POR ESTE INFAUSTO AMOR, POR ESO
Publicado en Nov 17, 2013
Prev
Next
Image
 
 
Algo me hizo volver a la casa paterna, ahora abandonada, porque las hijas e hijos buscaron otros nidos donde formar querencia y ahí se hicieron viejos. Seguramente lo que me indujo a regresar fue presentir la cercanía del final del camino que nos hace más sensibles y añoramos entonces aquello que amamos en la niñez o la adolescencia. Ahí estaba la casona aunque bien cuidada, lucía los estragos que causa el abandono de los o las interesadas.

Apenas entré percibí el olor a soledad, no quedaba registrada en el murmullo del eco que produce una casa vacía, aquellas risas, alegatos y pláticas pueriles que hubo entre todos los hermanos.  Sólo se escuchaba el murmullo del mar que se colaba por la ventana que recién había abierto y un ladrido lejano me obligó a recordar a la única mascota que los viejos nos permitieron tener.
 
Recorrí como en pasos perdidos todas las habitaciones y demás partes de la casa, encontraba en cada espacio, rincón o mueble, algún recuerdo que pacientemente esperó a mi regreso. Ya en  estado de confusión creía volver a escuchar los regaños suaves de mi padre y las palabras cariñosas de mi madre, mientras las añoranzas hacían mella en mi ánimo y empezaba a distinguir los objetos con dificultad, como se ven en un atardecer lluvioso a través del cristal del parabrisas de un auto; decidí entonces volver a entrar a mi antigua habitación.

Estaba como la recordaba después de treinta años de ausencia, ni siquiera en la muerte de los viejos pude volver a estar ahí. El colchón de mi cama de veinteañero parecía invitarme a que me recostara en él. Sólo me atreví a sentarme para dar rienda suelta a todo lo que se acumuló en tantos años de ausencia forzada. Las lágrimas brotaron incontenibles, todos los recuerdos parecían bailar una danza frenética ante mis ojos. ¡De entre todos ellos encontré el tuyo amada mía!

Ahí estabas ¡Bella en plena juventud!, tu boca me invitaba a besarte, como en aquellas tardes junto al mar cuando nos prometíamos amor eterno, como cualquier pareja de jóvenes enamorados. Volví a sentirme conquistado por tu mirada diáfana llena de candor y alegría. Nuevamente me estremecí con el roce de tus caricias plenas de apasionadas primicias. Hasta me pareció escuchar que al oído, como un susurro amoroso me pedías te leyera, como tantas veces lo hice, aquel poema que me inspiraste y empecé a balbucear con voz monótona y sin matices:

                                      Me preguntas, ¿por qué te quiero?
                                     ¡Desde el corazón me nace decirte!
                                               Que te amo por eso,
                              porque contigo conocí el hechizo y el embeleso,
                                       y mis manos ávidas de caricias
                           han conocido parte por parte lo virginal de tu cuerpo.
                        Porque me has robado la razón en cada uno de tus besos,
                                 porque lleno de orgullo al mundo confieso
                                   que en la ardiente succión de un beso
                                    me has robado el corazón… ¡Por eso!

…No pude concluir el poema, el resto se enhebró en los dolorosos recuerdos que se agolpaban en mi mente. Como un mazazo llegado desde el pasado, tuve la visión de aquella tarde de tan dolorosos recuerdos.Te miré frente a mí, llorar y esquivando la mirada, entre sollozos volví a escucharte y confesarme aquello: “Mi primo Oliver me violó, sus padres lo obligan a casarse conmigo para reparar el daño”

¡Quedé paralizado por la ira que se acumuló en mi pecho! Luego corrí a la habitación de mis padres y me apoderé del arma del viejo, guardada “para lo que pudiera ofrecerse” y resuelto fui en busca de tu primo. Me parece recuerdar tus lamentos y súplicas tras de mí. Eso, me enardeció más,  pensé que lo defendías, trataste en vano de contenerme, terminé dándote tal empellón que te dejó tirada en la calle y continué mi loca carrera en busca de venganza.

A treinta años de prisión dictó la condena un juez por la muerte de Oliver y su padre quien intentó defenderlo. Ese no fue el castigo más doloroso producto de aquello, mis padres nunca más se ocuparon de mí, dijeron que ellos no tenían un hijo asesino. Y tu silencio, eso sí fue mi muerte en vida, nunca contestaste mis cartas ni llamadas telefónicas. No he vuelto a saber de ti desde aquel nefasto atardecer.

¡Te he buscado amada mía!, en eso ocupo mi libertad, no puedo ni quiero dejar de amarte con este infausto amor que no conoce de renunciación. Tu recuerdo está fuera del tiempo, porque está y tú ya no estás. Eres por tanto intemporal, inamovible, permanente y ausente, oxímoron de muerte. Fuiste en la oscuridad y frío de mi celda la Elena de mi Troya destruida y la Beatriz desdeñosa que me llevó de la mano por todos los infiernos que conocí en esa época de mi vida.

¡Por supuesto que te buscaré siempre!,  Para decirte que sólo deseo saber cómo estás y preguntar si me has olvidado o aún me recuerdas con algo de cariño. ¿Hasta cuándo habré de esperar?, ¿Será eterno tu silencio o para siempre tu ausencia?, Entre todo el amor que decías tenerme, ¿No habrá un espacio para el perdón?  ¡Ya he pagado mi culpa con treinta años de cárcel!  Te amé tanto y te sigo amando, que si fui un asesino… ¡Fue por este infausto amor! ¡Todo ha sido por eso!
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 
 
 
 
 
Página 1 / 1
Foto del autor kalutavon
Textos Publicados: 224
Miembro desde: Jun 19, 2012
18 Comentarios 1772 Lecturas Favorito 4 veces
Descripción

Palabras Clave: por este infausto amor por eso...

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos



Comentarios (18)add comment
menos espacio | mas espacio
 1 2

LAPIZ ESCRIBE

Kalutavon; me habia abstenido de comentarte al igual que a otros amigos; pero ante lo interesante de tu texto; fue mas fuerte las ganas de dejar la sincera felicitacion que el temor por evitar que fueses blanco de perseción en privado como lo han hecho con otros de mis comentaristas; pero bueno estoy aqui amigo dejando mi apoyo que como siempre dejo a tu obra literaria que aca muy acertadamente nos compartes. un gran abrazo de amistad desde Colombia.
Responder
November 18, 2013
 

kalutavon

Amigo, dejo por un momento ese fundado temor, para llamarte con todas sus letras... amigo. Agradecerte desde luego que mi texto ayudara a que al menos por un breve lapso dejaras de lado tu auto exilio. Las tormentas Libardo, mojan a muchos y salpican de lodo a otros, creo que ya me correspondió la porción que me quisieron indilgar. Me parece también que lo mismo en privado que en público he manifestado mi opinión y he contestado a quienes me lo han requerido. En cualquier asunto de trato colectivo, lo mejor es sumar en lugar de restar. Afectuoso saludo.
Responder
November 18, 2013

Romn Romani

La espera, los años devorando la paciencia e incrementando la ansiedad, la incertidumbre de saber si todavía existe esperanza y reconciliación a un amor que, por acto de amor, terminó encerrado en el olvido.
Me gusta la propuesta, una parte de mí quiere saber más y la otra dice que ya no hay nada más que decir.
POR ESTE INFAUSTO AMOR, POR ESO…te digo que es grato leerte.
saludos amigo.
Responder
November 18, 2013
 

kalutavon

Gracias Roman por tu afectivo comentario. Yo no tengo duda de que nos seguiremos leyendo por mucho tiempo, siempre acudo a saciar mi sed de buenas letras, precisamente donde estoy seguro que las encontraré. En cuanto al texto en comento, queda a la imaginativa del lector suponer distintas variables para complementarla. Afectuoso saludo.
Responder
November 18, 2013

MARIA VALLEJO D.

Hola kalutavon.
Empezaré por comentarte, que tus historias me trasnsportan
a los lugares descritos, entonces, el sufrimiento del protagonista fué triple.
Físico, moral y el más fuerte de todos, mantener un amor . . .
por alguien que quizá, nunca volverá. Tremenda situación, parece real .
Puedo sentir la soledad de la imagen que colgaste.
Abrazos amigo.
Con tu permiso, me lo llevo a favorito.


l
Responder
November 18, 2013
 

kalutavon

Estimada María, sólo queda agradecerte tu opinión, sí parece una situación real, no tengo duda que existan estos problemas existenciales, conocí de viva voz de los protagonistas, historias como esta durante mis prácticas universitarias. Seguramente esos recuerdos emergen y me dan la oportunidad de convertirlos en relatos. La imagen, por lo que dices fue atinada, la tenía preparada para un poema que tentativamente titularé "Desolación" y que por ahí está guardado en la gaveta, esperando turno, como algunos otros textos. Agradecerte tu presencia amiga, que de a poco se vuelve entrañable. Un abrazo fraternal.
Responder
November 18, 2013

Roberto Funes

Que historia amigo, me produjo mucha emoción leerla. Un hecho que puede ser real en su totalidad. Y el agregado de un hermoso poema en medio. Fuerte historia. Valla si pagó su crimen el personaje. Felicitaciones y un abrazo Kalutavon.
Responder
November 18, 2013
 

kalutavon

Gracias Roberto por tu presencia. Cierto una historia que puede ser la realidad misma. Ah esos amores egoistas y por ende tan posesivos, cómo cuesta despojarnos de ellos. Siempre al filo de la navaja de un "todo o nada". Te saludo amigo.
Responder
November 18, 2013
 1 2

Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.

busy