LA BURBUJA Y SU PROMESA
Publicado en Jan 29, 2017
LA BURBUJA Y SU PROMESA
Buscaba una burbuja que tuviera algo que decir acerca de la humedad. Más como no tenía boca ni corazón, fue necesario invocar el espíritu de las aguas y la corriente huracanada del tifón para darle al menos, una oportunidad. Me interné en un desierto urbano; era un parque marginal, reseco y polvoriento. ¡Oh burbuja de mi anhelo! ¿Por qué tardas tanto en traer una anécdota hidratada? "Soy una burbuja seca opaca y diagnosticada por el tribunal de las alcantarillas", - sentí la voz inconfundible de un espíritu. El desierto urbano compaginaba ritmos cuando unas balas merodeaban en busca de terror y sangre. Uno tras uno, en endemoniada geometría, aparecían destellos del recuerdo. ¿Por que me invocas a esta ruina y me traes a poblar este silencio? Insistía, esa voz. "Hay una lágrima perdida en este basural". "Si logras escucharle, tendrás el beso de las aguas". ¡Ay, extraña voz, ¿Qué me quieres decir, en esta singular promesa? ¿Será una ola al reventar su millonaria espuma? ¿El rocío sobre la hierba del antiguo paraíso? Y vinieron unas bombas sedientas de fuego, y los cráneos y los brazos, los dientes y los dedos saltaban asombrados por el fulgor de la conciencia. Un perro me ha mirado en esta larga noche; uno y otro y algunos niños con sus ojos - lámparas. La ciudad está seca y dolorida. Las ratas están enteradas. Llueve, y nos apretujamos en el solidariob abrazo de sobrevivencia. En nuestras lágrimas hay un coro de voces que parecen entenderse y todos los días aparecen hierbas y flores. Han regresado los pájaros. E.D.A |
Mara Vallejo D.-
Como siempre, tus buenos versos invitan a la lectura; grato encontrarte de nuevo.
Excelente texto.
Felicitaciones
Te envío saludos
Enrique Dintrans A:
LA BURBUJA Y SU PROMESA
Buscaba una burbuja
que tuviera algo que decir
acerca de la humedad.
Más como no tenía boca
ni corazón,
fue necesario
invocar el espíritu de las aguas
y la corriente huracanada del tifón
para darle al menos,
una oportunidad.
Me interné en un desierto urbano;
era un parque marginal,
reseco y polvoriento.
¡Oh burbuja de mi anhelo!
¿Por qué tardas tanto en traer
una anécdota hidratada?
"Soy una burbuja seca
opaca y diagnosticada
por el tribunal de las alcantarillas",
- sentí la voz inconfundible
de un espíritu.
El desierto urbano compaginaba ritmos
cuando unas balas merodeaban
en busca de terror y sangre.
Uno tras uno,
en endemoniada geometría,
aparecían destellos del recuerdo.
¿Por que me invocas a esta ruina
y me traes a poblar este silencio?
Insistía, esa voz.
"Hay una lágrima perdida en este basural".
"Si logras escucharle,
tendrás el beso de las aguas".
¡Ay, extraña voz,
¿Qué me quieres decir,
en esta singular promesa?
¿Será una ola
al reventar su millonaria espuma?
¿El rocío sobre la hierba
del antiguo paraíso?
Y vinieron unas bombas sedientas de fuego,
y los cráneos y los brazos,
los dientes y los dedos
saltaban asombrados por el fulgor de la conciencia.
Un perro me ha mirado en esta larga noche;
uno y otro
y algunos niños con sus ojos - lámparas.
La ciudad está seca y dolorida.
Las ratas están enteradas.
Llueve,
y nos apretujamos
en el solidariob abrazo
de sobrevivencia.
En nuestras lágrimas hay un coro de voces
que parecen entenderse
y todos los días
aparecen hierbas y flores.
Han regresado los pájaros.
E.D.A