Los momentos, que, como el ocaso, se marchan… quedan los recuerdos,
quedan las fotos…
 
Un huracán de memorias se me viene a la mente, que no piensa, que late.
Ahí aparece mi eterno desamor, el amor de mi vida (que perdí un enero),
jugando con la mirada.
 
Una vez casi pierdo la cabeza, otra vez me arranque el corazón.
Una muchacha y un poema, frente a mis ojos, mirada de alondra, cabello bermejo.
 
Es muy duro de explicar… el amor cuando nace natural, como un volcán
desde el espíritu y corazón. Mi amor… dónde estarás…
 
Una sinfonía triste me inquieta todo el cuerpo. Las gaviotas vuelan bajo y
los delfines cantan lejos.
 
Los momentos, que, como el ocaso, se marchan… quedan los recuerdos,
quedan las fotos…