• santi.diazb.2394
santi.diazb.2394
-
-
  • País: Colombia
 
“Este es un intento de cuento, espero que por su contenido no te caigas de tu asiento; tu juzgaras si mi propuesta te agrada o no, eso depende de que tan dispuesto estés a escuchar”. Ciudad Travesti ¿Qué más mi hermano? ¿Todo bien? Listo, así es que es. Vente para acá y te cuento mi historia tan particular, cuando no me entiendas me avisas. Bueno, yo cuando niño no era muy distinto a como soy ahora, sólo los cachetes me cambiaron, y pues me añadí unos accesorios bien bacanos, recuerdo que me gustaba mirarme al espejo y darle besos a mi reflejo, y en ocasiones, me ponía la falda de mi tía y comenzaba a bailar. De mis papás no supe ni más, como a los 10 años ya se habían ido, decían que yo estaba defectuoso, que se me había volteado el chupo, me dejaron entonces viviendo con mis tías disfuncionales, Doña Susan y su pareja, esa vieja si que estaba linda, lástima que se volteó, Vivi le decían a ella. Como a los 12 años perdí la virginidad. Me levanté a una nena del colegio, ella estaba en once y era la más linda, Esbel era su nombre; recuerdo que después de haber hecho el acto, o de tener sexo, como mejor me entienda, ella me dijo que nos fuéramos a vivir juntos, que ella me amaba, que yo era su vida, que se moría por mí, que va, pura mierda. Pero bueno, yo le dije que sí, que listo, pero que me dejara terminar el año escolar. El 20 de diciembre entregaron notas finales de ese año, me acuerdo que me tiré matemática, pero igual me pasaron, fui el segundo mejor de mi grupo, éramos como 16 en séptimo. Mis tías, la vieja Vivi y Doña Susan me felicitaron y me prometieron un regalo, yo les dije que me pagaran el colegio hasta once y que con eso me bastaba, les dije que me iba con Esbel, que no se enojaran, que todo bien. Mi tía Vivi entendió y lo aceptó, la tía Susan, en cambio, no sabía que decir, se puso a llorar, me dio lastima, me fui a la semana.   Esbel me llevó a un apartamento que tenía al occidente de la ciudad, su papá se lo había dado para que aprendiera a bandearse sola; yo ubique mis cosas y me puse a ordenar el lugar, era un chiquero total. Recuerdo que me ponía un delantal blanco con lentejuelas doradas y escuchaba “Baby One More Time” mientras barría y arreglaba todo. En las mañanas iba al colegio, y en las tardes, aunque no todas, visitaba a mis tías, y cuando regresaba al apartamento, encontraba a Esbel tirada en el sofá, con las venas dilatadas y los ojos hinchados; yo le acariciaba su cabecita mientras se quedaba dormida. Un día, me acuerdo tanto, como a las diez de la noche, se entraron unos tipos a la casa, todos locos e idiotizados, y Esbel me decía que me quedara tranquilo, que todo bien, que venían de farra, que va, puro estiércol. Yo me metí al cuarto y me puse a escuchar música, de esa que es bien rosada, y como a la mitad de “Candyman” pasó lo que yo menos quería. En la sala, Esbel comenzó a gemir, gritaba como si se le fuera a salir el alma, y yo todo güevon, me dio por salir a mirar; habían cuatro manes manoseándola, todos en bola, todos sudando, y le cogían los senos y le metían los dedos por todo lado. Usted me perdonara, pero eso fue tenaz, discúlpeme si le parezco muy grotesco, si algo me para cuando quiera, ¿listo? Bueno pues, yo los dejé ahí con su locura sexual, pero me pasó algo bien raro, en toda la noche soñé con esos manes, pero nada de nada con Esbel, ¿será que papás tenían razón? Como al mes, otra vez llegaron los manes, esta vez venían con un par de nenas, Paola y Julieth, re lindas ellas, y pasó una hora, y después de beber y drogarse con píldoras, otra vez con su locura sexual, ahora multiplicada a lo más. A la medianoche se me acercó uno de los tipos al cuarto, y me ofreció uno de sus cigarros, yo le dije que listo, pero que no tocara a mi nena, y el man que listo, que todo suave. De ese momento en adelante no me acuerdo más, y me levanté esa mañana, tenía severo man al lado, ahí fue que me di cuenta que se me había volteado el chupo por completo. Me di cuenta de que ése era yo ahora, un homosexual.   Seguí así como hasta décimo, y ahí fue que le dije a Esbel que lo nuestro no tenía futuro, ella me pidió que hiciéramos el amor por última vez, y yo le dije que listo, pero que ni más. Ya tenía yo como 16 años, pasé a once y me becaron por pepa, mis tías estaban contentas, me prometieron otra vez un regalo, yo les dije que quería que nunca se enojaran por las decisiones que pudiese tomar, y ellas dijeron que listo, que todo bien. Terminando ese último año de colegio, me despedí de Esbel, ella me besó y me deseó suerte, me devolví con mis tías, y ¡mierda! ¡Que vaina tan seria! A la semana de estar viviendo otra vez con ellas me di cuenta de que esta pareja tan particular también tenía su locura sexual. Todos los miércoles en la noche tenían relaciones, la una gritaba y suplicaba por más, la otra le lamia y le tocaba todo el cuerpo, ¡que vaina tan seria! Bueno, pues resulta que el 22 de diciembre de ese año me gradué con honores, me acuerdo bien, me dieron una beca para estudiar en la universidad, y a los seis meses entre a estudiar teatro, después me mudé. Mis tías siguieron en lo suyo, me deseaban éxitos, tan atentas ellas, quien sabe cómo estén ahora; me conseguí un cuarto por la 19, allí fue donde aprendí a trabajar con sudor y poco pudor. Me compré resto de prendas para mujer y una peluca toda sexi, la ropa masculina la guarde para ir a la universidad. Listo viejo, pues yo seguí estudiando normal, destacándome como siempre, y en las noches me paraba en una esquina con mis nuevos atributos a esperar algún hombre hambriento que quisiera comerme y me pagara por ello, me encantaba bailarles antes de lamerles todo el cuerpo, ahora ya no tanto, es puro visaje. Una noche, se acercó un tipo bien lindo, acuerpado y misterioso, venia en una camioneta, me dijo que le diera el servicio ahí mismo, y yo que bueno, que todo bien;  me subí a la nave y me le abrí de piernas, pues yo ya era una hembra bien buena, y ahora estoy mejor, el man me agarraba los senos y me los chupaba como si fuesen un helado, y yo disque, si así ¡ugh! ¡Aah! ¡Así!   Ya casi acabando, y yo todo desnudo, el man se prendió un cigarro y me preguntó mi nombre, yo le dije que me llamaba Michelle, y el tipo disque no! Deme su nombre real, y yo se lo dije, papi me llamo Michael. El mancito me besó y me acarició los labios, yo le quité las manos, y el muy idiota me quemó un seno con el cigarro, y yo le dije que listo malnacido, ésta me la pagas carito. A la semana supe por el periódico que el mancito se había suicidado, era un ministro o algo así de la corte, el man tenía sus problemas. Yo seguí con mi vida, me mande a arreglar los pechos, me gradué como profesional, me compré un apartamento decente, me conseguí un novio y lo boté por perro, me compré un carro y lo vendí al mes, me compré una moto y me fui a visitar a Esbel, ésta se había vuelto prostituta, estaba toda demacrada. Al mes supe que se había muerto, le dio sida o algo así; fui con mis tías a su funeral, no fue casi nadie, todo fue diferente desde ahí, no sé porque. Cada vez que salía a las calles me daba cuenta de cosas que antes no podía ver; veía jóvenes desorientados que se drogaban para hallar un camino, veía niños abandonados teniendo a sus papás con ellos, veía padres prisioneros del trabajo, empresarios aficionados a su empleo, prostitutas, vagos, ladrones, asesinos, violadores, mentirosos, ambiciosos, y claro, los de mi combo, travestis. Ahora, en esta ciudad desubicada, todo el mundo parece travesti, nadie sabe lo que hace, nadie sabe quién es en realidad, nadie sabe para dónde coger, nadie sabe si es hombre, mujer o animal, nadie sabe nada, ¡que vaina tan seria! ¿Si le ha tramado mi historia nene? ¿no lo estoy aburriendo cierto? Bueno, ya pa’ terminarle, le cuento que mis tías adoptaron un niño, Francis le pusieron, están todas felices, me alegro resto por ellas, y yo, pues estoy trabajando como actriz en el teatro mayor, y en las noches me entrego desalmada al mejor postor. Ahora a lo que vinimos, desvístete y le hacemos como animales, luego me pagas, si te gusta nos estaremos viendo seguido. “Si después de leer el texto te quedaste pensando, entonces cumplí mi meta, nos veremos en otra historia mi estimado lector desorientado”.
Ciudad Travesti
Autor: santi.diazb.2394  834 Lecturas
Johan Wolfgang von Goethe es el gran escritor por excelencia del Romanticismo alemán, movimiento al que influenció profundamente. Fue el más grande representante de la literatura alemana; su obra abarca géneros como la novela, la poesía lírica, el drama e incluso controvertidos tratados científicos. Dejó una profunda huella en importantes artistas posteriores, siendo incalculable en la filosofía alemana y constante fuente de inspiración para todo tipo de obras. “Las penas del joven Werther” es una novela epistolar, publicada en 1774. Es la obra más importante del movimiento del Romanticismo en la literatura alemana. El libro hizo que Goethe se convirtiera en una de las primeras celebridades literarias, y hacia el fin de su vida, viajar a Weimar y visitar al maestro era un ritual para muchos jóvenes que viajaban a Europa, y muchos de los que lo visitaban, sólo habían leído ese libro, entre todos los que él había escrito. Werther es un joven artista, dotado de una gran cultura, de temperamento sensible y apasionado; en sus cartas, revela datos íntimos de su estancia en el pueblo de Wahlheim (basado en la ciudad de Garbenheim), donde queda encantado por las tradiciones simples de los campesinos. Allí conoce y se enamora de Carlota, una hermosa joven que cuida a sus hermanos después de la muerte de su madre. El joven Werther cae en el abismo del amor, y le es casi imposible salir de él, pero logra hallar la manera de poner su alma en paz. ¿Werther representa la concepción griega del alma concupiscible, dada por Platón? Platón hablaba acerca de las partes del alma, y afirmaba que éstas componían el Ser. El alma racional se encarga del pensamiento, el conocimiento y los juicios de razón, el alma irascible es aquella que se encarga de la voluntad y el valor de ser, y por último, el alma concupiscible manifiesta los deseos e instintos más profundos. El alma concupiscible representa muy bien a Werther, ya que es así su forma de comportarse; él es sólo pasión y deseo, casi nunca obra con la cabeza, en cuanto se refiere a su amada Carlota. “Me basta ver sus ojos negros para ser feliz” (pág. 117) La forma en que Werther se entrega completamente al amor es tan irracional que tiende a ser un poco obsesiva, sin embargo, éste amor idílico es un rasgo claro del Romanticismo, por lo cual, es y debe ser exagerado en todo momento.  La actitud de Werther frente a la vida es típica de un personaje existencialista, su constante inquietud por la existencia lo lleva a realizarse preguntas acerca de la vida sin la presencia de su amada, o sin la presencia misma del amor; es aquí en donde se plantea el problema de la existencia en la obra de J. W Goethe. Las pasiones y los deseos, son actitudes instintivas del hombre, según lo plantea Aristóteles, son los excesos del quehacer; relacionado con el alma concupiscible de Platón, explicada anteriormente, son éstos excesos los que no permiten al hombre actuar con razón y determinación frente a los actos, es decir, obrar con el alma racional. La profundidad en los pensamientos de Werther es tan exquisita que se podría afirmar que su amor no era cuestión de locura, sino que lo tenía todo muy claro, puede parecer en ocasiones como sí lo estuviera planeando; esto genera una contradicción entre la personalidad y el accionar del joven Werther. Werther como se mencionaba anteriormente, se caracteriza por tener un carácter tempestuoso y sensible, es apasionado y amante de la naturaleza (caracteres típicos del personaje romántico), además, es una persona solitaria que vive en una sociedad que aborrece y que no lo entiende en lo absoluto. No le gusta nada la burocracia, el clasicismo, y el tener que mostrarse de una manera “políticamente correcta y a la altura”. Éste personaje es el narrador de la historia, se encuentra en una constante búsqueda de tranquilidad y felicidad; se marcha a un lugar alejado de la ciudad, y es allí en donde se sumerge en un océano de decepciones, es un joven curioso y al parecer intelectual, le gusta estar rodeado de la inocencia y alegría de los niños, y por supuesto del aroma de su Carlota. Quizá, Werther halla planeado su amorío para comprobar el problema de vivir, pero tal vez, sucedió sólo porque sí. La desdicha del amor es la mejor forma de comenzar a “aborrecer” la existencia, según Arthur Schopenhauer “el amor es el hastío del vivir”, y esto se demuestra claramente en la obra, ya que, Werther sufre a cada instante a causa de su amor no correspondido, aun así vive encantado con la idea de recibir un beso por parte de Carlota. Ese beso que lo tiene consternado, lo recibe finalmente, y es ahí cuando explota su ser; con ésta acción, el dilema por existir se manifiesta y queda completamente claro, Werther decide que es mejor partir, puesto que ya alcanzo la finalidad de su vivir, y esperara por su amor eternamente desde el más allá.    
Tu voz es una voz de inframundo, una voz que se escucha en lo profundo     una voz que viene y va,                                                                     una voz que no se quiere marchar. Oír tu voz es como oír a los ángeles cantar, si bien nadie ha podido escuchar tal barbaridad, pero yo comparo lo que percibo hasta con lo que no existe en este mundo sin oídos. Tu voz es un susurro en el olvido,             tu voz es un ataque al que está dormido, cuando te oigo me siento distraído, totalmente perdido en un mar de desafíos. Tu voz es limón y es vino,                          es dulce y es hastío,                                        tu voz es azúcar y es sal                                   y mi corazón es su recipiente de cristal. Ahora bien, cuando escucho tu voz yo…  Yo pienso en un abismo oscuro,               pienso en una doncella atrapada,             pienso en una chica conflictuada y pienso en el amor sin resonancia. Al oír tu voz quiero vivir en tu corazón,     al oír tu voz quiero huir de este lugar, quiero salir a navegar por el mar y besarte siempre, y una vez más. Tu voz angelical e infernal a la vez, me hipnotiza y me atrae una vez y otra más,    y solo pienso en mi pobre alma,                tan encerrada sin poder escapar.
Tu Voz
Autor: santi.diazb.2394  414 Lecturas

Seguir al autor

Sigue los pasos de este autor siendo notificado de todas sus publicaciones.
Lecturas Totales3346
Textos Publicados3
Total de Comentarios recibidos2
Visitas al perfil1914
Amigos3

Seguidores

Sin suscriptores

Amigos

3 amigo(s)
Elidee
antonia
Dulce
 
 
santi.diazb.2394

Información de Contacto

Colombia
-
-

Amigos

Las conexiones de santi.diazb.2394

  Elidee Ivy Dalle
  antonia
  Reptilia