Me encontraba en la Avenida de los Muertos en las ruinas de Teotihuacán, iba admirando el grandioso paisaje milenario, cuando de pronto, de entre las ruinas aparece una nativa muy hermosa, pelo negro, morena, de trenzas negras, con un cuerpo delgado y su vestimenta de la región algo humilde pero limpia, hablaba muy bien el español y supe que también hablaba el ingles perfectamente, cuando la miré hablando con unos americanos que querían comprar piezas arqueologicas baratas, me traslade en el tiempo y me pareció ver a la malinche en su papel de traductora.

  De un morralito sacó una pieza algo extraña, en un papel traía la imagen y el precio de la pieza en cuestión. Cada pieza costaba como mil pesos. Ella hablaba de dolares. Decia que costaba cien dolares, muy baratas, considerando que si eran originales, un coleccionista daría miles de dolares.
 
 

  En ese momento no tenia dinero, me marché del lugar y me subí a la piramide del Sol y admiré el paisaje desde 63.5 metros de altura, era impresionante, desde allí alcance a ver que unos policias se llevaban a la nativa. Las piezas eran falsas.
 
Jesús Eduardo López 2009