EL REGRESO
Publicado en May 11, 2009
EL REGRESO
¿En qué olvidada región de mi cerebro surge como un sueño el recuerdo de mis viajes? Encontrar de nuevo el puerto abandonado, donde viven aún, hambrientos y sin techo los viejos marinos que me acompañaron en las ya lejanas travesías de mi juventud, es un caso de típica nostalgia, al que estamos debidamente acostumbrados quienes realizamos pecho a pecho las hazañas en lugar de imaginarlas. En barcos muy singulares nos entrábamos por los insólitos archipiélagos del mundo, en busca de leyendas y otras piezas deseadas, simulando sabuesos de ultratumba, entre rocas, huracanes y tornados. Muchos compañeros, en persecución de naves enemigas o rebeldes, se batieron como fieras antes de morir partidos por las brillantes mandíbulas del rayo y las no menos afiladas de los tiburones. Los que lograron sobrevivir conmigo aprovecharon la mar precisa de los equinoccios para cabalgar sobre troncos y delfines, como lo harían en tierra sobre las mujeres que sin muchas ilusiones, pensativas, esperaban en el muelle su tácito regreso. Detrás de las líquidas montañas, en tardes ondulantes, el Sol se agachaba en el poniente como viejo lobo de fauces incendiadas, hasta que aparecía sonriendo como un efebo en un horizonte contrario del que había dejado. Así, por días y por noches, por meses y por años, hice correr mi vida sobre el rumor del agua. Pirata por vocación y por encanto fui, y soy; también humilde pescador, sensible como un niño embrujado por sirenas y caballitos de mar. Esta bravura epidérmica que ahora exhibo, con la que no pudieron las olas, los vientos ni la crueldad de los dioses, se deshace irremisible frente a una lágrima tuya, siempre que sea sincera, tranquila o agitada como el inmenso mar.
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MAVAL
la vida de tantas personas que hicieron del mar su casa...y aún es asi ...
El mar que buscaron los grandes poetas para inspirarse y comprender en ese
vaiven incesante el mundo que los agita , que les hace ver más allá de seguro
y que por más que vueltas le den
al fin regresan al mismo lugar , a sus raices...de donde son...
así a los viejos marineros.
he visto pueblos de mar a lo largo de mi país generoso de costas
y esos osados lancheros cruzando la mar bravía siempre me sorprendieron
por la gallardia de su porte y el trabajo sacrificado del cual más de alguno
nunca regreso...pero aún así el que es lobo de mar
siempre anhelará zurcar el mar de la vida y el de sus sueños...
Saludos:Maval