En la quietud, las manos llenas de olvido,
los años efímeros, fugaces que no pasaban nunca...Se fueron,
otrora, feliz por los senderos con aires de grandeza,
calla la boca húmeda atiborrada serena,
las manos entrelazadas ahora desnudas, plenas,
están frias de amores, aún en luna llena...
 Déjadle en paz, con sus traistesas,
que de ayer cuando la infancia era su amiga
con los pies desnudos besaba la tierra,
hoy, al caer el manto nocturno de la noche,
solo los recuerdos caen en estrellas...
El tiempo se vino en ráfaga y pasó por su camino,
le dejo sentado a un paso del olvido,
murmullo tenue, rie al contemplar cuan veloz
se olvidan de los viejos,
calla la boca no hay palabras de consuelo,
se nos va la vida en un mundo ageno,
deja que el rencor muera en el  silencio,
que han pasado por el y es como un niño, sin saberlo...
de la Madre a la vida y en la vida misterio,
se abrasará a la tierra para entrar a sus sueños...