• Jose Mauricio Nabor Gil
mauricioshaggy
soy un chavo sencillo, me gustan las cosas simples y complejas, me disgustan muchas cosas tambien pero no soy lo suficientemente valiente para expresarlas, eso si odio el racismo de cualquier clase, le temo a los perros, me gusta mucho comer pero no hacer ejericio
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Se que nunca me necesitaste,Porque puedes resolver solas tus cosas,Solo debes tronar los dedos. Estas donde debes estar,Ni mas arriba ni mas abajo,Como si necesitara eso. Sigues creyendo en dios, A pesar de que nunca vas a la iglesia. Tienes ese “no sé qué” que me volvió loco, Pero un cerebro vacio,Yo no soy plástico así que, No volverás a jugar con migo. --------------------------Adiós es todo lo que puedo decir, Ya que perdí mi tiempo en vano, esperándoteY es que estabas tan enamorada de ti misma,Que no puedo competir con eso. Adiós es todo lo que diré,No malgastare más mis palabras,Porque no las escucharas.Estoy tan herido pero no quiero sonar patético. -----------------------------No llegaste a lastimarme como querías,Debiste haberme arrastrado cuando pudiste,Nunca quise que te aburrieras con migo,Pero te diviertes más dentro de tu caparazón. Cuando me fui deje las llaves en el mueble,Regrese y seguías tan bella,Esperando lo máximo, estirando la manoPero he cambiado, y hoy decidí quedarme,Ahora eres tú  la que se va. Iluso es que des lo que no tienes,Te decía al oído cosas que no entendías,¿Cómo es que me enamore de alguien como tu?Y es que amarte a ti eraComo encontrarle los pies a la serpiente. Eres incapaz de tocar lo real y solo vez lo irreal,Jamás observaste todo lo que te di,Ni siquiera mereces que te desee suerte. Se que encontraras a alguien como tu,Porque para cada roto hay un descosido, Y ya que te gusta ser tratada como un mueble.  ------------------------Adiós es todo lo que puedo decir, Ya que perdí mi tiempo en vano, esperándoteY es que estabas tan enamorada de ti misma,Que no puedo competir con eso. Adiós es todo lo que diré,No malgastare más mis palabras,Porque no las escucharas.Estoy tan herido pero no quiero sonar patético.Me encanto conocerte pero tengo otras cosas que hacer…
Una pelea, una lucha interminable, el dragón rojo lleva la delantera, un fuego enorme cruza el campo de   batalla,  uno de los 2 piensa que en ese lugar conocerá su lecho, microsegundos tardaran en volver a dar   la vuelta, pintando el la estela azul y el frio sabor a tristeza que deja el hielo. Batalla eterna, calor desatado y oscuridad inevitable, es la combinación  incorrecta sin embargo es la   única aprendida. Los dos gladiadores han sido vistos; 7 dioses los vigilan ocultos de uno de los lados del   campo, y en esa grada oscura que se pierde en el infinito, mas espectadores, con millones de años luz de   diferencia, presencian el ciclo brindándoles su fuerza y protección;  también hay mas batallas  como la de orión, armado con un garrote destrozando a un león.   Del lado opuesto al campo han sido observados con asombro y a veces con miedo,  nombrados de muchos modos  por generaciones y generaciones,   que solo se cansan e ignoran el hecho  como  si  su  grada de tierra y agua fuera el mejor escudo, no pueden imaginarse la divinidad del duelo.   Cuando la batalla se hace neutral, todos callan y caen al piso  asombrados por el disco negro y el anillo   rojo.   Parece una competencia donde nunca nadie gana, el dragón carmesí  es inmenso comparado con el   minúsculo dragón plateado, resulta una ironía que los dos parezcan del mismo tamaño.   El gigante brinda luz  y el pequeño calma, ilusión y desilusión, ying y yang, frio y caliente, tranquilidad y pasión,  tiempo y   espacio,  pretendiendo  reinar sobre la esfera azul tampoco se dan cuenta que su pugna, su batalla sin   fin es también creadora y responsable  de vida.   Las tinieblas que son serenas y el infierno en decadencia  alimentan la esencia de su creación, de una   batalla que causa paz y que nunca terminara, hasta que uno de los dos muera y mientras tanto seguirán   siendo observados, los dioses y los mortales, todos unidos en una combinación perfecta  en una dulce   armonía, el  inicio y la creación, que de algún modo todos ellos son hijos del ocaso.
OCASO
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