• Mati Sait
Mati Sait
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  • País: Argentina
 
Nuestros cuerpos desnudos.Su mano recorriendo mi cuerpo, suave, desde mi rostro hasta mis piernas. Sus labios posando sobre los míos, inquietos. Sus ojos… Suspiro...Su mano roza mi ombligo, descendiendo lentamente para darme placer.Me quita el aire, muerdo su labio,me sostiene con fuerza.Su barba acaricia mi mejilla,mi cuello,mi pecho,mi abdomen.Dejo escapar un gemido…Su mano se detiene, me suelta.Siento sus labios tibios, húmedos.Me envuelve por completo mientras acaricio su cabello.Cierro los ojos y me dejo llevar.Él me conoce, él sabe complacerme.Otras manos recorren mi espalda, suben y bajan,juegan, se divierten,se encuentran en mi pecho. Sus fuertes brazos me envuelveny siento todo su cuerpo apoyándose al mío.Somos como piedras que se frotan para encender fuego.Su lengua recorre mi cuerpo,explora,descubre.El placer es aún mas intenso.Sus labios se encuentran, se unen, me recorren.Ellos me conocen, ellos saben complacerme.Mis manos acarician sus cuerpos,nuestras lenguas se encuentran,desciendo lentamente para darles placer.Les quito el aire, se abrazan con fuerza.Me excita oírlos gemir.Nos sumergimos en un mar de sábanas blancas. Quiero estar dentro de ellos,quiero sentirlos dentro de mí.Los conozco, sé complacerlos.Nos fundimos en un solo ser.Nos derretimos,nos fusionamos,nos amamos.
Pasión
Autor: Mati Sait  648 Lecturas
Thomas se apoyó sobre la ventanilla del vehículo, y se despidió tristemente de la casa en la que había vivido sus cortos ocho años de vida. En una ventana del segundo piso podía ver las cortinas azules de la que había sido su habitación desde que tenía recuerdos. Miró hacia la fuente que se encontraba en el jardín florido al frente de la casa, en la cual había jugado incontables veces de mil maneras, y también fue en donde se había provocado accidentalmente la cicatriz que  tenía en su brazo derecho dos años atrás. A un metro de la puerta, desde donde terminaba el piso y comenzaba el césped, había un camino de piedras que llegaba hasta la acera. Tenía un camino de flores a ambos lados, las flores por las que había sido castigado por su madre una y otra vez por pisarlas y romperlas. Pero su madre ya no estaría para castigarlo, no estaría para decirle qué no debía hacer, no estaría para observarlo, para cuidarlo, para arroparlo en las noches, para sonreírle cada mañana al despertarlo, ya no estaría. Su madre falleció unos días antes en un accidente en su auto camino al trabajo, un hombre que conducía ebrio había perdido el control. -Thomas, sube el vidrio-, le dijo su padre. Su nombre era Samuel, un hombre alto y robusto de mirada seria, casi siempre vestía sus trajes del trabajo, prolijo, ordenado. Esa vez se había quitó la corbata y se desprendió dos botones de su camisa, hacía mucho calor. Encendió el acondicionador de aire del automóvil  y comenzó a manejar. Thomas miró por última vez la casa de su infancia, la que ya no volvería a ver. Durante el camino no intercambiaron ninguna palabra, ya que Samuel recibía llamada tras llamada de su trabajo, era un hombre muy ocupado en sus asuntos y casi no tenía tiempo para Thomas. Lo visitaba una vez por semana en la casa de su madre, ese era el acuerdo al que habían llegado, no porque él quisiera verlo, sino porque su madre lo había obligado a hacerlo al menos una vez por semana, y así fue. Aunque la mayor parte del tiempo durante las visitas se pasaba atendiendo llamadas. Ahora debía vivir con él, aunque ninguno de los dos estaba muy contento con eso. Samuel vivía en una mansión lejos de la ciudad, cerca del mar. Era un exitoso abogado que dedicaba su vida al trabajo, aunque realmente no disfrutaba de lo que ganaba. Al llegar, Thomas bajó del auto y su padre lo llevó directo a su habitación en el segundo piso. No pudo ver mucho, era una gran mansión con la fachada antigua, pero el interior era muy moderno. Algunas paredes de vidrio, un enorme televisor en el living, un jardín interno, costosas alfombras, y también pudo ver al jardinero plantando árboles y algunos empleados limpiando el interior de la mansión. Su habitación era muy grande, con un enorme televisor lcd, videojuegos, un ordenador de escritorio y uno portátil sobre la cama y otras cosas que Samuel ordenó comprar para mantenerlo ocupado y distraído, pero a Thomas no le interesaba nada de eso, caminó hasta la ventana y se recostó allí observando el cielo gris sobre el mar. La puerta se abrió y entraron tres personas en la habitación, un hombre y dos mujeres, una mayor de unos cincuenta años y otra unos diez años más joven. -Thomas-, comenzó a decirle su padre- El es Saúl, el cocinero, cuando tengas apetito habla con él y pídele lo que quieras comer, ella es Esther,- señalando a la mayor- es el ama de llaves y ella es Amelia,-señalando a la mujer más joven- es tu niñera. -¿Puedo dormir?- contestó Thomas y se acostó en su cama. Saúl, Esther y Amelia salieron de la habitación y Samuel se sentó en la cama junto a Thomas. -Thomas, se que es difícil…,- había comenzado a decirle cuando fue interrumpido por una llamada. Atendió y salió de la habitación sin decir nada más. El niño se aferró a su almohada y cerró los ojos, sentía que no tenía un verdadero padre. Un momento más tarde Samuel entró a la habitación y le dijo al niño: -Hijo debo salir, le diré a Amelia que te muestre la casa. -“Tú no eres mi padre”-, pensó Thomas, pero no dijo ni una palabra. Samuel cerró la puerta y se fue.   Durante varias horas Thomas esperó allí acostado, pero Amelia no aparecía. Tenía hambre, no había querido comer nada en todo el día. Se levantó, y salió de la habitación. Se encontraba en un largo pasillo con muchas puertas, allí había diferentes muebles antiguos y modernos, una rara combinación en la decoración. -Amelia!- gritó el niño, pero no obtuvo respuesta. Caminó hasta la siguiente puerta y miró adentro, era una habitación vacía. Revisó cada habitación del pasillo encontrándose con lo mismo detrás de cada puerta. Al final del pasillo estaba la escalera que llevaba a la planta baja, descendió por ella y llegó al living. A su izquierda estaba el jardín interno con paredes de vidrio, era un espacio grande. Había hermosos arbustos y plantas y flores de diferentes tamaños y colores. Lo atravesaba un pequeño arroyo y en el medio había un pequeño puente de madera. Thomas caminó hasta la puerta y allí se detuvo, paralizado. Allí estaba el ama de llaves, tirada en el suelo detrás de unos arbustos, con una tijera de podar atravesando su garganta. El niño corrió por la mansión sin saber a donde iba, intentó abrir algunas puertas pero estaban cerradas. La última puerta de un pequeño pasillo estaba abierta, allí estaba la cocina. Tenía enormes ventanas que daban al jardín, era un ambiente amplio con todo tipo de electrodomésticos que una cocina puede tener, con paredes blancas y el piso negro, y una gran mesada en el centro. Thomas entró buscando al cocinero pero no estaba allí. Había algunas verduras cortadas sobre la mesada y cacerola sobre la hornalla con agua hirviendo, el pequeño se acercó y vio un cuchillo en el piso. Entonces un pitido agudo resonó en el ambiente, se había detenido el microondas que estaba detrás del niño. Al voltear gritó aterrado, corrió hacia la puerta e intentó abrirla pero estaba trabada. Fue hacia la ventana, la abrió y salió a patio. Vio a lo lejos a Amelia caminando en el jardín entre unos arbustos con una canasta en la mano. Corrió hacia ella tan rápido como pudo,  pero tropezó y cayó dentro de uno de los pozos que había hecho el jardinero para plantar un árbol. Una piedra raspó su rodilla y de ella comenzó a brotar sangre. El niño se levantó quebrado en llanto y siguió corriendo hasta alcanzar a Amelia. Muy sorprendida la niñera lo alzó y lo llevó hacia la mansión, Thomas se resistía y gritaba que no quería volver pero la Amelia lo sujetaba con fuerza. Al subir la escalera Thomas logró soltarse y corrió por el pasillo hasta que escuchó gritar a su niñera. Volteó y vio a un hombre alto con el rostro cubierto con un barbijo rojo, vestido de negro y con un cuchillo grande de cocina en su mano. Amelia estaba tirada en el piso junto a sus pies, sin vida. El hombre corrió hacia el niño y este corrió hasta su habitación y cerró la puerta. Thomas asustado subió a su cama, pero al darse vuelta vio al hombre que se abalanzó sobre él. En ese momento despertó agitado, estaba sudando, enredado en la sábana. Por la ventana entraba un viento cálido de verano, el cielo estaba nublado, podía sentir el aroma del mar. Estaba en la mansión, no lo había soñado, su padre lo había llevado a vivir con él. Sintió algo molesto en su cuello, levantó la mano y se lo quitó, era un barbijo rojo. Asustado tiró el barbijo al piso y se quitó la sábana de encima. Vestía de negro, sus manos estaban cubiertas de sangre y junto a él yacía un niño con una apuñalada en el corazón.    
Identidad
Autor: Mati Sait  641 Lecturas
No me digas que ya no me quieres, porque le quitas sentido a mi vida.No me digas que ya no hay amor, porque dejas abierta una herida.No me digas que no sabes, porque ya no encuentro salida.No me digas adiós, porque mi alma estará perdida.Me muero de tristeza cada vez que no me miras.Me enloquece cada vez que tus palabras no son mías.Me desespero cuando no me regalas tus sonrisas.Me torturan los momentos que no siento tus caricias.No me oyes, no me hablas, ya no siento tu presencia.No me miras, no te acercas, no me abrazas, no me besas.No habrá un próximo día, mi amor te entregué mi vida.Si ya no la quieres, desvanece.Si me dejas, perece.Si ya no hay solución, esta será mi despedida.
No te vayas
Autor: Mati Sait  575 Lecturas
Cinco amigos reunidos alrededor de una mesa. Una botella de whisky con cinco vasos en ella.Una noche de tormenta…Su ropa húmeda, el piso mojado, dos pares de paraguas colgados juntos a la puerta. Cinco amigos reunidos a la luz de una vela.El sonido de la fuerte lluvia rebotando sobre el techo de aquella humilde y pequeña casa.Una noche de octubre…El olor a tabaco impregna todo el lugar, el humo, las cenizas, los relámpagos que iluminan la tierra.Cinco amigos reunidos con cinco historias. "He venido desde lejos, he matado a mi esposa. La vi la noche del martes con su amante en mi lecho. Enloquecí ante tan repugnante hecho Fui a la cocina, cogí un cuchillo y volví a mi alcoba cegado de furia.Apuñalé a su amante y a mi esposa cogí del cabello y la arrastré hasta el jardín. Entre súplicas y llanto rebané su cuello, corté y corté hasta arrancar su cabeza de su cuerpo."  Mete la mano en su bolsillo, saca de él un puñado de cabellode muñecas con manchas de tinta roja y lo pone sobre la mesa. "Cinco vidas quité, a cinco niños asesiné.Jugaban en mi jardín, tantas veces les advertí que se alejaran de mi casa…Lanzaron piedras a mi hogar, rompieron mis ventanas.Me enfurecieron tanto que no pude evitarlo.Los invité sonriente a pasar para darles dulces y en mi sótano los encerré.Uno a uno amordacéUno a uno desvestíY con cinco viejas sogasuno a uno de su pequeño y frágil cuello colgué.Y a cada uno de ellos, con una vieja pinza oxidada, sus dientes arranqué" Mete la mano en su bolsillo, saca de él cinco dientes de plástico y los pone sobre la mesa.  “Yo juré que lo haría, juré que me vengaría. Solo rieron a carcajadas y me dejaron allí, tirado en el lodo.Lo soñé, lo soñé dia y noche una y otra vez, hasta que muchos años después al fín llegó el día, el día en que todo acabaría.Los hallé ebrios saliendo de un bar, el destino me llevó a aquel lugar. Llevé a ambos amablementes a mi departamento y los até a dos sillas enfrentadas, no podían resistirse. Luego esperé, pacientemente esperé a que estuvieran conscientes, para arrancarles un ojo, solo uno, para que cada uno pudiera ver al otro, y que pudieran reír a carcajadas como rieron de mí.” Se quita el parche del rostro dejando expuesto la cavidad en donde alguna vez existió un ojo cuando era niño hasta perderlo en un accidente. Luego mete la mano en el bolsillo y saca de él dos ojos de vidrio y los pone sobre la mesa. “Ella me provocaba, en mi oficina siempre estaba, por alguna u otra razón.Sus gestos, su mirada, la forma en que vestía, la manera en que se acercaba. Ella me deseaba, en mi oficina siempre estaba, con ropa muy ajustada.Cuando todos se fueron la llamé, cerré la puerta con llaves y una copa le invité.Estaba nerviosa, rechazó el champagne y trató de salir, no me pude controlar.La tomé con fuerza y la llevé sobre mi escritorio, trataba de escapar.Clavó sus uñas en mi cuello y mordió mi mano, la agarré del cuello y presioné hasta que ya no se movió.No me pude detener, la desnudé rápidamente y poseí su cuerpo.Corté su lengua con una navaja para que no pudiera hablar, y luego arrastré su cadaver y la arrojé por la ventana...Mi oficina está en décimo piso, junto a un edificio en construcción...”  Se quita el pañuelo que lleva en el cuello y por la escasa luz apenas puede verse unas marcas rojizas. Después mete la mano en su bolsillo y saca de él una lengua de goma pintada con acrílicos y la pone sobre la mesa. “La voz......esa voz...Repitiéndose en mi mente una y otra vez...Día y noche, cada día, me atormenta, me acosa, me seduce, me provoca...Me dijo que tome el arma, me pidió que jale el gatillo...que asesine a todos, no quería hacerlo...No quería hacerlo...Pero cambié de opinión.” Mete la mano en su bolsillo y saca un arma con cinco balas. Dispara a los demas en la cabeza y luego se quita la vida. La vela se consume, el fuego se apaga, la oscuridad se apodera de aquel lugar. Cinco amigos reunidos alrededor de una mesa.Una noche de tormenta, sin vida...La sangre cae lentamente al piso, manchando la madera.La lluvia no se detiene...El niño se levanta, toma los cinco muñecos y los arroja dentro de una caja, pone el arma de juguete en su bolsillo y se marcha. El juego ha terminado.
Juego de niños
Autor: Mati Sait  566 Lecturas
Está bueno que aca no haya límites con lo que uno escribe, pero cada vez que abro la página está llena de fotos con escenas sexuales y desnudos! ¿Se dan cuenta la clase de la cara que le están dando a textale? si alguien que no la conoce viera eso lo último que se imaginaría es que es una red social de escritores. Lo único que falta es que lo empiecen a llenar de porno... -.-
Por favor textaleros!
Autor: Mati Sait  565 Lecturas
No recuerdo haber escuchado lo que dije ayer.Hoy sucede algo que no debió suceder.Estoy confundido.No sé que sucede… …no es real.Sus voces me confunden, no sé si es un sueño.No puedo hablar.Algo viene, está cerca.No sé quienes están a mi alrededor,…personas que conozco. No son pero están.Fue un error, debí notarlo antes de llegar.El viento me dijo que me detenga.Una sombra me dijo:- Despierta!...No la escuché.Ahora entiendo.Cosas raras suceden. Todo me dice:-¡Este no es tu lugar!-me grita-¡Huye!Pero no puedo moverme.Mis manos tiemblan. De mis ojos caen lágrimas.Estoy confundido.¿Qué me sucede?Recuerdos vagos pasan por mi mente.Recuerdos distantes, confusos.Escucho mi nombre,… nadie me llama.- Despierta!...No puedo despertar.Algo bueno me trajo a este lugar.Creí que era bueno.Aún no lo sé.Quiero salir de este mundo, volver a la realidad.Quiero dejar de escribir, pero no dejo de pensar.No dejo de escuchar esa voz.- Despierta!...La luz es más intensa por unos instantes, y se va, para regresar, una y otra vez.Siento frio, me siento solo, y aunque no quiero decirlo, tengo miedo.Miedo de que sea real.Miedo de que haya olvidado todo.No recuerdo lo que dije ayer.¿Dónde estoy? ¿Quién soy?Quiero despertar.- Despierta!...No sé que sucede. El tiempo pasa tan rápido.Están en todas partes, me persiguen. Los creé y no puedo olvidarlos.No es este el lugar. No debo estar aquí.Quiero saber donde termina.- Despierta!...Lo escuché, lo olvidé, lo recordé.Ésta es mi realidad.Desperté, pero todo sigue igual. Nada cambió.Puedo hablar, pero no quiero hacerlo.Algo cambió… las voces no me confunden. Me dicen:-Regresa…No quiero regresar, no puedo regresar. Ya estoy aquí.Ellos vuelven a mi mente, me muestran mi destino.No quiero aceptarlo, no quiero rendirme.No puedo enfrentarlos.Resplandores vienen a mi… me enceguecen.…no quiero ver.El cielo se cubre de tristeza. Derrama una lágrima en mi rostro…Me persigue, me atrapa,… el tiempo se acelera.No puedo detenerlo…Se apodera de todo. Susurra a mi oído:-No puedes escapar…Corro desesperado, no sé donde voy.Oigo gritos a mi alrededor,… aterradores.Quiero dejar de oírlos, pero no puedo.No puedo callarlos…Todos desaparecen, estoy solo.No me deja el temor, no soporto el dolor.Mis fuerzas se agotan.El aire me sofoca, el tiempo se detiene.Me rodean, me acusan, me gritan, me hieren.…no quiero escuchar.Sus voces me seducen.Sus ojos me acorralan.Mis miedos se descubren.Solo pienso:-Basta!Lo digo, lo grito, lo repito.No se detienen.Quieren entrar a mi mente, mostrarme mi destino.Pero no quiero, no quiero rendirme.No quiero enfrentarlos.Recuerdos vienen a mi… me duelen.… no quiero sentir.Mi rostro se cubre de tristeza. Derrama una lágrima.Están en todas partes, me persiguen.Los creé y no puedo olvidarlos. Estoy atrapado.Atrapado en esta prisión.Atrapado en mi memoria.Atrapado en mi destino.Atrapado en esta historia
Despierto cada día pensando en tu nombre. Escucho tu voz llamándome desde lo profundo del amanecer.Huyamos juntos al ocaso de la distancia que se quiebra cada vez que te veo sonreir.Huyamos juntos al fin de la Tierra en donde nuestros nombres puedan reposar en un mutuo sentimiento. Mi alma inquieta busca tu alma en cada rincón, en cada sombra.Correré a tu lado para verte despertar con una dulce sonrisa, y te robaré un beso cada día.
La tristeza tortura lentamente,se nutre de tus fuerzaste lleva hasta la muerte.Triste melancolía, te ahoga en el recuerdoque guardas de tu vidase agota el sentimiento.La ironía que vives cada díacon lágrimas desiertasy sonrisas inciertas.Te lleva hacia un abismo oscuro y profundoacecha hoy tu vidaperdido en este mundo.Una vez y otra vezves tu cielo al revésy fingir no es correrya no puedes deteneral tiempo debe cedersin ser, desaparecery el olvido conocertu tristeza otra vez.El dolor rompió tu corazón.Robando una penavendiste tu razón.Lejana soledad, tu fría oscuridad.Mendigando solución,buscando una ilusión.Tu locura, tu llanto y fantasíacomo tu razón de serconsumiendo tu vida.Perdiste tu estrella, perdiste tu camino.Dependiendo del ocasoconstruyes tu destino. Una vez y otra vezves tu cielo al revésy fingir no es correrhoy no puede sucederal tiempo debes cedersi no puedes comprendery en silencio poder vertu dolor desaparecer.
Locura y fantasía
Autor: Mati Sait  552 Lecturas
Él levantó la mirada y observó sus ojos, grises, como el cielo esa tarde. Se acercó y besó su mejilla, sintió por última vez el aroma dulce y suave de su perfume. La gélida nieve se posaba en sus cuerpos pálidos, fríos. Con su mano acarició su rostro y sonrió. Y le dijo: -Adiós.Ella abrió los ojos y tomó su mano. Intenta abrazarlo pero él se levanta y retrocede.-Te amo-, le dice y se va. Intenta llamarlo, intenta alcanzarlo, pero no puede moverse, no puede gritar. Entonces despierta. Un dolor recorre su pecho, el cinturón le dejó una marca.Los cristales quebrados no le permiten ver afuera, pero puede oír el viento, puede sentir el frío, puede verlo junto a ella, inmóvil, pálido, frío.
Otoño en el cielo
Autor: Mati Sait  551 Lecturas
Cierro los ojos, y con un gesto de sentirlo desagradable digiero el sabor de la frustración. Gota a gota derramo lágrimas sobre mis palabras que no me supieron complacer, que sofocan mi cordura al afrontarlas. Al final está escrito mi nombre, la firma de mi sentencia a un oscuro abismo. Doblo el papel y lo introduzco en el sobre que lo llevará a quien descubra el por qué de mi agonía, el por qué de mi desvelo. Dejo el pequeño sobre rojo sobre mi almohada, y camino a través de las puertas del fin del mundo. Espero encontrarte allí amor, me dejaste el sabor amargo de tu abandono. Dejo atrás mi casa, espero llegar a mi hogar. El día se torna oscuro, el viaje al fin comienza, la sangre que derrama mi corazón será testigo de este sacrificio.
Sacrificio
Autor: Mati Sait  544 Lecturas
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Microrrelatos 1
Autor: Mati Sait  544 Lecturas
-¿Lo hacemos otra vez?- le dice ella, y su amante lo asiente. Comienzan a desvestir el uno al otro hasta quedar completamente desnudos, disfrutan mirarse, se excitan. Se tienden en la cama uno junto al otro, y se dan un beso apasionado, sus cuerpos se fusionan en uno solo ser, hasta quedar tendidos de placer junto al cuerpo de quién era esposo de la mujer.
Ritual
Autor: Mati Sait  543 Lecturas
No me pidas un besopues antes que lo hagas te habré besado.No me pidas un besopues aún mayor es mi deseo,el sabor de un dulce encuentro de tus labios con los míos. Pídeme un beso y te lo habré negado,para que me tomes y lo robes,te adueñes de mis labiosy me quites hasta el último aliento. 
No me pidas un beso
Autor: Mati Sait  541 Lecturas
Solo quedo en silencio,esperando.Solo espero en silencio,un suspiro. Una calma que sofoquetu agonía.Un eterno resplandor que me dijera en silencio las palabras que no quieras. Sin pensar en el temor que oscurece el callar de tu silencio que no esperas.  Solo espero en tu silencio que me lleva. Sin creer que solamente tu pudieras. Arrancar la fría sombra que me hiere. Terminar con el dolor que solo muere al callar tu silencio que no espera. Un suspiro que amenace la locura y el silencio ante un suspiro se rindiera.
Estancia eterna
Autor: Mati Sait  540 Lecturas
Una lucha constante,alaridos desgarrantesy la voz susurrantede la quietud triunfante.Dolor y sufrimientoCulpa, arrepentimiento;Coctel de sentimientos,Confusión sin pensamientos.La razón sollozante,la conciencia pensantey la mirada acusantede la quietud triunfante.Condena de eterno encierro.Condena de eterno destierro.Condena eterna imborrable.Condena inalcanzable.Ilusiones y espejismos,encerrando un abismo Un destino sin salida.Último aliento de vida.
Último suspiro
Autor: Mati Sait  532 Lecturas
-Te amo, sos todo para mí. Quiero vivir el resto de mi vida con vos. Te amo, amo tu sonrisa, tu mirada, amo sentirte a mi lado cada mañana, amo ver tus ojos observándome, amo caminar con vos tomado de la mano, amo sentir tus labios en mi boca, tu cuerpo junto al mío, dentro de mí. Te amo.->(Yo no te amo, sos demasiado cursi… Dejá de mirarme tanto por favor! Me molesta que me agarres la mano al caminar, se cruzar la calle, no me voy a perder. Por cierto, odio caminar tanto. Pero bueno, estas re fuerte, me re calienta tu lomo. Te quiero re dar todo el día, sos genial en la cama. Mira que me he volteado un montón, pero sos el que mejor se mueve. Y ni hablar de cómo me la chupás, no sé que tenés en la boca pero me haces volar hijo de puta. Me encantaría que me lo hagas el resto de mi vida, viviría feliz).>Yo también te amo, y quiero pasar el resto de mi vida con vos. Se tomaron de la mano, y unieron sus labios en un beso apasionado.
Te amo
Autor: Mati Sait  530 Lecturas
Porque necesito resolver mis problemas.Porque necesito tiempo para pensar.Porque no soy capaz de cambiar por miedo a perder.Porque necesito perder para poder cambiar.Porque el tiempo perdido nunca se pierde.Porque el tiempo cambia.Porque quiero estar solo, y cuando lo estoy, necesito de alguien.Porque ese alguien nunca llega.Porque ese alguien se aleja en secreto.Porque ni el mayor secreto permanece oculto.Porque no quiero tener secretos.Porque los tengo.Porque evitan el dolor.Porque a veces no lo hacen,Porque a veces, no deben hacerlo.Porque grito en silencio.Porque no me escuchan.Porque nadie quiere escucharme.Porque no escuchan por miedo.Porque no quiero tener miedo.Porque el miedo paraliza.Porque necesito estar seguro.Porque necesito más que palabras.Porque las palabras sobran.Porque un abrazo es suficiente.Porque el tiempo no es suficiente.Porque el tiempo se termina.Simplemente, porque deben suceder.
Siempre voy contra el mundo, llevando en un estandarte mi sueño, mi gran sueño. Pero en el bullicio de la ciudad extravié mi camino.Ahora comienzo a gritar. Ahora estoy desnudo.  
Perdido
Autor: Mati Sait  526 Lecturas
Si ya no quieres, el día se acabará. Si ya no puedes, la noche te alcanzará.Si entonces pierdes, la luna no brillará.Y si no quieres, el día no regresará.Si solo cedes a vivir en tu oscuridad.Tu vida hieres; las estrellas no verás.Si todo duele, sabrás que no volverás.Podrás perderte, bosque de eternidad.Sin encontrarte, podrá todo terminar.Si ya no quieres, no puedes.Si solo cedes y pierdes.Si entonces duele perderte.Difícil encontrarte,sin solamente buscarte.
Si solo no quieres
Autor: Mati Sait  524 Lecturas
Lo temí, y al fin se volvió realidad. No logro comprenderte, alguna vez dijiste la verdad? Comienzo a dudar de todos estos años. Comienzo a dudar de todo lo demás Lo que me mantuvo en pie por tanto tiempo, acabó derrumbandose. Ya cumplió su objetivo, ahora desaparece. Una ilusión, una maldita ilusión. Destruye más de lo que crea, y luego todo pierde sentido. Toda la esperanza, se ha ido. Otra maldita ilusionque solo trae dolor. Todos esos momentos se desvanecen en mis lágrimas. Todo ese cariño se pierde en la nada. Te pierdo, solo te vas. sin decir nada mas. Aunque quiera no podré olvidar tu nombre, tu voz. No podré olvidarte jamás.
29/05/12
Autor: Mati Sait  522 Lecturas
En soledad puedo llorarEn soledad puedo desangrarEn soledad puedo sufrir sin ver sufrir a nadie másEn soledad puedo morir las veces que quieraEn soledad puedo destruirme sin sentir culpaEn soledad puedo gritar En soledad puedo sentir temorEn soledad puedo volarEn soledad puedo dejar libre al monstruo que hay dentro de miQue grita por salir, que me hace sentir que nada puede estar peroPuedo tocar fondo y ver desde alli, lo alto que eh llegadoTodo es malo, todo es buenoEn soledad puedo enloquecer, puedo soñar, puedo reirEn soledad me encuentro conmigo mismo y puedo ver quien soyEn soledad puedo caer y dejar caer conmigo todo lo que me agobiaQuebrar mi ser y que se derrame mi oscuridadMorir, simplemente morir, y despertar una vez másSentirme libre, sentirme fuerteSentir que estoy listo para enfrentarme nuevamente a mi vidaLa vida que me tocó vivir, la vida que me tocó sufrirEsta vida.
Simplemente...
Autor: Mati Sait  520 Lecturas
Amo la tristeza, me lleva al mundo inverso de mis palabras, me arrastra a la utopía de mi ser. Amo la tristeza, me lleva hacia el abismo de mi mente, me hace morir para volver a renacer. Amo la tristeza, me hace morir. 
Amo la tristeza
Autor: Mati Sait  516 Lecturas
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El final
Autor: Mati Sait  515 Lecturas
Un océano olvidado, cuando soplan fuertes vientos. En el aire ha quedado y el tiempo lo ha alejado. Vanas lluvias han dejado un presente sin pasado. Tantas cosas que no entiendo Agua seca, corre huyendo. Un océano que se oye sin poderlo comprender. Lo profundo, inalcanzable oculto sin poderlo ver.  Cada paso en el vacío. Cada gota de este río. Como sombra en el verano el silencio entre tus manos. Una luna escondida, sin buscarla en el cielo. Ignorando un suspiro, sin ver un sentimiento. Una lágrima en el mar, sin pensarlo, sin sentir. Sin la luz un una noche, no saberlo y morir.  Cada paso en el vacío. Cada gota de este río. Como agua en el desierto puedes ver un sentimiento Una noche iluminada que se expresa desde el cielo. Un tesoro escondido que al callar es descubierto. Una lágrima en tu rostro cuando el sol puedes sentir. Amanece cada instante para poder existir.
Más allá
Autor: Mati Sait  513 Lecturas

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