batalla geo-terminada
Publicado en Jan 28, 2014
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LA BATALLA POR GEO
 
El inicio de los primeros tiempos….
 
 
 
 

 
 
 
Los hijos de Morfeo se levantarán contra el Oscuro….
 
 
 
 
 
 
PROLOGO.
 
 
El mundo de Geo estaba sumido en la  oscuridad total, las grandes bestias salvajes dominaban al gran planeta desde las profundidades, no había control y las fuerzas oscuras tenían el poder de dominarlo todo.
Cansado de tanta impunidad el gran Dios Morfeo tomo las riendas desde el plano Astral, desde allí pudo crear y controlar  seres místicos con grandes poderes capaz de exterminar toda la maldad habitable en Geo. Durante un siglo busco y redefinió a los seres que darán vida a la nuevas razas que habitaran este mundo, el plano Astral será la base de esta nueva identidad de la luz ya que el mal no puede viajar a otros planos del universo.
Así nacieron los cinco astrales encargados de darle forma al nuevo mundo, con un gran suspiro la oscuridad fue expulsada hacia los confines del centro de Geo, durante más de trescientos años allí quedaron atrapados, el mundo se hizo  a la luz, los cinco astrales crearon vida y vegetación, una vida armónica rodeo a todos los rincones, miles de montañas, ríos, bosques, animales fueron dando nuevo aspecto al mundo de Geo.
Por pedido de Morfeo se crearon a los seres que habitarían a Geo para mantener las huestes de la oscuridad al margen de este mundo, así llego el hombre, los elfos y enanos de la mano Cannur, dándole las planicies a los hombres, el manejo de la herrería y la piedra en las montañas a los enanos, y los bosques a los altos elfos protector de los animales, creadores de armaduras y bellas espadas.
Asmil el sabio, le entrego la inteligencia y el aprendizaje, todo lo que la mente puede adquirir y expresar.
Landor entrega su protección y dedicación en el arte de la guerra para defenderse de la maldad.
Lifir el gran mensajero, se encarga de la comunicación hacia todos los reinos y hacia el plano astral.
 Ardimil se encarga de la armonía, la producción de la tierra y de proporcionar todo lo necesario para la procreación y el crecimiento de estas tierras.
Así todo procreo y creció durante más de trescientos años de armonía, pero todo lo que comienza tiene su final;  el mal tomo nueva vida y forma, está dispuesto a recuperar a como dé lugar al gran mundo de Geo.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
LA ERA ASTRAL
 
 
-Ya está todo listo para el inicio de nuestros tiempos, el mal fue reducido y no podemos dejar al nuevo mundo sin protección, vayan a realizar sus tareas os ordeno que hagan todo lo necesario para que este mundo no vuelva a sucumbir en la oscuridad, todos tienen sus instrucciones, vayan mis fieles señores y concédanme mis peticiones, una vez que todo haya concluido mis funciones en este plano no serán necesarios-. Fueron las palabras del gran dios Morfeo a sus pupilos y así salieron hacia el nuevo mundo de Geo a realizar sus tareas.
Así se realizaron los trabajos, durante años, años y años se prepararon los terrenos para la llegada de los elegidos, se iluminaron los cielos a través de una gran estrella amarilla que nace el horizonte y se oculta el en otro siendo reemplazado por la luz de la luna, se los llamo Aron el brillante y Sue la encantadora. De este modo nació el día y la noche en Geo.
Una vez concluida estas tareas se iniciaron la creación de los paisajes y la preparación de los terrenos, así nacieron las montañas, las planicies, los bosques. Desde los océanos  llegaron mares y ríos inundando todas las planicies para que la vegetación comience a germinar, así llegaron los cultivos y los frutos de la tierra y del mar. Se sembraron las semillas para la creación de árboles, bosques, de toda especie y tamaño nacieron para darle vida y color a todo lo habitable, de este modo se estuvo listo para lo que iba a venir.
Un siglo más se tardo para que todo lo creado estuviera listo para recibir a los elegidos, miles de animales y aves surcaron por todos los territorios y bosques los que serían usados como alimentos y recursos por los nuevos seres que están por despertar. Los señores astrales se presentaron así ante su señor para informar de todas sus tareas y darle el visto bueno para que iniciara la etapa final en la creación…la llegada de los elegidos.
 
-Yo os felicito mis grandes señores, desde hoy serán los guardianes de este nuevo mundo, será su responsabilidad en defender y luchar contra las fuerzas oscuras que hoy moran en las profundidades y su fuerza tiende a acrecentarse con el correr de los siglos, con el nacimiento de los elegidos mi aura se habrá ido, mi fuerza vital se apagará para darle vida a todos los elegidos y por eso al protegerlos a ellos me protegerán a mí-.  Fueron las palabras del gran dios Morfeo a sus seguidores.
La consternación fue generalizada en los presentes pero no dieron señales de emoción alguna, su gran Dios de todo lo existente se sacrificará para que los elegidos vengan a la vida y sean protegidos con su fuerza vital.
Todo está listo y dispuesto para el nacimiento de la nueva era, los primeros tiempos antiguos darán comienzo, los primeros habitantes pronto despertarán.
                Así como la luz de la vida da sus frutos, las sombras crecen esperando su oportunidad de volver a renacer. Las fuerzas oscuras se acrecientan a pasos agigantados, miles de demonios, espíritus negros, bestias de la noche, están listos para despertar, usando las sombras durante el periodo de Sue para recorrer los rincones del nuevo mundo espiando toda vida que se gesta.
Así vuelven durante el domino de Aron a las profundidades porque temen la luz, toda la información es recopilada para el amo de las sombras, el gran demonio Abin espera, estudia cada gestación que los señores astrales han realizado y sabe muy bien de la llegada de los elegidos y no tiene tiempo que perder. Durante las sombras de la noche crea criaturas nocturnas, elevados picos tenebrosos, pantanos sin vida, da muerte a los árboles más bellos transformándolos en espectros inmóviles, cuevas oscuras que son los nexos con la superficie, riscos y pendientes impenetrables, las sombras pronto avanzan lentamente absorbiendo la luz dejando a su paso una espesa niebla densa y pesada, donde no hay vida alguna.
Morfeo observa todo esto desde las estrellas y sabe que no tiene tiempo que perder, la hora del despertar tiene que ocurrir para salvar la armonía del nuevo mundo. Reúne a sus leales sirvientes para dar las instrucciones finales, el linaje astral será desde ahora las nuevas fuerzas de la luz contra las fuerzas de la oscuridad.
-Lleven estos polvos de estrellas y colóquenlos en los lugares indicados, después al quinto día esperen el gran despertar-. Le indica Morfeo a sus pupilos y estos salen sin discutir.
El polvo de estrellas fue bañando las grandes planicies, las altas montañas y los grandes bosques, donde nacerán las nuevas razas que habitarán en Geo.
Al quinto día los seres fueron despertando, los primeros hombres nacieron en las planicies y fueron recibidos por Asmil, iluminando la sabiduría de los hombres, de ellos se depositan la fortaleza, la habilidad, el ingenio, trabajaran las herramientas de los campos, forjaran todo lo relacionado con la metalúrgica y la construcción de barcos, serán el sostén del nuevo mundo.
En las altas montañas nacen los enanos, fuertes e engreídos, de ellos se depositan el trabajo de la piedra y la construcción de los grandes caminos, la esperanza del nuevo orden, forjaran el acero y explotaran el oro y la plata de las profundidades, el futuro de las riquezas, allí los espera Landor para darle la destreza en las artes de la guerra.
En los grandes bosques nacen los señores elfos, elegancia y poder inmortal, conocedores de la vida silvestre, los árboles y la construcción de fuertes armaduras, allí los espera Cannur.
De ellos nacen los elfos verdes de los bosques, los elfos pardos de las zonas rocosas de las montañas pardas, y los elfos de los mares. Serán quienes guardaran los secretos mismos de la vida, de todo aquello que encierra el conocimiento del comienzo y del fin; así fue dispuesto, al séptimo día el aura del Morfeo desapareció y los señores astrales deben seguir y proteger el destino de los elegidos.
Durante el primer siglo de vida se crearon nuevas vidas, nuevos guerreros nacieron, hechiceros y magos han sido reclutado para vigilar y fortalecer el plano astral y que ayuden a controlar todos los movimientos que se realizan en las nuevas tierras, un gran hechicero, leal a la casa astral es Asral o Tifus como lo llaman los hombres, es quien se encarga de vigilar cada movimiento de las sombras e informar.
Algo oscuro se está gestando y en cualquier momento saldrá de su escondite a desafiar el nuevo orden de Geo, todo fue presentado a los señores astrales quienes se ponen a trabajar en lo que se viene.
 
Trescientos años han pasado, tres generaciones de los primeros hombres pasaron, los descendientes de Arlon el soñador habitan en casi todas las zonas de las planicies bajas, son guiados por el rey bershag desde los reinos de Numeria, hasta más allá de los reinos de Nostergal.
El linaje de los elfos del gran Vaylor el hermoso, cubren los bosques pardos, las montañas pardas y los mares del Druil Moon, donde los elfos del mar son guiados por la belleza de Irindë y por el poder de Targat.
Desde las montañas grises resuenan los picos y las palas del linaje de Brandon el gruñón, son guiados por Grumo el torpe.
Las grandes aves, los señores de los vientos desde las montañas grises se elevan para vigilar los cielos, los poderosos arboles vivientes que viven dentro de los bosques pardos son guiados por Tibol el florido, grandes animales de cargas y bestias que hacen el trabajo pesado de los hombres.
Otros reinos salen a la luz, como el reino de los grandes druidas del gran Khang, el reino de los antiguos, con su guía Lord bernald, señores de las artes. Los reinos de piedra guiados por el gigante Tosnagel, otros reinos del hombre guiados por Nituring y Feus, cuyo linaje pertenecen a Marcon el orgulloso, hermano de Arlon el soñador.
Así se fueron poblando y dividiendo los nuevos pueblos de Geo, con sus diferencias o aptitudes pero siempre en paz y armonías, con algunos pueblos salvajes como los Vikhideis que más de un dolor de cabeza han dado a los valles a causa de sus excursiones y fechorías.
Trescientos años han pasado y el mal ha resucitado, a través de las sombras nació el reino de Asgul mas allá de las montañas de los cuervos, una cordillera impenetrable creada por Landor para contener a la oscuridad, allí el mal dio vida a una nueva maldad latente durante siglos a la espera de recuperar lo que han perdido.
Con el rey Nimus a la cabeza nacieron hechiceros, magos, seres sin escrúpulos como Nomulor señor de las profundidades, amo de las grandes mazmorras donde todas las almas mortales son encerradas y usadas para alimentar la entrañas de sus bestias, Afrán el hechicero errante, fue expulsado del plano astral por sus manejos en las artes oscuras.
Desde las planicies los Vikhideis se ponen al servicio del mal a manos de su líder Nargol, desde los reinos muertos se encuentran los carroñeros guiados por Numil.
Desde el corazón mismo del reino de Asgul, de las llamas de la eternidad, florece Lady Marion, una hechicera oscura al servicio del oscuro. De esta manera nació todo lo bueno y todo lo malo en Geo, la batalla esta pronto a iniciarse y la supervivencia en este mundo dependerá de las habilidades conjunta de los hijos de Morfeo y la sabiduría de sus guardianes.
El llamado fue iniciado, Lifir y el gran hechicero Tifus se encargaron de dar los primeros pasos, con la velocidad de los vientos sus mensajes recorrieron todos los rincones de la tierra, su voz fue escuchada por algunos e ignoradas por otros pero en el fondo saben que con el transcurso de los días cambiarán de parecer.
Los señores de los vientos vigilan las sierras de los cuervos espiando todo lo que pueden sobre todos los movimientos en Asgul, donde las fuerzas se agrupan y se preparan para partir, miles de bestias, orcos, trulls, armas de asedio nunca antes vistos, bolas de fuego eterno van de un lado a otro esperando su momento de destrucción.
 
 
 
Los oscuros se enorgullecen de sus fuerzas y dan sus ordenes finales a través de sus capitanes, que montados en bestias aladas revuelan por todas las filas sin descanso.
Los señores astrales observan todo desde el firmamento, saben que la hora esta cerca, la gran batalla que detonará el fin de una era y el comienzo de una nueva está madurando, sienten la fuerza del gran Morfeo recorrer por sus venas y no piensan deshonrarlo.
-La hora ha llegado y nuestro enemigo pronto nos desafiará, nuestro frente pronto será atacado por un viejo pupilo y su poder oscuro es lo que le temo-. Dice Asmil ante la atenta mirada de sus compañeros.
-No puedo entender como un gran potencial como él haya caído tan bajo, como pudo dejarse controlar por las fuerzas oscuras en busca de un poder supremo que no existe más que en su propio interior-. Agrega Cannur.
-El enlazó su propio destino y ya no hay forma de volver atrás, su alma fue negra desde el principio y fue mala nuestra idea de poder cambiarlo, nosotros tendremos que remendar ese fracaso-. Agrega Landor.
El silencio invadió la sala astral mientras observan por las ventanas de la torre como todos sus pupilos se preparan para confrontar al mal por primera vez para todos ellos.
 
Las puertas de Asgul se abren lentamente dejando escapar la furia de la maldad de Abin por los pasos de la sierra de los cuervos, el mensaje pronto surco a todos los confines y todos inician sus marcha hacia las planicies bajas de Numeria, en la gran fortaleza de Nasgunil se iniciarán los movimientos defensivos – ofensivos, los hijos de Morfeo demostrarán para lo que fueron creados en este mundo.
Miles de animales salvajes, bestias gigantes de lento paso con sus cargas se movilizan entre los pasos rocosos en dirección hacia los puertos oscuros del Rock Druil, el murmullo de espadas y trompetas recorren todos los rincones del reino de Nimus anunciado el avance total. Los caminos resuenan de tanta maldad y en todos los reinos se presienten el odio y la muerte a cada paso, todo ser vivo huye al ver acercarse las filas de orcos y trulls que no dejan a nadie en pie.
                Las fuerzas salvajes provenientes del sur de los bosques pardos avanzan aniquilando y saqueando todo a su paso, no hay defensas que el mal no pueda penetrar, los elfos de los bosques y de las montañas pardas se alistan en detenerle el paso emboscándolos en el lago Anilus.
                Mientras esto se lleva a cabo, las grandes fuerzas se unen en concilio, los más grandes estrategas tomarán la decisión final para erradicar la oscuridad, en la batalla que todos denominarán “la batalla de los primeros tiempos”.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
EL CONCILIO  DE LOS SIETE SEÑORES
 
En el mundo de Geo, en una época incierta y donde todo toma forma con el paso del tiempo, donde las cosas se regían por el bien y el mal, la razón y la sabiduría de lo divino, de las estrellas y lo  astral, donde la guerra por el dominio de todo lo material y lo espiritual da comienzo.
Donde el valor del alma para muchos es contemplar la supervivencia de la raza o la destrucción bajo la esclavitud de las sombras. Las grandes fuerzas del otro mundo harán una alianza con los mortales para salvar a la Geo del deseo feroz del mal por conquistarlo y destruirlo.
Magos, hechiceros, valientes reyes y guerreros harán un gran sacrificio por evitar la destrucción de los hombres donde la vida paso a una etapa de incertidumbre.
 
En el pueblo de Nasgunil en las tierras de Numeria se está llevando a cabo el gran congreso de todos los reyes, donde se lleva a cabo los debates para armonizar y fortalecer las alianzas en una fuerza impenetrable.
-Nosotros los reinos del oeste estamos listos-. Grito un corpulento caballero que viene en representación del reino de Valadar.
                -Yo, el rey Nituring y los guerreros del viento estamos listos, queremos ver sangre en nuestras espadas.
                -Agradecemos a todos los presentes, esta alianza posiblemente hará que otros vengan desde el norte, si mis mensajeros no se equivocan, hay noticias que los reinos del otro lado del río vienen en camino, otras tropas fueron vistas en el sudoeste y posiblemente dentro de cinco días están llegando – dice una corpulenta persona semimediana con gran pelaje y desfigurada cara.
                En ese instante una figura pequeña, de apariencia anciana vestido de harapos cuyo sombrero y pelo largo y gris cubría su arrugada cara; interrumpe a los presentes que sobresaltados le prestan atención.
                -Buenos días mis estimados caballeros, veo que todos están presentes.
               -Viejo anciano, siempre apareces en los momentos no gratos-. Dice con enfado Nituring.
               -Viajar de mi mundo a tu mundo no es fácil, solo en los malos augurios o peligros sobre vosotros me obligan a venir, y esta no será la excepción.
             -Sabes muy bien anciano que las puertas del gran Geo se abren a tu paso, siempre serán bienvenido-. Agrega uno de los presentes, una figura esbelta de gran porte y lujosos vestidos.
             -Agradezco tanta hospitalidad, pero no tenemos tiempo quiero que me informen de la situación.
             -Las cosas están negras, Gran Tifus, nuestros espías observaron grandes movimientos desde Vikhedeis, más de diez mil para ser exactos ya se encuentran tomando pequeñas villas cerca de las orillas occidentales, misma cantidad avanzan a gran velocidad por los valles rumbo a los bosques pardos y otros fueron divisados por los reinos salvajes y de los señores de piedra, en unas palabras no están cercando. Además unos espías que tenemos en las puertas mismas de Asgul, en el reino de Nimus, dicen que crecen a gran escala ejércitos negros armados con grandes y pesadas armas nunca vistas por el ojo humano.
             -Poseen además grandes reservas como para establecer un ejército de millares -. Dijo desde uno de los rincones un guerrero del reino de piedra.
             -Desde el concilio Astral hemos estado siguiendo cada movimiento con los cinco señores astrales y se avecinan grandes problemas si no nos alistamos enseguida.
             -¿Que nos aconsejas gran sabio?-. Pregunta una persona de largo pelaje y ojos brillantes como la estrella más bella del firmamento.
             -Por el momento necesitamos armar un concilio para organizar las fuerzas en siete posiciones claves, tres defensivos, tres de ataque y una reserva, debemos tener una fuerza superior a la mitad de las fuerzas del enemigo, que por si fuera poco, son incalculables.
             -Pides un imposible gran hechicero-. Dice Bershag.
             -Lo sé gran rey, en las planicies hay grandes fuerzas que combinados obtendremos lo que ellos no podrán romper, fuerza, sabiduría, inteligencia, orden, lealtad, organización y el factor sorpresa.
            
 
 
 
 
 
 
 
 
             La desazón se vive a cada milla de extensión, todo es caos, miedo, desaliento, un pánico que es controlado mínimamente por los numerosos y aguerridos ejércitos que van de un paso a otro a gran velocidad para poder llegar lo antes posible a los limites de Numeria para comenzar la defensa y eliminar al mal de la Tierra.
             Desde las montañas del norte se repliegan en sus alturas los desconocidos seres de los vientos, que, junto con los druidas tratan de cruzar el feroz río Rock Druin bajo el ataque de seres despiadados de forma vegetal, los señores de las grandes artes, y miles de súbditos cruzan las grandes planicies para unirse con los ejércitos de Winngul en los valles fértiles cerca de las puertas de Numeria.
             Los salvajes Thung, seres no muy amistosos, pero que no quieren ser doblegados por las sombras deciden unirse en esta campaña, el reino de Nostergal no quiere desproteger la frontera con los reinos del sudoeste, que han sido convertidos en servidores de Nimus; hasta los siempre eternos señores  bellos de los elfos con sus miles de veloces arqueros llegan al valle fértil.
             Todos los vastos territorios hasta los confines limítrofes están en un pie en Numeria, para formar parte del concilio de los siete señores que el gran Tifus nombrará para iniciar la campaña que definirá el futuro de la humanidad.
             Al anochecer del sexto día todos los grandes capitanes se han reunido en mesa redonda para escuchar al gran hechicero y al rey Bershag, poner así al descubierto tanto misterio sobre la razón de este concilio. Allí se encontraban todos los más feroces y valientes guerreros que puedan existir sobre las tierras de Geo, y ante tanta impaciencia marcada en los rostros silenciosos de los presentes, al fin Tifus habló…
             -Grandes reyes de fértiles tierras, grandes señores de las planicies, majestuosos herreros de las altas cumbres y a todo valiente capitán aquí presente os les doy la bienvenida-. Comienza su discurso mientras se sienta junto al rey Bershag en una de las cabeceras de la mesa, donde posan los distintos estandartes de las grandes castas; que representan a los reinos de la gran alianza, y a partir de hoy muchos otros reinos disidentes pasarán a formar parte del gigantesco nuevo imperio para eliminar a la amenaza negra que se avecina.
             -Nuestros veloces jinetes han venido a cada uno de nuestros reinos trayendo noticias de malos augurios, y estamos aquí reunidos para saber tu gran sabiduría y concejo al respecto, gran sabio –. Dice una figura con varias cicatrices en su rostro de innumerables batallas.
             -Torgal, lo que se avecina no es algo predecible con un corto desenlace, la fuerza del mal que amenaza la tierra crece a cada paso a una velocidad increíble y es difícil soportar una embestida de sus ejércitos muy bien capacitados y armados.
             -Mi ejército está listo y preparado para mandar a esas alimañas a las cuevas de donde salieron -. Dice sobresaltado con fuerza de puño Nituring.
             -Grande es tu fuerza, majestuosa es tu vida, futuros de grandes alabanzas y fructuosas riquezas recompensarán a tus descendientes y a tu reino si en esta vida salimos victoriosos.
             -Agradezco tus sabias palabras y concejo, por eso es que estoy aquí para que nos guíes y seas nuestros ojos en esta nube negra que nos ciega el camino.
             -Están aquí reunidos para entablar un plan noble y justo, tal vez muchos no estarán de acuerdo, otros sí, pero la organización y la estrategia de grandes sabios, es lo único que nos diferenciará de nuestros enemigos en el campo de batalla, por lo que les pediré a cada uno que escuchen con atención y mediten al respecto sobre lo que el gran Tifus tiene para ustedes y el gran concilio Astral que nos guiará desde las estrellas.
             Un silencio aplaco a los presentes que miraban sin entender tanto misterio en las palabras del soberano de Numeria, donde todo está tenso y lleno de nerviosismo.
             Pronto se van a formar los siente ejércitos que llevarán el emblema del Cádiz de vida eterna, Tifus se mantiene en silencio, meditando mientras prende su pipa con yerbas de olores medicinales, hace una pausa, respira hondo, mira uno por uno los rostros exhaustos de los presentes y comienza a destacar la importancia del plan.
             -¿Cuáles serán esas grandes fuerzas que dirigirán a los siete señores cuando en realidad aquí hay más de ellos?-. Dice una corpulenta figura enana con voz atroz y desafiante.
             -Lo sabrán cuando todos los jefes de las altas y bajas planicies y aquellos que vendrán más allá del Rock Druil hagan su presencia – Dice el hechicero con un tono misterioso.
             -¡Estaremos así días!-. Dice sobresaltado el rey Feus.
             -No se impacienten, eso es jugar a favor de nuestro enemigo, el concilio Astral ha enviado mensajeros por todos los confines de la tierra, las repuestas fueron favorables, será cuestión de diez a quince días que ellos arriban, desde la gran eclipse que ya estaban en camino.
             -¡Veinte día!, ya estaban en camino mucho antes de que llegáramos aquí.
 
 
 
             -Así es Bershag, los poderosos ejércitos ocultos de las zonas prohibidas más allá del Rock Druil, las legiones salvajes del sur, los místicos elfos, y ejércitos de las artes antiguas estarán aquí, una vez que lleguen se les darán las indicaciones correspondientes para armar los siete ejércitos contra las temibles sombras-. Dice con sonrisa burlona el gran Tifus.
             -Mi Dios, esta espera es terrible, soy un guerrero no puedo estar en paz encerrado en estos muros por tanto tiempo.
             -Calma, cuando el momento llegue serás compensado por grandes acciones poderoso Feus.
             El murmullo y desconcierto se apodera de la gran sala, todos se miran con desaliento y nadie tiene reacción a tal situación. La noche empieza, todos se relajan en un gran festín con infinidad de manjares, buenos vinos, mujeres, cantos y anécdotas de antiguas batallas, hasta que nadie quedó en pie por la gran borrachera.
             Mientras tanto las hordas del mal siguen su paso firme y triunfal. Grandes extensiones de fértiles valles y planicies sucumben ante la terrible estampida de las fuerzas oscuras conformadas por orcos, torpes pero fuertes trulls, salvajes Vikhideis, cíclopes, que arrasan toda vida posible en la parte baja del Rock Druil y la parte de las colonias sobre la región del camino de los llanos hasta llegar a las puertas del reino de Nestergal, allí son bien contenidos por el poderoso ejército al mando del capitán Rasfel; obligándolos a replegarse al mismo valle de las sombras de donde volverán con refuerzos.
             -Mantengan una barricada por el lado occidental, necesitamos un escuadrón de refuerzo que les impidan rodearnos por el paso de las montañas y al mismo tiempo envíen un mensaje a los escurridizos vivientes de las montañas pardas.
             Con estas órdenes sus oficiales partieron a gran velocidad hasta perderse en la espesa niebla que provocan las fuerzas naturales del mal a cada paso que avanzan, transformando el paisaje en una negra y fría visión donde no existe ni el aire vivo.
             Así paso este largo y agotador día, donde las pequeñas batallas aisladas son ganadas en territorios para las huestes del mal.
             En lo más profundo del reino de Nimus gigantescos ejércitos aguardan las órdenes de su gran rey.
             -Mis grandes y tenebrosos guerreros, el día ha llegado y pronto los seres inferiores perecerán en vuestro yugo, las bestias humanas serán vuestros alimento por siempre.
             Con este discurso los miles de enloquecidos y feroces seres de la oscuridad estallaron de júbilo llenos de odio, vacíos interiores sin vida propia gobernados por el poder de las sombras.
Trolls, orcos, bestias salvajes sin control, demonios de las sombras, miles de animales de cargas potentes y fuertes, esperan la señal para la victoria final.
             -Nuestras fuerzas imperiales deben detener cualquier intento humano por sobrevivir, debemos cerrar todos los pasos, caminos, salidas a los valles, montañas o mares, todo ser debe ser aniquilados por completo, sin piedad ni clemencia, todos deben caer por las manos de los ejércitos negros-. Continua con soberbia el gran rey Nimus.- Mis espías me informan que miles de hombres se movilizan con rapidez hacia las llanuras de Numeria, allí conocerán nuestra fuerza, allí será el lugar de eterno descanso y ese honor estará en sus manos mis fieles guerreros, adelante y avancen sin piedad.
             Los ojos llenos de odio, locura y maldad parpadean en el rostro del rey Nimus, de esta manera los enormes ejércitos negros inician lo que será el final de los hijos de Morfeo.
             El hechicero colocó la mano sobre la mesa y concentrándose realizo  un conjuro en un extraño murmullo que nadie pudo entender, luego una bola de aire caliente se formó sobre la mesa y una voz sabia salió de la misma.
             -Escuchad atentamente grandes guerreros, lo que oirán solo será dicho una vez, deberán formar siete ejércitos con grandes generales y capitanes, reyes o vasallos, no importad raza, fuerza o sabiduría, los nombres que escucharán comandarán las fuerzas terrestres guiados con fe y dedicación por nuestro mensajero en la tierra, el Gran Hechicero.- La voz se apaga un instante y luego la bola de aire se pone rojiza casi incandescente a los ojos de los presentes y luego continúa.- Los ejércitos que irán a detener a estas bestias oscuras estarán al frente comandados por tres guerreros, que han sido elegidos por su valentía, decisión, inteligencia y conocedores de las artes de la guerra.
             Los mismos serán; Bershag, Tonasgel y Feus, con ustedes irán los elfos, los ejércitos que estarán en la retaguardia defendiendo los límites errantes y evitar caer en un circulo de fuego y traición serán; Torgal, Niturig y Rasfel, con ustedes estarán los señores de las montañas que los ayudarán a formar barreras, torres de defensa y junto a los herreros forjarán armas, grandes armaduras y utilizarán a las bestias de carga para transportarlas.
             Además contarán con las criaturas de los bosques pardos para ayudarlos a guarnecerlos y curar  los heridos, evitarán que los ejércitos oscuros lleguen a Numeria o quieran cruzar el Rock Druil desde el noroeste. Por último, los ejércitos de reservas que estarán guarnecidos y alimentados por fuerzas que irán llegando más tarde, al mando de Lord Bernald, allí estarán en estado de alerta junto a los druidas del sur y los señores de los vientos harán el papel de mensajeros y de rescate de heridos y de aprovisionamientos de los que están al frente de la batalla.
             Estas fueron las palabras que vienen desde el plano astral a través de la esfera de aire y luego se desvanece.
 
             -Si alguien tiene alguna cosa que agregar este es el momento para que lo saquen a relucir, de lo contrario ya no hay marcha atrás, las sombras nos avanzan desde todos los puntos cardinales y no tenemos tiempo para reproches y malos entendidos, ni para enfrentamientos innecesarios-. Finaliza el gran hechicero mientras fuma su pipa.
              La duda quedo reflejado en cada rostro de los presentes, evitando cualquier enfrentamiento o entredicho entre todos los presentes aceptaron las palabras de los señores astrales.
             -Bueno parece que este concilio llegó a su fin y todo fue aceptado, Gran Hechicero, ¿qué sigue a partir de ahora?-. Pregunta Feus.
             -Ya que todo fue aceptado y el silencio lo avala, todos tienen sus ordenes que llevar a cabo, los que están con los ejércitos de defensa deberán salir antes de la puesta del sol para poder llegar a tiempo a su destino, los que deben partir rumbo a Backethaim deberán hacerlo al instante para recolectar, armar las estructuras defensivas necesarias para la batalla, los que debemos ir al frente tenemos que llegar a la Sierra de los Cuervos para detener el avance de las fuerzas oscuras de Nimus evitando que puedan zarpar desde el Puerto Negro y lleguen a las costas de Numeria-. Finaliza Tifus.
             Ante estas órdenes un gran revuelo se vivió en toda la ciudad, toques de trompetas, ruidos de cascos de caballos por todas partes, la gente eufórica tratan de llenar los carros con provisiones, municiones, todo listo para la partida, escoltados por los enormes ejércitos partirán hacia su destino.
 
             Las fuerzas del mal también se han reunido en un concilio en la torre de la soledad…
             -Veo que mis grandes aliados y los más poderosos hechiceros de las sombras han acudido con tiempo-. Dice Nimus con gran odio y orgullo.
             -Así es gran señor, hemos venido a informaos de la situación-. Dice una horrenda bestia vestida con grandes sedas y una pequeña corona de oro.
             -Mi amigo Nomulor, ¿qué información es esa que traes para mí?
             -Por lo que mis espías han observado, al parecer la repuesta de nuestro enemigo no es la que esperábamos-. Responde con algo de temor en sus palabras.
             -¿A qué te refereis?-. Dice la malvada voz de una mujer que aparece desde las sombras de la sala.
             -Lady Marian, los ejércitos se están dividiendo, grandes fuerzas están yendo hacia el noroeste, otras hacia el sudoeste y una gran fuerza se encuentran en camino hacia el embalse.
             -¿Qué piensas mi señor?-. Pregunta la hechicera a Nimus.
             -Buena movida, una estrategia digna de esperar de quienes van a perecer, tratarán de detener nuestros avances desde todos los flancos posibles, nuestros amigos astrales han organizo bien sus fichas y de seguro nuestro señor Tifus estará con ellos.
             -Esto se va a poner interesante-. Dice con burla Nomulor.
             -Pues prepara tus ejércitos para avanzar cuanto antes, que los esperen en el Bosque Prohibido, manda un par de trulls al Puerto Negro, no quiero que sepan que ya estamos al tanto de sus tretas, yo me ocuparé de prepárales una cálida bienvenida-. Ríe con sarcasmo Nimus. – Envíale un mensaje a Afrán que prepare a sus mejores discípulos para avanzar con todas las fuerzas posibles, y Nomulor, envía otro mensaje a N umil que prepare sus mazmorras, que pronto tendrá carne fresca para alimentarse por el resto de su vida.
             -Enseguida maestro-. Fue su repuesta.
             -Lady Marian, llama a los demás los quiero en la sala del destino ¡ya!
             Con una reverencia se aleja para llevar a cabo la orden al igual que Nomulor.
             De esta manera los servidores del mal se preparan para realizar su próxima movida por su afán de destruir a la humanidad.
             Fuera del castillo, decenas de raros fantasmas cortan el vacio, demonios que se confunden con las sombras pueden verse a través del brillo de sus diabólicos ojos, siempre al asecho de los demás.
             Desde la puerta oscura salen al galope con extrañas criaturas no naturales, los mensajeros del mal a sus respectivos destinos. La gran batalla comienza a tomar su destino, del cual habrá al final un vencedor del cual todo parece ir en destino de la supremacía de las sombras.
 
 
 
            
 
 
 
LA ALIANZA INICIA SU ESTRATEGIA
 
Las fuerzas de la gran alianza parten rumbo a sus objetivos, Bershag, Tonasgel, Feus y parte de las fuerzas élficas parten hacia los reinos oscuros, Torgal, Nituring y Rasfel junto a los fornidos enanos de las montañas guiados por Grumo se dirigen a defender las fronteras del sur y sudoeste.
A la vez que las fuerzas encabezadas por Lord Bernald se dirigen a las planicies de Elunor y a su reino limítrofe en estado de alerta.
Antes de la partida, Tifus entregó el anillo del concilio a los siete señores y los estandartes que representan su fortaleza y su espíritu de combate, los bendijo, realizó un par de conjuros para que las sombras no despierten miedo en los guerreros, temor o inseguridad en las batallas, y así, partieron con el gran hechicero a la cabeza. Sin mirar atrás los grandes jinetes a todo galope se pierden en una gran nube de polvo.
 
En los reinos de Asgul la perspectiva es otra, junto al rey de las sombras se hallan todos sus vasallos, los más feroces, crueles y malignos que pudieran existir se hallan frente al señor de las sombras, al igual que los hechiceros negros, esperan las indicaciones finales.
Así un círculo se forma alrededor del péndulo negro a la espera del gran rey de Asgul.
-Mis grandes y fieles servidores, estamos reunidos frente al péndulo negro, el alma y la fuente de nuestro invencible poder, es el único que nos puede proteger de los hechizos burdos de esos necios astrales, la victoria está de nuestro lado, así que adelante y aplasten a todo insecto que se atreva a desafiar nuestro plan-. Nimus hace aparecer una especie de espejo mágico donde pueden ver la estrategia y avance de las fuerzas enemigas. –Allí vienen, pues estamos esperándolos con gran ansiedad, Afrán te encargaras de sacar del medio a esos hechiceros, mis feroces ejércitos hambrientos de sangre y furia terminaran con sus fuerzas, guíalos a la victoria sin misericordia Numil, Nargol muestra todo tu poder y avanza por el sur, Lady Marian espéralos en el bosque Prohibido por si logran escapar del Puerto Negro de las emboscada trulls, ya que será muy probable que esos torpes sean abatidos en la primera contienda.
Todos contestaron con reverencias y afirmaciones y en pocos segundos nadie quedo en la sala, solo el brillo malvado de Nimus en plena oscuridad. Todas las fuerzas del mal comienzan a contrarrestar el ataque de la gran alianza y continuar así con sus aspiraciones de dominar al mundo y eliminar a los hijos de Morfeo.
Al segundo día de avance, las fuerzas aliadas llegan al embalse del puerto Rey Tuerto, desde allí los ejércitos de Lord Bernald se dirigen hacia Elunor por provisiones y equipamientos y luego guarnecerse en la triple frontera comprendida entre Elunor, el reino de piedra, Valadar y Bockerhaim.
-Llegamos al puerto, aquí en adelante será quizás el sin retorno para muchos de ustedes, la gloria para aquellos que logren volver con la victoria a sus espaldas-. Fueron las palabras del rey Bershag hacia sus valientes guerreros.
-Aquellos que temen la muerte en esta cruzada por salvar este mundo están a tiempo de volver tras sus propios pasos, pero no olviden que huye hoy morirá mañana si nuestra fe es derrotada por esas alimañas, será su deshonor si los pocos que luchamos regresamos con la victoria -. Agrega con autoridad Tasnagel.
Bajo una mirada penetrante, el rey Feus los observa con gran esperanza a los miles de valientes que se negaron a retroceder como ratas y con grito de júbilo asistieron a sus valientes monarcas. Luego de una pausa ingresaron a las embarcaciones, los jinetes buscaron un paso seguro por donde cruzar el Rock Druil, llegaron a un paso de un viejo puente de troncos no muy confiable pero lograron superarlo con gran maestría. Mientras tanto, los insaciables trulls ya están ocultos en los alrededores del puerto esperando la llegada de las barcas de la Gran Alianza, a la vez Nomulor y Lady Marian esperan con vehemencia en el traicionero bosque prohibido.
Todas las planicies al sur de las montañas y bosques pardos están dominadas por miles de ciclopes, trulls, orcos y salvajes Vikhideis, pronto comenzará la lucha contra las defensas desde Alanis hasta Nostergal.
El avance es inmenso, miles de guerreros de las sombras con poderosas armas, animales que devoran todos a su paso, cientos de catapultas que lanzan bolas de fuego, dejan al sol oculto bajo una nube de gris por miles de kilómetros.  Los tambores suenas en todas las direcciones, en un sonar de ritual y comunicación se escuchan hasta la hora del asalto inicial, las trompetas dan aviso de la llegada de nuevas fuerzas a sus filas, la aniquilación será inminente.
Los monjes negros, guiados por Afrán, realizan su ritual oscuro para alimentar su poder en la inmensidad de la noche esperando las órdenes de su señor.
-Os le encomiendo a vosotros integrantes de la Gran Orden que utilicen todo su poder, sus trucos nunca antes vistos para deshacernos de una vez de los entrometidos astrales y de su mensajero Tifus, más de un dolor de cabeza le han dado a nuestra orden, no olvidéis, que fueron sus acusaciones por nuestros actos en las artes oscuras lo que hizo que nos desterrarán y fuéramos echados como animales de la Orden Astral; es hora de nuestra venganza-. Dice con furia y maldad el hechicero.
Los monjes asistieron con la cabeza, ya que solo pueden comunicarse con gestos, no se les conoce rostro alguno, grandes atuendos y capuchas los cubren moviéndose solo en la espesa noche como verdaderas alimañas de las sombras.
Así es el panorama de la cruel batalla de los primeros tiempos, la Gran Alianza ya está en posición, solo resta la fortaleza y la suerte de una confrontación a favor durante los primeros vestigios de la batalla para incrementar la fe y la fuerza de sus valientes y bravos guerreros; pero ante el inminente avance de las sombras que ya están bien ubicados en las planicies y en todo el norte de Nimus, solo resta que la espada de los valientes sea más fuerte que la ferocidad enloquecida e incontrolable de las bestias oscuras.
Habrá alguien capaz de entrar en la mentalidad de los miles de guerreros y lograr mantener la fe, la unión, la fortaleza y la esperanza de salir victoriosos, esa es la tarea de un verdadero rey, quién puede estar mezclado dentro de las propias filas, entre los grandes generales, ser una simple persona esperando resurgir después de esta cruenta batalla.
En la espesa noche las sombras se hacen poderosas ante el avance de los jinetes, en pocos segundos en todo el puerto se escuchan el rechinar de las espadas, cascos de caballos detrás de las bestias trulls que avanzan como insectos por todas partes con velocidad, pero torpes a la hora de la lucha mano a mano; el sonar de trompetas alimentan el entusiasmo de las tropas aliadas, avanzan sin dejarse intimidar de quienes atacan y huyen para no caer bajo el filo de las espadas o ante la embestida de los jinetes.
El primer avance fue favorable pero no hay que confiarse, las fuerzas del mal tienen un increíble poder y siempre son traicioneros, el olor a trampa llena el aire de las planicies, algo espera en las sombras al acecho. Las corridas van por todas partes, los guerreros se dividen en grandes grupos para poder rodear a su enemigo sin dejarles chances de huir o volver con refuerzos.
-¡Acaben con esos mal nacidos engendros del mal, unten sus espadas con su sucia sangre, demuestren el poder de la Marca de los Jinetes Alvinos!-. Fueron las órdenes del jefe de los jinetes de Numeria hacia sus dirigidos.
Todos alzaron un grito con gran fuerza que se escuchó hasta los bosques prohibidos, el miedo invadió a tos trulls que rápidamente comenzaron a desaparecer en la espesa bruma de los bosques, pero los bravos jinetes los siguieron sin piedad para evitar a toda costa que escapen.
El sonar de trompetas hizo que dieran media vuelta y regresaran para defender el puerto, el cual usarán de nexo entre las bajas planicies y las zonas oscuras desde allí avanzar hacia las puertas del mal antes de que las sombras sigan tomando forma y poder.
Con gran desazón y coraje los fieles guerreros aguardan con impaciencia el ataque del enemigo, allí permanecen vigilantes y listos a cualquier acontecimiento extraño.
En los bosques prohibidos, Nomulor y Lady Marian con odio y ferocidad en su sangre buscan la forma de atacar y lanzar al mar a su enemigo que tanto odian más aún después de quedar mal parados luego de perder posición en la primer contienda.
-¡Qué demonios haremos ahora!-. Enloquece Nomulor, bajo la mirada llena de miedo de sus servidores.
-Nos están esperando, son muchos, señor-. Dice con timidez uno de sus capitanes.
-Esas ratas ni siquiera nos igualan en número y poder, como pudieron dejarse vencer e intimidar tan fácilmente.
-Son miles de jinetes y aparecieron por todas partes como una ráfaga, son hábiles y muy bien adiestrados, nunca pudimos acertar con nuestras armas, señor.
-Eso es suficiente, tomen lanzas, arcos y flechas, abran hoyos y trampas por todo el bosque y que ellos caigan como cucarachas, ¡no pueden pensar en algo por ustedes mismos!
-Tranquilo-. Interrumpe Lady Marian.- La verdad hemos subestimado demasiado a esos parásitos, deberemos ser más inteligentes y ambiciosos en el próximo ataque.
Nomulor quedo pensativo por un momento y asistió con una mirada profunda hacia ella.
-Pues encárgate entonces-. Le dice dando media vuelta y desapareciendo en las sombras de la tienda.
De esta manera las fuerzas del mal se ponen en campaña bajo las órdenes de Lady Marian, todos se ponen en pie de guerra y listos para partir luego de que fueron impartidas las ordenes, a pesar de lo difícil de convivir entre trulls y orcos tienen que actuar con mano dura.
Lady Marian logra controlarlos con dificultad y luego comienzan su avance hacia el puerto negro para recuperar el terreno perdido, sin prisioneros es la consigna.
La presencia de Tifus se esfuma por un momento, nadie sabe a dónde se dirigió o cual fue el motivo de su partida y eso le dio algo de temor a los valientes que se sentían más fuertes con su presencia. Su ausencia tiene un justificativo fuerte y poderoso ya que su presencia es requerida con urgencia en el plano Astral.
 
-Has llegado a tiempo, Asral, el peligro de las sombras nos amenaza-. Dice Asmil
-Cómo es posible que eso ocurra, es imposible -. Se sorprende mientras hace una reverencia hacia el concilio Astral.
-Afrán y los monjes de la Gran Orden de las Artes Oscuras, es la causa-. Contesta con seriedad y muy preocupado.
-Nuestros viejos amigos, aquellos que alguna vez fueron nuestros protegidos, nuestros fieles consejeros y aprendices vienen ahora contra nosotros-. Dice pensativo Asral.
-Así es, ellos vienen a luchar contra nosotros, sus mentores, su odio no ha disminuido desde el día que tuvimos que desterrarlos por no aprobar sus métodos, eso nunca pudieron soportarlo.
-Eso significa que tendré que dejar desprotegida a la tierra hasta que nos encarguemos de este problema, luchar contra Afrán y sus monjes negros quienes se dejaron manipular con facilidad con sus métodos, eso es algo que mi conciencia nunca pudo asimilar.
-No fue tu culpa -. Interviene Landor. –Es algo que debimos predecir, es más, lo sabíamos desde los primeros días antiguos, era el destino de lo que vendría y no se podía intervenir en los hechos que nuestro maestro había estipulado, nada mas tratamos de redimir su actos y lograr salvarlo pero fallamos y nosotros tenemos la cuota de culpabilidad.
                -Pero era mi aprendiz, yo le enseñe todo lo que sabe y en este momento puede ser  hasta más fuerte que yo.
                -Has actuado correctamente y con gran maestría es por eso que te dimos los dones y el poder que nos confiere como guardianes de los hijos de Morfeo, tienes todos los privilegios en este plano como en el mundo mortal, solo recibimos a cambio tu gran amistad, sabiduría y fe -. Agrega Cannur.
                -Agradezco semejante confianza pero como actuaremos ahora, los mortales esperan mi regreso para continuar guiándolos hacia la batalla o perderán la fe y la valentía.
                -No debes preocuparte, tenemos tu reemplazo el cual está previsto  en las escrituras del Amán, un gran guerrero del linaje del gran maestro nacerá entre los hombres para guiarlos con dedicación, con una extraordinaria valentía y fuerza que hasta haría temblar a todos los reyes de Geo, él está entre los hombres-. Hizo una introducción Asmil.
                -Tú lo conoces, el gran Jinete Nocturno-. Interviene Cannur.
                -Pero si desde que cayó prisioneros de los monjes oscuros su historia tuvo su fin.
                -Logramos rescatarlo desde su prisión en Domelg, Afrán lo uso de señuelo contra nosotros pero logramos disuadir a los guardias y lo liberamos, ahora se encuentra oculto junto a los ejércitos en los Bosques Pardos al cuidado de los elfos, ellos evitan todo rastro que los espías de Nimus puedan encontrar. El tiene la misión de reemplazarte cuando llegue el momento, parece que antes de lo previsto-. Contesta Landor a las dudas del gran hechicero.
                Asral quedó sin aliento por la noticia y medita su decisión al consejo.
                -En ese caso deberé hablar con el Concilio de los Señores y estén preparados para lo que se avecina.
                -El mundo deber encarar esto solo, nosotros le dimos el primer paso para que ellos puedan proseguir sin temor y con valentía hacia la batalla  final, nosotros ahora deberemos terminar lo que nunca debió empezar-. Agrega Asmil.
                Las fuerzas encabezadas por Bershag llegó a Angor en su avance por territorio enemigo, sus espías comunican que los señores de las sombras se hallan guarnecidos en Nul, y que ejércitos de orcos y trulls se hallan amenazantes por todo el bosque prohibido.
                -Tendremos que armar barricadas y que los mejores arqueros estén listos, no quiero sorpresas esta noche que tus ejércitos estén preparados Targat, tu reputación con el arco nos servirán de mucho.
                -Mis arqueros están listos y en posición, esta noche sus arcos cantarán para ustedes.
                -¿Alguna noticia de Tifus?-. Pregunta preocupado Bershag.
                -Acaba de llegar un mensajero halado con un mensaje del hechicero mi lord-. Dice con una reverencia uno de sus soldados.
                El poderoso rey lee con atención la nota y sus ojos se llenaron de bruma y desasosiego por el contenido del mensaje.
                -¿Algún problema?-. Interviene Feus en la conversación.
                -Hay problemas en el plano Astral, la guerra llegó a ellos a través de los señores errantes y Tifus debe quedarse  a combatirlos, nos informa de un extraño guerrero entre nosotros de gran linaje que fue enviado por el concejo para guiarnos-. Responde algo desconcertado.
                Todos se miraron extrañados y dubitativos, un silencio encierra a los presentes dentro de la tienda de campaña, pensando en cómo tomarán la noticia sus filas.
                Sin darse cuenta una presencia sale entre las sombras de la tienda sobresaltando a los presentes quienes sacan a relucir sus espadas.
                -¡Quién se atreve a interrumpir al consejo!, quien te dio autorización para entrar aquí de esa manera, habla antes que te colguemos por insolente-. Dice con enojo Tasnagel.
                -No temáis gran consejo, soy talyerin el enviado, he viajado desde los bosques pardos oculto entre sus filas, he observado cada movimiento y tácticas no está nada mal por ser la primera batalla a la que se deben enfrentar contra los ejércitos oscuros de Nimus el cual su gran poder y la de todo su corte se centra en el péndulo oscuro, ahí es donde tendremos que llegar y destruirlo.
                Feus estudia al recién llegado con desconfianza, una persona esbelta de buen porte y físico adecuado para la batalla, vestido con simples ropas de campesino lleva su espada a un lado y un par de dagas en la cintura.
                -Te damos la bienvenida y los respetos en nombre del estandarte de la gran Alianza, guíala con fe y valentía por el campo de batalla, te damos una disculpa por el comportamiento inusual y juramos sacrificar nuestras vidas con honor y honestidad-. Dicen los presentes mientras le dan una reverencia de aprobación.
                -No hace falta juramento alguno, es mi deber como enviado del consejo astral, salvar sus almas y guiarlos a la victoria o morir por su libertad.
                -Está decidido, tomarás el lugar del hechicero hasta su regreso, hónralo con tus buenas acciones y serás recompensado con gloria y riquezas nunca vistas si logramos mantener los pies en estas tierras-. Fueron las palabras de Tasnagel.
               
                Así finaliza el día en medios de cantos y festejos para liberar la ansiedad y tensiones de la gran batalla que se avecina, los primeros pasos fueron dados logrando un avance y recuperación de terreno, tiempos difíciles se avecinas para los hijos de Morfeo.
                En los bosques prohibidos les esperan grandes problemas para poder llegar hasta Nul y desde allí llegar hasta la Sierra de los Cuervos, mientras todo esto ocurre los hechiceros errantes buscaran tomar su lugar en el consejo Astral, desde el sur amenazan las hordas Vikhideis, los problemas recién comienzan.
                Los mensajeros de la gran Alianza llegan de todas partes trayendo noticias a la vez que en Backerhaim llegan los primeros heridos de las contiendas en las planicies y los ejércitos de reservan parten con armas y provisiones hacia el puerto. Hay que mantener la postura y la fe en la alianza de los hombres.
 
 
 
 
 
 
 
 
 

ACORRALADOS
 
                Las sombras avanzan desde el sur, Nargol y los salvajes Vikhideis junto a los hechiceros errantes avanzan a gran velocidad sobre Nostergal y el reino Thung, arrasando con las pocas defensas, Atilus y Azgord se ven amenazados donde sus fuertes murallas no resistirán la gran envestida.
                -¡Derribad las murallas laterales!, ¡traed a las bestias!, ¡preparad las catapultas y los fuegos!, aplastemos a esas pulgas-. Fueron las órdenes de los capitanes orcos.
                Las ciudades atacadas se defienden con todas sus garras, los guerreros lanzan con efectiva puntería sus flechas contra el enemigo, los veloces jinetes comandados por Rasfel y Torgal dan una acertada envestida al corazón de sus fuerzas.
                Esto no intimida demasiado a las fieras fuerzas orcas que rápidamente vuelven a reagruparse abriendo paso a las fuerzas de Nargol rodeándolos a través del paso oscuro Y los bosques pardos, allí chocan con los ágiles elfos comandados por Elindan, reforzadas sus filas por las excéntricas criaturas gigantes guardianas de los bosques llamadas Ents.
                La batalla sigue su curso, una lucha feroz sin control, sangrienta y despiadada, las grandes bestias destruyen con potentes armas toda resistencia defensiva sobre los límites de Nostergal y los alrededores de Azgord. Las grandes bestias trulls usan sus pesados cuerpos como escudos destrozando con facilidad toda barricada a su paso, otras bestias haladas aparecen desde las oscuras nubes montados por extraños seres musculosos ocultado sus rostros con oscuras capuchas, su feroz ataque sobre los jinetes hacen asustar a los caballos a la vez que lanzan bombas incendiarias en toda la planicie haciendo retroceder a todos los combatientes en las planicies.
                Los soldados se agrupan entre los bosques pardos mientras en los cielos las bestias haladas hacen silbar los vientos a su paso, el aire tenebroso rodea al bosque donde los ejércitos tratan de recobrar sus fuerzas.
                Los mensajeros tratan de abrirse paso sobre las filas enemigas para poder llegar a su destino y conseguir refuerzos contra esas bestias imposibles de derribar. Pero un milagro llega desde el corazón mismo del bosque, extrañas figuras verdes encapuchadas viajan a gran velocidad por los copos de los árboles hacia el enemigo dejándolos sorprendidos.
                Observan cómo se colocan entre los heridos y los trulls empezando a entonar un extraño silbido agudo y letal que hacen estremecer los tímpanos de los ejércitos oscuros haciéndolos retroceder y huyen despavoridos; uno de ellos se acerca a Rasfel con una herida en la pierna derecha y le entrega un extraño instrumento, con unas señas le dio a entender que lo utilicen contra las hordas oscuras o las bestias haladas.
                -Pertenece a la dama Avelië de las altas cumbres del otro lado del Rock Druil-. Le indica uno de los soldados elfos de los bosques pardos.
                Por lo que entendieron que provienen de los valles de los grandes druidas, quienes se los conocen por los increíbles poderes mágicos que poseen.
                Así como llegaron en cuestión de segundo desaparecen y los ejércitos comienzan a curar a sus heridos, reagruparse y acampar para poder continuar con los siguientes pasos de acción. La noche llega y los elfos pardos llegan con hierbas medicinales y alimentos para ayudar a recuperar fuerzas y confianza bajo la atenta vigilancia de los distintos capitanes.  
                Los combates se sienten desde  las fértiles planicies hasta las altas cumbres, todo es caos, sangre, muerte y destrucción, nada detiene con facilidad a las bestias oscuras.
                En el plano astral comenzará a liberarse la batalla que dará un giro a la existencia de las razas, lo que determinará la supervivencia de los hijos de la tierra  o la destrucción por el yugo oscuro. Tifus y el consejo astral son rodeados por los hechiceros errantes, Afrán comienza así su más deseada venganza por haber sido desterrado del gran círculo junto a sus seguidores, ahora, mezclando sus conocimientos con las artes oscuras se convierten en los más peligrosos seres mágicos.
                -¡Aquí estamos grandes señores!, la fuerza que ustedes un día despacharon como basura hoy se presentan para reclamar justicia, seremos nosotros los que gobernaremos desde esos tronos. Ríndanse y quizás sus almas puedan salvarse o perecer en las grietas de las profundidades-. Grita con gran estupor al llegar a las puertas de la torre astral.
                Tifus y el consejo se preparan junto a un puñado de los más experimentados guerreros, están listos y preparados al otro lado de las puertas latentes a lo que el destino les tiene preparados.
-Bien, este será el gran día en el que el mundo conocerá el porqué el consejo astral ha existido desde los comienzos del universo y ha luchado por mantener el orden y la paz, deteniendo a las sombras. ¡Demuestren el orgullo de ser un señor astral!,  y sus nombres serán ilustrados en cada estrella en el firmamento, donde serán vistos y recordados por las almas vivas de cada hijo de Morfeo que hoy vosotros salvéis-. Con estas palabras de aliento, los guardianes astrales se preparan con fuerza para defender su fortaleza.
Las hordas de los hechiceros errantes están tratando de derribar las pesadas puertas de cristal mágico que bloquean la entrada principal al palacio, con gran agilidad logran atravesar esa primer defensa impenetrable para cualquier ser, pero no para los hechiceros del mal que conocen  cada secreto y cada debilidad de este lugar.  La batalla continúa en cada punto del mundo, las mazmorras en la grieta de las profundidades es testigo de los innumerables y terroríficas torturas que las carroñas orcas realizan sin piedad sobre los prisioneros que caen como moscas en sus redes.
Alaridos, gritos de dolor, olores nauseabundos, la sangre corre por cada rincón del lugar que hacen deleitar las almas oscuras de sus perpetradores. Decenas de carroñeros buscan su apetito en los cientos de cadáveres se encuentran esparcidos en una gran sala que utilizan como depósitos, juntar las partes frescas que luego le servirán como cena y arrojan el resto a los pozos del olvido donde los fuegos del infierno arden con gran terror.
Una larga mesa en la sala central se encuentra llena de restos, bebidas que se desperdician por todas partes, un horripilante banquete se hallan a la vistas de cientos de esclavos enjaulados quizás esperando el mismo fin. Todo ocurre con tranquilidad hasta que las trompetas anuncian la hora de prepararse para la gran batalla, todo está listo para dirigir las fuerzas oscuras hacia la Sierra de los Cuervos; el rey Nimus no quiere perder tiempo ni terreno ni ningún tipo de sorpresas; no tardan demasiado en derribar las puertas y entran llenos de furia con la mente puesta en un solo botín, la corona astral.
En la parte central, en el jardín de la vida, los esperan los guardianes comandados por Tifus dándoles una cálida bienvenida deteniéndolos con aros de fuego ahogantes. Con una sonrisa maléfica, Afrán solo realiza un chasquido de dedos y el aro de fuego se convierte en gigantes serpientes que atacan sin piedad a la guardia astral.
-Eso es lo que mejor puedes hacer, porque estás aquí tu en lugar de esos miserables a caso me temen, verán su destrucción y yo seré su nuevo amo y señor del plano astral.
-Siempre has tenido un lengua muy venenosa, tú mismo procuraste que te desterraran de este lugar, eras nuestro mejor alumno eras como un hijo para nosotros-. Arremete Tifus arrojándoles rocas que caen desde el cielo.
-Tú siempre tan débil, tus hechizos son nada comparado con mi poder, ¡acaben con todos!-. Fueron las órdenes de Afrán a sus seguidores negros.
Como una horda de insectos los hechiceros errantes caen sobre los guardianes astrales, son enfrentados con valentía y poder sin dejarse intimidar. Sus mentes y almas están bien preparadas y entrenadas para este tipo de situaciones.
La contienda es más dura de lo que parece, poderosos hechizos pueden verse en ambos bandos, bolas de fuego, criaturas gigantes, rocas que caen del cielo, poderes de congelamiento, son intercambiados entre los contrincantes, las heridas son leves y nadie parece ceder terreno. Desde una de las torres del lado izquierdo observan cuidadosamente cada movimiento los miembros del consejo buscando un punto débil en su enemigo.
-Su poder es increíble y ha aumentado en gran volumen y magnitud, todo ese incremento proviene de trabajar con las artes oscuras, Nimus tendrá un grave problema si Afrán decide desafiarlo no podrá controlarlo-. Dice Asmil.
-Aunque noto una parte inestable en su mente que no le permite ver más allá de su capacidad, tal vez eso este de nuestro lado, las artes oscuras que crece en su interior al mismo tiempo lo enceguece por suerte para nosotros-. Agrega Cannur.
Destellos de luces, fuegos y rocas caen por doquier a causa del choque de las poderosas energías que manipulan las fuerzas de la luz y la oscuridad. Nadie cede, la lucha está en igualdad de condiciones quizás por respeto donde se estudia el movimiento de cada contrincante, no hay margen para el error; los dos grandes líderes, Tifus y Afrán tienen su pelea a parte en un espacio infinito donde solo están cara a cara en un desafío sin igual, una batalla sin cuartel.
-Aún tienes tiempo para rendirte y salvarlos a todos, mi lucha no es contigo sino con tus mentores traidores o pelea y muere como lo que eres una simple marioneta de quienes solo les interesa sus propias vidas-. Dice Afrán a su antiguo maestro.
-No te daré tal gusto si he de morir por una causa leal y transparente no lo haré como un cobarde y lucharé hasta que te haga entrar en razón-. Contesta Tifus atacando con gran enojo y poder, usando poderes de energía lo envía con todas sus fuerzas hacía Afrán a la velocidad de la luz lo derriba sin pestañar. Se levanta aturdido logrando mantenerse en pie con una sonrisa maliciosa lo mira con ojos desafiantes y profundos.   
-Parece que eres bueno al final, tienes buenos trucos bajo las mangas, me gusta ya que tendré un buen desafío después de todo, quizás alargue tu agonía un poco más y te haga sufrir aún más.
Lanzando rayos de luz hacia el cielo se forma una masa de aire caliente, sofocante, que rodea a Tifus hasta que lo hace arrodillar y perder el equilibrio contrarrestando el hechizo con una ráfaga de hielo que congela a su adversario, pero eso no detendrá por mucho al mago oscuro.
Es una batalla pareja desde otro plano en la que solo se encuentran entrelazados en una lucha en donde solo existe el desafío entre maestro y alumno por demostrar quién es el mejor. No hay ventajas y eso preocupa al consejo astral quienes no se dejan esperar y deciden prestar batalla antes de que esto llegue más lejos.
-Llego nuestro momento es nuestro destino terminar con lo que empezamos y que nunca debimos dejar pasar-. Dice con desgano Asmil, al mismo tiempo en el que todos asisten con sus miradas frías y penetrantes. Meditan unos minutos para iluminar su energía interna hacia el exterior, y sus cuerpos con viejos harapos  se transforman en jóvenes con vestiduras elegantes con adornos de rubíes que iluminan a la tierra con su potente luz.
-Parece que al fin deciden dar la cara a su destino final pues verán la luz por última vez antes de ser sometidos al yugo de Nimus y a su nuevo mundo.
-Veo que no has cambiando en absoluto, sigues siendo el mismo perro faldero, incompetente, insensato que no reconoce su verdadero potencial que pudo hacer el bien y nunca el mal-. Le contesta Landor.
-Tú siempre hablando de lo que es bueno o de lo que es malo pero nunca me consideraron uno de ustedes, no supieron reconocer mi brillante estilo y poder, eso los asustó por eso decidieron exiliarme en la oscuridad, ¡ustedes son los verdaderos culpables!
-Tú poder siempre fue el mejor has sido siempre nuestro preferido, pero tu afán en lo oscuro te encegueció y no tuvimos más remedio que impedir que siguieras confundiendo a todos con tus caprichos al resto-. Contesta Asmil.
-Basta de palabras sin sentido, vengan a ver lo que les tengo preparado para ustedes, porque después de esto me sentaré en el lugar que me corresponde.
-Eso es lo que siempre codiciaste, no te bastaba con solo ser el mejor aprendiz, tus intensiones eran otras pero nunca demostraste el  valor, la fe o la luz interna para pertenecer al consejo; debiste mezclarte con las artes oscuras para lograrlo ¿no?. Pero aquí se terminará tus ilusiones y seremos nosotros tus creadores los que te daremos fin-. Contesta con furia Ardimil.
La contienda comienza a ponerse dura, los inmensos poderes pueden verse y hacer temblar la tierra desde donde las cosas se ponen difíciles, las hordas oscuras ya ocupan toda la planicie a lo largo de las montañas pardas, hasta más allá del horizonte de los reinos Vikhideis, Nargol ya tomó control de Nemis y Atilus, aún hay focos de resistencia en Azgord.
Los ejércitos de centuriones comandados por Torgal, Nituring y Rasfel combaten en Azgord para impedir que la ciudad más importante de Nostergal caiga en manos de las sombras, están a la espera de los refuerzos, los jinetes reales de Zord vienen desde el Norte. Nargol envía a varios de sus generales a que se dirijan a Alenis, que en estos momentos solo esta guarnecida por uno de los generales de Niturig, el gran estratega de mil batallas, Ator el martillo, al oeste de Alenis en una vieja posada en Junc, donde se reúnen las hordas de hombres más repugnantes, bandidos y feroces, los que no le temen a nada ni nadie y que solo viven para sí mismos.
Se encuentran preparando sus armas para evitar que los Vikhideis se apoderen de sus almas, porque ellos no respetan a nadie ni estandarte ni corona, pero odian que otros los esclavicen buscando salvarse por sí mismos. Sus fuerzas son numerosas, lo suficiente como para evitar la primera envestida enemiga, con solo su coraje y una afilada espada para atravesar gargantas les bastan para eliminar a cualquier oponente.
Montan sus caballos y como grandes jinetes que son desafían la noche y al viento frío del bosque para dirigirse hacia Alenis y desde allí rodear los bosques pardos y detener a esas hordas de salvajes. Las poderosas sombras irrigan su maldad a lo largo del Rock Druil, donde hay un feroz avance de las fuerzas del Cáliz de la gran alianza bajo la furia latente de las fuerzas orcas y trulls, los cuales una gran parte de sus ejércitos conquistaron sin resistencia la ciudad de Acrópolis y donde tienen prisionera a la princesa Rustë. De esta manera el sur quedo en poder de los Vihideis y pronto iniciarán su avance por el reino de Winngul donde las grandes defensas los esperan mientras la resistencia se mantiene firme en Azgord, todo está en manos de la fe y valentía de aquellos hombres donde el corazón de todos tienen como anhelo la libertad.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
               
 
               
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
GOLPE DE LIBERTAD
 
Los enfrentamientos salvajes a los largo de los bosques y montañas pardas son duras y brutales, Nemis y Atilus cayeron en mano de los orcos y todo sigue con crueldad y valentía en las puertas de Azgord. Las fuerzas de Torgal dejaron la frontera para defender el paso oscuro y evitar que las sombras entren en Numeria y guiarlos hacia los bosques pardos donde serán abordados por los elfos comandados por Elindan; forjan impenetrables barricadas ayudados por Grumo y sus fuertes herreros de las montañas.
Los ejércitos de Rasfel forman varios grupos de centuriones y fuerzas de choque para dar un último golpe sobre las fuerzas errantes y avanzar hacia Domelg. El sonido de trompetas suena por todos los confines de las montañas y llegan hasta más allá de los bosques, llegando débilmente hacia Alenis. Allí los bárbaros provenientes de Junc preparan una defensa estratégica nunca vista ni por el mejor ejercito del mundo.
Su gran líder Valastol a quién respetan y temen, da sus últimas instrucciones a sus seguidores para emprender el ataque hacia los mismos confines del reino Vikideis, hacia su capital Tirkit; movidos solo por las ideologías de liberad; equipados con lanzas, rústicos arcos, pesadas hachas de doble filo, espadas de acero sólido y relucen con los rayos del sol, como grandes jinetes galopan a gran velocidad hacia Tirkit sin miramientos y temor.
                -Al llegar a la ciudad armen el avance con los grupos de lanceros y arqueros para abrirle paso a los jinetes por los flancos, ataquen con todo y no los dejen respirar-. Ordena con furia Valastol mientras todos asisten sin vacilar a tomar posición, el golpe de escudos, el relinchar de caballos y el sonido de las trompetas hace estremecer los muros de la ciudad.
                Torgal y Grumo llegan a tiempo al paso oscuro ya que las fuerzas de Nargol tuvieron problemas para cruzar el traicionero lago de Anilus que es alimentado por las aguas que descienden de las montañas pardas y se pierden en los bosques pardos.
                Allí durante la noche, las fuerzas de Torgal fueron visitadas por Irendë, las cuales se hallan un poco debilitadas por los combates anteriores y los largos viajes que soportaron hasta el paso oscuro, como también los esfuerzos en la construcción de las torres defensivas.
                Un extraño ser alado se le aparece al gran Torgal…
                -¿Quién eres tú pequeña mujer alada?.
                -Soy Irendë la mística hada de los bosques y los señores de los bosques me han mandado, el señor Elindan les pide que traten de desviar a los intrusos por el bosque, bajo ningún concepto deben escapar del paso oscuro desde allí ellos se encargaran-. Fueron sus palabras y desaparece en la espesa vegetación.
                Sin miramientos sigue los consejos de Irendë y da las nuevas directivas a sus ejércitos, construyen barricadas sobre las salidas del lago, abren brechas falsas hacia los bosques para disuadirlos de que pasen por el paso mientras arqueros expertos usan sus acertadas flechas para obligar al enemigo escabullirse hacia el bosque.
                Varias horas transcurrieron del enfrentamiento en una cacería sangrienta hasta que las fuerzas enemigas caen en la trampa y se despliegan por el falso sendero, las fuerzas de Rasfel vitorean al fin y dejan todo en manos de los elfos de los bosques, en cuestión de segundo se escuchan el canto de miles de flechas por los vientos y alaridos de dolor de los enemigos se escuchan con una voz atroz y desgarradora.
                Luego de que la contienda llegara a su fin los ejércitos se reagrupan para curaciones y descansar.
                -felicitaciones camarada al fin una buena victoria para nuestras fuerzas-. Dice Rasfel a un herido Torgal en una de sus piernas.
                -Gracias señor, todos se merecen una buena ronda del mejor licor de toda Numeria-. Contesta con gran sonrisa burlona.
                Rasfel solo asiste con una palmada en su hombro.
                Varios días transcurrieron y sin descanso quedo todo el paso oscuro bien defendido con grandes murallas y torres muy fortificadas impenetrable e infalibles con miles de arqueros en custodias liderados por Marlon el gris, a la vez que el grueso de las tropas inicia su avance hacia Nemis y desde allí acorralar el asedio de Azgord.
 
 
                -Yo quedará aquí con una pequeña guarnición de mis mejores leales, mi pierna no está lista para cabalgar a penas pueda estar en pie te alcanzaré, viejo amigo-. Dice Torgal.
                -Extrañaré tu presencia en el campo de batalla pero no me opondré a tu deseo, trata de no quedar muy rezagado porque en la próxima victoria me llevaré solo los laureles-. Se despide Rasfel con un buen apretón de mano.
                Así se despiden y se separan grandes amigos, los jinetes se pierden en las oscuras sombras que rodean los lagos de Anilus a toda marcha hacia Nemis antes de que Azgord caiga.
                Los ojos espías de Nimus pronto llegan con las malas noticias a su Señor y esto causa una gran cólera al corazón del oscuro.
                -Esto es intolerable, como pudieron caer de esa manera mis ejércitos con tanta facilidad; ¡abran las puertas y que salgan los Grangor que su furia arrase toda la tierra-. Ordena con furia el rey oscuro a sus sirvientes.
                Con un gran terror sus sirvientes dan las nuevas órdenes a los capitanes de mazmorras para que liberen a las bestias, los mismos con dezmero abren las rejas con cautela, un error y serán devorados por estos seres de fuego que nacieron de las mismas entrañas de las profundidades.
                Las gigantescas mole de fuego y piedra salen a paso torpe temblando todas las montañas a cada paso que dan, así se dirigen hacia los páramos de las tierras bajas llevando devastación y desolación.
                  
                Las fuerzas de choque lideradas ahora por un príncipe de linaje astral llamado Talyerin, siguen su paso triunfal por los bosques prohibidos tomando la pequeña fortaleza en Angor, la escasa resistencia que presentaron dan un buen punto de abastecimiento y control a las fuerzas aliadas.
                -Aún no se relajen, preparen las barricadas, fortifiquen esas torres con escorpiones y ballesteros, preparen esas catapultas para lanzar bombas incendiarias, rápido no se duermas o serán la cena de los orcos-. Ordena con firmeza Bershag.
                -Buen trabajo gran soberano, un gran líder con sangre de rey sin duda-. Alienta Talyerin.
                Bershag asiste con una reverencia mientras espuela su caballo para dirigir el frente de defensa, no quiere sorpresa alguna desde las sombras.
                Lady Marian y Nomulor reorganizan el ataque por ambos flancos con orcos vestidos con cota de mallas reforzadas en oro negro, yelmos de acero infinito, escudos de material fundido y cobre, espadas cortas y efectivas.
                -Adelante, eliminen sin piedad a esos apestosos y cenarán esta noche la gran victoria para las sombras-. Estimula Nomulor a sus dirigidos.
                Llevando consigo decenas de catapultas, arietes, plúteos, y onagros, avanzan con cantos llenos de maldad y odio, avanzando en grupos de centurias van rodeando el camino desde Nul hacia Anzor con los dos generales oscuros montados en gigantes golem, formas amorfas de piedra no muy inteligente pero de fácil control.
                Una ansiedad de terror alimentan la ferocidad de las fuerzas oscuras, todo a su paso se convierte en polvo negro, con un olor azufre sofocante destructivo. Avanzan con paso seguro y ordenado, las fuerzas de choque adelante guían las armas de asedio, bestias gigantes lo siguen para detener cualquier tipo de ataque de artillería o  infantería, luego las fuerzas de invasión y destrucción a la retaguardia; vestidos con fuertes armaduras, cotas de mallas doradas, yelmos de acero de gran porte, espadas de doble filo, escudos puntiagudos que cubren casi todo el cuerpo, una verdadera fuerza indestructible; con el afán de recuperar a como dé lugar los territorios perdidos en manos de las fuerzas aliadas.
                Los caminos están vacios y desolados, decenas de espías y mensajeros recorren todos los rincones de la tierra llevando noticias en ambos bandos, no son muy novedosas las noticias para las distintas formaciones los cuales deberán reforzar sus esfuerzos si desean tener resultados.
                Pequeños grupos de mercenarios y ejércitos llegan desde los más incognitos lugares del mundo, guiados por la luz y la libertad, otros grupos llegan de las planicies de los mundos druidas del norte para usar sus poderes naturales como barrera de contención guiados por esfinges voladores en forma de león, amplias alas y cabeza de águila.
Las fuerzas llegan a Angor durante la puesta del sol y se reportan ante el rey Bershag con las directivas respectivas, con un suspiro de alivio le dan la bienvenida y da sus respetos para que acampen, se alimenten y descansen; Andor es su guía, un ser de apariencia fuerte y de buen porte, con raros ropajes típicos de hechiceros. Tiempo después los cuernos suenas anunciando la llagada de más fuerzas, los mercenarios del oeste con distintos ropajes salvajes pasan por las puertas de la fortaleza y se presentan ante el rey para prestar servicios por una misma causa; no ser gobernados por ningún ser oscuro.
El sol asoma por el horizonte, la noche llega a su fin sin sobresaltos pero en el aire se anuncia que las sombras pronto están al asecho nuevamente, un pequeño brindis y anuncios al resto de los generales por la llegada de las nuevas fuerzas dando tranquilidad y alegría a las aspiraciones de cada uno de los presentes.
-Gracias por acudir en esta contienda a nuestro favor-. Dice Barshag.
-Aunque no es nuestro problema sus asuntos no queremos ser diezmados por esos buitres de Asgul-. Contesta el general mercenario.
-Grandes serán las riquezas que tendrás en agradecimiento si salimos victoriosos en esta causa, yo en persona haré que sean recompensados-. Tranquiliza Talyerin.
-Nuestra decisión  fue tomada gracias a que sabíamos de tu presencia joven príncipe, tu linaje obliga a obedecer sin reparo cuando nos llaman a las armas, tu gratitud y presencia es nuestra gratificación.
-Gracias Narxox, conozco tus hazañas y el valor de tus espadas, será un honor tenerte en mis filas.
Luego de tantos elogios cierran sus pactos con un brindis de finos licores, así todo está listo para esperar al enemigo.
Antes del mediodía todo estaba organizado, las altas murallas y torres están defendidos por los mejores arqueros y jabalineros, grupos de diez fuertes mercenarios los respaldan con sus hachas de doble fila cada dos metros, grupos anti asedios colocados a lo largo interno de toda la fortaleza, las entradas protegías con vallas y afiladas estacas en un radio de veinte metros hacia el frente y la retaguardia, los flancos están protegidos por desniveles y riscos impenetrables, pero con pequeños grupos de arqueros y ballestas apostados.
Toda la defensa del paso está listo, una vez que las fuerzas oscuras sean derrotadas los jinetes abrirán pasos y brechas para tomar posición en la retaguardia del enemigo antes de que puedan ser alimentados por el resto del ejercito que salen de las puertas de Asgul; los grupos de druidas se instalarán cerca de los bosques prohibidos para utilizar todo su potencial para no hacer fácil la avanzada enemiga.
Antes del anochecer las trompetas suenan anunciado la llegada del enemigo, todos están listos y preparados, las armas cargadas y listas, escudos y armaduras brillan enfundando gran temor hacia los ojos del enemigo. Los gritos de los generales y capitanes suenan en todos los rincones de la fortaleza, las catapultas incendiarias están listas a disparar, los arcos se tensan y las ballestas esperan para que sus flechas silben por los aires, las espadas flamean de un lado a otro esperando ser pintadas de negras sangres oscuras.
Los golem se aproximan por el camino principal capitaneados por Lady Marian y Nomulor con una mirada feroz e insaciable, su oscuro orgullo hacen mover montañas de tanta maldad.
-Pronto las mazmorras de Numil estarán repletas, ¡sin piedad!-. Ordena con furia Lady Marian.
Los primeros en avanzar con locura fueron los ejércitos alados que se dividen para atacar los flancos, allí son bien contenidos por los ballesteros y las balistas colocadas estratégicamente para dar caza a cualquier criatura alada de pequeñas o grandes dimensiones.
-¡Resistan!, no se dejen intimidar por su fuerza-. Da aliento el príncipe Talyerin.
-¡Arqueros preparados!-. Ordenan cada división tensando sus arcos y apuntando a sus blancos sin nerviosismo.
-¡Catapultas, ahora!-. Grita un comandante, decenas de bolas de fuego son lanzadas al enemigo recibiendo grandes golpes y bajas.
Estos no se enmudecen y siguen su avance tratando de resguardarse detrás de las gigantes bestias cíclopes evitando así las miles de flechas.
Una segunda lluvia de flechas sale disparadas sin piedad hacia los oscuros orcos y trulls que están cerca de la entrada y son detenidos por las enormes estacas y trampas colocadas alrededor de la fortaleza.
Las armas de asedio enemiga no pudieron llegar a sus puestos gracias a las fuerzas defensivas complicando los planes de Nomulor.
-Derriben esas barricadas, no estén ahí parados bestias-. Grita con odio.
Los ciclopes se apresuran torpemente para lograr sobrepasar las barricadas antes de que sus filas sigan disminuyendo, el trabajo fue complicado y agotador bajo las interminables lluvias de flechas y bolas de fuego que caen a su alrededor causando incendios de la maquinaria pesada, de las torres de asalto, miles de caídos a sus espaldas, poniendo nerviosos a las huestes oscuras al ver que no logran afirmar sus fuerzas sobre la del enemigo y no tienen reacción.
-¡Sigan atacando!, esas bestias no deben tener oportunidad de pasar las barricadas, denle con todo, prepárense para salir al combate-. Grita Bershag mientras observa el movimiento enemigo desde una de las torres.
Las catapultan lanzan barriles de brea y aceite para luego usar braseros y antorchas e incendiar así toda la zona, sobre todo en los sectores de más poder enemigo. Quieren causar el caos generalizado y lograr que se replieguen para dar la estocada final.
 La batalla del paso, como será nombrado en los cantos e historias venideras está llegando al punto crucial, los ciclopes logran derribar un sector de las barricadas y los miles de orcos aprovechan la brecha para colocar las escaleras y torres móviles, pero son rápidamente eliminados por las hachas mercenarias de Narxox y las miles de flechas con puntas incendiarias que caen desde las torres.
Otro grupo de alados se aproximan desde la retaguardia y los flancos, pero los ejércitos bien entrenados y acostumbrados a estos tipos de asedios lo detienen sin problemas, la confianza los desbordan y los enceguecen, pero aún nada está dicho.
Los ojos vigilantes de Nimus irradian odio e impotencia al no poder recuperar el paso, es el único punto desde donde puede focalizar toda su invasión al resto del continente.
Los cuernos enemigos suenan en el área, la llegada de los Grangor fue en el momento exacto, las huestes le abren paso para que su furia derriba las puertas de la fortaleza y la confianza de las sombras vuelven y re reagrupan para dar la última embestida.
-¡Que malditas cosas son esas!-. Se sorprende Feus con miedo en su rostro.
Talyerin se asoma por las murallas sin creer lo que ve, bestias gigantes de piedras nunca antes vista, el tema como luchar con esas bestias.
Narxox se acerca y cuenta todo lo relativo a esas bestias…
-De dónde venimos conocemos a fondo a esas bestias, son seres nacidos de las mismas entrañas de las montañas, fundidos de la misma piedras con sangre candente de la tierra, no tienen mente propia ni piensan por si mismos el mal los guía, el olor de la sangre lo atrae como vampiros en la noche, son fuertes y nada los derriba, lo único que podríamos lograr es luchar piedra con piedra o guiarlos para que caigan en los precipicios.
El príncipe intercambia miradas con sus monarcas y capitanes, piensa unos segundo luego de observar que no cuenta con pesadas piedras para atacarlos y los muros son indispensables para usar sus piedras, tienen que lograr que se dirijan hacia las barrancas.
Sin pensarlo más corre escalera abajo, da par de órdenes a su caballería y salen a toda velocidad por las puertas hacia la nueva amenaza, mientras los arqueros y ballestas cubren su avance lograr llegar cerca de las bestias a pesar de los pocos orcos que intentan detenerlos les fue fácil librarse con la fuerza de sus caballos.
Unos grupos de centuriones, fuerzas mercenarias y parte de las fuerzas reales salen a luchar a campo abierto para limpiar el camino de los orcos y alimañas que rondan las murallas, protegidos siempre por las flechas y los incendios que rodean y evitan el avance del groso de las fuerzas enemigas.
-Vamos escoria, caminen y avancen rápido, abran brechas por esos riscos, corten árboles y armen puentes antes de que seamos derrotados-. Ordena Lady Marian mientras son guiados por Nomulor y varios de sus capitanes.
Decenas de hachas castigan los páramos cercanos para utilizar los pesados troncos para armar un puente que les permita llegar sobre las murallas de la fortaleza, los arqueros se enfocan a evitar esta tarea con facilidad, pero varios troncos fueron suficiente para lograr un pequeño paso por donde aprovechan miles de orcos y bestias logran pasar.
Con alboroto saltan las murallas siendo contenidos por los grupos mercenarios y otros miles de la guardia real que suben apresurados por las escaleras para evitar que salten los muros.
La contienda sigue cuerpo a cuerpo por los muros, con choques de espadas y golpes de escudos sin cesar, el empeño de los arqueros y ballesteros se esmeran para que no sigan subiendo, las flechas incendiarias ya han destruido varias torres de asedio, los jabalineros atraviesan las gargantas orcas salpicando las paredes con su oscura sangre.
Talyerin y el grupo de jinetes que lo acompañan llegan hacia los Grangor y logran llamar la atención, con un alarido agudo caen en la trampa y siguen torpemente a los jinetes, sin darse cuenta se internan en los bosques y son guiados hacia las costas del Rock Druil. Hace un gesto con las manos para que todos giren al mismo tiempo hasta la parte más alta de costa y detenerse al borde de los abismos de Harlik.
Allí esperan la llegada de las bestias haciendo todo el ruido posible con los cascos y relincho de los caballos hasta que caen en la trampa, a los pocos metros de su presencia se deslizan hacia uno de los flancos y al no alcanzar a ver el camino uno a uno caen al fondo del abismo. Con alegría y sin perder tiempo entablan carrera de regreso a la fortaleza y dar el último golpe al enemigo, que con gran incertidumbre se encuentran sin rumbo.
Lady Marian y Nomulor hacen sus últimos esfuerzos mientras que la infantería junto a los druidas salen al paso y abrirse sin problema por el camino rumbo a los túmulos del Nor wëen Moon, los túmulos de las lágrimas oscuras.
-Vamos, no dejemos que lleguen a lo túmulos o Nimus hará una alfombra con nuestro pellejo-. Ordena Nomulor. Así todas las huestes enemigas deben replegarse y evitar que los jinetes lleguen a los túmulos.
En esos instantes el príncipe y su pequeño grupo llegan a tiempo para cortarle el paso a sus seguidores y se entabla una gran batalla en el camino, pronto llegan refuerzos desde la fortaleza comandados por Narxox, allí son fácilmente derrotados sin piedad y el enemigo huye en todas las direcciones, antes de que la noche llegue a su fin.
Otro gran paso hacia la victoria y la libertad llegó a su fin, gracias al esfuerzo y habilidad de todos los involucrados en la batalla hicieron que las esperanzas de libertad sigan intactas.
 
 
 
               
               
 
               
               
 
 
               
 
 
 
               
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
LA PRINCESA RUSTË
 
 
                Rustë es un princesa de alto linaje de las planicies bajas, la gran fortaleza ubicada en Acropolis es la sede de un pueblo de aguerridos y poderosos señores que han evolucionado durante los trescientos años de la edad de Geo, hija del gran rey Angorus muerto en un campaña en los valles de los cíclopes e hija de la reina regente Urenda, hermosa como arrogante y rebelde, se pasa todo el tiempo entrenando en las artes de la guerra en honor a su padre.
                Es la fuerza y el ímpetu que guía a sus fuertes ejércitos formados por montañeses, vasallos de las planicies, una gran flota militar que recorren constantemente las inhóspitas aguas del Rock Druil. Han sido durante estos siglos la fuerza más poderosa de todas las planicies bajas y más de un dolor de cabeza le han dado a los salvajes vikhideis en sus intentos de invadir sus confines.
                Fueron los primeros pueblos en acudir al frente de batalla durante los primeros indicios de la invasión de los bárbaros del oeste y de las sombras de Nimus, su gran habilidad y astucia para ganar las primeras contiendas con un puñado de sus mejores guerreros al cual los llama “la mano de hierro”, iniciaron que los ojos del señor oscuro cayeran en su dirección como ejemplo al resto de los seres de la tierra.
                Así fue como en un arrebato de locura, mientras defendía los páramos lindantes a Acropolis, sin hacer caso a las advertencias de sus oficiales se dirigió a una trampa donde cayó prisionera de las huestes oscuras de los nigromantes de las profundidades del arrecife, entregada a los orcos fue guiada a Torgul y encerrada en la torre del limbo donde es confinada y recluida en la más profunda oscuridad del olvido eterno, pero esto no la doblega ni tortura alguna, esta entrenada y lista para callar y resistirlo todo.
                Nadie ha venido por ella en estos días, la soledad triste y oscura es su única compañía por lo que recita viejas canciones de antaño para ocupar su mente; en un lenguaje antiguo hablado por los pueblos de las costas, recita cada estrofa de bellas palabras que hacen que su cautiverio sean unas vacaciones primaverales en los bosques. Cierra sus ojos y pronto se hace a dormir fatigada por el cansancio y el hambre, en estos días no ha visto alimento alguno por parte de sus captores.
                Así han pasado los días sin repuesta a sus plegarias hasta que una sombra en lo más profundo de la torre, atraído por la bella voz de la princesa se acerca lentamente hacia la oscura celda.
                Rustë se sorprende al sentir que alguien se acercaba después de los incontables días de no tener noticias de sus captores se prepara para recibir su visita.
                -Hola, ¿quién es la dueña de tan dulce voz?-.Pregunta la voz.
                Ella no contesta un poco por sorpresa otro poco por cautela o temor.
                -No temas, mi nombre es Icaro el dragón errante de la grieta de las profundidades, tu voz me ha atraído hasta aquí, ¿qué haces encerrada aquí?
                Un poco más tranquila al escuchar una voz amiga se acerca lentamente hacia la puerta por falta de fuerzas y trata de contestar a las preguntas.
                -Mi nombre es Rustë, princesa de las planicies bajas, fui capturada y traída a estas mazmorras para doblegar a mi pueblo, haces días que no he probado bocado ni bebido nada-. Fue su repuesta.
                Sorprendido y saltado hacia atrás queda sin palabras y desaparece en la espesura de la negra oscuridad, Rustë lo llama pero no recibe repuesta alguna creyendo que solo fue un espejismo que su fatigada mente le juega una mala pasada, cae nuevamente hacia un rincón dejando escapar lágrimas de fastidio por tanta desolación.
                Horas más tarde nuevamente escucha aquella voz…
                -Dulce voz, ¿estás aún ahí?-. Pregunta Icaro.
                -Aquí estoy, no te vayas otra vez no soporto este silencio-. Contesta con tristeza aferrándose a la puerta de la celda.
                -No temas mi dulce voz, solo fui a buscarte alimentos-. Dice mientras pasa varias frutas y agua fresca por la abertura de la puerta por donde se pasan los alimentos a los prisioneros.
                Con alegría y locura prueba bocado después de varios días hasta que cayó satisfecha y en un sueño profundo del que no desearía despertar.
                El gran dragón Icaro queda vigilando y protegiendo la celda, se ha enamorado de la dulce voz de la princesa y no dejará bestia alguna que se acerque a dañar a su dulce voz. Al caer la noche se escuchan pasos subir por las escaleras e Icaro se esconde en los oscuros rincones del pasillo a la espera de los posibles visitantes.
                Un grupo corpulento de orcos bien armados llegan a la celda en busca de su prisionera listos para llevarla ante su señor.
                -Nos informaron que tuviéramos cuidado con ella, es muy peligrosa-. Dice uno de ellos.
                -Tranquilo, le hemos tenido días sin alimentos debe estar muy debilitada como para querer hacerse la heroína-. Contesta el otro.
                Con lentitud abren la puerta y encuentran a su ocupante en un rincón adormecida por el cansancio y observan que a su constado se halla una sesta de alimentos.
                -¡Quien diablos te trajo alimentos, bestia humana!-. Grita mientras le arroja el cesto a la cara.
                Se despierta con susto y se pone de pie en un salto protegiéndose contra la pared y tratando de acostumbrar sus ojos a la luz que entra por la puerta.
                Los dos orcos entran y tratan de tomarla por la fuerza para llevarla a la rastra si es posible, ella se resiste todo lo que puede hasta que su héroe alado entra en acción.
                Con un fuerte rugido y lanzado su potente fuego, deja fuera de toda movilidad a los oponentes y ayuda a la princesa a huir de su prisión; la ayuda refugiándola en su refugio secreto.
                Es una fosa que llega al corazón de la torre por donde solo se accede volando, cosa que solo puede hacer él en toda la torre y así estar libre de cualquier peligro o espía que quieran buscarlos. Acuesta a su nueva compañera sobre un acolchonado lecho de pajas suaves, al fin puede acurrucarse en algo que no sea el duro piso de su prisión.
                -Descansa duce voz, aquí nunca te encontraran todo lo que precises solo dímelo.
                -Gracias-. Fueron las únicas palabras que pudo pronunciar antes de volver a dormirse.
                Al abrigo del calor de una pequeña fogata que Icaro pudo preparar pronto ambos quedan dormidos con toda tranquilidad.
                En toda la torre el desconcierto no da fin, la princesa ha escapado y las malas llegaron a todos los rincones y no es tolerado, si el rey Nimus se entera derrumbaría el lugar con solo pensarlo con todos sus ocupantes dentro.
                -¡No pudo haber escapado sin ayuda, búsquenla no debe estar lejos, revisen cada piedra y roca de esta pocilga!-. Grita uno de líderes orcos espada en mano.
                Cientos de horribles orcos y otras bestias corren de un lugar a otro, recorren y revisan cada punto de la torre en busca de la princesa prófuga y el supuesto cómplice que pudo haberla ayudado a escapar.
                En las profundidades más oscuras de la torre, un ser de extrema belleza descasa en un cálido lecho, la tranquilidad hace que se olvide de su prisión, de la maldad de la torre, de su nuevo compañero, sus sueños con jardines reales, correr por los campos sobre su corcel, sus prácticas militares, es todo lo que necesita para estar lejos de toda esta oscuridad.
                El gran dragón vuelve de sus rondas con una canasta de frutas y agua fresca del manantial de las altas cumbres en el momento que Rustë despierta.
                -Gracias nuevamente, y dime, ¿qué hace un ser como tú en este lugar?
                -Soy un errante, el último de mi especie exterminada hace siglos o esclavizadas por la oscuridad como arma de destrucción, este es mi hogar desde mucho antes de que la maldad usurpara estos páramos. En estas tierras éramos tratados como dioses donde convivíamos con hermosas criaturas ya inexistentes, aquí he crecido y aquí he de morir-. Fue su triste repuesta.
                Ella con un suspiro melancólico queda en un largo silencio mientras se alimenta con las dulces frutas mientras trata de recuperar sus pensamientos.
                -¿Cómo puedo salir de este lugar?
                -No es fácil mientras esas oscuras bestias ronden todos los pasillos, están todos alertas y vigilando todas las salida buscándote, yo logro escabullirme sin problemas por una protección mágica que poseo del que no pueden verme.
                -¿Podrías ayudarme a salir de este lugar?
                -No es muy fácil como parece, por donde yo entro y salgo es un pasaje por debajo de cavernas donde corren ríos de fuego que un humano nunca podría resistir sin calcinarse, pero podría buscar ayuda si me dices donde.
                -Hay muchas fuerzas que hacen el bien y tratan de limpiar este mundo de las sombras, hay grandes señores cerca de los bosques prohibidos, envíales el mensaje de mi existencia en este lugar, si es la voluntad de Morfeo vendrán por mí-. Así fue cumplida la misión, el gran dragón toma vuelvo en busca de ayuda.
 
 
 
 
EL AISLAMIENTO
 
Las fichas fueron movidas y la lucha sigue su curso, las sombras han pedido terreno ya tienen a su enemigo cerca de las sierras de los cuervos, han establecido su campamento en las ruinas de Nul, una pequeña fortaleza con un buen número de armas de asedio arrebatados a los ejércitos oscuros justo antes de ser usados.
En los reinos del sur los Vikhideis siguen asediando Azgord y no muy lejos están llegando las fuerzas de Torgal mientras el resto quedan en Nemis para seguir refinando las defensas, aunque todo no va muy bien en los confines astrales.
-Te has debilitado con el paso de los años, anciano-. Se burla Tifus.
-Comerás tus palabras junto con el polvo-. Contesta con descontento.
-Me gustaría ver como lo intentas-. Agrega con arrogancia mientras utiliza los más poderosos hechizos jamás vistos.
Poderosos rayos, nubes de polvo negro, hechizos de ilusión oscura, serpientes gigantes, todo tipo de artificios cubren todos los recintos donde se entabla la batalla. Los hechiceros negros atacan sin piedad a los discípulos astrales y no tienen forma de detener semejante poder.
El concilio tienen su lucha tratando de evitar que las sombras penetren más allá de los riscos mágicos de Amulir, otros tratan de escabullirse por los altos de Amil mur, y por otros lugares donde los astrales alimentan su poder, no pueden caer en manos malignas o su existencia dejará de existir.
Los poderes oscuros son fuertes, su misma maldad es insuperable y temible ni todo su poder combinado puede detenerlos, poseen un poder ilimitado por ser los antecesores de Morfeo, el poder de su dios fluye en sus venas pero no pueden despertar ese poder sin causar daños a los hijos de Morfeo.
-Cada vez son más y no tendremos mucho tiempo para contenerlos sin que nos rodeen o tomen control de los lugares sagrados-. Dice Ardimil.
-Si no podemos detenerlos tendremos que despertar a los guardianes-. Fueron las repuestas de Asmil.
-Eso sería nuestro final-. Agrega Lifir.
-Es eso o ser esclavos del oscuro.
-Esa opción nos daría otra chance de recuperar nuestras fuerzas y contraatacar-. Sugirió Landor.
-Será evaluado en su debido momento-. Termina de decir Asmil mientras derriba un par de hechiceros oscuros.
Los desafíos siguen su curso en los distintos rincones del plano astral, pero el más fuerte es entre Tifus y Afrán, dos seres con extraordinario poder que asustaría hasta al mismo Morfeo.
-Estas a tiempo de cambiar esta historia, rompe ese lapso con el mal, tu fuerza de voluntad es fuerte y no necesitas al oscuro para llegar a donde deseas-. Trata de convencer a su antiguo discípulo.
-Tus vacías palabras no tienen sentido a estas alturas, yo soy quién manipula al mal cuando logre mis cometidos también doblegaré a ese incompetente de Nimus-. Se burla Afrán.
-Sabía que algo tenías entre manos, estas por tu propia causa y eres un parásito por lo que tendremos que eliminarte de este mundo-. Ataca con furia Tifus dejando inconsciente a su adversario por unos instantes.
-Vaya, vaya, te estás despertando anciano por lo que se puede decir que esto será más divertido y desafiante.
El hechicero contesta con rafas de fuego, potentes rayos de energía, inmensas rocas que caen con fuerza sobre su adversario.
Asral logra cubrirse a tiempo usando el poder de la gravedad para esquivar el ataque de las rocas, pero tuvo que cubrirse del fuego y los rayos.
-Está tomando más poder a cada instante-. Piensa mientras trata de buscar el modo de atacarlo antes de que sea tarde.
Mira a su alrededor y no puede contar con el resto de sus compañeros, están rodeados y no pueden liberarse con facilidad de los hechiceros oscuros, son muchos y cada vez más fuertes ni ellos mismos pueden con el poder oscuro.
Las fuerzas y energías mágicas se están debilitando en el plano astral a medida que la oscuridad invade este mundo, una vez que tomen el control no habrá mundo que proteger ni mundo que no caiga sin su protección.
-¿Miras a tu alrededor anciano?, admite que nuestro poder ha sido superior y no tienen chances, su energía vital cada vez es más débil-. Insiste Afrán sin dar oportunidad a su viejo maestro, lo conoce muy bien y sabe que no puede desconcentrarse, es astuto y sabio, sabe que se contiene.
Una catarata de poder destructivo se encargan de destruir cada rincón de los jardines astrales, la plataforma de la luz, los túmulos de la vida, los edificios lindantes como la escuela, la sala de la piedad, donde los distintos señores astrales tratan de defender a toda costa hasta que la decisión es tomada.
-Tendremos que llamar a los guardianes-. Dice Asmil.
-Aguarda aún es precipitado, tengo una idea mejor, pero eso nos llevara a transformarnos en esclavos por tiempo; necesitamos que bajen la guardia su confianza será su derrota-. Agrega Cannur.
Con una mirada de indiferencia y orgullo asisten afirmativamente en la decisión, para derrotar al mal tienen que unirse en su propia desesperación.
A través de una unión mental transmiten las nuevas órdenes a Tifus para que esté preparado para lo que viene, el destino estará en adelante en sus manos.
El poderoso hechicero entiende y realiza un estado de transe donde desaparece en la nada, teletransportandose hacia el plano terrenal, desde allí recuperar sus fuerzas para la batalla final; mientras tanto volverá a su misión original de guiar a los señores de la gran alianza hacia su cometido.
-Siempre supuse que ese anciano era un cobarde, pero ya nos volveremos a cruzar mientras tanto a disfrutar de mi nuevo trono-. Ríe con gran maldad a la vez que observa como el concilio astral es puesto prisionero y guiados hacia las mazmorras humillados.
Con un rito triunfal, Afrán toma su lugar en el trono astral con gran ironía mientras filas de hechiceros negros lo ven pasar por la alfombra rumbo a su destino.
Así paso la primera contienda a favor de los oscuros, el primer triunfo en un lugar poderoso e impensado y que tendrá desde ahora un punto de vista muy bueno al no contar con los protectores de Geo, ahora todo será mucho más fácil para concretar sus planes de conquista.
Con los astrales confinados a la más oscuras mazmorras, el nuevo amo astral llevará a cabo su movida, la traición dentro de las sombra se está por gestar en una persona ambiciosa llena de odio; y eso lo va a consumir tarde o temprano.
-Bueno mis fieles seguidores, hemos logrado lo que tanto hemos planeado durante años; con ayuda del oscuro lo hemos conseguido. Desde ahora seremos los que dominaremos las sombras desde aquí; vayan a prepararse para nuestra próxima jugada, una vez que los hijos de Morfeo caigan iremos por los reinos oscuros.
Todos sus discípulos festejan junto a su nuevo amo astral para después preparar su nuevo ataque, esta vez sobre la tierra.
Nuevos edificios fueron reconstruidos o modificados para iniciar a nuevos voluntarios en las artes oscuras o entrenar hacia otros niveles más poderosos.
Varios días duraron las nuevas actividades en el plano astral hasta que todo estuviera listo para el siguiente paso. Grandes poderes fueron evolucionando, otros fueron naciendo mezclados con las fuerzas de la luz, guerreros oscuros de gran poder fueron formados como nueva elite de la torre principal, guardianes rojos para proteger los muros principales, jefes de mazmorras para vigilar a los prisioneros de alto poder.
Todo lo que fuera colorido y armonioso se fue transformando en un mundo de caos terrorífico, oscuridad y una maldad aterradora. Lo que tenía vida ahora son solo desechos en ruinas, paisajes se odio, aflicción, angustia y desaliento.
Los días han pasado y las sombras gobiernan el plano astral, pero en sus más profundas mazmorras algo nuevo se está gestando con tranquilidad y paciencia, un paso en falso y nadie salvará a los seres de la tierra. Una presencia visita  las celdas donde se hallaban los prisioneros para darle un informe a futuros acontecimiento.
-¿Que es ocurriendo?-. Pregunta sorprendido  Cannur.
-Maestro-. Reconoció Asmil al ver la figura de Morfeo aparecer de entre las sombras.
-Solo tengo unos segundos, he debilitado parte de mi creación al despertar, el avance de las sombras me ha obligado a salir de mi letargo para traerles información vital para el futuro de mi creación y de los hijos que se han engendrado en estos siglos-. Hace una pausa mientras le muestras el futuro a través de una esfera de humo.
-¿Qué es maestro?-. Pregunta con entusiasmo Lifir.
-Son las legiones que aún laten en los rincones de los bosques de Aran anuk, es un lugar oculto a los ojos de Geo y los ojos de Asnul, ellos están esperando mi orden de despertar para bajar por las cataratas del Rock Druil, rodear la grieta de las profundidades donde darán el golpe que las sombras no esperan, así como ellos hicieron con nuestro mundo astral haremos lo mismo al apoderarnos de grieta.
Un enorme ejército de minotauros, mitad hombre mitad caballo, una creación inmortal que estaba oculto hasta la hora indicada para que nadie supiera de ellos hasta que llegara el momento que estaba estipulado y no fueran corrompidos.
Por eso necesito un acto final, su sacrificio para que ellos despierten donde su esencia será necesaria para que puedan despertar-. Fueron las palabras de Morfeo a sus discípulos.
-¿Qué debemos hacer maestro?-. Pregunta Landor.
-Deben canalizar sus auras en una sola y enviarlos al corazón de Geo, desde allí yo haré el resto para que nuestra creación salve a los hombres en esta lucha-. Fueron sus últimas palabras antes de partir.
Un silencio llena las mazmorras, la duda los invadió por unos momentos pero no se dejaron atemorizar, la decisión fue tomada y comienzan su ritual para que sus auras se unan y lleguen hasta las entrañas de la tierra.
-Desde aquí no podremos enviar nuestras auras sin que se den cuenta desde los aposentos del oscuro-. Dice con duda Lifir.
-Eso es verdad, debemos salir de este lugar lo antes posible-. Agrega Cannur.
Asmil se concentra y en unos segundos desaparecen en las sombras teletransportándose hacia los bosques de las ánimas donde realizar el ritual antes de que los guardianes se den cuenta que no se encuentran en las mazmorras.
Así sus energías canalizadas se unen en un rayo de energía que se pierde en los cielos grises para llegar hacia el corazón de la tierra donde Morfeo espera.
Una explosión gigantesca hizo temblar la tierra donde cada rincón se estremeció y todos se admiraron por el gran temblor.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
CAIDA DE UN GRANDE
 
Las fuerzas de libertad llegan triunfantes a las puertas de Nemis, recuperando así una posición especial para sus expectativas futuras, reconstruyen sus fortificaciones y defensas desde sus cimientos con grandes torres y columnas defensivas con numerosos arqueros y catapultas en puntos precisos y listos para disparar a cualquier ejército extraño que se acerque desde los bosques.
Los vigías y espías recorren los caminos, las planicies las costas y orillas, van y vienen con mensajes respecto a movimientos enemigos. En las cámaras de la fortaleza los grandes estrategas preparan el asalto a Azgord, romper el sitio y conquistar las torres enemigas antes que los enemigos del sur.
-Bien todas las planicies han sido liberadas, nuestros jinetes han limpiado todos los caminos y tenemos libertad para ir directo a Azgord. El sitio cada vez toma mayor protagonismo y poco caerán las murallas-. Dice un informante al rey Nituring.
-Las armas están bien afiladas, las cotas de malla limpias y relucientes hechas de mithril reforzado por los elfos,  los yelmos y brazaletes tienen doble aleación de acero, todo perfecto para ir al frente-. Agrega Grumo.
-Excelente, Nituring iniciarás el primer ataque sobre los flancos derechos con la caballería ligera, Torgal usarás a tu caballería pesada para romper a la infantería enemiga por el medio, Elindan tus arqueros iniciaran una ráfaga sobre los invasores que se hallan en los muros y en las entradas para causar el caos y usar sus propias limitaciones para que el miedo los desborden-. Fue la táctica empleada por Rasfel a sus dirigidos. Todos observan el mapa interpretando las órdenes dadas y convencidos inician sin demora el próximo movimiento antes que el enemigo se reagrupe e intenten atacar.
Los soldados corren de un lugar a otro preparando las armas de asedio, alistan los caballos, lanzas, tanto los arcos como espadas, todo tiene que estar listo antes de que las trompetas anuncien la partida hacia Azgord.
-Al fin de regreso a la acción, me estaba oxidando esperando correr nuevamente a cortar cabezas y oler la sangre oscura de esos orcos mugrosos-. Gruñe Grumo.
-Iremos a cazar muchos huesudos hasta el hartazgo así que no gastes energías maldiciendo y peina tu barba que esta noche te despeinarán con la furia enemiga-. Ríe Torgal.
-Quieres apostar salvaje, te puedo asegurar que cortare mas cabezas que tu antes de que nombres a tu madre-. Responde lleno de orgullo en señor de los enanos.
-Hay pequeñín listo, no puedes comparar altura con valentía-. Sigue la burla.
-No te burles de nuestra estatura no vaya hacer que al amanecer no encuentres tu cabeza pegada a tu cuello-. Se enfurece mostrando su afilada hacha sobre la garganta de Torgal.
-Tranquilo compañero, guarda esa ira para tu verdadero enemigo-. Dice Torgal dándole una palmadita en la cabeza de Grumo dejándolo con una ira en sus venas incontrolable.
Las tropas están listas, las primeras en partir son los jinetes para ponerse en posición hasta que llegue la señal de atacar, luego salen los poderosos arqueros elfos terminando la formación la infantería pesada.
Nemis queda así desierta en cuestión de segundos con una pequeña guarnición bien fortificada con ballesteros y arqueros con arcos que pueden lanzar hasta dos flechas al mismo tiempo. Varios señores de los vientos llegan desde las planicies de Valadar con provisiones y mensajes de los hijos del norte. Dando buenos augurios a los valientes soldados que quedan para defender los caminos de cualquier avance oscuro.
Antes de que el alba toque las puertas del horizonte los ejércitos del Cáliz están listos para defender las murallas de Azgord, el silbido de las grandes aves dan la señal desde los altos, el rugir de las trompetas suenan en distintas direcciones para avisar que todo está en su lugar, desde dentro de los muros de Azgord contestan con gran entusiasmo la llegada de los defensores.
La llegada de Rasfel da la última señal de iniciar el avance, los jinetes inician la primera estampida desde los flancos hacia todo el medio enemigo, las flechas élficas caen como lluvia sobre los invasores colados en los muros y en las puertas principales haciendo que el temor generalizado de los soldados de las sombras huyan en cualquier sentido sin entender lo que está pasando o quienes los atacan con tanta furia. Los jinetes ligeros vuelven a la carga hacia las murallas posteriores para cerrarles el paso y evitar que huyan hacia los bosques, una segunda ráfaga de flechas caen en la retaguardia enemiga sin misericordia cayendo pesadamente cientos de enemigos en el campo de batalla, otra lluvia de flechas salen disparadas desde las murallas de Azgord alentados por la alegría de la ayuda recién llegada.
De la tranquilidad de tener el asedio en sus manos pasaron al caos y a la huida generalizada de las fuerzas oscuras, una derrota más que golpea a las sombras de Abin; el gran señor de la creación oscura queda titubeando por cómo se está escapando la victoria que tenía controlada,  subestimo demasiado las escasas fuerzas de los hijos de Morfeo aun teniendo a los señores astrales fuera de combate.
Escondido en el corazón de las montañas de Asgul, trata de mandar las últimas fuerzas oscuras a los salones de Nimus; son guerreros de un nivel superlativo que valen por un batallón completo de orcos. El retumbar de tambores y el grito de guerra de sus generales que van camino por las escaleras que se dirigen hacia las torres oscuras para ponerse a las ordenes de los señores oscuros.
Un suspiro de desesperación llena las salas de las torres y los pasillos de las mazmorras, ya han perdido las planicies bajas hasta Nostergal, para colmo de males tienen una gran fuerza cerca de las mismas puertas de Asgul. Las fuerzas oscuras de Abin se posan en los bajos eternos, allí se forman en silencio esperando al rey de Asgul para prestarle su lealtad, miles de fuertes guerreros esperan atentos hacia las murallas de la sierra de los cuervos. Los ojos rojos de maldad miran en dirección a la gran torre gris de la soledad a la espera de las órdenes para ir a la batalla.
 
En Azgord el combate continúa en luchas aisladas desde los alrededores hasta cerca de las orillas del Rock Druil, nadie escapa a la furia de las espadas de los jinetes, el resto del ejercito continua la lucha en las mismas puertas de los muros. Todo estaba previsto para una nueva victoria hasta que el sonido de cuernos viene desde el paso oscuro, un gran ejército oscuro logro disuadir el paso y se acercan a toda velocidad con raros animales y dragones.
-¡Todos a cubrirse, preparen las ballestas!-. Fueron las órdenes de los generales y del rey Rasfel.
Con rapidez y orden logran establecer un cerco defensivo usando los pesados escudos y torres de asedio para esperan la embestida del enemigo, los arqueros no tardan en lanzar lluvias de flechas sobre las bestias aladas que caen a tierra con gran estupor. Las barricadas esperan,  la retaguardia está cubierta por los mismos muros de la ciudad, los ballesteros se colocan en lugares cruciales defendidos por grandes escudos y jabalineros.
Las espadas chocan, los cadáveres destrozados por las armas orcas o por el atropello de las bestias se expanden por todo el valle, la sangre se escurre por las fosas defensivas de la ciudad, los arqueros desde las murallas defienden con honor a sus compañeros. La caballería está lejos realizando su propia batalla y la furia de combate dejaron al resto de las fuerzas si una protección.
Las fuerzas oscuras aprovechan esta desconcentración y atacan intensivamente a los atrincherados infantes que no huyen a su propósito, los arqueros tratan de no perder el ritmo de la contienda pero saben que pronto quedaran sin flechas.
Los reyes luchan con énfasis y valentía como todo líder de un reino, Nituring y Rasfel defienden con valor la posición junto a los atrincherados, Torgal y Grumo hacen picadillo a sus adversarios con sus pesadas hachas, Tibol el arboleo llama a sus pares para agobiar a los enemigos que se dirigen por los bosques, Elindan se mantiene firme junto a sus grandes arqueros desde los túmulos evitando que sigan acercándose los dragones que arremeten una y otra vez sobre la infantería y las torres de madera.
-Bien amigo mío, veo que estas un poco retrasado en la cuenta-. Se burla Grumo al derribar mas enemigo que su compañero.
-Admiro su potencial amigo mío, pero un buen guerrero se mide por su gran valentía en el campo de batalla y no solo por la cantidad de cadáveres puede dejar esparcido por el mismo-. Agrega Torgal.
-Un buen punto de vista de su parte, pero un buen guerrero tiene que ser capaz de bajar a tantos enemigos como sea posible para que esa valentía se convierta en honor y respeto-. Contesta Grumo.
A esto su contrincante no tiene repuesta a tan dura persona, no puede lidiar con alguien tan tosco y orgulloso.
Cada vez son más los ejércitos oscuros que entran por los pasos oscuros, las defensas son escasa para detener a tantas bestias y alados, los arqueros no son suficientes y los arboleos no pueden contenerlos a todos y varios ya han caído por el fuego enemigo.
-Están tratando de rodearnos, si lo logran estamos perdidos-. Dice Rasfel.
-No se desanime, si hemos de caer seremos recordados por quienes intentaron orgullosamente luchar por la libertad de los hombres, elfos y enanos-. Contesta con orgullo Nituring.
Sus espadas dibujan grandes curvas en el aire para caer pesadamente sobre las cabezas orcas, siguen adelantándose con fuerza ayudados por un contingente  de buenos soldados a sus espaldas, resisten y nada lo hace retroceder hasta que un grupo de gigantes cíclopes viene de frente con pasos agigantados aplastando todo a su paso.
-Bueno si este es el final que se con buenos honores-. Dice Rasfel.
-Lo mismo digo compañero, en estas planicies caeremos y en estas planicies seremos recordados-. Agrega Nituring.
-Preparen esas ballestas, apunten a sus ojos-. Ordena Rasfel.
Así un pequeño grupo de ballesteros con gran agilidad se abren paso para utilizar con precisión las ballestas, saben que solo tienen una oportunidad de acierto. La primera lluvia de flechas logra su cometido y pesadamente y con intenso dolor caen sobre los páramos este.
-Recarguen-. Grita uno de los capitanes.
Otra lluvia de flechas salen con un gran zumbido hacia las grandes bestias que caen por los riscos que dan a las fosas de las murallas, con gran aliento y valentía por los resultados continúan su avance, orcos y trulls siguen cayendo de un lado a otro del camino dejando pilas de cadáveres y sangre oscura desparramada a los lados.
Estas hazañas serán recordadas hasta los finales de los tiempos por las distintas lenguas que se hablen en tiempos futuros, élfico, el sindarí de las planicies bajas, el malkin de los bárbaros del sur, el querandín de los hombres de alto linaje de los reinos altos, “la batalla de los antiguos o la de los primeros tiempos”, será escrito en todos los pergaminos de los pueblos libres.
Bellum de dilúculo”; dirían en querandín los hombres de los reinos altos cuando conmemoren los tiempos posteriores.
 “An cath go luath”; en las lenguas élficas y sus similares de los elfos del mar, de los bosques y de las montañas grises.
Pertempuran awal”; en la lengua sindarí de las planicies bajas.
               “erkən döyüş”; dirían en malkín los bárbaros del sur.
 
 
Así las distintas lenguas sabrán de lo que esta batalla represento en los tiempos de los tiempos, donde miles de valientes han muerto por la libertad de los pueblos libres, por el futuro de los hijos y por la paz entre los hijos de Morfeo.
Los  refuerzos oscuros siguen llegando desde el paso oscuro luego de romper la brecha que custodiaba el paso, así alimentan el avance enemigo hacia la infantería de los defensores mientras aún no hay noticias de la caballería quienes han sido rodeados cerca del valle de los minerales a medio camino entre azgord y zord. Dejándolos más opción que librar batallas aisladas por lo que no podrán llegar a tiempo a resguardar los ejércitos de la alianza.
El asedio vuelve a tomar forma, decenas de nuevas torres y catapultan son trasladadas por el paso oscuro y si llegan a tomar posición todo estará perdido, las fuerzas de las sombras vuelven a cobrar vida con la llegada de los refuerzos y salen de sus escondites a toda furia a cargar contra sus presas.
         -eet hulle ingewande”-. Gritaron los orcos en sus idioma, “coman sus entrañas”, fue la orden de sus capitanes.
                Así se refuerza el ataque contra Azgord bajo la tenue mirada de los defensores, el destino está escrito si ese es el final que así se decida. Refuerzan todos los puntos defensivos, más arqueros en las torres, jabalineros en las zonas de trincheras, ballesteros en la retaguardia principal, infantería por los flancos derechos, escudos arriba al frente, y las murallas de Azgord los protegen de cualquier ataque por las retaguardias.
                Esperando con valentía y coraje, espadas en mano, no se dejan intimidar ni por las propias heridas que sangran bañando las estepas, con armaduras aboyadas esperan, la embestida se inicia con fuerza, la primera ola fue detenida formando luchas mano a mano, Rasfel y Nituring aciertan los primeros golpes, Torgal y Grumo hacen destrozos por los flancos, los arboleos detienen a las hordas enemigas en el paso oscuro.
                Es una verdadera carnicería, una masacre por ambas partes donde los cuerpos son destrozados y lanzados a los bordes del camino, la lluvia de flechas elficas hacen dificultoso el avance enemigo pero no se dejan intimidar, los ballesteros mantienen cubierto a los que defienden las entradas y los muros de la ciudad, las catapultas y los trébuchets lanzan sus pesadas rocas sobre las bestias gigantes que se asoman a la distancia y donde los ogros contestan lanzando piedras a través de los onagros haciendo daño en parte de las murallas; la muchedumbre ayuda desde el otro lado de las murallas trayendo y llevando barriles de aceite candentes que los lanzan a través de pequeñas catapultas de corto alcance; lo suficiente como para contener el avance enemigo. Varias horas se han gestado en esta lucha y las primeras sombras de la noche están naciendo, si la noche los envuelve podría ser la perdición para todos. Los oscuros aprovecharán la oscuridad para dar su golpe final.
                -¡Todos hacia los muros de la ciudad, si la noche nos atrapa no tendremos escapatoria!-. Grita Rasfel a todos, así los distintos batallones retroceden cerca de las murallas.
                Sin dejar de defenderse los regimientos entran a la ciudad dejando las armas de alto alcance defendiendo las puertas y los arqueros en las torres principales.
                Los heridos son atendidos con rapidez y llevados a las mazmorras para protegerlos junto a los ancianos y niños, las puertas están guarnecidas con los mejores espadachines de gran valor y coraje, deben resistir a la noche lo más que puedan y esperar el milagro al amanecer.
                En la capilla principal se agrupan los reyes y generales para informar de la situación y planear el próximo movimiento.
                -Si no logran llegar la caballería estaremos perdidos si siguen llegando esas bestias hasta estas puertas, los arboleos no resistirán mucho tiempo el paso oscuro. Debemos actuar ahora o no veremos el amanecer-. Insiste Torgal.
                -Estoy de acuerdo, si quiebran las defensas principales será tarde para todos; el manto de la noche es su fuerte y no podemos darnos al cansancio ni a la debilidad, hay que dar con todo lo que tenemos, usaremos las catapultas y todo lo incendiario que se pueda arrojar antes de que se fortalezcan, es los mínimo que podemos intentar hasta que llegue el alba y podamos arremeter con toda la infantería, hay muchos en las enfermerías y deberemos contar con todos los que estén en pie al amanecer-. Agrega Rasfel.
                -De acuerdo, yo me encargare de organizar las catapultas y los arqueros-. Finaliza Nituring saliendo deprisa de la sala.
                -Esperaremos al amanecer, si logramos resistir tendremos una chance de recuperar la fortaleza y expulsar a esas bestias-. Dice dando por finalizado Rasfel.
                El toque de trompeta anuncia que todos deben presentarse a las murallas, los arqueros de Torgal cubren toda la periferia de las murallas, infantería de Rasfel dan mano con las ballestas, el resto manejan con habilidad el armando de las catapultas y las bombas incendiarias.
                Con las tenues luces de antorchas tienen que agudizar la vista para no perder de vista los movimientos enemigos a la vez que se arman con todo lo que tienen para continuar la batalla durante la noche si es necesario. Los vigías desde las torres no pierden los movimientos enemigos que se mantienen expectantes a una distancia muy corta, observan, juegan con la impaciencia de quienes están acorralados y encerrados detrás de los muros.
                El amanecer aparece en el horizonte que gracias a la intervención del dios Morfeo una luz de esperanza llega desde los valles misteriosos, un gran ejercito llega desde el norte a sonido de trompetas atravesando con gran furia como una estampida por sobre los ejércitos oscuros, los grandes jinetes de Zord llegan junto a los jinetes de la alianza que fueron rescatados para llegar a tiempo y abrir brechas sobre la formación oscura.
                -¡Por el gran Morfeo!, todos al ataque-. Ordena con entusiasmo y alegría Rasfel, las compuertas se abren y la infantería sale como un huracán hacia el enemigo, una lluvia de flechas incendiarias surcan los aires para acertar en el campamento enemigo.
                Los capitanes orcos son los primeros en recibir los peores golpes por lo que sin capitán el enemigo no vale nada y huyen de todas direcciones escapando a la masacre.
                La batalla se abre a favor de los señores de Azgord y para el mediodía los ejércitos de la luz toman posición de la región expulsando a todo los oscuros, las regiones del sur fueron liberadas y controladas con todo el poder de Morfeo.
                Una energía poderosa surco los cielos desde las mismas entrañas de la tierra, el gran poder de Morfeo ayudo a los señores de Azgord contra el enemigo, luego desapareció en un segundo; los señores astrales unidos al poder de su amo hacen que distintas tormentas de fuego caigan sobre las huestes oscuras destruyendo todo sin vacilar y de igual manera desaparecen.
                Una vez que la batalla se disipará y los distintos generales llevarán a cabo los respectivos informes, una mala noticia salió a la luz, desde la plaza principal una pila funeraria da testimonio de la caída de un grande. El gran rey Nituring cayó en el campo de batalla a raíz de una flecha que le atravesó por la espalda.
                La euforia de la gran victoria quedo manchada por la caída de su más leal y bondadoso de sus más queridos reyes; quedará escrita en la historia por todos los tiempos, su carisma, bondad y buena predisposición a sus vasallos no tendrá olvido alguno en los corazones de los hombres.
                El silencio y el luto por respeto llevo más de tres días antes de que los ejércitos iniciaran el camino para unirse a las fuerzas de avanzada en los abismos de Harlik.
 
                En su gran lapida, que fue colocada en la misma plaza de Azgord para ser recordado por toda la eternidad, yacen los restos de este gran monarca con una incrustación en oro en idioma elfico que dice:
 
 
               
                “Anseo tá na hiarsmaí de Monarch mór a bheidh cuimhne do na páistí leanaí go dtí deireadh an ama .. – (aqui yacen los restos de un gran monarca que seran recordado por los hijos de los hijos hasta el fin de los tiempos)..
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
RESCATE DE LAS SOMBRAS
 
 
En la torre del limbo las sombras corren de un lugar a otro, la noticia del escape de la princesa no fue muy bien recibida por los señores oscuros y la cabeza de todos está en juego si no es encontrada.
-¡Cómo es posible que una rata insignificante se haya esfumado!-. Grita con toda su ira Nimus a sus capitanes mientras castiga lanzando latigazos de un rincón a otro. 
Ni un orco logra acercarse huyendo a su ira, corren para no caer en sus manos salvando de alguna manera sus verdes pellejos; mientras la hermosa princesa descansa con tranquilidad en los túneles secretos que se encuentran más allá de las profundidades de la torre, allí nadie tiene acceso y nadie conoce, es el refugio de siglos de existencia del gran dragón Icaro que en estos momentos se encuentra volando en dirección hacia los abismos de Harlik en busca de ayuda.
El enojo del rey de Asgul no tiene medida, primero pierde a su tesoro más valioso y luego la derrota que acaba de recibir desde las planicies de Azgord hasta los mismos abismos de Harlik, lo que lo pone a las puertas de sus propios territorios dejando los bajos eternos como el último bastión defensivo.
Sus generales están faltos de ideas, Numil se esconde en su propia escoria bajo  la grieta de las profundidades, Lady Marian y Nomulor se encuentran perdidos en algún lugar de los bosques prohibidos sin señales de presencia, la única victoria sensata provino desde el plano Astral de la mano de Afrán que se haya en su dulce trono manejando la oscuridad y desterrando la luz de los señores astrales.
Los ejércitos negros enviados desde los cimientos de Geo por el mismo Abin están listos en los bajos eternos, agazapados, preparando las armas, los fuegos eternos arden en las entrañas de cada uno de estos despiadados guerreros con una inteligencia muy superior a cualquier orco o trulls, bestias de batalla se alistan en las primeras líneas, armas nunca vistas por cualquier mortal salen a la luz forjadas en el mismo corazón de Abin, un acero irrompible capaz de cortar con facilidad cualquier tipo de mithril.
Sus armaduras de acero fundidos en oro que no pueden ser traspasados por ningún arma existente en todo Geo, sus escudos de acero negro con aleaciones desconocidas serán un duro contrincante para las flechas elfas o para la mejor espada de los más valientes reyes.
Esperan, con la sangre que grita pidiendo salir a la guerra, esperan a su rey para que los guie hacia la victoria y gobernar por siempre todas las estepas de la tierra; pero el momento aún no ha llegado.
 
En los abismos de Harlik todo está en calma, la vigilancia es fuerte y no hay ser alguno que no sea visto deambular por los alrededores bajo la fuerte mirada de los elfos grises que acompaño a los ejércitos de Talyerin desde la batalla en los bosques prohibidos. Esta vigilancia está precedida por el mismo príncipe acompañado por el valiente Narxox.
-¿Noche calmada y fría?-. Pregunta el príncipe.
-Así es, todo tranquilo y sin movimientos en el horizonte, un silencio que asusta-. Contesta mientras trata de calentarse las manos.
-Eres un buen guerrero en el campo de batalla-. Dice con entusiasmo Talyerin.
-Nací en el corazón de una familia acostumbrada a las guerras desde que nacimos, desde el padre de mi padre en varias generaciones, tuvimos que adaptarnos a la guerra o ser absorbidos por el mal.
-Eso es verdad, tienes que adaptarte a lo riguroso del mundo o ser absorbido por algo que debe terminar tarde o temprano-. Dialoga con mucho pesar en sus palabras.
-¿Cómo es que una persona como tú estirpe se encuentra en esta situación?-. Pregunta a la vez Narxox.
-Es una misión que debo cumplir en nombre de la libertad, crecí en una estirpe de grandes reyes soy de sangre que ha teñido estas planicies desde que el mal apareció, mis orígenes provienen desde más allá de las estrellas más lejanas de donde he sido enviado para cumplir un propósito; el cual está cerca a cumplirse-. Contesta con orgullo.
-¿Y después qué?, tendrás una vida normal de granjero con críos que corran por los campos y una mujer que caliente tu lecho durante las noches más frías.
-Mi destino culmina cuando la tierra este en paz y la oscuridad sea derrotada, solo los señores de las estrellas dirán lo que deberá ocurrir no yo.
Ambos se miran con una mirada fría y calculadora mientras continúan su larga vigilancia, el viento susurra en el puesto junto a las torres inmóviles y erguidas, testigos de incontables batallas a lo largo de los tiempos.
Estaban a punto de dormitarse  cuando un silbido seco y fuerte los invadió, una sombra da giros en su posición y salen a los saltos para ver qué es lo que osa amenazarlos en silencio.
-¡Que sucede!-. Se altera Narxox al despertarse con sobresalto.
-Algo está ahí afuera, revolotea la torre y no puedo ver con claridad que criatura se atreve a espiarnos, si los oscuro lo han mandado dalo por hecho que se lo devuelvo en un saco-. Contesta el joven príncipe con espada en mano y escudo en alto. De la misma forma su compañero se pone de lado armado con espada y hacha en una y otra mano.
Se colocan espalda con espalda para cubrir cualquier ataque que venga de cualquier dirección, giran de un lado a otro para localizar con la vista al fenómeno alado que ronda su puesto o que es lo que intenta hacer.
Desde la espesa niebla que envuelve el pasillo de las murallas, la forma se revela ante los vigilantes que quedan sorprendidos por lo que ven. Sin poder creerlo caen sentados al suelo sin poder reaccionar.
-No teman humanos, vengo en paz a pedir su ayuda-. Habla mientras retrocede unos pasos para que no le teman.
-Que mal intenta turbar nuestras mentes, eres un engendro del mal y no te dejaremos que trates de nublar nuestras mentes-. Grita Narxox mientras trata de hacer un par de embestidas con sus armas.
-No quiero hacerles daño, he venido a pedir su ayuda para alguien que seguramente ustedes conocen mejor que yo-. Agrega con temor.
Talyerin detiene a su compañero antes de que cometa un error y escuchar al extraño visitante que parece inofensivo a los ojos del gran príncipe.
-¡Espera!, escuchemos que nos tiene que decir pero no le quites los ojos de encima-. Dice el príncipe mientras le pasa una ballesta cargada.
-Mi nombre es Icaro, un dragón de su última estirpe en estos páramos sombríos que a causa de los malignos hemos sido reducidos y ahora vivo en solitario en la gran torre del limbo en un refugio secreto en sus más profundas mazmorras y de donde hace unos días tengo en mi custodia a la princesa Rustë que logre rescatarla de sus manos y necesito su ayuda para poder sacarla sin que los orcos o sus bestias se den cuenta, hay revuelo y desde mi refugio no tengo salida libre para que ella pudiese salir con facilidad-. Cuenta el dragón de gran porte y con escamas que cubren todo su cuerpo.
-Interesante información, ¿qué puedes pensar que creeremos eso?-. Pregunta con desconfianza Narxox. –Que vamos a ir así como así a las cuevas de los oscuros y le vamos a pedir permiso para pasar a rescatar a una bella princesa y salir sonrientes.
-Eso lo deciden ustedes, yo cumplí mi promesa de buscar ayuda para su rescate yo podría ayudarlos a entrar pero no tengo forma de cómo ayudarlos a salir pero cuentan conmigo si necesitan que les dé una mano en la batalla.
Talyerin medita por unos instantes y luego contesta…
-¿Me llevarías hasta el lugar y pueda entrar sin ser visto?
-No tengo ningún problema puedo guiarte.
-Estén atento si no vuelvo al amanecer te harás cargo-. Dice Talyerin a su compañero entre apretón de manos.
-¿Dejarte todo el crédito?, no lo sueñes amigo iré contigo.
-Puedo llevar a dos personas sin problemas hasta el lugar-. Agrega Icaro.
El joven príncipe duda unos instantes pero cede al pedio de su compañero y ambos suben a lomo del dragón y marchan a toda velocidad por la espesa noche hacia la torre del limbo donde todo aún es caos y desorden a causa de la desaparición de la princesa.
 
 
               
  
 
 
 
 
 
Ya amanece, el sol muestra sus primeros rayos del alba dando una calurosa bienvenida al nuevo día, Icaro el dragón deja a sus jinetes cerca de la entrada a la torre.
-Allí está la torre y hay muchos orcos vigilando las entradas o salidas ya que deben estar al tanto de que he ocultado a la princesa por lo que todo será más difícil-. Dice el dragón escondido detrás de unos montículos de piedra mientras vigilan los movimientos de los enemigos oscuros.
-¿Cómo haremos para entrar?-. Pregunta con excitación Narxox.
-Yo puedo dar una mano desde adentro, pero por donde debo entrar solo puedo hacerlo solo, buscaré a la princesa para avisar que esté lista para que los espere-. Agrega el dragón mientras remonta vuelo con mucho silencio para no ser descubierto, ya que una protección mágica durante la noche hace que no pueda ser visto con facilidad.
Antes de partir le explica cómo llegar a un pequeño túnel en la parte oriental del muro, una escalinata entre los matorrales olvidados por el tiempo los guiará a los túneles principales por donde deberán tomar los desvíos hacia las mazmorras, desde allí el podrá guiarlos hacia la princesa.
Sin perder tiempo utilizan lo poco que queda de la noche para poder llegar hasta las escalinatas sin ser detectados, con mucho disimulo y silencio llegan al lugar indicado donde una pequeña roca esconde el paso ocultado el mismo a la vista de los oscuros. Logran entrar y volver a cerrar el paso, solo la suerte y la paciencia lograrán evitar que el enemigo les eche manos.
Bajan por una estrecha escalinata en forma de caracol, oscuro y húmedo, un vapor espeso y fastidioso quita visión el paso donde cualquier resbalón y caen al abismo.
Arrecostados  sobre las paredes tratan de avanzar con cautela un paso a la vez, espadas en mano y una pequeña antorcha para ayudarse en la oscuridad, el paso es denso y de nunca acabar pareciera que las escalinatas no tuvieran fin.
-Esto se está poniendo muy fastidioso-. Se queja Narxox.
-Pareciera una locura por confiar en un dragón, espero que esto tenga sentido-. Agrega con duda Talyerin.
Ya han perdido la noción del tiempo, es como que han pasado varias jornadas y seguramente ya se hayan enterado de su ausencia en los abismos de Harlik, ya que ellos estaban a cargo de la última guardia y no pudieron reportar ni avisar su ausencia.
A los pocos metros de unos recodos en los cuales les costó pasar, logran llegar a un pasillo olvidado por el tiempo, no hay entradas ni salidas, solo una seguidilla de celdas de antiguas mazmorras abiertas, donde las puertas podredumbres muestran los años de abandono.
Con paso cauteloso y ojos vigilantes caminan atentos a cualquier movimiento, no se sabe que criaturas albergarán estos lugares de tanta oscuridad, tiempo después llegan a una bajada sin escalones que lleva  a un túnel solitario de donde un aire cálido sale de su interior y ambos intuyeron que están cerca del lugar indicado.
-Desde aquí deberemos estar más atentos que antes-. Le dice el príncipe a su compañero quién asiste y preparando sus armas y escudos.
Utilizando una soga que llevaban en su cintura, Narxox ayuda a bajar con mucha cautela a su señor y luego le sigue después de poder ajustar la soga a una gran roca que ayude a contener sus pesos.
-Por lo que logro ver, creo que en aquella sala oculta detrás de ese muro hay movimientos-. Le indica el Telyarin a Narxox mientras avanzan con cautela y evitar toda trampa posible.
-Iré primero-. Indica su compañero mientras se adelanta con mucha habilidad.
Se asoma con cautela y observa una pequeña fogata en un pequeño recinto donde una figura descansa en un lecho de paja en un rincón.
-Llegamos al lugar-. Le indica Narxox al príncipe mientras le señala con su daga hacia la derecha.
El calor es fuerte en este lugar a diferencia de la brisa fresca de primavera que hay en el exterior, dentro de cuatro lunas se llega a las puertas del solsticio de verano y un gran letargo y tiempos de muchas lluvias llegarán pronto a estas zonas, por lo cual no deben perder tiempo si quieren llegar hacia la sierra de los cuervos.
Entrarán al mes de junio donde estas zonas se impregnan de grandes lluvias interminables y constantes, deben llegar al abismo de Harlik y preparar el asalto final hacia la fortalezas de los oscuros hijos de Abin.
Ambos entran con asombro al ver al gran dragón Icáro sentado junto a una figura femenina que esperaba con ansiedad a que llegarán los invitados.
-“Han llegado princesa, estos son los guerreros de alto linaje que logre convocar a vuestro rescate”-. Le indica el dragón mientras le da la bienvenida.
-“Gracias por escuchar las plegaria de los dioses de antaño, aquí me encuentro como ave enjaulada sin aire puro que respirar, sin alas para volar a mis antiguos reinos, una gran pena y penurias he recibo desde mi captura en manos de estos trasgos y pestilentes orcos”-. Dice la gran princesa en agradecimiento.
-“Gran princesa de los cuatro puntos de las tierras conocidas, con mucha dudas y recelo aceptamos las palabras de tu humilde servidor por creer que su visita era para guiarnos a una trampa mortal y aquí damos nuestros respeto y disculpas, aquí nuestra presencia la ayudará a liberarse de las cadenas que detienen su anhelo de libertad”-. Contesta Talyerin con reverencia hacia la princesa.
-“Gracias por contestar a mi desolada llamada y auxiliarme, y la pregunta ahora es ¿cómo salimos de este agujero espantoso plagados de orcos y todo tipo de alimañas?”.
-Si quiere salir le aconsejo que se ponga en marcha, hemos encontrado una brecha hasta la superficie por donde no hay enemigos a la vista-. Le contesta con agrado el príncipe con sus ojos iluminados en medio de la oscuridad del refugio.
Ella lo mira de reojo con una sonrisa suspicaz, como que un sendero de luz y armonía se unieran entre ellos a través de sus ojos acelerando sus corazones.
Sin perder tiempo corren hacia la entrada y se escabullen entre las sombras usando las escaleras ocultas por la cual bajaron, pasando por los pasillos principales de las mazmorras antiguas y desde allí los recodos que lo llevarán a la salida oculta entre las escalinatas.
-“Ya estamos fuera mi lady, desde acá será más peligroso así que esperaremos a su servidor para  que nos lleve de regreso a nuestro campamento”.
La princesa solo asiste con un sí sacudiendo su cabeza y se agazapa aferrándose a su brazo como una niña asustada que busca protección.
El gran dragón aparece con cautela desde las penumbras de los muro para encontrarse con sus compañeros de esta aventura en la torre del limbo.
-“Ya estamos afuera y  tendré que abandonarlos ya que no puedo dejar estos valles que me han visto nacer o me convertiré en piedra al amanecer, les puedo llevar cerca de las planicies olvidadas y desde allí llegar a las ruinas de los tres reyes, desde ahí llegarán sin problemas hasta el abismo de Harlik, pero deberán darse prisa”-. Le dice el dragón mientras toma camino por un sendero árido y sin vida que rodea la torre hacia un pequeño lago, deben rodear el mismo y entrar a los bosques floridos donde los orcos no pueden penetrar resultado fácil llegar desde allí hasta el reino de los tres reyes.
Una vez que llegaron a la entrada del bosque se despiden con mucha tristeza y pesar de su gran compañero alado y retoma vuelo para evitar las lágrimas de la dueña de la dulce voz que alegro su corazón en su estadía en el refugio.
-“Adiós gran compañero, cuando todo termine liberare tu hogar de esas bestias y podrás habitar la torre con tranquilidad”-. Dice la princesa mientras se aleja el dragón en la noche densa.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
LOS REBELDES DE RODER RIDER
 
 
Luego de unos minutos de meditación deciden acampar en el lugar, la noche los envuelve y el frío los agobia, por lo que esperaran a la mañana para internarse en el bosque de donde perciben un gran misterio. Inician su excursión por el sendero que corta por el bosque, un aire denso y gris los envuelve dejándose absorber por su encantamiento, el camino es llano cubierto por una capa verde, los árboles son altos donde se mezclan robles viejos y caídos en su mayoría, altos y fornidos Baobabs verdes y frondosos; arbustos floridos y de grandes fragancias como la rosa de Siria, laureles y hortensias, toda la belleza y aroma de un verdadero jardín de grandes señores de las planicies.
Cada vez que se internan en el bosque, su encanto los envuelve y los guía por los senderos del cual no ven fin alguno, recodos, saltos, pasos de riachuelos, van surgiendo a su paso y el canto de los pájaros de una voz encantadora surge por las ramas de los árboles más altos, los visitantes quedan encantados con el efecto de los sonidos del bosque.
-Esta belleza nubla mi mente, mi corazón se serena, mis ojos ven el cielo-. Rompe el silencio la princesa en un estado de encantamiento.
-Estén atento, esta brujería de mal hacer no llevará a nuestro fin-. Contesta enérgico Narxox sacando sus espadas.
-Tranquilo y guarda eso, nos están vigilando-. Detiene el príncipe a su compañero para que actuara con serenidad.
-¡Qué dices!, ¿Cómo que nos vigilan?-. Agrega mientras mira a todo su alrededor para encontrar a su vigilante.
-Son los señores mágicos de los bosques, actúa con cortesía y delicadeza, son gente de corazón noble siempre que no los hagas dar motivos para mostrarte su lado oscuro-. Contesta el príncipe.
-Como estas seguro, yo la verdad odio la brujería y si los veo te aseguro les corto la cabeza-. Agrega con antipatía Narxox.
-Los puedo ver en los copos de los árboles, mira con atención, son elfos de los bosques, están allá arriba al frente, vestidura verde, con cota de malla plateados, usan capuchas para camuflarse en la vegetación y tienen los arcos tensados hacia nosotros; por eso te pido que mantengas la calma, no le gustan extraños en sus límites y entre los follajes se encuentra Alazán, el tigre blanco que tienen como mascota y sus ojos brillantes como el sol están al asecho sobre nosotros.
Silbidos resuenan de un árbol a otro, los vigilantes estudian a los visitantes, perciben su inquietud y nerviosismo; allí esperan acorralando a su presa, el viento golpea, las hojas de los árboles caen o viajan en todos los sentidos jugueteando con el leve murmullo del follaje.
-¿Cómo es que los conoces tan bien?-. Pregunta con atención la princesa.
-Durante mi niñez crecí cerca de estos paramos, cuando la armonía en este mundo era sano e icorrompible, muchos de ellos han crecido como hermano y tenemos un pacto del que estamos ligados por sangre, no temo por mi vida sino por la de ustedes, estén tranquilos y sigan caminando mostrando su respeto-. Contesta el joven príncipe mientras mira de reojo a su acompañante con una luz viva y llena de vida propia.
Sin mostrar signos de peligro alguno, sus vigilantes pronto se dan a conocer antes de llegar a la parte más densa del bosque donde un pequeño puente oculto cruza un riachuelo pedregoso hacia un bosque de altos pinos impenetrables.
Una mujer elfo sale del otro lado del cruce con su gran tigre blanco al frente con el instinto de atacar a la primera señal de su dueña.
 
 
 
 
  
 
 
 
 
-“Bienvenido gran príncipe entre los hombres, hermano por adopción de los señores de los bosques, soy Aleya princesa de Roder Rider en idioma de los humanos; Arrenhard entre mi pueblo; ¿quiénes son los extraños que os acompaña por estos paramos?”-. Dice la mujer elfo mientras mira con recelo a los recién llegados.
-Es un placer ver a la hermana de mis hermanos de adopción, estos son mis amigo Narxox mi gran general en la batalla contra los oscuros y ellas es la princesa Rustë recientemente liberada de la mano de los orcos de la torre del limbo, el gran guardián Icaro nos ayudo y nos envió por estos bosques para poder llegar sin peligro a la ciudad de los tres reyes-. Contesta el príncipe con gran cortesía y reverencia y sus compañeros se presentaron de la misma manera.
Alazán se echo a un lado al no percibir peligro alguno pero sin sacar sus ojos brillantes de los recién llegados.
Aleya los mira con mucho recelo y con un silbido agudo llama a su guardia de elite que salen como una ráfaga de entre los bosques; con un gesto cortés invita a los recién llegados para que crucen el puente mientras son escoltados por la pequeña guardia.
Cruzan el vasto puente en un mármol bello y radiante, con incrustaciones de brillosas pinturas de grandes guerreros y animales de los bosques, bestias salvajes, damas de gran porte. Rustë y Narxox los miran con gran admiración.
-Esas pinturas representan parte de nuestra vida, nuestra historia, cada hecho importarte es representado en este lugar para que todo aquellos que tienen la dicha de cruzar este puente vean la belleza y la grandeza de nuestro pueblo-. Le explica Aleya con gran orgullo en sus palabras.
Pronto llegan al otro extremo donde son recibidos por la corte real, entre ellos el príncipe Elindan con un abrazo cálido y cordial recibe a sus invitados.
-Bienvenido gran príncipe de los hombres, es un honor volver a ver a mi hermano del alma
-el honor es propio entre los grandes guerreros y entre los grandes príncipes
Fueron los cruces de saludos entre abrazos y besos en ambas mejillas como es la costumbre de los señores de los bosques cuando reciben a gente de otros pueblos.
Luego de tanta algarabía se celebro una pequeña reunión para agasajar a los invitados con grandes manjares y brebajes provenientes de la misma tierra de donde son recolectados; canciones que relatan hechos de antaño, recuerdos de grandes reyes, bailes y abundante comida.
El anochecer no tardo en llegar y todos se retiraron a sus respectivos aposentos como pudieron a causa de las grandes borracheras que presentaban, el silencio de la noche bajo las estrellas es denso y triste.
Allí en medio de uno de los pasillos que unen las torres principales de la ciudad se encuentran el joven príncipe con la belleza de la princesa Rustë, un encuentro premeditado que se hacía difícil de evitar para dos corazones que laten  con el solo cruce de miradas, el brillo puro de sus ojos bajo la luz de las estrellas no deja duda que el amor se ha despertados en ambos seres.
-Linda noche donde las estrellas parecen mostrar paz y serenidad donde la oscuridad amenaza-. Dice el príncipe mientras se acerca hacia la princesa.
-Es verdad, solo resta saber cuándo acabara todo esto-. Agrega ella con resentimiento.
-No tengo esa repuesta todo se definirá una vez que estemos en el paso de Harlik, yo deseo que todo termine y poder volver a mi vida rodeado de paz, afectos, quizás porque no junto a una bella esposa que llene mi vida de alegría y amor-. Dice mientras abraza lentamente a la princesa
Ella duda un momento, su corazón palpita de felicidad y temor al mismo tiempo cediendo a los cálidos brazos de su protector mientras una brisa helada los envuelve y se acurruca sobre su pecho.
-Vamos, es tarde, te acompaño a tu habitación-. Vuelve a decir mientras se aleja de ella para quitar cualquier presión sobre su compañera.
En silencio ella acepto la petición con los ojos iluminados, aunque no dejo que el joven príncipe se diera cuenta de que su corazón ya le pertenece.
Así la noche paso sin sobresaltos, hasta que los primeros rayos del alba y el sonido de las trompetas dan aviso que el nuevo día en los bosques ha llegado y pronto deberán iniciar la marcha hacia la ciudad de los tres reyes y luego llegar sin sobresaltos al abismo de Harlik antes de que la oscuridad realice su próximo paso.
Un gran consejo se llevo a cabo en la sala de los príncipes, allí todos los altos señores de los bosques debaten su intervención o no en esta batalla.
-La oscuridad llega a pasos agigantados, pronto llegarán en cuestión de tiempo aunque aquí estamos protegidos por la magia de la gran dama de todos los elfos-. Dice uno de ellos con una gran hermosura angelical, vestido con una extensa capa de hilos que solos los grandes costureros elfos conocen, con brillos de plata y esmeraldas que indican el cargo de cada uno.
-Alabon, tu ingenio y sabiduría siempre te han caracterizado, una virtud innata que te ayudo a formar parte de este gran concejo desde las épocas de antaño, prácticamente desde los inicios de nuestro mundo, naciste prácticamente de las mismas entrañas del gran señor de la luz-. Dice Elidan al respecto a la forma en que nombran a Morfeo como señor de la luz. –El peligro existe y nadie estará exceptuado de la gran amenaza, tarde o temprano seremos absorbidos y si no actuamos en este momento en apoyo de los hombres podría ser el final de todos aún si nuestro mundo quede a salvo-. Insiste Elidan.
El concejo no muestra emoción alguna, nadie aporta una decisión o concejo al respecto mientras en los pasillos los nervios en saber qué es lo que sucederá se agrandan para conocer el mensaje que han de llevar a su gente que esperan con ansiedad en el abismo de Harlik.
La discusión continua y las horas siguen sin dar un veredicto final, las votaciones son parejas y en caso de un empate el señor de los bosques dará el voto final, todos tienen razón en sus discursos tanto a favor como en contra.
 
Esto ocurre en los bosques ocultos mientras que en los oscuros reinos de Abin el mal no se da por vencido, Nimus está listo para el asalto final y sus guerreros están listos para atacar a su enemigo en el abismo, es una fortaleza natural impenetrable pero nadie puede escapar a su interior; en cualquier asedio les será imposible escapar a su destino.
Los guerreros oscuros formados en los bajos eternos esperan su oportunidad, su deseo de sangre, destrucción y conquista corren por sus sangres negras contaminada con pura maldad. Sus generales están listos y recorren a lomo de sus caballos las grandes filas de fuertes guerreros y su confianza es ciega y determinante.
La voz de Nimus se hace oír desde las torres oscuras de Asgul con las ordenes bajo amenaza si su enemigo logra escapar del abismo de Harlik, a sus espaldas se encuentran Nomulor y Lady Marion a la espera de su oportunidad de tener revancha por sus numerosas derrotas; Numil ya partió con sus directivas hacia las tierras ocultas en una misión especial. Desde el plano astral Afrán se hace el desentendido luego de lograr su tan deseada venganza usando las fuerzas oscuras para llegar al trono astral y desde allí su misión está cumplida.
-“Esta vez no quiero errores, tomen el control de las fuerzas de  Abin y no regresen sin la  victoria y esta vez les aseguro que sus cabezas formarán parte del relieve de mis puertas”-. Ordena con ira a sus generales más fieles.
Sin palabras asisten con miedo y se retiran de la sala de audiencia desde donde puede verse a los ejércitos a través de las ventanas de las torres oscuras; Nimus mira detenidamente a las distintas formaciones llenas de coraje y un odio salvaje que una vez que sean liberados nadie detendrá su avasallante embestida.
Lentamente su figura siniestra se desvanece entre la oscuridad y se oculta esperando el próximo desenlace y no esperara para saber su resultado, desde sus más profundo escondite en las mismas entrañas de los montes oscuros mandará sus directivas y su energía vital para guiar a sus ejércitos. Con sus dominios y manejos oscuros manipulará a todos desde su propia fuente vital, desde el mismo mundo a Abin, allí la maldad no conoce la derrota y su porvenir estará asegurado ante cualquier eventualidad.
-“No estés tan seguro, si esta guerra es perdida tú serás mi mascota eternamente, todo el castigo conocido caerá sobre ti”-. Dice la voz del amo de todo lo oscuro a su representante en la tierra.
-No perderé-. Fue su contestación fría y cortante mientras desaparece hacia la zona del abismo eterno, desde allí iniciará su ataque final.
Un gran huracán de fuego y cenizas sale disparado de los aposentos del oscuro hacia las fuerzas que esperan en los bajos eternos, un rugido ensordecedor hace estruendo en los cielos negros anunciando el inicio de la gran batalla; el mundo de Geo será testigo de la peor guerra nunca vista desde que el universo lo vio nacer en manos de Morfeo.
Los grandes ejércitos, fuertemente apostados en el abismo de Harlik vieron tan terrorífico proceder y un mal augurio hace temblar su valentía en este momento tan decisivo.
-“No temáis mis valientes, nuestras vidas y el futuro de nuestros hijos están en vuestras manos”-. Dice una voz que llega desde los cielos montados en un gran corcel alado.
El gran Asral hace su entrada iluminado los cielos de la alianza de los hombres y enanos, su presencia y magia les devuelve el valor, la energía y la valentía a los corazones que hace unos instantes dudaban. La algarabía y alegría suenan en todos los confines del refugio, en las murallas improvisadas lanceros y arqueros saludan a su guardián con sus cascos en mano, aterriza con su corcel alado en el patio de las ruinas fuertemente reconstruida y se dirige a sus generales.
Dio su saludo conmovido por la partida de Nituring y después de unos segundos pensativo, continuo con las nuevas directivas, el anochecer llega y los festejos por la llegada del mago se llevan a cabo para distender las tropas y esperar nuevos augurios en la batalla final que se aproxima.
-Esta todo definido y escrito, la alianza de los hombres perdurará en la eternidad, los señores astrales harán un sacrificio final para que la paz se selle para siempre y el mal sea erradicado-. Fueron las palabras del mago al concejo.
-Es algo difícil de creer-. Dice con duda Torgal.
-El plan está en marcha, pronto desde los confines de la tierra un gran temblor hará despertar a los hijos ocultos de Morfeo quienes tendrán gran repercusión en esta batalla desde lo más profundo de los abismos, fuerzas inimaginables estarán llegando durante el día de mañana desde los bosques mágicos traídos hasta aquí por un gran héroe de sangre real-. Agrega Asral
Todos quedaron impresionados por lo escuchado, los bosques prohibidos conviven miles de seres mágicos y que vengan a una pelea que no les interesa no lo creerán hasta que el día llegue.
El amanecer del noveno día del mes de junio monta sus primeros rayos de luz y todos los ejércitos de la alianza están listos para prepararse para la gran batalla, los miles de arqueros se alistan en las murallas y torres de defensa, sus capitanes dan las ordenes de un extremo a otro con mucho ímpetu y firmeza, las catapultas se preparan cargadas con barriles incendiarios, los lanceros preparan las distintas defensas de las ruinas en puntos estratégicamente colocados, ballesteros defienden toda la retaguardia por donde podrían llegar las primeras avanzadas enemigas. Junto a la torre principal se encuentran los generales junto a Asral que vigilan a las fuerzas principales del enemigo.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
NACE LA ESPERANZA
 
Todos los ejércitos fueron convocados al abismo de Harlik y todos respondieron al llamado, desde las planicies de Elenor hasta las estepas de Azgord han respondido a tiempo, todos ocupan sus lugares de combates a unos quinientos metros más adelante del abismo para esperar la primera envestida de los salvajes oscuros y así dar tiempo a que la alianza se refuerce y estudie el movimiento principal del enemigo.
Las fuerzas de Targat se esconden en los bosques lindantes con sus fuerzas de arqueros, la caballería de Rasfel a ambos flancos de las ruinas de la ciudad, Targal y sus bárbaros a los pies del abismo para un asalto relámpago, Grumo con sus enanos terminan de construir infraestructuras defensivas, empalados con púas, bloques de piedra para reforzar las entradas.
Las trompetas resuenan a lo largo del cerco defensivo para anunciar que cada uno de los soldados están en posición y listos para esperar a su oponente. Al otro lado los oscuros inician su marcha, Numil da órdenes a sus serpientes gigantes para que den el primer golpe llegando por debajo de la fortaleza y poder así abrir un túnel directo al corazón del enemigo; felinos gigantes, casi como un muro con armaduras oscuras, lanzan rugidos ensordecedores haciendo temblar hasta al más valiente.
-“No teman mis valientes, mientras la luz de nuestros corazones esté encendido ningún mal podrá detenernos, preparen sus espadas, alcen sus arcos al cielo, ofrezcamos nuestra sangre a tierra que nos vio nacer, nuestro sacrificio no será en vano”-. Fueron las palabras de aliento del gran mago.
El fervor se oyó en todo el muro, espadas y escudos relucen, los arcos se tensan a la espera de la señal, las catapultas están preparadas y listas para disparar, los reyes y generales esperan con frente en el alto su destino.
La batalla contra los oscuros es inevitable, la alianza es necesaria para la supervivencia de la tierra, los hijos de Morfeo ganarán según los designios que han sido escritos desde los primeros días pero a un gran costo en la que dará fin a una era para dar comienzo a otra donde los sobrevivientes serán protagonistas del nuevo futuro.
 
Todo está listo, el gran temblor que provoco el golpe de una gran energía en el interior de la tierra dio nacimiento a los nuevos hijos de Morfeo, aquellos que inclinarán la balanza a favor de la luz. Así nacen los Minotauros,
A través de las cientos de cavernas subterráneas que alguna fueron construidas por el oscuro Abin para que sus ejércitos vaguen libremente por la tierra, salen con furia arrasando a su enemigo que caen desprevenidos, así llegan a la grieta de las profundidades tomando el control del bastión oscuro y así liberan a cada prisionero o esclavo que forjaban las armaduras y armas para los oscuros.
El grito de victoria por parte de su líder,  el gran Baltasar, da la gran noticia a sus dioses que se han sacrificado para que ellos surjan como los salvadores del mundo. De esta manera, el aura de los señores astrales se fusiona con  la tierra.
 Asmil será el Dios de la tierra, su estructura, montañas, barrancos; Lifir el Dios de los cielos, del viento y de las lluvias; Cannur el protector de la vegetación, de las energías positivas de la tierra; Ardimil es el Dios de las fuerzas protectoras de la tierra, el que vigilará al mal por toda la eternidad y Landor será el Dios de todos los mares y océanos del mundo.
Así quedará conformado el quinteto de dioses principales que tendrán la misión de proteger la tierra siendo alabados y adorados por los hijos de la tierra, engendrados por la semilla de Morfeo protector del universo entero.
                El mal ataca con sus wargos gigantes sobre la fortaleza de la alianza, el terror y la maldad más pura no dan tregua ni sienten piedad, el fin es inevitable; las bestias sedientas de sangre se arrastran por las profundidades para resurgir en el corazón de la fortaleza y darse el mejor manjar que hayan tenido en siglos.
                Una desesperación cae en el interior la fortaleza mientas los ejércitos de avanzada inician su jugada para interceptar al enemigo que se acerca desde los bajos eternos, las piezas fueron jugadas y la supervivencia de la humanidad y de todos sus aliados se decidirá en esta batalla.
                -“La muerte es dulce y refrescante, la sangre bañara la tierra dando vida a nuestro futuro reinado, sus carnes alimentarán a nuestras bestias por toda la eternidad”-. Fue el regocijo de Nimus mientras observa la batalla desde las profundidades de los confines de Abin.
                -“Esto es  el comienzo y no te fíes a lo que tus ojos ven, la espada de un gran rey caerá sobre nosotros y ese será nuestro fin”-. Agrega con cautela el gran Abin.
                -“Esas leyendas son tonterías, no quedará nada en la tierra para cuando tu rey decida aparecer, nuestros ejércitos aplastarán esa fortaleza y nadie sabrá qué o quién los golpeo”-. Agrega con toda seguridad.
                Los grandes wargos destrozan el interior de la fortaleza, el grito de muerte y destrucción es desesperante en todos los rincones de las grandes murallas, ante la desesperada defensa de los arqueros elfos y las afiladas hachas de los enanos que tratan de detener a como dé lugar a las grandes serpientes oscuras que no se detienen ante nada.
                -“¡Todos al resguardo!, ¡coloquen esas lanzas sobre la empalizada, los arqueros rodeen las fosas de esas asquerosas bestias, preparen los ganchos y sobre ellos”-. Fueron los gritos y órdenes de los capitanes a sus oficiales.
                Así fueron de un lado a otro, cientos de picas y lanzas fueron colocados cuidadosamente para esperar a su enemigo y se inserten en sus entrañas, los arqueros se apostaron desde los altos de las torres para lanzar ráfagas de flechas mientras el resto de los regimientos esperan con armas en manos a que las bestias vuelvan a saltar sobre ellos.
                Con ayuda del gran mago, quién usa la magia de la luz para enceguecer los ojos de las bestias y así hacer que vuelvan a sus escondites, no soportando su intenso brillo.
                La feroz contienda esta entablada en los abismos de Harlik y más allá del paso hacia los bajos eternos, el choque de espadas y escudos es frenética donde la caballería de la alianza da un gran golpe al enemigo oscuro. Haciendo que el enemigo avance con dificultad ante la defensa de los jinetes de Azgord y las lanzas de los salvajes del sur.
 
                Baltasar señor de los minotauros, con gran porte y valentía, toma su lugar en las grietas de las profundidades sin prisioneros enemigos. Así miles de prisioneros y esclavos son liberados para que tomen armas a favor de sus liberadores; un nuevo ejercitó se prepara para avanzar desde las miles de cuevas que lo llevarán directamente hacia las sierras de los cuervos y atacar a la misma fortaleza de la soledad sin que nadie detenga su paso.
                Armaduras de mitrhil, armas de un filo nunca visto gracias a las habilidades de los mejores herreros elfos, escudos bañados en cobre y acero los protegen, yelmos dorados de gran resplandor, con una fortaleza y valentía reforzada gracias a esta nueva esperanza, avanzando como hormigas en los túneles subterráneos dando caza a quienes se ocultan en la oscuridad.
                El dominio de los minotauros fue contundente, el avance desde el mismo corazón de la oscuridad agobia los planes del oscuro; la balanza se está inclinando hacia la alianza de la luz formada por todos los hijos de Morfeo y por el sacrificio de los señores astrales.
                En las profundidades de la maldad, el gran dios Abin, amo y señor de toda la maldad existente y gran maestro de Nimus, no pudo ocultar su enfado.
                -“Te lo advertí, no tendré contemplaciones si todo lo que he creado cae en manos de mi más acérrimo enemigo”-. Dice con enojo golpeando a su pupilo con su fuerza negativa; Nimus solo se levanta y se desvanece para ponerse al comando de sus propias fuerzas en las puertas de su fortaleza.
                Con la bronca y el odio propio de su ser, se pone al frente de las fuerzas defensivas dando órdenes y directivas con gran furia; sus ejércitos oscuros corren de una torre a otra a lo largo de las murallas, las bestias de carga y las armas anti-asedio se colocan en posición a la espera del enemigo si logran escapar al asedio en el abismo de Harlik.
                La batalla es cruel y despiadada en la fortaleza defensiva de Harlik, los arqueros y ballesteros atinan su blancos con gran acierto, aunque no es suficiente ante tan atroz ataque; miles y miles de horribles orcos de gran poder avanzan sobre los muros, las serpientes gigantes destruyen devorándolo todo a su paso.
                El gran hechicero hace su mayor esfuerzo para mantenerlos alejados de los civiles y de las defensas principales usando sus poderes de luz para que se escondan en sus agujeros, mientras un grupo de lanceros preparan arpones gigantes para traspasar a las bestias antes de que sea tarde.
 
               
 
 
               
 
               
 
 
 
 
LOS TIEMPOS DE LOS TIEMPOS
 
-“Te hemos estado esperando gran hechicero”-. Dice con una reverencia un alto y distinguido elfo, pelo lacio brillante como el sol, vistiendo armaduras confeccionadas con el mejor material nunca antes visto por la mano del hombre, forjado por  los mejores herreros elfos y de quienes solo ellos conocen el secreto de su forja. Una larga capa verde lo cubre adornado con broches de oro y marfil, botas de cuero de un animal desconocido en las tierras bajas, con su arco largo y bien refinado, además de tener sus carcaj completos de flechas.
-“Aún me falta un largo camino para ser un gran hechicero, Vaylor el hermoso, gran príncipe de los primeros elfos Carkayin, descendiente de la misma sangre de los señores astrales”-. Contesta con elegancia el joven hechicero y mensajero del plano astral.
-“¿A que debemos tu visita?, joven amigo”-. Agrega con gran cortesía y amabilidad Arlon señor de los hombres.
-“Noticias de aquí y de allá, novedades nuevas de cosas que suceden o sucederán, Arlon el Soñador hermano de Marcon el orgulloso, los grandes señores reyes de los hombres”-. Contesta con simpatía mientras mira de reojo a Marcon, quien se encuentra junto a una gran chimenea que ilumina  toda la sala.
-“Estas algo misterioso, no me gusta estar perdiendo el tiempo”-. Dice con enfado un pequeño enano cubierto de una gran armadura de mithril.
-“Haciendo honor a tu personalidad, Brandon el gruñón”-. Se ríe burlón el hechicero.
-“Dinos de una vez cual es el motivo de esta reunión tan misteriosa”-. Interrumpe Marcon, mientras se acerca al grupo que se ubica alrededor de una mesa redonda.
Estos grandes señores presentes son los principales reyes y príncipes entre los hijos de Morfeo.
El altivo  Vaylor el hermoso, señor de los elfos Carkayin, los primeros nacidos.
El gran Brandon el gruñón, señor de los enanos de las minas de Arduk, los primeros forjadores, usando los minerales que extraen de las montañas rojas de Muir.
Entre los grandes reyes, se encuentran Arlon el Soñador y su hermano Marcon el Orgulloso, señores de los Primeros Elegidos.
-“Las noticias que os traigo no son nada alentadoras para los tiempos futuros”-. Contesta con seriedad mientras se sienta al centro de la mesa y bebe una gran copa de buen vino de la zona.
Hace un silencio mientras recupera su compostura por el largo viaje y luego continúa…
-“Vengo de un largo viaje, un gran rumor llego a los astrales desde los confines de las Cierras de los Cuervos, grandes masas de oscuridad están cubriendo con mantos de terror y caos por las costas del Rock Druil, las fuerzas del dios Albin amenaza la paz y la tranquilidad que nuestros señores han construido durante los primeros tiempos hasta el nacimiento de los Elegidos”.
-“¿Quién es ese tal Albin?; nunca oímos tal persona”-. Pregunta Marcon.
-Albin es un Dios de la oscuridad, hermano gemelo del Dios Morfeo creador de nuestro mundo y de nuestros protectores los señores astrales; nacieron de la misma fertilidad del cosmos antes de que los mundos nacieran, un choque de energías se produjo en el universo creando dos mundos paralelos, el de la luz junto al Dios Morfeo, y el de la oscuridad junto al Dios Albin, en los primeros tiempos y durante trescientos años hasta nuestros días, la paz brillo en su esplendor junto a las obras realizadas en nombre de nuestro Dios, sin saberlo, al menos por los señores astrales, el mal también fue creciendo y produjo que Morfeo creara con rapidez a los primeros nacidos para salvar y proteger a la gran Gea cuando el mal diera vida al mal”.
Un silencio generalizado dejo sin aliento a los presentes por tal revelación, es la primera vez que escuchan tal historia de los primeros tiempos.
-“¡Que historia tan desconcertante y sin sentido para nuestros tiempos!”-. Alega Arlon
-“Que imaginación tan primitiva tienes, hechicero”-. Se burla Vaylor.
-“Eso es verdad, yo tengo conocimiento al respecto”-. Defiende los dichos del hechicero el gran Brandon.
-“Gracias pequeño compañero”-. Contesta con una reverencia el hechicero.
-“Desde los comienzos de la segunda centuria de nuestra era, las sombras han estado trabajando más allá de las Sierras de los Cuervos, a causa de la gran muralla nunca se pudo ver los grandes movimientos que han producido con grandes construcciones fantasmales, ejércitos de horribles bestias, torres de terror y muerte, mazmorras infectadas de alimañas y podredumbre. Gigantescas perforaciones bajo las mismas montañas, no tienen reparo en dar nacimiento a una fría y desolada oscuridad.
Así han estado trabajando durante centurias y nuestra gente siempre han vigilando de cerca sus pasos, hoy su furia contra nuestro mundo es evidente y es por eso que el gran hechicero nos ha convocado”-. Convence con gran ímpetu nuestro pequeño amigo dejando perplejos a los oyentes.
Un miedo invade a los grandes reyes, nunca han experimentado guerra alguna contra seres oscuros, la paz de las tierras bajas nunca fue amenazado durante las primeras centurias, solo conocen tácticas de combates menores contra los salvajes que asolan las regiones fértiles. Pero la amenaza ahora es mayor y es un deber defender el futuro de Geo.
Así la alarma se dio a conocer en todos los rincones, el gran mensajero en su gran corcel alado recorrió los cuatro puntos cardinales, cruzo decenas de ríos para llegar a su destino, supero cientos de montañas en su camino, aún así no dejo a ningún hijo de Morfeo sin saber de la amenaza que se avecinaba.
Así pasaron las primeras centurias, con una vigilancia constante sobre el Oscuro, miles de fortificaciones se levantaron en todas las planicies bajas y las zonas fértiles, ejércitos tras ejércitos han sido reclutados, armados con armaduras y armas nunca antes forjadas por los señores enanos o los elfos.
Sin descanso, día y noche, todo se fue preparando minuciosamente para que el día llegara; flotas de poderosos barcos, murallas inimaginables, torres defensivas, nuevos caminos y puentes fueron construidos para ser  más rápido el movimiento de tropas y recursos, nada se dejo al azar siguiendo los consejos de los astrales.
Así transcurrieron los años de las primeras tres centurias, solo vigilar y esperar el movimiento inicial de las fuerzas oscuras, hacer lo posible para detener cualquier tipo de avanzada enemiga a lo largo del Rock Druil.
Los primeros reyes y príncipes han visto desvanecer sus vidas sin levantar una espada en contra de las huestes oscuras, uno a uno pasaron a formar parte viajando al mundo de los muertos, el Kalak; lugar donde los altos señores de gran valentía y valor son enviados a descansar, desde donde sus almas vigilan y protegen a los vivos.
Ahora solo sus linajes tienen la posibilidad de realizar lo que sus predecesores  han constituido en estos primeros siglos pasados, ellos harán honor a sus antepasados, a sus esfuerzos y virtudes.
 
El gran hechicero recuerda esos tiempos de antaño mientras se encuentra inconsciente, varias centurias estuvo preparándose para este desenlace mediocre, no es hora de viajar al mundo de los muertos. Una fuerza vital lo ilumina poco a poco, una fuerza interior despierta con grandeza mientras la batalla continua a su alrededor; siente como su energía se recupera y poco a poco despierta para continuar con su destino.  Una voz dulce y cálida le susurra a los oídos…
-“Levántate gran hechicero, levántate Asral y continúa con mi legado; tu propósito está más allá de estas murallas; donde aquel que vendrá a salvarlos unificará los reinos bajo una sola corona y es entonces cuando el mal desaparecerá de este mundo”-. Fue la voz de una persona de aspecto anciana de blanca cabellera y túnica de luz brillante, el mismo Morfeo anuncia la salvación venidera.
Asral despierta sentado junto a maderas malolientes de un viejo carro destruido, le cuesta unos instantes volver a la realidad de la batalla y no pierde tiempo y contraataca con todo su poder. Cientos de orcos y bestias oscuras vuelan por los aires a su paso, con hechizos de luz que salen de su bastón nadie puede resistirse.
Pronto se encuentra junto a la entrada principal junto al resto los integrantes de la gran alianza, protegiéndose mutuamente dan su último aliento de combate.
Rasfel, a pesar de sus heridas, Torgat, Grumo y Torgal, se reagrupan junto al hechicero en busca de protección aprovechando sus renovadas energías para la lucha.
-“Pensamos que habías muerto”-. Se burla Grumo.
-“Eso está lejos de suceder, mi pequeño amigo, esto aún no acaba y mi misión en la tierra no ha terminado”-. Contesta con entusiasmo.
-“Si no podemos contrarrestar a estas bestias con tan poca visibilidad para luchar, no duraremos mucho”-. Agrega algo agitado Torgal.
-“Paciencia mis amigos, el milagro esta por ocurrir; el mismo Morfeo me lo acaba de confirmar”-. Fue su repuesta quedando los presentes sorprendidos.
Los focos de resistencia se ven diezmados, pronto la oscuridad vencerá en un paso crucial para las aspiraciones de conquista, si los hijos de Morfeo caen, el terror dominará al mundo.
Gritos de terror, muerte, desilusión, un círculo de sangre y maldad toman el control en el paso de Harlik, el miedo y la desesperanza se encierran en las cámaras ocultas de los subsuelos esperando el desenlace final. Allí el pasado, el presente y el posible futuro de los hombres; esperan la llegada de su triste partida a los brazos de Morfeo.
El llanto de los niños, la desolación de las mujeres y los más ancianos; esperan que la oscuridad golpe a la puerta sabiendo que ninguna posibilidad de vida será posible. El golpe de espada se siente cerca, están llegando al refugio de aquellos que esperan la muerte con dignidad y libertad.
Los fantasmas rondan en el denso aire a la espera de llevarse a las almas más frágiles, por aquellas almas llenas de temor y desesperanza, allí están latentes y atentos a cualquier designio de muerte.
Los grandes príncipes fueron capturados, los poderosos han caído y esperan su suerte junto a los generales oscuros que festejan bajo las burlas de sus víctimas.
Desde los abismos oscuros, Abin comienza a festejar su gran conquista; las huestes del mal inician su expansión final sobre los hijos de Morfeo.
Los generales oscuros aparecen ante su nuevo emperador y los festines se inician en la gran sala, las bestias vitorean y vitorean a su gran amo, desde el plano astral Afran vigila y espera su oportunidad para clavar su daga en un acto final por dominar los dos mundos.
-“Festeja, festeja masa uniforme, pronto conocerás la magia oculta de los emisarios negros, mi nuevo clan dominara estos dos mundos, ya eliminamos a los astrales; ahora estoy listo y voy por ti”-. Dice con arrogancia sentando en su trono de hielo.
El amanecer se aproxima y solo unos focos de resistencia se manejan en los bosques aledaños, no se dejarán capturar ni esclavizar. Moles de bestias aladas arrasan los bosques con fuegos y rocas por doquier, el miedo no los detiene.
Antes de que los primeros rayos de luz muestren el horror futuro, un coro de cuernos rugen desde los cuatro puntos cardinales, y de repente miles de flechas tapan el cielo gris donde las bestias aladas se ven enredadas en una red de flechas y una a una caen.
Las fuerzas oscuras se miran sin entender lo que sucede, un descontrol hace que pierdan el sentido de coordinación y corren  de un lugar a otro.
Gritos de batallas suenan en los valles y planicies que rodean la vieja fortaleza, desde las mazmorras presientes los canticos de los elfos de antaño; la algarabía no se deja esperar y el coraje corren por sus venas listos para prestar batalla.
Los generales redoblan sus esfuerzos y empujan a su enemigo, uno a uno caen por el poder de sus espadas mientras tratan de escapar y llegar hacia las puertas de las murallas para lograr abrirlas para que pasen los recién llegados.
Allí estaban los salvadores, los elfos ocultos de Roder Rider guiados por Alabon, Narxox y el mismo príncipe Talyerin, llegan con todas las fuerzas elficas de la sangre de Vaylor a liberar a los hombres de su ocaso.
El silbido de flechas blancas brillan en la noche para caer sobre los oscuros, por cientos caen sin comprender como pudieron pasar de la victoria a una derrota inevitable. Con orgullo y fervor, todos aquellos que estaban cautivos retoman a la batalla con espadas y escudos en mano.
Al llegar al mediodía del día siguiente, la hermandad de la alianza toma el control de paso de Herlik, después de enterrar a sus muertos y deshacerse del enemigo el banquete no se hizo esperar, a pesar de las heridas y pérdidas se dieron el gusto de festejar una gran victoria.
El gran mago Asral dio las plegarias a Morfeo por esta actuación, dando las gracias eternas a sus hermanos elfos que llegaron en el momento justo, junto al gran príncipe que dio una vez más sus dotes de un futuro rey.
-“Altas son las plegarias e infinita la recompensa hacia nuestros hermanos de la alianza”-. Dice el gran mago mientras hace una pausa ante la atenta mirada de los participantes al banquete. -“Damos las gracias de estos augurios que los dioses nos han conferido en esta inmensa victoria, este es el principio del fin para nuestros enemigos, al fin la espera, la angustia, el miedo llegaron a su fin; desde ahora demostraremos de que son capaces los hijos del creador. El nos guía y nos cubre con la verdad y la justicia, el nos envió a los elfos ocultos de las regiones inhóspitas y grande es la  proeza de nuestro gran rey entre reyes”-. Alega el mago mientras señala en dirección al príncipe que se encuentra junto a Alabon y la princesa Rüste que decidió acompañarlo en esta batalla.
El joven príncipe trata de tranquilizar tanta algarabía por parte de los presentes hacia su persona y agrega…
“-El merito es de todos, de cada espada que fue impulsada, por cada corazón valeroso que no dejó de latir, por cada hermano de armas que no vacilo en acudir en el auxilio de los desfavoridos, es merito es de aquellos que perecieron en la batalla sin ver este logro por sus ideales, todos y cada uno de nosotros deben dar gracias por liberar esta oscuridad, ahora vamos por ellos”-. Fue su grito de júbilo y todos respondieron sin vacilar.
 El viento silba en la tranquilidad de la segunda noche después de tan sacrificada victoria, un silencio generalizado hace que la noche sea gris pensando en aquellos grandes guerreros caídos; el príncipe hace su recorrida meditando el siguiente paso contra el oscuro.
Mira sigilosamente las murallas de la fortaleza y hacia el horizonte donde observa las montañas ocultas de Asgul, medita y piensa ahora que el gran dios Morfeo mando a sus nuevos hijos nacidos de las entrañas de la tierra, los minotauros, con su gran fuerza lograron conquistar las grietas de las profundidades y liberar a los cautivos. Ese golpe beneficio a la causa de la gran alianza y abrió una brecha en el enemigo del que no podrán cerrar.
Una figura se acerca con timidez, la princesa sale de la penumbra vestida solo con un camisolín y una bata; solo las miradas lo dijeron todo y su amor se consumió entre las frías piedras de la torre de vigilancia ante la mirada tenue de la luna.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
EL PODER SE ILUMINA
 
                En todo el mundo de Geo se encuentran ocultas poderosas torres místicas, creadas y ocultas a los ojos del oscuro para realizar, llegado el momento, la erradicación total del mal de las planicies bajas.
                Así se encuentran las llamadas torres oscuras, ubicadas cada una estratégicamente, la torre astral representado la fuerza mística del aire cuyo guardián es el mismo Morfeo; la torre de fuego de las animas de las profundidades, Morluk su guardián; la torre de la vigilia que representa las fuerzas de la tierra, más allá de los mundos congelados de Ican perteneciente a los mundos desconocidos mucho más allá de las fronteras norte de Abin.
                En las profundidades de los violentos mares encontramos la torre de agua, Win Jabah su guardiana. Conjugando el poder de todas estas maravillas se trasladan a la torre de la advertencia en los límites de los mundos desconocidos. Lugar donde se realiza el ritual final para que el guardián del perdón o de la condena, también llamado el guardián del portal, sea el encargado de la erradicación.  El ritual establece que los distintos guardianes deben trasmutar sus poderes a la gran piedra de la discordia, allí deben presentarse durante la eclipse lunar próxima prevista para dentro de cinco lunas según el ciclo se Saron1.
El mensaje fue enviado y los guardianes se presentan ante la torre de la advertencia para preparar la batalla final contra los oscuros que han osado invadir al mundo. Allí uno a uno se presentan ante la piedra de la discordia y una fuente de luz de gran brillo les da la bienvenida.
-“Estamos aquí gran creador, hemos recibido tu llamado”-. Morluk es el primero en presentarse.
-“El momento ha llegado, todos saben para lo que se los ha citado aquí; el camino final hacia la liberación o el cautiverio de los hijos de la tierra están en sus manos”-. Dice una voz que sale de la roca.
-“Siglos han pasado y un gran letargo y tranquilidad, estamos listos gran maestro”-. Contesta Win Jabah.
Morfeo se hace presente y el círculo se completa, los guardianes se ubican en pequeños sillones de piedra esmaltados de vivos colores, un haz de luz entra por un pequeño orificio q se halla en el techo cayendo en forma vertical hacia el centro mismo de la piedra central.
 El aura de cada presente se unen dirigiéndose cada una hacia el eje de luz y allí una nueva forma hace su aparición, el guardián supremo, el guardián del universo hace su presencia por primera vez entre los mundos mortales.
-“Mi sueño ha sido interrumpido, el llamado ha sido efectuado después de siglos de existencia de este mundo envuelto de oscuridad; que motivos fundados deberé tener para realizar mi misión”-. Fueron sus primeras palabras.
-“Gran maestro, nuestro pedido no tiene discusión y se requiere una medida drástica si queremos que el universo mismo siga existiendo”-. Fueron las palabras de Morfeo.
-“Cuál es el peligro que amenaza a mis sueños”-. Pregunta dubitativo el guardián supremo.
-“Las hordas oscuras del oscuro al que se le conoce como Abin, ha extendido toda su maldad por todo este mundo, un grupo de grandes guerreros se han aliado bajo un mismo estandarte para poder detenerlos, hemos tenido éxito en esta primera etapa y los tenemos acorralados dentro de sus fronteras. Ese mal aún late en el corazón de este mundo y  los hijos del mismo Morfeo no tienen un futuro asegurado si este mal continúa existiendo, si este mal decide regresar con más fuerza y poder sus fronteras podría traspasar a todo el universo, prueba de ello fue la derrota de los señores astrales a manos de los monjes oscuros que fueron corrompidos por este poder”-. Contesta con dedicación y cortesía Morluk.
 
 
 
 
 
 
 
1Saros (o ciclo de saros) es un periodo caldeo de 223 lunas, lo que equivale a 6585,32 días (algo más de 18 años y 10 u 11 días) tras el cual la Luna y la Tierra regresan aproximadamente a la misma posición en sus órbitas, y se pueden repetir los eclipses. Por definición un saros son 223 meses sinódicos(S) (periodo de una Luna nueva a la siguiente). Conocido desde hace miles de años, es una manera de predecir futuros eclipses.
 
 
 
El guardián supremo mira con recelo a cada presente, suspira unos segundos y se acomoda en el gran sillón central, en el punto medio rodeado por el resto de los presentes que lo miran con ansiedad y temor.
 
-“El mundo conocido, el universo mismo fue creado por la mano de los dioses; todo detalle hasta la más mínima molécula fue creada con un propósito, para bien o para mal uno debe existir con el otro para que el circulo del equilibrio coexistan para que el sacrificio de unos sea el fruto de los otros.
El mal existe para que el bien actúe y aprenda de los errores, de las cosas negativas que obstaculizan al mundo, para que los seres aprendan que el mal no puede ser manipulado y que ese poder solo corrompe por lo que deben ser fuertes para sobrepasarse o perecer a sus pies como seres inferiores”-. Fueron sus primeras palabras mientras realiza un descanso silencioso.
Un aire de nerviosismo rodea a los presentes y nadie se anima a criticar el relato del guardián supremo.
Concentra su mente y prosigue su discurso mientras imagina un futuro lejano que el mundo conocerá llegado el momento.
-“El exterminio del mal está en el corazón y en el alma de cada ser vivo, si en ellos existe la corrupción el mal vivirá por siempre, sin en ellos existe el odio, el mal existirá, puede ser detenido o encerrado en el mismo corazón de la tierra, pero es el hombre el que debe limpiar sus corazones y mentes de las impurezas para que este mal no despierte”-.
Los allí presentes quedaron asombrados con tan laboriosas palabras, perplejos no pudieron contestar a tal palabras.
-“Sabias palabras gran guardián, cual sería tu consejo en esta guerra inevitable”-. Pregunta Morfeo con seriedad pero con cortesía.
-“La fe en los corazones de los humanos es la clave, si ellos luchan con fe y actitud, con confianza en sí mismo y en los que los rodean tienen grandes posibilidades, no hay magia que venza a la magia oscura, solo la luz de los corazones puros es la semilla que debe crecer para atacar al mal, los magos oscuros que se encuentran en el plano astral deben ser desterrados para que no manipulen la esencia misma de la vida, el resto lo sabrán en su momento”.
Morfeo medita unos instantes estas últimas palabras y la decisión tomada fue unánime.
-“Ustedes hagan lo que tenga que hacer mientras yo me encargo del resto”-. Dice el gran creador y se desvanece de la sala para realizar un viaje inter-espacio hacia donde se encuentra el gran mago.
Tifus se sorprende ante la gran aparición de su maestro, escuchando con atención el plan a seguir sin demoras y sin pretextos, una vez conocido los acontecimientos resientes en relación de los guardianes místicos al cual el mismo mago tenía un conocimiento primitivo de su existencia; no se sorprende. Las pocas escrituras de la poca historia que vincula al mundo desde su creación solo le dejan lagunas y vacios que poco a poco son escritas para el futuro venidero.
-“Si esa es la situación no tenemos nada que perder, estamos solos en esta causa, somos los únicos que hemos quedado y que tenemos la facultad de viajar por las distintas dimensiones hacia el plano astral”-. Es lo que el mago trasmite a su maestro, ya que los cinco astrales forman parte del grupo primario de dioses protectores de la tierra.
-“¿Tus alumnos, hechicero?”-. Pregunta preocupado Morfeo.
-“Han sido capturados la mayoría, un pequeño grupo se oculta en los Bosques Pardos curándose de las heridas en mano de los elfos de Elindal, pero estarían listos si son convocados”-. Fue su repuesta.
-“Convócalos entonces, necesitamos toda la ayuda posible”-.

-“ nire sorgin handiaren azken eraso, Morpheus beharra egiteko deialdia
   (mis grandes hechiceros, los convoco para el asalto final, Morfeo los necesita)”-.
 
Este fue el llamado es un dialecto místico y antes de que pestañee un águila grita en los cielos dando aviso de la llegada de los valientes hechicero que han respondido a su llamado.
 
-“Aquí estamos maestro, tu llamado no será negado”-. Dijeron sus alumnos con reverencia.
-“Agradezco su presencia, Morfeo nos convoca para el asalto final a la torre Astral, su recuperación depende el futuro de nuestro mundo; no hay opción a lo inevitable”-.  Con estas palabras el grupo desaparece en el aire transportándose hacia la presencia de Morfeo que vigilaba la fortaleza de Afran y sus hechiceros negros.
 
-“Todo se ve normal desde aquí, no veo movimientos de ningún tipo y es extraño”-. Informa Morfeo a los recién llegados.
-“No te fie a lo que la magia oculta a los ojos, mi querido amigo”-. Se burla el gran mago mirando de reojo a sus pupilos.
-“Debemos realizar una distracción para poder penetrar y rescatar al resto”-. Es la primera parte del plan.
-“La torre está bien custodiada, tú eres su guardián así que te necesitamos adentro, nosotros nos tomaremos revancha sobre ese parasito para darte el tiempo que necesites”-. Agrega el hechicero mientras se prepara para el asalto con su grupo listo y ansioso.
Colocándose en fila formando una medialuna frente a frente hacia la torre logran desintegrar la capa de visibilidad protectora, desde la torre salen disparados cientos de hechiceros negros al mando del mismo Afrán.
-“Has vuelto para morir con dignidad en esta pocilga, bueno, te daremos el honor”-. Se burla el hechicero oscuro a la vez que vuela hacia el mago montado en una extraña bestia alada.
Una gran fuerza de choque son lanzas por uno y otro bando, explosiones de energía se llevan a cabo en uno y otro sector donde la batalla se lleva a cabo; hechizos de fuego, lluvias de meteoritos, combates con bestias poderosas y hasta con dragones manipulados mágicamente. El gran hechicero realiza un combate personal contra Afrán, esta vez no caerá desprevenido como la última vez que se enfrentaron, su poder se encuentra en un nivel superlativo y con hambre de venganza. Ataques con espadas, rocas gigantes, ogros y trulls, una batalla campal nunca antes vistos en el plano astral.
El rescate se lleva a cabo sin dificultad, Morfeo logra liberar a los prisioneros y escapan de la torre astral por el portal hacia el campo de batalla; desde allí se unen al resto de sus compañeros comandados por Morfeo. Con mucha facilidad derrota al enemigo con los poderes del gran dios; todo queda en el mano a mano entre dos grandes rivales en la hechicería. Asral, al ver la torre liberada y en buenas manos, realiza un acto de sacrificio ante la tenue mirada de sus seguidores, concentra toda su energía hacia Afrán y un molino rasante los envuelve y así viajan a otra dimensión sin retorno; ambos desaparecen en la noche astral. Luego de un largo tiempo de luto, Morfeo deja todo a disposición de los hechiceros dejando libre la fuente de poder del guardián respectivo, para que la fuerza vital del guardián supremo logre el cometido para lo que fue convocado.  La noticia fue recibida con buenos augurios desde la torre de la advertencia, el poder del supremo está completo y listo para iniciar el ritual para que le portal sea abierto por su protector; el próximo siclo lunar se llevará a cabo dentro de tres lunas, luego el final estará destinado.
Las fuerzas oscuras se reagrupan detrás de las puertas negras de Asgul, la sierra de los cuervos se agitan en estrépitos movimientos, gigantes, orcos, trulls, maquinas defensivas anti-asedios, arqueros oscuros, infantería, todos están listos esperando a su enemigo establecidos desde las planicies bajas hasta el abismo de Harlik. Los altos jefes oscuros se encuentran ansiosos por destrozarlos, el olor a sangre fresca los atrae como moscas, sus armaduras y escudos se opacan a causa de las costres  de sangre seca pegadas en las mismas, sus ojos profundos llenos de maldad brillan en la oscuridad del recinto, sus músculos se contraen y sus mandíbulas expresan toda la maldad del mundo.
Desde lo alto las aves del viento los observa preocupados y transmiten los mensajes lo más rápido posible a toda la planicie para que estén listos y atentos al asalto final, las trompetas suenas y miles de maquinas de asedio se movilizan con rapidez hacia los muros y puertas, escaleras y arqueros forman en las primeras filas, la caballería se aposta al centro para hacer la estampida sobre las formaciones oscuras, detrás de ellos el resto de la infantería, arqueros elfos y las catapultas que trataran de golpear al enemigo en su corazón mismo.
Las puertas intentan abrirse bajo el constante ataque realizado por las catapultas y lluvias de flechas; las miles de bestias intentan abrirse paso sobre semejante ola de ataque con gran euforia. Las bestias aladas intentan destruir en primer lugar el asedio de las catapultas, otros gigantes se colocan como escudos para detener las flechas elficas. De ese modo el resto de las fuerzas de choque puedan salir sin inconvenientes.
La caballería de la alianza se coloca a los flancos para rodearlos e impedir que rompan con facilidad las distintas posiciones, la infantería pesada toma posición al centro de las formaciones en forma de semicírculo como un embudo impenetrable para el enemigo.
Choque de espadas, golpes de escudos y armas pesadas, todo tipo de extrañas armas usadas por el oscuro se mezclan con las simples armas de los atacantes. La lluvia de flechas y rocas incendiarias dibujan arcos en los cielos del paisaje gris del reino oscuro, las puertas siguen dejando escapar a cientos de bestias como hormigas.
 
El enfrentamiento final ha comenzado, solo un vencedor saldrá victorioso de esta contienda mortal donde el futuro de la humanidad y el resto de los seres de la tierra se decidirá en la batalla de los antiguos junto a las puertas de la sierra de los cuervos. Mientras la batalla se inicia, en la torre de la advertencia el ritual está a punto de finalizar; con las fuerzas místicas en su máximo poder guiados por el guardián supremo, el resto de los guardianes mantienen su concentración para poder transmitir sus poderes al supremo. Cuando la noche caiga y la luna pase por su ciclo final, el portal se abrirá y el destino del mal será decido por el guardián del portal eterno.
El anochecer da los primeros indicios de lo que va a suceder, la energía trasmitida a través del plano astral hacia el guardián, sucesivamente desde el resto de las torres hacia la torre de la advertencia. Una inmensa telaraña se forma en todo el territorio cubriendo la misma como un cálido y armonioso manto, todo aquello influenciado por el oscuro se desvanece en el trayecto a medida que la telaraña avanza.
El último engranaje fue puesto en funcionamiento, las fuerzas de la luz toman la iniciativa ante el poder del oscuro, su propia presencia ya no se percibe no quedan rastros. La vegetación gris se transforma en coloridos paisajes, las antiguas ruinas vuelven a ser los colosos de antaño, los animales recobran su lugar en el ciclo de la vida salvaje, todo cambia como era en el principio de los principio. El mal ya no tiene ecos de terror en el mundo de Geo, las tierras están siendo liberadas y el delirio de libertad cada vez grita con más fuerza,  desde las orillas de los mares hasta las montañas más altas, desde las planicies hasta los grandes bosques, elfos, enanos, hombres y otras bestias mágicas sienten su libertad en sus corazones; el temor se transforma en fortaleza, el agobio en esperanza, sobre todo la esclavitud en libertad.
Todo depende ahora de los hijos de Morfeo, la Gran Alianza debe reafirmar su poder e inteligencia para demostrar su capacidad y honrar a su creador; sienten el temor en las fuerzas oscuras, ven como su furia descontrolada merma a medida que sienten el poder de la luz debilitar la oscuridad y como lentamente retroceden, se sienten acorralados y huyen como corderos en busca de los refugios más cercanos, luego de varias horas de asedio ya no queda criatura ni ejercito oscuro en toda las planicies cercanas, las puertas del reino de Nimus han quedado al descubierto y los ejércitos de hombres, elfos y enanos arremeten hacia el interior de la Sierra de los Cuervos. Sin piedad, sin misericordia, los pocos oscuros que no pudieron refugiarse caen ante el filo de las espadas y de esta manera la torre de la soledad acaba de ser sitiada y controlada. 
Los gritos de victoria resuenan hasta los picos helados de las tenebrosas cadenas montañosas, la torre finalmente fue tomada y solo se pudo encontrar un vacío oscuro y profundo. Ningún ser, ninguna personificación dio señales de vida; todos huyeron como ratas hasta su propio monarca escondió su orgullo y enfrentar a su propio dios por la derrota infligida.
 
La tranquilidad llego, el atardecer abrió sus puertas y la torre de la soledad mira hacia la luz mostrando sus vestiduras gris, vigilada, hasta que el  creador aparece junto al gran hechicero para realizar el último paso según las instrucciones dadas por el guardián supremo.
-“Hijos de la libertad, hijos de mi ser, herederos de mi creación, estamos aquí para dar fin a esta guerra y erradicar al oscuro de nuestro hogar, con este último acto damos por finalizada nuestra campaña, nuestro fatigado viaje con perdidas y penurias; desde hoy exijo el exilio final a todo mal que ha causado muchos pesares a nuestros corazones”-. Estas fueron las palabras del gran dios y con un brillo voraz en sus ojos y con solo señalar la gran torre de la soledad, la cual es decretada como el lugar del eterno encierro de todo mal y de todos sus ocupantes del cual nadie podrá salir y nadie podrá entrar hasta el final de los días.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
EPILOGO
 
 
Las nubes de oscuridad se han desvanecido, los tiempos de paz y prosperidad han llegado bajo el gobierno de los señores de los elfos, la batalla de los antiguos puso fin al antiguo régimen astral para dar paso a una forma más eficiente y organizada, por ser la raza que mejor pudo restablecerse luego de la batalla y quienes cuentan con todas las herramientas y recursos suficientes para reconstruir y abastecer al mundo de Geo secundados por sus hermanos.
Elindar, Targat, Aveliën, la triada elfica protectora del nuevo orden se responsabilizan para llevar los deseos de su Dios-Padre, organización de un nuevo estado, fuerte, que venere las tradiciones a través de reyes-sacerdotes bajo su estricta vigilancia. De rodilla ante su Dios-Padre, ambos reyes reciben la bendición de sus nuevas responsabilidades, vigilando, reconstruyendo, fortificando las planicies bajas y sus vecinos, activando el comercio y el intercambio de recursos, enseñando las nuevas formas de forjar el hierro, sembrar las tierras, crianza de ganados, toda practica entremezcladas con los señores enanos y los hombres; sin dejar de lado las nuevas prácticas religiosas antes los nuevos dioses que forjarán las futuras civilizaciones.
Los grandes guerreros  se incentivan en otras actividades, construyen caminos alternativos, puentes, torres de vigilancia en las carreteras, muros, reconstrucción de viejos poblados en ruinas, y sobre todo, construcción de grandes navíos para colonizar nuevos mundos mas allá de las regiones desconocidas; de esta manera se transformaron en grandes marinos, se exploraron regiones inhóspitas, se especializaron como grandes cartógrafos, se escribieron los primeros escritos a través de cantos de las grandes hazañas y proezas de las antiguas civilizaciones y de la historia misma desde la creación.
Bibliotecas y escuelas se establecieron en todas las regiones para que nadie quede sin el conocimiento de su historia, la literatura, las ciencias, la investigación de lo desconocido, academias militares para jóvenes, ningún detalle quedo librado sin ser tenido en cuenta durante los años transcurridos. A este paso, el nivel cultural, económico basado en una dura y fuerte política religiosa, hicieron de Geo un mundo prospero para las futuras estirpes.
Año después, el gran príncipe Talyarin y la princesa Rustë se unieron en matrimonio y de esta unión nacieron Germil y Tehonil que darán su presencia en el futuro de las tierras bajas.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
ANEXOS
 
ARBOL GENEALOGICO
 
*DIOS MORFEO, Dios de la Luz: DIOS CREADOR DEL MUNDO DE GEO…:
 
-          DIO VIDA AL PLANO ASTRAL Y SUS DIOSES SECUNDARIOS: ASMIL, LIFIR, CANNUR, ARDIMIL, LANDOR.
-          CREADOR DE LOS SERES MISTICOS: TIFUS, el hechicero. Ents los arboleos, Señores de los vientos, Minotauros (Baltasar), aves gigantes.
-          Otros seres místicos: los guardianes de las 5 torres; Morluk, Garin, Win Jaba, Gran Guardián, el propio Morfeo.
-          Engendro a los elegidos: HOMBRES – ELFOS – ENANOS.
 
     
HOMBRES: - ARCON El Soñador, de él descienden:
 Niturig, rey de Wingul
                                                                                            Feus, rey de Valadar              
                                                                                                 Rasfel, rey de Nostegal
                                                                                                 Principe Talyarin
 
                                                    -  MARCON El Orgulloso, de él descienden:
 
                                                                                                              Barshag, rey de Numeria
                                                                                                              Torgal príncipe de los Thung
                                                                                                              Lord Bernald de Bockerhaim
                                                                                                              Angorus rey de las tierras bajas
                                                                                                              Princesa Rustë hija del rey Angorus y la
 reina Urende.
 
De la unión de TALYARIN – RUSTË: Germil – Theonil
De la unión de ELFOS – BOCKERHAIM: Druidas: Gran Khan.
 
ELFOS: -  VAYLOR, el Hermoso, su linaje (Carkayin) se divide en:
    
                                                                                                 Elfos de los bosques: Princesa Aleya
                                                                                                 (mongreen)                  Elindan
                                                                                                                                       Irendë
                                                                                                 Elfos de las montañas: Targat.
                                                                                                 (pardos)
                                                                                                 Elfos de los mares: Avelië
                                                                                                 (Sirandies).
 
ENANOS: BRANDON, el gruñon, de su casta descienden:
                                                                                               Grumo, Señor de las montañas grises.
                                                                                                 Tosnagel, Señor reinos de piedra.
 
*DIOS ABIN, Dios de la Oscuridad: Hermano gemelo de MORFEO, creador de toda la maldad reinante en el mundo de Geo, de sus seguidores se encuentran:
                   -REY NIMUNS, de Asgul.
                   -NARGOL, de los Vikhideis
                   -NUMIL, del reino muerto.
                   -AFRAN, hechiceros errantes.
                   -LADY MARION, bosques prohibidos.
                   -TRULLS, ORCOS, CICLOPES, BESTIAS NOCTURNAS.
 
 
 
IDIOMAS.
 
Para el lenguaje de los elfos se utiliza el irlandés.
Para el sindarín de las planicies bajas, se utiliza el malayo.
Para el Malkin de los barbaros del sur, se utiliza el azerbaijan.
Para el Querandí de los hombres, se usa el latín.
Para el dialecto de los enanos de las sierras, se utiliza el húngaro.
El africano se utiliza entre los ejercitos oscuros.
Tifus utiliza el idioma vasco para convocar a sus discípulos.
 
 
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Descripción

LA BATALLA POR GEO El inicio de los primeros tiempos…. Los hijos de Morfeo se levantarán contra el Oscuro…. PROLOGO. El mundo de Geo estaba sumido en la oscuridad total, las grandes bestias salvajes dominaban al gran planeta desde las profundidades, no había control y las fuerzas oscuras tenían el poder de dominarlo todo. Cansado de tanta impunidad el gran Dios Morfeo tomo las riendas desde el plano Astral, desde allí pudo crear y controlar seres místicos con grandes poderes capaz de exterminar toda la maldad habitable en Geo. Durante un siglo busco y redefinió a los seres que darán vida a la nuevas razas que habitaran este mundo, el plano Astral será la base de esta nueva identidad de la luz ya que el mal no puede viajar a otros planos del universo. Así nacieron los cinco astrales encargados de darle forma al nuevo mundo, con un gran suspiro la oscuridad fue expulsada hacia los confines del centro de Geo, durante más de trescientos años allí quedaron atrapados, el mundo se hizo a la luz, los cinco astrales crearon vida y vegetación, una vida armónica rodeo a todos los rincones, miles de montañas, ríos, bosques, animales fueron dando nuevo aspecto al mundo de Geo. Por pedido de Morfeo se crearon a los seres que habitarían a Geo para mantener las huestes de la oscuridad al margen de este mundo, así llego el hombre, los elfos y enanos de la mano Cannur, dándole las planicies a los hombres, el manejo de la herrería y la piedra en las montañas a los enanos, y los bosques a los altos elfos protector de los animales, creadores de armaduras y bellas espadas. Asmil el sabio, le entrego la inteligencia y el aprendizaje, todo lo que la mente puede adquirir y expresar. Landor entrega su protección y dedicación en el arte de la guerra para defenderse de la maldad. Lifir el gran mensajero, se encarga de la comunicación hacia todos los reinos y hacia el plano astral. Ardimil se encarga de la armonía, la producción de la tierra y de proporcionar todo lo necesario para la procreación y el crecimiento de estas tierras. Así todo procreo y creció durante más de trescientos años de armonía, pero todo lo que comienza tiene su final; el mal tomo nueva vida y forma, está dispuesto a recuperar a como dé lugar al gran mundo de Geo. LA ERA ASTRAL -Ya está todo listo para el inicio de nuestros tiempos, el mal fue reducido y no podemos dejar al nuevo mundo sin protección, vayan a realizar sus tareas os ordeno que hagan todo lo necesario para que este mundo no vuelva a sucumbir en la oscuridad, todos tienen sus instrucciones, vayan mis fieles señores y concédanme mis peticiones, una vez que todo haya concluido mis funciones en este plano no serán necesarios-. Fueron las palabras del gran dios Morfeo a sus pupilos y así salieron hacia el nuevo mundo de Geo a realizar sus tareas. Así se realizaron los trabajos, durante años, años y años se prepararon los terrenos para la llegada de los elegidos, se iluminaron los cielos a través de una gran estrella amarilla que nace el horizonte y se oculta el en otro siendo reemplazado por la luz de la luna, se los llamo Aron el brillante y Sue la encantadora. De este modo nació el día y la noche en Geo. Una vez concluida estas tareas se iniciaron la creación de los paisajes y la preparación de los terrenos, así nacieron las montañas, las planicies, los bosques. Desde los océanos llegaron mares y ríos inundando todas las planicies para que la vegetación comience a germinar, así llegaron los cultivos y los frutos de la tierra y del mar. Se sembraron las semillas para la creación de árboles, bosques, de toda especie y tamaño nacieron para darle vida y color a todo lo habitable, de este modo se estuvo listo para lo que iba a venir. Un siglo más se tardo para que todo lo creado estuviera listo para recibir a los elegidos, miles de animales y aves surcaron por todos los territorios y bosques los que serían usados como alimentos y recursos por los nuevos seres que están por despertar. Los señores astrales se presentaron así ante su señor para informar de todas sus tareas y darle el visto bueno para que iniciara la etapa final en la creación…la llegada de los elegidos. -Yo os felicito mis grandes señores, desde hoy serán los guardianes de este nuevo mundo, será su responsabilidad en defender y luchar contra las fuerzas oscuras que hoy moran en las profundidades y su fuerza tiende a acrecentarse con el correr de los siglos, con el nacimiento de los elegidos mi aura se habrá ido, mi fuerza vital se apagará para darle vida a todos los elegidos y por eso al protegerlos a ellos me protegerán a mí-. Fueron las palabras del gran dios Morfeo a sus seguidores. La consternación fue generalizada en los presentes pero no dieron señales de emoción alguna, su gran Dios de todo lo existente se sacrificará para que los elegidos vengan a la vida y sean protegidos con su fuerza vital. Todo está listo y dispuesto para el nacimiento de la nueva era, los primeros tiempos antiguos darán comienzo, los primeros habitantes pronto despertarán. Así como la luz de la vida da sus frutos, las sombras crecen esperando su oportunidad de volver a renacer. Las fuerzas oscuras se acrecientan a pasos agigantados, miles de demonios, espíritus negros, bestias de la noche, están listos para despertar, usando las sombras durante el periodo de Sue para recorrer los rincones del nuevo mundo espiando toda vida que se gesta. Así vuelven durante el domino de Aron a las profundidades porque temen la luz, toda la información es recopilada para el amo de las sombras, el gran demonio Abin espera, estudia cada gestación que los señores astrales han realizado y sabe muy bien de la llegada de los elegidos y no tiene tiempo que perder. Durante las sombras de la noche crea criaturas nocturnas, elevados picos tenebrosos, pantanos sin vida, da muerte a los árboles más bellos transformándolos en espectros inmóviles, cuevas oscuras que son los nexos con la superficie, riscos y pendientes impenetrables, las sombras pronto avanzan lentamente absorbiendo la luz dejando a su paso una espesa niebla densa y pesada, donde no hay vida alguna. Morfeo observa todo esto desde las estrellas y sabe que no tiene tiempo que perder, la hora del despertar tiene que ocurrir para salvar la armonía del nuevo mundo. Reúne a sus leales sirvientes para dar las instrucciones finales, el linaje astral será desde ahora las nuevas fuerzas de la luz contra las fuerzas de la oscuridad. -Lleven estos polvos de estrellas y colóquenlos en los lugares indicados, después al quinto día esperen el gran despertar-. Le indica Morfeo a sus pupilos y estos salen sin discutir. El polvo de estrellas fue bañando las grandes planicies, las altas montañas y los grandes bosques, donde nacerán las nuevas razas que habitarán en Geo. Al quinto día los seres fueron despertando, los primeros hombres nacieron en las planicies y fueron recibidos por Asmil, iluminando la sabiduría de los hombres, de ellos se depositan la fortaleza, la habilidad, el ingenio, trabajaran las herramientas de los campos, forjaran todo lo relacionado con la metalúrgica y la construcción de barcos, serán el sostén del nuevo mundo. En las altas montañas nacen los enanos, fuertes e engreídos, de ellos se depositan el trabajo de la piedra y la construcción de los grandes caminos, la esperanza del nuevo orden, forjaran el acero y explotaran el oro y la plata de las profundidades, el futuro de las riquezas, allí los espera Landor para darle la destreza en las artes de la guerra. En los grandes bosques nacen los señores elfos, elegancia y poder inmortal, conocedores de la vida silvestre, los árboles y la construcción de fuertes armaduras, allí los espera Cannur. De ellos nacen los elfos verdes de los bosques, los elfos pardos de las zonas rocosas de las montañas pardas, y los elfos de los mares. Serán quienes guardaran los secretos mismos de la vida, de todo aquello que encierra el conocimiento del comienzo y del fin; así fue dispuesto, al séptimo día el aura del Morfeo desapareció y los señores astrales deben seguir y proteger el destino de los elegidos. Durante el primer siglo de vida se crearon nuevas vidas, nuevos guerreros nacieron, hechiceros y magos han sido reclutado para vigilar y fortalecer el plano astral y que ayuden a controlar todos los movimientos que se realizan en las nuevas tierras, un gran hechicero, leal a la casa astral es Asral o Tifus como lo llaman los hombres, es quien se encarga de vigilar cada movimiento de las sombras e informar. Algo oscuro se está gestando y en cualquier momento saldrá de su escondite a desafiar el nuevo orden de Geo, todo fue presentado a los señores astrales quienes se ponen a trabajar en lo que se viene. Trescientos años han pasado, tres generaciones de los primeros hombres pasaron, los descendientes de Arlon el soñador habitan en casi todas las zonas de las planicies bajas, son guiados por el rey bershag desde los reinos de Numeria, hasta más allá de los reinos de Nostergal. El linaje de los elfos del gran Vaylor el hermoso, cubren los bosques pardos, las montañas pardas y los mares del Druil Moon, donde los elfos del mar son guiados por la belleza de Irindë y por el poder de Targat. Desde las montañas grises resuenan los picos y las palas del linaje de Brandon el gruñón, son guiados por Grumo el torpe. Las grandes aves, los señores de los vientos desde las montañas grises se elevan para vigilar los cielos, los poderosos arboles vivientes que viven dentro de los bosques pardos son guiados por Tibol el florido, grandes animales de cargas y bestias que hacen el trabajo pesado de los hombres. Otros reinos salen a la luz, como el reino de los grandes druidas del gran Khang, el reino de los antiguos, con su guía Lord bernald, señores de las artes. Los reinos de piedra guiados por el gigante Tosnagel, otros reinos del hombre guiados por Nituring y Feus, cuyo linaje pertenecen a Marcon el orgulloso, hermano de Arlon el soñador. Así se fueron poblando y dividiendo los nuevos pueblos de Geo, con sus diferencias o aptitudes pero siempre en paz y armonías, con algunos pueblos salvajes como los Vikhideis que más de un dolor de cabeza han dado a los valles a causa de sus excursiones y fechorías. Trescientos años han pasado y el mal ha resucitado, a través de las sombras nació el reino de Asgul mas allá de las montañas de los cuervos, una cordillera impenetrable creada por Landor para contener a la oscuridad, allí el mal dio vida a una nueva maldad latente durante siglos a la espera de recuperar lo que han perdido. Con el rey Nimus a la cabeza nacieron hechiceros, magos, seres sin escrúpulos como Nomulor señor de las profundidades, amo de las grandes mazmorras donde todas las almas mortales son encerradas y usadas para alimentar la entrañas de sus bestias, Afrán el hechicero errante, fue expulsado del plano astral por sus manejos en las artes oscuras. Desde las planicies los Vikhideis se ponen al servicio del mal a manos de su líder Nargol, desde los reinos muertos se encuentran los carroñeros guiados por Numil. Desde el corazón mismo del reino de Asgul, de las llamas de la eternidad, florece Lady Marion, una hechicera oscura al servicio del oscuro. De esta manera nació todo lo bueno y todo lo malo en Geo, la batalla esta pronto a iniciarse y la supervivencia en este mundo dependerá de las habilidades conjunta de los hijos de Morfeo y la sabiduría de sus guardianes. El llamado fue iniciado, Lifir y el gran hechicero Tifus se encargaron de dar los primeros pasos, con la velocidad de los vientos sus mensajes recorrieron todos los rincones de la tierra, su voz fue escuchada por algunos e ignoradas por otros pero en el fondo saben que con el transcurso de los días cambiarán de parecer. Los señores de los vientos vigilan las sierras de los cuervos espiando todo lo que pueden sobre todos los movimientos en Asgul, donde las fuerzas se agrupan y se preparan para partir, miles de bestias, orcos, trulls, armas de asedio nunca antes vistos, bolas de fuego eterno van de un lado a otro esperando su momento de destrucción. Los oscuros se enorgullecen de sus fuerzas y dan sus ordenes finales a través de sus capitanes, que montados en bestias aladas revuelan por todas las filas sin descanso. Los señores astrales observan todo desde el firmamento, saben que la hora esta cerca, la gran batalla que detonará el fin de una era y el comienzo de una nueva está madurando, sienten la fuerza del gran Morfeo recorrer por sus venas y no piensan deshonrarlo. -La hora ha llegado y nuestro enemigo pronto nos desafiará, nuestro frente pronto será atacado por un viejo pupilo y su poder oscuro es lo que le temo-. Dice Asmil ante la atenta mirada de sus compañeros. -No puedo entender como un gran potencial como él haya caído tan bajo, como pudo dejarse controlar por las fuerzas oscuras en busca de un poder supremo que no existe más que en su propio interior-. Agrega Cannur. -El enlazó su propio destino y ya no hay forma de volver atrás, su alma fue negra desde el principio y fue mala nuestra idea de poder cambiarlo, nosotros tendremos que remendar ese fracaso-. Agrega Landor. El silencio invadió la sala astral mientras observan por las ventanas de la torre como todos sus pupilos se preparan para confrontar al mal por primera vez para todos ellos. Las puertas de Asgul se abren lentamente dejando escapar la furia de la maldad de Abin por los pasos de la sierra de los cuervos, el mensaje pronto surco a todos los confines y todos inician sus marcha hacia las planicies bajas de Numeria, en la gran fortaleza de Nasgunil se iniciarán los movimientos defensivos – ofensivos, los hijos de Morfeo demostrarán para lo que fueron creados en este mundo. Miles de animales salvajes, bestias gigantes de lento paso con sus cargas se movilizan entre los pasos rocosos en dirección hacia los puertos oscuros del Rock Druil, el murmullo de espadas y trompetas recorren todos los rincones del reino de Nimus anunciado el avance total. Los caminos resuenan de tanta maldad y en todos los reinos se presienten el odio y la muerte a cada paso, todo ser vivo huye al ver acercarse las filas de orcos y trulls que no dejan a nadie en pie. Las fuerzas salvajes provenientes del sur de los bosques pardos avanzan aniquilando y saqueando todo a su paso, no hay defensas que el mal no pueda penetrar, los elfos de los bosques y de las montañas pardas se alistan en detenerle el paso emboscándolos en el lago Anilus. Mientras esto se lleva a cabo, las grandes fuerzas se unen en concilio, los más grandes estrategas tomarán la decisión final para erradicar la oscuridad, en la batalla que todos denominarán “la batalla de los primeros tiempos”. EL CONCILIO DE LOS SIETE SEÑORES En el mundo de Geo, en una época incierta y donde todo toma forma con el paso del tiempo, donde las cosas se regían por el bien y el mal, la razón y la sabiduría de lo divino, de las estrellas y lo astral, donde la guerra por el dominio de todo lo material y lo espiritual da comienzo. Donde el valor del alma para muchos es contemplar la supervivencia de la raza o la destrucción bajo la esclavitud de las sombras. Las grandes fuerzas del otro mundo harán una alianza con los mortales para salvar a la Geo del deseo feroz del mal por conquistarlo y destruirlo. Magos, hechiceros, valientes reyes y guerreros harán un gran sacrificio por evitar la destrucción de los hombres donde la vida paso a una etapa de incertidumbre. En el pueblo de Nasgunil en las tierras de Numeria se está llevando a cabo el gran congreso de todos los reyes, donde se lleva a cabo los debates para armonizar y fortalecer las alianzas en una fuerza impenetrable. -Nosotros los reinos del oeste estamos listos-. Grito un corpulento caballero que viene en representación del reino de Valadar. -Yo, el rey Nituring y los guerreros del viento estamos listos, queremos ver sangre en nuestras espadas. -Agradecemos a todos los presentes, esta alianza posiblemente hará que otros vengan desde el norte, si mis mensajeros no se equivocan, hay noticias que los reinos del otro lado del río vienen en camino, otras tropas fueron vistas en el sudoeste y posiblemente dentro de cinco días están llegando – dice una corpulenta persona semimediana con gran pelaje y desfigurada cara. En ese instante una figura pequeña, de apariencia anciana vestido de harapos cuyo sombrero y pelo largo y gris cubría su arrugada cara; interrumpe a los presentes que sobresaltados le prestan atención. -Buenos días mis estimados caballeros, veo que todos están presentes. -Viejo anciano, siempre apareces en los momentos no gratos-. Dice con enfado Nituring. -Viajar de mi mundo a tu mundo no es fácil, solo en los malos augurios o peligros sobre vosotros me obligan a venir, y esta no será la excepción. -Sabes muy bien anciano que las puertas del gran Geo se abren a tu paso, siempre serán bienvenido-. Agrega uno de los presentes, una figura esbelta de gran porte y lujosos vestidos. -Agradezco tanta hospitalidad, pero no tenemos tiempo quiero que me informen de la situación. -Las cosas están negras, Gran Tifus, nuestros espías observaron grandes movimientos desde Vikhedeis, más de diez mil para ser exactos ya se encuentran tomando pequeñas villas cerca de las orillas occidentales, misma cantidad avanzan a gran velocidad por los valles rumbo a los bosques pardos y otros fueron divisados por los reinos salvajes y de los señores de piedra, en unas palabras no están cercando. Además unos espías que tenemos en las puertas mismas de Asgul, en el reino de Nimus, dicen que crecen a gran escala ejércitos negros armados con grandes y pesadas armas nunca vistas por el ojo humano. -Poseen además grandes reservas como para establecer un ejército de millares -. Dijo desde uno de los rincones un guerrero del reino de piedra. -Desde el concilio Astral hemos estado siguiendo cada movimiento con los cinco señores astrales y se avecinan grandes problemas si no nos alistamos enseguida. -¿Que nos aconsejas gran sabio?-. Pregunta una persona de largo pelaje y ojos brillantes como la estrella más bella del firmamento. -Por el momento necesitamos armar un concilio para organizar las fuerzas en siete posiciones claves, tres defensivos, tres de ataque y una reserva, debemos tener una fuerza superior a la mitad de las fuerzas del enemigo, que por si fuera poco, son incalculables. -Pides un imposible gran hechicero-. Dice Bershag. -Lo sé gran rey, en las planicies hay grandes fuerzas que combinados obtendremos lo que ellos no podrán romper, fuerza, sabiduría, inteligencia, orden, lealtad, organización y el factor sorpresa. La desazón se vive a cada milla de extensión, todo es caos, miedo, desaliento, un pánico que es controlado mínimamente por los numerosos y aguerridos ejércitos que van de un paso a otro a gran velocidad para poder llegar lo antes posible a los limites de Numeria para comenzar la defensa y eliminar al mal de la Tierra. Desde las montañas del norte se repliegan en sus alturas los desconocidos seres de los vientos, que, junto con los druidas tratan de cruzar el feroz río Rock Druin bajo el ataque de seres despiadados de forma vegetal, los señores de las grandes artes, y miles de súbditos cruzan las grandes planicies para unirse con los ejércitos de Winngul en los valles fértiles cerca de las puertas de Numeria. Los salvajes Thung, seres no muy amistosos, pero que no quieren ser doblegados por las sombras deciden unirse en esta campaña, el reino de Nostergal no quiere desproteger la frontera con los reinos del sudoeste, que han sido convertidos en servidores de Nimus; hasta los siempre eternos señores bellos de los elfos con sus miles de veloces arqueros llegan al valle fértil. Todos los vastos territorios hasta los confines limítrofes están en un pie en Numeria, para formar parte del concilio de los siete señores que el gran Tifus nombrará para iniciar la campaña que definirá el futuro de la humanidad. Al anochecer del sexto día todos los grandes capitanes se han reunido en mesa redonda para escuchar al gran hechicero y al rey Bershag, poner así al descubierto tanto misterio sobre la razón de este concilio. Allí se encontraban todos los más feroces y valientes guerreros que puedan existir sobre las tierras de Geo, y ante tanta impaciencia marcada en los rostros silenciosos de los presentes, al fin Tifus habló… -Grandes reyes de fértiles tierras, grandes señores de las planicies, majestuosos herreros de las altas cumbres y a todo valiente capitán aquí presente os les doy la bienvenida-. Comienza su discurso mientras se sienta junto al rey Bershag en una de las cabeceras de la mesa, donde posan los distintos estandartes de las grandes castas; que representan a los reinos de la gran alianza, y a partir de hoy muchos otros reinos disidentes pasarán a formar parte del gigantesco nuevo imperio para eliminar a la amenaza negra que se avecina. -Nuestros veloces jinetes han venido a cada uno de nuestros reinos trayendo noticias de malos augurios, y estamos aquí reunidos para saber tu gran sabiduría y concejo al respecto, gran sabio –. Dice una figura con varias cicatrices en su rostro de innumerables batallas. -Torgal, lo que se avecina no es algo predecible con un corto desenlace, la fuerza del mal que amenaza la tierra crece a cada paso a una velocidad increíble y es difícil soportar una embestida de sus ejércitos muy bien capacitados y armados. -Mi ejército está listo y preparado para mandar a esas alimañas a las cuevas de donde salieron -. Dice sobresaltado con fuerza de puño Nituring. -Grande es tu fuerza, majestuosa es tu vida, futuros de grandes alabanzas y fructuosas riquezas recompensarán a tus descendientes y a tu reino si en esta vida salimos victoriosos. -Agradezco tus sabias palabras y concejo, por eso es que estoy aquí para que nos guíes y seas nuestros ojos en esta nube negra que nos ciega el camino. -Están aquí reunidos para entablar un plan noble y justo, tal vez muchos no estarán de acuerdo, otros sí, pero la organización y la estrategia de grandes sabios, es lo único que nos diferenciará de nuestros enemigos en el campo de batalla, por lo que les pediré a cada uno que escuchen con atención y mediten al respecto sobre lo que el gran Tifus tiene para ustedes y el gran concilio Astral que nos guiará desde las estrellas. Un silencio aplaco a los presentes que miraban sin entender tanto misterio en las palabras del soberano de Numeria, donde todo está tenso y lleno de nerviosismo. Pronto se van a formar los siente ejércitos que llevarán el emblema del Cádiz de vida eterna, Tifus se mantiene en silencio, meditando mientras prende su pipa con yerbas de olores medicinales, hace una pausa, respira hondo, mira uno por uno los rostros exhaustos de los presentes y comienza a destacar la importancia del plan. -¿Cuáles serán esas grandes fuerzas que dirigirán a los siete señores cuando en realidad aquí hay más de ellos?-. Dice una corpulenta figura enana con voz atroz y desafiante. -Lo sabrán cuando todos los jefes de las altas y bajas planicies y aquellos que vendrán más allá del Rock Druil hagan su presencia – Dice el hechicero con un tono misterioso. -¡Estaremos así días!-. Dice sobresaltado el rey Feus. -No se impacienten, eso es jugar a favor de nuestro enemigo, el concilio Astral ha enviado mensajeros por todos los confines de la tierra, las repuestas fueron favorables, será cuestión de diez a quince días que ellos arriban, desde la gran eclipse que ya estaban en camino. -¡Veinte día!, ya estaban en camino mucho antes de que llegáramos aquí. -Así es Bershag, los poderosos ejércitos ocultos de las zonas prohibidas más allá del Rock Druil, las legiones salvajes del sur, los místicos elfos, y ejércitos de las artes antiguas estarán aquí, una vez que lleguen se les darán las indicaciones correspondientes para armar los siete ejércitos contra las temibles sombras-. Dice con sonrisa burlona el gran Tifus. -Mi Dios, esta espera es terrible, soy un guerrero no puedo estar en paz encerrado en estos muros por tanto tiempo. -Calma, cuando el momento llegue serás compensado por grandes acciones poderoso Feus. El murmullo y desconcierto se apodera de la gran sala, todos se miran con desaliento y nadie tiene reacción a tal situación. La noche empieza, todos se relajan en un gran festín con infinidad de manjares, buenos vinos, mujeres, cantos y anécdotas de antiguas batallas, hasta que nadie quedó en pie por la gran borrachera. Mientras tanto las hordas del mal siguen su paso firme y triunfal. Grandes extensiones de fértiles valles y planicies sucumben ante la terrible estampida de las fuerzas oscuras conformadas por orcos, torpes pero fuertes trulls, salvajes Vikhideis, cíclopes, que arrasan toda vida posible en la parte baja del Rock Druil y la parte de las colonias sobre la región del camino de los llanos hasta llegar a las puertas del reino de Nestergal, allí son bien contenidos por el poderoso ejército al mando del capitán Rasfel; obligándolos a replegarse al mismo valle de las sombras de donde volverán con refuerzos. -Mantengan una barricada por el lado occidental, necesitamos un escuadrón de refuerzo que les impidan rodearnos por el paso de las montañas y al mismo tiempo envíen un mensaje a los escurridizos vivientes de las montañas pardas. Con estas órdenes sus oficiales partieron a gran velocidad hasta perderse en la espesa niebla que provocan las fuerzas naturales del mal a cada paso que avanzan, transformando el paisaje en una negra y fría visión donde no existe ni el aire vivo. Así paso este largo y agotador día, donde las pequeñas batallas aisladas son ganadas en territorios para las huestes del mal. En lo más profundo del reino de Nimus gigantescos ejércitos aguardan las órdenes de su gran rey. -Mis grandes y tenebrosos guerreros, el día ha llegado y pronto los seres inferiores perecerán en vuestro yugo, las bestias humanas serán vuestros alimento por siempre. Con este discurso los miles de enloquecidos y feroces seres de la oscuridad estallaron de júbilo llenos de odio, vacíos interiores sin vida propia gobernados por el poder de las sombras. Trolls, orcos, bestias salvajes sin control, demonios de las sombras, miles de animales de cargas potentes y fuertes, esperan la señal para la victoria final. -Nuestras fuerzas imperiales deben detener cualquier intento humano por sobrevivir, debemos cerrar todos los pasos, caminos, salidas a los valles, montañas o mares, todo ser debe ser aniquilados por completo, sin piedad ni clemencia, todos deben caer por las manos de los ejércitos negros-. Continua con soberbia el gran rey Nimus.- Mis espías me informan que miles de hombres se movilizan con rapidez hacia las llanuras de Numeria, allí conocerán nuestra fuerza, allí será el lugar de eterno descanso y ese honor estará en sus manos mis fieles guerreros, adelante y avancen sin piedad. Los ojos llenos de odio, locura y maldad parpadean en el rostro del rey Nimus, de esta manera los enormes ejércitos negros inician lo que será el final de los hijos de Morfeo. El hechicero colocó la mano sobre la mesa y concentrándose realizo un conjuro en un extraño murmullo que nadie pudo entender, luego una bola de aire caliente se formó sobre la mesa y una voz sabia salió de la misma. -Escuchad atentamente grandes guerreros, lo que oirán solo será dicho una vez, deberán formar siete ejércitos con grandes generales y capitanes, reyes o vasallos, no importad raza, fuerza o sabiduría, los nombres que escucharán comandarán las fuerzas terrestres guiados con fe y dedicación por nuestro mensajero en la tierra, el Gran Hechicero.- La voz se apaga un instante y luego la bola de aire se pone rojiza casi incandescente a los ojos de los presentes y luego continúa.- Los ejércitos que irán a detener a estas bestias oscuras estarán al frente comandados por tres guerreros, que han sido elegidos por su valentía, decisión, inteligencia y conocedores de las artes de la guerra. Los mismos serán; Bershag, Tonasgel y Feus, con ustedes irán los elfos, los ejércitos que estarán en la retaguardia defendiendo los límites errantes y evitar caer en un circulo de fuego y traición serán; Torgal, Niturig y Rasfel, con ustedes estarán los señores de las montañas que los ayudarán a formar barreras, torres de defensa y junto a los herreros forjarán armas, grandes armaduras y utilizarán a las bestias de carga para transportarlas. Además contarán con las criaturas de los bosques pardos para ayudarlos a guarnecerlos y curar los heridos, evitarán que los ejércitos oscuros lleguen a Numeria o quieran cruzar el Rock Druil desde el noroeste. Por último, los ejércitos de reservas que estarán guarnecidos y alimentados por fuerzas que irán llegando más tarde, al mando de Lord Bernald, allí estarán en estado de alerta junto a los druidas del sur y los señores de los vientos harán el papel de mensajeros y de rescate de heridos y de aprovisionamientos de los que están al frente de la batalla. Estas fueron las palabras que vienen desde el plano astral a través de la esfera de aire y luego se desvanece. -Si alguien tiene alguna cosa que agregar este es el momento para que lo saquen a relucir, de lo contrario ya no hay marcha atrás, las sombras nos avanzan desde todos los puntos cardinales y no tenemos tiempo para reproches y malos entendidos, ni para enfrentamientos innecesarios-. Finaliza el gran hechicero mientras fuma su pipa. La duda quedo reflejado en cada rostro de los presentes, evitando cualquier enfrentamiento o entredicho entre todos los presentes aceptaron las palabras de los señores astrales. -Bueno parece que este concilio llegó a su fin y todo fue aceptado, Gran Hechicero, ¿qué sigue a partir de ahora?-. Pregunta Feus. -Ya que todo fue aceptado y el silencio lo avala, todos tienen sus ordenes que llevar a cabo, los que están con los ejércitos de defensa deberán salir antes de la puesta del sol para poder llegar a tiempo a su destino, los que deben partir rumbo a Backethaim deberán hacerlo al instante para recolectar, armar las estructuras defensivas necesarias para la batalla, los que debemos ir al frente tenemos que llegar a la Sierra de los Cuervos para detener el avance de las fuerzas oscuras de Nimus evitando que puedan zarpar desde el Puerto Negro y lleguen a las costas de Numeria-. Finaliza Tifus. Ante estas órdenes un gran revuelo se vivió en toda la ciudad, toques de trompetas, ruidos de cascos de caballos por todas partes, la gente eufórica tratan de llenar los carros con provisiones, municiones, todo listo para la partida, escoltados por los enormes ejércitos partirán hacia su destino. Las fuerzas del mal también se han reunido en un concilio en la torre de la soledad… -Veo que mis grandes aliados y los más poderosos hechiceros de las sombras han acudido con tiempo-. Dice Nimus con gran odio y orgullo. -Así es gran señor, hemos venido a informaos de la situación-. Dice una horrenda bestia vestida con grandes sedas y una pequeña corona de oro. -Mi amigo Nomulor, ¿qué información es esa que traes para mí? -Por lo que mis espías han observado, al parecer la repuesta de nuestro enemigo no es la que esperábamos-. Responde con algo de temor en sus palabras. -¿A qué te refereis?-. Dice la malvada voz de una mujer que aparece desde las sombras de la sala. -Lady Marian, los ejércitos se están dividiendo, grandes fuerzas están yendo hacia el noroeste, otras hacia el sudoeste y una gran fuerza se encuentran en camino hacia el embalse. -¿Qué piensas mi señor?-. Pregunta la hechicera a Nimus. -Buena movida, una estrategia digna de esperar de quienes van a perecer, tratarán de detener nuestros avances desde todos los flancos posibles, nuestros amigos astrales han organizo bien sus fichas y de seguro nuestro señor Tifus estará con ellos. -Esto se va a poner interesante-. Dice con burla Nomulor. -Pues prepara tus ejércitos para avanzar cuanto antes, que los esperen en el Bosque Prohibido, manda un par de trulls al Puerto Negro, no quiero que sepan que ya estamos al tanto de sus tretas, yo me ocuparé de prepárales una cálida bienvenida-. Ríe con sarcasmo Nimus. – Envíale un mensaje a Afrán que prepare a sus mejores discípulos para avanzar con todas las fuerzas posibles, y Nomulor, envía otro mensaje a N umil que prepare sus mazmorras, que pronto tendrá carne fresca para alimentarse por el resto de su vida. -Enseguida maestro-. Fue su repuesta. -Lady Marian, llama a los demás los quiero en la sala del destino ¡ya! Con una reverencia se aleja para llevar a cabo la orden al igual que Nomulor. De esta manera los servidores del mal se preparan para realizar su próxima movida por su afán de destruir a la humanidad. Fuera del castillo, decenas de raros fantasmas cortan el vacio, demonios que se confunden con las sombras pueden verse a través del brillo de sus diabólicos ojos, siempre al asecho de los demás. Desde la puerta oscura salen al galope con extrañas criaturas no naturales, los mensajeros del mal a sus respectivos destinos. La gran batalla comienza a tomar su destino, del cual habrá al final un vencedor del cual todo parece ir en destino de la supremacía de las sombras. LA ALIANZA INICIA SU ESTRATEGIA Las fuerzas de la gran alianza parten rumbo a sus objetivos, Bershag, Tonasgel, Feus y parte de las fuerzas élficas parten hacia los reinos oscuros, Torgal, Nituring y Rasfel junto a los fornidos enanos de las montañas guiados por Grumo se dirigen a defender las fronteras del sur y sudoeste. A la vez que las fuerzas encabezadas por Lord Bernald se dirigen a las planicies de Elunor y a su reino limítrofe en estado de alerta. Antes de la partida, Tifus entregó el anillo del concilio a los siete señores y los estandartes que representan su fortaleza y su espíritu de combate, los bendijo, realizó un par de conjuros para que las sombras no despierten miedo en los guerreros, temor o inseguridad en las batallas, y así, partieron con el gran hechicero a la cabeza. Sin mirar atrás los grandes jinetes a todo galope se pierden en una gran nube de polvo. En los reinos de Asgul la perspectiva es otra, junto al rey de las sombras se hallan todos sus vasallos, los más feroces, crueles y malignos que pudieran existir se hallan frente al señor de las sombras, al igual que los hechiceros negros, esperan las indicaciones finales. Así un círculo se forma alrededor del péndulo negro a la espera del gran rey de Asgul. -Mis grandes y fieles servidores, estamos reunidos frente al péndulo negro, el alma y la fuente de nuestro invencible poder, es el único que nos puede proteger de los hechizos burdos de esos necios astrales, la victoria está de nuestro lado, así que adelante y aplasten a todo insecto que se atreva a desafiar nuestro plan-. Nimus hace aparecer una especie de espejo mágico donde pueden ver la estrategia y avance de las fuerzas enemigas. –Allí vienen, pues estamos esperándolos con gran ansiedad, Afrán te encargaras de sacar del medio a esos hechiceros, mis feroces ejércitos hambrientos de sangre y furia terminaran con sus fuerzas, guíalos a la victoria sin misericordia Numil, Nargol muestra todo tu poder y avanza por el sur, Lady Marian espéralos en el bosque Prohibido por si logran escapar del Puerto Negro de las emboscada trulls, ya que será muy probable que esos torpes sean abatidos en la primera contienda. Todos contestaron con reverencias y afirmaciones y en pocos segundos nadie quedo en la sala, solo el brillo malvado de Nimus en plena oscuridad. Todas las fuerzas del mal comienzan a contrarrestar el ataque de la gran alianza y continuar así con sus aspiraciones de dominar al mundo y eliminar a los hijos de Morfeo. Al segundo día de avance, las fuerzas aliadas llegan al embalse del puerto Rey Tuerto, desde allí los ejércitos de Lord Bernald se dirigen hacia Elunor por provisiones y equipamientos y luego guarnecerse en la triple frontera comprendida entre Elunor, el reino de piedra, Valadar y Bockerhaim. -Llegamos al puerto, aquí en adelante será quizás el sin retorno para muchos de ustedes, la gloria para aquellos que logren volver con la victoria a sus espaldas-. Fueron las palabras del rey Bershag hacia sus valientes guerreros. -Aquellos que temen la muerte en esta cruzada por salvar este mundo están a tiempo de volver tras sus propios pasos, pero no olviden que huye hoy morirá mañana si nuestra fe es derrotada por esas alimañas, será su deshonor si los pocos que luchamos regresamos con la victoria -. Agrega con autoridad Tasnagel. Bajo una mirada penetrante, el rey Feus los observa con gran esperanza a los miles de valientes que se negaron a retroceder como ratas y con grito de júbilo asistieron a sus valientes monarcas. Luego de una pausa ingresaron a las embarcaciones, los jinetes buscaron un paso seguro por donde cruzar el Rock Druil, llegaron a un paso de un viejo puente de troncos no muy confiable pero lograron superarlo con gran maestría. Mientras tanto, los insaciables trulls ya están ocultos en los alrededores del puerto esperando la llegada de las barcas de la Gran Alianza, a la vez Nomulor y Lady Marian esperan con vehemencia en el traicionero bosque prohibido. Todas las planicies al sur de las montañas y bosques pardos están dominadas por miles de ciclopes, trulls, orcos y salvajes Vikhideis, pronto comenzará la lucha contra las defensas desde Alanis hasta Nostergal. El avance es inmenso, miles de guerreros de las sombras con poderosas armas, animales que devoran todos a su paso, cientos de catapultas que lanzan bolas de fuego, dejan al sol oculto bajo una nube de gris por miles de kilómetros. Los tambores suenas en todas las direcciones, en un sonar de ritual y comunicación se escuchan hasta la hora del asalto inicial, las trompetas dan aviso de la llegada de nuevas fuerzas a sus filas, la aniquilación será inminente. Los monjes negros, guiados por Afrán, realizan su ritual oscuro para alimentar su poder en la inmensidad de la noche esperando las órdenes de su señor. -Os le encomiendo a vosotros integrantes de la Gran Orden que utilicen todo su poder, sus trucos nunca antes vistos para deshacernos de una vez de los entrometidos astrales y de su mensajero Tifus, más de un dolor de cabeza le han dado a nuestra orden, no olvidéis, que fueron sus acusaciones por nuestros actos en las artes oscuras lo que hizo que nos desterrarán y fuéramos echados como animales de la Orden Astral; es hora de nuestra venganza-. Dice con furia y maldad el hechicero. Los monjes asistieron con la cabeza, ya que solo pueden comunicarse con gestos, no se les conoce rostro alguno, grandes atuendos y capuchas los cubren moviéndose solo en la espesa noche como verdaderas alimañas de las sombras. Así es el panorama de la cruel batalla de los primeros tiempos, la Gran Alianza ya está en posición, solo resta la fortaleza y la suerte de una confrontación a favor durante los primeros vestigios de la batalla para incrementar la fe y la fuerza de sus valientes y bravos guerreros; pero ante el inminente avance de las sombras que ya están bien ubicados en las planicies y en todo el norte de Nimus, solo resta que la espada de los valientes sea más fuerte que la ferocidad enloquecida e incontrolable de las bestias oscuras. Habrá alguien capaz de entrar en la mentalidad de los miles de guerreros y lograr mantener la fe, la unión, la fortaleza y la esperanza de salir victoriosos, esa es la tarea de un verdadero rey, quién puede estar mezclado dentro de las propias filas, entre los grandes generales, ser una simple persona esperando resurgir después de esta cruenta batalla. En la espesa noche las sombras se hacen poderosas ante el avance de los jinetes, en pocos segundos en todo el puerto se escuchan el rechinar de las espadas, cascos de caballos detrás de las bestias trulls que avanzan como insectos por todas partes con velocidad, pero torpes a la hora de la lucha mano a mano; el sonar de trompetas alimentan el entusiasmo de las tropas aliadas, avanzan sin dejarse intimidar de quienes atacan y huyen para no caer bajo el filo de las espadas o ante la embestida de los jinetes. El primer avance fue favorable pero no hay que confiarse, las fuerzas del mal tienen un increíble poder y siempre son traicioneros, el olor a trampa llena el aire de las planicies, algo espera en las sombras al acecho. Las corridas van por todas partes, los guerreros se dividen en grandes grupos para poder rodear a su enemigo sin dejarles chances de huir o volver con refuerzos. -¡Acaben con esos mal nacidos engendros del mal, unten sus espadas con su sucia sangre, demuestren el poder de la Marca de los Jinetes Alvinos!-. Fueron las órdenes del jefe de los jinetes de Numeria hacia sus dirigidos. Todos alzaron un grito con gran fuerza que se escuchó hasta los bosques prohibidos, el miedo invadió a tos trulls que rápidamente comenzaron a desaparecer en la espesa bruma de los bosques, pero los bravos jinetes los siguieron sin piedad para evitar a toda costa que escapen. El sonar de trompetas hizo que dieran media vuelta y regresaran para defender el puerto, el cual usarán de nexo entre las bajas planicies y las zonas oscuras desde allí avanzar hacia las puertas del mal antes de que las sombras sigan tomando forma y poder. Con gran desazón y coraje los fieles guerreros aguardan con impaciencia el ataque del enemigo, allí permanecen vigilantes y listos a cualquier acontecimiento extraño. En los bosques prohibidos, Nomulor y Lady Marian con odio y ferocidad en su sangre buscan la forma de atacar y lanzar al mar a su enemigo que tanto odian más aún después de quedar mal parados luego de perder posición en la primer contienda. -¡Qué demonios haremos ahora!-. Enloquece Nomulor, bajo la mirada llena de miedo de sus servidores. -Nos están esperando, son muchos, señor-. Dice con timidez uno de sus capitanes. -Esas ratas ni siquiera nos igualan en número y poder, como pudieron dejarse vencer e intimidar tan fácilmente. -Son miles de jinetes y aparecieron por todas partes como una ráfaga, son hábiles y muy bien adiestrados, nunca pudimos acertar con nuestras armas, señor. -Eso es suficiente, tomen lanzas, arcos y flechas, abran hoyos y trampas por todo el bosque y que ellos caigan como cucarachas, ¡no pueden pensar en algo por ustedes mismos! -Tranquilo-. Interrumpe Lady Marian.- La verdad hemos subestimado demasiado a esos parásitos, deberemos ser más inteligentes y ambiciosos en el próximo ataque. Nomulor quedo pensativo por un momento y asistió con una mirada profunda hacia ella. -Pues encárgate entonces-. Le dice dando media vuelta y desapareciendo en las sombras de la tienda. De esta manera las fuerzas del mal se ponen en campaña bajo las órdenes de Lady Marian, todos se ponen en pie de guerra y listos para partir luego de que fueron impartidas las ordenes, a pesar de lo difícil de convivir entre trulls y orcos tienen que actuar con mano dura. Lady Marian logra controlarlos con dificultad y luego comienzan su avance hacia el puerto negro para recuperar el terreno perdido, sin prisioneros es la consigna. La presencia de Tifus se esfuma por un momento, nadie sabe a dónde se dirigió o cual fue el motivo de su partida y eso le dio algo de temor a los valientes que se sentían más fuertes con su presencia. Su ausencia tiene un justificativo fuerte y poderoso ya que su presencia es requerida con urgencia en el plano Astral. -Has llegado a tiempo, Asral, el peligro de las sombras nos amenaza-. Dice Asmil -Cómo es posible que eso ocurra, es imposible -. Se sorprende mientras hace una reverencia hacia el concilio Astral. -Afrán y los monjes de la Gran Orden de las Artes Oscuras, es la causa-. Contesta con seriedad y muy preocupado. -Nuestros viejos amigos, aquellos que alguna vez fueron nuestros protegidos, nuestros fieles consejeros y aprendices vienen ahora contra nosotros-. Dice pensativo Asral. -Así es, ellos vienen a luchar contra nosotros, sus mentores, su odio no ha disminuido desde el día que tuvimos que desterrarlos por no aprobar sus métodos, eso nunca pudieron soportarlo. -Eso significa que tendré que dejar desprotegida a la tierra hasta que nos encarguemos de este problema, luchar contra Afrán y sus monjes negros quienes se dejaron manipular con facilidad con sus métodos, eso es algo que mi conciencia nunca pudo asimilar. -No fue tu culpa -. Interviene Landor. –Es algo que debimos predecir, es más, lo sabíamos desde los primeros días antiguos, era el destino de lo que vendría y no se podía intervenir en los hechos que nuestro maestro había estipulado, nada mas tratamos de redimir su actos y lograr salvarlo pero fallamos y nosotros tenemos la cuota de culpabilidad. -Pero era mi aprendiz, yo le enseñe todo lo que sabe y en este momento puede ser hasta más fuerte que yo. -Has actuado correctamente y con gran maestría es por eso que te dimos los dones y el poder que nos confiere como guardianes de los hijos de Morfeo, tienes todos los privilegios en este plano como en el mundo mortal, solo recibimos a cambio tu gran amistad, sabiduría y fe -. Agrega Cannur. -Agradezco semejante confianza pero como actuaremos ahora, los mortales esperan mi regreso para continuar guiándolos hacia la batalla o perderán la fe y la valentía. -No debes preocuparte, tenemos tu reemplazo el cual está previsto en las escrituras del Amán, un gran guerrero del linaje del gran maestro nacerá entre los hombres para guiarlos con dedicación, con una extraordinaria valentía y fuerza que hasta haría temblar a todos los reyes de Geo, él está entre los hombres-. Hizo una introducción Asmil. -Tú lo conoces, el gran Jinete Nocturno-. Interviene Cannur. -Pero si desde que cayó prisioneros de los monjes oscuros su historia tuvo su fin. -Logramos rescatarlo desde su prisión en Domelg, Afrán lo uso de señuelo contra nosotros pero logramos disuadir a los guardias y lo liberamos, ahora se encuentra oculto junto a los ejércitos en los Bosques Pardos al cuidado de los elfos, ellos evitan todo rastro que los espías de Nimus puedan encontrar. El tiene la misión de reemplazarte cuando llegue el momento, parece que antes de lo previsto-. Contesta Landor a las dudas del gran hechicero. Asral quedó sin aliento por la noticia y medita su decisión al consejo. -En ese caso deberé hablar con el Concilio de los Señores y estén preparados para lo que se avecina. -El mundo deber encarar esto solo, nosotros le dimos el primer paso para que ellos puedan proseguir sin temor y con valentía hacia la batalla final, nosotros ahora deberemos terminar lo que nunca debió empezar-. Agrega Asmil. Las fuerzas encabezadas por Bershag llegó a Angor en su avance por territorio enemigo, sus espías comunican que los señores de las sombras se hallan guarnecidos en Nul, y que ejércitos de orcos y trulls se hallan amenazantes por todo el bosque prohibido. -Tendremos que armar barricadas y que los mejores arqueros estén listos, no quiero sorpresas esta noche que tus ejércitos estén preparados Targat, tu reputación con el arco nos servirán de mucho. -Mis arqueros están listos y en posición, esta noche sus arcos cantarán para ustedes. -¿Alguna noticia de Tifus?-. Pregunta preocupado Bershag. -Acaba de llegar un mensajero halado con un mensaje del hechicero mi lord-. Dice con una reverencia uno de sus soldados. El poderoso rey lee con atención la nota y sus ojos se llenaron de bruma y desasosiego por el contenido del mensaje. -¿Algún problema?-. Interviene Feus en la conversación. -Hay problemas en el plano Astral, la guerra llegó a ellos a través de los señores errantes y Tifus debe quedarse a combatirlos, nos informa de un extraño guerrero entre nosotros de gran linaje que fue enviado por el concejo para guiarnos-. Responde algo desconcertado. Todos se miraron extrañados y dubitativos, un silencio encierra a los presentes dentro de la tienda de campaña, pensando en cómo tomarán la noticia sus filas. Sin darse cuenta una presencia sale entre las sombras de la tienda sobresaltando a los presentes quienes sacan a relucir sus espadas. -¡Quién se atreve a interrumpir al consejo!, quien te dio autorización para entrar aquí de esa manera, habla antes que te colguemos por insolente-. Dice con enojo Tasnagel. -No temáis gran consejo, soy talyerin el enviado, he viajado desde los bosques pardos oculto entre sus filas, he observado cada movimiento y tácticas no está nada mal por ser la primera batalla a la que se deben enfrentar contra los ejércitos oscuros de Nimus el cual su gran poder y la de todo su corte se centra en el péndulo oscuro, ahí es donde tendremos que llegar y destruirlo. Feus estudia al recién llegado con desconfianza, una persona esbelta de buen porte y físico adecuado para la batalla, vestido con simples ropas de campesino lleva su espada a un lado y un par de dagas en la cintura. -Te damos la bienvenida y los respetos en nombre del estandarte de la gran Alianza, guíala con fe y valentía por el campo de batalla, te damos una disculpa por el comportamiento inusual y juramos sacrificar nuestras vidas con honor y honestidad-. Dicen los presentes mientras le dan una reverencia de aprobación. -No hace falta juramento alguno, es mi deber como enviado del consejo astral, salvar sus almas y guiarlos a la victoria o morir por su libertad. -Está decidido, tomarás el lugar del hechicero hasta su regreso, hónralo con tus buenas acciones y serás recompensado con gloria y riquezas nunca vistas si logramos mantener los pies en estas tierras-. Fueron las palabras de Tasnagel. Así finaliza el día en medios de cantos y festejos para liberar la ansiedad y tensiones de la gran batalla que se avecina, los primeros pasos fueron dados logrando un avance y recuperación de terreno, tiempos difíciles se avecinas para los hijos de Morfeo. En los bosques prohibidos les esperan grandes problemas para poder llegar hasta Nul y desde allí llegar hasta la Sierra de los Cuervos, mientras todo esto ocurre los hechiceros errantes buscaran tomar su lugar en el consejo Astral, desde el sur amenazan las hordas Vikhideis, los problemas recién comienzan. Los mensajeros de la gran Alianza llegan de todas partes trayendo noticias a la vez que en Backerhaim llegan los primeros heridos de las contiendas en las planicies y los ejércitos de reservan parten con armas y provisiones hacia el puerto. Hay que mantener la postura y la fe en la alianza de los hombres. ACORRALADOS Las sombras avanzan desde el sur, Nargol y los salvajes Vikhideis junto a los hechiceros errantes avanzan a gran velocidad sobre Nostergal y el reino Thung, arrasando con las pocas defensas, Atilus y Azgord se ven amenazados donde sus fuertes murallas no resistirán la gran envestida. -¡Derribad las murallas laterales!, ¡traed a las bestias!, ¡preparad las catapultas y los fuegos!, aplastemos a esas pulgas-. Fueron las órdenes de los capitanes orcos. Las ciudades atacadas se defienden con todas sus garras, los guerreros lanzan con efectiva puntería sus flechas contra el enemigo, los veloces jinetes comandados por Rasfel y Torgal dan una acertada envestida al corazón de sus fuerzas. Esto no intimida demasiado a las fieras fuerzas orcas que rápidamente vuelven a reagruparse abriendo paso a las fuerzas de Nargol rodeándolos a través del paso oscuro Y los bosques pardos, allí chocan con los ágiles elfos comandados por Elindan, reforzadas sus filas por las excéntricas criaturas gigantes guardianas de los bosques llamadas Ents. La batalla sigue su curso, una lucha feroz sin control, sangrienta y despiadada, las grandes bestias destruyen con potentes armas toda resistencia defensiva sobre los límites de Nostergal y los alrededores de Azgord. Las grandes bestias trulls usan sus pesados cuerpos como escudos destrozando con facilidad toda barricada a su paso, otras bestias haladas aparecen desde las oscuras nubes montados por extraños seres musculosos ocultado sus rostros con oscuras capuchas, su feroz ataque sobre los jinetes hacen asustar a los caballos a la vez que lanzan bombas incendiarias en toda la planicie haciendo retroceder a todos los combatientes en las planicies. Los soldados se agrupan entre los bosques pardos mientras en los cielos las bestias haladas hacen silbar los vientos a su paso, el aire tenebroso rodea al bosque donde los ejércitos tratan de recobrar sus fuerzas. Los mensajeros tratan de abrirse paso sobre las filas enemigas para poder llegar a su destino y conseguir refuerzos contra esas bestias imposibles de derribar. Pero un milagro llega desde el corazón mismo del bosque, extrañas figuras verdes encapuchadas viajan a gran velocidad por los copos de los árboles hacia el enemigo dejándolos sorprendidos. Observan cómo se colocan entre los heridos y los trulls empezando a entonar un extraño silbido agudo y letal que hacen estremecer los tímpanos de los ejércitos oscuros haciéndolos retroceder y huyen despavoridos; uno de ellos se acerca a Rasfel con una herida en la pierna derecha y le entrega un extraño instrumento, con unas señas le dio a entender que lo utilicen contra las hordas oscuras o las bestias haladas. -Pertenece a la dama Avelië de las altas cumbres del otro lado del Rock Druil-. Le indica uno de los soldados elfos de los bosques pardos. Por lo que entendieron que provienen de los valles de los grandes druidas, quienes se los conocen por los increíbles poderes mágicos que poseen. Así como llegaron en cuestión de segundo desaparecen y los ejércitos comienzan a curar a sus heridos, reagruparse y acampar para poder continuar con los siguientes pasos de acción. La noche llega y los elfos pardos llegan con hierbas medicinales y alimentos para ayudar a recuperar fuerzas y confianza bajo la atenta vigilancia de los distintos capitanes. Los combates se sienten desde las fértiles planicies hasta las altas cumbres, todo es caos, sangre, muerte y destrucción, nada detiene con facilidad a las bestias oscuras. En el plano astral comenzará a liberarse la batalla que dará un giro a la existencia de las razas, lo que determinará la supervivencia de los hijos de la tierra o la destrucción por el yugo oscuro. Tifus y el consejo astral son rodeados por los hechiceros errantes, Afrán comienza así su más deseada venganza por haber sido desterrado del gran círculo junto a sus seguidores, ahora, mezclando sus conocimientos con las artes oscuras se convierten en los más peligrosos seres mágicos. -¡Aquí estamos grandes señores!, la fuerza que ustedes un día despacharon como basura hoy se presentan para reclamar justicia, seremos nosotros los que gobernaremos desde esos tronos. Ríndanse y quizás sus almas puedan salvarse o perecer en las grietas de las profundidades-. Grita con gran estupor al llegar a las puertas de la torre astral. Tifus y el consejo se preparan junto a un puñado de los más experimentados guerreros, están listos y preparados al otro lado de las puertas latentes a lo que el destino les tiene preparados. -Bien, este será el gran día en el que el mundo conocerá el porqué el consejo astral ha existido desde los comienzos del universo y ha luchado por mantener el orden y la paz, deteniendo a las sombras. ¡Demuestren el orgullo de ser un señor astral!, y sus nombres serán ilustrados en cada estrella en el firmamento, donde serán vistos y recordados por las almas vivas de cada hijo de Morfeo que hoy vosotros salvéis-. Con estas palabras de aliento, los guardianes astrales se preparan con fuerza para defender su fortaleza. Las hordas de los hechiceros errantes están tratando de derribar las pesadas puertas de cristal mágico que bloquean la entrada principal al palacio, con gran agilidad logran atravesar esa primer defensa impenetrable para cualquier ser, pero no para los hechiceros del mal que conocen cada secreto y cada debilidad de este lugar. La batalla continúa en cada punto del mundo, las mazmorras en la grieta de las profundidades es testigo de los innumerables y terroríficas torturas que las carroñas orcas realizan sin piedad sobre los prisioneros que caen como moscas en sus redes. Alaridos, gritos de dolor, olores nauseabundos, la sangre corre por cada rincón del lugar que hacen deleitar las almas oscuras de sus perpetradores. Decenas de carroñeros buscan su apetito en los cientos de cadáveres se encuentran esparcidos en una gran sala que utilizan como depósitos, juntar las partes frescas que luego le servirán como cena y arrojan el resto a los pozos del olvido donde los fuegos del infierno arden con gran terror. Una larga mesa en la sala central se encuentra llena de restos, bebidas que se desperdician por todas partes, un horripilante banquete se hallan a la vistas de cientos de esclavos enjaulados quizás esperando el mismo fin. Todo ocurre con tranquilidad hasta que las trompetas anuncian la hora de prepararse para la gran batalla, todo está listo para dirigir las fuerzas oscuras hacia la Sierra de los Cuervos; el rey Nimus no quiere perder tiempo ni terreno ni ningún tipo de sorpresas; no tardan demasiado en derribar las puertas y entran llenos de furia con la mente puesta en un solo botín, la corona astral. En la parte central, en el jardín de la vida, los esperan los guardianes comandados por Tifus dándoles una cálida bienvenida deteniéndolos con aros de fuego ahogantes. Con una sonrisa maléfica, Afrán solo realiza un chasquido de dedos y el aro de fuego se convierte en gigantes serpientes que atacan sin piedad a la guardia astral. -Eso es lo que mejor puedes hacer, porque estás aquí tu en lugar de esos miserables a caso me temen, verán su destrucción y yo seré su nuevo amo y señor del plano astral. -Siempre has tenido un lengua muy venenosa, tú mismo procuraste que te desterraran de este lugar, eras nuestro mejor alumno eras como un hijo para nosotros-. Arremete Tifus arrojándoles rocas que caen desde el cielo. -Tú siempre tan débil, tus hechizos son nada comparado con mi poder, ¡acaben con todos!-. Fueron las órdenes de Afrán a sus seguidores negros. Como una horda de insectos los hechiceros errantes caen sobre los guardianes astrales, son enfrentados con valentía y poder sin dejarse intimidar. Sus mentes y almas están bien preparadas y entrenadas para este tipo de situaciones. La contienda es más dura de lo que parece, poderosos hechizos pueden verse en ambos bandos, bolas de fuego, criaturas gigantes, rocas que caen del cielo, poderes de congelamiento, son intercambiados entre los contrincantes, las heridas son leves y nadie parece ceder terreno. Desde una de las torres del lado izquierdo observan cuidadosamente cada movimiento los miembros del consejo buscando un punto débil en su enemigo. -Su poder es increíble y ha aumentado en gran volumen y magnitud, todo ese incremento proviene de trabajar con las artes oscuras, Nimus tendrá un grave problema si Afrán decide desafiarlo no podrá controlarlo-. Dice Asmil. -Aunque noto una parte inestable en su mente que no le permite ver más allá de su capacidad, tal vez eso este de nuestro lado, las artes oscuras que crece en su interior al mismo tiempo lo enceguece por suerte para nosotros-. Agrega Cannur. Destellos de luces, fuegos y rocas caen por doquier a causa del choque de las poderosas energías que manipulan las fuerzas de la luz y la oscuridad. Nadie cede, la lucha está en igualdad de condiciones quizás por respeto donde se estudia el movimiento de cada contrincante, no hay margen para el error; los dos grandes líderes, Tifus y Afrán tienen su pelea a parte en un espacio infinito donde solo están cara a cara en un desafío sin igual, una batalla sin cuartel. -Aún tienes tiempo para rendirte y salvarlos a todos, mi lucha no es contigo sino con tus mentores traidores o pelea y muere como lo que eres una simple marioneta de quienes solo les interesa sus propias vidas-. Dice Afrán a su antiguo maestro. -No te daré tal gusto si he de morir por una causa leal y transparente no lo haré como un cobarde y lucharé hasta que te haga entrar en razón-. Contesta Tifus atacando con gran enojo y poder, usando poderes de energía lo envía con todas sus fuerzas hacía Afrán a la velocidad de la luz lo derriba sin pestañar. Se levanta aturdido logrando mantenerse en pie con una sonrisa maliciosa lo mira con ojos desafiantes y profundos. -Parece que eres bueno al final, tienes buenos trucos bajo las mangas, me gusta ya que tendré un buen desafío después de todo, quizás alargue tu agonía un poco más y te haga sufrir aún más. Lanzando rayos de luz hacia el cielo se forma una masa de aire caliente, sofocante, que rodea a Tifus hasta que lo hace arrodillar y perder el equilibrio contrarrestando el hechizo con una ráfaga de hielo que congela a su adversario, pero eso no detendrá por mucho al mago oscuro. Es una batalla pareja desde otro plano en la que solo se encuentran entrelazados en una lucha en donde solo existe el desafío entre maestro y alumno por demostrar quién es el mejor. No hay ventajas y eso preocupa al consejo astral quienes no se dejan esperar y deciden prestar batalla antes de que esto llegue más lejos. -Llego nuestro momento es nuestro destino terminar con lo que empezamos y que nunca debimos dejar pasar-. Dice con desgano Asmil, al mismo tiempo en el que todos asisten con sus miradas frías y penetrantes. Meditan unos minutos para iluminar su energía interna hacia el exterior, y sus cuerpos con viejos harapos se transforman en jóvenes con vestiduras elegantes con adornos de rubíes que iluminan a la tierra con su potente luz. -Parece que al fin deciden dar la cara a su destino final pues verán la luz por última vez antes de ser sometidos al yugo de Nimus y a su nuevo mundo. -Veo que no has cambiando en absoluto, sigues siendo el mismo perro faldero, incompetente, insensato que no reconoce su verdadero potencial que pudo hacer el bien y nunca el mal-. Le contesta Landor. -Tú siempre hablando de lo que es bueno o de lo que es malo pero nunca me consideraron uno de ustedes, no supieron reconocer mi brillante estilo y poder, eso los asustó por eso decidieron exiliarme en la oscuridad, ¡ustedes son los verdaderos culpables! -Tú poder siempre fue el mejor has sido siempre nuestro preferido, pero tu afán en lo oscuro te encegueció y no tuvimos más remedio que impedir que siguieras confundiendo a todos con tus caprichos al resto-. Contesta Asmil. -Basta de palabras sin sentido, vengan a ver lo que les tengo preparado para ustedes, porque después de esto me sentaré en el lugar que me corresponde. -Eso es lo que siempre codiciaste, no te bastaba con solo ser el mejor aprendiz, tus intensiones eran otras pero nunca demostraste el valor, la fe o la luz interna para pertenecer al consejo; debiste mezclarte con las artes oscuras para lograrlo ¿no?. Pero aquí se terminará tus ilusiones y seremos nosotros tus creadores los que te daremos fin-. Contesta con furia Ardimil. La contienda comienza a ponerse dura, los inmensos poderes pueden verse y hacer temblar la tierra desde donde las cosas se ponen difíciles, las hordas oscuras ya ocupan toda la planicie a lo largo de las montañas pardas, hasta más allá del horizonte de los reinos Vikhideis, Nargol ya tomó control de Nemis y Atilus, aún hay focos de resistencia en Azgord. Los ejércitos de centuriones comandados por Torgal, Nituring y Rasfel combaten en Azgord para impedir que la ciudad más importante de Nostergal caiga en manos de las sombras, están a la espera de los refuerzos, los jinetes reales de Zord vienen desde el Norte. Nargol envía a varios de sus generales a que se dirijan a Alenis, que en estos momentos solo esta guarnecida por uno de los generales de Niturig, el gran estratega de mil batallas, Ator el martillo, al oeste de Alenis en una vieja posada en Junc, donde se reúnen las hordas de hombres más repugnantes, bandidos y feroces, los que no le temen a nada ni nadie y que solo viven para sí mismos. Se encuentran preparando sus armas para evitar que los Vikhideis se apoderen de sus almas, porque ellos no respetan a nadie ni estandarte ni corona, pero odian que otros los esclavicen buscando salvarse por sí mismos. Sus fuerzas son numerosas, lo suficiente como para evitar la primera envestida enemiga, con solo su coraje y una afilada espada para atravesar gargantas les bastan para eliminar a cualquier oponente. Montan sus caballos y como grandes jinetes que so

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Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Fantasía



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