Púrpura noche: cadenas, Rosacruces en mi puerta. Con mal vínculo filosófico: Esotéricos y agónicos que beben toda su cicuta mientras su dogma celebra que han extraviado su ruta. Quizá ardan en los fuegos que trae toda viruta cuando chispas carraspea y hace tolvaneras negras.
Con luz de lumbre tu estola se vuelve ancha mariposa. Y sus alas acorralan a los que no aprecian nada tu textura de Universo gentíl en labrado cuerpo. Desde mis mañas te miro, sediento y contemplativo... Eres ingente prodigio al que a divagar, convido.
Amor, cielo denso júbilo de copas. El tiempo ve tu grandeza de Paraíso: La vida, te ase del brazo, embriagas la piedra de mi firmeza y el vinagre que hace muecas sobre mi boca ya rota. La danza de los infiernos me repite en agonía. Mi amarillento deseo quema las frutas maduras mordidas para ti: cuerpo, vastedad de cabrilleos, algazara de la lumbre la que perdura en el polvo. La que me sustenta todo Bajo este cielo de cumbres amarillentas y focos que no encandilan: deslumbre alto, ser de mariposa, Diosa. Diadema para mis sienes no besadas que interrogan las aguas que la retienen maduras y sustentadas en mis corroídas sienes. En mis silencios rechino con quemaduras de miedo. Ya no leudan mis espigas semejantes a los fuegos. Imperdurable, mi polvo entierra y tensa mis logros. Tú de la belleza vienes y tu pelo mueve hojas a tus hombros: Candileja que llueve sobre mi idea. Y tu espalda es un torrente de clara agua repartida entre mi apátrida alma pulsada a media mañana: Me absuelven tus parpadeos y el páramo de mis manos te acaricia, blando y largo. Maravillosas tus vendas para mi sangre reseca. Yo reposo en el azogue del desterrado y su noble vindicación es tu indicio de pecho henchido e inmensa sacerdotiza que brota del inicio de mis horas: Grito y silencio enmudecen en tu mundo resilente. Tu risa pausa mis fuegos: Tu risa que me inmoviliza entre las penas saciadas. Me petrifico aun despierto absuelto por tu sosiego y, jardineras idénticas de tus pieles me avasallan y conquistan sin modestia. Me moveré en movimientos lentos en tus suavidades al vaivén de tus miradas en mi consumada vida. Nunca lanzaré mis flechas a tus gratos mediodías. De todo lo bello brotas con un retoñar de cielos indiscretos y dispuestos a tomarme, tierra adentro. Tu constelada bahía va al rescate de mi vida y en epicentros vivimos cálidos y bien esculpidos.
Cansado estoy de vivencias y de llenar líneas densas. Yo regalo mi trabajo a un mundo al que desagrado. Mundo genital y frío, que destruye tabernáculos. Mundo que es peyorativo y no vale un arrendajo. Mundo carente de trinos, donde oscilan seres frívolos. Para qué seguir aquí, mundo vano y en delirio ? Mundo del todo abrasivo, descolorido y descalzo que gira sobre si mismo y crea codicia y bastardos. No merecerás las letras del que rasga con mesura sus más infantiles líneas, cosumidas por marismas. De ti,órbe me he cansado y me ganó mi desgano: Ve a engañar a otro inocente con tu maldad suficiente. Escribir por escribir me ha fatigado: Eres vil y desalmado, oh, mundo de asesinatos y cópulas pre pagadas en motelitos baratos. Piérdete ya de mi vista, pues este tu hedor aniquila y crémate como un espantoso cuerpo en este su partir eterno.
Va a la deriva mi vida, en una balsa de cañas que de pronto, se disipa, y que mi vapor degrada y deshace en lontananza. Para mí que soy agónico me bastará ser fantasma más que vestigio alegórico o ente cristalizado que denigrarán los artrópodos o arlequines a caballo. Entre el existir y ser ya jamás coexistiré.
Me reflejo en el reflejo más profundo de tus ojos. Allí se encuentran espejos y ondulantes crisantemos. Y la flora allí aflora, entre espejeos que retornan. Tus ojos de diosa griega te sintetizan en rosa y en mi repitencia veo, que te conquisto en reflejos de brillos vanos y etéreos, con pizca de sentimientos y ese pellizcar enorme que es un encuentro de fuegos magníficos y gentiles, como una danza de versos.
Se ha vestido de luto el cariño en las romanzas: Es un fragmento de escrito para trascendentes fláutas. Una voz, en lo melódico, repite los ecos míos y cada Aria se anuda a las cuerdas: Resonancias que se sueltan ante rasgares dormidos....o, quizá, en penitencia, No es armonía dantesca, es arpegio que no daña y a cada oido recuerda, que hay filones de armónicas esperando a que las sientan o las llamen nota a nota la mujer que ríe y canta mientras lava la escalera: Escalas de clavicordios que conculcan al planeta para que los sentimientos no se cosuman en fuego. Y si tú así lo deseas, cantaré a ocho octavas y séis décimas morenas encima de las libélulas y de liras extranjeras que adulan con ligereza.
Cae el tiempo cae el relámpago. Caen extremos de un cuerpo de vértigos suavizados. Caen mis dientes agrestes donde quieren morder sátiros. Cae la fruta prohibida en sus formas más antiguas. Y caigo yo cual nevisca en tus cumbres y tus lilas. Sin estridencias me esperas, desvestida y sin camisa, mientras navego por meandros y ríos entrecruzados. Cae, cereza de fuego y quema el trigo que siembro en las estepas reacias donde tu cuerpo me entrampa. Cae y canta como nadie el Amor de las cantatas. Mientras reviso tus ángulos, por romances anhelados.
Atrevida niña mía: Muchos mares te trajeron a mi casita inclinada, sencilla y muy cabizbaja. Llegaste aquí es ese tiempo donde la hora resopla y los lomos no soportan el desgaste de otras glorias: Reviven ya fantasmales los recuerdos en detalle. Y rememoro ese tórax recio para las que llegaban buscando calma y sosiego, y roce de piel y cuerpos. Antaño gesticulaba y era mi voz estruendo que a los feroces callaba al mostrarme yo más fiero. Y las cabelleras eran en mi pecho y en mis piernas Varoníl mi solaz daba, a la que vino de lejos y sus uñas enterraba en mi ombligo: no rasgaban sus denuedos, en desatino sus dedos locos de tocar me palparan como a un titán de fierro, de cinco metros y medio y de pie ante toda brasa. Regalaba mi consuelo a mulatas apagadas abatidas por deshonrosos lamentos. Pero ahora ya soy sombra y quemé mis relicarios, mis tesoros y mis copas al ser mi salud, derrota. Ya a ninguno espanto ni blando espadas ligeras y soy ese espantapájaros que se ha quebrado en sus ropas, desforestado y a solas mientras las aves le roban maizales y desmemorias.
El pobre siempre triste se doblega, ante ricos y matones. Tan sólo quiere una dádiva o una migaja con musgo pues el hambre atroz destraga a los que todo le falta. Jamás tendrá una poltrona, ni una chimenea empotrada y diez mil puñales gélidos le cortarán como a caña desabrida: Es veneno el altanero que pasa hecho de fibra inhumana y tiene una hoz por acento y siega, pobreza adentro al que no tiene monedas y su hogar es una ciénaga.
He hallado en tus pupilas aquello que me enajena y que me estima por pérdida. Tu vítreo es esmeraldino, y sobre ellos expío mis delitos y mis culpas metidas en escondrijos, de esta mi conciencia helada que nada sabe de nada. LLevo por dentro un martirio que no conocen amigos y una dolencia de llagas que pondré ante el crucifijo que viene de los Nortes míos.
Uno, dos, tres: Juega el niño desterrado a los terrados sin barandas y en peligro. Ninguno ve a la criatura, pues no duele ajeno crío....... De cabeza caerá regando entrañas de sal.
Ensoñaciones del viento mientras mi visión divaga, sobre verdes friolentos. Sobran alucinaciones donde jamás pasa el fuego y se cuelgan los adverbios de ramajes macilentos desfigurados y erectos.
Sonoridades acordes e insensibles peroratas sobre las disertaciones vácuas en la grave noche en la que ingrávida pasas como la más alta idea que pudiera darme calma. Trasnochada está la tierra y muestra negras ojeras. mientras piensas en tu cama lo que lucharás mañana: Descansa niña, descansa, pues la impaciencia te busca y aún, descalzada, atrapa a los que adelantan días y comen de la fruta sucia pues el espantajo anda, muy cerca de las que gimen cada noche traspasada.
Hora vaciada: Segundos que van borrando mi cara y, luego entierran mi nombre Donde la Nada ya es Nada. Y en mi ser desaparezco como vapor que no escapa al mordisco del minuto que todo nubla y escarcha. No se detiene el reloj pues va moliendo feróz. y sus vórtices detienen lo que aún no es transparente. Cuando yo inhaló, exhalo, los momentos en que ando. Más como destello paso a destiempo y destemplado. Si me devastara el viento sería gentil lamento. e intempestiva borrasca, que en su sigilo, girara.
Sube el viento, sube el alma, sobre los lomos de un cielo matizado de sabores y azúcares milenarias. Y hay abejas transparentes dando su miel, de mañana a los que no son ingratos con los que caen en desgracia. Todo es revoloteo si mi alma corteja al viento. Y esas escenas espían los indulgentes cerezos: Seres de lenguita larga que mascullan sin silencio.
El enigma del enigma es, en tu cara enigmática un murmurar de secretos que las pirámides callan. Y sobre la sombría víbora es apenas escrutada. Óvalo sin luz tus ojos que ante mi presencia vagan cual una hembra sumisa o doncella de vasallas.
Quién conece lo que sufro cuando mís manías calan muy dentro de mi y se rompen como astillitas baratas ? Quién conocerá mi porte y mi humilde desasosiego ? Quién sabe que planto rosas sembradas en mi memoria ? Yo soy vana repitencia de secundarias esencias. Quién hará por mí una roca de teriopelo y vellosa ? Mi fuego electriza al fuego que a un diamante cuece lento. Quién definirá la brecha que hay entre locura y genio y sacará de las copas miles de odres repletos ? Nadie sabe que la niebla de mis laberintos plena mis abismos angulados y mi grito cotidiano. Yo también he visto a Vénus llorar por todos los ebrios. Vi al albino que se goza en sus sentencias rijosas. Y también a un río magro deshilacharse en mi mano. Quién sabe que los arpegios los he arrancado de liras embarazadas de truenos ? Quién recojerá las lilas y transformará la lírica con este mi verde tacto que revive de ipsofacto? Más, pasaré como todos los guarismos silenciosos y seré imaginería, desilusión, fantasía y secuela de delirios en muy desgastada luna. Alta mi torre y mi espada, cual toda épica tonada. Y, consumida mi lumbre, no se nombrarán techumbres ni habrá formas desdentadas, cuando se acabe mi marcha.
El aire atrapa al aire con sus ínfulas alzadas sobre voráces campiñas y arboledas comedidas. Y a las montañas se arroja volviéndose mariposas o alguna hojuela impregnada de un dulce sabor a savia. Aire que atrapa y traiciona, aire de bajo coraje: Que tu talle no coexista en las jardineras mías. Aprende a expíar tus males entre frondosos ramajes. No manches a las Begonias con tu desmesura loca.
Dama de mirada ambigua escondida en su paraguas: La de pupilas esquivas que no sostienen miradas. Dama que es Castillo mío y ella, no lo presagia. Equívoca y antagónica. La que arrastrara mi alma desaforada, excesiva desafortunada y frívola. Un centavo no costaba esa mi alma de hálitos y verguenzas milenarias.
Entregada a las Caléndulas va mi lápida olvidada con sus ombligos de fuego y roña: Defenestrada de noche.... Destruída y añejada por seres ya sin colores, seres que no valen para nada.
Noche de viejos escombros que me extrae las entrañas. Noche que es inmensa noche donde mil vidas se apagan. Veo tus negros racimos en velada vigilancia: Para qué quieres mis huesos y mis quebrados cartílagos ? Deja de ser obsesiva sobre mí y que tu lamento parta hacia las playas de hogueras, que a todo el que puede quema. Aparta de mí esa copa de madrugadas amargas y déjame que suceda en mi vida descarnada, y el aire que parte rocas pueda repartir mi alma: Alma llena de tragedias regaladas y baratas ha de años recogidas desde vivencias tempranas que empeorarán tu mundo apenas oses tocarlas. Bebe tu vino y tu viento pues moriré de mañana entre ordenados abetos y algún ataúd de lágrimas.
Mojada, empapada, tersa, con tacones y caderas baila la mulata bella, aunque diluvie en la fiesta. Va vestida de naranja y de otras frutillas mansas. Para danzar ha nacido y, aunque triste y cabizbaja se vea de ningún tambor se aparta. Hasta que la noche rompa y el día la satisfaga, Bailando en la misma roca donde su madre bailara con sus estampitas santas a veces, llenas de escarcha. Con esos ojitos dulces a culquiera ella arrebata algarabías fantásticas, repetidas de mañana.
Existir subir trepar las escaleras del mar. Subír peldaños de viento buscando lo que no puedo alcanzar con la mirada... Y no logra mi alfabeto ni acercarme a tu cetro. Clamo a la estrella cercana y a las Pléyades paganas, más presencio tus vestigios en pistilos elegantes y paletas de sonido.........Allá cesan los solsticios. Ese rojo es tu color pues eres sangrienta flor de una bruma que se cuela en esta mi piel tan necia. Y sé que existe tu trono en los abismos atónitos. donde se hunde la galaxia: Escapista trasnochada alta como las riberas donde el lucero es lucero demolido en su belleza..... Ser tu vasallo deseo y el arlequín de tus fiestas, ante el cegar trascendente del segundo en el que enciendes coletazos en cristales y diamantes desiguales. Tu profundidad me entrega a una mísera goleta. Y soy sacrosanto cirio encandencido en delirios y ser muy peyorativo con la "Y" por muletilla y altar a tus sacrificios.
Bebí tu vino de encanto con sabor a corcho raro. Quizá tragué ese veneno soporífero y escueto en que una ponzoña vaga va oscureciendo las caras de orfebres y patiquines con afeites y mohínes. Con tus ademanes largos, apartaste de inmediato al hechicero que medra cual polilla en tu madera. Rayo de azabache eres en un reino de mujeres de vasta coquetería y malas caritas frívolas donde la rencilla es flema con flequillos que condena a toda mujer de nombre a envidiarse hasta que muera.
Navego en lo finito de este mar ya corroído. Y en falsa barcarola, el Sol abraza y me moja. Más un viento de mohínes muy textuales me divide en aquel que al agua roza y a la anémona molesta con tentáculos: Es necia, entre saltos denodados, audaces y decididos como estos partires míos. Yo no dejo amor en puertos ni me cargo de amuletos. Y en lontananza y sin pillos, no tengo amigas ni amigos. Amo el amor que se da con azucar, leche y pan y la sencillez que exhalan las horas de madrugada.
Distendida, metódica, te extiendes en tus alas. Y embriagada, levitas sobre vestigios rojos. Tu cara es la pizarra donde el carmín dibuja tus más bellas molestías y rímel encantado. La copa está en mis manos para sorberte toda, aunque vistas de harapos, muy y tersa y emotiva. Primitiva gladiola: Cerca te estás formando con elíxires, sombras y sabores de vaho.
Yo soy el que ha trillado los bárbaros caminos. Tan sólo con ingenio y visceral aurora. He logrado el barbecho que se traga a las horas. Coloqué los nutrientes de toda tierra rara, bella o fea: Sin estigma. Y lancé caracoles para que descansase en humedad la tierra. Y la orgánica vida, se asomara entre surcos y cubrirme de espinos con mi conciencia sucia. No mancharé la hierba con mi mala prosodia y mantendré la vida de las pequeñas flores. Debe este mi nombre, servirme para algo.
Cubos, lancetas, cuerdas y hexaedros fantásticos. Se elevan en mí letras cuando escribo de noche. La sombra es una sombra que no tiene caballos. Y en ese sur sin furia crecen necios con violas y demagogos breves que destruyen palacios. Mi pluma ya ha dejado venenos en mis uñas y dormido dorado de estridenciales noches. Pasa de largo un ave que sueña altanerías, en un segundo grave que a la velas, detona.
Mi nombre es como el río: marcha y desaparece en los giros del agua y es de enconada espina. Hembra: Siente la lezna que forjan mis zapatos. Y el rugír de las rocas que me han jurado angustia. Por eso marcho raudo hacia otoños y noches, desterrando faroles que saben de mi vileza.
El pan del pobre tiene, su rúgula de piedra y lo áspero del bronce, por siempre contrahecho. Todas las lonjas brotan de la mesa de piedra cubierta por reptíles, lémures y despectiva lepra. Hay remiendo en los odres para zurcir el líquido y algo de agua trémula regada por los labios y vinos corrompidos que a algunos da remiendo. Desde el sereno nace esa mesa de rocosa sin sabor aromático: De ceniza o cadena o huída mariposa. Y todo lo que se come es veneno pequeño y laja despojada de los ajados ríos: de muy pequeño hechizo y de olor disecado, tal como los terrones que olvidaron ser tierra.
La sílaba se diluye lentamente en su forma y busca consonantes para de ellas nutrirse. Y volverse palabra aunque el viento corrugue su desarmada forma y sentido inmediato: Mas, también da vocales cuando queda preñada. Y se hace alfabeto con sus asimetrias.
Para estrujarte niña, es que forjé tu cuerpo. De hojas aromadas e ilímites matices. Más no usé ese hornillo que da vida a las dagas ni el armatoste helénico que a la espada forja. Sí usé los reductos donde el color respira y se hace rubor rosáceo y renacientes alas. Te hice de los muñones más tristes del olivo y del amor del nardo que al fin se despertaba. Y para que andarás junto a mí forjé columnas que entrelazaban fuertes a mis brazos inversos. Para ti preparados para ejercer de diana cuando Artemisa y Eros te sintieran gran hembra y lanzaras tus flechas a lo hondo de mi pecho. Tan feliz y empapada como ser de leyenda.
En mi ojo se refleja lo recio de la rosa, la casaca que viste descuidado el almendro. Todas las disyuntivas que afligen las gladiolas y la inercia del ave que arde de madrugada,
Te han nombrado reina en gentil Unicornio y princesa incendiaria que da incienso a mis manos. Bajo ti no hay alfombra de nardos y laureles, ni la palabrá gótica que alardea en tu oído. Me sacas de prisiones: Sincera desentierras lo que en mí fué milagro y salvación inmensa. Eras tú quien reía al pie de mi ventana. La que crujió en la hora loca de la madera en una casa rala, ya ha añales, corroída. La que comprende todo con tan solo soñarlo. La que es rescoldo recio y quema soledumbres. La que es agua que embriaga tan sólo por mirarla. No ven tu zapatilla de diamante y lavanda ni al insolente bosque callarse ante tu ornato. Eres quien pone en áscuas a mi agredida carne y a la vez, empalaga, con un beso indeleble.
Si la brisa te abrasa,abrázate a la brisa: Cíñela con tus manos: Estrújala, rodéala. Inclúyela en tus cantos, compréndela en sus dudas. Acógela y retenla al azotar tu cara. La brisa es niña y crea, paraísos de lumbre, árboles en sigilo que envuelve en su coraza. Y arde en llamas el bosque cuando clama a la tierra. La brisa y tu son leyes que se esconden en brasas y rostros emotivos que conquistan la hora trepando, por segundos, lejos de entera noche.
Andrómeda me mira y también Caciopea en tiempos constelados donde el cielo era griego Y Cepeo trataba junto con sus meandros para cribarme todo y cernirme tus risas, más asidas a mi que en un lugar sagrado me lavaste con aguas que destiló la luna. Y comenzo mi andanza entre chispas de fuego y botones de aurora que compraron mi alma.
Sabor de tiempo y años y vasta madrugada. Encima del peral se desespera el viento en busca de una excusa para dar compañia a mí, que sembré en los océanos las más preclaras perlas y dejé, en cada puerto, mis besos y mis flores... Y regresé al terruño para arder en tus flamas.
Creo mundos magníficos sobre tu piel de malva y azabache muy lento que agudo cuerpo esculpa. Eres más que el follaje que entrampara al oprobio. Eres manía y vértigo y lumbre sugestiva. Si caes de mi lado me toma el desespero del que ha perdido todo: Su cimiento y su copa. Cuando te cristalizas en los vésperos verdes eres lucero inmenso que corta mis palabras y un amor incipiente que da fe a mi mundo preciso y concluyente y tajante en sus borrascas. Latido del latido que somete sin látigo. Alto vestigio, cumbre de luz arracimada y certero revuelo que en tules aparece con armonía gallarda, sensorial, principesca sobre los tiempos de la albaca cabalgas arrastrando esmeraldas ya todo enternecidas.
Escribir es un don que te ha sido otorgado.Escribir con el alma, con el corazón hablando.Con la palabra sacra que surge de tu espíritu. Si escribes hazte cargo de tu decir austeroSé fiel a tu legado, no fingas hidalguías, valores,Compromisos… que luego has de mutarlos. La palabra es un símbolo de respeto y honorEscribir es un arte que resume idealismosla elevación del alma en su expresión divina. Si no logras la esencia de plasmar tus verdadessi escribes por el único fin de la victoriay no importan el goce, el deleite o la rosa… Calla el sueño de gloria, no alimentes al vulgo.Guárdate tu locura… tu inspiración, tu estroen alforjas cerradas, donde el basto no azote. Y escribe cuando sientas la beatitud de hacerlo.
TE AMÉ EN PASADO FECUNDOFUISTE LA LUZ DE MI MUNDO,TE AMÉ CON SUAVE TERNURA,FUISTE MI AMANTE DIVINAPOR ESA TU GRACIA FINAFUISTE MENOS QUE LOCURA. HOY TE AMO EN EL PRESENTE, DE TI YO SOY OBSECUENTE, SOY PASIVO Y SOY ACTIVO, ME CONTAGIA TU ALEGRÍAEN LA NOCHE Y EN EL DÍA,POR TU CARIÑO YO VIVO. YO TE AMARÉ EN EL FUTUROPOR LO MÁS NOBLE TE JURO,TE MANTENDRÉ EN UN ALTARPARA PODER ADORARTE,PARA TENERTE Y AMARTE,YO TE SABRÉ CONJUGAR.
Un hombre santo y una prostituta vivían enfrente uno del otro. Ambos murieron el mismo día. El alma de la prostituta fue llevada al cielo. La del hombre santo, sin embargo, fue llevada al infierno. Los mensajeros que habían venido para llevarlos estaban confundidos. Se preguntaban entre ellos, “¿Qué salió mal? ¿Es este un error? ¿Por qué debemos llevar a este hombre santo al infierno? ¿No era un hombre santo?” El más sabio entre ellos dijo, “Si, el era un hombre santo, pero envidiaba a la prostituta. Constantemente pensaba en las fiestas en la casa de ella y en el placer que allí se dispensaba. Las notas de la música que llegaban a la deriva a su casa lo afectaban hasta la médula. Ningún admirador de la prostituta, sentado en frente de ella, se conmovió nunca tanto como él lo estaba, oyendo los ruidos que venían de la residencia, el sonido de las campanillas de danzar que ella llevaba en sus tobillos. La totalidad de su atención estaba siempre enfocada en su lugar. Aún cuando estaba adorando a Dios, sus oídos estaban sintonizados a los sonidos de su casa. “¿Y la prostituta? Mientras languidecía en el pozo de la perdición, siempre se preguntaba en qué misteriosa bendición se encontraba el hombre santo. Siempre que lo veía llevando flores para la adoración de la mañana, se preguntaba, ‘¿Cuándo seré merecedora de llevar flores de adoración al templo?, soy tan impura que apenas alcanzo a reunir suficiente coraje para entrar al templo.’ La prostituta solía sentirse transportada por el humo del incienso, el brillo de las lámparas, el sonido de la adoración hacia una suerte de meditación, tal como la que el hombre santo nunca pudo. La prostituta siempre ansió la vida del hombre santo, y el hombre santo siempre deseó los placeres de la prostituta.” Osho Y aquí, y ahora.
Si Rubén Darío mandara a callarobtendría de mí un silencio ejemplar.Yo le sostendría gustoso el caballoy me insuflaría diciéndole " Ayo".Las castas melenas en convalecenciaante sus saberes harían reverencia.Y ante sus potencias en mundos egregiosdichosas gargantas darían arpégios.Ante este titán nada callaría:Cantarían las piedras de mi Andalucía.Él daría entonces dulzainas de amory las duras reinas darían su primor.Con gesto anhelante sería su escuderoy me reiría de mundos enteros.Si Rubén Darío mandara a callarla verde Castilla se habría de hincar.
Ríes como riera la divina Eulaliaa dos parlanchines que la cortejaban.Ella era frágil y ruda a la vezy entre los varones bebía jeréz.Al sonar un claro entre los violonchelosla pequeña Eulalia se reía al vuelo.Y sus lindos ojos siempre esmeraldinoseran de trifulca ante sus caminos.Duelos y despechos dábanse a la vezmientras ella oía notas de Aranjuez.Era maremágnum de cuerpo ligeroy motivo sumo para darme entero.Por la copa rota que había en sus manoshube de batirme con cien sevillanos.Y mientras los cielos se vestían de oscurome escurría a sus rizos, blondos y seguros.
Por los montes viene un viento del Orientecomo aquel Simún que invadió a Occidente.Se descuelga el árbol ante las ventiscay los negros muelles se hacen Odaliscas.Todo huye de aquello que sopla un acosocomo si ventearan las garras del oso.Y en su laberinto tatuado de azulbrillantes palomas esconden su tul.Es negra la faz de este viento de nievepero no hace frío: Hay calor y llueve.Y mientras cabalga como horca salvajelas níveas doncellas cierran sus encajes.Viene hasta las puertas como un agresory rompe campanas, cual empalador.Por los montes viene un viento del Orientecomo aquel Simún que invadió a Occidente.
Hagámonos la vida de cuadritossin tener en cuenta al prójimo o al púlpito.En vez de soluciones demos zancadillasy finjamos después un trozo de dolor.Vayamos a la izquierda de lo establecidoponiendo por alcabalas lenguaradas.Portémonos mal tan sólo por malportarnosy demos maltrato a los que usan cachiporra.Y a aquellos que nos metieron en chironarecemos por que tengan hijos idiotizados.No está demás un poquito de venganzapara con los que nos persiguieron como cazadores.
Estoy secándome en el abandono:No debimos dejarnos, Susanitaa pesar de tu condición de ensueño.Verdaderamente me advertisteque no doblara rieles como Superman.Que me alejara de la oscura BaticuevaQue no le hiciera caso a las insinuaciones de Robin.Que no tragara veneno sin tener el antídotoy que no consumiera tanto cianuro a la vez.Pero un super héroe no puede limitarsecomo lo hacen los bueyes o las vacas.Y ahora que no estás soy esperpentoy la distancia me hace más daño que la Kriptonita.
En su misma tormenta mueren los infelices:Se ahogan en un vaso de tibia desazón.Están hechos de expresiones finitasy corren los caminos de las desesperanzas:Son tan sólo migajas del juego universalque se creen pasión y dulzor ciudadano.Cesarán en silencio por que existen de hechoy la perturbación de su mente es fijeza:Hay algún infeliz que quiere parecer gentepero no son más que restos de podre moribundos.Que los elogien aquellos que son de su propia bajezay los tengan por genios o por privilegiados.Un pedazo de ellos me llena de congojasy lo doy de carroña a los tigres del campo.
Huyen los papeles de debajo de mis pasos.Nadie se ciñe a mí contraído.La ciudad que se mece no se encuentray pasan los seres como hojas escritas:Cada uno está oscuro en su cuerpo de barroy las facciones no los ocupan claramente.Nada detiene el vértigo de los edificiosque están en largas vertientes de caída.El cansancio a soterrado al alma humanaque son sólo vasijas sucedidas.Parece que el espíritu decae aún en los perrosy cada quien deambula envuelto en una ausencia.Sé que sus sensaciones se les han idoy caminan como en altas noches de condenados:El tiempo les quitó sus fuegos fabulosos.
Sólo tengo lealtad hacia tiy haces que ponga de segundo a mi Dios.Yo caminaba entre cirros hambrientosque habían devorado madrugadas.Estaba en mi violenta permanenciaviendo enemistarse a las auroras.Casi pisaba olvidos, casi pisaba mi última voluntad.Pero viniste a mí dentre las cosas anunciada por tus pasos cristalinosy yo me petrifiqué ante tus ojos como una llama sin voluntad ante el espejo.Y arrancancaste de mí el fauno que buscaba envolvermeen un instante me llenaste de pudor y valentíaahora vivo inmerso en tu tiempo como si de otro hubiera sido mi pasado.En las oquedades de tus manos me guardas y me revierte el dédalo de tus dedos.Sólo tengo lealtad hacia ti y ya voy olvidando el nombre de los santos.
La crueldad que contemplé en mis luchascambia ahora de campos de batalla.Pero todo todavía es un debatiry ninguno está ileso de aliarse con el polvo.Todo tiene las mismas ruinas y orígenesy brota por igual, al tacto, el ataúd.Los sentidos siguen volviéndose ingrávidosy entierro al que me rete en la más verde tumba.Siempre camino con mi pistola al cintoy no es tan perceptible el reventar de mis balas.Tampoco puedo huír de los ciclos del cuchilloque tanta savia hace en estelas de carne.Pero hay una mujer bella que me dominay va logrando extraer mis dones de sicario.La crueldad que contemplé en el militarismocambia ahora de campos pero la gente sangra.
Tres testigos:Una cabellera eléctrica que flota sobre el sujetador.La misma risa suspicaz de Adriana Limay mi mano esparciéndose en tus bóngos.Servidumbre de granadas que estallandemostrándo los senos exquisitos.Mis dedos preguntando a tu pieldónde encontráste el orígen del amor.Unos pequeños pecados en tu ombligoque tiendo a eludir a conveniencia:Una noche y dos cuerpos de insomniosalados y sudados por la miel:En la alcoba de eternas anarquíasla historia del lecho que fluye entre dos astros y la luna.Sin el sujetador estás más más cómoday te sientes tomada por un ardor de águila.
Hola soy nueva me llamo Luminia de cariño soy Lu, y me doy cuenta que esa Cristina es un ser primitivo es muy grosera, apenas me inicie hoy y me estoy decepcionando tu eres un gran escritor te he leìdo y por eso me animè a entrar espero me leas
Bianca: Ni siquiera creo que existas realmente.....¿ Eres hombre o mujer ? ¿ Esa foto es tuya o no ? ¿ Quién eres? en el ciberespacio hay personas con múltiples identidades....¿ Quién me dice que no eres un envidioso de esta página o de otra ?...Creo que eres FRANK LAMEDA que me persigue siempre.....En fin Frank o Bianca, como te quieras llamar. Vete al demonio con tu envidia pues no eres capáz de escribir ni medio verso...Siempre andas falsificando correos electrónicos, fotos y personalidades....Eres una vergúenza en el ciber espacio....Y ya tienes años persiguiéndome....Alguna mano ya te alcanzará, pues la justicia se hace de una manera u otra
Querido Richard, k gusto es tenerte aquí diciéndome cositas tan bonitas!! Que suerte la mía!! La belleza es algo tan fugaz como temprana , no crees? Yo me veré bella el día k tenga mi melena. Larga(siempre larga) toda blanca(ojalá) arrugas por toda cara(ojalá) y tenga mucha serenidad(ojalá). Y todo eso sin pasarme por el quirófano y parecerme una de 60 con 35 años. La belleza y su relatividad. Es k es tan relativa... Jeje.
Es un placer venir aqui visitar tu rinconcito y beber un poco de tus versos. Son las pequenas cositas que dan sentido a la vida. Brindamos por las letras!!
Gracias Richard tú sabes cuanto aprendí de ti, eres de los mejores salud!!! desde el mictlan donde jamás se me ha olvidado que siempre seremos Hermanos de TInta, gracias porque haz estado conmigo desde el principio amigo
Hola Maestro, soy un admirador suyo, lo conocí a través del chango y me solidarizo con usted en lo que respecta cierto payaso, con mucho respeto le dediqué una poesía a ese mediocre, un poco inspirado por la distancia que los separa. Espero su aceptación como amigo, su seguro servidor...Alek El Azrael.
Querido Richard, de más está decirte que me gusta como escribes, se nota a la legua. Es un gran placer leerte y asombrarme de la gama de posibilidades que brindas a los demás.
Mi keridisimo Hermano de Tinta...(oh...espera desde hace algun tiempo keria komentarte algo..no te molesta ke te diga asi verdad...digo...sabes...kasi siempre adjudiko un seudonimo a la gnte interesante ke m e deslumbra o cautiva por algun akto...y kreo ke la primera vez ke te lei se asemejo algo ke yo antes hacia...y kreia ke nadie notaria o ke no era algo genial...y kundo lei algo ke tu pluma gozaba y relucia a kada momento...pareciese ke nuestro entorno...la tinta...dos gotas...fina comparsa...por eso se me vino a la mente akello...Hermano de Tinta...y pues me da gusto ke ahora lo digas o tengas esas frases...jajaja...) Bueno a lo ke voy...te invito a ke pase kon todo el cariño del mundo a leer mis dos nuevos textos Escarnio en Fugaz Verso...y Tu No Eres Una Musa...ke pues ahi enkontraras algo ke aprendi de ti...pero yo lo konverti en groseria....te espero mi kerido Hermano de Tinta.... desde aka...saludos....desde el Mictlan
Richard Albacete
Lu
Alexandra_sol
besos de alexandra
Richard Albacete
en el ciberespacio hay personas con múltiples identidades....¿ Quién me dice que no eres un envidioso de esta página o de otra ?...Creo que eres FRANK LAMEDA que me persigue siempre.....En fin Frank o Bianca, como te quieras llamar. Vete al demonio con tu envidia pues no eres capáz de escribir ni medio verso...Siempre andas falsificando correos electrónicos, fotos y personalidades....Eres una vergúenza en el ciber espacio....Y ya tienes años persiguiéndome....Alguna mano ya te alcanzará, pues la justicia se hace de una manera u otra
May Vicky
La belleza es algo tan fugaz como temprana , no crees?
Yo me veré bella el día k tenga mi melena. Larga(siempre larga) toda blanca(ojalá) arrugas por toda cara(ojalá) y tenga mucha serenidad(ojalá). Y todo eso sin pasarme por el quirófano y parecerme una de 60 con 35 años.
La belleza y su relatividad. Es k es tan relativa... Jeje.
Gracias por tus piropos. Tan lindo!!
Feliz semana para ti también.
PD: besitos de Biankita igualmente.
May Vicky
Es un placer venir aqui visitar tu rinconcito y beber un poco de tus versos. Son las pequenas cositas
que dan sentido a la vida. Brindamos por las letras!!
Un abrazo lleno de energia positiva para ti.
Hoz Leudnadez
tú sabes cuanto aprendí de ti, eres de los mejores
salud!!! desde el mictlan donde jamás se me ha olvidado que
siempre seremos Hermanos de TInta, gracias porque haz estado conmigo desde el principio amigo
alek el azrael
María de la Paz Reyes de Langella
leticia salazar alba
Hoz Leudnadez
Bueno a lo ke voy...te invito a ke pase kon todo el cariño del mundo a leer mis dos nuevos textos Escarnio en Fugaz Verso...y Tu No Eres Una Musa...ke pues ahi enkontraras algo ke aprendi de ti...pero yo lo konverti en groseria....te espero mi kerido Hermano de Tinta....
desde aka...saludos....desde el Mictlan