• Miguel Gomez
Miguel Gomez
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  • País: Venezuela
 
Este es el drama de una joven prostituta que como muchas otras, la asediaron los males típicos del oficio: violencia, abuso, chantaje y trampa. Lo que la diferencia sin embargo, es el embrollo jurídico que la persigue y atormenta, un lío de amantes casuales, un cuchillo y una fuga por los aires, son los detalles de esta historia. Zuleidy nunca pensó que su nombre chispeara los titulares de la prensa, tampoco que acarrearía problemas con la ley. Peor aún, que se vería en una querella penal mientras se debatía entre la salud y la enfermedad en un hospital. Es que ella más allá de las molestias de su vida privada, no tenía nada de extraordinario- hasta el día que defenestro literalmente su identidad. Un arrebato de ofuscación y miedo hubo de empujarla para que tomara la peor de las decisiones: fugarse por un balcón. Se terció su cartera morada dejando a sus espaldas gritos y sangre. Con o sin la persignación de Dios, se lanzó en caída libre desde un quinto piso, la recibió el incólume asfalto que destroza tres vértebras de su columna y el fémur, ella no era ´´la mujer maravilla´´ pero tampoco era suicida. En su casa y los pasillos de la universidad de Carabobo donde aprendía anatomía y biología la llamaban zuleidy Nazareth, pero en su trabajo cambiaba su nombre a Vanessa. En el día es una y en la noche otra. Sus padres no tenían idea de cuál era su trabajo ella era una niña a la que nunca le faltó cariño ni atención, su padre Carlos Sojo no vio nada raro hasta el día de la tragedia. Sin embargo, ella ocultó muy bien sus calenturientos andares. Y fue su estilista, el que le arreglaba el cabello en plaza Venezuela el que la persuadió a entrar en el negocio con la excusa de que ganaría mucha plata. Además una prima hija de una hermana de su mamá también se dedicaba a eso. Entonces picó el anzuelo del dinero ´fácil´. Ese que reúne violencia, drogas, abuso y timos. Se desdobló en dos, Zuleidy la estudiante y Vanessa la prostituta esa que en su destino aciago, impelida por una venalidad lúbrica y febril, llegó a las puertas del edificio doral, en los palos grandes. Pero fue Zuleidy la que secuestrada por los nervios y la desesperación, salió del apartamento 54 por la ventana. Ella no tenía intenciones de suicidarse, estaba huyendo de algo atroz es lo que dice ella. Desde entonces se descorrieron los velos de su oficio. El que sin recato ni decoros, se mostró ante la justicia y su familia como ´´dama de compañía´´ y se le abriría un expediente criminalístico por los cargos de homicidio calificado en ejecución de robo agravado. Lo que ella cuenta es que un cliente llamado ALI ANKA de origen sirio de 18 años, sobrino del dueño del apartamento donde hubo coqueteado con la muerte. ALI la deseo con pasión y fuego luego de que escudriñara sus encantos en la página web sexycaracas.com portal que no solo vende arrumacos ensayados y orgasmos de histrión si no que también mercadeaba sus curvas bien formadas de adolecente de 18 veranos. Ese día recibió el encargo de la voz de Anabel su manager, también casquivana y matrona del lupanar ´´LAS HADAS´´ ubicado en la avenida libertador, cuyas camas por cierto, disfraz con el título de residencias Caribe, siempre fiel a sus manías dio rienda suelta a esa fémina fatal que era Vanessa. Se emperifollo para la ocasión, unos jens verdes que esculpían su cintura de avispa, una blusa de rayas blancas y negras que resaltaban su escote y voluptuosidades, se calzó con su par de tacones bershka  talla 39 para hacer temblar suelos e incendiar libidos. Según recuerda llegó a su destino poco antes de las cuatro de la tarde. ´´el muchacho no bajó a buscarla´´ ella tocó el intercomunicador y subió. Ya arriba al frente de la reja de entrada, vio algo extraño en su mirada, en su cara, un joven malhumorado que con muecas afeaba la cara. Vanessa supuso que algo malo ocurría ¡quizás drogas¡ ella no quiso entrar de hecho le dijo que HADAS le mandaría a otra, pero antes de poder retirarse él, la metió con un braceo agresivo, cuenta en que era otro el calor que se avivaba en la morada, uno que nada tenía que ver con caricias y romance. Una conversación brusca, bulla y manoteos, el, la quería obligar pero ella no se dejaba. Él le dijo, te la tiras de arrecha, tú vas a ver quién es malo aquí, fue hasta la cocina, Zuleidy cuenta que luego de escuchar unas gavetas sintió un roce de metales un tintineo. A pesar de haber emprendido la huida ALI apareció con un cuchillo, en la pelea salió herido. Ella afirma que no hubo besuqueos ni cabalgatas. Que el lecho fue desplazado a un espacio frío y desolado, no obstante, el informe del Cicpc expone otra versión. ´´En la escena del crimen se consiguieron un preservativo, un lubricante marca lubrix color rosado, una pataleta de encaje rojo y por supuesto el cuchillo uno de 20 centímetros tipo sierra con empuñadura en madera, la evidencia hizo suponer a los detectives del caso, que el trabajo se hubo consumado. Trato de dormirlo con alcohol etílico con la finalidad de llevarse pertenencias que tenían en el apartamento produciéndose un forcejeo y es cuando la ciudadana utilizando el cuchillo deja una herida en el lado derecho del cuello´´ es lo que reza el informe policial. Es evidente lo viciado del expediente, el Cicpc manipuló la evidencia. Ya todo el mundo sabe a qué se dedicaba ¿Por qué habría de esconder si tuvo sexo o no con el sujeto? Si ella dice que no pasó nada le creo, además ¿en qué momento? Llegó a las cuatro y diez minutos después estaba contra el suelo. Su argumento coincide con la hora que publicó @eutrafico un twit mujer se lanza del edf. Doral en los palos grandes hoy 5/05/2014 a las 4:15pm por otra parte, si ella si ella lo iba a robar ¿Por qué en su bolso no aparecieron cosas ajenas? Siembra las dudas. De hecho en los folios de la causa no queda claro si la plata correspondiente al pago de sus honorarios, estaba en la escena del crimen o en la cartera de la presunta homicida. El 8 de mayo 72 horas después del encuentro sangriento la fiscalía acarreo los cargos que manchan su prontuario. Zuleidy pese a que no pudo hacer acto de presencia en el ministerio público, recibió la visita en un cuarto del hospital Pérez Carreño donde esperaba ser operada para recuperar la movilidad de sus piernas. Por su parte ALI ANKA luego de la semana que estuvo hospitalizado en la clínica el Ávila se protege así mismo bajo los pantalones de AHMAD ANKA su hermano quien fue el que denunció y declaró en fraterna conjura a favor del muchacho hay muchos cabos sueltos. No es nada descabellado formular las interrogantes, ¿Cómo drogaría al hombre con tan solo alcohol etílico? Si estaban discutiendo ¿Cómo llegó a la cocina para buscar el cuchillo? ¿Por qué no la retuvo? Ni sus amigos más íntimos ni familiares logran bosquejar algunas conjeturas, pero sobre todo, no hay manera de que puedan responder la pregunta más importante. La del millón de $. ¿Por qué se escapó por la ventana? Ni ella lo sabe a ciencia cierta, pero lo que si no tiene refutación es que este hombre no sólo agredió a Zuleidy, sino que también pretendía violarla. Por eso ella se defendía. Esto le ha robado su tranquilidad y su salud. Hoy agradece a Dios por la oportunidad de respirar, le pide por su libertad y el poder conseguir la manera de limpiar su nombre, el de Zuleidy porque Vanessa al parecer ha muerto… fin
En mayo del 2018 fui presentado ante el director del penal para ponerme una sanción o castigo por negarme a recoger los desperdicios arrojados por los guardias, fui enviado al anexo en calidad de basurero. Solo debía limpiar la prisión y guardar silencio aunque las mujeres hicieran lo peor. Y lo hacían. Conmigo las reclusas nunca fueron malas y si un poco, como decirlo, pedantes. Aunque esa tampoco es la palabra correcta, eran así como sinvergüenzas, y cuando me acercaba hasta las celdas para barrer y recoger la basura ellas hacían hasta lo imposible para que me quedara ahí toda la mañana. Sacaban la basura poco a poco primero un paquete, después una bolsa pequeña, luego una bolsa aún más pequeña. Podían destrozar un periódico en millones de pedazos lentamente, de uno en uno los trocitos de papel caían al suelo frente a mí. Pero yo seguía recogiendo la basura sin decir nada, las guardias y los jefes de la prisión me lo dijeron desde el primer día (no es normal que un hombre trabaje en el anexo de mujeres) evita hablar con ellas, ignorarlas si me sorprendían dándoles confianza podrían guindarme golpearme y presentarme en fiscalía por aprovechamiento. Yo tenía que virar la cara cuando alguna descarriada se quitaba la ropa, me enseñaban las nalgas, los ombligos o sus senos. Se reían cuando lograban ponerme colorado. La más grosera de todas era Roxy, una linda muchacha de ojos pícaros y cabello largo hasta la cintura. Me contaba secretos, me susurraba y sacaba la lengua cada vez que pasaba frente a su celda. Un día, me contó cuánto tiempo tenía presa, yo intentaba no oírla pero sus palabras conseguían entrar en mi cabeza, Roxy gritaba para que dejara de hacerme el loco eso era lo que decía en medio de su relato el cual terminó en llanto, me dijo que desde los 10 años estuvo en un internado de menores que allá había una mujer odiosa que siempre deseaba tocarla, la revisaba una vez a la semana para ver si las florecitas estaban creciendo bien. Pese a que solo quería provocarme cada vez que daba un paso lejos de la celda la voz de Roxy rompía el silencio, gritaba que muchas mujeres odiosas le habían chupado el cuerpo sin ella desearlo, que dejaron marcas en su piel después de tantas sesiones de aprieta y chupa. No siempre fue una muchacha hermosa de lindos ojos. La Roxy que en otros tiempos fue una niña aguanto castigos duros, chupones, golpizas es lo que me decía ella, se paró más cerca de la reja lloro con la carita trabada en los barrotes acaricie su cabeza entre las rejas e inmediatamente quite la mano, me agache a recoger la basura y Salí del pabellón las otras mujeres continuaron con el relato del aciago destino de Roxy a quien habían traído a esta prisión directamente del internado sin poner un solo pie en la calle.  Llevaba más de 10 años presa, ella solo tenía 22 lo que pasa basurero (decían las mujeres luchando por toquetearme) es que esta niñita jamás ha tenido un novio, necesita un hombre. Tenemos que buscarle un macho. A los tres días volví y barrí sin levantar la mirada del suelo, para mi asombro aquel día no escuché ni un solo susurro grosero de Roxy parecía dispuesta a ignorarme y eso me tranquilizo, tampoco vi ninguna mujer desnuda. Sin embargo, cada vez que le pedía a alguna de ellas que me alcanzaran la basura de la celda se hacían las sordas, fingían estar ocupadas. Para ser domingo, había demasiado silencio en el sector B del penal, ya no podía soportar la curiosidad y mire al interior de la celda de las muchachas. El corazón me latió fuerte al ver que Roxy no estaba, lo único que veía era un gran montón de basura cerca de la reja, poco a poco fui recogiendo, no supe qué hacer cuando la encontré acostada en el suelo con toda la basura encima apenas se le veía la cara, quería reírse de mi, saque un pañuelo me vende los ojos y me puse los guantes para proteger mis manos del vicio de tocarla, fui la gallina ciega entre esos barrotes, agarre cada desperdicio hasta que retuvieron mi mano, alguien quito mis guantes y beso mis dedos, no me atreví a escapar si no que me mantuve recogiendo la basura que cubría el cuerpo de la muchacha, destaparon mis ojos y vi como las mujeres que compartían la celda con ella aguantando la risa le ponían mas papeles sobre los muslos y los senos, Roxy suspiraba cada vez que mi mano rosaba con su cuerpo desnudo, las mujeres se reían al verme intentando echar en la bolsa un montón de cabello parecía la cola de un conejo los cabellos suaves de Roxy me soltaron cuando ya no quedaba ni una cascara, por unos segundos mi mano no supo qué hacer al verse sobre el ombligo blando y desnudo de Roxy entonces Salí de allí. La mañana siguiente mientras hacia el aseo una de las mujeres me dijo que mi esposa doña roxy estaba en enfermería le había dado un desmayo que mi esposa doña Roxy (así le decían ellas) estaba sufriendo un mal de amor y era mi culpa. Ese dia barriendo el patio Marian (una de las reclusas) que nunca había sido grosera como las otras se acerco y dijo que me esperaría al fondo del taller de labores, tenía algo importante que decirme si quería salir del rollo en el que me había involucrado y seguí a Marian, parecía asustada, no sé de donde salieron tantas mujeres, no me dejaron ni respirar me taparon la boca, ataron mis manos y piernas. A empujones me llevaron al cuarto de labores. Roxy asomo la cara y sonrió al verme dos o tres mujeres intentaban quitarme la ropa según ellas para agilizar el proceso mientras le explicaban a Roxy que ella solo tendría que entrar y tocarme un poco besarme, confiaban en que yo reaccionara como hombre, amenazaban con cortármela si no trataba bien a la muchacha, s no era delicado con ella todo muy suave porque Roxy nunca había estado con un hombre. Despacito y con dulzura (decían), que Roxy solo conoce vaginas y ya es hora de que sepa lo que es un varón. La pararon frente a mí y le quitaron la ropa, a Roxy comenzaron a temblarle los labios, y su sonrisa fue desapareciendo. Dijo que tenía miedo, y la empujaron suavemente hacia mí, cuando volvió a decir que tenía miedo las mujeres le dieron varios empujones le preguntaron si era imbécil si se estaba burlando de ellas que estaban arriesgando el pellejo y dejando pasar una oportunidad que todas deseaban y de pronto la chiquita linda llegaba miraba el panorama y decía tengo miedo. Roxy se acercó un poco toco mi barba mal afeitada, las mujeres gritaron bésalo coño ese es tu macho comételo. Roxy corrió y salió del taller, llegó la hora de regresar a las celdas. Las mujeres me dejaron allí amarrado con la boca tapada, a muchas de ellas tuvieron que llevárselas a empujones no entendían porque si Roxy no quería porque ellas no podían aprovechar la ocasión. Todas me prometían regresar al siguiente día. Quede en medio de la peor oscuridad, creo que me dormí para no pensar que ni siquiera se escuchaban pasos yo abría los ojos y la oscuridad era siempre la misma, de nada me valía calcular las horas desee mil veces que llegaran las mujeres que haría lo que me pedían total ellas no serían tan tontas como para decirles a las guardias. Se trataba simplemente de hacer lo que ellas pedían y para ser sincero hasta yo salgo ganando. En algún momento se abrió la puerta la claridad me dolió en los ojos eran las mujeres me trajeron pan del desayuno de varias de ellas no querían que me preocupara me destaparon la boca y me dieron tiempo para asearme, luego les pedí que me dejaran solo con Roxy así sería más fácil y por supuesto dijeron que no ellas debían quedarse para verificar que el acto se diera. Entonces ya pueden hacer pasar a roxy aquí la espero, (les dije) les gusto ese momento cuando les dije con voz fuerte y clara traigan a Roxy que aquí la espero, me preguntaron si la penetraría con fuerza si le besaría las nalgas si me excitaban las mujeres gritonas. Les dije que solo tenía una exigencia, que la mujer que entrara tuviera sanos los dientes y buen olor en las axilas. Roxy entró empujada por dos de las mujeres la pararon frente a mí y le quitaron la ropa, Roxy se tapaba los senos con las manos que alcanzaban para cubrirse me sonrió y se acostó en el suelo las mujeres le decían que confiara en mí, yo en cambio pensaba en las guardias que a esa hora estarían dando vueltas en el patio en lo que pasaría si descubren que me estaba aprovechando de las reclusas (o ellas de mi jaja) bese a Roxy y fui dejando de pensar me subí sobre ella y le pedí que abriera los ojos le pregunte ¿tu de verdad quieres, o no? Se abrazó a mi cuello y dijo, me da miedo. Tu eres un hombre tu tienes que obligarme porque me da miedo. Yo le hable la hice reír y con sutileza cumplí con la exigencia de las mujeres. Luego encendí un cigarrillo y me senté a fumar junto a ella. Cuando me pare y me vestí ella se puso de pie frente a mí dispuesta a besarme cuando el timbre de número sonó debían volver a las celdas. Todas salieron en silencio y con una sonrisa en sus rostros. Yo solo esperé que cayera la noche y volví a mi celda y la rutina… fin
Roxibel…
Autor: Miguel Gomez  9 Lecturas
Recuerdo haber leído en algún lugar que todos los finales son hermosos, aunque no nos agraden. Realmente me cuesta aprender a pensar de esa manera. Creo que sí es importante aceptar que las historias pueden terminar en cualquier momento, no sólo porque esa posibilidad siempre existirá, sino porque siento que cuando das todo por sentado existe un gran riesgo de que tú mismo acabes con esa historia. Pensar en un final contigo ha sido complicado y muy doloroso. A pesar de que desde muy pequeña aprendí que hay sueños que tienen fecha de caducidad, esa “regla” jamás aplicó para ti, para nosotros. ¿Cómo aceptar que un día tendría que mirar atrás y ver que mi más grande ilusión ya no volvería? Siempre me negué a incluirte en ese cajón donde guardo todo lo que durante algún tiempo movió mi mundo, pero que finalmente quedó atrás. Jamás podría verte o sentirte como algo que ya fue, que pasó, que acabó. Aunque la realidad me diga que así es, el amor que siento por ti desde el primer día me invadió por completo y sé que, por mucho que lo intente, será imposible sacarte de mi corazón. Ahora que lo pienso, me doy cuenta de que la gran mayoría de sueños (pequeños, grandes, pasajeros, imposibles, verdaderos o locos) que he tenido solo uno se hizo realidad y fue casarme contigo y tener hijos (especialmente una niña igualita a ti). Aunque muchos de esos sueños se hayan esfumado sin siquiera darme cuenta de que los perdí, siento que no importa. Aunque no se hubieran cumplido, te debo mil sonrisas y seguramente un brillo en mis ojos por algún tiempo, sin importar si fueron horas, días, meses o años. Pero cada vez que pienso en ti, mi más grande sueño, realmente me es imposible sonreír y agradecer como si eso de que todos los finales son hermosos fuera cierto. Por eso todavía lo conservo. Por eso a pesar del tiempo y de todo lo que ha pasado, aquí lo llevo. No importa que el golpe de realidad sea tremendo. No importa que haya oponentes o que la situación sea complicada. No importa si pienso que pensar en estar juntos ahora es imposible. Soy terca y lo sabes. A pesar de todo eso sigo soñando. La vida se ha encargado de mostrarme muchas veces que todo pasa por algo y aunque todavía hay muchas cosas de las cuales no logro entender su “por qué” o “para qué”, seguramente en algún momento (como ha pasado antes), miraré hacia atrás y diré: ahh, era por eso. Ese sueño frustrado de vivir mi vida contigo es uno de los que no consigo entender. Y entonces pienso que en ninguna parte dice que debamos siempre acertar a la primera. ¿Por qué tendría que negarme a seguir soñando con aquello que más me ha ilusionado en la vida? ¿Por qué no pensar y sobre todo creer que en algún momento todo se resolverá y todos los obstáculos que hoy existen desaparecerán? Los sueños pueden ser de diferentes tamaños y adoptar diversas formas. Pueden ser de aviones, barcos, de navidad, de playas. Para mí tú siempre has tenido forma de familia, de hogar; de ese amor incondicional que me mostraste que sí existe. Me niego una vez más a guardarte en el baúl de los recuerdos. Por muy difícil que sea y aunque a veces duela literalmente el corazón, prefiero seguir practicando de a poco mi capacidad de amar a distancia, porque así, el día en que el destino me diga “esta vez sí”, estaré lista cuando llegue mi turno y nos volvamos a ver, seremos felices como siempre he querido.Te amo y te amaré SIEMPRE Mi GORDO...
Soy terco
Autor: Miguel Gomez  106 Lecturas
 En el tiempo que pase recogiendo la basura en el anexo, aunque fue poco, conocí varias mujeres y sus historias. Una de ellas, ¡la morsa¡ no era amiga de nadie, pero todas la adulaban con tal de obtener el último centímetro de su cigarrillo. Fumaba a toda hora de día y de noche, tenía una toz salida del fondo del pulmón, de esas que remueven todas las flemas del cuerpo. Ninguna me supo decir cuánto tiempo tenia presa ni qué edad tenia realmente. Era una mujer de cuarenta en adelante sus uñas estaban manchadas de nicotina y ese mismo color amarillento le rodeaba los labios una trenza canosa le llegaba a media espalda. Algunas reclusas murmuraban que la morsa mato a su marido por una discusión en medio de un juego de cartas que eran jugadores empedernidos y ninguno iba al trabajo que apostaban entre sí ganando y perdiendo el mismo dinero, si alguno quedaba sin plata entonces el otro le prestaba, y continuaba la partida. Dicen que el marido se atrevió a hacerle trampa. Siempre había alguien en desacuerdo con alguna de las versiones. Bastaba con mirarle a los ojos para saber que todavía le dolía su vida anterior, también la apoyaban muchas de las reclusas por haber agredido a sus esposos mal tratadores. Las que entraban a la cárcel por esos motivos eran bien vistas por el resto, o al menos nadie se atrevía a desafiarlas. Con la morsa era diferente. Habría sido una innombrable de no ser por esa historia que ella no contaba. El único detalle preciso era que había matado al marido y que ya no era la misma mujer que antes de entrar en prisión, ya no tenía los ojos tan lindos ni era blanca de piel suave y con el cabello lacio. Oír hablar de esa cierta belleza de la morsa resultaba macabro, bastaba mirarla, sus manos callosas, las uñas sobre la carne ensangrentadas de tanto morderse los pellejos, el cabello escaso y quebradizo sobre la frente la piel áspera sobre un aspecto sucio, de su celda salía un olor a orine nauseabundo, más pronunciado que cualquier tufo característico de la prisión. De ahí ese nombre tan peculiar ese apodo por el que respondía sin molestarse, olía a morsa, aunque nadie allá visto ni olido una jamás, se desplomaba en su cama como un animal cansada y era torpe en sus movimientos una morsa con todos los argumentos de la ley a veces se sentía mal, no lo decía pero era evidente. Quizás por eso comenzó el rumor de que le darían la libertad para que muriese en su casa. Esas dos semanas que estaría allí pasaban volando por eso insistí a la morsa que me contase la verdad de su caso, un día me senté frente a su celda para hablar y felicitarla por estar a días de cumplir su condena, le pregunte que sería lo primero que aria al poner un pie en la calle, me dijo que se comería una taza enorme de pollo y papas fritas dijo que me contaría su caso ya que se terminaba su condena y volvería a casa que sería la última vez que lo contaría y era solo para dejar ese pasado en esa prisión que todos llamamos el monstruo y llegar a casa sin pasado. Las mujeres pegaron sus caras a los barrotes para oír la historia. Nos conto como antes de ser esa mujer a la ellas conocían como la morsa era una mujer normal y bonita, y en esa parte no pudo continuar, respiro, y dijo que no era para nada la mujer más linda del mundo, si no una más, algo atractiva, graciosa, de buen cuerpo y buenas piernas siempre un poco gordita. Nos conto que se caso con su primer novio y que fue el único hombre en su vida, tuvieron un hijo un varón al que llamaron Eduardo. En ese punto hizo un esfuerzo por continuar, respiro profundo y enseguida se volvió a escuchar aquella voz estentórea explicando que su hijo estaba muerto, que tenía solo 8 meses de nacido cuando ella y su marido despertaron una mañana y lo encontraron asfixiado. El niño ahogo con las sabanas y las almohadas que estaban a su alrededor a la morsa se le salieron las lagrimas. No pensé en la posibilidad de verla llorar. Luego agrego que ella se desvelaba cuidando y amamantando al bebe, que la noche que el niño se asfixio fue un día duro y se acostó muy tarde y cansada y callo desplomada y no abrió los ojos ni un instante. Su marido lloro mucho en el velorio y ella a pesar de la tristeza consideraba exagerado el sufrimiento de su esposo. Las mujeres preguntaron el nombre del tipo y la morsa dijo ´Antonio´ como si sacara esa palabra de la base del cráneo de un lugar al que nunca iba a buscar nada. Dijo que Antonio le confesó un día mientras jugaban cartas que si escucho llorar al niño durante la madrugada y espero a que fuera ella a cuidarlo a amamantarlo como todas las noches, pero ella seguía dormida y Antonio escuchaba el lloriqueo del niño pero que no tenía deseos de cargarlo no a esas horas hasta que el llanto no volvió a repetirse y él pensó que el niño ni siquiera tenía hambre que se avía quedado dormido otra vez. La morsa hizo una pausa en ese momento y llegaron los guardias para contarnos hora del numero. No tuvimos tiempo de terminar la historia esa misma noche se llevaron a la morsa fue trasladada a enfermería y días después a la calle. Nadie dijo nada sobre la morsa en esos días. Me legro que saliera en libertad y aunque fue solo una parte de su historia nos quedo claro el motivo por el cual Carmen Sandoval ´´la morsa´´ paso tanto tiempo en prisión… fin 
La Morsa
Autor: Miguel Gomez  184 Lecturas
   La soledad no es buen refugio para la tristeza y esta sensación de estar en cada  noche, en cada trago, en cada palabra vertida. Sobre el estante la imagen espera la mano, la oración, una vela encendida mantiene la esperanza, el sueño por realizar. Cuanto de esperma y cenizas? Cuanto de tristeza habremos de acumular…?
LA ORACION
Autor: Miguel Gomez  102 Lecturas
Me emociona esperar por el momento cuando la primera estrella cruza el cielo de un nuevo año de tus días, Porque yo quiero acompañarla y quedarme guindado de una de sus puntas para verte nacer de nuevo. Hoy sólo quiero agradecer porque aquí estés un año más, No puedo escribir todos los deseos que tengo para ti porque son tantos y tantos, y cada vez aparece uno nuevo, Deseo que brilles en lo más alto del cielo. Que vueles tan alto como tus sueños te dejen. Que ames con el alma, que llores de alegría, Que tu corazón se agite por cada sueño cumplido, Que encuentres tus caminos y los transites con la maleta del corazón llena de impulsos buenos, de ganas locas, de deseos bonitos, Sólo quiero que vivas cada día como quieras vivirlo Que hagas cada cosa como sólo tú quieras hacerla y que así seas tu propia diseñadora de destinos. Que le regales al mundo lo hermoso que hay en ti y que cada vez que dudes o te llegue algún miedo, sepas que es normal asustarse, pero no dejes que ellos sean por siempre los dueños de tu vida. A veces dudar, te sirve para crearte de nuevo las ganas sacudir las alas y retomar el vuelo, ¡¡Eres maravillosa!! Y sólo soy feliz de haberte tenido en mi vida. Soy feliz de quererte de la forma como te quiero, hay días, confieso, que no sé bien cuál es esa forma, pero igual te quiero. No puedo dejar de hacerlo, aunque me lo pidas. Sólo me importa que vivas en mi corazón, allí me gusta que estés Si he sido capaz de querer a mucha gente que no hizo nada para merecerlo, cómo no amarte a ti que eres mi ángel de corazón hermoso, Sólo deseo agradecer por la esencia y la sustancia que nos une hoy en este mundo loco… A.R.G.D
27/12
Autor: Miguel Gomez  96 Lecturas
A mis 33 años luego de seis meses en esta prisión decidí revelarme contra la fatalidad del azar. Comprendo que la casualidad es una maldición, la negación de toda verdadera libertad. Mi intención durante días y noches de intensa creación, ha sido escribir lo que podría llamarse el diario de mi vida en prisión. Llenar las horas y los minutos de las horas y los segundos de los minutos y las fracciones de los segundos, escogiendo minuciosamente mis hábitos, expectativas, nostalgias, sueños, sorpresa, pesadilla, visiones sin olvidar nada, ni siquiera mi comida favorita. Hoy al dar un leve repaso por la página de este cuaderno me doy cuenta de que no se parece en lo más mínimo al diario antes mencionado, todos mis escritos Han sido algo así como un relatos llenos de lamentaciones un poco de religión y política algo que expresa lo que he pasado y mi opinión sobre algunos temas, todo esto disfrazado con un poco de filosofía. La verdad para mí esto no es más que pasar el lápiz sobre estas blancas páginas mientras estoy en la amarga espera de la tan apreciada libertad... Fin
"La espera".
Autor: Miguel Gomez  85 Lecturas
Soy un hombre que ha visto el sufrimiento todo se pudo en mi contra una y otra vez, la vida me avisó, me todo de pobreza y amargura. Me hizo vivir en la oscuridad, como aquellos que antes muerto. Construyó un muro de piedra a mí alrededor para que no pudiera escapar, me ato con cadenas de acero las manos. A pesar de que llore y le pedí a Dios que me rescatará, el ignoro mi oración. Mis ojos están llenos de lágrimas que no dejan de correr, soy ahora un prisionero al que se le niegan sus derechos y se le engaña en un juicio. Sin razón sin razón alguna mis enemigos me encerraron como a un pájaro. Trataron de acabar con mi vida y me enviaron a una cárcel. Jehová, te llamo por tu nombre desde el fondo de esta prisión, te ruego que escuches mi voz y no me desampares. Defiende mi causa y devuélveme la vida. Mira el mal que se me ha hecho. Hazme justicia en el tribunal de los hombres. Quizás lo escrito aquí procure a la mayoría de las personas, pero, no fue escrito por alguien deprimido o que pudiera la vida. Si no de alguien que está aprendiendo el secreto de la verdadera sabiduría. Que lo único que realmente tenemos en este mundo es nuestra relación con Dios. Por eso disfruta, vive bien y agradece todo lo que Dios te da... Fin
"Meditación".
Autor: Miguel Gomez  93 Lecturas
 Desperté contento. Es 27 de diciembre y mi hija cumple 15 años, los custodios entran a las celdas de funcionarios para nombrar un grupo que sale de libertad, por la gracia de dios mi nombre está en la lista nos preparamos para recibir el desayuno y luego de eso puedo irme a casa, no sé como describir lo que siento, la verdad solo pienso en que podre ir a la fiesta de mi hija. Salí del penal después de despedirme de los compañeros que se quedan en la espera, rumbo a casa lleno de nostalgia al ver los cambios en la calle y entre la incertidumbre de lo que viene pienso en qué hacer para sorprender a mi hija en su cumpleaños. Como es de suponer no cuento con lo necesario para un gran regalo más que mi presencia después de una larga ausencia. Ya en casa pude acicalarme debidamente. La noche llego y con mariachis sorprendí a mi hija en su fiesta de 15 años estaba muy nervioso y emocionado, entre cantando una canción de Marbel. ´´por esos días por venir, por este brindis para ti, por regalarle la intuición al alma mía, , porque los días se nos van quiero cantar hasta el final por otra noche como esta doy mi vida.´´ me pareció un buen tema para la ocasión, todos estaban sorprendidos, mi hija con lagrimas en sus ojos me abrazo emocionada, el sentimiento en mi pecho era inefable. Todo un regalo del cielo, baile el vals con mi hija y nos reunimos con la familia quienes celebraban con lagrimas de alegría mi regreso, di una vuelta por la fiesta, unas fotos con mis hijos y me fui a casa con mi madre a ver a mi abuela. Nos develamos todos sonriendo con cuentos de las cosas pasadas y poniéndome al día con los acontecimientos familiares, amaneció y los niños llegaron con su madre para un día de sopa después de la celebración yo me recosté para descansar un poco, me quede dormido y al despertar estaba en mi celda, todo fue sueño… fin
Cruel Realidad...
Autor: Miguel Gomez  178 Lecturas
Desde la tarde que me quedé sin comunicación y salí del calabozo para recibir en el patio un poco de sol y de brisa fresca, la cerca adquirió su dimensión de reto. Cuando regrese al calabozo ya me había quedado la obsesión de la fuga. Mi corazón no estaba resignado a soportar la servidumbre del tiempo detenido. Por eso, el reto de mi vida tenía la forma de esa cerca metálica, de no más de cinco metros de altura enclavada en el patio de la prisión. Del otro lado se encontraba la continuidad del tiempo y la promesa de una libertad azarosa y mezquina. Era mi deber intentarlo. Cada vez que salía al patio durante esa media hora vespertina, mi atención se fijaba en tratar de precisar cuál podía ser el punto más vulnerable de la cerca, según la colocación del guardia y el momento propicio para saltarla. Era una jugada que requería de tres elementos para ser perfecta: ingenio velocidad y testículos. Para no considerar la acción descabellada, debía descartar también la mala suerte. Entre mi propósito de fugarme (y seguramente el de otros presos que caminaban pensativos por el patio) y su feliz consumación, se interponía la dura y atenta mirada del guardia que siempre mantenida el fusil 103 aprovisionado y sin seguro. Era un hombre en el que fácilmente se podían apreciar la fuerza y rapidez de deducción. La única ocasión en que me aproxime con temor hasta la línea límite, marcada unos dos metros antes de la cerca, se escuchó el seco y amenazador grito del guardia ¡Alto! (Supe por otros presos más antiguos, que algúien al intentar saltarla recibo una ráfaga en las piernas.) Después del incidente, hice algunos esfuerzos por cordialidad con el guardia, tratando de este modo ablandar su atención, pero el guardia no permitía el diálogo ni siquiera a distancia. Estaba hecho para ese oficio, sin remordimientos. Lo máximo que obtuve de él, fue que un día me lazara un cigarrillo a los pies desde su puesto. Durante este tiempo mi plan de fuga se quedó en la audacia de lo imaginado. Por mi buena conducta fui transferido del calabozo a una celda colectiva hasta que el almanaque ponga fin a la espera y obtenga la costosa libertad de forma legal y burocrática. Regresaré a esa normalidad calumniada que tanto despreciamos. El tiempo recuperará su perdido sentido, y mis reflejos comenzarán a adaptarse lentamente a la puerta de la ciudad. La memoria de los días inmóviles se desdibujaran. solo algunas noches en un sueño intranquilo reaparecerán la cerca y su reto... Fin
"La cerca".
Autor: Miguel Gomez  271 Lecturas
    Llegó diciembre, es viernes y cómo de costumbre hay fiesta en el barrio. Disfruté sin parar toda la noche y parte del sábado, me acosté cansado y al despertar ya era domingo 9 de diciembre, "desperté nostálgico, algo extraño en mi" sentí deseos de abrazar a mis hijos, a quien me conoce le va a parecer un chiste, pero me sentí arrepentido de muchas cosas, tenía un mal presentimiento. Salí de la casa y llamé a mi esposa fue grato escucharla decir que están bien que me aman y me extrañan le dije que haría un trabajo y volvería a casa que tenía intenciones de pasar diciembre con la familia que el día de mi cumpleaños estaba próximo y quería mi regalo, sonreímos y nos despedimos, ya varios amigos me esperaban querían hacer algo que veníamos planeando hacia meses, no me parecía el mejor día, había elecciones y la policía estaba por todos lados, pero pensé que sería dinero fácil. Hago esto y vuelvo a casa, me dije, así que salimos Apresurados y decididos a cometer el hecho. En medio de lo planeado una patrulla nos da la voz de alto por supuesto omitimos dicha orden y emprendimos la huida, en ese momento regresó el susto con el que desperté por un instante extrañe la sonrisa de mi madre la fiel compañía de mi esposa y hasta la jodedera que arman mis primos en casa, en ese momento recordé que Dios nos ama y agradecí por todo lo que me dio, agradecí a Dios y a mi esposa por darle a mis hijos salud y una buena vida una lágrima salió de mis ojos todo fue en cuestión de segundos reaccione y sentí deseos de salir de allí y correr a casa sentí un vacío en el pecho saque una granada que tenía en el bolsillo y salí de la camioneta en la que andaba los disparos eran aturdidores corrí hacia el carro en el que pretendía escapar del sitio he ir a casa, entre los Disparos la zozobra y el afán por salir de ahí la granada se me callo, increíblemente escuché a mi hijo y mi madre sonreír. luego de eso solo recuerdo un subido en los oídos y una luz resplandeciente que parecía venir del cielo, de inmediato supe que todo había acabado para mí ese 9 de diciembre, qué pasaría a vivir en la sonrisa de mis hijos, en el bienestar de mi madre y todos esos momentos con mis primos y hermanos, en todo ese amor de mi abuela nena y mi esposa Maryet que tanto me aconsejaron. Los amo familia que Dios los bendiga... Gilver.Torres 9/12/2018
La Ultima Carta...
Autor: Miguel Gomez  297 Lecturas
          Hoy es domingo, inicia una nueva semana. Un día más que le ganamos a esta prisión. Son las 8:45 pm y se escucha el grito de "numero" ya vienen a contarnos como de costumbre. Mientras, yo acostado en la lápida, medito y me preguntó ¿porque suceden cosas malas? ¿Porque permite Dios que las personas sufran? En el mundo todos hemos tenido alguna experiencia con el sufrimiento. Hemos visto que le suceden cosas malas a la gente buena, algunas veces, parece que la vida no es justa. Creemos no merecer el castigo por el cual pasamos, por ejemplo, yo ahora estoy en un lugar donde por una aguja te matan, ¡Puede sonar increíble y hasta sanguinario! Pero es cierto. La cárcel tiene sus reglas de convivencia y a diferencia de la calle, aquí, si no cumples te mueres. Y me encerraron aquí sin causa probable, y así como yo hay muchos inocentes atravesando por la misma situación. Llenándonos de ira y rencor. Muchas personas en el mundo antiguo superado grandes obstáculos, no es posible alcanzar el triunfo sin encontrar oposición, contrariedades y reveses lo importante es utilizar las adversidades para conquistar la victoria. Encuentra la lección en cada crisis y explora tus fortalezas para superar el dolor. El secreto de la victoria está en no retroceder, la clave está en permanecer. Resistir la tentación de rendirte, probablemente no esté donde quieras estar, pero tampoco está dónde estaba. Permanece inquebrantable. No siempre somos librados de nuestras angustias en el momento en que clamamos al señor, a veces debemos soportar por un tiempo, se pacientes, perseverantes en nuestra fe y obedientes en la palabra. Pero por favor, sigue confiando. No te dejes vencer por los problemas. Nada ni nadie puede obligarte a vivir derrotado. Tu actitud frente a los desafíos cotidianos debería ser: (aunque las circunstancias a mí alrededor parezcan imposibles de arreglar, yo seguiré adelante, seré paciente. No permitiré que mi ánimo decaiga, ir al encuentro de la presencia del señor, pues a prometido no abandonarme en medio de la necesidad, el es fiel para sostener mi vida y aunque una puerta se cierre se que abrirá una mejor y más grande para mí.) Deja de acariciar tus heridas, deja de sentir auto conmiseración. Elevaré por encima de tus problemas, no permitas que el sur por una experiencia desagradable te haga vivir amargado aunque te hayan ofendido, sigue haciendo tu mejor esfuerzo, aunque te hallan defraudado, sigue mostrando tú mejor cara, aunque el reporte médico no sea el mejor, sal de la casa y sigue viviendo. Cualquiera encuentra motivos para abandonar, cualquiera encuentra excusas para no seguir. Pero la victoria es para los que continúan, para los que a pesar del dolor deciden seguir adelante con la vida. Un ejemplo de todo lo escrito es el compañero Daniel Humberto Lugo quien está en esta prisión desde hace varios años por la falsa acusación de alteración al orden público o algo así, el se encuentra recluido en esta prisión con un ambiente hostil y un historial de tortura y matanza, en este monstruo que se alimenta de hombres, y su audiencia y firma de cómputo ha sido pos puesta en muchas oportunidades alargando así su estadía en este lugar y alejándolo cada vez más de su familia, pero él, no ha reaccionado negativamente ante todo esto, pues, a aprovechado el tiempo en prisión para afianzar su fe en Dios y evangelizar junto a sus compañeros, siendo para todos quiénes lo conocen un ejemplo del amor de Dios y su promesa de una vida sin maldad... Fin   
Un día más".
Autor: Miguel Gomez  215 Lecturas
    Una partida de ajedrez para ocupar la mente, busco la calma, un movimiento de alfil para olvidar un sueño que se repite una y otra vez. Una partida contra la desolación y la derrota, muchos amigos Han muerto. Una partida de ajedrez contra el desasosiego. La Torre amenaza al alfil. Una partida de ajedrez para dejar de pensar en los acontecimientos que se han sucedido uno tras otro en desbandada. Jaque a la reina mueves tu, jaque al rey, los guardias hacen los días más tediosos. El rey se enroca. Moverá Peón tres, si no va a dejar al rey al descubierto. No puedo olvidar el recuerdo de esa pesadilla recurrente. Jaque mate. El rey cae sobre el tablero. Se asume la derrota. Se propone la revancha. Otra partida. El tiempo pasa entre las piezas negras y blancas, hace frío en el patio. La taza de fororo que tome en el desayuno ya no calienta mi estomago. Es media mañana y aún guardo en mi bolsillo un pedazo de pan, ya será hora del almuerzo, he reservado el valor energético del pedazo de pan del desayuno para aguantar el hambre porque rechazare el almuerzo del rancho, sopa mal oliente y fría, o Guiso de garbanzos. Cuatro garbanzos bailando en agua sucia peores aún que las populares "lentejas chinas" el pedazo de pan aliviará el hambre hasta la tarde. Después de asistir a la biblioteca. Otra partida. Sales tú. Volveré a perder, y volveré a creer que no me importa, pero me importa. Demasiados fracasos, ajenos y propios, hacen que busque en el ajedrez nimias victorias. Aprenderé estrategias nuevas, ataques y defensas que me liberen de la sensación de que ya no formo parte activa de ningún Flanco. Jugare con pasión. y en este penal, el que llaman la universidad, estudiaré los libros que logren engañar la censura, y esperaré con pasión las cartas de mi hija, que no van a llegar. Mientras, me aprendo todo lo que pueda sobre la guerra soviética y la historia de mi país y sus próceres. Jaque mate... Fin              
Juego de Ajedrez
Autor: Miguel Gomez  292 Lecturas
                                                                                               Sol negro! Castillo de ladrillos y barrotes en el que posamos los días entre voces que narran desde el antes el después y el centro mismo de la prisión. La violencia pasa aquí por diferentes gradaciones simbólicas, como una especie de rito que deben cumplirse mientras tú identidad desaparece. Con treinta minutos diarios de sol. ¿Sobreviven los sueños cuando tu vida deja de ser transparente para desglosarse en autoridades, sutiles imperios, dominios y poderes que ofrecen una presencia física tan real como el arte de la sobrevivencia penal, la violencia que se genera cómo efecto de la personificación. ¿Sobreviven el auto determinación y la individualidad aquí donde existen cada día treinta minutos de sol...? Fin
"Sol negro".
Autor: Miguel Gomez  291 Lecturas

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