En el jardin de mi casa se encuentra enterrado mi perro "Montarraz", todos los dias le llevo sus croquetas y su agua, aunque ya esta muerto, se aparece ante mis ojos y se toma el agua y se come sus croquetas, ese es mi perro el chihuhua motarraz, siempre meneando la cola, aun después de muerto.
 
    Recuerdo la primera vez que me lo encontre en mi jardin una mañana de un lunes solitario, el perro ladraba, apenas un dia antes lo habiamos sepultado en la esquina del jardin de la casa. Era un perro muy obediente. lloré mucho por mi perro chihuahua. Le habia pegado una enfermedad llamada moquillo y lo tuvimos que llevar con el veterinario para que le hicieran la eutanasia.
 
  Su color era golondrino, asi lo describio el veterinario que le puso la inyección de la eutanasia, todavia lo recuerdo cuando estaba sano era muy jugueton.
 
El dia de su entierro mi mamá tambien lloró, estaba muy triste por todo lo que le habia pasado a mi perro. Todavia me acuerdo y ya han pasado veinte años y todavia sigue apareciendo en mi jardin.