• javier castillo esteban
raskolnikov
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Dos enamorados se besan al caer la tardeLas horas estiran su tictac y la noche guarece su dominioDespués del monzón invernal se atisba en lontananza la primavera, tan prematura como la isla, solo se vislumbra en momentos de lucidez Las nubes negras dejan paso a una bóveda celeste que con llaneza esgrime su  esplendorAtrapado por la pereza de su asistencia, el sol culmina su totalidad incólume redondeando su imagen, mientras incrementa su autoridad La hojarasca es desahuciada por el nido del gorrión que pía  jubiloso al contemplar el grano que alimenta a sus retoños Reverbera la luz en el piélago nadando en la abundancia de los caudalosos ríos que mueren a su amparo El leñador descansa su hacha  ,prosélito de  Hefesto, que  emperifolla los bosques de  pigmentos rojizos y anaranjados  confiriéndoles una belleza sublime Inagotables son e imperecederas las estaciones ,como las rosas que protegen con el espino su exuberancia, por privarnos de deshojar todas sus riquezas
PRIMAVERA
Autor: javier castillo esteban  368 Lecturas
He visto a un sapo sacar su lengua alada y capturar un mosquito, su estomago entra en erupción digiriendo el conformado bocado . y gira los ojos acechando  mi mano que  se posa autónoma en el agua para servirla de base   La charca luce espléndida en su retiro primaveral, acogiendo a los obstinados visitantes en un mediodía  sordo, donde los juncos palmean la calma que se inmola en el follaje   El ruido ha cesado y los pájaros dormitan el almuerzo en las copas de los árboles, imperando sobre la naturaleza  . Sigo tumbado de espaldas a la tierra contemplando como el mundo se hace asfixiantemente pequeño y cierro mis parpados para no tener miedo gastando media tarde mientras se retuercen las nubes  que aminoran la marcha, abarrotando el cielo cobalto  de una blancura que recuerda a verano. En mi alma, aun despierta, la tristeza  respira profundamente  y late por nuestro reencuentro vespertino.   A Las siete de la tarde amanezco por segunda vez y emprendo el camino a casa , subiendo y bajando los continuos promontorios que  atildan la falda del valle. El sol  fusiona su  cuerpo detrás de las montañas destiñendo la vida, y la noche se acerca. La  puerta  me espera en el mismo lugar de siempre con su falsa madera, demostrando su inerte estado.  Acuciado por un hambre bien conocido, preparo dos carpas con jamón degustando el crepitante contacto de las escamas sobre el aceite hirviendo . y dispongo la mesa con un viejo mantel de cuadros rojos y blancos separando las dos copas llenas hasta la mitad de zumo rojo El baile de cubiertos secunda el ritual hincando una y otra vez su filo contra los peces Mi cuchillo culmina la cena crujiendo la manzana, convirtiéndose súbitamente en el último eco del día Más tarde dan las doce y  el aullido del silencio reverbera en la habitación en un reclamo insoportable por embarullarme en los sueños que no despiertan.
soledad
Autor: javier castillo esteban  368 Lecturas
Han regresado, hirientes confidentes de mi almaCon ellos he zurcido el vestíbulo improvisado de nuestro encuentroRetrato fulgurante y alado que esperábamos despiertosHe vuelto a escuchar el rumor de sus oídos, sempiternos guardianes de mi pluma Paralizada por la canícula y el retiroY ahora, después de charlar, sabiéndome  polizonte de sus viajes exóticos Sobrevolando los páramos ignotosDonde ayer era hoy, he descubierto el reclamo cristalinoProyectado en la naturaleza viva y armoniosaYa no me siento en soledad...Hallado entre vuestro tronco poderoso que brota del magmaY Arrebuja  mi cuerpo, petrificando el olor de la protuberancia, Escondiendo los senos en las reverberantes olas saladas. Que conforman mi disparatada imaginación.Y me devuelven a mi pasión encerrada
Fui mar y luna  hasta que tu barco anclo en mi premura mis aguas entonces vencieron su oleajeDecidí ser  sol y fuego oh montañas de lava! Que espléndido vuestro fulgor! Emergio la tierra  de mis entrañas esgrimiendo su exuberancia con bosques  y palmeras que la lluvia nutrió  ávidos de tesoros visitan hoy mis costas Intrepidos y piratas que transportas en tu tablazón  mas mi única joya son la noche y la Auroraque en la madrugada  Don Lucero espero ser  guía y por el día remozo de vuestras travesíasque si por mi vida temiera por mil capitanes de barco siendo viento su codicia hundiría  
Elementos
Autor: javier castillo esteban  367 Lecturas
 Solo, contigo te acuestasPese a todo, La noche asciendeImpregna todo de su negrura Protegiendo la vidaLo que respiras,Pero también miente,Igual que cualquiera  Y prometeIlusiones, brotes de irrealidad y póstumos consuelos Elementos que cierran el círculoLo atiborran de sentido Hasta que despiertasUna vez más y para siempre
SOLdeEDAD
Autor: javier castillo esteban  367 Lecturas
Te anhelo en la noche Reseca de las aguas Queriendo despertar Los Cirros en tu pelo   te siento sin la lluvia y  Rios de paciencia Desbordan  ya estos lindes Ribeteando tus piernas De líquidos extraños   Te anhelo por tu risa Perentorio efecto Que mi piel necesita desahuciar la tristeza Quedar vacío Relevando mi sangre Por tu denso licor azafranado   Te anhelo donde el viento escucha mis secretos Y eleva el pensamiento Volviéndolo tan espigado Como nuestras ganas que aguardan inquietas La sal de nuestros besos   Te anhelo trastornado Agotando la espera Que vence cuando  El frío Comprime mis delirios Despertando a la razón de opacas ilusiones   Te anhelo al alba Para que el momento no ulcere afrentas casi abiertas y en nuestras manos resida El tiempo que nos queda
anhelo
Autor: javier castillo esteban  367 Lecturas
Imagen
Ella
Autor: javier castillo esteban  367 Lecturas
Pondría en otras manos la decoración de mi casa, incluso el color de las cortinas. Pero lo que nunca dejaría al mal o buen Agüero es el derecho y el deber de quererte
Frase
Autor: javier castillo esteban  366 Lecturas
Inundación     S. enciende la luz antes de dormir para no tener miedo y su madre la apaga en su inconsciencia A menudo despierta en mitad de la noche y contempla los adhesivos fluorescentes pegadas en el techo y las paredes. Predominan las estrellas de mar y las sirenas en una amalgama submarina, Cuando el sueño retrasa su llegada se impacienta bajo la frazada mientras Su mente embarca en la goleta  atracada más cercana y surca la noche donde los faros despiden la salida del puerto    nubes negras y rizadas detienen la marcha en alta mar en tanto las sirenas se enganchan a la hélice escoltando el destino que resta.  Las estrellas se elevan mojadas precipitando sus gotitas sobre la frente de S. y se estampan en la negrura, que ofrece incondicional Lucero. S. Escucha crujir la cubierta y descubre una grieta por la que penetra el agua ,la base se inclina apuntando a la oscuridad y cae atrapada por el denso líquido. S. Intenta aferrarse a la madera, pero el pielago tira de ella con fuerza, desvaneciendose sus gritos con la boca llena de sal.   S. Despierta ante la llamada desesperada de su madre, que rema como una posesa contra la resaca Absorta sobre la cama s. Atisba el puerto a lo lejos.    
Inundacion
Autor: javier castillo esteban  366 Lecturas
Escucho jadeos acompasados y súplicas agonizantes que difuminadas en la noche anhelan la conquista del presente.Los 50 dialogan en un tono vehemente sobre lo que es y lo que quiere ser una películaSerá que después de tanto tiempo, el cine de cine ficción todavía no haya saldado su deuda con Blade Runner y Regreso al futuro, y que las rentas producidas no merezcanmás de dos renglones,  En la actualidad se producen decenas de películas del género al año que se hacen un hueco entre las más taquilleras. Encontramos un denominador común, un grupo de barbilampiños que corren de aquí para allá dándose de furtas para sobrevivir y ganarse el beneplácito de un pseudoscesar aburrido, desde cuyo trono elegirá a qué clan pertenece cada mequetrefe..  Vivimos en la era de los remakes y las segundas partes, se conoce que el efecto crisis es un buen parapeto para decir “si no comemos no creamos” pero el bolsillo llenamos...Falta algo más que inspiración, y desde luego , antes de empezar, no perderíamos nada planteándonos una bifurcación lejos de críos con flequillo repeinado ylaterales rapados que besan a muñecas de porcelana Ayer desempolvé 20.000 leguas de viaje submarino, película basada en la novela de Julio Verne, y que pronto fue tildada de superproducción. Se mezclan escenarios de plató con imágenes de la Nacional Geographic, empero la brisa y el sol, la amalgama de seres marinos,  incluso la psicodélica indumentario de la tripulación te conducen irremisiblemente a la exuberancia de los sentidos, un laberinto para la sugestión. Los delirios megalómanos del capitán Nemo exiliado de la tierra, la picaresca de Kirk Douglas o la fascinación del ávido profesor complementan una visión oscura del avance del planeta, que sufraga el alto costo del progreso con el sudor invisible de los chivos expiatorios Entre tanto, los jóvenes seguimos engordando para morir un poquito más despreocupados del consumo irresponsable de CGI´S, en detrimento de los sueños y el frenesí, de la libre conducta humana Con todo, sigo pensando que cuando vas al cine o descargas una película, tienes que ser consciente de lo que tienes delante, y ése, probablemente sea mi mayor error y tropiezo con el cine actual.Pues yo digo, luchemos contra la sempiterna impotencia,erigida sobre cables e ilusiones ópticas que a hurtadillas y paulatinamente adoptan las características del hombre! Sería insensato proponer que no somos inmensamente felices con nuestras palomitas de mantequilla, pero cuidado! no resulte que nuestros hallazgos nos estén inoculando sus pantallas lcd y sean éstos los que nos recreen de un plumazo.
Atrapa a un 3 de diciembreSólo me queda plagar de sarcasmo estos renglones para demostrarte que, yo, también soy tú,al margen y por encima de quien prefiere descoronarte y convertirte en terruño de diversidad,sobre cuyas raíces no sólo el sentido común aflore, sino donde la paralela aventurasecesionista que nos “une”, venza la batalla que libra contra las tropas invasoras, asentadas enPríncipe de Viana nº1.Lo bizarro y lo real se mezclan cuando de ondear la bandera de nuestra comunidad se trata,tornándose éste en un síntoma subversivo, en unos indicios de enfermedad rancia ytradicionalista, en un arma arrojadiza de la que este gobierno”plural”, que tilda de resentidos atodos los que nos sentimos orgullosos de colgar en nuestro balcón el rojo y las cadenas,pretende proteger.No parece casualidad entonces que el día del euskera se fije el 3 de diciembre, como tampocoel hecho de invertir el orden de los idiomas, de izquierda a derecha, en los impresos ycomunicados emitidos por la administración. Pero sin duda, esgrimir spots publicitarios ensalas comerciales, previos al visionado de una película, aludiendo a la fibra más impresionablede los navarros mediante palabras tales como: Kiliki, Txistorra u Osasuna, con el único fin dehacernos entender qué éramos antes, dónde radicaba nuestra intolerancia y los pingüesbeneficios de declamarnos diferentes, resulta, cuanto menos, repulsivo. Todo ello por cortesíadel Gobierno de Navarra y merced al afán de fomentar el pequeño comercio frente a lallamada en orden del general capitalista.Entiendo, pues, que hemos pasado de ser viejos aniquiladores de la cultura a loables yconsiderados vecinos, sometiéndonos a un revanchismo más innovador y sofisticado que nosconduce subrepticiamente a euskaltegis y demás senderos populares, eso sí, de la manera másdemocrática que ha conocido esta tierra.
governum
Autor: javier castillo esteban  366 Lecturas
  Cuando pasé la última hoja, lo vi doblarseDos mechones a cada lado, como esponjas, formaban un surco hirsuto, aunque camuflado. El resto de la carne, arrugada, obedecía el dictamen de su frentePedro; ese era su verdadero nombre. De vez en cuando parecía escucharme, encerrado como estaba en revolver la tierra con cada azadazo. Mi miedo no se hacía el estrecho con él.Uno, dos, y hasta tres silbantes movimientos. Las venas se marcaban en espiral por su antebrazo, casi absurdas.Al hoyo todavía le sobraba profundidad y el sol ajusticiaba sus inexactitudes; pronto plantó el filo y me miró. Más adentro, debajo de la piel, algunos murmullos se asomaban retorcidos, dando fe de pensamientos más lejanos.   Como sabría algún tiempo después, toda esta gesta de golpes, no sé si fingidos, se dedicaban por entero a la última y única tarea de todo hombre; olvidar.  Luego de apoyarse sobre sus rodillas, jadeando como un perro, se dirigió al cuarto enrejado. Allí guardaba los aperos y demás utensilios de labranza - Mañana seguiré, espetó con media sonrisa,Así, aparentemente victorioso, subió las escaleras que daban al porche; sus pasos eran lentos, pero firmes. Un sonido metálico, que parecía rodando en círculos dentro del cuarto enrejado, cesó de repente. Pensé en una arandela, de las que siempre hay cientos en ciertos tabucos con olor a humedad.  La puerta seguía cerrada, sin cerrojo, pero inexpugnable ante mí  y mis imaginados seres que acechaban el jardín. Me imagino que ahora no tendrá ese efecto magnético sobre los nuevos propietarios.  Los pasos deshicieron su camino, recortando las escaleras más rápidamente esta vez. Antes de pisar el último escalón, su cuello se volvió en un giro inverosímil, y me miró inquisitivamente - ¿Has tocado algo? - No. Creo que se ha caído alguna herramienta... Se interpuso de un salto entre el cuarto y yo, aprovechando el silencio para empujarme, no sólo a mentir, sino a creer en mi mentira. - ¡Te digo la verdad!, insistí apresurado. - Tranquilo. Sé que no mientes. En ese momento pensé en que había pasado algo por alto. No recordaba una reacción así.- Con la mano detrás de la espalda tiró de la manilla y me hizo una señal para que me acercase antes de escurrirse ante mis ojos.A cada paso notaba mi corazón estirarse y encogerse, al filo de un estrecho espacio sangrante. ¿Era alguien capaz de secretar saliva en una situación semejante?-¿No entras?- Su voz me pareció distinta, irreal.Acaricié la blanquísima jamba que anunciaba otro espacio, cerré los ojos, y, por un instante, creí flotar por encima del jardín y el enorme muro de hormigón. Desde allí, tan alto, la vieja propiedad se parodiaba a sí misma.  
No se comenta de otros cuando se piensa que lo leído es superior 
El mimoEl jueves  a una hora muy temprana la gente había desaparecido de la calle A. , copas rotas y restos de comida esparcidos por el adoquín eran los únicos testigos de la algarabía previa. En el último bar iluminado, Martín de ojos tristes, rezumaba litros de sudor sobre su frente mientras recogía bancos y mobiliario indemne del local, última tarea después de cuartear sus manos fregando toda clase de cacharros  La jornada concluía a la vez que se fraguaba una nueva, Peio, su jefe, de largos ojeras  levantó la mano y con un exabrupto propio del hombre montaraz que era, se marchó. Había sido criado en las entrañas de un valle despiadado en el que seguían  enjauladas las tradiciones  más arcaicas , sumidos en los convencionalismos de una tierra que no avanzaba . Despedía un fuerte olor a mierda de vaca a su paso mezclado con vinoPresuroso , bajó al sótano para comenzar con el ritual que se repetía al albaDelante de un ojo de buey cuidadosamente aplicaba  sobre su rostro una  película  de maquillaje blanco confiriéndole un aspecto  entre melancólico y mortecino .Botas negras de fieltro un sombrero de tres alas ajado y una suntuosa capa negra  conformaban su atavío.Ensimismado en  su quehacer , apagó la corriente eléctrica y el agua asegurándose de  cerrar con llave el anclaje de tijerilla del tugurio. Corrió hacia la gran plaza donde cabezas unísonas ladeaban la borrachera contra suelos y portales vomitando retazos de momentos gloriosos y lastimeros de la noche  Quedaba su sitio tácitamente reservado en el centro de la explanada donde se erigía un coqueto quiosco de hormigón sobre el cual se vislumbraba  la arteria principal de la ciudad y centro neurálgico de grandes franquicias. La plaza por sus cuatro esquinas respiraba Tomó la postura del arquero y esperóSu rostro permaneció hierático hasta media mañana , lanzó su primera flecha al corazón de un niño de rosados mofletes, que  esbozó una sonrisa y fugazmente apartó la mirada timorato refugiandose en el regazo  de una  mujer edad mayor ,ésta asintió con otra sonrisa  en gesto de agradecimiento  cogió la mano del niño y se perdieron en el bullicio.
EL MIMO
Autor: javier castillo esteban  365 Lecturas
PeajeLos veo rojos , negros, azules, blancos , grises, crema, champán ,largos, compactos , híbridos todoterrenos, deportivos También veo furgonetas, camiones, autobuses remolques tractoresDesde mi puesto y tras un cristal transcurren los dias. Algunos son soleados , otros grises, nublados cubiertos, lluviosos fríos gélidos y los más raros tibiosLa jornada comienza a las 08.00, relevo a Jorge, mi compañero, que estira amargado su jubilación.  Temo que  se ha vuelto un misántropo sin escrúpulos en estos últimos años, un psicópata peligroso, por ello me alegra verlo solo dos minutos en todo el díaTermino mi turno a las 22.00, cuando las escarcha regresa. Cambio el bucle del letrero, cojo mis pertenencias de la taquilla y rumbo a mi casa a la justa velocidad para no dormirme de caminoSon muchas y eternas las horas, pero tiene la ventaja de no trabajar por las noches y librar tres días suesivos , es importante curar al cerebro del detrito semanal.Mi cabina se sitúa la tercera  a la izquierda si sales de la ciudad y es la única que resiste las embestidas del pase automático sin tarjeta ni monedas. De hecho la caja ha quedado encasquillada por la  herrumbre de su inutilidad  y apenas se leen los números sumando cantidades.El director del peaje, un tal Marcos, nunca lo he visto por aquí, apenas he cruzado 3 o 4 llamadas con él desde hace dos años.  opina de la caja- que es una herramienta perecedera -aunque no tengo claro quién lo es más, si la máquina o yo.- y  que no se va a cambiar más maquinaria en ese lugar- Me tomo muy en serio mi trabajo y tengo la certeza de que mientras siga observando un ápice  las aspas digitales sobre la pantalla el duelo está ganadoHoy ha sido una mañana con más movimiento del habitual, diez coches han cruzado mi barrera, cinco me han dado el importe exacto dos me han dado las gracias y los tres restantes han lanzado las monedas a la ventanilla y se han largado quemando el neumático sin poder articular palabraLa tarde no ofrece acontecimientos dignos de mención, por lo que la empleo leyendo a Kafka en mi agujero A las 21.50 Jorge no ha aparecido A las 21.55  , descompuesto, aprecio la pantalla de la caja, negra como la noche . Ni rastro  de las aspas digitales, doy sendos manotazos a cada lado del cacharro que no responde. La linea del peaje se apaga y dos enormes focos se acercan a mi cabina- atenazado por los nervios , mi pecho entra en erupción - La silueta de un vehiculo blindado nace de la oscuridad  con  las cuatro  lunas del coche tintadas impidiendo  adivinar el interior., Súbitamente, proyectado como un espectro, un guante se alarga hasta mi ventanilla ofreciéndome un sobre  El coche maniobra  sobre la dirección inicial y se disipa en la nieblaAbro el sobre rápidamente cuidándome de no destruir el contenido, y leo.Estimado trabajador,Le comunicamos el cese de su actividad en la empresa , sus funciones serán retomadas por un nuevo Terminal Gracias por su atenciónAtentamente Jorge Gerente de Avisa
peaje
Autor: javier castillo esteban  365 Lecturas
Ayer cuando llegué al despacho el miedo se apoderó de mi. No creí que fuera real  puesto que acostumbro entregarme a la ficción constantemente, pero cuando miré por la ventana una multitud de sombras tenían fija la mirada inquisitiva en el piso primero. Merced a una fuerza desconocida  pude responder escudriñando desafiante a los entes. Pasaron los minutos y mi visión se tornó paulatinamente borrosa no pudiendo discernir lo que  unos instantes atrás era  una tarea sencilla.  Cuando  recuperé el conocimiento  las sombras ya no estaban, pero una fuerte jaqueca se instauró en mi cabezaMecánicamente deslicé mi cuerpo hasta la silla de ruedas  y comencé a batallar con los correos que se encaramaban a mi ordenador , aborto en el trabajo me sobresalté al escuchar dos timbrazos procedentes del interfono. No era posible porque me hallaba solo en la oficina., mi corazón martilleaba con fuerza y un incipiente sudor caía de mi frente. Al punto histérico y desconcertado, cogí las llaves y me dispuse a bajar a la calle, comprar aspirinas  y atajar  la ansiedad La puerta estaba atrancada desde el otro lado, miré por la mirilla pero sólo la negritud habitaba el rellano. El interfono volvió a sonar , esta vez sin detenerse me acerqué temeroso a él posé mi mano hasta notar el frío plástico recorriendo mi brazo,.DescolguéHoy me he levantado en mi cama  desnudo con una energía inusitada.no puedo describir lo que sentí a partir de la llamada porque el recuerdo se mezcla con la fantasía y mi percepción no es la misma de ayerEs un nuevo día , mejor dicho es el mismo que ayer pero camuflado con otros acontecimientos sigue siendo 28 de febrero  , mi despertador de fe Mis manos trémulas invitan a jugar con los  botones de la camisa  no atinando con su atadura,  me enfundo el primer pantalón colgado de la mesilla antes de salir corriendo a la oficina . Son las ocho y llego  tarde  Decido cambiar el itinerario y me desvío por la calle amaya, la gente tropieza conmigo y se extraña mirando frenéticamente  en derredor. están aterrados, me disculpo pero no comprendo el entuerto. Abro el portal, y recojo la prensa deshojada en el buzón Una pinza abre mis ojos tensando los párpados hasta sobresalir mis globos oculares , impidiéndome cerrarlos, La portada del diario tiene fecha de 28 de frebrero de 2015  y conmemora el primer aniversario el incendio que devastó las oficinas del edificio nº 13  ocasionando una víctima mortal tras quedarse dormido sobre su ordenador
nebulosa
Autor: javier castillo esteban  364 Lecturas
La mejor suerte de liberación es escribir, o por lo menos lo concebía así  No sé cuándo dejaron de importarme tantas personas a mi alrededor. Esa ruptura con el mundo, mi mundo, no ha sido algo premeditado. Supongo que los años no pasan en balde y las excusas tampoco. El hecho de barrer la suciedad fuera de tu casa, la que va a parar a otra, no preña nada bueno ni real. El juego ha sido la última válvula después de agotar el coqueteo con las mujeres y los sórdidos escarceos nocturnos. Así, harto de todo ya, me voy a prestar al consejo de quienes con o sin ayuda han podido y querido salir de este atolladero  A pesar del tiempo las lineas parecían diáfanas y fingían no emborronarse con facilidad. Todo apuntaba a él, pero, ¿ Quién era él realmente? Guardé el retal no sin antes advertir lo que sucedía en la cafetería.Una mujer ataviada con una gabardina gris me miraba desde el umbral de la puerta. Otra, de idéntico aspecto, posaba la taza para volver a sorber café en un bucle extraño. La conexión entre ellas y yo dejó de ser cierta, las paredes, en su lucha por no desaparecer, decoloraban el espacio. Allí quedaba poco de veraz.  Un saxo de fondo amenizaba el baile del líquido que ahora no era café. 
P.ahoga P. Es defendida a ultranza cuando algún osado de provincias limítrofes  la critica P. Es bipolar .como sus universidades P. Se compadece de nosotros cuando en tardes de calor nos ofrece. Zonas verdes con sombras grises P.suscita patriotismo P.dio a luz a sus hijos predilectos son :p.t.vP.es singular y tiene historia P. Tiene otro nombre y empieza por I.P. Esta llena de borregos P.tiene una enorme fiesta que inaugura el veranoP. Es de color verde .su color no es el blanco y rojoP. Tiene un patrón distinto   Al que la mayoría de la gente piensa  P. Alberga artistas misteriosos y desconocidos que los lugareños no tienen el gusto de conocer P. Acoge cariñosamente al frío la mayor parte del añoP. Queda sus amigos de toda la vida y no admite fichajesP. Atesora un Goya y no es de cine P.por una lado es rica por otro pauperrimaP.tiene una parte castiza con una calle memorable por sus churros y zapatillas P. Esta rodeada de montañas y a lo lejos se vislumbra un pico nevado con repetidor que se ve desde cualquier puntoP. Posee una catedral fea con un claustro deliciosoP. No tiene mar pero sí playa en un pueblo cercanoP. Tiene un castañero entrañable e inmortalP. Tiene un equipo de fútbol que ayuda a padecer enfermedades cardiovasculares a largo plazo P. Tiene un teatro con encanto P. Enorgullece cuando viajamos P.es la ciudad donde naci
Permanecí tumbado y con cadenas varias horasAquella mañana despunto el día con un sol hirientelevante los pies del camastro y excitado, me di cuenta que estaba flotando sobre una manta de humo. Mis piernas trémulas me condujeron a la centro de la plazaSubí a la base y desde allí repare en los buitres  que iban de un punto a otro, buscando el flanco ideal ,presos de la ojeriza Tenían  el tiempo pero apremiaban al  irremisible destino por contemplarme devorado por sus ansiasPrimero fue sólo un gesto, luego una orden. Antes de partir sentí el influjo del caldo hirviendo bajo mi piel, chapoteando en mi llanto solo pude hundirme hasta que mis ojos se anegaron del brebaje .
En la misma habitación que antes, Ludiko, con los ojos cerrados, tarareaba una canción conocida. Cuando llegó al estribillo cogió más aire y lo retuvo, confiriéndole  a su rostro un aspecto más grave e inquietante. Era la piel de una bestia en apariencia dormida, tersa y sin arrugas. Sus ojos, negros y pequeños, inspeccionaban los primeros botones de mi camisa cuando me senté enfrente. -         ¿ Dónde está el cuerpo, Ludi?- Le pregunté con voz queda y conciliadora Estiró el cuello hacia atrás expulsando el aire viciado mientras movía de arriba abajo su quebrada nuez, proponiéndome una idea igual de repugnante que probable. La saliva caía de sus comisuras igual que un cuerpo comatoso y agonizante, y reía, reía entonces con furia para hacerme fingir y aparentar no tener miedo.  Su dedo índice finalmente indicó sutilmente su estómago y el horror se apoderó de cada poro de mi cuerpo. De repente, un estruendo sonó en todo el edificio haciendo vibrar la mesa metálica. El fluorescente se apagó y la risotada se perdió en la oscuridad. La humedad se había hecho tangible y la exigua habitación parecía menguar aceleradamente. Podía distinguir el sonido de las esposas recreando un bucle en su azaroso movimiento. Intenté mantener la calma, pero el incesante traqueteo no cesaba. En mi cabeza se atropellaban imágenes siniestras y la posibilidad de no salir de allí. Grité pero nadie respondía al otro lado del cristal, las llaves las tenía mi compañero. Aporreé la puerta sin resultado. Apoyé la cabeza contra la puerta, exhausto, impregnándola de desesperación. Las esposas ya no emitían ningún ruido.   Volvió la luz igual que se había ido, y miré por debajo de mi brazo. Ludiko seguía allí con una sonrisa diabólica y las manos liberadas. Se acercó el monstruo arrastrando mecánicamente  sus pies mientras las manos iban de lado a lado, inertes. Me sostuve con fuerza al tirador de la puerta concediéndome a mi inexorable destino con resignación. De su mirada impía deduje que ya no habría tiempo sino de aguantar la presión de sus estilizados dedos desgarrando mi cuello.   Instantes antes de perder el conocimiento, justo cuando las fauces de la criatura se entreabrieron, pude reconocer a la víctima suplicando en su interior. Sus ojos llenos de pánico me resultaron extrañamente familiares, y  entre la deserción de alusiones recordé los veranos al sol y la casa con piscina. También apareció en una neblina insondable el bueno y fiel Ludiko, nuestro cocinero, tan hacendoso y siempre dispuesto a probar el primer bocado antes de servirlo a la mesa.
HAMBRE
Autor: javier castillo esteban  362 Lecturas
Pues qué decir... no encuentro descanso descanso más que en mi libreta que releeo todas las noches y aprendo de memoria Todo esto, el suelo que pisamos  el aire, reminiscencias del estímulo ,compleja tarea observando el panorama en 360 grados.  Hemos volado alto , y en cuestión de tres días  acabamos con todo el bagaje, estado atrofiado del cual germina una rama descolorida camuflada de progreso, casi imperceptible.  fin. Ya bien poco importa el tiempo y el lugar. Se abre la veda y nada volverá sobre el perfecto engranaje, los monstruos han echado abajo las ultimas barreras. 00.30 La reyerta ha tenido su fruto, hemos conseguido alcanzar el bastión del gran monte, la vida aquí es apacible y con visos de recuperacion. Un nombre   corre de boca en boca de los supervivientes. Simón retumba en mis oidos y se quiebra  en mi garganta antes de ser pronunciado.00.31 Dos hombres harapientos escoltan una cabaña de madera donde supuestamente  se encuentra el héroe. Uno de los guardianes escuálido, el otro en camino, sus rostros no reflejan nada Un pequeño risco sirve de alivio a mi espalda , recuesto la cabeza sobre la piedra fría y miro al cielo, Escribo, y pienso que es la única manera de preservar y no contaminarme, no de avanzar quizá pero sí de protegerme   04.00 las horas discurren   mientras el inhóspito paisaje se perpetua invariable, empiezo a sentir el sueño  acuciante, me dejo vencer aparcando el bolígrafo de punta  y el papel sucio dentro de mi mochila 06.30 Oigo los primeros disparos del día  y escojo un palo seco, astillado de los  que abundan en el gran monte. La adrenalina de las primeras semanas se ha transformado en cotidianidad, en nuestro desayuno, los gruñidos de aquellas bestias sin embargo siguen causándome pavor. Puedo sentir su aliento de noche y de día en mi nuca. Son sonidos guturales mezclados con una hiriente melodía humana.  Demoníacos exentos de razón y muy lejos de comprender un ápice su sistema orgánico. Solo sé que muerden y después de morder devoran a su presa.   06.31 - deja esa mierda!, en serio, tómatelo así, es mejor. Recibo una pistola del guardián , excesivamente pesada para mis brazos, aun no siendo inconveniente  para separar el cerebro de la piel de esos monstruos. Las  Hordas se multiplican ascendiendo la escarpada loma y los nuestros empiezan a caer -          Sígueme ,rápido! Mueven entre varios hombres una enorme roca que abre la entrada a una gruta. La gente se hacina en el refugio, un reducto. 07.00 Dos enormes focos me ciegan y mi cara se refleja en el bajo el cañón de luz Una enorme ciudad subyace en las profundidades donde el calor es asfixiante y un intricado sistema de pasajes con puertas automáticas, que se abren y cierran, conducen al núcelo.Hormigas obreras ladean sus cabezas de aquí para allá.El guardian A. apuya su arma en una mesa de metal con forma triangular, coge un walki:-hemos encontrado a simón -Simón?... yo no soy Simón- Me temo que ahora sí(al otro lado de la linea)- Ya era hora, ha venido con Marcos? si no grabamos la segunda secuencia se nos comen los  productores... 
monstruos
Autor: javier castillo esteban  360 Lecturas
La vida, en cada tiempo, sostiene de suspiros palabras suicidas que van al mar. Piélago extraordinario que hoy regala una visión destartalada y libre de reflejos. Allí navegan mis ganas, tristes, desconsoladas, que con breve aliento recuperan agua, manantial, fruto fresco y descompensado en gusto.Qué alborozadas suenan las letras en este viaje, qué alud de mentiras, bellas y sinceras, las que ahora por vez primera he visto fenecer al abrigo de la noche.Mueren los párpados de nuevo, mueren para ser buscados en torno a tierra seca, de pegada pesada y raíz beata, de sueños ensangrentados tras arañazos indefensos
Eres mi mayor y más deliciosa perversión  para ti: M.V reina del verso 
Frase
Autor: javier castillo esteban  358 Lecturas
 “De un cielo más gris que claro cayeron las palabras,Como empujadas por las escalerasEn ese leve instante se oyó el alarido impronunciable de una de éstas.Me recorrió un escalofrío al temblar el sueloCreí estar vivo pero había muerto junto a ellaSu música envolvía cada esquina escondidaLas partituras en mil pedazos echaron a volar tan tristes como siempre”
Hola papaHe soñado contigo, me agarrabas de la mano, y yo me rendía ante ese brillo con que me miras cuando atiendes mis caprichos a menudo sin mesura y a destiempo. Únicamente hay algo que percibo diferente en mi sueño, caminas con prisa y tus oídos apremian una noticia, aunque no se cuál ya que he despertadoVoy a tu cuarto a regalarte el presente y mi sonrisa Estirado en las sábanas  abres un ojo remoloneando por un día,  Pasándome el testigo, siendo por horas escasas el señor premiado con el billete más inmenso Cuanto te debo.. Que prodigio desahogar mi cruda existencia cobijado en tu canicula Mito en vida y maestro de mi desarrollo, a la altura de tus hombros pretendo ser, más no sobre ellos jamas te enseñare estas letras porque los sentimientos más puros afloran en soledad y descansan libres sin esperar nada Prefiero el remanso de tu inocencia a perder el brío de la poesía que albergo para ti apretare los dientes y contendré mi anhelo  a Fin de no adentrarme en una desbandada de emociones Quiero oirte sin hablar , abrazar tu vida como si fuera la mía, cabalgar entre la guerra y la avenencia y no explosionar las traviesas que guían este tren tan bello  y cadencioso Te quiero mientras fluye mi sangre sobre tu sangre 
Al padre
Autor: javier castillo esteban  358 Lecturas
UNA PALABRA Engendra cuando cambia El sentido del origenEl principio de un finalA propósito de su razónPuede ser letal Hasta la olvidada, por ser prosaicaAcepta su papelPorque ella dicta nombre, también lugarDe corriente a singularEntra sin pensar Aun franca, disimulaPero ya es otra, parte de otro himno, Un pedazo de nostalgia, Para alguno, el romántico, Es, sin duda, el que hace magia Luego la luz, que está ya dadaDesnuda su memoria Advierte su intención Pero todo cambiaIncluso esta historia  
SE HA IDO     El viento se ha escabullido Blandiéndole a él Recreándose en vaticinar su destino Del color de que derrama la miel   Igual de juntos transitan Creyéndose infalible y ella queriéndose llevar Sus manos casi se alían Aun con las dudas de si llegar   Yo los miro sin pensar en otra cosa Pues son la fuerza de un arroyo embriagador Nubes que pesan como una losa Mejillas rojas de candor   El viento alardea formando ráfagas Blandiéndole a ella, Mientras el tallo cimbrea y la luz se apaga Se ha borrado su huella
SE HA IDO
Autor: javier castillo esteban  356 Lecturas
En el mar, cuando observo el mar....no se encoge la rebatiña de los peces ni fondea el barcoSólo veo sucumbir ondulaciones En la altura, desde un punto invisible Veo hayedos y  montañasdescendiendo al río serpenteante que fluye entre susurros En la tierra, cuando piso la tierraNo la intuyo húmeda ni distanteSólo la recuerdo quebrada y  palpitante al mismo tiempo Aquí, cuando caigo en este cuarto  Una honda bocanada  abre mis porosSólo abro el corazónGracias
La última vez que la vieron sonreía sin ganas. - La hemos buscado en  los andenes de salida, pero no nadie allí la ha visto- No ha podido salir del edificio, Marta me ha llamado al mediodía preguntando si estaba enferma- Volveremos a la comisaría, nuestros compañeros siguen con los testigos - ¿ Qué testigos?- Perdone, hay dos vecinos que está muy exaltados que pretendían contarnos algo´- ¿Y por qué no nos habíais dicho nada? - Ahora debe tranquilizarse y dejarnos trabajar. Le informaremos tan pronto tengamos nuevas pistas- ! No quiero tranquilizarme! No quiero pistas! Las diez plantas se recortaban detrás del bosque. Dentro, a través de un enjambre de ramas, una plaza y una fuente solitaria, dos bancos rojos en los que aparentemente no pasaba nada. El polvo se mezclaba con las bolsas vacías y los restos de la merienda. Remolinos en espiral guiados por el mal aguero condujeron a nuestro protagonista hasta el portal. Primer piso.Un hombre de gran envergadura volteó la puerta escondiendo la mitad de su cuerpo. - ¿ Qué desea? - Busco a mi hija, no la encontramos por ningún lado. Se llama Clara, creo que ya la conocesEl hombre negó con la cabeza insistentemente. Algo giraba a una velocidad delirante- ¿ Estás seguro? - Ya le he dichos que no. Hasta luegoEn se momento interpuso el pie entre el marco y la puerta . Respiraba hondo, más fuerte de lo que hubiese imaginado. La puerta cedió un poco más en el forcejeo- !!Clara!!- !No puede entrar a mi casa!  Los cuartos vacíos despedían su hedor detrás de cada cortina . La humedad había desconchado techos y paredes. Todo simulaba parte un decorado hecho a medida del espectáculo. - ¿ Qué es este sitio ?, se preguntaba en realidad a sí mismo con la cabeza abajo. -El hombre prorrumpió en una inefable carcajada - deberías decir quién es este sitio...- Cuando se volvió ya no reconoció aquel rostro con los labios pintados y la raya de ojos descorrida.El gramófono se detuvo-! Ámame!
PERDIDOS
Autor: javier castillo esteban  355 Lecturas
De verdad que da lástima este país intento no compadecerme de él pese a los motivos que nos brinda El pasado domingo se celebró en Madrid la gala de los premios Goya, donde el archiconocido elenco de actores españoles sonreían y levantaban el puño( Antonio de la torre) mientras se fotografiaban  con ANTIGUOS Y PRESENTES ESTUDIANTES de la Resad .y ACTORES EN PARO.Estudiantes que, como todos los jóvenes españoles tienen un futuro muy crudo, más aún si se tiene en cuenta que Resines y los serranos que tiene colgados en la taberna van a sudar hasta perder el color . Porque si alguien todavía piensa que esta generacion va  a dejar  los vestidos de gucci y versace  en el armario para abrir la puerta a savia  nueva....  Lo que más me gustó fue Bardem desarrollando su campaña política,no tuvo suficiente cuando hizo de embajador de ZAPATERO EN eeuu  que el canario ni corto ni perezoso gorjea una perorata( si es que llega a ese nivel) de la incultura de este país , ojo que razón no le falta ..Ciertamente hubiera cerrado el puño y, como fanático del cine y utópico de la justicia social, saliendo de la boca de alguno de los currantes que se gana la vida en obras de teatro cobrando una miseria de ciudad en ciudad,  , apasionado de su profesión , transmitiendo ese calor a nosotros pasivos espectadores, a pesar y conociendo  que el arte dramático está en horas muy bajas y lo va a seguir estandoPero es que se lo oigo a un tío que nace en el seno de una familia de actores que acaban su carrera anunciando el pato a la naranja y que ha chupado de la borrega del país más capitalista y con las políticas más antipopulares, poniendo a caldo a los mismos gerifaltes  que le han  llenado la endolga y digo ,,, QUÉ PAYASO MÁS GRACIOSO!Y nuestro amigo Wert... pues no seré yo quién apoye a este mequetrefe y a sus medidas draconianas, pero joder! si quiere una CRONICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA  es normal que escoja leer al genial Márquez y no a ir a ver como Mario Casas le acojona marcando mandíbulaSacamos en conclusión que otra vez el director de la academia se lleva varios Goya por una película que  en su primera parte  es prometedora, luego se diluye hasta convertirse en un disparate  completo y absoluto, mezclando folclores navarros sin sentido.Las brujas me crearon expectación me gustaron, pero no me embelesaron con su aquelarre.otros tantos  Goyas recibió  " vivir es fácil con los ojos cerrados", pero no puedo juzgarla, pues no la he visto he empezado diciendo que este país me da lástima , y sería un hipócrita dejando esa sentencia en la palestra porque al fin y al cabo formo parte de la INCULTURA de mi país y de sus modales que a veces me enorgullece y otras veces me da náuseas, pero que revienten el cine de esta manera... que lo empequeñezcan camuflándolo de homenaje al    cine y a los cineastas  es cuanto menos  grotesco  en fin.. Larga vida al cine con ceja o sin ella
Un cielo límpido se nutre de la luz que proyectan los ladrillos .  Toma una forma inexacta ante quien lo mire, de cerca o de lejos. Allí dos ojos sortean la pantalla para mirarme de soslayo. También aprendí de él a observar , así escribo rápido, más de lo que debería.  En ese momento alguien se acerca con su intención por delante.  Sigue tecleando mientras su  pensamiento castiga letras a ordenador.  Hacia el final de la calle se puede contemplar el destello que emite el acero. La madre, siempre con piedad, aprende más de lo que hiciera  por parirlo. - !Escóndete Paco! - arguye la mujer aterrada. Él se ríe sin quererlo, como ríen quienes no entienden de preguntas. Saca su mano de la chaqueta y emula con la última falange el torcimiento de su disparoLos pasos se encaminan, aciagos, al destino de la pareja. Proyectiles de venganza y un eco interminable en el giro del tamborCeño a ceño, ojo contra ojoPum !Un retal ensangrentado sobresale del bolsillo trasero de su pantalón-Yo estuve allí- El ordenador en silencio. Yo, también
CRIMEN
Autor: javier castillo esteban  353 Lecturas
El viento helado me sorprendió arropado por las finas sábanas Con los ojos por encima siguiendo su aleteo la vi pasar sin hacer ruido Era la muerte Y en vez de combatirla en duelo sin armas Con el pecho como escudo ,pronuncie mi último deseoPara queCuando me ocupase la nada  y el cielo quisiera saberme despierto  ni mi silencio hallase sólo la piel tan despoblada como al nacer Preservando el eco de una desnudez resplandeciente ,remontandose  al primer día , A la súbita creación  de nuestros besos mojados Al barrunto de la vida Declamada En renglones tortuosos y donde los caminos Son guijarros y una presaEmulsiona agridulces sinfonías fracturando la corriente 
Muerte
Autor: javier castillo esteban  351 Lecturas
Una capucha negra cruzaba todos los días a la misma hora el recorrido entre la calle Troca y la avenida principal. Sus movimientos eran rápidos, acuciado por un apremio desconocido. En el café nadie reparaba en él, las conversaciones cotidianas se retorcían en una espiral insoportable mientras unos escupían sus penosas hazañas y otros escuchaban sonrientes. El trabajo, asfixiante en esa época del año previa al verano, ya no me importaba demasiado, me hallaba en un estado de ensimismamiento con ruedas que zigzagueaba  entre la universidad y los fines de semana.   Los desayunos se servían de 8 a 10, y dentro de la carta a pesar de anuncios con ofertas generosas, la mayor parte de las veces carecían de sentido, ya que el repartidor se aburrió de transigir los atrasos y mi jefe se olvidó de pagarlos, por lo que a día de hoy, las tostadas con mantequilla se consideraban el plato estrella.   Sé que tiendo a divagar, pero intentaré no desviarme más del tema. Por aquellos días como ya he dicho, estaba disperso detrás y delante de la barra, y sin embargo al acecho de las andanzas de nuestro paseante misterioso. Todavía me parece increíble que un tio  con esa corpulencia y ese aspecto pasara inadvertido para mis compañeros y los clientes. Yo no dije nada, pues ya había tenido algún malentendido( que más adelante explicaré)con Mónica, la encargada, y no quería armar más revuelos.   He de confesar que he tenido problemas con el alcohol y eso no ha facilitado la relación ni con mis compañeros ni con cada cliente que entra por la puerta. El primer psiquiatra me detectó brotes paranoides, el segundo una importante incapacidad comunicativa con visos sociopatía, y por último un grupo de ayuda para cuyos integrantes era una especie de semidios.    Mucho apellido para indagar en mi cerebro, sacarme 100 euros por consulta y decirme que efectivamente estoy como una cabra. En cualquier caso, ningún médico me impidió participar de todas las cosas extrañas que sucedieron detrás de las cristaleras que miraban a la calle como tampoco vaticinaron la verdad.    El día que reaccioné, salí a la calle con el pretexto de tirar la basura, lo que provocó el desasosiego de Mónica, que clavaba obstinadamente sus pupilas en mi culo.( No sé por qué nunca se atrevió a decirme que le gustaba, que quería arrancarme la piel a fin de conseguir todas las sensaciones perdidas hace tiempo y nunca reencontradas. En vez de eso, prefería hostigarme, convirtiéndome en el responsable de su decadencia.)   La calle expedía los primeros humos de las calefacciones y el aire viciado de los portales se volvía paulatinamente puro al cruzar la acera, guiándome lejos de la ciudad, más allá del campo embriagador. Cuando regresé, alargué al camino en la dirección en que veía llegar sus pasos, eran las 08 y 10 pero nadie, excepto dos chavales, apareció.
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HÚNGAROS
Autor: javier castillo esteban  347 Lecturas
Esta es la historia de una estrella de mar buena y perezosa en la misma proporción. Sus brazos granulados buscaban siempre la manera de aferrarse, obstinados, a cualquier roca para que su madre no tirara de ella  cuando llegaba el momento de acometer con las faenas de la cueva.Dormía prácticamente todas  las horas de la noche y algunas del día y  el resto del tiempo lo dedicaba a engullir peces multicolores que  no  destacaban por su astucia a la hora de zafarse de su perseguidora. La tranquilidad imperaba en su pequeña república gobernada por algas y moluscos varios, que vivían en armonía con el resto de las especias marinas. Tenía una frágil salud, sin embargo había sobrevivido gracias a la magia, que convertía en recursos y alimentos todo los que sus brazos acariciaban con su suave tacto,  duplicaba la existencia de objetos animados e inanes. Había sido protegida y conservada para la supervivencia y el desarrollo de la comunidad, pues estaba escrito por un cangrejo en la piedra más grande de la república un texto  tallado a pinza, indescifrable, que desvelaba el misterio de un poder inimaginable, sin lindes.Vivía sola con su madre, pues su familia milenaria compuesta por más de 200 hermanos, primos, tíos, padres… repartidos por el océano, había sido prácticamente esquilmada junto con la mayor parte de los demás equinodermos merced a una moda, hoy trasnochada, de los visitantes que con consistía en darnos caza con afilados y relucientes arpones  para degustar nuestras suculentas carnes en braseros y grandes pucheros. La situación  se volvió insostenible y  catastrófica y se encomendó como requerimiento  a los tiburones, avezados cazadores, la vital misión de salvaguardar  la república y ahuyentar a posibles intrusos, extranjeros de su patria.Se cosechó una gran victoria que aguantó incorruptible tres días, durante los cuales se recuperó la paz y el sosiego. Se ornamentó a los hogares coralinos con enormes y soberbias caracolas que evocaban el transitar del agua salada el  melifluo canto eterno de las sirenas, hechizando a todo ser vivo que quedaba prendado con su mirar… Los caballitos retozaban jubilosos, pues nunca antes habían sido tan felicesImplacables en otro tiempo en su  cometido,  los escualos mostraron su  flaqueza y cedieron apáticos ante tan largas horas de ardua tarea la de vigilar. Olvidaron sus quehaceres y durmieron por largas semanas, menos cuando comían,que aletargados, tragaban el suficiente plancton y regresaban al  apacible sueñoLos visitantes, iinsaciables, idearon un habitáculo aparentemente  infranqueable, una especie de prisión con barrotes de acero, donde  pudieran escurrir sus extremidades en el interior para cuando los tiburones exhibieran sus incisivos, ávidos de una carne más blanda que las estrellas.Su sorpresa fue encontrarse un ejército de tiburones, algunos dormidos, los menos sonámbulos y la sencilla tarea de arrasar con bancos de atunes muy apreciados después del fervor de las estrellas. Al igual que su inteligencia, los visitantes se mostraban también inagotables en voracidad. Una voracidad que nunca más se volvería a ver en la república, ni en el marLos tiburones fueron desterrados de la república y considerados non gratos,  debido a la  negligencia y su holgazanería.  A partir de entonces se les habría de temer y ellos corresponderían con la indiferencia de considerarse los primeros habitantes de agua salada, prescindiendo de cualquier camaradería con el resto de las especies. La estrellita observaba con mirada luctuosa como se marchitaba todo lo que en su día vio crecer a su alrededor, como el brillo de sus ojos se tornaba mate, sin detalle. como lo  creado con  el esfuerzo y sacrificio  de millones de siglos , se destruía con la misma intensidad. Decidió por tanto poner un fin al  infinito, ofreciendo su tesoro escondido  como desagravio. La única herramienta capaz de mitigar el dolor y aliviar las penalidades del corazón que afectaban de igual manera a los animales de la república como a los visitantes. Pretendía suprimir el apetito y la maldad sólo por ver  de conseguir el eterno descanso de su pueblo. Por ver una sonrisa en lo más recóndito del coral, incandescente, imperecederaOfrecer su cuerpo, en apariencia esponjoso aunque duro a la mandíbula de los visitantes, pero con el poder suficiente que acabaría por saciar el apetito  y el anhelo de los visitantes. El jeroglífico que ella misma mandó garabatear al cangrejo para siempre encontrarse segura en su morada. La inmortalidadMientras en la superficie, a 10 km  al norte, un barco escupía sus últimos quejidos, agonizante, antes de ser devorado por las fauces del piélagoUna mancha oscura traspasó la primera y superficial telaraña coralina y fusionó su color negro y viscoso con el agua de cristal ahogando en un silencio a toda la población submarina.Pocos años después del desastre un marinero encontraría el fósil de la estrellita  en una playa desierta y siendo fiel a la correspondencia  que mantenía con su amada y a la costumbre de enviarse recuerdos de cada lugar sobre los que sus pies posaran, facturó una postal a Bruselas sellando en un instante la inmortalidad de su amor
Camisa abrochada  de deseos y recuerdosSolos todos ellos , marchitos de emprender rumbo al futuro A lo incierto A donde tú y yo nos conocemos 
Matrimonio
Autor: javier castillo esteban  345 Lecturas
Los pasos no son tan complejos y sinceros durante el entrenamiento, y el ritual se puede convertir en un manual de supervivencia con las hojas ajadas y la tinta corrida- La respiración conforma el núcleo cuyo alcance diametral requiere una buena sujeción de la culata acogiendo la fusión pecho y hombro. Por otro lado y sin desligarse de estas condiciones, la frialdad copa la marca intrínseca del cazador, irreconocible sin el talento natural.   La tarde era roja y caía como un puñal sobre la tierra húmeda del sur de Potes, Cantabria. Apunté hasta que el aire se vició de tanto soportarlo en mis pulmones, esperaba que el puntito quedase inmóvil, anulado sobre el blanco. Era preferible que el objetivo no detuviera sus movimientos antes de que vibrara la mosca negra y diminuta Solté el gatillo y la violencia del disparo desplazó mi tren superior hacia atrás, apoyé mi mano en el suelo y me incorporé oteando el estado de la presa que hacía un momento caminaba lentamente y con regularidad Sólo quedaba un cartucho que cargué a tientas, intentando no hacer ruido. El crepitar de las ramas  me silbaba detrás de la nuca  El oso se arrastraba ahora con sus únicas tres patas indemnes  emitiendo unos gemidos del demonio. Giró su cabeza 90 grados hincando su mirada parda en mi pecho desnudo, Mi corazón sobresalía sangrante por la boca, sin lugar para un nuevo bombeo, y el oso resollaba a cada zancada, descansé la escopeta encima de un trípode de madera improvisado, y el gatillo cumplió sin réplica mi última voluntad, dejando al oso tendido en el suelo con un disparo certero en la cabeza.   Al aturdimiento siguió a un sueño inevitable y profundo que no pude percibir hasta que mis ojos se entreabrieron, sabiéndome solo en la montaña, el camino de vuelta se había evaporado y no tenía comida El cielo escupió  en ese instante, los postreros reflejos de la bola dorada atisbando una muerte advenediza
cazador
Autor: javier castillo esteban  345 Lecturas
                                               1Un periodista hojea con parsimonia y con cierto aire altivo diferentes periódicos en la hemeroteca de la universidad, buscando una noticia que sirva de base para el relato que pretende comenzar. Es un hombre cínico y sin principios muy consagrados, excepto el de rendir culto a su inteligencia y a su cuerpo, cualidades que  considera innatas, por lo que decide brindarse su propia obra y exhibir su pluma sin más demoraEntre las efemérides le llama la atención una, que abunda en los disturbios que se produjeron al cerrar varias empresas de fundiciones del metal  en Bilbao.Las revueltas duraron Varias semanas, y la tensión se apuró hasta el último aliento, dejando un bagaje de 3 muertos y cientos de heridos, amén de la quema de varias naves industriales. La incompetencia de la clase política y sus  dirigentes, que gobernaban sin criterio ni mesura,  terminó por provocar la desazón y el hastío de un pueblo que decidió tomar sus propias decisiones y acarrear con sus consecuencias   Diario de Bilbao16 de enero 1985Yorket, empresa matriz dedicada a la fabricación, gestión y comercialización de perfiles; quiebra junto con todas sus filiales y buena parte de las empresas  que tejen sus redes comerciales más allá de la frontera. El anuncio, un secreto a voces, se  intenta encubrir por empresarios y colaboradores que temen la respuesta irremisible del sector 1. Se ha cerrado la puerta a medios de comunicación externos que llevaban merodeando varios días las instalaciones y se vierten  las más grotescas falacias, por medio de faxes y correos,  a los periódicos vizcaínos. 17 de enero de 1985La situación se hace insostenible, el hermetismo de los gerentes de la empresa se traduce en una incipiente desconfianza, que a raíz de no celebrarse la reunión ordinaria anual  se acrecienta a marchas forzadas. EL sector 1 exige conversaciones y conocer  futuro más próximo. La mediación entre sindicato y directivos se vuelve un obstáculo y proponen acciones directas. 18 de enero 1985 Hordas de trabajadores coléricos, ante la amenaza que planea sobre ellos y sabedores que los malos presagios son pacientes confidentes, se atrincheran en la sede central exigiendo lo que es suyo, su pan. Asimismo, en otras comunidades en un acto de confraternización, las  principales empresas metalúrgicas convocan paralizaciones, pretendiendo, y logrando ser una mancha de tinta indeleble en la portada de los periódicos durantes las siguientes semanas. 19 de enero 1985 El humo, las deflagraciones y el ruido ensordecedor de las sirenas componen un paisaje dantesco. Las fuerzas de élite de la policía no consiguen siquiera contener la sedición, y se ha impuesto el toque de queda por orden del gobernador civil                                        2Después de leer con una avidez enfermiza los pasajes más inquietantes, y saltar como un antílope los últimos párrafos que trataban asuntos políticos de difícil comprensión, abandona su lectura. Apoya los codos sobre la mesa y enreda los dedos de sus manos en su oscura y frondosa melena. Reflexiona unos minutos acerca de la noticia y busca un resquicio donde hincar el diente. Su primera tarea es elaborar una tormenta de ideas, haciendo y deshaciendoUn estridente pitido le eriza la piel arrancándole de su ensimismamiento, alza la vista y ve a un hombre escuchimizado que con deje displicente hace un llamamiento a los estudiantes para que abandonen la sala, se trata de un simulacro en caso de incendios. Reverbera en la cúpula de la biblioteca el sonido de los libros como un mazo al cerrarse, y los estudiantes abandonan mansamente en fila de dos la gran sala, como si todo hubiera sido programado para esa hora. Al ir a depositar el diario plastificado en el carrito, se escurren unas hojas sueltas de cuaderno, amarillentas y ajadas por el paso del tiempo. Reúne todos los fragmentos de lo que parece una crónica con firma propia, sobre los acontecimientos de aquellos días. Ordena el documento por el patrón de numeración  que figura a pie de página, percatándose de que faltan páginas, y lo mete en su carpeta estimulado por la creciente curiosidad.Afuera la multitud se apiña en la entrada del edificio para fumar entorpeciendo el paso a toda persona ajena a su distracción. Finalmente,  consigue salir trastabillado de la marea humana y busca un sitio donde apaciguar sus nervios. Un árbol remoto, en la zona más alejada del campo, parece el lugar idóneo para sumergirse en lo garabateados papeles amarillos donde la letra es casi ilegible en determinadas líneas.                    19 de enero 1985Primer día en la guerra...
SEDICION
Autor: javier castillo esteban  344 Lecturas

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