Mi gato Refuf
Publicado en Nov 22, 2013
MI GATO REFUFÚ
Margarita abrió la puerta de su apartamento para recibir un domicilio y su gatito Refufú salió corriendo con gran velocidad. Margarita desesperada corría y lo llamaba, Refufú… ven acá… y los vecinos que observaban emocionados gritaban… “Corre que te alcanzan, corre que te alcanzan, gato indeciso”, pero el gatito avanzaba por el largo corredor y cuanto más adelantaba, encontraba nuevos caminos. Margarita lloraba por perder a su mascota, que tanto amaba. Nadie la consolaba, a su soledad tendría que conformarse. Recordaba la hermosa carita del gatito, sus ojos verdes y su barba blanca, su cuerpo de pequeño tigrillo y sus patitas terminadas en color blanco. Refufú jugaba, corría, degustaba su comida en compañía de Margarita, bebía agua y si su dueña se ausentaba, de inmediato la llamaba, miau… miau… Margarita se devolvía y gatito seguía bebiendo agua y si ella lo alzaba y lo besaba, él correspondía con un lamido en su nariz. Gatito hacía daños, se trepaba en la mesa y rompía vasos, rasgaba las telas de los muebles, sin que Margarita se enojara. Gatito dormía en la cama de Margarita y como alarma que despierta a la madrugada, con su dulce canto miau… miau a Margarita despertaba a las seis de la mañana. “Tal vez habrá sorpresas Tal vez habrá futuro Habrá nuevas salidas Tal vez algún final” Refufú ¿volverá? “Solo el gato decide en donde entrar Solo el gato decide a dónde ir” Refufó conoció otros gatos y una pequeña gatita, a la que llamaban “Tita” El gatito y la gatita jugaban, peleaban y se enamoraban. Tuvieron cuatro hijitos: tres gatitas y un gatico. Tita cuidó a sus hijitos unos cuantos meses y después desapareció, igual Refufú, también desapareció y así de cada uno no se supo a donde fue. Margarita aún guardaba la esperanza de volver a ver a su amado gatito. “El no está tan solo Sus instintos y razones No lo juzgan ni lo guían Sólo le hacen actuar” Refufú seguía un camino muy lejano, pasaba montañas, caminaba sobre tejas, avanzaba y encontraba nuevos lugares, se alimentaba de comidas que robaba en cada casa que visitaba en horas nocturnas. Margarita caminaba por el corredor que su gatito escapó. Igual que el gatito, siempre que avanzaba encontraba nuevos caminos, iba esperanzada de encontrar a su mascota. Observaba calles y calles, casas que desde los cristales de sus ventanas asomaban pequeños gatitos, sin que Refufú apareciera por lugar alguno. Ya cansada Margarita de tanto buscar a su gatito, a su apartamento, desilusionada regresó. En cada puerta, se para un sabio Contando historias, Y el gato, buscando identidad. ¡Qué dificultad! Ya Margarita no esperaba el feliz final que se lee en los cuentos, ella soñaba viendo a su gatito regresar, ella recordaba ese triste día en que gatito rozó con su cuerpo sus piernas para salir corriendo y no dejarse alcanzar, ella recordaba los juegos del gatito, y el eco…miau miau… que a veces, al amanecer la despertaba. Los vecinos ofrecían a Margarita regalar otro gatito, pero ella sólo quiere a Refufú. Finamente, ella, sólo se consolaba con escuchar aquella canción del compositor Juan Francisco Lozano, dedicada al destino de los seres vivos, y que en su último Pre-coro de la canción “GATO” dice: “Si encuentra historias finas Tendrá algún camino Si no son acertadas O tal vez, muy placenteras”. 2
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Federico Santa Maria Carrera
También es interesante como combinas el cuento con el poema.
Lucy reyes
MARIA VALLEJO D.
Acabo de escudriñar sus textos y me he encontrado èsta historia que me ha encantado.
Bien lograda y ademàs, el protagonista, un gatito; tengo 2 .
Buena muy buena historia.
Saludos
Lucy reyes
DEMOCLES (Mago de Oz)
Lucy reyes