Merezco el verso y la prosa ciega
no hable de los callados atardeceres
y las nostalgias precipitadas como lluvia...
De verdad, puedo comprender mas allá
de los sentidos, la mirada...
Un par de fraces en la siembra irónica
le ví un poco torsido,
puedo lavar la memoria de pensamientos
y viajar con las nubes, por el viento,
puedo rimar un trozo de sentimientos
en las páginas de mis horas,
en los ocasos furtivos...
Merezco el desprecio de los extraños
que no conoceré.
y de los conocidos, el Alma desprendio su furia
en la precisa sensación descontrolada,
camine largamente por donde no he de ir,
sueños, sueños y mas sueños...
palabras que caen como pétalos
en los rusticos miedos...
puedo sentir dentro del corazón
la sangre fluir desde la montaña
ahí muere mi memoria, cuando las horas se escapan
y yo no estoy allí para atraparlas...