Los sueños no se apagan, ni se pierden...a veces simpemente se transforman...mutan...cambian de forma y de color...pero nunca mueren...a veces permanecen silenciosos en un rincón, esperando ser encontrados...otras veces duermen largas siestas, porque necesitan descansar...y otras veces aparecen cuando menos los esperamos y nos cambian la vida...son así...a veces impulsivos...a veces perezosos...a veces inmaduros...pero siempre están...dandos vueltas alrededor del mundo...buscando y buscando...gente que se anime a atraparlos...a perseguirlos...a despertarlos...buscando gente que sepa que a los sueños también hay que soñarlos despiertos...con los ojos bien abiertos...gente que no tenga duda de que sin sueños no se puede vivir...porque los sueños son el alimento del alma...y sin ellos nada en este mundo tendría sentido...las personas que no creen en los sueños, caminan porque tienen pies...respiran, porque el aire entra en sus pulmones...pero no viven...simplemente están...simplemente transitan la vida...y no ven que los sueños se visten de colores para llamar su atención...y no escuchan que los sueños les gritan en la cara: ¡¡¡despiertense!!!...