Aquel que afirme que es preferible sentir dolor a no sentir nada, no ha sufrido suficiente.

Porque estas cosas solo ocurren de noche

Agridulce Melancolía.
Esta noche no brillan estrellas en el cielo, y no son nubes las que gobiernan el zénit, sino fantasmas.
Tengo el poder de sentir. En mi pecho, mi afligido corazón se encoge, y Melancolía solloza suavemente. Llora con cierta gracia, llora y no llora, llora conmigo, nos fundimos en un canto en la oscuridad. A la desesperanza, a la incomprensión, gritos ahogados en silencio. El sufrimiento de seres inocentes alrededor del mundo.

Se escudan en la ignorancia, pero se percibe el frío tacto de su crueldad.