Los dueos de mi reino II
Publicado en Dec 07, 2014
Los dueños de mi reino
Hubo un tiempo que creí y en mí inocencia pensé como inexpropiable la riqueza de tu mirada, pensando sólo en el atractivo de tu seducción, creí alcanzar dichosos y largos años, pero por veinte años anochece. Día tras día, hora tras hora, segundo a segundo, sin descanso, tu madre envenena cada rincón de muestra casa y lo hace oscuro. En tu familia son todos corregidores, son tus padres jueces y fiscales de mi conducta, oidores de nuestras disputas, consejeros, presidentes y gobernadores de nuestra casa. Estando hecho esto y no de otra manera las leyes que aquí, mandan sobre nuestra voluntad; así es como han sido desde el día que alimentando mi ilusión entré en esta casa, ¿para qué? si después de firmada y rubricada mi sentencia, termine aquí, condenado por tu madre y tus hermanos. En tu familia y en especial tu madre: son ellos cazadores que después de hecha la herida, se disfrazan de inocencia. ¡Oh! Enemiga de mi paz, aspirante a reptil, que repta, babea, asecha y pica; que desde el suelo viboreas y te haces temible con el bisbiseo al oído y en el susurro la saña trabajosa en los muchos y malos consejos que das. ¿Cuándo encontraste la grieta para colarte en mi intimidad? ¿Cómo entraste cordial a nuestra casa con esa boca ordinaria? ¿Por qué, siempre aquí, trasmutando nuestros goces en rencores, modificando los hechos, cambiando nuestros objetivos? porque según ella; es la primera en saber que nos conviene. Nos quiere llevar de la mano, nos dice y nos repite hasta el cansancio lo que debemos hacer. No puedo hacer ningún cálculo para mañana, hasta que no vuelva ser el dueño de mi casa, así me obliguen a involuntario destierro.
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MARIA JOSE SCHIAVi
gonza pedro miguel
GMP