Déjame amarte, como nunca nadie te amó
déjame enfrentarme  al mundo,  al mío, y al tuyo si es preciso
sería sublime que la vida me permitiera besarte y abrazarte
tal vez moriría de emoción en el intento
por eso Ángel mío no preguntes como
pero déjame abrazarte y besarte aunque solo sea en sueños
deja respirarte y probar el sabor de tu piel
que al solo recordarte hace que vibre de placer
Ángel mío, mío, me perteneces
deja amar cada centímetro de tu piel
y así guardarla en el archivo de mi corazón y mi pasión