Textale

Detalles.

Publicado en Sep 02, 2019

Detalles.

Una vez fuiste un cúmulo de hermosos detalles que hoy día cubren un inmenso espacio en mis recuerdos, y en este instante me dispongo pacientemente a rescatarlos entre quimeras, suspiros, nostalgias y cariños, tal como si fueran mágicos e idílicos sueños.

Mas hoy, cuando la existencia ya no es la misma, aquellos dulces detalles tuyos que una vez edificaron tus ilusiones, ahora se han transformado en tus luchas, tus desafíos y tus convencimientos, perfilándote arbitrariamente en una persona muy diferente; porque en un especial instante de tu vida, cuando las circunstancias con las que repentina y extrañamente tropezaste, fueron las que acudieron hasta tu espíritu pueril para influirlo con expectantes ideales y modernas posiciones propias de la era.

Desgraciadamente, para mí, mutaste como las crisálidas que al abandonar su pupa se convierten en unas aguerridas y bizarras líderes dejando atrás viejos rasgos de evidente ternura. En nuestro caso particular, fueron precisamente los que me encantaban… Ahora los mismos se han encargado de derrumbarme sin piedad en las arenas de la nostalgia.

Porque son los que inevitablemente se asoman en mi mente compungida, convertidos en sutiles recuerdos de tono pastel: vestigios como aquellas tímidas sonrisas de tus tiernos labios párvulos, o esos susurros caprichosos que esgrimías para conseguir unos raros antojos, o esas adorables miradas lúdicas de tus ojitos bonitos que tejían inocentes preguntas…

…Aun te diviso en la bruma de mis evocaciones, solitaria, sentada a los pies de mi sombra, con tus anhelos en éxtasis y vestida con una gasa de seda transparente de color magenta que deja lucir adorablemente tu blanca y tersa piel marmórea y las armónicas y excitantes curvas de tu figura… (No logro sacarte de mis pensamientos)…

Eras un espectacular concierto de seductores detalles… Y los esparcías maravillosamente con tu caminar liviano e inocente por la diáfana atmósfera reinante en el sembrado de tu candidez y todo tu destello se convertía en un poderoso embrujo que hacía quedar en el aire la dulce y profunda fragancia de tu estela manceba: Eras delicada, tierna, sutil, amorosa… Una sola… Como un risueño ángel flotando en la brisa.

Tus fragilidades agigantaban mi alma y me hacían construir con entusiasmo fuertes refugios con mis abrazos, destinados exclusivamente para un perfecto amparo de emociones, tuyos y míos. Y no es porque quisiera ser yo tu patrón o tu guía, sino porque simplemente te complacía colocar tus pasos dentro de los huecos dejados por mis huellas, convenciéndome con tu propio argumento que ello te causaba una plácida holgura, una segura firmeza y una completa alegría, llegando – recuerdo -- un día en el que literalmente me confesaste que esperabas fuere mi voz la que te orientare por los laberintos cuando posiblemente caminares por ellos con una venda sobre los ojos.

Para entonces mi amor por ti estaba transformado en un arraigado orgullo que me había acorazado completamente el alma, y yo, torpe y confiadamente, albergaba la ingenua esperanza que él duraría para siempre…

Sin embargo, al cabo de un tiempo maduraste y hoy te veo transitar altivamente por el éxito, armada con juicios inherentes, pisando tus propias huellas, comunicando a tus pares las nuevas inspiraciones y sembrando en el resto tus flamantes valores que vienen ahora a reemplazar a los resabios…

… Y es así que en estos momentos la brecha formada entre tus conceptos y los míos nos ha dejado en sendas opuestas y al toparnos por casualidad en ciertos ámbitos cotidianos, la única opción que nos resta es solamente cruzarnos con unas tibias sonrisas, un sincero apretón de manos y un engañoso o pálido beso en la mejilla.

No obstante, no puedo dejar de admitir que aquellos pretéritos detalles tuyos que una vez calaron en lo profundo de mi alma, aun continúan acariciándome intensamente y, sin ninguna duda, me llevarán a recordarte de modo enamorado siempre.

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