenos. Toda España unida con un primer objetivo de los muchos que tenemos de cara al futuro: comernos las naranjas y después ir preparando la guinda para el pastel chileno y de postre el kiwi australiano. 
 
Asi que hoy, que me encuentro escribiendo en Bombay, y quien lo dude no sabe lo que piensa porque es verdad que estoy en Bombay, estoy pasando página tras página a la memoria de los anales deportivos. En conjunto ya tenemos las maletas llenas de trofeos pero siempre queda algún hueco para la Copa de Brasil 2014. Suponiendo que les metamos cuatro a los Países Bajos que todos sepan que sólo es el aperitivo para ir abriendo boca. Buen apetito para todos y todas. La prueba del algodón nunca miente y veremos qué clase de algodón es el que utilizamos contra los gigantes de los Países Bajos (¡vaya ironías tiene el mundo futbolero!) mientras a algunos les van a crecer los enanos cuando nos toque luchar contra ellos. Lo siento, señor Zamorano, pero las prioridades son las prioridades y en el escalafón las estrellas son las estrellas y nosotros ya tenemos una con derecho a tener dos.