ELLA
Publicado en May 12, 2015
Prev
Next
Image
Tal como creía, eran pocas las mujeres que él había conocido que fuesen mas ingenuas, conmovedoramente adorables y salvajes que Ella, que siempre lo avanzaba porque tenía ganas, mientas él solo deseaba irse a la mierda y dejar atras una vida llena de deseos insatisfechos.

Había tanto resentimiento en la cabeza del tipejo que le dolía el cuerpo hasta querer vivir en la extratósfera porque es culpa de la gravedad que aniquila el dolor del peso del cuerpo y la mente.

La parrilla era un batacazo, carne al corte argentino y postre vigilante, los madrileños se hacían agua de bocas.

Después de las 4p.m. el parrillero limpiaba la grasa y juntaba los requechos para los perros.
Ella esperaba,  siempre follaban después de limpiar el local.
El dueño lo dejaba dormir allí por las noches, siempre y cuando no llevara mujeres. Pero ella se le escabullía adentro y en la cama le hacía cosas que solo hacen las putas. Así le había dicho el patrón en secreto, después de todo el muchacho era un ilegal y esa perra había sido de muchos.


Los clientes empezaron a llegar a la hora de costumbre, dinerillo fresco de la primer semana del mes. Choripán con tinto, vacío con pan francés, los chinchulines salían con fritas. Ella freía las papas como a los tipejos que le miraban el escote mientras los atendía en el mostrador, con su vestido celeste cielo debajo del delantal y el cabello recogido en una cola que le caía hasta la mitad de la espalda.
El parrillero atisaba los carbones y se secaba el sudor con la manga de la camisa, ella esperaba.... después follaban. 
 Cuando cerraron estaba por llover y hacía un calor insoportable. Ella lo agarró como pulpo y se lo llevó al catre de atrás del mostrador entre los cajones de las bebidas y las bolsas de carbón.
 Después hizo un paquete con las sobras de la carne y aunque a  la noche siempre volvía para dormir con él, esa noche no regresó.
Pasados dos días la extrañó y fue a buscarla a un burdel madrileño donde la tía regenteaba. La tía le dijo que Ella había viajado a Lisboa por una propuesta de trabajo.
 
 Todos preguntaban, él bufaba un " yo qué se"  sudando por el doble de trabajo. Su vida dejó de parecerle un fracaso, seguía sintiéndose como la mierda pero solo por la ausencia de la muchacha que extrañaba en su cama y en el trabajo. Esperar sin saber lo estaba volviéndo loco. Sus ojos grises se humanizaron y por las noches tenía ganas de llorar.


Una mañana lo despertó el olor a café y el ruído del agua de la grifería. Ella lavaba tazas y platos sucios en la bacha del pileton del patio. Se hizo el dormido y esperó el beso en la boca que devolvió  con toda la furia de su corazón herido.


Por primera vez la abrazaba con todo el dolor de su miedo a perderla, aún enojado pero en  su mirada brillaba el amor, por Ella...
Página 1 / 1
Foto del autor maria del ...
Textos Publicados: 74
Miembro desde: Mar 07, 2014
12 Comentarios 841 Lecturas Favorito 1 veces
Descripción

Enamorarse es un derecho, tambin entre marginales

Palabras Clave: tedio- desgano- rutina

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos



Comentarios (12)add comment
menos espacio | mas espacio
 1 2
 1 2

Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.

busy