• Zacaría Omar Avilez
Zakareia
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  • País: Chile
 
Locuras nocturnas que nunca entenderé  La usencia de una letra  La belleza de una mujer  Coqueteos y sonrisas  Besos de lejos  Todo eso en un calderón  Receta segura del amor  Un texto extraño  La insistente ausencia de una letra  Besos que aguardan ser besados  Dos bocas que ya no no aguantan  Dos almas que se desbordan  Y una droga del sueño que no me deja continuar...  Buenas noches... muchas gracias... Te amo... 
   En esta vida terrenal estamos cada día sometidos a la "tiranía del desear". Constantemente nos encontramos deseando las diversas cosas que este mundo terrenal nos ofrece, pero para nuestro pesar olvidamos lo que es realmente importante. Así mismo surge la pregunta ¿Qué es realmente importante?Esta pregunta la constetará cada persona de acuerdo a su propio criterio, pero humildemente afirmo que sea cual sea la respuesta, la felicidad ha de ser el fin último que engloba todos los deseos del mundo. Pero para alcanzar la felicidad, de acuerdo a mi visión, existen 3 principios esenciales y necesarios para lograr el equilibrio y la plenitud, los cuales cumplen la función de "puentes" para lograr una felicidad verdadera y duradera. 1.-Comprensión Total2.-Sincera Humildad3.-Silencio Absoluto La comprensión nos permitirá aceptar a todos y jamás disgustarnos por nada, porque sabremos que todo tiene una razón a pesar de que no la conozcamos. Y como jamás tendremos odio por nada ni nadie, nuestra mente no perderá ni un minuto en sentimientos o emociones negativas y venenosas. Pero para lograr esta comprensión, primero se debe poseer humildad, la cual nos permitirá evitar el odio hacia nosotros. ¿Quién recuerda que existen moscas u hormigas sino hasta que vemos a una? ¿Quién piensa en los gusanos sino hasta que cavamos un agujero en la tierra? Así mismo hemos de ser. Tan humildes y pasivos que cumplimos nuestra misión en el mundo y seguimos adelante sin esperar reconocimiento ni agradecimiento de nadie, de esta forma logramos vivir sin despertar envidias ni resentimientos en nuestros pares.  Pero para poder alcanzar la humildad necesaria para lograr la comprensión, es preciso guardar silencio. Al no entrometernos en nada no envenenaremos nuestra mente con las negativas respuestas que nuestros pares muchas veces tienen respecto de nuestras opiniones. Y especialmente al guardar silencio mantendremos la humildad pues no podremos jactarnos ni engrandecernos de nada. Por el lenguaje nace todo: envidias y odios. Si no hablamos, nada podrán rebatirnos, pues hemos decidido no entrometernos, sino que hemos tomado la decisión de comprenderlo todo con sincera humildad, callando absolutamente y manteniendo paz y plenitud.  Y así tal como en la filosofía japonesa se habla de tres corazones "Cuerpo, mente y espíritu", en este caso serán tres también las virtudes que permitirán una vida plena y feliz...
                                                                            Budo... ¿Qué es Budo?                                                                                                      Según mi estimada Wikipedia, Budo es un término que engloba el conocimiento técnico de las artes marciales japonesas llamado Bugei (Bujutsu o "Artes de combate") y un conjunto de normas éticas para sus practicantes referidas a su aplicación. Sin embargo el Budo no es sólo para los Samurai, el Budo es una cosmovisión, una forma de ver y entender todo lo que nos rodea. Quien practica el Budo es llamado Budoka, este individuo no está exento de existir en el mismo mundo que todos los demás colegas seres humanos, sin embargo para él cada acto y situación del diario vivir pasará primero por un filtro filosófico y espiritual. Así el Budoka ve a las personas de una manera distinta: la persona que sabe menos que el Budoka, es un posible alumno; la persona que sabe más que el Budoka, es un posible maestro; la persona que desea el mal del Budoka, es su enemigo y por tanto debe ser vencido, pero no eliminado. Sutiles diferencias, pero sin embargo en los detalles está el verdadero arte, y espero que estemos todos de acuerdo en que "vivir es un arte". Sin embargo para desgracias de la humanidad, no todos los seres humanos somos buenos artistas, por lo cual hay quienes logran una vida verdaderamente plena y quienes pasarán sus vidas ahogados en las diversas miserias del devenir. Así el Budo es una forma de hacer arte, cuyas herramientas artísticas son sutiles, pero que sin embargo calan profundamente en la materia prima que llamamos realidad. Diferencias entre un Deportista y un BudokaEl Budo es lo que distingue un arte marcial de cualquier otro deporte, se puede tener una musculatura envidiable, una gran agilidad, fortaleza y salud; pero el tiempo y el destino son enemigos implacables que finalmente nadie puede vencer ni evitar. Los músculos se debilitan, el cuerpo se vuelve lento, los brazos y la espalda pierden fortaleza y la salud eventualmente decae. Así cuando cualquiera de estas debilidades llega a una persona, nos encontramos en una desventaja física en contra de un posible adversario, especialmente al momento de enfrentarnos con una persona más joven.  Este es el momento en que el verdadero Budo tiene sentido y en que el Budoka prueba que su entrenamiento y visión de mundo tienen algún sentido. El deportista al encontrarse con cualquiera de estos impedimentos, sea por la edad, un accidente, obligaciones académicas, laborales o familiares, generalmente optará por dejar de practicar su deporte, se verá obligado, por fuerza mayor, a dejar de lado lo que por hobby o pasión, llenó tantas veces sus ratos de ocio o recreación. Sin embargo el Budoka, jamás dejará de lado su arte marcial, pues el camino del Budo una vez que es abrazado, jamás puede ser desechado, es una luminosa llama que ilumina todos los aspectos del diario vivir, tanto en el dojo como en el hogar y el trabajo, al encaminar los pasos por la senda del Budo, nuestra vida nunca vuelve a ser la misma, y me apena decir que quienes no sienten esto al practicar arte marcial, simplemente aún no han encontrado esta senda; tal como el pedagogo de corazón que una vez que elige este camino, nunca dejará de enseñar; el verdadero policía que a pesar de no estar de uniforme no dudará en salir en defensa de la víctima que se encuentra en peligro; así mismo el buen bombero que sabrá llegar al incendio sea corriendo o sea volando; y el médico de corazón que con o sin su blanco uniforme no duda en levantar la voz y decir: ¡Yo soy médico! ¿En qué puedo ayudar? El Budoka no necesita de indumentaria, el deportista siPara el deportista la correcta indumentaria es esencial para el óptimo desempeño de su deporte y la minimización del riesgo al practicar. El futbolista requiere canilleras, calcetas, guantes para el arquero, etc. Ni hablar del golfista o del pescador. Todos ellos necesitan de una indumentaria específica para realizar su actividad. Sin embargo el Budoka se contenta con tener su cuerpo, todo lo demás es sólo un accesorio. Es verdad que en las escuelas de artes marciales se suele exigir un traje y que en muchas de ellas haya una gran cantidad de equipo destinado a la práctica y entrenamiento, pero he ahí el tema. Un arte marcial que no puede ser practicada en cualquier momento y lugar, no es realmente en todo el sentido de la palabra un "arte marcial", sino más bien un mero deporte. La ropa no es la apropiada, el piso es muy duro, no tengo el equipo apropiado; estas son todas escusas, pero la verdad es que el Budo es algo interno, proviene del corazón e irradia hacia el exterior; el Budo no requiere más que determinación y dedicación; el Budo es para guerreros, los cuales están dispuestos a luchar por lo que aman; el Budo es un concepto abstracto pero con aplicación concreta al diario vivir. Todo esto es mucho más que un deporte, el Budoka no es un deportista, el Budoka es un guerrero, un artista, un filósofo y un poeta. El Budo no teme a la muerte, pero tampoco la buscaEl artista marcial serio tiene siempre presente el recuerdo de que es un ser mortal, con un cuerpo de carne y huesos, cuya salud y existencia dependen de muchos factores que generalmente están fuera de su propio control. Por ello el Budoka entrena su cuerpo y mente, preparándose para una batalla que tal vez nunca libre, pero que a pesar de ello no escatima en esfuerzos para ser cada día más fuerte y sabio. Todo ese tiempo y trabajo dedicado para, tal vez, algún día aplicar lo aprendido y salvar la propia vida o la de los seres amados. El Budoka entrena con cuidado, pues él sabe mejor que nadie como destruir el cuerpo, por eso cuida y respeta el cuerpo de su compañero de práctica, quien confianzudamente pone su humanidad al servicio del aprendizaje del otro, para que cuando el Budoka preste su cuerpo a su compañero para que él pueda aprender, lo hace con serenidad y confianza de que no recibirá más dolor ni daño del exclusivamente necesario para que ambos aprendan, uno a provocar dolor y el otro a soportarlo. Palabras de un joven Budoka"No importa la fuerza física, peso, estatura, velocidad o destreza. Tales atributos son pasajeros y accesorios de lo realmente importante. El artista marcial, no practica por vanidad, avaricia, odio, fama o admiración; el verdadero Budoka entrena día a día para alcanzar la armonía cuerpo, mente y espíritu; y para intentar a fin de cuentas, ser mejor persona." (Erik Villegas - Artista Marcial)
La vía del guerrero es difícil, pero en el esfuerzo de transitar esta dificultosa senda, encontramos la verdadera grandeza. Un hombre puede vivir una larga vida recorriendo un camino diferente, totalmente alejado de la senda del guerrero, sin embargo su vida no será plena, sencillamente no puede serlo, puesto que para ello se debe entender y aplicar un principio esencial. Este principio es exclusivo del guerrero, quien lo aplica a diario en busca de su realización personal, física, mental y espiritual. Este principio es "La Perseverancia". ¿De qué estamos hablando? Según la Real Academia de la lengua Española, Perseverancia tiene dos significados: perseverancia.1. f. Acción y efecto de perseverar.2. f. Constancia en la virtud y en mantener la gracia hasta la muerte. Perseverar. ¿Perseverar en qué? En todo aspecto, en toda situación, perseverar hasta las últimas consecuencias, luchar hasta el final. E incluso muchas veces al verse enfrentado a un obstáculo insuperable, concluiremos que no hace falta vencerlo, derrocarlo o destruirlo, sino sólo aguantar, aceptar el destino que se tiene en frente, con la convicción de que es posible continuar, seguir adelante, y a pesar de todo sobrevivir a la adversidad. ¿Y cómo hacer esto? Con voluntad y con creatividad. Y ambas, al igual que tantas otras cosas, se deben entrenar, y sólo de esta manera se puede crecer en el camino de la perseverancia. La voluntad es algo difícil desarrollar, puesto que el día a día se empeña en socavarla, y así las situaciones de la vida diaria parecen confabula para destruir nuestra resolución y voluntad. Para nuestro pesar, como seres humanos somos capaces de dominar nuestro entorno gracias a nuestro intelecto, pero sin embargo este aliado se vuelve muchas veces en nuestra contra. Nuestro intelecto  es capaz de elaborar cientos de justificaciones para convencernos de darnos por vencidos: ¡No puedo!, ¡No tengo tiempo!, ¡Es demasiado difícil!, ¡Esa persona me desagrada!, ¡Yo no le agrado a ese profesor!, ¡El mundo es injusto!, ¡El destino está en mi contra!... Aquí no hay perseverancia. Todos estos son ejemplos de típicos argumentos para racionalizar nuestra propia cobardía, ante lo cual finalmente concluimos que tenemos derecho a la comodidad, por lo cual es justo y correcto, quedarnos inmóviles ante la dificultad y dejarnos caer para no volvernos a levantar nunca más. Por todo lo anterior los sabios han dicho que quien se vence a sí mismo es el realmente poderoso, puesto que solo uno mismo puede realmente afectar su realidad. Todo lo demás, es sólo cuestión de luchar. La creatividad. Se relaciona cono todo lo anterior. Crear es una capacidad con la cual el ser humano ha logrado modificar su entorno a su gusto. Gracias a ello podemos decir que nada es imposible, que todo se puede revertir, que nada es demasiado alto o demasiado profundo, siempre existirá la manera, sólo basta imaginarlo para luego intentarlo. Cada ser humano nace con este maravilloso don y puede hacer uso de él hasta el fin de sus días, e incluso cuando un azar del destino nos no pone a prueba dificultando esta labor creadora, vemos la verdadera relevancia de la voluntad en el juego de la vida. A diario vemos como muchas personas con discapacidad son capaces de los más bellos e inspiradores actos. Aquel guitarrista que no tiene brazos y toca con los pies. La bailarina de cueca con síndrome de Down. Los ciegos que a pesar de todo, siguen adelante con una carrera universitaria. La creatividad es de nuestra esencia como seres humanos, sin embargo sin perseverancia, sin voluntad, sin el ferviente deseo de cumplir nuestros anhelos, nada podemos hacer. Y aquí es cuando nos encontramos con seres humanos que a pesar de tener sus cinco sentidos y plenas capacidades físicas, se siente con el derecho de no hacer nada con su vida. Que me disculpen las personas con ideas liberales, pero desafortunadamente una sociedad productiva y rica intelectual y espiritualmente, no tiene lugar para entes que deciden hacer nada a pesar de tener la capacidad de hacerlo TODO. Perseverar en el trabajo, en la universidad, en la vida misma, y en nuestro arte marcial. Una mala actitud irradia todo nuestro entorno, por lo cual no podemos permitirnos la falta de voluntad en aspecto alguna, la lucha es en todo aspecto y hasta las últimas consecuencias. El guerrero no es quien carga una espada en su cinto, ni tampoco el que es capaz de vencer a cien adversarios. El guerrero a quien nos estamos refiriendo es imperfecto, a veces cae, de hecho se la pasa en el suelo, porque no se rinde, no se detiene, insiste una y otra vez en la persecución de mejorar los aspectos esenciales de su vida: Tener un cuerpo sano, tener una mente ágil y tener un espíritu pleno. El guerrero al caer se pone de pie, quien no cae es quien nada intenta. El concepto japonés “Nin” significa hacer frente a los impedimentos diarios que nos desvían de nuestro camino. Para ello hemos de tomar las riendas de nuestra vida, y así con valentía y decisión, dejar de mentirnos a nosotros mismos y a los demás y aceptar que si estamos posponiendo algún aspecto relevante de nuestra existencia, sólo hay un culpable: Nosotros mismos. Siglos de sabiduría en oriente nos dicen cosas semejantes, pero los occidentales estamos tan preocupados haciéndonos preguntas, que somos incapaces de reconocer las repuestas. Cada cual, son su visión del mundo, pero nadie puede negar, que el mundo es eterno movimiento y rendirse no es una opción...
 Banpen Fugyo fue lo que el maestro japonés Masaaki Hatsumi contestó a sus discípulos europeos cuando estos le sugirieron emigrar desde Japón a Europa por el tiempo que fuese necesario hasta que terminara la crisis provocada por el terremoto del 11 de marzo del 2011. Banpen Fugyo puede traducirse como: “Infinitos cambios Jamás sorprenderse”, o sea: Siempre adaptarse, independiente de que tan grave sea la situación. Así mismo, a pesar de tener la opción de torcerle la mano al destino emigrando a Europa, el maestro Hatsumi decide quedarse en Japón y adaptarse a las difíciles circunstancias que el destino designó para su patria y sus compatriotas, puesto que tal cual como en esa triste fecha para la nación nipona en que la tierra decidió remecer sus vidas, la nuestra diaria realidad puede cambiar en todo momento y sin previo aviso para cualquiera de nosotros.   ¿Está usted seguro de que terminará de leer este artículo? Con esta pregunta mi intención no es poner en duda la inteligencia del lector, ni tampoco su constancia o su comprensión lectora. La razón de mi pregunta es poner en duda la naturaleza misma de la realidad, lo cual es sin duda, una ambiciosa pretensión. El día de hoy mi estimado lector se levantó de su cama y probablemente se dispuso a realizar las actividades típicas que corresponden a su día normal. Si el lector es un trabajador, concurrió a su trabajo; en cambio si es estudiante, asistió a la universidad. Pero debemos tener en cuenta que existe la posibilidad de que la jornada de hoy no haya sido tan común, tal vez el día de hoy mi lector se quedó dormido y no cumplió con su deber; pero incluso si el día comenzó como cualquier día normal, existe la posibilidad de que durante su transcurso ocurran cosas totalmente excepcionales. ¡Tal vez hoy reciba usted un aumento de sueldo! Tal vez si mi lector es estudiante, al llegar al mural de su facultad descubra que obtuvo una buena calificación en su última evaluación, o tal vez, por el contrario, se entere de que ha reprobado una asignatura. Con estos breves y cotidianos ejemplos se desea señalar que: La realidad es infinitamente variable e impredecible; y así mismo llegamos a la siguiente duda: ¿Qué va a pasar mañana?   Mañana en la mañana nos levantaremos a cumplir nuestra rutina… ¿o no? Tal vez para mañana tengamos planeado realizar algo fuera de lo común, como salir de paseo, tener una cita con alguien que conocimos en internet, o tal vez un reencuentro con alguien que no veíamos hace mucho, etc. Ahora pregunto: ¿Se cumplirán nuestros planes? El pasado ya pasó y el futuro es incierto, por lo cual no podemos dejar de considerar que hay una gran probabilidad de que tal vez nuestros planes se vean interrumpidos por un azar del destino. Entonces ¿Para que planear? Esta es sin duda una complicada pregunta la cual cuenta además con incontables detractores. La gente ama planear porque así accede a la fantasía de que tiene el control de su realidad, pero como ya se dijo, esto es sólo una fantasía. Sin duda todo esto puede ser un tema muy abstracto y a veces difícil de digerir, pero sólo hace falta mirar a nuestro alrededor para comprender su verdad. Un minuto estamos sentados mirando televisión y al minuto siguiente el bebe de la casa por accidente bota un florero. No hay de qué preocuparse, el bebe está a salvo, pero el florero está hecho añicos. Ahora nos preguntamos: ¿Por qué no previmos lo que ocurriría? ¿Por qué no actuamos antes de que el bebe estuviera en peligro y provocara el accidente? Esto sin duda no estaba en nuestros planes, pero se debe tener en cuenta que la culpa no es del bebe, ni de la televisión, ni de nosotros mismos: los accidentes ocurren, por lo cual la persona apta para una buena vida debe ser capaz de adaptarse. ¡Se cayó el florero! Ok, ¿y ahora qué? Ponernos de pie, mantener la calma, atender al bebe, limpiar el desorden, prevenir que vuelva a ocurrir y continuar viviendo; esta es la receta para limpiar un florero roto, pero la receta para la vida es tan variable como la vida misma. Ahora alguien podría decir: Los accidentes se pueden prevenir, lo cual también es cierto. Pero a pesar de que podamos prever algunos accidentes, imprevistos y situaciones peligrosas, lo que el ejemplo busca ilustrar es que: la realidad es eternamente cambiante y en su mayoría es imprevisible. Esta idea siempre se la represento a mis pares con la siguiente frase: Si mi abuelita no hubiese muerto, estaría viva. Es fácil describir la consecuencia lógica de un suceso cualquiera, por ejemplo: si llueve, me mojo; si no estoy muerto, estoy vivo; etc. Pero en la realidad es imposible poder prever todas las consecuencias de todos los sucesos posibles: Si me caigo puede que: Muera, me lesione o no pase nada; todo puede ser. Respecto de de lo anterior, el Tao Te Ching nos dice en su capitulo XLVII:“Sin ir más allá de la puerta de tu casa, puedes conocer los caminos del mundoSin mirar por la ventana, puedes conocer los caminos del cielo.Cuanto más nos alejamos, menos pensamos.Luego el hombre sabio todo lo piensa sin trasladarse, y todo lo ve sin necesidad de mirarTodo lo cumple sin haberlo ejecutado.” De lo anterior podemos interpretar que: Toda situación puede ser entendida mediante el simple uso de la razón sumado a la observación de la vida cotidiana. O sea que sin necesidad de ser un erudito o un experto académico se puede acceder a los conocimientos más importantes y esenciales. Y para este caso un conocimiento esencial sería que: La vida es fundamentalmente impredecible. Así concluimos que: Nunca podremos estar seguros de nada, ¿o si? ¿Existe algo de lo cual se tenga absoluta certeza? La respuesta es obvia. Todos vamos a morir algún día, unos antes, otros después, pero el destino de nuestro viaje es siempre el mismo. Aceptada esta gran e irrefutable certeza, quedamos liberados de todas las demás preocupaciones del mundo, puesto que independiente de las particularidades de nuestra vida, somos todos seres mortales destinados a perecer. Así entonces, cualquier otra incerteza que encontremos en nuestra diaria existencia pasa a ser ínfima comparada con la gran seguridad que constituye el inevitable fin de la vida.Así siguiendo con lo anterior, un fragmento del capítulo LXXIV del Tao Te Ching nos dice:”“Cuando un pueblo ya no teme a la muerte, ¿con que fin    amenazarlo con la muerte?...” Hoy día, al dejar nuestro hogar ¿Qué es lo peor que puede pasarnos? Salir de la casa y olvidar una tarea o alguna cosa importante para nuestro trabajo, tropezar y caer sobre un charco y ensuciarse con barro, que un delincuente nos asalte y nos quite nuestras pertenencias, sufrir un accidente con un camión y morir. La lista es infinita, pero ahora olvidémonos de eso; puesto que por ir pensando en que un camión nos aplastará en el camino, puede que nos tropecemos y aterricemos sobre el duro cemento de la calle; o puede que por ir pensando en la tarea que no hicimos un árbol nos caiga encima. La vida es infinitamente variable e impredecible, por ello la única forma de enfrentar eficientemente la vida es:Estar preparado para todo. ¿Y como demonios hacemos esto? La única forma es: Dejar de preocuparnos, entregarnos a vivir cada momento con conciencia pero sin pesar, despojarnos de la mochila de preocupaciones banales que llevamos en la espalda y entregarnos a la sencilla tarea devivir. Muchos dirán: ¡Vivir no es sencillo! Pero la verdad es que vivir es muy sencillo, obtener lo que deseamos en esta vida, es lo difícil; solucionar nuestros problemas y los de nuestros seres amados es difícil; pero para vivir basta no estar muerto ¿O no?          En un principio esta interpretación del Banpen Fugyo pareciese ser fatalista y pesimista, pero esto es sólo la superficie, la idea que subyace es todo lo contrario. Aquellos colegas cinéfilos podrán recordar la magistral producción cinematográfica protagonizada por Jack Nicholson y  Morgan Freeman llamada “The Bucket List”, en que los dos protagonistas del film al enterarse de que tienen cáncer y que no les queda mucho tiempo, comienzan a vivir la vida que siempre desearon y a disfrutar realmente de todos los sutiles placeres que el mundo siempre tuvo para entregar. Esta película busca despertar en el público la conciencia sobre el intrínseco valor del día a día y de cómo la gran mayoría de los humanos vivimos cegados por la ilusión de la inmortalidad, en busca de cientos de objetivos banales, trayendo aparejado que nadie piensa en la muerte sino hasta que es demasiado tarde. Nuestra propuesta no es levantarse cada mañana y romper en llanto porque en cualquier momento podemos morir ¡No, claro que no! sino: Tener conciencia de que este día podría ser el último día de nuestras vidas, por lo cual es de toda lógica dejar de lado las banales preocupaciones que ayer nos aquejaban y mantener la paz y la serenidad independiente de lo que nos ocurra, puesto que:comparado con morir, cualquier otra cosa parece insignificante.          Entonces ¿Qué hacer en esta vida considerando que en cualquier momento puede llegar a su fin? Yo personalmente le doy 4 recomendaciones a mi lector: 1.- Has bien las cosas, pero recordando que la perfección es inalcanzable. Cuando algo parece estar mal, que la pereza no venza nuestra voluntad, luchemos para lograr que todo esté en orden, pero evitando caer en el extremo de tratar de obtener la perfección, puesto que ello es imposible, ya sea porque nadie es capaz de definir lo que es perfecto o porque en busca de obtener algo perfecto se destruyen las cosas buenas que ya se tenían desde un principio. 2.-. Se simple, confórmate con lo suficiente y no aspires a más de lo necesario. Con esto no se está recomendando el camino a la mediocridad, sino que se busca palear los efectos de la sociedad consumista. ¿Necesitas esa televisión LCD de 42 pulgadas? ¿Necesitas ese nuevo auto deportivo? ¿Te hace falta esa cirugía estética? ¡Claro que no! Tú decides cuando es suficiente, pero no olvides que al morir esas cosas se quedan aquí. A pesar de que en vida seguro se disfrutan de todos los lujos por los cuales luchamos, esas cosas no son lo importante y lo peor es que en todo el tiempo que se invirtió para obtener esos objetos, muchas otras cosas sucedieron a en nuestro entorno y desafortunadamente nos las perdimos por no haber optado por la simplicidad. 3.- Mantén el equilibrio. ¿Cuánto debes beber para sentir que es suficiente? ¿Cuándo debes dormir para sentirte descansado? ¿Cuánto debes estudiar para sentirte seguro? ¿Cuánto debes orar para sentir que tu deidad está conforme? Sí, mucha gente se enojará por estas interrogantes, e incluso hay quienes dirán: ¡Nunca es suficiente estudio! ¡Nunca es suficiente oración! La verdad es que nada en el mundo es beneficioso en exceso: Ni el ejercicio, ni el amor, ni la osadía, ni el cuidado ¡Ni siquiera el agua! Cada exceso tiene sus consecuencias negativas y respecto de este tema, podríamos escribir un artículo completo. 4.- ¡Se feliz! Porque de eso se trata la vida, buscar la felicidad y alcanzarla, ser feliz es el motivo por el cual estamos en el mundo ¿O no? Ya que sabemos que nuestra presencia aquí tiene fecha de caducidad hemos de disfrutar del simple hecho de existir y aspirar a mantener la felicidad durante el mayor tiempo posible, lo cual es totalmente coherente con las tres recomendaciones anteriores e incluso podemos decir que ser feliz es la consecuencia de los tres principios anteriores. Pero cuidado: ser feliz con simpleza, equilibrio y recordando que vivimos en un mundo imperfecto.          Y ya llegando al final de este artículo, cierro todas estas reflexiones destacando una última idea sobre la delicadeza de la existencia humana y por ello la imperativa necesidad de valorar cada día el regalo de la vida; así transcribo un pasaje más del apreciado Tao Te Ching, capítulo XIX:          “Renuncia al conocimiento y no sufrirás.         Renuncia al conocimiento y deja de lado la erudición,         y el pueblo será largamente beneficiado.Renuncia a la moralidad y rechaza la rectitud, y los hombres retornarán al deber filial y al amor paterno.Renuncia al engaño y arroja la ganancia, y no habrá más bandidos y ladrones. Sin embargo, estas normas son externas e insuficientes.Mejor es que el hombre actúe libremente.Muéstrate sencillo y guarda tu naturaleza primordial.Haz que tu “yo” sea más pequeño y limita tus deseos.”          El lector debe haber notado que toda la idea central de este artículo se resume en las últimas dos líneas de la anterior trascripción del Tao Te Ching. Pero el mensaje final para mi lector está en las primeras dos líneas del segundo párrafo. A pesar de todo lo que se pueda decir: Somos todos libres para llevar la vida como nosotros queramos y así mismo ver nuestra realidad como mejor nos acomode y nos complazca.

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