Hasta que sientas crujir la mandíbula
Y te duela el estómago.
Ríete de tí mismo, de la vida, de la muerte.
De la lucha cotidiana por sobrevivir.
De tus alegrías y tus tristezas.

De los años que pasan tan rápido
De lo que recuerdas de lo que olvidaste
Del presente de lo que vendrá
Ríe con fuerzas, abre el alma
desnúdate de temores, libérate, amigo.

Que tu risa sea cristalina, ronca, suave
apagada o estridente.
No importa rie hasta que las lágrimas
asomen a tus ojos.
Deja atrás aquello que has sembrado
sin esperar que brote
Sólo siembra cuando te dé placer
Disfruta lo que haces
Aléjate de vanos sentimientos
Y ríe cuando pierdas la razón.

Ríete del dolor, del desamor, de la soledad.
De los versos que no escribes.
De los que has escrito
De la inspiración que no llega.
de la musa esquiva.
del fracaso de la gloria de la vulgaridad.

Ríe por amor por ser por estar, por Dios.                                                              
Ríe por todo lo bueno y lo malo de la vida.
Y por un instante solo uno, sé feliz, amigo