Mi alma está llena de colorescada uno es un sentimiento.Cuando se inquieta, tengo que dejarlos viajar.Pinto Mandalasy así exteriorizo lo bueno y lo malo.Dejo al descubierto mi alma y mi corazón.Me desnudo, me expongo,me entrego, te doy lo mejor que tengo.Te regalo un Mandala, microcosmos colorido.Te doy todo mi amor,todo mi calor y cariño;en un rayo de sol,en la caricia del viento,en la frescura del pasto,en la fuerza del relámpago,en el ruido del trueno,en las olas del mar,en la lluvia que limpia, que calma.Te regalo mi alma.Te doy mi paz.

Cuando me das un abrazoel Sol brilla en mi interior,siento como el hielo se derritede mi lastimado corazón.Cuando me das un abrazoya no siento temor.No hay tiempo para el vacíoo para el dolor.Cuando nos abrazamosnuestro vínculo se fortalece.Somos uno,la amistad crece,y nos damos solo lo mejor.Cuando te abrazo, te elijo,me elegís,para amarnos, con ese amor que solo nosotrossabemos darnos.Liberamos tensiones,nos relajamos,y en seres de luz nos transformamos.Miles de tormentas pasamosy muchas veces nos distanciamos.Pero nada de esologrará separarnos.Romper el lazo,soltar las manos.Con cada mirada, nos entendemos,nos hablamos.Con cada palabra de cada poemanuestras almas acariciamos.Con cada paisaje que visitamosnuestros espíritus aquietamos.No necesitamos títulos,etiquetas o ser románticos.No hay fracaso.Somos seres alados, libresque se acercan cada tanto,para amarse fugazmentey fundirse en un abrazo.

Te guiño un ojo Y en tu boca veo un asomo de sonrisa. Quiero que te acerques, te querés acercar, pero tu orgullo no te deja, te frena. Invisible barrera entre nosotros. Un muro entre dos jardines, como la tristeza. Estás lejos, pero a la vez muy cerca. Vuelvo a incitarte con la mirada Y esta vez te rendís. Por fin te acercás, tanto que nuestros labios se rozan Siento la electricidad que recorre mi cuerpo, de ese beso, de tu beso. Me dejo llevar...

Me diste una foto tuya, no se bien con qué intención. Quizás pienses que no te recuerdo. ¿O es que nunca voy a tenerte conmigo y esa es tu forma de decírmelo? Algunas tribus indígenas se niegan a ser fotografiadas por creer que las cámaras capturan parte del alma, que queda impresa en cada foto. Me gusta pensar que tengo un pedacito de tu alma conmigo, que me regalaste una parte tuya importante para que la guarde, antes que creer que simboliza algo malo. Se dice que todo depende del cristal con que se mire. Vemos las situaciones dependiendo del humor de nuestra conciencia.

Y llegó el día en que los teléfonos dejaron de sonar, los televisores no emitieron imágenes y las radios enmudecieron sus voces, dejando solo incomunicación y el molesto sonido de la estática continua. Los GPS olvidaron los caminos de regreso (y los de ida también) e internet se convirtió en un cementerio de links rotos, llenos de desinformación. Esa tormenta solar de la que tanto se hablaba fue más fuerte de lo que creíamos. La tecnología  que conocíamos había muerto, era historia. Décadas de descubrimientos e inventos globalizadores, exterminados en minutos. Miles de aparatos yacían inútiles, sin mensajes que enviar o recibir, sin datos que compartir, sin información que presentar. Una nueva era en la historia de la humanidad había llegado. Todo es caos. Nadie nos preparó para esto.

Sentada en el asiento del tren, esperando su partida, tuve un pensamiento. Mientras miraba por la ventana, una sensación de Déjà Vu extremo me envolvió. Me imaginé a mi misma, en algún tiempo remoto (o no tanto) en ese mismo tren, mirando por la misma ventana y teniendo el mismo pensamiento. ¿Será posible…? La sola mención de esa pregunta, me congeló y originó un nuevo Déjà Vu. Uno dentro de otro.  A su vez, la idea de haber estado en una situación y haber pensado que ya había pasado y que pensarlo así me haya dado la misma sensación, no hizo más que originar uno nuevo. ¿Se entiende? Era como un dominó de Déjà Vu, en línea, uno originando el otro… Reacción en cadena imparable, pero interesante. Es como cuando estás en un ascensor revestido con espejos. Ves un reflejo eterno de tu persona, infinito. Es un cuadro dentro de otro sin final aparente. Pero uno en el fondo sabe que los Déjà Vu no son más que juegos mentales, tiempos distintos de respuesta de los hemisferios de nuestro cerebro. Solapamiento entre consciencia e inconsciencia. Nada fantástico ni de otra dimensión. Un simple error de cálculo.