EL VIAJE DE PANCHITO
Publicado en Jan 16, 2013
´´DEL LIBRO DESDE LA MONTAÑA AZUL´´ Su forma sencilla de comunicarse se había hecho popular; pasaba las horas escudriñándose el cuerpo, su labrado pico se paseaba entre plumas de color verde, rojo y amarillo. Se oía un fuerte alarido desde el patio de la casa y enseguida se escuchaba: -¡Gloria! Seguido de una carcajada peculiar; la de panchito que, encerrado en una jaula no desistía de encontrar la forma de salir de aquel encierro. -¡Tengo que volar, me dieron alas para que volara y no las puedo utilizar! -¡Que desgracia la tuya panchito!- Se decía. Panchito era un loro alegre y conversador; había llegado a esa casa como regalo de cumpleaños para gloria, una bella niña de diez años, quien tan solitaria como panchito pasaba el día buscando la forma de escapar de la jaula que era su habitación. Ese loro era su única compañía, le alegraba las horas con sus parloteos alborotadores pero el también se sentía solo, atrapado entre aquellos barrotes. Así transcurrían los días en aquella casa y entre gritos y risas, Panchito y Gloria fundaron su amistad, entre soledades y sueños de libertad, entre cuentos que gloria le contaba sentada cerca de su jaula y a los cuales él prestaba suma atención. Pero un día panchito encontró la oportunidad de escapar, habían dejado la puerta de su jaula sin asegurar y hábilmente, con su pico logro abrirla. Pero al salir de la jaula y caminar por el patio recordó a gloria y su amistad. La nostalgia le invadió pero no se detuvo, voló hasta llegar a un verde y cálido paraje, no conseguía comida y las nubes negras en el cielo amenazaban con dejar caer una fuerte lluvia; pero el recuerdo de su amiga era lo que más le agobiaba ¿A quien le leerá ahora los cuentos? ¿De que me sirve la libertad si he perdido su amistad? Y reflexionando sobre eso emprendió vuelo de vuelta a casa de Gloria, al llegar, vio que ella estaba ella sentada al lado de su jaula con un nuevo libro de cuentos. Su cuerpo cubierto de plumas se había quedado inmóvil mientras su imaginación viajaba en fracciones de segundos, ya no quería irse, había comprendido lo que significaba la amistad de Gloria.
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