MUDANZA
Publicado en Dec 15, 2015
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MUDANZA
La mudanza de un predio a otro es bastante dispendioso.
Alistamiento: cajas de cartón, grandes bolsas plásticas, cinta adhesiva, marcador, plástico burbuja, papel periódico… Lugo contratar el camión de mudanzas.
Luisa dice a su hija Manuela, que empaque con mucho cuidado la losa, los cristales y los adornos de porcelana. Manuela considera que son muchas las vajillas, cristales y adornos de porcelana. Elige lo que mejor le parece y propone vender o regalar lo que sobra. Luisa se opone, Manuela protesta: mamá, ¿para qué queremos muchas vajillas sin desempacar desde hace tiempos?, son un estorbo. Ya elegí lo que necesitamos y ¿para qué queremos tanto? si sólo somos tú, mi hermano Germán y yo. ¿A ti te parece difícil vender o regalar?  Sí, porque nadie quiere pagar lo que valen las cosas, y si es regalar, la gente acepta unas cosas y otras no.
No te preocupes mamá,  Germán y yo  vendemos y regalamos lo que sobre. Está bien, acepto. Entonces sigamos empacando así: yo, mi ropa, los zaparos, las toallas y la batería de cocina; Manuela, su ropa sus zapatos, los cuadros y los tendidos de las camas; Germán, su ropa; la ropa que dejó tu papá al morir,  loa zapatos y los libros. Germán protesta: mamá, ¿por qué hay tantas cosas?, ropas colgadas desde hace veinte años, cantidades de licor, vinos, whisky, brandy, matas, muebles, adornos ¿por qué? Pues hijo, por el tiempo que ha pasado. El licor sirve para cuando hagamos una fiesta.
Cuando tu papá y yo nos casamos fue muy poco lo que llevamos a nuestra vivienda. Cuando nació tu hermana, aumentaron muebles, ropa, coche, bañera, juguetes…, igual cuando naciste tú.
Bueno hijos; calma,  no más protestas, a empacar y hablar.
 Listo mamá.  
Veo que mientras hablo Germán lee algo que debe ser interesante. Sí claro, son proyectos que mi papá no alcanzó a terminar ¿Qué proyectos? Manuela, ¿no los has leído? No… Mi papá recorrió los lugares más pobres de la Costa Pacífica: vio pequeñas casas fabricadas con latas, cartones y barro, familias numerosas, niños desnutridos y gente enferma. Mi papá dejó un mapa que muestra el proyecto de la distribución de casas, locales y escuelas, para ofrecer vida digna a los habitantes necesitados. Estaban aprobadas las licencias y los planos, también el visto bueno del alcalde, pero, desgraciadamente nada se logró por la muerte de mi padre. Yo seguiré sus proyectos cuando termine mis estudios superiores.
Hemos visto tantas cosas que mi papá dejó, sin darnos cuenta de nada, teniendo efectos para nosotros mismos y para la sociedad, pero nosotros no lo advertíamos. No nos dimos cuenta de cómo se relacionaban unas cosas con otras que podían dar buenos resultados, que no todo es igual, que se puede cambiar. Lo que pasa es que a veces damos más importancia a las cosas simples, que a las más importantes. Es por eso que  después de estas reflexiones quiero despertar y continuar con los proyectos que dejó mi papá.
Después de sus reflexiones en alta voz Germán dobló su ropa.  Antes de doblar la ropa del papá reparó los bolsillos de los sacos.  Encontró una billetera con dinero; las fotos de una bella mujer; unos papeles de pergamino que contenían bellas poesías dedicadas a na mujer llamada Clemencia. También; fotos de esa mujer, con amorosas dedicatorias al amor de su vida (mi papá).  Manuela se mordía la lengua de la ira. Leyó las poesías, que olían a perfume ordinario, y miró las fotos. ¡Cuál bella mujer! Si mi mamá es bellísima, luce divina con esa cara de piel trigueña, esos ojos color miel, lindos labios rojos y esa sonrisa de dientes parejos y blancos. Apuesto a que la tal Clemencia no mide un metro con setenta y cinco centímetros de estatura, como mi mamá, ni creo que sea tan inteligente ni tan buena. Tienes razón Manuela, y tú tienes la fortuna de parecerte a mi mamá, aunque eres más bajita y más delgada, tus ojos son verdes y tu piel blanca. Yo me parezco físicamente a mi papá: Gordito, de ojos saltones, labios gruesos, bajito, medio rubio y con buen sentido del humor, como mi papá.
 Bueno pero mi mamá no fue abandonada por mi padre, eso significa que a quien quería verdaderamente mi padre fue a mi mamá. Tienes razón Germán, esa señora debió ser apenas un capricho.
Luisa sintió como un baldado de agua fría que corría por su cuerpo. Jamás imaginó haber sido víctima de infidelidad.  Germán preguntó: Mamá ¿Has visto la billetera de mi padre? Sí… pero, no me di cuenta de nada, ahora me duele lo que antes me debió doler, ya nada puedo hacer. Tendré que vivir el presente mas no el pasado; su rostro se llena de lágrimas, sin pronunciar más palabras.
 Germán y Manuela se dedican a distraer a Luisa con estos chistecitos:
Mamá, hay escases de agua, no desperdicies tus lágrimas.
Hijo, te quedó muy bonito el tatuaje de Satanás
¡Mamá  es mi novia!
Mamá me acaba de morder una serpiente
¿Cobra?
No, mordió gratis.
Manuela  estaba cocinando y se cayó
¿Cuál es la emergencia?
¿A qué hora quito el arroz para que no se pegue?
Hijo, no entiendo por qué no tienes pareja, ¿ya probaste quitarte el bigote?
Aún no
Pues, hazlo Manuela
¿Eres Rockero? ¿Te dedicas a la música?
No, me dedico a pegar rocas.
Ja, ja, ja.       Ja, ja, ja.     Ja, ja, ja.
No más chistes. Llegó el camión de mudanzas.
 
 
 
 
 
 [LRdL1]





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Foto del autor Lucy Reyes
Textos Publicados: 73
Miembro desde: Oct 15, 2009
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Descripción

TIENE QUE VER CON EL PROCESO DE LAS MUDANZAS

Palabras Clave: LOZA ROPA ZAPATOS BILLETERA IRA MAPA.

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Ficcin



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