De la luna brota sngre hirviendo.
Publicado en Dec 03, 2013
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He visto un chico vestido de inmensidad con la cara desencajada,
aterrado se ha lanzado hacia el reflejo de la luna en el mar,
de la luna brotaba sangre hirviendo, el chico era manco y tuerto,
los tiburones estaban hambrientos.
Sonaba el silbido del viento arrastrado entre las puntiagudas rocas,
rompían las olas con violencia en el acantilado de la desesperación.
La luz del faro como un foco de cine  se posó en el lugar de la tragedia;
sí, los tiburones olieron la sangre hirviente de la luna
y el chico estaba cansado de vivir.
Con una parsimonia excepcional el chico soltó todo el aire y dejó de flotar,
comenzó a hundirse con lentitud, su ojo miraba a través del agua una luna que se desangraba
en la oscuridad del cielo, acompañandolo con su último aliento hacia la profundidad del océano.
Cuando ya a penas quedaba un cuarto de luna, los tiburones no compadecieron el poético final
del chaval y con una saña descarnada le arrancaron la cabeza de un bocado.
El cuerpo decapitado, descansó, junto a su compañera la luna, en lo más profundo del vasto océano. 
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Descripción

He visto un chico vestido de inmensidad con la cara desencajada, aterrado se ha lanzado hacia el reflejo de la luna en el mar, de la luna brotaba sangre hirviendo, el chico era manco y tuerto, los tiburones estaban hambrientos. Sonaba el silbido del viento arrastrado entre las puntiagudas rocas, rompían las olas con ciolencia en el acantilado de la desesperación. La luz del faro como un foco de Holliwood se posó en el lugar de la tragedia, sí, los tiburones olieron la sangre hirviente de la luna y el chico estaba cansado de vivir. Con una parsimonia excepcional el chico soltó todo el aire y dejó de flotar, comenzó a hundirse con lentitud, su ojo miraba a través del agua una luna que se desangraba en la oscuridad del cielo, acompañandole con su último aliento hacia la profundidad del océano. Cuando ya a penas quedaba un cuarto de luna, los tiburones no compadecieron el poético final del chaval y con una saña descarnada le arrancaron la cabeza de un bocado. El cuerpo decapitado, descansó, junto a su compañera la luna, en lo más profundo del vasto océano.

Palabras Clave: He visto un chico vestido de inmensidad con la cara desencajada aterrado se ha lanzado hacia el reflejo de la luna en el mar de la luna brotaba sangre hirviendo el chico era manco y tuerto los tiburones estaban hambrientos. Sonaba el silbido del viento arrastrado entre las puntiagudas rocas rompían las olas con ciolencia en el acantilado de la desesperación. La luz del faro como un foco de Holliwood se posó en el lugar de la tragedia los tiburones olieron la sangre hirviente de la luna y el chico estaba cansado de vivir. Con una parsimonia excepcional el chico soltó todo el aire y dejó de flotar comenzó a hundirse con lentitud su ojo miraba a través del agua una luna que se desangraba en la oscuridad del cielo acompañandole con su último aliento hacia la profundidad del océano. Cuando ya a penas quedaba un cuarto de luna los tiburones no compadecieron el poético final del chaval y con una saña descarnada le arrancaron la cabeza de un

Categoría: Poesía

Subcategoría: Poesía General



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Guillermo Capece

Alberto:
en este poema hay elementos de crueldad -en el mejor sentido del termino- que hacen pensar en una mentalidad muy creativa, en mi opinion. Felicitaciones
Guillermo
Responder
December 03, 2013
 

Alberto

Gracias Guillermo y sigue leyendome
Responder
December 04, 2013

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