Extraño poema, me gustó.

Gracias queridos Mariano y Caranndor por sus palabras. Y gracias también por acompañarme en otras muchas ocasiones. Con todo mi afecto, un abrazo. Verano siempre.

verano eres genial, con tu sencillez haces que las cosas que parecen tan simples en la vida y que uno no se de el tiempo de siquiera tomarlas en cuenta nos haces meditar y saborear cuan bellos pueden quedar aun los defectos en el orden correcto para formar una poesía.

un abrazo y mi admiración. Caranndor

Gran Maestro y amigo Verano.

En mi caso, mas allá de aplaudir su extraordinaria visión y reflexión,
debo confesar que en mas o menos cantidad, en cada una de los defectos que usted menciona me he visto reflejado a mi mismo.
Visión por lo que es capaz de ver del gran flagelo universal.
Reflexión, por mea culpa que sabiamente me ha llevado a generar dentro de mi corazón.

Lo confieso.
Admirándolo cada vez con mayor devoción.

Mariano Dorola

Gracias queridas Norma y Mavdadu por la lectura y los comentarios. En la forma de comentar no hay pobreza sino cariño, simpatia y solidaridad. No soy tan difícil de complacer; las apariencias engañan. ¡Jajajajaja! Un abrazo para ambas. Verano siempre.

VERANO.
DISCULPE MI POBRE FORMA DE COMENTAR, PERO....¡ QUE BUEN TEXTO !
ABRAZOS CORDIALES
MARIA

Qué bueno Verano!
Pero qué difícil debes ser de complacer! Casi tan difícil como lograr el equilibrio.
jajaja. Poeta gracias.
cariños.

Annita y Alma: Reciban mi cordial abrazo y mis agradecimientos muy sinceros por sus comentarios. Ambos muy acetados. Recuerdos de Verano.

amigo verano de mi corazon me gusto mucho, tiene ese toque de dar a entender que en la vida siempre pesara paz en la balanza las cosas buenas que hay en tu corazon, y lo que cada uno de nosotros ha hecho bien o mal, no es una competencia es buscar el equilibrio en la vida............ realmente me encanto, es mi humilde forma de analizar tu poesia y tu sentir......... espero no estar muy lejos....... tu amiga del corazon...........alma.

Jaja!
Complacencia, qué cualidad sencilla y digna de cultivar, sentirse complacido ante lo que acontece, estar bien con la vida.