Doña María vino de Ucrania a la argentina, para que en sus manos alumbraran seis mil vidas
Publicado en Sep 01, 2009
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Doña María vino de Ucrania a la Argentina
Para que en sus manos alumbraran 6.000 vidas
DURANTE 40 AÑOS EJERCIÓ LA FUNCIÓN DE PARTERA. ESTE ES EL TESTIMONIO DE SU VIDA.
Por Diego Luján Sartori
Hace 10 años atrás el autor de esta líneas, deseaba entrevistar a Doña María Makarchuk de Cechuk, partera de prolifera y fructífera labor, con cuatro décadas de labor intensa. Sin embargo los avatares de su trabajo no le permitieron atenderme y no pudo ser incluida en el Primer Volumen del libro Apuntes para la Historia de San Vicente, lugar que sin dudas se tiene bien ganado y que su nombre se inscriba con moldes de oro en la epopeya de poblar y hacer crecer la Capital Nacional de la Madera.
Hoy cumplí aquel compromiso, y la encuentro con 74 años, postrada en una cama, aquejada gravemente de diabetes, sin embargo los achaques de esta cruel enfermedad, no le impiden que me atienda lúcidamente, para contar su historia personal, que engarzada a otras historias personales, construyen el rosario de la historia sanvicentina.
Nació en la lejana Ucrania el 31 de diciembre de 1929, hollando suelo argentino en el año 1935, huyendo junto a sus padres de la guerra y el hambre que asolaban por entonces aquel apartado lugar de Europa Oriental. Se casó con Antonio Cechuk, y ya para 1960 se radicaron en San Vicente, en aquella época en que "El Cruce", al conjuro del progreso que le daba la reforestación del Instituto de Previsión Social, la Fábrica Orttmann y Tejeda y la explotación de la selva en tierras fiscales, crecía demandando cada vez más servicios y abría promisorios horizontes a todos los que se atrevían a la soledad. Su familia fructificó en 7 hijos: Anastasia Elena, Hilaria (Fallecida), Pedro Antonio, Vladimiro Carlos, Alicia María, Susana Margarita (Fallecida) y Luis Ricardo, lo que no le impidió para nada ejercer la función de Obstetra como le gusta a ella que le digan, partera como el dicho popular endilga su oficio de hacer alumbrar vidas que cimentaron el progreso demográfico de San Vicente.

EL PRIMER PARTO POR OBLIGACIÓN
Cuenta Doña María que su primer parto lo atendió sin título de obstetra, ya que un desesperado colono de apellido Lomann a punta de revólver le obligó a que atendiera a su esposa, por suerte todo salió bien. Luego inició sus estudios y hasta tiene una especialización en Buenos Aires. Ya en Campo Grande desempeñaba esta labor y luego en Dos de Mayo, siempre -dice con orgullo Doña María- con la asistencia de algún médico, en Dos de Mayo Trabajó con el Dr. Fosatti, en San Vicente con el Dr. César Augusto Ramella (considerado el primer médico de estos lares) y Camposano. También estuvo trabajando con el Dr. César Augusto Barboza Galeano, en el Sanatorio San Vicente, luego con el Dr. Adalid Arredondo Córdoba en el Sanatorio San Marcos, en este último nosocomio privado laboró durante 22 años. Al hacer un racconto de su actividad estima que unos 6.000 niños vieron la luz en sus manos.
DÍAS Y PARTOS DIFÍCILES
Solícita acudía a cada llamado, no importaba si fuera de día o de noche, con buen tiempo o bajo tormenta, si debía recorrer el camino en vehículo, a pie, en carro o caballo.
Recordando partos en casitas precarias, en galpones junto a los productos de la tierra, sin embargo siempre se daba el milagro de la vida. Entre los difíciles casos que le tocó atender registra el de su propia hija con un caso "primerizo", "de cola" y con cuatro kilos ochocientos gramos. Por suerte se salvaron ambos.
Entre otras cosas que hemos dialogado recomienda que las mujeres tengan control de natalidad, puesto que sufren mucho al ser madres. Con 40 años de labor y los ojos empañados por las emocionadas lágrimas dice "amé tanto mi profesión".
Ya como experiencia de vida recomienda a los jóvenes que trabajen, no tanto como lo hacían los de antes, pero que trabajen, que no beban alcohol y sean buenas personas. Menciona a su esposo Antonio Cechuk, que se halla más sano y fuerte que ella y por lo tanto con más entusiasmo para trabajar. A pesar de haber contribuido al desarrollo del pueblo con su trabajo fecundo y responsable, Doña María goza ahora de una modesta pensión. Sin embargo nada, ni nadie le quitará el más hermoso título que pueda ostentar: ser pionera, colonizadora, la primera partera de San Vicente, madre, esposa y vecina ejemplar. ¿Puede pedir algo más una persona?.
Católica devota, próxima a cumplir sus 74 años, aún exhala desde su lecho de enferma la esperanza de conseguir una silla de ruedas, para volver a ver el paisaje sanvicentino. Estamos seguro que hallará en la autoridades municipales el eco necesario para que este, su último sueño se vuelva realidad.
Finalmente cabe en nombre de todos los Sanvicentinos expresar ¡Gracias Doña María!
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Foto del autor Diego Luján Sartori
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DÍAS Y PARTOS DIFÍCILES Solícita acudía a cada llamado, no importa si fuera de día o de noche, con buen tiempo o bajo tormenta, si debía recorrer el camino en vehículo, a pie, en carro o caballo. Recordando partos en casitas precarias, en galpones junto a los productos de la tierra, sin embargo siempre se daba el milagro de la vida. Entre los difíciles casos que le tocó atender registra el de su propia hija con un caso “primerizo”, “de cola” y con cuatro kilos ochocientos gramos. Por suerte se salvaron ambos.

Palabras Clave: Partera de pueblo chico aventura epopeya colonia obstetra hijos partos

Categoría: Artículos

Subcategoría: Curiosidades


Derechos de Autor: Diego Luján Sartori

Enlace: dielusa@hotmail.com


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Isabel Figueredo de Makareczuk

Que alegría haber encontrado el origen del apellido Makarczuk que tanto le preocupaba a la tía que no se pierda dicho apellido y que se lo conozca por trabajo y honestidad sirviendo a la comunidad hasta sus últimos días en un pueblo tan lindo como San Vicente donde ella entrego su vida para sus hijos y a todos los bebes que ella trajo al mundo con sus manos, y agradecemos profundamente ser parte de esa familia y al escritor que publico esta nota.
El apellido Makarczuk sigue con descendencia en mis hijos Pablo, Fabian y Esteban sobrinos nietos directo de la Tía Maria.
Isabel Figueredo, esposa de Jose Makarczuk.
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July 21, 2012
 

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