No se asusten, ¡beatos!. En el día de la Inmaculada Concepción.
Publicado en Dec 08, 2011
No te asusten, ¡beato!,
mis malas palabras. Aprendí a decir ¡Hijos de Puta! a los auténticos culpables que cantan a las estatuas de yeso los domingos en las iglesias, pero someten al hambre con sus ideologías perversas a los niños de carne y hueso nacidos de madre sin compañero o de padres con escaso salario y condenados al hambre o hambreados de la ignorancia les resulta imposible comprender que Dios sea bueno. No te asusten, ¡beato!, mis reflexiones sinceras. Nada impide que beses las velas, y huelas con alegría inciensos y sigas rezando fuerte, a la madre de un niño que nació en Belén. Nada impide. Pero no cambies al niño verdadero, por otro de yeso pintado, y si al primero le quitan sus derechos, protesta no sólo a Dios sino también a tus mismos hermanos. No te asusten, ¡beato!, la teología de la liberación ni la liberación de la teología. Es tiempo de mirar que en el mundo dos tercios son esquilmados y el tercio restante acumula buenas ganancias. ¿ qué importa si los opresores también rezan cuando siguen oprimiendo, sin piedad, a sus iguales? Acaso sean perdonados, pero que devuelvan pronto lo que se siguen robando, allí nuestra vocación, y una virgen madre del Verdadero, si existe, ¡no lo dudes!, perdonará que les digamos ¡Hijos de puta! ¡Hijos de puta! sólo para lograr que no sigan masacrando al Hijo de Dios hecho carne también en las carnes sufrientes, en la carne de los olvidados.
Página 1 / 1
Agregar texto a tus favoritos
Envialo a un amigo
Comentarios (0)
Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.
|