En la puerta de mi casa voy a poner un petardo para reírme de quien venga a pedir el aguinaldo (con perdón); ¡Arre burro arre, arre burro arre, arre burro arre que llegamos tarde! (con perdón); en el Portal de Belén han entrado los ratones y al pobre de San José le han roído los calzones (con perdón); ¡Arre burro arre, arre burro arre, arre burro arre que llegamos tarde! (con perdón).
 
Sólo 5 añitos de edad y ya le voy yo cogiendo el gustillo a esto de las Fiestas de Navidad. Es una gozada subir y bajar las escaleras hasta el piso 5-D de la escalera izquierda del número 56 de la calle Alcalde Sáinz de Baranda de Madrid. Colindante a nuestro portal se encuentra el número 58 que es también para casas de militares. Son solamente 5 añitos de edad pero ya me sale a flote la vena poética: Cuando tengo hambre y ganas los demás sólo son panas (con perdón) y cuando el hambre se pasa yo paso de quien se casa (con perdón). Y es que sólo tengo 5 añitos de edad en este gracioso año de 1954 después de Jesucristo.
 
Como todavía no sé lo que es el aguinaldo pero tengo muchos deseos de saberlo para aprender algo muy beneficioso para mi niñez (sobre todo si mi madre me da unas cuántas perrillas para poder seguir escribiendo de cara al futuro), acudo al recurso infalible de consultar el pequeño diccionario, manual y de bolsillo, que me han comprado para hacer mis deberes de Redacción y descubro que aguinaldo quiere decir: "regalo que se da por las navidades (algunos niños van por las casas cantando villancicos y pidiendo el aguinaldo) y, a veces, servidumbre". Como soy muy pequeño, porque sólo tengo 5 añitos de edad, desecho lo de servidumbre porque no hay "chacha" en mi casa. Lo de las "chachas, en la década de los 50, sólo es posible en las casas donde abundan mucho dinero para asistir a los niños pijos y, claro está, para limpiarme yo los zapatos no tengo a ningún tipo de "chacha" así como tampoco para aprender a hacerme los nudos de los cordones de mis zapatos. 
 
Y dicho esto vivo la Navidad sin más acompañamiento que la zambomba y una buena botella de Anís del Mono con una buena cuchara para rasguearla (a la botella de anís me refiero y no a ninguna guitarra de momento) mientras espero al "Vivo cantando" de Salomé y el Eurofestival que vendrá unos cuántos años más tarde; cuando quiera Dios que tengamos televisor en casa. Mientras espero la llegada de la "caja tonta" veo a muchos niños haciendo el tonto por las casas de los vecinos. No sé bien a quién le explotó el petardo.