• Lucy Reyes
Lucy
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  • País: Colombia
 
TRAGAR SAPOS Entendí esta frase de, “TRAGAR SAPOS” cuando escuché a un importante personaje, filósofo, matemático, ex rector de la universidad nacional, político, ex alcalde de Bogotá, llamado Antanas Mokus, diciendo que algunas veces tiene que tragar sapos, lo que quiere decir, que tiene que aguantar ciertas molestias, para evitar otras o, por seguir pasos diplomáticos, por prudencia, por conveniencia, en fin por lo que sea, hay que aguantar molestias. Y, sí, creo que somos muchos los que a veces tenemos que tragar sapos, porque desafortunadamente, no faltan personas a las que una les cae mal y odian o sienten envidia, buscan hacer daño, difamando, calumniando, siendo hipócritas, satirizando y ofendiendo. Si de esas molestias tomamos venganza la vida se convierte en desastres, en violencia, en guerra, por tal razón algunas veces hay que “TRAGAR SAPOS”.
"TRAGAR SAPOS"
Autor: Lucy Reyes  472 Lecturas
   NADIE ME CONSOLABA   El día que supe que mi novia me era infiel, invité a mis amigos a beber al bar preferido. A esas invitaciones ninguno se niega, porque gozan del despecho del amigo y consumen gratis buena cantidad de licor. ¿A quien le importa mi dolor?, a nadie. Yo, el único bobo, entre trago y trago, hablando trabado como un buen borracho, repetía una y otra vez “He de matar a ese par de desgraciados, no los quiero vivos, mañana mismo contrato unos sicarios”. Mis supuestos amigos hipócritamente me daban la razón: “sí hermano, mátelos, es lo que merecen”. Cuando pagué la cuenta se marcharon, sin embargo, Francisco, el único amigo sincero rechazó mis amenazas, me llevó arrastrado hasta su vehículo y, luego me condujo hasta  mi casa.   Mi madre enojada preguntó a qué se debía mi tardanza ¿Qué respuesta podría yo darle en mi estado de embriaguez? Tropezando contra todo pude llegar al lugar más amado, “mi cama” la única que aguanta mis ronquidos, mis pedos, mis sueños, mis movimientos, mis pesadillas, mis…   Al día siguiente, enguayabado, adolorido, busqué consuelo en mi hermana mayor, porque necesitaba desahogar mi tristeza. Empecé por pedirle excusas por mi tardanza para seguir con el relato del desengaño que sufrí, pero como si estuviera hablando con una pared,mi hermana se comía las uñas, no me miraba, estaba pendiente del timbre del teléfono, y me dejó solo. Entonces, busqué a mi madre, le pedí disculpas por mi tardanza y le dije que estaba dispuesto a explicarle a qué se debía mi estado de embriaguez. Ella sí me atendía, pero no faltaba quien interrumpiera; "la empleada del servicio". Señora Margot ¿qué hago de principio para el almuerzo?, miremos qué hay de mercado, -dijo mi madre-, se fue a mirar que había de mercado y me dejó solo.   Mi padre también llegó tarde, se levantó después de medio día a pedir el almuerzo. No tenía  idea del escape de dolor que bordeaba mi alma. Se levantó a dar órdenes, me mandó que llamara a la empresa de acueducto para que repararan un escape de agua. Marqué el número del teléfono de dicha empresa, duré más de una hora escuchando lo de siempre: la máquina que responde: “Para quejas marque uno, para pagos, marque dos, para daños marque tres”, se escucha propagandas y música promocionando el buen servicio, finalmente, cuelgan el teléfono y, tengo que aguantar el mal genio de mi papá. Siguen los escapes, el del agua y el de de mi dolor, sin remedio.      Llegó de visita el novio de mi hermana, es un tipo elegante, bien vestido cretino y mentiroso, pero su saludo es bien cordial, lo que me obligó a escucharle cualquier cantidad de mentiras: que lo nombraron ministro de educación, pero que declina la propuesta porque tiene que viajar a Europa invitado por el rey de España, que tiene mucho dinero y que va a comprar fincas, casas, carros… Hice que le creía, lo felicité, y en cierta forma me distrajoí.   Por fin volvio mi madre a escuchar mi dolor, y otra vez interrumpio la visita de una amiga de mi hermana. Se reúnieron las dos a criticar la fiesta de cumpleaños de la mejor amiga. ¿Te fijaste en la novia de Marcos, la forma como usa los cubiertos? no sabe comer, tampoco se sabe vestir,  tan mal peinada y ese perfume de pachulí. ¿No te pareció poquita la comida? uyyy sí, ¡qué tacañería! y qué me dices de la anfitriona, con ese vestido amarillo de colas, tan feo,  parecía un vestido de bruja, además los zapatos no hacían juego con el vestido.  Me pareció tan aburrida la conversación de ellas, que preferí ver televisión y mi mamá se dedicó a ordenar a la empleada del servicio que atienda a mi papá y a la amiga de mi hermana. Ha pasado un mes, uno de mis supuestos amigos insinuó que volvamos a beber al mismo bar. Yo sabía que debía contar con dinero para pagar. Acepté para desahogar mis penas,  pensando encontrar al buen amigo que a casa me llevó borracho, pero nada, no estaba.  Lo primero que preguntó el supuesto amigo fue: ¿ya conseguiste el sicario? Nooo,  jamás sería capaz de matar ni al más pequeño de los seres vivientes. Pero, la noche que nos reunimos en el bar, no parabas de repetir que matarías a ese par de desgraciados. ¡Amigo! esas son palabras de borracho despechado! -le dije-  “Del dicho al hecho hay mucho trecho”  Pues, has ganado el título de “El Vengador” -dijo el enemigo- en reemplazo de tu verdadero nombre. Quedé en silencio, coloqué el codo sobre la mesa y mi mano sobre mi frente. Pensé: ésta es  una herida más a mi dolor! ¡Qué injusta es la vida! ¿Con que así me llaman los que dicen ser amigos? ¿Mientras mi familia me considera noble o pendejo? Bueno, Seguimos charlando sobre  política, él, contradecía mis conceptos, porque cree que él es el único dueño de la verdad Tanto contradijo, que resolví decir a todo “Que tiene razón” Pagué la cuenta y me despedí.  Después de las desilusiones pensé, que prefería la soledad, sin visitas que interrumpan mi lectura, ni mis programas de televisión, ni mis trabajos en mi computadora. Sólo aceptar a mi mejor amigo:  “YO CON YO” sin más amigos, sin familia, con mi trabajo, mi guitarra, mi música y mi poesía. A nadie Necesito. Llegué a mi casa y ¡Vaya sorpresa!  Todo estaba oscuro y cuando entré se prendieron las luces y se escucharon cantos de felicitación, eran mis cumpleaños. La sala estaba bien decorada, un delicioso ponqué adornaba la mesa del comedor. Varios invitados me felicitaban y me entregaban regalos.  Francisco había organizado la fiesta, me felicitó, me regaló un libro, me abrazó y dijo: “PUEDES CONTAR CONMIGO EN LAS BUENAS Y EN LAS MALAS”, me entregó una carta escrita por mi novia en la que me explicaba que ese beso y abrazo que vi aquel día, simplemente era una despedida de un primo que viajaba a Londres. Apareció Diana –mi novia- muy hermosa, me abrazó, me felicitó y me dijo: “NO JUZGUES SIN ANTES COMPROBAR LOS HECHOS”
NADIE ME CONSOLABA
Autor: Lucy Reyes  1336 Lecturas
QUISE IMITAR A SILVANA PRESSACCO Viendo los videos presentados por Silvana Pressacco, los miré, los admiré, quise seguir su ejemplo. No sabía cómo empezar. Comenté mis deseos de hacer videos a Lili Villegas, (nuera) ella hizo un video con mi poesía, lo hizo tan rápido que poco entendí. Luego le comenté a mi nieta Gabriela, ella hizo un video sobre otra de mis poesías, me enseñó un poco, me dijo que era muy fácil. Empecé a hacer un video, pero faltaba agregar la música. Se me dificultaba calcular el tiempo de duración del texto. Pedí ayuda a mi hijo Juan Francisco, él tampoco había hecho videos, sin embargo, con su buen gusto musical y el cariño que me tiene me ayudó y entre los dos hicimos el video de mi poesía “Eclipse”, el que acabo de publicar en Textale. Me gusta por tratarse la poesía de un romance de la luna y el sol en las cuatro fases de la luna. Aprendí, ya hice sola un video con mi texto “Locura de amor” Solo me falta agregarle la música y abreviar un poco el texto.  Me ha gustado distraerme buscando imágenes, haciendo historias cortas, haciendo propagandas, Jugando con aplicaciones, sin interés de publicar, sólo para guardarlo en mis escritos privados. Qué rico es ilusionarse con algo nuevo y aprovechar ratos libres para hacer el ejercicio. Gracias Silvana. 
https://www.youtube.com/watch?v=o0SsfRCyeJUPor el ejemplo de Silvana Pressacco, de hacer bonitos videos, me entusiasmé, también quise hacer videos. Inicié con mi poesía Eclipse, creí que era muy fácil, pero no ni tan fácil, entonces le dije a mi hijo Juan Francisco que me ayudara y entre los dos hicimos el video. He seguido jugando con aplicaciones, imágenes y textos. Creo que ya puedo seguir haciendo videos, sin ayuda.  
Eclipse
Autor: Lucy Reyes  835 Lecturas
ORQUÍDEAS DE COLOMBIA En mi finca he visto orquídeas en los árboles, he recibido obsequios de orquídeas, y hoy he pensado en esas bellas flores que son orgullo en nuestro país, Colombia. El tema de orquídeas es muy extenso y no soy muy experta en el tema, pero me entusiasma escribir algo muy breve sobre lo poco que sé. Así que a continuación dedicaré unos minuticos sobre las orquídeas. La orquídea o catleya Trianae, es la flor nacional de Colombia, su nombre es en honor al botánico explorador y médico colombiano, José Jerónimo Triana Las Orquídeas son plantas Herbáceas, se consideran entre las flores las más bellas del mundo, por sus colores, aromas y formas, pertenecen a la familia más extensa vegetal y existen miles y miles de especies. Las hay, epífitas, saprófitas y parásitas. LAS EPÍFITAS: pueden ser eternas, viven en los árboles como soporte, sin raíces en el suelo, pero  no las paraliza SAPRÓFITAS: No son parásitas como mucha gente cree, simplemente son plantas o microorganismos, que se alimentan de materias orgánicas en descomposición PARÁSITAS: Viven de otras plantas vivas, obtienen sustancias nutritivas que necesitan para su desarrollo. Existen orquídeas que se pueden cultivar en la tierra y, hasta en canastas plásticas. En la antigüedad se decía, que la Anturia Negra era la elegida como la flor representativa de Colombia, pero el clamor popular, respetado por la comunidad científica ratificó a la Catleya Trianae , flor representativa de Colombia. El cultivador y actual vicepresidente de la sociedad colombiana de orquideología, dice que son tantas las orquídeas que existen, que se hace difícil dar una regla general sobre su cultivo. Recuerda que la orquídea es la familia más grande de plantas que florecen en el reino vegetal. En Colombia hay unas 3.000 especies. Siendo difícil continuar con el cultivo terrenal de orquídeas he decidido celebrar este tema de las orquídeas, con una bella poesía del poeta:  HÉCTOR CORREDOR CUERVO.  Lirio de mayo, majestuosa flor, exaltada por Mutis y por Triana por copiar del arco iris su esplendor y en su estigma la insignia colombiana. Sus alas al abrirse cual sonrisa quieren volar con la belleza extraña para darle al humano una caricia con gotas del amor de propia entraña. Su pistilo abrazado por estambres, que fecundan el polen de la unión,  es ejemplo de todos los mortales para que nazcan flores de razón ¡Oh cara flor de exótica belleza! que brota cual el ángel de rizomas, quiero llevarla en mi alma con firmeza y esparcir por el mundo sus aromas.  
ORQUÍDEAS DE COLOMBIA
Autor: Lucy Reyes  511 Lecturas
UN DÍA DE PEREZA Un día domingo quise dar gusto a la pereza, levantarme tarde, bañarme tarde, desayunar chocolate tamal y pan. No recibir visitas, seguir durmiendo, apagar el celular, no ver televisión, sólo escuchar música de mi gusto. Advertí a mi esposo y a mi hijo menor que son los que viven conmigo, que no me insistieran ir a paseos, ni a visitas, ni a cine, que no me despertaran y que pidieran las comidas a domicilio. Mi propósito era descansar todo el día y el lunes levantarme muy temprano, ordenar todo y realizar mis compromisos de trabajo con cabeza despejada, libre de problemas y poder concentrarme lo necesario para lograr buen desempeño de mi trabajo. Todo se cumplía muy bien hasta las diez y media de la mañana. Cuando sonó el timbre de la casa, me asomé a la ventana a ver quien timbraba, era la novia de mi hijo, traía un arreglo floral. Yo estaba en camisa de dormir, en pantuflas,  despeinada, sin maquillaje. Me preocupé llamé a mi hijo, le dije -llegó tu novia-, él también se asomó a la ventana y me dijo: qué pena, se me olvidó que mi novia quería visitarte y regalarte unas flores en agradecimiento a tu colaboración en la revista que ella dirige. Hazla seguir a la sala,-le dije- ofrécele un café, mientras me arreglo y luego,  recibo la visita y las flores. Karen me entregó las flores y una tarjeta de agradecimiento, por haber comentado en su revista el maravilloso desfile de modas que ella organizó. Seguimos comentando sobre la revista. Llegó la hora de almuerzo, invité a los tres a almorzar a un buen restaurante. Después Karen dio las gracias y se fueron con mi hijo. Quedé sola con mi esposo, regresamos a la casa y ¡Oh sorpresa! Un sobrino de mi esposo, su esposa y sus tres hijos, estaba en la puerta de nuestra casa, esperándo que les recibiéramos la visita, que por cierto se prolongó hasta las doce y media de la noche. Pasamos el tiempo bebiendo vino y “arreglando el país”, -como de costumbre se dice- Así que me trasnoché y no pude descansar. El lunes amanecí con malestar por el vino, no me pude concentrar en mi complicado trabajo. Me estresé, me dolió la cabeza, quedé mal con el trabajo. Prometí dar cumplimiento en los tres días que se había fijado el término y que de no cumplir con mi trabajo, se quemaría una etapa del proceso y se perdería el buen resultado del caso. Entonces, en esos tres días trabajé día y noche, terminé agotada y aún no sé el estado del proceso, hasta cuando pasen tres días hábiles. Ojala mi trabajo no adolezca de error alguno. Lo malo es que viajo a México mañana y hasta  el doce de noviembre que regreso sabré el resultado.          
UN DÍA DE PEREZA
Autor: Lucy Reyes  461 Lecturas
SEGUNDA OPORTUNIDAD En un humilde barrio de Bogotá, viven Rafael Rivera, su esposa Rosita y sus tres hijos: Jaime, Oswaldo y Flor. Rafael tiene una pequeña carpintería, Rosita se encarga del hogar, Jaime trabaja vendiendo periódicos, -es el mayor- Oswaldo trabaja como plomero, Flor está en último grado de bachillerato, además, teje suéteres para ayudar a sus padres. Rafael tiene cincuenta y dos años, es de baja estatura, gordo, moreno, miope y pobre. Rosita tiene cuarenta y nueve años, ya tiene canas, es obediente y noble. Oswaldo se parece a la mamá,  Jaime y  Flor se parecen al papá.   El carpintero está detrás del torno de trabajo, se coloca bien las gafas, pero se le han bajado. De repente llega el vendedor de loterías al taller de carpintería, llama a gritos a Rafael, -el carpintero pregunta- ¿qué pasa? El vendedor de loterías, apresuradamente abre el periódico en la sección de loterías y señala con su dedo índice el número de la lotería  y dice: “Don Rafael, usted salió favorecido, se ganó el último billete de lotería que le vendí” Rafael sonríe nervioso, se quita la blusa de trabajo que tiene puesta, busca el billete en el bolsillo de su camisa, encuentra y confirma con el lotero que es el ganador de la lotería. Rafael grita: “Me la gané, me la ganeeee”;  en ese momento llega Carmelo, ayudante del carpintero. Buenos días don Rafa, ¿cómo le va? Me va de película Y ¿eso? El carpintero, emocionado dice: Me gané la lotería No puede ser ¿cuánto gana? Mil millones de pesos, pero, Carmelo hablemos después, por favor,  un ojito al negocio, mientras voy a contarle a mi familia lo de la lotería. Bueno don Rafa. Carmelo se llena de envidia. El vendedor de loterías felicita al comprador, le desea que disfrute,  que no lo olvide, que le regale unos pesitos y se despide.   Rafa abre la puerta de la carpintería, que comunica con el patio de su casa.Entra corriendo, se resbala, cae al piso, causándole fuerte lesión en una pierna. El periódico y el billete de lotería también caen al piso. Rosita ve el accidente, llama a sus hijos para que le ayuden a levantar al papá y llevarlo a la cama. Flor, nerviosa recoge el periódico lo deja sobre la mesa del comedor y el billete lo mete en el directorio telefónico. Luego atiende a su padre que mucho se queja. Flor se dirige a la carpintería, comenta a Carmelo que el papá sufrió un accidente. No puede ser y yo, pensando que ustedes estaban felices ¿felices? ¿Por qué? por lo de la lotería ¿cuál lotería? ¿No sabe? No ¿qué? pues, que su papá se ganó la lotería. Flor sale corriendo en busca de Rosita. Mamá, ¿es verdad que mi papá se ganó la lotería? No sé, sí mamá, eso dice Carmelo que mi papá ganó mil millones de pesos. Oswaldo dice: ¡Qué chimba! ¿Mil millones de pesos? Rosita abre sus ojos, mira al cielo y da bendiciones. Jaime se entera y dice: ¿nos volvimos ricos? brinca feliz, pero ¿cómo hacemos para que mi papá despierte y nos cuente? Rosita dice: esperemos un rato, ¡pobrecito! Oswaldo mira y mira al papá, tose una y otra vez, Rafa se despierta, se queja un poco y dice: ya me siento mejor. Queda un rato pensativo, se sienta, Rosita lo acomoda con cojines y Rafa dice: Pónganse felices, me gané la lotería de Cundinamarca. Rosita pide a su esposo que cuente cómo fue eso y Rafa relata detalladamente, luego pregunta ¿Quién recogió el periódico con la lotería?,  se me debió caer cuando  resbalé. Traigan el billete para que todos la puedan ver. Flor encuentra el periódico, pero no el billete ¿Dónde lo dejé? Yo  recuerdo haber visto un pequeño papel, pero con el afán de ver a mi papá lesionado no recuerdo dónde lo guardé. Coloca sus manos en la cabeza. Esperen voy a buscarlo, -dice Flor- mira por toda la habitación, abre los cajones del armario, busca en las páginas del periódico. Rosita enojada dice: cuánto tiempo lleva buscando ese billete y nada que encuentra, eso le pasa por despistada. Rafa no se preocupa piensa que el billete no ha salido de la casa, cree que en cualquier momento aparece. Rafa llama a Rosita y a uno por uno de los hijos para decirles que se deben reunir con frecuencia para hacer planes de lo que harán con el dinero. Flor interrumpe: pero papá qué hacemos si el billete no aparece, ya llevo varios días buscándolo y no encuentro el bendito billete, pues búsquelo más, -dice Rafa. Rosita pide a los hijos que ayuden a buscar el billete. Oswaldo impaciente dice: deje de jugar a las escondidas hermana, y muestre rápido el billete, -Jaime dice lo mismo. Flor pide a Rosita que la acompañe mañana a misa de ocho, para dar gracias a Dios y pedir que aparezca el billete.   Rafa, entusiasmado dice: bueno, hagamos planes: con ese dinero he pensado comprar mucha madera, remodelar el taller, tener varios empleados, hacer muebles finos, conseguir buenos vendedores y buena publicidad. Oswaldo: pero papá eso que usted dice vale mucha plata… usted ¿es bobo?. Hijo, acaso, ¿le parece poco mil millones de pesos? No me parece poco, pasa que no me gusta soñar por anticipado, sin encontrar el billete. Rosita pregunta a Rafa: ¿Cómo sigue? le han aliviado las curaciones que le hice en estos ocho  días? -Sí ya no me duele la pierna, eso ya pasó, ahora lo importante es anotar en un cuaderno lo que vayamos haciendo cada día y que no se olvide nada.   Rafa pregunta a cada uno lo que desean hacer con el dinero. Rosita dice: pues yo pondría un restaurante, buena comida, varios meseros y así lograré buenos clientes, y usted Flor ¿qué piensa? Por ahora pienso que dónde estará ese billete, si aparece tendré una fábrica de tejidos y varios empleados. Las dos tienen buenas ideas –dice Rafa- y usted Oswaldo, a mí me gustaría tener un taller de mecánica de carros. y ¿Jaime?, pues como estoy trabajando, seguir trabajando. Rafa dice: qué falta de aspiraciones, ¿no piensa estudiar más? uy no, qué locha… Tendrá que dejar la pereza y trabajar conmigo, renuncie mañana mismo a sus trabajo, y empecemos inmediatamente con los planes. Flor, ¡¡uy, papá!! ¿Qué es ese acelere?, espere que encontremos el billete, lo paguen y una vez recibido el dinero hacemos planes. Rafa se enoja: partida de perezosos, mañana mismo empezaremos, iré a donde mis amigos a que presten dinero para adelantar los planes. Los hijos y la esposa se miran, mueven la cabeza indicando desacuerdo. Rosita y Flor van a misa.  Rafa visita a su amigo Roberto para contarle que siempre compra loterías, que nunca coge ni un solo número y, que por fin se ha ganado mil millones de pesos. Roberto lo felicita y pregunta; ¿cuál será el destino de ese dinero? Rafa cuenta a Roberto sus planes, comenta que el billete se ha extraviado, que su hija Flor no ha recordado dónde lo guardó, pero que piensa adelantar sus proyectos, y pide a Roberto que le preste cien millones de pesos, mientras aparece el billete. Roberto se sorprende, le parece mucho dinero. Creo Rafa que no se debe apresurar, espere que aparezca el billete. Rafa asegura que el billete aparece pronto, garantiza que con el dinero de la lotería pagará el préstamo con buenos intereses, y algún buen obsequio. Al obeso y alto Roberto se le acelera el tic que tiene en el ojo izquierdo y, dice: pero, Rafa que tal que no aparezca el billete, ¡ojo amigo!, ¿sabe usted que las loterías caducan a los noventa días a partir del sorteo?. Sí, tranquilo Roberto, el billete aparece en cualquier momento, tengo plena seguridad. Roberto dice: A usted lo conozco desde hace tiempo y sé que es honesto y buena persona, acepto prestarle el dinero, firma el cheque y lo entrega a su amigo. Los vecinos al enterarse de que Rafa se volverá rico,  se exceden en atenciones con Rafa y su familia.   Rafa compra mucha madera, tanta que no le cabe en la casa, entonces pide a Carmelo que le permita guardar madera en la casa de él. Carmelo se siente obligado a prestar su casa, aunque mucho le incomoda. Carmelo guarda la esperanza de encontrar el billete de lotería y se anima a buscar con disimulo el billete en la casa de los Rivera, sueña con encontrarlo, ganarse el dinero y aislarse de la familia Rivera   Empieza el trabajo de Rafa con sus hijos. A cada hijo indica sus funciones: A Jaime cortar madera, a Oswaldo cepillar madera y pintar, Rafa consigue empleados para elaborar los muebles. Jaime no sabe manejar bien la cortadora de madera y se corta una pierna, sufre su dolor y pide a su papá que le cambie el trabajo, que sueña con diseñar muebles, Rafa acepta y… ¡vaya sorpresa! se descubre gran arte de Jaime diseñando muebles, lo que representa progreso y buenos clientes. El trabajo es arduo. lo difícil es vender los muebles, no obstante,  parece que Oswaldo será buen vendedor.   Flor desesperada llora y llora, desordena todo por buscar el billete, grita: mañana caduca el billete, y no lo encuentro. Rafa, por estar trabajando, ha perdido la noción del tiempo y cuando escucha el llanto de Flor diciendo que mañana caduca la lotería, se desespera, ordena que todos busquen el billete. Todos se preocupan, maldicen a Flor. Rafa se desespera, ¿cómo pago la deuda?, se desordena todo, parece un infierno, llantos, insultos, ruidos, lamentos, no encuentran el billete, ya caduca mañana, toda la familia está muy preocupada.   Al día siguiente, Rafa llama a su amigo Roberto, le cuenta que el billete no apareció y ya caducó, Roberto enfurece, dice: pero me tiene que devolver el dinero o lo denuncio por estafa. Rafa suplica a su amigo, que le dé tiempo, que él responderá, pero Roberto lo insulta por irresponsable y mentiroso. No cree en la pérdida del billete y se dispone a denunciarlo penalmente por estafa. Dice Rafa a su familia: La única solución al problema es que todos nos dediquemos a trabajar más y más, día y noche, que Rosita y Flor trabajen en lo que saben para pagar la deuda. Así se cumple: Rosita cocina con buena sazón, descubre un lugar donde dictan clases de culinaria gratis, aprende cocina básica, criolla e internacional, invita a vecinos y amigos a degustar exquisitos platos. Poco a poco van aumentando los clientes, consigue empleada que le ayude. Toma en arriendo una casa. Rafa y los hijos hacen las mesas y asientos para instalar el restaurante. Compran loza, manteles, cubiertos y servilletas. Rosita invita a sus clientes a una comida gratis. Atiende a sus clientes con mucha amabilidad. Uno de los clientes aconseja a Rosita que prepare comidas especiales, para deportistas, artistas, niños y diabéticos, es decir: una harina en cada comida, una proteína y una verdura, sin azúcares, sólo endulzantes especiales, ricas tortas, frutas y postres para niños. Rosita se entusiasma, acepta la propuesta del cliente, que además le ayuda con publicidad.  El restaurante se llena tanto, que tiene que abrir sucursal y conseguir más meseros, cocineras, decora bien los restaurantes. Con el buen sabor de las comidas, la buena decoración de los restaurantes y su amabilidad, progresa y poco a poco se va cumpliendo su sueño y puede ahorrar para ayudar a pagar la deuda a Roberto.    Flor teje día y noche, ya tenía clientes, pero debe aumentar trabajo para poder ahorrar. Recorre los almacenes mostrando sus trabajos, propone venderlos, pero nadie le compra, ella llora de tristeza al sentirse humillada, sin poder aumentar su trabajo. Entonces piensa que lo mejor es ayudar a Rosita en el restaurante como mesera, poco le gusta ese trabajo, bien dice el refrán “La necesidad tiene cara de perro” Un mes después de prestar su servicio de mesera la llaman de un importante almacén de cadena y le hacen un pedido de docenas y docenas de chalecos del modelo que ella mostró. Flor se emociona, pero al tiempo se preocupa de que ella sola no puede cumplir con tanto pedido. Consigue personas que tejen. Una de las tejedoras tiene una casa amplia y propone sociedad a Flor, para crear una fábrica de tejidos. También la fábrica ha sido un éxito, igual que Rosita, Flor puede ahorrar para ayudar a pagar la deuda.   Rafa, sus hijos y empleados trabajan día y noche, han logrado grandes contratos  en el término de un año. Con el ahorro de utilidades recibidas de todos ya es posible pagar a Roberto la mitad de la deuda.   Rafa busca el directorio telefónico para llamar a Roberto y decirle que puede pagarle parte del préstamo, mientras habla por teléfono juega con las hojas del directorio telefónico, de pronto ve un papelito ajustado entre hojas, mira y es el billete de lotería… “ya qué” –dice-, cómo así pregunta Roberto ¿ya qué? sí acabo de encontrar  en el directorio telefónico el billete de lotería, a… pues sí “ya qué”,  ¿y cuánto dinero me tiene? La mitad y en unos meses el resto, con intereses, ¿y cómo ha hecho? Rosita empezó con un pequeño restaurante, progresó y tiene el restaurante que ella soñaba, igual Flor, siguió tejiendo y ya tiene una fábrica de tejidos, le va bien y entre mis hijos y yo nos dedicamos a elaborar día y noche toda clase de muebles finos y pronto abriremos un almacén de venta de muebles. Tenemos muchos encargos de muebles y vea usted amigo, que no soy ladrón ni mentiroso, vea que con trabajo y mucho esfuerzo no sólo puedo devolver a usted el préstamo, sino que se nos ha dado UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD de realizar nuestros planes, sin necesidad del dinero de la lotería. Roberto lo felicita, pide perdón por la desconfianza, retira la denuncia penal y, espera cuatro meses más, recibe la otra mitad del préstamo más intereses y un bello juego de muebles de comedor, de obsequio. Roberto queda pensando en ese ejemplo de honestidad y trabajo del amigo Rafa y su familia.                  .  
SEGUNDA OPORTUNIDAD
Autor: Lucy Reyes  572 Lecturas
 SEÑORES ADMINISTRADORES DE TEXTALE MIS AGRADECIMIENTOS A TEXTALE POR RESOLVER MI PETICIÓN EN EL SENTIDO DE QUE NO PODÍA HACER COMENTARIOS EN MI NUEVO COMPUTADOR.PROBLEMA YA RESUELTO.CORDIALMENTE,LUCY REYES DE LOZANO 
  Tomás ha sido secuestrado. Permanece en la selva encadenado.  Es un esclavo sedentario que quiere libertad. Siente que se asfixia, sin el placer inútil de salir avante.Su esposa Tomasa, clama justicia, paz y libertadSus hijos Tomás 1, Tomás 2 y Tomás 3, También claman, paz justicia y libertad para su padre    Tomás se halla atrapado en una malla. Se quiere escapar. Eleva su pensamiento al viento, Y  con él  vuela hasta la  vecina montaña Donde flotan al aire, ilusiones, diamantes y visiones de colores.  Contempla el panorama y a su oído llega el pentagrama,                    Con notas musicales de su propia inspiración. Olvida el secuestro y sale a flote   Aquí subido en la montaña Humilde, quieto y sujeto Canto a mis hijos y a TomasaY, a mi bella Bogotá, que allí la veo ¿Qué seguirá después de la voz y el pensamiento de Tomás?¿Hasta cuando tendrá su libertad? 
La vida de Santiago Gil Santa María, ha sido como una colcha de retazos tejida con remiendos, hilachas, novedades y cambios.    Este pequeño niño desde sus ocho años de edad ha venido soñando con ser baterista de una banda de rock tal como Andrés, su hermano mayor, baterista de la banda de rock llamada "MOLTO CALDO"Los ensayos de dos bandas se realizaban en la casa de los hermanos Gil Santa María. Santiago observaba a los integrantes de la banda "MOLTO CALDO"; abría un poco sus labios, asomaba la punta de su roja lengua y con sus ojos bien abiertos observaba fijamente a su hermano, sin importar el cansancio de tanto tiempo de ensayo.Andrés y Santiago, no tienen ningún parecido en su físico, Santiago es de piel pecosa, ojos color miel, nariz respingada, labios gruesos y cabello rojizo. Andrés le lleva siete años de edad a su hermano, es moreno, naríz aguileña, labios delgados y cabello negro.Andrés consentá a su hermano, le permitía que entre a mirar los ensayos Cuando terminaban los ensayos de las bandas, cada integrante regresaba a su hogar. Santiago, aprovechaba la ausencia de los de la banda y ocupaba el puesto del baterista. Tomaba las baquetas en sus manos, tocaba tambores y platillos. No obedecía órdenes de nadie. Sus padres lo regañaban, su hermano Andrés le prohibía que usara la batería cuando estuviera solo para evitar que la dañara. El chico pelirojo sólo obedecía a su hermano a quien quería, admiraba y respetaba por recibir de él enseñanzas  del manejo de instrumentos musicales.A la hora de cenar, la mamá de los hermanos Gil Santa María invitaba a la familia a degustar el menú. Santiago gritaba: “No quiero esa fea comida de verduras, ensalada y papas, sólo quiero arroz con un huevo frito y un vaso de leche con milo”. Mientras le servían, tomaba en sus manos la cuchara y el tenedor para tocar sobre los vasos y platos esos sonidos que quedaban grabados en su mente después de los ensayos. Sus padres lo regañaban por los ruidos causados, entonces, seguía tocando sobre sus piernas, recordando sonidos.Los padres de Andrés y Santiago prohibían a su hijo continuar con sus grupos musicales, porque tendrían que dedicarse al estudio. Terminar bachillerato, estudiar medicina o ingeniería, además no aguantaban tanto ruido. Así que Andrés tendría que vender su batería y olvidar lo que del instrumento sabía. Andrés se revelaba, de ninguna manera quería dejar su grupo musical, prefería llevar su batería a un estudio  de grabación y ensayos, que la usaran y le permitieran continuar con el grupo, ya que los integrantes estaban de acuerdo en ir a ensayar a otro lugar, pagar y continuar con el grupo. Santiago acompañaba a su hermano a los ensayos, pero no se daban las condiciones para continuar con el grupo musical. Andrés resolvió obedecer a sus padres, vender su batería y dedicarse al estudio.  Santiago crecía en edad y conocimiento del manejo de la batería y otros instrumentos de percusión. Lo malo era que su familia se oponía a que dedicara el tiempo en tocar batería, lo regañaban, lo molestaban continuamente, en cambio, ocurría todo lo contrario con Andrés, que era el consentido de sus padres, quienes no permitían que su hijo preferido prestara el servicio militar. Pagaron la libreta de Andrés, en tanto que a Santiago lo obligaron a prestar ese servicio. Cuando se hizo la reunión de padres de familia para entregar a sus hijoa a prestar el servicio, se  escuchaban las palabras del capitán, recibiendo a los bachilleres, advirtiendo las obligaciones, condiciones y explicaciones sobre los deberes de los futuros soldados. Santiago lloraba y con lágrimas en sus ojos se despedía de sus padres, que arrepentidos, también lloraban, sin poder reparar un hecho ya consagrado.Santiago, antes de prestar su servicio estaba triste y desorientado, no sabía qué era prestar servicio militar. Buscó a un amigo que ya había terminado de prestar el servicio y le preguntó: ¿Qué es  prestar el servicio militar? El amigo respondió: Prestar servicio militar es una obligación por mandato de ley, muy bien para quienes tienen la voluntad de seguir la carrera militar, pero para los que no tienen esa voluntad, es el peor castigo que puede recibir un bachiller al terminar  sus estudios secundarios. Amigo, usted debe saber que en el cuartel si algo le roban, eso no se investiga, lo único es reponer lo robado, volviendo a comprar o, robarle a otro, pero qué difícil es aprender a ser deshonesto. Dicen que este servicio da buena formación, no obstante, recibí injusticias, venganzas, traición, hipocresía. Además viene la explotación, que traigan cepillos, trapos, cera, mercados… Se debe someter al maltrato, se pierde la libertad, es como estar en la cárcel, recibir castigos a veces injustos, pérdida de tiempo. Es decir, quienes prestan el servicio, no son más que unos chicos disfrazados de soldados, aprendiendo mañas. El amigo de Santiago, contaba con los dedos de sus manos los efectos, al prestar servicio militar: 1. Perder un año de estudio 2. Aprender malas mañas 3. Enfermarse sin recibir consideraciones 4. Vivir inseguros 5. Prometer derramar hasta la última gota de sangre por amor a la patria 6. Lágrimas de madres 7. Ser celadores o sirvientes y caben pensamientos de protesta y desesperación 8. Los que son “de malas” dan con superiores homosexuales que les dañan la vida, o son maltratados 9. Los que son “de buenas” les va bien. Se debe agregar el pronombre posesivo “MI” mi cabo, mi sargento, mi teniente, mi coronel, mi general. Santiago preguntaba al amigo ¿qué pensaba y qué sentía cuando prestó el servicio militar? Pues, amigo, me preocupé mucho cuando dijeron que debíamos derramar hasta la última gota de sangre por amor a la patria, que debíamos amarla como a nuestra segunda madre, enseguida me pregunté y me respondí ¿Qué es la patria? Es el lugar donde hemos nacido, ¿pero por qué amarla como si fuera nuestra segunda madre? Si la primera madre es la verdadera, nos da todo. La segunda madre o sea la patria ¿qué nos da? Nos explota cobrando impuestos, ¿Qué nos da gratis? ¿Por qué mucha gente busca adopción en otra patria, en la que encuentran justicia y comodidad? --¿Tengo razón, amigo? Amigo, difiero de tu pensamiento, yo si amo mi patria como a mi segunda madre, así lo siento cuando soy feliz por algún triunfo de mi país; cuando estoy en otro país y escucho nuestro himno nacional, siento ira cuando hablan mal de mi patria, yo haría cualquier esfuerzo por lograr triunfos para mi  patria. Siento agradecimientos y admiración a los artistas, deportistas, escritores, científicos y personas que sobresalen con su inteligencia y talento resaltando así nuestra patria. El amigo dijo: Ya veo, “amas más a tu segunda madre que a la verdadera” Santiago agradeció al amigo y se despidió, quedó pensando, que de algo serviría prestar servicio militar, quizás sería útil a los perezosos, a quienes la familia no les da buena formación, a los vagos y claro a quienes querían servir a la patria. No conforme con los conceptos de un solo amigo, buscó a otros amigos a quienes, también les preguntó: ¿qué es prestar servicio militar? Unos decían que era como estar en una cárcel por haber cometido el delito de terminar bachillerato, otros que es un antro que corrompe, otros que es una escuela en la que se aprende a mentir, a drogarse para sentirse más frescos. A otros les gusta, dicen que aprenden a ser disciplinados, ordenados, que cuando terminan se sienten orgullosos de haber cumplido con sus deberes y otros comentan que sus familias les han dado buena formación y que la pierden prestando el servicio, y pasan cosas parecidas a las que describe Vargas Llosa en su libro “La ciudad y los perros”Empezó Santiago a prestar el servicio, le raparon la cabeza, el sol quemaba su piel, las pesadas botas tallaban sus pies, lo desesperaba la diana a la madrugada. Era difícil adaptarse a esa nueva vida. Por no hablar fuerte lo mandaban al calabozo, el alimento era horrible, la madrugada muy aburrida, por cualquier cosa castigaban. Pero bueno, no todo era tan malo, cuando descubrieron su arte en la música lo integraron a la tuna del batallón y se daba el gusto de tocar los tambores de la banda.   Sus compañeros se convirtieron en buenos amigos, era Santiago el preferido de sus superiores. Le concedían permisos para visitar a sus familiares, por que colaboraba en la oficina de administración con el manejo de computadores y archivos. Con frecuencia llevaban a los integrantes de la tuna a varias fiestas de oficiales y sus familiares, ellos recibían atenciones y eran admirados. A sus amigos les manifestaba sus deseos de crear un grupo de música rock y les contaba sobre la oposición de su familia. Sus amigos lo apoyaban y le aconsejaban que formara su grupo y que fuera feliz. Terminó Santiago de prestar el servicio militar, totalmente cambiado y convencido de sus  reflexiones: “Me fue bien”  no tuve que sufrir como otros, no me sentí sirviente ni celador, me sentí militar, no me sentí  en cárcel, aunque es verdad todo aquello de los efectos que mi amigo contaba en los dedos de sus manos. También, es cierto, que cuando se termina el servicio, otros compañeros que se han salvado de prestar el servicio llevan más de un año de ventaja, serán profesionales antes y muchos habrán logrado escalar posiciones y aumentar su patrimonio económico. Se reciben castigos, es fea la alimentación, se aguanta algunos sacrificios, pero yo recibí buenas enseñanzas, buenos estímulos, buenas oportunidades y fui preferido. En sus reflexiones no olvidaba a sus padres oponiéndose a su felicidad con la música, prefiriendo al hermano, arrepintiéndose tarde de enviarlo a prestar servicio,  derramar lágrimas cuando no había  remedio. No obstante, a los padres hay que perdonarles sus equivocaciones, reconocer sus buenas intenciones y lo mucho que nos aman, pues bastante se sacrifican por nuestro bienestar. Merecen amor y que mi regreso sea positivo. También recuerdo que de niño fui rebelde, desobediente, ingrato. Tendré que volver al hogar con cariño y buenos propósitos.Lo positivo para Santiago fue conocer a Sandra, hermana de un compañero de estudio que lo visitaba cuando prestaba el servicio. Estaban felices, libres, eran novios, se amaban y tenían pensamientos parecidos. Estaban de acuerdo en cumplir el sueño de crear una banda musical de rock, cambiar su presentación física, nombres y actitudes. Permanecieron varios días pensando en el nombre de la banda: “Los monstruos” nooo “Los indecisos” nooo, “Arroba.com” nooo, “Los tres pelos” nooo, Tu nombre empieza por SAN el mío También empieza por SAN, entonces llamemos la banda “SAN SAN SIN SON” decía Sandra, no me convence decía, Santiago, “Los micos verdes” tampoco, hasta que al fin la llamaron: SAN SAN SIN SON. Cuando Se nos ocurra un nombre mejor cambiamos decía Santiago. Los dos soñaban con subir a los escenarios con su banda: Sandra, vocalista, David, guitarrista, Roberto bajista y Santiago, baterista.En poco tiempo se hicieron famosos. Los amigos sugerían que cambiaran el nombre de la banda por “Los micos verdes” pero ya eran famosos con el nombre inicial, no valía la pena cambiar. Santiago cambió su nombre por “RITO” Y Sandra por “RITA. Se raparon la cabeza, pero, a cada lado de sus cabezas dejaron un mechón de pelo, lo dividieron en tres mechones y cada mechón los tiñeron: uno de amarillo, otro de azul y otro de rojo,  para hacerse una trenza del color de la bandera colombiana. Rita lucía un largo vestido de color verde, gafas oscuras, aretes, collares y manillas de varios colores y alpargates verdes y rojos.  Santiago vestía un pantalón azul con rayas rojas deshilachadas, camiseta azul, gafas oscuras, aretes, varias manillas, un collar y tenis rojos. Sus presencias llamaban la atención de la gente, pero más se fijaban en Santiago por Su  alta estatura, su seriedad, su modo de levantar una ceja más que la otra, su gruesa voz y su manera de caminar a paso largo, Le abundaban seguidores y  admiradores. Los dos lucían bien con sus trenzas. Rita preguntaba a Rito ¿De qué sirve nuestro cambio físico? Rito respondió: Debemos aprovechar que tenemos seguidores por doquiera que andamos en calles y bares. Protestaremos con letras de canciones, contra los malos gobernantes, las injusticias, las malas actitudes de la sociedad. Buena idea, -respondió Rita Ensayaban todos los días y los fines de semana se presentaban en bares.  La gente que los escuchaba, los aplaudía, los seguía, los grababan, los presentaban en  televisión, ganaban admiración y cariño de unos,  y odio de otros. Un viernes tocaron en un bar, después de muchos aplausos y de repartir autógrafos el guitarrista, el bajista, el baterista y la vocalista, quisieron divertirse con amigos en la zona T, tomarse unos tragos y comentar el éxito de la presentación. Desgraciadamente, la policía detuvo a Rito y a Rita, por ser autores de esas letras de protesta que destapaban corrupción de importantes funcionarios. La banda fue denunciada por calumnia, escándalo público y otros inventados delitos. Los esposaron, Rita gritaba, no se dejaba colocar las esposas, pedía explicaciones, nadie respondía, Santiago no hablaba, se dejaba colocar las esposas, esperaba aclarar en indagatoria su verdad.  Rito fue conducido a la cárcel Modelo y Rita al Buen Pastor. Rito sufría golpes, amenazas, insultos, groserías, injusticias, maltrato, estaba desesperado. Sus padres y su hermano Andrés consiguieron abogado que lo defendía, sin buenos resultados, porque los funcionarios adinerados pagaban falsos testigos que hundían más a Rito. Rito recordaba en la cárcel su estadía en el cuartel. Qué diferencia, qué equivocados están mis amigos comparando el cuartel con la cárcel. Este recinto sí que es “un antro” que corrompe, y qué desgracia tener que permanecer injustamente más de dos años, por publicar verdades. Por su parte Rita, en la cárcel “El buen Pastor” se quejaba que desde la primera noche había martirizado su cuerpo en una cama con colchón lleno de resortes que chuzaban, Al día siguiente, aguantaba peleas por el turno para bañarse, recibían malos tratos, los alimentos eran horribles, las compañeras eran unas terribles, unas buenas y otras malas. Igual que Rito a Rita, también sus padres le consiguieron abogado que la defendía y tuvo mejor suerte que Rito, le dieron libertad a los trece meses. Rita suplicaba a su abogado que defendiera a Rito. Los padres de Rito revocaron el poder del abogado y dieron poder al abogado de Rita. Resultó positivo el cambio, los dos quedaron en libertad  y felices compartían su felicidad con sus padres, familiares y amigos. Para Santiago fue gran sorpresa encontrar a su hermano Andrés, médico, casado con Diana Cortés  y su, bella bebé, vestida como una princesita. Andrés, estudió medicina y olvidó su banda musical Rito y Rita Se casaron, triunfaron en varios escenarios de distintos países y, también tuvieron una hijita que hizo feliz a los abuelos.                
Señores administradores de este portal.De la manera más respetuosa me permito comentar a ustedes que compré un computador windous 8 y todo funciona bien, menos los comentarios a los amigos de Textale, siempre tengo qu valerme de otros computadores para poder opinar sobre los textos.Como usuaria de este portal quiero saber si el problema es de ustedes y en tal caso dar solución.Anticipo mis agradecimientos a la atención que presten al problema.Atentamente,LUCY REYES 
Pregunta.
Autor: Lucy Reyes  359 Lecturas
ALÓ… ¿Quién habla? Doña Sara era rara, duraba horas hablando por teléfono en alta voz con sus amigas, los días sábado y domingo. -¿Hablo con Amalia? Buenas tardes amiga, ¿qué hay de nuevo? Me alegra tu bienestar, también el de tu familia Pues mis hijos están bien, aunque no se puede negar ciertas travesuras de mis dos hijos menores que acaban con mi paciencia. ¿Que cómo va mi empresa? Bien, aunque los empleados son insoportables  Te cuento que acabo de despedir de mi empresa a Marcela. -¿Por qué la despediste? -La despedí, porque me di cuenta de que está embarazada y eso es un problema. Ella quiso armar escándalo, pero tú sabes que yo no me dejo. Los otros empleados protestaron y, a todos los amenacé con despedirlos del trabajo. -No debes actuar así, Marcela te puede demandar por despido injusto, y los compañeros también te pueden denunciar por abuso de autoridad. -Tú no sabes nada de leyes, más bien preocúpate por curar tu alto colesterol -No sufro de colesterol alto. -No niegues tus enfermedades, siempre te vives quejando de que algo te duele, y dile a Germán que no te haga sufrir con tanta infidelidad. -¿De dónde sacas que Germán es infiel? -Lo vi coqueteando con varias chicas de las que bailaban en tu fiesta de cumpleaños. Lo más seguro es que niegue, porque él es solapado, se hace el mansito También dile que por tanto fumar sé que pronto lo despedirán del trabajo. -Sara, no soporto continuar hablando contigo, más parece que estoy hablando con una enemiga. No va más nuestra amistad.  Me preocupa la situación de mi amiga Marcela, la visito y le comento la actitud de Sara.  Marcela comenta: Amalia, lo que sucede amiga, es que DOÑA SARA ES BIPOLAR se imagina una gran cantidad de calamidades y las toma en serio. Cambia de actitudes, que despistan y como ella es dueña de la empresa de aceite de palma, es adinerada y juega con nuestros sentimientos. ¡Es increíble! Doña Sara, una noche soñó que yo estaba embarazada, imaginó verme con malestares, cargando un bebé enfermo, teteros, pañales, coches y no sé qué más. El caso es que me despidió del trabajo, no valió el certificado médico de que no estoy en embarazo. A todos mis compañeros y a mí nos dice que sufrimos de colesterol alto, nos grita, inventa que tenemos problemas y nos insulta. A un compañero por llegar un día con gripe, lo despidió diciéndole que tiene sida y que va a contagiar al personal de la empresa, le pagó  dinero para indemnizarlo y no valieron certificados médicos, ni súplicas. Si yo te contara la cantidad de imaginaciones, visiones e invenciones de esa señora duraría  más de seis meses contándote, y hasta sería algo divertido, porque cuenta historias chistosas que se imagina de los familiares de los empleados. Doña Sara es calumniadora, agresiva, injusta, tacaña hasta con los hijos y ella si se da gusto viajando, comprando finas ropas, visita los mejores restaurantes y no se cansa de decir que ella es muy buena, de bellos sentimientos, generosa, reservada,  cuando la realidad es que es chismosa e hipócrita. Sin embargo, a veces cambia, es amable, generosa, pero más tarde se arrepiente y quiere que le rindan pleitesía, que le den las gracias repetidas veces. Marcela, ¿por qué no han demandado a Sara por despido injusto? Pues porque ella es terrible, sabe manejar la empresa a su conveniencia, serían graves  las consecuencias, un infierno de venganzas. Como abogada se defiende a las mil maravillas. Algunos empleados la consideran por su enfermedad, porque las personas bipolares son así, es un trastorno de personalidad y no tiene culpa de sus comportamientos. Sara tiene tres hijos; Clara es la mayor, Olga y Santiago, los dos menores de edad. Clara también es BIPOLAR, trabaja en la empresa de Sara y las dos se comportan igual. A veces ellas tienen momentos maravillosos, ponderan a los empleados, son cariñosas, amables, dejan de ser tacañas, pero de qué sirve un minuto de paz y de placer y veinte de dolor, como dice la canción Olga y Santiago, viven desesperados, aguantando a la mamá y a la hermana. A esos hijos menores la mamá no les da el dinero suficiente para gastos del estudio, como fotocopias, materiales, onces. Es increíble que hijos de una señora adinerada sufran de hambre Cuentan que Sara y Clara son compradoras compulsivas, que en la casa ya no tienen espacio donde guardar las compras, así que todo es desordenado, casi no se  puede transitar. Todo está ocupado con máquinas de gimnasio, paquetes de regalos que reciben y jamás destapan, que el ambiente es de gritos, llantos, desorden y reproches. Pero, Marcela, entonces ¿cómo puede tener Sara una empresa ordenada? _Pues amiga, ella manda a sus empleados que tengan todo en orden, que le obedezcan, que trabajen, y cuidado, que algún empleado caiga en error, porque los humilla, les dice palabras ofensivas. Si algo se refunde en la empresa los trata de hampones. Igual ocurre con las empleadas de servicio, y sólo las contrata el día sábado. Ya veo Marcela, tratándose de la enfermedad de  Sara y Clara, se crea un problema difícil de resolver, pobres ellas, pobres hijos y pobres empleados, Entonces Marcela ¿estás buscando trabajo? No amiga, afortunadamente conseguí trabajo en una empresa multinacional y estoy feliz, pero muchos de mis compañeros están desempleados, sin dinero, pasando hojas de vida en varias empresas y los otros compañeros, le aguantan a doña Sara para que no los despida, por la necesidad de mantener su familia Esta es la triste historia de un hogar, sin amor, sin justicia y sin solución, porque cuando doña Sara y Clara sufren crisis de depresión, son tratadas por médicos especialistas, pero ellas no creen en los medicamentos, desobedecen y los cajones de sus mesas de noche permanecen llenos de pastillas que jamás se toman. En sus momentos de crisis son muy agresivas, se desesperan, no se pueden controlar, es como un momento de locura. Lo más triste es la enfermedad de Sara, de Clara  y lo que tienen que soportar los dos hijos menores y los empleados.  
Aló?
Autor: Lucy Reyes  510 Lecturas
No creo en la igualdad Para mí, nada es igual. No hay dos personas que sean iguales, pueden ser semejantes o parecidas, pero no iguales, ni siquiera en un mismo rostro los ojos son iguales, uno más pequeño e irritado y el otro un poco más grande. Los dientes tampoco son iguales, ni los dedos de las manos, ni los de los pies. Los gemelos se parecen, pero en algo se diferencian. Según el lugar de nacimiento las personas son diferentes: rubias, negras, altas, bajitas, gordas delgadas, puede que se parezcan unas con otras, pero no son iguales. Según los matemáticos 2+2, no es igual a cuatro, sino, equivale a cuatro. Las madres dicen que quieren igual a todos los hijos, pero prefieren más a unos que a otros ¿Somos iguales ante la ley? Las normas de la carta magna están escritas para que se cumplan, igual para todos, pero no se cumplen, por injusticias, corrupción, ignorancia. La historia de cada persona es única, puede ser parecida a otras historias, pero no igual. A veces, la ley se cumple bien en algunos casos, pero no en todos. Todos tenemos el derecho a la de igualdad, se lograría si quienes manejan las ramas del poder fueran justos, correctos y honestos,  pero unos cumplen bien y otros no, son desiguales.    ¿Somos iguales ante Dios? Si todas las personas somos distintas, Dios no puede ser igual con todas. Los ateos dirán que no somos iguales ante Dios, porque Dios no existe. No critico que la gente crea en la igualdad, por el contrario las admiro, porque es la forma de exigir sus derechos y sentir tranquilidad. Además, muchos procesos se resuelven aplicando el sentido de igualdad, es decir, unos son privilegiados y otros no. Pobre de mí que siempre estoy con las minorías.
NO CREO EN LA IGUALDAD
Autor: Lucy Reyes  459 Lecturas
"Poco a poco"Un día quise ser franca con mi esposo y le dije: tus temas constantes de historia, astronomía, mitología y religión me aburren. Me gustaría que de vez en cuando habláramos de cosas máselementales, cotidianas simples, críticas en confianza... Dichas estas palabras, mi esposo sonrió y sin pronunciar palabra alguna se retiró de mi lado, prendió la televisión y se dedicó a ver un programa sobre el rey de España.En el momento quedé tranquila, pensando que se cumpliría mi petición, pero así no fue, llegó un cambio inesperado. Mi esposo no volvió a llevarme el desayuno a la cama, salía sindecir  a donde,  ni volví a recibir las atenciones ni caricias acostumbradas, aunque  el saludo y respuestas de lo que yo preguntara cumplían con todo detalle de educación, nada de reproches ni reclamos.Empezó mi preocupación, mi tristeza, angustia y dolor. ¿Qué hice? Autoanalicé mi manera de ser y la de mi esposo: Soy de temperamento frío, no soy cariñosa, me gusta que me consientan, pero yo sólo consiento a los bebés. Cumplo bien con las labores del hogar, jamás digo palabras cariñosas. Muchas veces siento gran amor por mi esposo, pero no sé qué me pasa, si será timidez, no me atrevo a manifestar mi amor, sólo una vez dije a mi esposo "Te adoro en mi silencio mudo", Vi en el brillo de sus ojos gran felicidad,  por mi declaración, pero paso mucho tiempo sin manifestar mis sentimientos, quizá, porque me gusta demostrar mi cariño con hechos, no con palabras. Pienso que lo que me sucede es que recibí de mis padres una formación restringida; prohibiciones como estas: No te rías a carcajadas, es mala educación, no uses ropas ajustadas ni descotadas, no mandes mensajes a tu novio con corazones pintados, ni exageradas palabras amorosas, como "Te amo, te amo, te amo", no busques a los hombres, no trates de conquistarlos, espera que son ellos quienes te deben buscar, conquistar y enamorar. Haz que te respeten, no permitas besos en los labios, sólo, hasta cuando te cases, no te maquilles ni te tiñas el pelo, es mejor lo natural.Cuando estés enamorada no lo demuestres, no permitas que te humillen, bueno mil cosas más. Me parece que eran sanas las enseñanzas, aunque un poco exageradas.Mi esposo es amoroso, tierno, generoso, deportista, lector, pintor, le gusta discutir y contradecir, enseñar, pero que a él no le enseñen, aconsejar y no ser aconsejado. Es solidario, le gusta viajar. En las reuniones sociales toma la palabra para relatar historias de acuerdo al tema tratado. Es de temperamento fuerte, pero pronto queda bien. Le gusta cantar y bailar, critica los malos modales. No es mucho lo que podemos hablar, porque dedica mucho tiempo a la lectura y cuando se puede hablar, los temas son  extensos e intelectuales. A veces le comento algo de mi profesión o sobre lo que escribo y noto que no está atento a mis temas. Posiblemente soy muy simple al hablar, sin embargo sé que me ama. Me ha parecido injusta la posibilidad de  perder el cariño de mi esposo por un simple comentario o petición.¿Qué debo hacer?Resolví pedirle que dialogáramos y él aceptó. Dije: No me parece grave solicitarte que hablemos de cosas cotidianas,  no es justo tu cambio, me duele tu indiferencia ¿no me amas? Él  respondió: no  he dejado de amarte, sólo quiero que no estés aburrida. Respondí: no he dicho que me aburre tu cariño, ni tus atenciones, ya veo -dijo- no he sido brusco, no te he maltratado, no te he ofendido, entonces, no te preocupes. Miró su reloj y se despidió, quedé viendo un chispero. Mi tristeza llegó al punto de la, desesperación, no quería ver televisión, ni mi computador, ni hablar con nadie, ni escribir, ni salir a la calle, quería encerrarme a llorar sin que me vieran, porque el ambiente seguía igual de indiferente. No soporto perder a mi esposo, si él fuese  malo, infiel, tacaño, agresivo, bien valdría la pena una separación, pero el cariño, la ternura y lo buen esposo que es, no es el caso de perderlo, pero tampoco humillarme. Pensé que lo mejor era portarme también con indiferencia. No obstante el ambiente seguía igual. Entonces, una noche me revestí de valor, me esforcé y,  quizá un poco temerosa extendí mis brazos para abrazarlo en silencio, de inmediato él actuó lo mismo, me abrazó, nos estrechamos y cuando me quiso besar encontró mis mejillas empapadas en lágrimas, se preocupó y mientras secaba mis lágrimas me decía: te amo, ya pasó todo. Me acarició y quedé tranquila. Siguió siendo cariñoso como siempre,evitando repetir los temas de historias. Me daba cuenta de que no todo seguía igual, mi esposo no hablaba de historias ni de temas cotidianos,  entonces, resolví invitar a nuestra casa a los amigos que lo admiran y les gusta preguntar sobre temas de historia. También con mi intervención y comentarios sobre los temas. Procuré hacerle preguntas sobre astronomía, aprovechando que me gusta ese tema y que vuelvan las historias, procurando no volver a repetir que me aburren. El día del padre le regalé un libro que me pareció diferente a los temas que mi esposo lee, es de cuentos con buen sentido del humor, cuyo título es "EL SOBRINO DE DIOS" del autor "Álvaro de la Iglesia"Nos divertimos leyéndolo e hicimos comentarios cotidianos. Así las cosas, creo que el ambiente mejorará "Poco a Poco".
Poco a Poco
Autor: Lucy Reyes  794 Lecturas
PROFESORA He besado los labios de mi profesora  y ella, emocionada me ha dado la preferencia. Siendo yo el más vago de los alumnos He despertado la envidia de mis amigos   No siendo la vagancia motivo de preferencia Ni la envidia, emoción de la profesora He de mostrar la razón a mis amigos Que el amor verdadero transforma la vagancia   Pensé antes de besar a mi profesora Con amor y lágrimas en mis ojos Pedir a ella perdón por mi vagancia Y prometerle ser el mejor de los alumnos   En principio ella no creyó y me castigó Entonces, me  dediqué a estudiar sus enseñanzas Añadí alabanzas a ella por su pensamiento merecido Con la esperanza de ser oída mi añoranza   He mostrado a mi profesora mi promesa de amor Entrelazando dulces palabras de amor y sabiduría Ella, ha creído  mi promesa y aceptado mi amor Y, emocionada ha permitido mi beso en sus labios.    
Profesora
Autor: Lucy Reyes  744 Lecturas
UN RIESGO Desobedeciendo mi costumbre en las horas nocturnas, de cenar, reposar un rato, prender el televisor, ver noticias,  una novela y algo más hasta las once de la noche; hoy me acosté a las siete, apagué la luz, cerré mis ojos y en la oscuridad, empecé a ver la figura de un caballero de barba, al que yo observaba fijamente y poco a poca iba desapareciendo, convirtiéndose en otros rostros, como de monjas y niños que también poco a poco desaparecían. Y,  no viendo más figuras,  abrí mis ojos, corrí la cortina y el vidrio de la ventana de mi habitación y sentí como si un abanico refrescara mi rostro.  Me dediqué a mirar el firmamento. Recordé que decían que el mundo se acabaría en el año dos mil., Yo no creía. Lo cierto es que las estrellas se  alinearon en pequeños grupos. y el mundo no se acabó.  Era importante conciliar mi sueño, por tener que madrugar y dirigirme al aeropuerto el Dorado, tomar el avión que me transportaría al país de México. Casi era imposible conciliar mi sueño, a ratos soñaba que me había dejado el avión y despertaba angustiada. Llegadas las cinco de la mañana ya estaba yo sentada al lado de la ventana del avión y a mi lado un señor de barba, como aquel que había visto en la oscuridad. El amable señor, después de saludarme, comentó que por mucho que viajara en avión, no perdía el miedo de sentirse perdido entre las nubes, resistiendo tanta adrenalina. Seguimos hablando de otros temas. Con un poco más en confianza nos presentamos con nuestro nombre y lugar de nacimiento: Me llamo Arturo Rodríguez, de Manizales, Yo, me llamo Isabela Bejarano, de Cali. Arturo preguntó: ¿Vas de negocios, o de paseo? Respondí: “voy a conocer a mi esposo”, ¿A tu esposo? Isabela, no entiendo ¿no conoces a tu esposo? Lo conozco en foto, nos hemos casado por poder hace un mes y hoy ha sido fácil para mí viajar a México. Mi esposo me  espera en el aeropuerto Benito Juarez. Me dejas pensando… ¿No te parece un riesgo tu matrimonio por poder? Sí, puede ser, creo que todo matrimonio es un riesgo, puede ser negativo o positivo. El tiempo se encarga de decirlo.  Me gustaría que me explicaras los trámites para la celebración de un matrimonio por poder. Es muy difícil, son muchos los requisitos y los inconvenientes. Además, yo siento que es un matrimonio a medias, por lo civil, más me hubiera gustado casarme por lo católico en mi país, pero ya es un hecho, espero que nos resulte bien. Si no es atrevimiento de mi parte, mi querida señora, ¿podré enterarme de su historia de  amor? No es atrevimiento, veo que la circunstancia despierta curiosidad y esta es mi historia:    Nos conocimos por Internet, desde hace más de un año. Nos comunicamos con frecuencia, enviamos fotos y mensajes. Él se llama, Eleno, pensé que era broma, pero es verdad, así se llama. Yo tenía novio, pero de tanta bella poesía y detalles que me mandaba Eleno, de él me enamoré, y terminé mi relación con mi novio, para iniciar nuevo noviazgo. Dejé herido el corazón de mi ex novio. É l se entristeció y se dedicó a beber. Me partía el corazón el dolor de mi ex. A ratos, confieso, que me arrepentía, porque aunque era un novio celoso, eso no le quita sus virtudes, que bastantes son, pero ya tomada tal decisión, no me podía arrepentir. Eleno y yo teníamos un inconveniente, ninguno de los dos podíamos viajar, por compromiso de trabajo, entonces, resolvimos casarnos por poder en mi país, Colombia. Un amigo representó a Eleno y se hizo  efectivo el matrimonio, con la oposición de mi familia y amistades que bastante suplicaban que  dejara mi capricho a un lado, que reflexionara sobre mi soledad en otro país de distintas costumbres, que estoy muy joven de diecinueve años, pero como bien se dice “El amor es ciego”, aunque nadie cree que yo en verdad esté enamorada.  Ha pasado un mes y debo cumplir el compromiso de viajar a México a conocer mi esposo. Tendré que permanecer allí ocho días, para acordar el lugar de vivienda, conocer a los familiares de mi esposo, en fin hacer planes hacia el futuro, luego regresar a mi país. Vender la tienda que tengo de productos de aseo, asistir a las tristes despedidas de familiares y amigos, dejar en mi tierra el dolor de la ausencia y el recuerdo a mis seres queridos. Arturo quedó pensativo. Luego dijo: Isabela ¿estás segura de amar a tu esposo? No sea que tu familia tenga razón y después te arrepientas. A ratos dudo, me arrepiento, pero, ya es un hecho, es tarde para arrepentirme. Quiera Dios mi querida señora que tal historia de amor sea positiva. Gracias Arturo, realmente me precipité, es un riesgo. Me interesa mucho tu historia, tanto que ha llegado a mi mente el deseo de adicionarla a otras historias que he escrito, he  publicado y las he vendido bien bien. ¿Eres escritor? Sí, vivo de las letras. ¿Qué temas escribes? Recojo historias de amor, las relato, les doy otros rumbos, según mi parecer. Pido permiso y doy de nombre a la historia el de los protagonistas de la historia. Una pregunta Isabela: ¿permites que tu historia de amor figure en el libro que estoy terminando de escribir? Claro, me interesa. Gracias. Será una de las historias más interesantes. Pero lo malo es no saber el final de esta historia que comienza. Tienes razón Isabela, y me atrevo a suplicarte que me comuniques mediante mi correo electrónico, los acontecimientos que suelan suceder en tu venturoso matrimonio. Te dejo mi tarjeta con mi correo, y si no te parece olvídalo. Puedes contar con mis relatos de amor mediante correos. El tiempo del viaje parecía corto por tan interesante charla, pero llegamos al destino, nos despedimos y cada uno seguimos nuestro camino.   Lo primero que vi en el parqueo del aeropuerto fue un automóvil con un letrero que decía “BIENVENIDA ISABELA”, corrí al encuentro con mi esposo, pero bastante me molestó  que él no se bajara del auto a recibirme. Cuando lo vi sentado en la silla de atrás, acompañado del conductor, sentí confusión ¿cuál de los dos será? Debe ser el que tiene un pequeño y lindo ramo de rosas rojas, ¡Vaya sorpresa la que me llevé! Mi esposo es “enano liliputiense”, ¿qué hago? Fue lo primero que pensé. No a la discriminación, fuerza de voluntad, control, serenidad, respeto. Eleno, me entregó las rosas, le agradecí. El conductor las recibió y las colocó en la silla de adelante, -en la del acompañante-, e inmediatamente, Eleno extendió sus pequeños brazos para abrazarme y besó mis labios. También yo le saludé. Me desprendí del beso para decirle: ¡Qué bueno que por fin nos conocemos personalmente! Eres bella, más de lo que te ves en las fotos, e inspirado en mi físico, recitaba en verso: Tus ojos color de miel…tus cabellos color canela…tus labios rojos…tu alta estatura…tu espigado cuerpo,  eres mí esposa ¡qué felicidad! Gracias le respondí. Me siguió abrazando y besando, pero mi sorpresa navegaba entre negras nubes y sonidos extraños, como de lluvia, rayos y relámpagos, de tal manera que ni cuenta me daba de las caricias que me daba, como tampoco recuerdo la rima de los versos que con puntos suspensivos he reemplazado. Seguimos hacia el hotel, de cinco estrellas. Cuando llegamos, nos condujimos a la sala, luego al pequeño mini-bar, ocupado con copas de cristal, botellas de vino y de champaña. Se escuchaba música popular. Seguía la habitación, -especial para enamorados-, que Eleno había reservado. Todo estaba muy bien adornado. La cama cubierta con pétalos de rosa y lindas tarjetas deseándonos felicidad.Nos acomodamos en la sala, escuchamos música y bebímos champaña. Mi esposo insistió en que siguiéramos a la habitación, pero antes, quiero que me des tiempo y espacio para conocernos más. Ya existe el amor espiritual, pero falta que hablemos de nuestros familiares, de nuestros hábitos, de gustos, de amistades y muchas cosas más, sin precipitarnos a consumar el matrimonio. Tú sabes que los novios que se han conocido personalmente y se casan, les es difícil la adaptación, y sí que lo será para nosotros que hasta este momento empezamos a conocernos personalmente. Cuando estemos seguros de querer consumar el matrimonio, procedemos.  Noté a Eleno algo desilusionado, pero aceptó y me dijo: mañana mismo te presento mi familia. Seguimos escuchando música y bebiendo. Ya entonados pensamos que era hora de dormir. Me vestí de pijama, igual que él, y a la cama, sólo a dormir. Al día siguiente, me invitó a la casa de sus padres y hermanos. Los conocí: una familia numerosa: padre, madre, tres hermanos varones y cuatro hembras. Me recibieron bien, hablamos sobre mi país, Colombia. Me sirvieron café, advirtiendo que era colombiano y que les gustaba su exquisito sabor. Mostraron el jardín de la casa, la cocina, las habitaciones, la terraza… De cada cosa que conocí contaban historias. Me ofrecieron almuerzo y después, hablamos del matrimonio. Hicimos planes hacia el futuro, después Eleno se despidió para cumplir con su trabajo de Contador público. En las horas de la tarde la madre de Eleno me invitó a la sala, para dialogar sobre su hijo y dijo: Me siento muy feliz de que por fin mi hijo no haya sido rechazado y que una mujer tan bella como usted lo haya aceptado. hijo es de baja estatura, pero de alma gigante. Quiero que usted sepa las virtudes de mi hijo: Es excelente hijo,  buen hermano, buen amigo, de nobles sentimientos, solidario, transparente, jamás miente, trabajador. Fácilmente se gana el cariño de las personas. Lo raro de él es que no es consciente de su problema, cuando las mujeres lo rechazan, piensa que se debe a que no es millonario, a que él no sabe conquistar, a que no les gusta el trabajo que desempeña, pero jamás habla de su problema físico, cosa que me parece bien y que ojalá siga así Entonces a usted ruego que no pronuncie nada de ese tema a mi hijo. Créame Isabela que no hay ni un día que yo deje de llorar y de pensar ¿Por qué es el único de mis hijos que así resultó? Mis  otros hijos son felices, les sobran admiradores, ellos son buenos hermanos. Todos quieren a Eleno y le desean lo mejor. Yo lo adoro, pero quien sufre verdaderamente soy yo, sin embargo, es usted quien alivia mi dolor. Ojalá sean felices en su matrimonio. Quedé conmovida con las palabras de la suegra, procuré consolarla, manifesté admiración por las virtudes de la familia. Le di mis agradecimientos por las atenciones y procedí a responder las preguntas de la suegra y los cuñados sobre mi familia, mis estudios, mis gustos, mi lugar de residencia. Me obsequiaban tacos, nachos, jugos y así pasamos la tarde hasta cuando llegó Eleno del trabajo. Le contamos lo que hicimos todo el día. Después, él me invitó a cenar a un bonito restaurante. Regresamos al hotel, dialogamos sobre mi viaje, mis sueños y pensamientos. Eleno, preparó su cama en un sofá y dejó la cama doble para mí sola, cosa que me sorprendió y me gustó. Vimos televisión, preguntó si quería vivir en casa o apartamento. Propuso que viéramos por Internet casas y apartamentos  y elegir el que me gustara para rentar. Sentí cansancio y poco a poco me fui durmiendo. Pasaron los ocho días, paseando, conociendo, hablando y pensando. Llegó la hora de tomar nuevamente el avión y regresar a mi querido país. Reunirme con mi familia, dejar organizadas mis cosas y responder preguntas que sin falta me harían. Cuando llegué, a todos mis familiares comenté el buen recibimiento, las atenciones que recibí, el concepto de los familiares de Eleno, los lugares que conocí, pero de ninguna manera comenté que mi esposo es enano. Ese comentario lo dejé para contárselo a Arturo, mediante su correo al que dediqué buen rato, aprovechando mi insomnio para escribir y contar detalladamente lo que he vivido y  sentido. Mandé el correo, Arturo respondió, con mensajes de su pensamiento y preguntas: Isabela, ¿qué piensas después de lo vivido en México? Respondí: muchos pensamientos: Mi esposo es enano, el dolor de la madre de Eleno, el reconocimiento a las virtudes de Eleno, mi procedimiento para superar el impacto que me causa el físico de Eleno, mi deseo de no tener hijos, mi inestabilidad emocional y la de Eleno. El esfuerzo que debo intentar para mi correcto comportamiento, ese amor espiritual, carente de deseo sexual.  Mi deseo de hacer feliz a la familia de mi esposo. Dificultad de fingir, dolor de causar daño y muchas cosas más. Mandé el correo y de inmediato Arturo, mandó mensaje: Te envío una reflexión de Pablo Cohelho que dice:                                                                               “No existe la tragedia,                                                                                Sino la inevitable.                                                                                Todo tiene su razón de ser:                                                                                 Sólo necesitas saber distinguir                                                                                 Lo que es pasajero de lo que                                                                                 Es definitivo”  Debí reflexionar antes de decidir mi estado civil. Cánta estupidez, cuánta terquedad, qué falta de madurez, qué sorda a los buenos consejos de familiares y amigos. Merezco castigo. Asimilaré mi matrimonio, gústeme o no, pues no es justo convertir en un infierno la felicidad de Eleno y su familia. Principalmente, la felicidad de una madre que ha vivido triste y hoy la consuela mi presencia.Tampoco es justo hacer sufrir a una persona buena como Eleno, que tanto me ama. Sólo queda decir: Adiós a mi felicidad y manos a la obra. Ya vendí mi tienda, ya me despedí de mis seres queridos. Estoy muy triste, debo esperar que se sequen mis lágrimas y se apacigüe mi dolor. No es fácil, tengo un nudo en la garganta, mis lágrimas empapan mi rostro. Adiós a mi ciudad, a mis diversiones, a mis amistades, a mis reuniones. Me palpita el corazón, pido a Dios que me tranquilice, para viajar y disfrazar mi tristeza en alegría y, fingir felicidad !Qué tristeza!  Esta reflexión la mandé al correo de Arturo y como siempre, él de inmediato respondió: “Me contagia tu tristeza, admiro tu bondad, aunque prefiero tu felicidad". Ojalá un día te cambie la vida. Han pasado dos años, sobrellevando más o menos bien mi matrimonio, sin olvidar ni dejar de comunicarme con mis seres queridos, convencidos de mi felicidad. Quien sí sabe mi verdadero estado sentimental es Arturo, que me ha sorprendido con su último mensaje y me he sentido feliz de saber que ya terminó de escribir el libro prometido.  Y en su mensaje me ha dicho:"Mi querida Isabela, gracias por contarme tu historia. Cada paso que has dado ha convertido mi corazón en  amor platónico hacia ti, como si fueras tú la Dulcinea de Toboso y yo, el Quijote de la Mancha, aunque físicamente Dulcinea no existió, pero su espíritu si existió en el corazón de don Quijote de la Mancha, caballero de triste figura, recorriendo toda clase de aventuras, en sierras y castillos figurados, sin que en lugar alguno dejara de alabar a Dulcinea y siempre fiel y respetuoso la llevaba en su corazón a cualquier lugar. Igual me sucede a mí, con la diferencia de que tú si existes". Volvía a cerrar mis ojos y en la oscuridad entre nubes volví a ver al caballero de barba, que en el avión conocí, y que en mí ha despertado gran admiración. Seguí leyendo las letras de Arturo y reconociendo que en mí también nació el amor platónico hacia él, y seguí leyendo. Mi corazón te lleva a todo lugar, en todo momento y en cualquier circunstancia, así que mi libro terminé, con el título de “ISABELA, MI AMOR PLATÓNICO”, en el que cuento detalladamente tu historia y la mía, “Producto de un amor imposible”            
UN RIESGO
Autor: Lucy Reyes  863 Lecturas
¡Viva! A los campesinos colombianos Son muchos los campesinos colombianos que dejan en alto el nombre de nuestro país. A ellos debemos nuestro alimento, que con el sudor de sus frentes, siembran, cultivan, cuidan y trabajan, con esmero y fortaleza. Ellos merecen apoyo, cariño, solidaridad, justicia y amor. Además, son excelentes deportistas. Hoy, domingo 1 de Junio del año 2.014 los corazones de colombianos palpitamos de emoción, alegría y orgullo de tener como campeón de ciclismo Giro de Italia a DAIRO QUINTANA, un campesino que con su fortaleza, inteligencia y sencillez ha dejado en alto el nombre de nuestro país. Le agradecemos mucho y se le manifiesta en el pueblo de su nacimiento, con la presencia del presidente colombiano, vestido de camisa rosada, como el campeón, y acompañado de muchas personas de todos los estratos y periodistas dando oportunidad a los familiares del campeón de que expresen su alegría, reciban agradecimientos, admiración y cariño. DAIRO, tiene el gran mérito de ser valiente, ni su malestar de salud ni nada lo detuvo para esforzarse y llegar a la cumbre. En sus entrevistas deja ver su alegría, su capacidad, su energía y su amor por Colombia cuando repite: “Colombia no es guerra, es amor” y agrega que vale la pena que vengan a conocer nuestro país. Desde el pueblo Combita, su abuelita, su hermana, su hermano y familiares gozan del triunfa y lo manifiestan, con sonrisas, alegría y cordialidad. Cuando terminó el campeonato, mis ojos se humedecieron de emoción, cuando escuché nuestro himno Nacional, por el triunfo de DAIRO, y recordamos a otros campesinos que también han triunfado a nivel internacional. Todos los colombianos en  este día compartimos felicidad de triunfo como también nos unimos para mandar un abrazo de felicitación al nuevo campeón.
¡Qué aburrimiento! Cada vez que quiero entrar al portal textales, no alcanzo a escribir mi clave cuando me interrumpen con distintas propagandas, repito y vuelven las propagandas. Pierdo mucho tiempo abriendo la página, hasta el punto de eliminar mi deseo de ver y leer los escritos. Definitivamente estoy muy aburrida.
  A propósito de tanto tema político en mi país, tengo atrapado mi pensamiento, mis ideas, mis conceptos  e inclinaciones, hasta el punto de convertir mis sueños en pesadillas. He visto en mis sueños, santos vestidos de demonios y demonios vestidos de santos, como ocure en los sueños, cuyos personajes se confunden con otros. Me confunden las trampas que se presentan en las elecciones, me desilusiona que los corruptos no dejen gobernar a los gobernantes honestos, que la injusticia prime sobre la justicia, que la inteligencia  y habilidad de algunos gobernantes sirva para hacer y deshacer, hasta agotar las buenas intenciones de conseguir la paz. Veo en mis sueños una tienda de compra-venta de votos como negocio, sin medir consecuencias, sin verdadero amor patriótico, sólo por conveniencias individuales y por malas influencias de los fanáticos medios de comunicación.Anoche mi sueño fue algo divertido: que alguien, con intención de envenenar  al Alcalde Mayor de Bogotá, le dio una bebida que gracias a Dios no lo mató, sino que el  alcalde Gustavo Petro  quedó convertido en El LICENCIADO VIDRIERA, que  avanzaba por las calles bogotanas acompañado de gran número de seguidores y admiradores en plena paz, sin piedra alguna que quebrara el vidrio, ni a nadie. Él iba pregonando con su pausada voz el amor a la libertad, a la verdad, respondiendo a las variadas preguntas de sus seguidores. Con la inteligencia que lo caracteriza despertaba el entendimiento de quienes lo escuchaban. Sin embargo no faltaba quien lo creyera loco, pero, creerse de vidrio no lo convertía en loco, porque loco y bruto era el malintencionado  que lo quería envenenar.  Un estruendoso trueno que anunciaba gran diluvio despertó mi sueño, y el alcalde ya no era de vidrio, era de carne y hueso. Estaba asomado en el balcón de oralidad, mandando sus verdades a la gente y al viento que se encarga de dispersar sus  ideas.   
Pesadillas
Autor: Lucy Reyes  521 Lecturas
  Fue ayer cuando supe que mi cuñado era infiel con mi hermana. Yo no sabía qué hacer. Si hoy le cuento, hoy comienza el calvario de mi hermana, si no le cuento me convierto en encubridora de la infidelidad de Gerardo, y así no puede seguir esta situación. Resuelvo invitar a mi cuñado a un Bar para hablar sobre el problema. Reprocho su conducta, él acepta su error, aunque se justifica diciendo que lleva veinte años de matrimonio feliz con mi hermana y sus tres hijos, pero que a veces  la monotonía le aburre y que ciertas aventurillas dan felicidad, sin intención de dejar el hogar.Le pregunto:  Si Isabela, mi hermana buscara aventurillas para divertirse, a ti te parecería bien ¿y la perdonarías? Es distinto, dice Gerardo. Las aventurillas en los hombres son normales, no afecta el honor, a las mujeres si les afecta, y es cuando se les ve como mujerzuelas fáciles. -Y, a ti Gerardo, ¿no te parece injusto ese machismo o desigualdad?-No. Eso no es machismo, te equivocas. La gente vive confundida, la infidelidad no es machismo, es una aventura, tampoco es machismo la agresividad de un esposo, es un mal comportamiento por malos sentimientos, ignorancia, bajo nivel educativo. La tacañería tampoco es machismo, es un defecto, todo eso  se llama “modos de ser”. Puedes tener razón al calificar esos comportamientos como “desigualdad”-¿Como tú?-Lo mío es una aventurilla-Entonces ¿qué es machismo? -Machismo es creerse poderoso, ver debilidad en las mujeres, tener que ayudarlas, ser valientes para protegerlas, hacerlas respetar, considerar que no tienen fuerza, que tienen que ser sometidas, creer que son brutas, porque ellas mismas buscan estar protegidas por los hombres.  Pues Gerardo, estas atrasado en tu concepto, hoy día las mujeres estudiamos, tenemos libertad, demostramos inteligencia en el estudio y el trabajo, tenemos poderes. En muchos casos los hombres son los sometidos a las mujeres, que son buscadas para que los mantengan. He oído en varias ocasiones a hombres diciendo que se quieren casar con una mujer rica que los mantenga. Hoy día las mujeres ocupan cargos importantes, hasta ser elegidas presidentas. La  diferencia con los hombres es física. Es verdad  que las mujeres tenemos menos fuerza, pero el gran valor de ser madres supera cualquier estado del hombre y, cuídate de hablar mal de las mujeres, porque quienes lo hacen siguen corriendo el peligro de vérselos como a seres resentidos por no haber sido mujeres. Los verdaderos hombres aman y respetan a las mujeres, son buenos hijos, buenos esposos, buenos gobernantes, buenos amigos… Pero bueno, no más discusión, volvamos al problema que se presenta con tu infidelidad. -Pues si tú no le cuentas a Isabela, no habrá problema. -¡Hey! y ¿tú seguirás feliz engañando a mi hermana? Y yo ¿tu cómplice? -No es engaño si lo ignora. -¡Sínico! No me creas boba, si no renuncias a esas aventuras yo me encargo de arreglar ese problema. -No es tu problema.-Sí es mi problema, lo que es con mi hermana es conmigo. Te dejo y ya verás lo que va a pasar.   Regreso enojada a mi casa,  averiguo  la dirección de la mujer que tiene mi cuñado, para advertirle que Gerardo es casado y que respete ese matrimonio. La persona que me informó, me da la dirección, me dirijo a esa casa. Es como un laberinto, entro y salgo por uno y otro lado, no encuentro la dirección, me canso, regreso a mi casa y duermo.   Al día siguiente, invito a Isabela a almorzar a un elegante restaurante. Ella está feliz,  brillan sus ojos haciéndome ver que es más feliz que yo y que muchas personas, por tener lujo en su casa, buenas amistades, hijos maravillosos  y un esposo perfecto. Pienso: ¿Cómo voy a arruinar tanta felicidad? Me siento impotente, no puedo pasar tranquila el alimento. Isabela va terminando de almorzar y yo no puedo empezar, no dejo de pensar. Isabela pregunta: -Hermana, ¿Por qué estas tan pensativa?, tienes algún problema? -Sí, tengo un problema que no sé cómo resolver. -Cuéntame y yo te ayudo. -Acabo de enterarme de que el esposo de mi mejor amiga le es infiel, ella no sabe y yo no sé si contarle o no ¿Qué me aconsejas?-Si eres buena amiga tienes que ser sincera, cuéntale.-Pero ella es feliz, y si le cuento arruino su felicidad.-Lo puede saber por otra persona y si se entera de que tú sabías, jamás te perdonará-Pienso que no soy quien debe dañar ese hogar-Quien lo daña no eres tú, es el esposo infiel, y tu amiga debe saber a tiempo la realidad y ver si hay arreglo o no. Tú crees que ¿puede haber arreglo? Depende, si es algo pasajero como sólo coqueteos, es posible arreglar, pero si se trata de algo serio el arreglo es terminar el matrimonio. ¿Y que los hijos sufran las consecuencias? No hay secreto oculto hermana, algún día lo sabrá y los hijos estarán al lado de la madre y ese padre infiel perderá a sus hijos. Casi me atrevo a contarle, pero me arrepentí, no es el momento, dejaré que sea feliz unos días más. En las horas de la noche llega Gerardo, Isabela le cuenta que estuvo almorzando conmigo;  de inmediato Gerardo dice: supongo que tu hermana te contó todo, ella interrumpe: ¿lo de la infidelidad?-Tu hermana es una lambona, supuse que ella te contaría, pero quiero que sepas que yo sólo te amo a ti, lo que te haya dicho tu hermana es mentira, lo hace porque te envidia.-¿Cómo? Acaso, ¿el infiel eres tú? No entiendo.-No defiendas a tu hermana, son chismes de ella. Isabela marca mi celular para preguntarme lo qué hablé con Gerardo y yo pregunto: ¿Estás con Gerardo? Sí. Cállate no digas nada, te lo suplico. Aguanta hasta mañana, te espero en mi apartamento, pórtate bien con Gerardo y mañana te explico muchas cosas.-¿Por qué me tengo que callar?-Porque te conviene, te lo digo con sinceridad. Isabela dice a Gerardo que tiene sueño, se acuesta y se hace la dormida, pero sufre y llora toda la noche. Gerardo queda en duda. Al amanecer ve la cara de Isabela empapada en lágrimas, no se atreve a hablarle, prefiere desayunar solo y salir al trabajo.    Isabela me visita y me cuenta lo ocurrido con Gerardo. Ya no me queda más remedio que contarle la verdad. Isabela se ataca a llorar y reprocha que le haya mandado  callar. Yo le digo: Este problema se debe arreglar con calma. Si tú le armas un escándalo delante de tus hijos y ofendes a la mujer que él tiene, te conviertes en villana y esa mujer se convierte en víctima. El resultado es que él se encapricha más con la otra, la considera y hasta puede llegar a quererla. No puede ser, no puedo seguir tu consejo, hoy mismo Gerardo deja de ser mi esposo. -No te precipites, tú misma has dicho que “si se trata de algo pasajero, se puede arreglar” y lo de Gerardo es un simple capricho, él te ama y como bien dices se puede arreglar. -¿Cómo?-Dialogando, haciéndole ver la injusticia, el mal ejemplo para los hijos, el dolor de la familia si decides separarte. En la charla que tuve con Gerardo él reconoció su error y creo que se arrepiente y deja de lado ese capricho. Bien sabes que en mi trabajo manejo conciliaciones, tengo experiencia y he logrado excelentes resultados, si quieres llevamos a cabo una conciliación. -No hermana, no pienso como tú, los caprichos no son cosa leve, son graves, terminaré mi matrimonio con Gerardo y no debo seguir tus experiencias, debo hacer lo que siento. Isabela llora, desesperada regresa a su casa y actúa como otras esposas: arregla maletas con la ropa de Gerardo, manda cambiar las guardas  de las chapas, deja fuera de la casa la ropa de Gerardo y en una maleta le deja esta nota: “Mi corazón ya no es tuyo, olvídame para siempre”. Gerardo le manda notas pidiendo perdón y prometiendo eterna fidelidad. Pero Isabela no perdona, tanto dolor y lágrimas, se mantiene inactiva reposando en su cama y llenando su almohada de lágrimas.   Al no ser perdonado, Gerardo se organiza con la amante que feliz lo recibe, se van de viaje de luna de miel a una bella Isla, ella goza, pero Gerardo  no deja de recordar las lágrimas de su esposa y le entristece no ver a sus hijos, perder un matrimonio que fue feliz. No puede ser cariñoso con la amante y se le forma otro problema con ella por su indiferencia. Se arrepiente del viaje, se devuelve a un hotel, sigue insistiendo en el perdón y en el derecho de velar por sus hijos. No le importa dejar a la amante. Pasado un tiempo Isabela acepta que Gerardo vea por los hijos, vivir bajo el mismo techo por conveniencia a los hijos que estaban  sufriendo por no ver a su padre, pero ella jamás lo vuelve a reconocer como esposo. Ella dice que su orgullo no le permite volver con él, aunque lo ama, reconoce sus valores, y yo le digo que perdonarlo no es indigno ni es pecado, que de seguir así Gerardo, sin esposa tendrá que seguir el camino de las aventurillas o, de pronto volver a enamorarse de otra mujer y dejarte para siempre si no reconoces el arrepentimiento. Pero, Isabela no perdona. Quedo pensando que Gerardo fue imprudente y me culpó injustamente. Mejor habría sido que mi hermana hubiera ignorado esa bendita historia, y hoy siguiera siendo feliz. ¿Qué ocurrirá más adelante en la vida de mi hermana?            
 HISTORIA DE LA LUNA Y EL SOL                            1 Asomaba la luna coqueta y vanidosa Queriendo conquistar a su amado sol, Resaltaba sus cráteres con roja pintura Y sus mares con maravilloso tono azul   Aparecía el sol visiblemente enojado Mandaba rayos con fuerza enloquecida  Fruncía su frente ante la luna con hastío  Y en la tarde enrojecido se ocultaba.   Otra vez asomaba la coqueta luna,  Pequeñas nubes adornaban su cabeza, Se pavoneaba  aquí  y allá Queriendo conquistar a su amado sol    Se colocaba aretes y al espejo se miraba, Su alma enamorada sonreía esperanzada, Creyendo que su amado sol la amaba Pero el sol ni la determinaba.   Triste la luna, sus aretes se quitaba Sus nubecitas también se las quitaba Desteñía sus cráteres y sus mares, Ya no creía en amores   El sol veía menguar  la luna. Mucho lamentaba su decadencia, Aunque con ella se mostraba altivo, Su corazón palpitaba conmovido.                                                                               La pobre luna estaba afligida Y en media luna se convertía, No soportaba tal indiferencia Y pronto, a menguar volvía   La luna en su cuarto menguante  Dejaba al sol en actitud desesperante Por su notorio cambio, el sol se apagaba Y la fuerza de sus rayos ya no asomaba    Entre nubes y tinieblas, el sol se escondía Lloraba por el cambio de la luna Sus lágrimas se convertían en lluvia, Que dispersa y fina, al inmenso mar caía   La luna y el sol, ya no se veían Los dos, ya no se podían contemplar Tanto dolor el sol no  podía soportar No sabía que ya, los dos  se deseaban.   Arrepentido el sol, a la luna quiso conquistar  Ella en su cuarto creciente se dejaba conquistar El sol ilusionado, a la luna quería calentar Y luego se apagaba dejándose desear   La luna seguía creciendo ilusionada Hasta convertirse en media luna, Ella sentía que el sol la amaba Y feliz,  en luna llena se quedaba   El sol quería casarse con  su amada Y ella,  emocionada lo aceptaba La tierra, animada, quería ser madrina, Y en eclipse de sol, la pareja se unió.                            2  HISTORIA DEL SOL Y LA LUNA EN SU VIAJE DE BODAS   Una fría mañana, las nubes amenazaban llanto de dolor por la triste historia del sol y la luna, quienes en eclipse de sol habían unido sus vidas y se habían alejado del planeta Tierra, para gozar su luna de miel, viajando por los planetas Venus, Júpiter, Saturno, Mercurio y otros planetas, sin que tantos anhelos fueran posibles por tan largas distancias. Era más cercano viajar hacia el planeta Marte. No siendo completa la felicidad, un fenómeno natural, producido por colapso de una estrella en el planeta Marte, separó al sol de la luna.  Las nubes del planeta tierra, manifestaban con sus lágrimas el dolor de ausencia de la estrella sol, que había dejado de iluminar y calentar a  seres vivos. Pasaban las horas dejando hilos de hielo y profunda oscuridad, hasta que al fin un día, ¡Vaya Felicidad! El sol retornó a la tierra, entonces, las nubes se esparcían, abriendo espacios que dejaban ver el firmamento azul. Ya no lloraban, los seres vivos estaban felices.  No obstante, el sol estaba solo y triste, sin su compañera luna, que había desaparecido. Y, ¿dónde se encontraba la luna? Los investigadores del universo la habían capturado. Ella estaba triste, meditabunda, melancólica, cubriendo el cielo con su manto, buscando ayuda o consuelo en  dos hermanas lunas de Marte: “Fobos y Deimos”, pero ellas, al ver una luna desconocida y desorientada, el pánico y timidez las alejaba.   La luna en su soledad, vagaba por los ámbitos del cielo, como místico témpano de hielo, buscando  a Oriol, o, a la estrella Sirius, que siempre estaban a su lado, para bien ubicarse y encontrar a  su amado sol. Y las nubes se aglomeraban en horas nocturnas, llorando la ausencia de la luna y, añorando su regreso.                Una noche, cuando la luna vagaba por la profunda oscuridad divisó una brillante estrella. Sí esa estrella era Sirius, su compañera. Se iluminaron sus cráteres y sus mares, pudo avanzar por el cielo y más allá, hasta encontrar  a su amado sol. Se abrazaron y de nuevo un eclipse los unió, pero, por un instante, porque, a la luna, seres vivientes del planeta Tierra, Adrian y Collins, en el año 1.969 se dirigían hacia ella, para conocerla, visitarla,  tomarle fotos  y dejarle de recuerdo una bandera de los Estados Unidos. Después de la visita, el sol y la luna, se unieron en el firmamento, sin que grises nubes interrumpieran la luz,  ni el color  azul del cielo, ni  la felicidad de la pareja.                      
  Mis estudios primarios los realicé en el “Liceo de los Ángeles” cuya dueña y directora era mi madre. Hoy he querido recordar a mi mejor amiga en mi niñez.  Mi mejor amiga se llamaba Victoria. Ella era linda, rubia, de ojos  azules y piel blanca. Tenía dos hermanas y un  hermano. Sus padres eran el  señor Alfonso y la señora Inés. Los cuatro hermanos estudiaban en nuestro liceo, y vivían en la misma cuadra del liceo. La señora Inés era chocoana. El color de su piel era negra,  y su esposo Alfonso, de piel blanca y cabello rubio. Sus cuatros hijos heredaron la piel blanca y cabello rubio del padre.   La familia de mi amiga vivía con la nostalgia de que Victoria, la hija mayor esperaba la muerte cuando cumpliera quince años de edad, por una grave enfermedad del corazón. Ella lo sabía, también lo sabíamos sus amigos. Victoria quería que yo la acompañara muchas veces en las horas de la noche, para hablar sobre la muerte. Repetidas veces decía, que tocaría mis pies con sus heladas manos cuando ya ella estuviera muerta  y yo dormida,  para despertarme y recordar nuestra amistad. Su sueño más frecuente era viajar con su familia y  conmigo en un avión que cayera al mar y todos muriéramos. Tenía un pequeño cuaderno en el que escribía sus pensamientos. Recuerdo algunos: “¿Para qué vivir y pronto morir? Mi vida es apenas un sueño, un abrir y cerrar de ojos; un adiós a la vida, a mis padres, a mi familia, a mis amigos, a mi país. Dependo de mi corazón, igual que todas las personas, pero no todas ellas sufren la amenaza de pronto morir. Siguen viviendo, gozando y sufriendo. “No todas las personas mueren por enfermedad del corazón, mueren por accidentes, suicidios, homicidios, o vejez”. “¡Me veo linda en los espejos! Me entristece que el derecho a mi vida sólo sea por quince años. Nací de una familia que me podría hacer feliz mucho tiempo. Mis  hermanos si podrán vivir y disfrutar más de la vida. Otras personas sufrirán de pobreza, maltrato, injusticias, odios, pero yo, que si tengo lo mejor de la vida no la seguiré disfrutando”. Victoria imaginaba a sus admiradores llorando  por su muerte. Pues en verdad, eran  chicos de nuestras edades de 10 a 11 años, que la admiraban porque además de tener belleza física, también tenía belleza espiritual. Era lógico que su ausencia a todos nos hiciera  llorar.   La familia de Victoria me sentía especial cariño. La señora Inés me consentía, hacia vestidos iguales para Victoria y para mí, y me daba obsequios. Nos enseñaba a tejer en dos agujas, y cuando aprendí compré lana de color azul petróleo para tejerle un saco a mi amiga, y ella me ayudaba a tejer. Cuando casi terminábamos de tejerlo, sólo faltaba una manga por tejer, fui calumniada  con la mentira de que yo me burlaba de esa familia, y tristemente no me volvieron a tratar.   Mi gran tristeza en mi adolescencia fue un sorpresivo día en que la señora Inés me mandó llamar con su empleada. Llegué a la casa de mi amiga Victoria, y cuando entré vi muchas fotos de mi amiga en el pasillo de la escalera. En una pared estaba colgado el saco sin una manga, el que habíamos tejido las dos. La señora Inés me abrazo, y sin palabras, con sus ojos llenos de lágrimas me hizo entender que mi amiga había fallecido. Yo también lloré, sentí mucha tristeza. La señora Inés quiso que yo los acompañara ocho días en su casa, y mi mamá lo permitió. En esos días observábamos fotos  de paseos, algunas tareas de Victoria, cartas casi poéticas despidiéndose del mundo y  rogando a sus padres que se amistaran con mi familia porque, yo era su mejor amiga. Comentábamos sobre tan lindos recuerdos que mi amiga había dejado, y que para siempre nos abandonó. Parecía increíble que hubiera muerto el mismo día que cumplió quince años. Esa familia me rodeaba en su afán de comentar cuantas veces mi amiga recordaba esos momentos que compartimos las dos: cuando montábamos en bicicleta, en patines, saltábamos lazo, y  cuando yo la acompañaba en las horas nocturnas para hablar sobre la muerte. Contaban que con frecuencia me nombraba. Quería que me regalaran su ropa, sus juguetes y sus joyas, cuando ella ya no estuviera en este mundo, para que su recuerdo quedara en mí; que cuando su familia me viera con sus cosas pensaran  que ella estaba viva, y que yo las disfrutara, pero mi mamá no lo permitió.  Afortunadamente, pude demostrarles que fui calumniada por una niña, que también estudiaba en nuestro liceo, porque no me quería. Fue fácil demostrarlo, porque esa niña vivía cerca a mi casa. La mandé llamar, y delante de la familia de Victoria le pregunté si yo alguna vez me había burlado de ellos y la chica se disculpó, dijo la verdad, que yo jamás me había burlado de nadie, que ella me odiaba por ser yo, hija de la dueña y Directora del Liceo. Así que todos me abrazaban, me reprochaban que no hubiera aclarado a tiempo esa calumnia. Me pedían disculpas, se arrepentían de su rencor y querían que nuestra amistad continuara para siempre, pero no fue posible, por la muerte del jefe del hogar, y la familia  se fue a vivir a otro lugar lejano.
OJOS DESORVITADOS Maldito gusano Mordiste el codo de Alberto Le dejaste un brazo adolorido Le dejaste gritando como loco   Pobre Alberto Quedó con ojos desorbitados Subió su glucosa de diabético Hubo que aplicarle medicamento   Maldito gusano De color habano y peludo Pequeño cuerpo maligno Vagas por la tierra cual demonio   Pobre Alberto De tanto dolor se desmayó Eso le pasó por terco Por levantar un palo sucio   Maldito gusano Pequeño e inconsciente animalito Capaz de cambiar el buen ánimo Por un doloroso mordisco   Pobre Alberto Que tanto dolor le quedó Y el gusanito Tranquilo quedó
OJOS DESORVITADOS
Autor: Lucy Reyes  770 Lecturas
CARTAS Pablo, estudiante colombiano, adelantaba una especialización de urbanismo en la ciudad de Curitiba, Brasil en el año 1.989. En vacaciones regresaba a Colombia a visitar a sus familiares y amigos. Aprovechando su estadía de vacaciones en Colombia fue invitado por un amigo a una fiesta de cumpleaños. En esa fiesta tomó whisky en exceso, bailó casi toda la noche con Marina, una chica estudiante de último año de bachillerato de un colegio de Bogotá, Colombia. Pablo quería mantener relaciones amistosas por medio de cartas con Marina.Al día siguiente de la fiesta Marina llegó al colegio un poco agotada, por el trasnocho de la fiesta. Lucero preguntaba a su amiga, que tal había pasado la noche de la fiesta, ella dijo que había estado  muy aburrida, porque  un borracho se había dedicado a bailar con ella y a dedicarle poesías, y que era un tipo creído por estar estudiando en otro país.Bueno amiga ¿cómo es el tipo? Preguntaba Lucero a Marina Como cualquier borracho. Ojos colorados, aliento de tufo, bailando mal y, hablando resbalado. Entonces, ¿para qué bailabas con él? Pues porque si uno se niega a bailar con alguien, corre el peligro de recibir ofensas. Y ¿por qué le diste la dirección de tu casa? De bruta, no debí darle mi dirección, así no llegarían cartas. Pues amiga, a los borrachos se les olvida todo, amanecen enlagunados, así que no te preocupes.  Nada había olvidado Pablo, y pasados veinte días Marina recibió carta de Pablo, pero a ella no le interesaba, rogaba a su amiga Lucero que la leyera y le respondiera ya que a Lucero le gustaba  escribir. Lucero leyó la carta, le gustó, insistía a su amiga que la leyera y respondiera, Marina, se negaba rotundamente a responder las cartas y suplicaba a Lucero que las leyera o las rompiera  Lucero respondía las cartas con cierta timidez, porque, aunque le gustaba escribir no era experta en poesía y las cartas de Pablo eran poesía, además esos bellos versos no eran inspirados en ella, sino en Marina.  En ese tiempo los correos demoraban mucho la entrega de cartas. Más o menos cada veinte días llegaban cartas a Marina, ella las entregaba a Lucero para que respondiera.  Lucero se mantenía alegre con esa correspondencia, porque cada día eran más interesantes las cartas. Pablo le contaba que ya sabía hablar en portugués Le comentaba la cultura de Curitiba, le mandaba fotos de los compañeros de estudio y de los profesores, de la estructura de los edificios, de los parques, e igualmente, Lucero le comentaba en sus cartas lo que a ella y a la ciudad de Bogotá a diario les ocurría.  Poco a poco los dos se enamoraban, Lucero que creía no saber hacer poesías, entendió que cuando se está enamorado los versos fluyen sin esfuerzo y sus cartas se habían convertido en poesías románticas. Pablo  la admiraba más cada día, convirtiendo el corazón de Lucero en UN TORMENTO “No ser Marina”, pero Lucero no quería traicionar a su amiga, prefirió decirle a Marina, con el dolor de su alma que ya no se comprometía a responder las cartas a Pablo. Marina dijo: bueno, romperé las cartas.  Pablo estaba demasiado enamorado y desesperado por no recibir cartas de Marina, entonces, se dedicó a mandar telegramas con frases amorosas, porque los telegramas llegaban más rápido. Marina se sentía acosada con tanto telegrama y suplicaba a su amiga que respondiera  los telegramas. Lucero los respondía, pero de manera indiferente, causando un amor desesperado a Pablo, por aquello del masoquismo. ”Entre más indiferencia, más amor”  Pablo quería regresar a Colombia y casarse con Marina. Lucero insistía a su amiga que leyera los telegramas. Después de leerlos, Marina se entusiasmó y dijo a su amiga que le mandara un telegrama a Pablo aceptando casarse con él. Lucero se entristeció y aconsejó a su amiga que ella misma le respondiera y Marina aceptó. Pablo le propuso a Marina que se casaran en el mes de diciembre, después que ella recibiera el grado de bachiller y él, el certificado de la especialización. Marina aceptó, avisó a su familia que se casaba en diciembre. Propuso a sus padres que se hiciera una reunión familiar con pocos amigos.  La familia de Marina se sorprendió, sólo faltaba un mes para que se hiciera efectivo el matrimonio. No quedaba más remedio que  comenzar  el alistamiento de la boda.  Marina advirtió a Lucero que no la invitaría a la celebración de la boda, porque temía que Pablo descubriera la verdad de las cartas. Lucero se entristeció y se resignó.  Pasó la boda, Pablo llevó a Marina a Río de Janeiro a pasar la luna de miel. A su regreso se instalaron en un bonito apartamento, -propiedad de Pablo-.Al poco tiempo del matrimonio, empezaron los problemas.   Marina se comunicaba con Lucero a través del teléfono para comentarle que cada día Pablo cambiaba su modo de ser, que le repetía que se había enamorado de las cartas, pero que personalmente, la veía diferente y Marina suplicaba a su amiga que jamás la visitara, que no quería perder su matrimonio.  A los dos años de casados, un día Lucero estaba mandándose peinar en una sala de belleza, tenía su cabeza metida en un secador, como se usaba en ese tiempo, cuando de pronto apareció Marina con Pablo, ella, a mandarse peinar, y él, a que lo peluquearan. Lucero se sorprendió, se sentía emocionada de conocer a Pablo, mientras Marina se sentía asustada de que Pablo conociera a Lucero. Marina se acercaba a Lucero y le suplicaba que no sacara su cabeza del secador, pero Lucero no resistía el calor y salió a que la peinaran. Lucero lucía hermosa, después de ser peinada. Al oído Lucero  decía a Marina que no tenía de que preocuparse que Pablo no podría adivinar quién era ella. La belleza de Lucero despertaba las miradas de Pablo. Marina estuvo celosa, hasta el momento en que Lucero, triste se despidió  y salió de la sala, porque quedó más enamorada de Pablo y más triste de no volverlo a ver.  Marina guardaba algunos cuadernos del colegio y en uno de esos había una nota escrita por Lucero. Pablo se asombró cuando vio la nota firmada por Lucero, aunque ya se había dado cuenta de que la letra de Marina era diferente y que Marina no era tan suave ni tan romántica como lo era  en sus cartas. Pablo pidió a Marina que le explicara lo de la nota de Lucero que era la letra que él recibía en las cartas. Marina le contó la verdad, Pablo se enojó por el engaño y le rogó  que le presentara a Lucero, Marina, también enojada protestó: soy tu esposa, te amo, soy fiel, soy la misma que conociste en la fiesta, pero tú quieres que yo te presente a Lucero, ¿para ser infiel?  Pablo respondió: tu engaño merece mi infidelidad, además me enamoré de las bellas cartas que Lucero me escribía, la amo a ella y no a ti, pues ya la conociste –dijo Marina- Lucero es esa chica a la que le coqueteaste en la sala de belleza y yo no me enojé. ¿Esa bella chica que se mandó peinar es Lucero?-la misma- ¡Qué feliz hubiera sido yo con tan bella dama!,  pero  jamás iré a buscarla, ni volveré a marcar su número telefónico –Dijo Marina- y se atacó a llorar, se sentía desesperada, tomaba en sus manos lozas, cristales y  los mandaba con fuerza  al piso, gritaba, votaba los  cojines al piso y contra la pared, daba golpes a su cabeza. La actitud de Marina preocupaba a Pablo, cálmate le decía, fue a abrazarla, pero ella lo rechazaba, Pablo no sabía qué hacer, ¿dejarla sola? No sería justo, ¿esperar que se calme? Será lo mejor.  Marina entró a la habitación y cerró la puerta con llave. Pablo tuvo que acostarse en el sofá de la sala, pero no podía dormir por reflexionar sobre lo acontecido. “El engaño me sacó de casillas”, Marina está desesperada, fui cruel al decirle que no la amaba a ella, sino a Lucero, la verdad es que Marina me ama,  es mi esposa, es fiel, el engaño fue antes de amarme: Fue ”Cosa de chiquillas” ¿Cómo tranquilizar a Marina? Le llevaré el desayuno a la cama y le pediré disculpas. Pero al siguiente día Marina no abrió la puerta, aunque Pablo suplicaba que le abriera, no fue posible. Aumentaba la angustia de Pablo, no solo angustia, nacía el amor por ella.  En las horas de la noche Marina abrió la puerta, se dirigió a la cocina, buscando algo que comer. Pablo le hablaba, ella no respondía, tomó café con pan, luego, regresó a la habitación, volvía a cerrar con llave la puerta, y otra vez, Pablo a dormir en el sofá.  Al día siguiente, Marina abrió la puerta, le entregó a Pablo una tarjeta con el nombre y el número del teléfono de Lucero y dijo: "No es obligación que me ames, duraste un año amando a Lucero, búscala y te deseo que con tan bella dama seas feliz. Yo quedaré tranquila sin presionarte a que me ames, eres libre, olvida nuestro matrimonio, vete". Pablo rompió la tarjeta, en presencia de Marina, sin pronunciar palabra y salió del apartamento.  Pasaban los días, sin que Marina dejara de sufrir y llorar, pero su firmeza no podía decaer. Por su parte Pablo también sufría. Al mes de aislamiento, Pablo había escrito cartas de amor a Marina, compuso la letra de una amorosa canción, le dio serenata y el mismo cantaba la canción que compuso. Marina lloraba de felicidad, pero no abrió la puerta del apartamento a recibirlo.  Al día siguiente, Pablo le envió un bello arreglo floral y las cartas de amor que a ella había escrito. Marina entendió el gran amor que Pablo le sentía. Así que feliz lo recibió, se abrazaron, se besaron, lloraron de emoción por tan bella conciliación, y embarazo, producto del amor.          
CARTAS
Autor: Lucy Reyes  504 Lecturas
LA MODA ¿Interesa a todas las personas estar a la moda? Claro que no, hay personas que se visten, se peinan, se arreglan  como quieren, otras personas viven pendientes de lo que se usa, sin importar que les quede bien o mal, lo que importa es estar a la moda. Pero lo cierto es que  los diseñadores de moda sólo se dedican a crear diseños exclusivamente para personas especiales como artistas, reinas de belleza, gente elitista y principalmente a la juventud de cuerpo delgado, porque diseñar para personas gordas u obesas, o para la vejez, “ni modo” y muy poco para niños. Hay diseñadores que se destacan por crear moda verdaderamente elegante, sin embargo, en los desfiles de modas se ven modelos exhibiendo peinados, vestidos, sombreros o zapatos muy extravagantes, que después nadie usa. Me parece “horrible” el gusto de algunos diseñadores en la moda informal ¿pantalón roto? ¿Chaqueta de vieja apariencia? ¿Ropa deshilachada? ¿Medias rotas? Perdón, sólo es mi pensamiento, si a quienes les gusta tal moda se sienten bien, “nada que decir”. En el mundo de la moda de todo se ve: elegancia y ridiculez, debido a los gustos, la influencia, el egoísmo, la envidia, la individualidad. La elegancia no es criticable, por el contrario es admirable, ¿pero la ridiculez? ¡Válgame dios!, lo mucho que se ve de mal gusto, colores mal combinados, minifalda que parece un ancho cinturón, exhibición de ombligos, sin importar el clima frío y profundos descotes en mujeres gordas y bajitas de cabello largo hasta el trasero. Se ven niñas vestidas como mujeres  adultas, jóvenes con yines escurridos hasta dejar ver la Y del trasero y rotos, por influencia de la moda o  de algunos  vendedores de ropa, que sólo les importa vender, tienen capacidad de convencer a sus compradores de que todo les queda muy bien, y  de que así se usa, aunque se vean ridículos. Por egoísmo o envidia. Hay personas que aconsejan mal a quienes preguntan ¿cómo me veo? Dicen que se ven bien, aconsejan lo peor para burlarse o minimizar a las personas. Por individualidad, no importa que los demás se vean ridículos, lo que importa es verse a sí mismos bien ¿será importante que la colectividad se vea bien? Si del error se aprende, en revistas o medios de comunicación, deberían resaltar lo ridículo y aconsejar bien. También es cierto, que las personas que se visten como quieren, sin importar el qué dirán, sin dejarse influenciar, aconsejar, o sin que le importe ser criticado, están muy bien, lo malo es dudar de cómo se ven, en esos casos si es mejor mirarse al espejo, consultar con personas expertas y sinceras, para no incurrir en aquellos casos en que se peinan horrible y creen verse lindas, se visten mal y creen estar a la moda, se maquillan mal y creen que se ven lindas. Para mi concepto la moda clásica es bella para damas y caballeros pasados de los cincuenta años. Sobre la moda hay mucho tema que las personas pueden comentar. Por ahora mi comentario es el expuesto.    
LA MODA
Autor: Lucy Reyes  354 Lecturas
Madre: Me bastaban las  miradas de tus ojos para entender tus pensamientos Reprochaban, aceptaban, criticaban, humillaban, alegraban, entristecían, amaban y lloraban. Cerraste tus ojos, quedé sin tu mirada, ahora, soy yo quien llora la ausencia de tus ojos
Tu mirada
Autor: Lucy Reyes  1041 Lecturas
LA HIJA DE DON PEDRO La hija de don Pedro soñaba con montar a caballo a pesar de recordar que don PEDRO –SU PADRE- había muerto al caer de un caballo. Sin embargo ella, como mujer caprichosa seguía  en el empeño de montar, sobre caballo bien ensillado.   Un amigo de don Pedro, que sabía del sueño de Carolina la invitó un día a montar en su caballo, ella feliz aceptó, siguiendo instrucciones de su amigo. Cuanto más avanzaba, más quería acelerar el paso del caballo, corría  más y más, lo que hizo que el caballo se desbocara.  Ella cayó al piso, el caballo la pateó causándole graves lesiones, fue conducida a una clínica en la que permaneció quince días, al cabo de los cuales superó las lesiones de su cuerpo y le dieron de alta. Ella salió de la cínica sola, el dueño del caballo había desaparecido, nadie la acompañaba. Pasados unos minutos, Carolina avanzaba por las calles llorando y quejándose, llamando la atención y pidiendo ayuda.  Ella decía: “estoy embarazada y creo que es hora del parto”, pero al observar la gente que su barriga, no tenía señas notorias de un posible embarazo, y que su lenguaje era descoordinado, que a ratos reía y luego lloraba, sin lugar a dudas se trataba del estado de demencia de Carolina. Para los agentes de policía la única solución era internarla en clínica de reposo, lo que imposibilitaba el regreso de Carolina a su casa en el momento. Lo que nadie sabía era que Carolina a sus quince años se había convertido en madre soltera de la bella niña a la que bautizó con el nombre de Amanda.   La hija de Carolina quedó sola, a su suerte, a sus  siete años de edad, sin saber porqué su madre no regresaba. En alguna forma los vecinos le brindaban comida, le preguntaban sobre sus padres, sin que ella supiera responder. Ella no sabía lo que a su mamá le había ocurrido. Amanda, igual que la mamá era caprichosa. Cada vez que la mamá la reprendía, ella tomaba en sus manos un viejo y pequeño maletín -de aquellos que usaban los médicos en tiempos antiguos- Abría la puerta de su casa y, llorando amenazaba que se iba y jamás volvería. Cerraba bruscamente la puerta, caminaba unas cuadras, sin saber a dónde ir, se devolvía, sin atreverse a tocar la puerta, hasta cuando Carolina abría la puerta y la niña desilusionada preguntaba: ¿por qué no me buscabas? ¿Poco te importa que me pierda? Y Carolina respondía: “Sé que siempre regresas” Amanda, sola y desesperada,  pensaba que encontraría a la mamá por algún camino. Tomó su pequeño maletín lo llenó de galletas y golosinas encontradas en el mercado que hacía poco había hecho Carolina. La niña pensó que por el camino sentiría frío, si llovía, entonces recordó que el día de los niños ella se había disfrazado de gitana. Cambió su vestido corto por el de gitana, se puso un saco de lana y en la cabeza se colocó la pañoleta, como las gitanas.  Abandonó la casa y avanzó por diferentes calles, observando a cuanta señora pasara por su lado, con la esperanza de encontrar a su mamá.   La niña en su cansancio entraba a cuanta tienda encontraba, escuchaba lo que la gente hablaba en las tiendas. Las dueñas de tiendas le averiguaban la vida, ella simplemente decía no sé y seguía visitando tiendas. También buscaba asiento en los parques para descansar y recordar lo que escuchaba en las tiendas. “Que a un señor le cobraron más de la cuenta”, que a una señorita que había pedido una gaseosa con almojábana fresca, le dieron una almojábana vieja, pero metida al horno, la almojábana caliente parecía fresca, que había gente que pagaba con billete falso. Recordaba el cuento de una señora en una tienda, que una niña había sido violada y engañada por un mal hombre. Ella no entendía el cuento de esa señora, entonces resolvió volver a la tienda y  preguntar a la dueña de la tienda, qué era violar a una niña. La dueña de la tienda le explicó y le comentó sobre la maldad de algunos hombres. Preguntó a la niña su nombre. Me llamo Amanda Rodríguez, ¿dónde vives?  Estoy viviendo en las calles, me perdí de mi casa por estar buscando a mi mamá que se perdió. ¡No puede ser! ¿Cómo sabes que se perdió? porque no volvió a la casa, ¿y tu papá?  No tengo papá, y tu mamá ¿cómo se perdió? Ella se montó en un caballo se alejó y no volvió, me dejó sola. Entonces, ¿qué comes y dónde duermes? Como golosinas que llevo en mi maletín y de noche, igual que otras personas duermo en la calle.  ¿Cómo se llama el barrio donde vivías? No sé. La dueña de la tienda  invitó a la niña a su casa, le regaló ropa que ya no le quedaba bien a sus hijas, le dio buena comida y le dijo que por la noche se quedara en un sofá abrigada con unas cobijas y, que si le ayudaba en la tienda podía seguir viviendo con toda la familia. Amanda agradeció y aceptó. Amanda ayudaba a despachar en la tienda. Siempre, escuchando diferentes charlas de la gente que hablaba sobre robos, estafas, engaños, enfermedades, política, guerrilla, gente que peleaba, mujeres que desacreditaban a sus maridos, niños que se quejaban de ser maltratados por sus padres, gente inteligente que progresaba, gente irresponsable que se degeneraba, estudiantes que hacían trampa en los exámenes, etcétera. Los hijos de la dueña de la tienda, humillaban a diario a la pobre Amanda, le decían, mantenida, conchuda, descarada, desdichada, lárgate de aquí. Amanda aguantaba humillaciones y ofensas. Mientras Amanda vivía esa vida, Carolina había recuperado su salud, sólo en los cambios de luna tenía alteraciones en su conducta. Carolina no se cansaba de buscar a su hija, por todas partes anunciaba: “Se busca niña perdida” publicaba fotos de la hija, suplicaba en los medios de comunicación que ayudaran a encontrar a su hija, pero nadie daba razón, así que Carolina seguía su vida en medio de la soledad y desesperación. Amanda cumplió diez y seis años trabajando en la tienda. Vivía informada de muchas actitudes de la gente. Había aprendido a sumar y restar, escribía con mala letra y mala ortografía. En las noches no dormía bien, siempre pensando en su pasado y futuro. Recordaba con frecuencia la última frase pronunciada por la mamá “Sé que siempre regresas”  Si yo pudiera volver, si supiera la dirección de mi casa, si recordara al menos el nombre del barrio, si supiera el nombre de los vecinos que me hablaban, si encontrara a mi madre y pudiera regresar. “Vida triste la mía” No puedo seguir así, debo trabajar y estudiar, aquí me alimentan y visten, pero la familia me maltrata, no gano ningún dinero. “Quiero ganar dinero” Sí eso quiero, pero… ¿Cómo? mañana diré a la señora de la tienda que quiero trabajar y estudiar. Al día siguiente Amanda se levantó temprano y  dijo: Buenos días señora Hilda, necesito que me escuche: estoy agradecida de sus bondades, pero prefiero buscar trabajo y ganar dinero. Necesito su permiso en las mañanas, para  buscar otro trabajo y ayudar aquí en las horas de la tarde. La señora Hilda no aceptó, se enfureció, le dio plazo de ocho días para que se arrepintiera y siguiera despachando  en la tienda todo el día, sin derecho a ver televisión, ni escuchar la radio, y hasta  las once de la noche se pudiera acostar.  Amanda lloraba, recordaba los cuentos de gitanas que la mamá le leía en las noches para conciliar su sueño. Y fue cuando llegó a su mente la idea de convertirse en gitana. Es fácil, no se necesita haber estudiado, puedo ganar dinero adivinando suertes de las personas que encuentre en las calles. Alistó el vestido largo que la señora Hilda le había regalado y la hacía ver más alta, la pañoleta que guardaba en su pequeño maletín, empacó en una caja su ropa y algunas golosinas. ¿ME CREERÁN QUE SOY GITANA? Mi cara no es fea, mi nariz respingada, mis ojos verdes, pecas en mi rostro, labios gruesos, mediana estatura. Lo malo de mi cara es ese lunar rojo que tengo en mi frente y que parece un corazón. Bueno pues aprovecharé el lunar para decir que es el del Sagrado corazón y por eso me deberán creer. Si, saldré a escondidas de esta familia. Madrugó al día siguiente, se vistió de gitana con su largo vestido y su pañoleta en la cabeza. Avanzaba por las calles, deteniendo a las personas para adivinarles la suerte, pero algunas personas no aceptaban, la trataban de ladrona, otras, si aceptaban y le preguntaban que cuánto cobraba, ella respondía: “Lo que su voluntad me quiera pagar”.  Una anciana fue la primera persona que aceptó que le adivinara la suerte. La gitana tomó la mano de la anciana y le dijo: usted ha recorrido buenos y malos caminos, ha sufrido y ha gozado. La anciana interrumpió: eso ya lo sé, lo que quiero es saber lo que hoy me va a suceder. Amanda recordó algo que había escuchado en la tienda y dijo: cuídese mí querida señora porque usted va a comprar algo en una tienda y le van a devolver los vueltos con un billete falso. La anciana hizo gesto de que no le creía, ella le mostró el lunar y dijo: es el corazón del sagrado supremo, créame. La anciana fue generosa y le pagó muy bien. La siguiente persona que se acercó fue un joven que, atraído por la juventud y  belleza de la gitana quiso que le adivinara la suerte. Ella recordó haber escuchado en la tienda lo que hablaban los estudiantes y le dijo: tendrás un examen difícil en el colegio, pero no hagas trampa, porque te lo pueden anular. El joven soltó la risa, no estoy en colegio, estoy en universidad y no tengo examen. El joven continuó sonriente, ella sintió vergüenza, no sabía que decir. El joven la tranquilizó y la invitó a tomar café, ella no aceptó por recordar que la señora de la tienda hablaba del engaño de los hombres. Se sorprendió de que el joven le pagara más de diez mil pesos y se despidiera, sin cometer maldad alguna. Otro señor se acercó y pidió que le adivinara la suerte. La gitana recordó lo que hablaban las esposas de los maridos en la tienda y dijo: cuídese señor de su esposa, porque ella habla mal de usted en las tiendas, el señor respondió: señorita Gitana, ¿conoce usted a mi esposa? Ella respondió: No, pero sé que las esposas hablan mal de los maridos en las tiendas, sintiéndose avergonzada dijo al señor: entonces, no me pague nada... El señor se burló de la gitana, pero viéndola tan avergonzada sintió lástima y le entregó un billete de cinco mil pesos. Una chica quiso que le adivinara la suerte y la gitana le dijo: usted es inteligente y va a progresar mucho, va a ser feliz, la chica quedó alegre y le pagó diez mil pesos. Ese mismo día el dinero le alcanzó para pagar una noche de hospedaje en un sencillo hotel, pero no le alcanzaba el dinero para el desayuno del siguiente día y, así en ayunas seguía adivinando suertes, recordando siempre lo que había escuchado en la tienda y según su recuerdo e ingenuidad creía que aconsejaba bien. A  veces adivinaba, a veces no, pero en el correr de los días ganaba el dinero suficiente para hospedarse en sencillos hoteles  en el centro de la ciudad de Bogotá, La madre de Carolina se había casado y tenía dos pequeños hijos. Aunque tenía su hogar, no dejaba de recordar a su hija con gran dolor por no  saber nada de ella. Después de haber recorrido Amanda varios barrios adivinando suertes, en uno de esos barrios no faltó el hombre que quería aprovechar  la juventud y belleza de la gitana para engañarla y dañarle la vida.  El hombre aceptó que le adivinara la suerte, le pagó con varios billetes, y ella no los aceptó. El hombre insistía en hablar con ella. “Eres joven y bella” no desperdicies así tu vida, puedes ganar mucho dinero y yo te ayudo ¿cómo? Preguntó ella, él respondió trabajando como modelo en una empresa importante y yo te ayudo ¿qué debo hacer? Inicialmente te enseñan a modelar, eso dura como un mes. Estarás con otras chicas aprendiendo ¿dónde enseñan a modelar? No te preocupes mañana mismo te llevo a la escuela de modelaje ¿qué más hago? Tendrás que firmar el contrato y escribir acepto. Recibirás las clases y luego viajaremos por muchos países y ganarás mucho dinero, así que mañana nos encontramos en el Centro Comercial “Las Margaritas” ¿sabes dónde queda? Si Sé, entonces mañana nos vemos ¿a qué hora? a la once de la mañana, -bueno dijo la gitana. Al día siguiente el hombre llegó cumplido al Centro Comercial, había pasado más de un cuarto de hora, sin que llegara la gitana. Mientras él miraba su reloj apareció la gitana con un grupo de policías, el hombre se sorprendió, no alcanzó a preguntar nada cuando apareció una patrulla con más policías, que cumpliendo orden de sus superiores lo capturaron, le colocaron esposas, lo condujeron a la cárcel. El  hombre protestaba, decía ser inocente, pero a la historia de la gitana se aumentaban  delitos del hombre en el pasado.  La gitana con lo que había aprendido en la tienda y recordando que la señora Hilda le comentaba la maldad de algunos hombres, no se dejó engañar. Varias señoras la felicitaban y le pedían que les adivinara la suerte. Ella, a todas les preguntaba el nombre, les agradecía, seguía adivinando suertes, pero, ya no adivinaba la suerte según lo que había escuchado en las tiendas, sino lo que la experiencia le enseñaba.  Entre esas tantas mujeres que la felicitaban, una dijo llamarse Carolina Rodríguez. La gitana se asombró, ¡Es el nombre de mi madre! La señora también se asombró y le preguntó a la gitana su nombre, me llamo Amanda Rodríguez. Carolina, con sus manos temblorosas quitó a la gitana la pañoleta que cubría su frente. Carolina reconoció el lunar de su hija y emocionadísima gritaba: ¡ella es mi hija! Amanda le preguntaba ¿está segura de que soy su hija? Si, hija sin duda, tú lunar te identifica, tus ojos, tus pecas, tus labios, tu nariz, eres mi hija. Se abrazaron por un buen rato, mudas, felices, lágrimas en sus ojos. Las dos se alejaron del público, cada una contó su historia. Amanda no quiso hacer parte del hogar de Carolina, se sentiría extraña con un padrastro, tendría que  adaptarse a unos hermanos. Prefirió seguir independiente, seguir de gitana, pero con ayuda económica de Carolina. Estudiar y trabajar hasta terminar estudios y organizar su vida con aquel joven que después de adivinarle la suerte, le había pagado diez mil pesos, se había comportado bien, se habían enamorado,  tenían relación amorosa y se amaban.    
LA HIJA DE DON PEDRO
Autor: Lucy Reyes  500 Lecturas
ATRAPADO POR AMOR Ella en su mirada aparenta indiferencia, Sus historias de amor, a nadie le comenta Asediada de amores rechaza los honores  Guarda en su alma silencio de  amores   Mudas esperanzas guarda en su ser Ama a quien  ignora ese oculto amor. Aparenta indiferencia en su mirada Ese amor oculto no brota de su ser.   Ella espera entregar su dulce amor A ese ser que merece ser amado A ese ser que siempre la ha amado Y que con  calma siempre la ha esperado   El se ha convertido en esclavo de su amor El ama a esa mujer de mirada indiferente El está atrapado en el amor de esa mujer El quiere escapar de ese tormentoso amor   Ella responde a su enamorado Atrapado está el silencio en mi alma Atrapado está mi amor por ti  Atrapada está la palabra en mi verdad    No escapes amor mío  Has llegado a mi alma  Donde fluyen ilusiones  Y el amor colorea el aire   No eres mi esclavo No soy tu amo Un beso de amor te mando Y que empiece nuestro idilio. LETRA DE LA CANCIÓN "ATRAPADO"  Concepto (La pereza)ENTIERRAS MI CABEZATU SONIDO ME CONGELAPENETRANDO EN LAS VENASGRITAN IMÁGENES SIN DEFINIR EL CUERPO INMÓVILESPERA EL DÍAESCAPA LA MENTEAL HERMOSO PARAÍSO INÚTIL        PRE-COROSOY UN ESCLAVO SEDENTARIOQUIERO LIBERARME Y NO PUEDOPLACER AXSFICIANTEVIENES LUEGO Y ME ENVENENAS            COROATRAPADO ATRAPADOATRAPADO EN ESTA MALLAATRAPADO, ATRAPADOYO QUIERO ESCAPAR ATRAPADO ATRAPADOATRAPADO EN ESTE LECHOATRAPADO ATRAPADOME QUIERO ELEVAR SIGUES OBSERVÁNDOMEEL DIAMANTE ES LO QUE QUIERO VERMI CUERPO CLAMA SANGRELA MENTE ANSÍA REGRESAR QUIERO LLEGARA LA HÚMEDA MONTAÑADONDE FLOTAN LAS VISIONESY EL DIAMANTE COLOREA EL AIRE           PRE-CORO SOY UN ESCLAVO SEDENTARIOQUIERO LIBERARME Y NO PUEDOPLACER ASFIXIANTEVIENES LUEGO Y ME ENVENENAS     
Atrapado en el amor
Autor: Lucy Reyes  504 Lecturas
INVISIBLE EN EL AMOR Quiero vivir en tu miradaQuiero sentir tu amor en mi vidaQuiero ir  al lugar a donde vasQuiero que me correspondas  Quiero  mis fotos reflejadas en tu ser Quiero que me veas en tu espacioQuiero que aprecies mis valores Quiero que ames como yo te amo  Quiero ser protagonista de tus sueños Quiero ser protector de tus peligros Quiero cantar a tus encantos Quiero consolar tus dolores  Quiero soñar con tus sueñosQuiero que tus sueños sean mis sueños Quiero volar con nuestros sueños por tierra y marQuiero brillo de estrellas en nuestro gran amor.                                                 2   Eres invisible en mis sueños Eres invisible en mi serEres invisible en mi espacio Eeres distante en mi alma Mi rumbo no te importa Prefieres el brillo traicioneroEl engaño es tu sueñoEres ciega, sorda y muda No ves la belleza del amorNo escuchas palabras de amor Eres muda como momia perdida entre valores y virtudes Eres como ave mensajera de absurdos amores                                                                           3  Aterrizarán mis sueños al planeta tierraDeseos hay en mi cuerpo, caminaré sin destinoTus colores encendidos  quemaron todos mis sentidosFuerzas ya no tengo, contemplarte ya no es lo mío  Dejaré la cacería de tu amor He perdido mi visión He perdido toda ilusión Esperanzas ya no quedan  Sólo queda soledad ya no hay ánimo de amorMis sueños, sueños no serán y mi adiós será el olvido.
INVISIBLE EN EL AMOR
Autor: Lucy Reyes  598 Lecturas
FELIZ NAVIDAD PARA TODOS LOS TEXTALEROS SIN EXCEPCIÓN A todos y cada uno de los integrantes de este Portal Textales, les deseo FELIZ NAVIDAD Y UN AÑO QUE PROLONGUE POR SIEMPRE LOS ÉXITOS, LA FELICIDAD, LA PAZ Y EL AMOR. En Bogotá (Colombia) La navidad es muy alegre. Las calles, los parques, las casas, los centros comerciales, los edificios, los condominios y apartamentos, se iluminan con luces de colores. Es grato en horas nocturnas, recorrer en nuestro auto las calles de Bogotá y observar la iluminación. Detenernos en la parte norte,  Zona T, llamada así por la forma en T de las calles. En esta zona se goza de buenos restaurantes –costosos-, bares, música rock y baladas. Se ven Jóvenes elegantes, bellos adornos navideños, bastante gente, recorriendo las calles y degustando ricos manjares en los restaurantes, y en los bares bebiendo whisky, cerveza o cocteles, hasta altas horas de la noche. Desde el mes de noviembre los almacenes se llenan de guirnaldas, luces, motivos navideños, juguetes, ropa, electrodomésticos y toda clase de elementos para regalar. Los centros comerciales se llenan de gente comprando regalos. Con la misma anticipación, se visten los árboles navideños y el pesebre. Hay familias que gastan mucho dinero para adornar sus casas o apartamentos, porque cada año inventan diferentes adornos navideños y les gusta ir con la nueva moda. Se esmeran en los arreglos, todo queda bello y les gusta lucirlos, desde noviembre hasta febrero del siguiente año.    En nuestras casas armamos el pesebre, el árbol de navidad, decoramos nuestros hogares con motivos navideños, colocados en puertas  ventanas y muros. Los manteles, servilletas y toallas, van con dibujos y distintos diseños navideños. Rezamos las novenas, acompañados de familiares y amigos, cantamos villancicos, degustamos “natilla y buñuelos” -costumbre paisa- pasamos esos días alegres, ilusionados y esperanzados. Sin embargo, para algunas personas, esta época les produce nostalgia. En otros departamentos de Colombia celebran de diferentes maneras, sin que falte la iluminación ni los adornos navideños.  La variedad está en la diferencia de la cena, en el uso de la pólvora. En Bogotá es prohibido que los niños y su familia la usen. Se observan bellas figuras de pólvora, pero manejada por personas expertas, para evitar que los niños sufran quemaduras. El 24 de diciembre, algunos celebramos con una reunión familiar, otras personas, celebran en  Club o en elegantes hoteles con sus amistades. Hay personas que no dan importancia a las celebraciones navideñas, prefieren dormir o ver televisión. Las personas solas, ancianas y abandonadas sufren más. Realmente es triste que mientras unos gocen otros sufran, así es la vida. Lo que me causa curiosidad es comparar la navidad en mi niñez con la navidad actual De niños nos decían que el niño Dios dejaba los regalos debajo de la almohada, pero no éramos bobos y descubríamos la verdad. Ahora es papá Noel. Los juguetes eran variados: muñecas, carros, peluches, pistas de carros, de trenes, extralandias con las que se hacían diferentes figuras. Juegos en cartón, fichas,  bicicletas, patinetas… Ahora todo es distinto, tecnología, juegos, costosos, celulares, computadores, tablas... Ahora los niños piden con anticipación sus regalos, eligen su ropa, enseñan a los padres a manejar Internet, celulares, saben más que los mayores. Ya no juegan con muñecas ni carros, los juegos son los de algunas máquinas que mantienen inmóviles a los jugadores y otras máquinas que los hacen, bailar, brincar y hacer ejercicio. Volviendo a la celebración navideña, la cena a media noche depende de las familias y los gustos, puede ser chocolate, tamal y pan, o ajiaco santafereño, con crema de leche, alcaparras y pollo desmenuzado, acompañado de arroz y aguacate, también una cena buffet. A las doce en punto de la noche nos abrazamos con los familiares y amigos, nos deseamos feliz navidad y repartimos los regalos puestos al pie del árbol de navidad. Se escucha música alegre bailable. Todos los años repiten la misma música y luego finaliza la celebración, se ordena el desorden y… a dormir. Al día siguiente, ¡qué monótono! se ven las calles vacías, con pólvora quemada, la gente durmiendo, los almacenes cerrados y otras personas salen de paseo. En año nuevo mucha gente viaja. En hoteles y restaurantes se presentan buenas orquestas de música bailable, deliciosa cena, queman pólvora dirigida por expertos, suenan pitos, se escucha la canción “Faltan cinco para las doce” A las doce de la noche se cruzan los abrazos deseando feliz año. Sigue la cena en la que no faltan las uvas para pedir doce deseos con cada uva, a las doce de la noche. En los barrios bajos hay alegría se reúnen familias, bailan, la cena es abundante y algunas personas se dedican a beber hasta quedar borrachos, cantan, hablan mal y a veces se presentan riñas y termina el año en desgracia. Varias personas creen en agüeros. Me gustaría saber cómo celebran navidad y año nuevo en otros países. Por ahora sé como celebran la navidad y el año nuevo en Santiago, Chile y en Río de Janeiro,  Brasil, porque en esos países, felizmente,  he pasado navidad y año nuevo.         
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Mi gato Refufú
Autor: Lucy Reyes  409 Lecturas
DESDE MI VENTANA Desde la ventana de mi habitación veía yo el bonito amanecer. Sobre las ramas de los árboles volaban pajaritos de diversos colores. Asomaba el sol por entre los espacios de las ramas y cuando llovía rodaba el agua sobre las hojas de los árboles. Pero un día en vez de contemplar el amanecer me sorprendió la presencia de unos obreros, que con machetes  y sierras, anunciaban el corte de los árboles. Sin piedad los cortaban, por orden del dueño de la finca vecina. Bastante me entristecí al ver las ramas dispersas, y el vacío que quedaba en la finca vecina. Me venía al pensamiento, que era la muerte de plantas vivas. Que sus gruesos troncos se convertían en herencia para los vivos que los negociaban, mientras los troncos más delgados eran despreciados y votados en cualquier lugar. Nos pidieron permiso de votar troncos y ramas en nuestra finca y permitir la entrada de camiones a recoger la madera. No nos quedó más remedio que aceptar, por ser la única forma de salir de troncos y ramas. Luego ver obreros llenando los camiones de troncos, diciendo groserías y tomando cerveza. Para mí los bosques son una belleza, los árboles son como personajes que brindan oxígeno, riqueza, vida, y forman bellos paisajes. Tanta tristeza yo no podía soportar, la bella vista ya no estaba, dejé de ver el bello amanecer cuando el verde bosque desapareció, quedando un peladero, sin nada que admirar. Salí triste de mi finca a mi apartamento en la ciudad, a contar la historia a familiares y amigos. Permanecí ocho días, pero no debía abandonar mi finca: así que regresé y gran sorpresa encontré. Mis vecinos denunciaron la falta de licencia para el corte de los árboles. Los dueños de la finca fueron sancionados con multas. También yo había podido denunciarlos, pero el bosque había muerto y con mi denuncia el bosque no reviviría.    
DESDE MI VENTANA
Autor: Lucy Reyes  481 Lecturas
        LOS HERMANOS GEMELOS En cierta ocasión un hombre llamado Rubén se enamoró de una mujer llamada Clarita, se casaron, querían tener dos hijos y fueron tan afortunados que en el primer embarazo de Clarita  llegaron los dos hijos gemelos, los bautizaron con los nombres de Emilio a uno y Ernesto  al otro. Como  los gemelos eran  iguales físicamente, la madre se confundía y daba tetero dos veces a uno, mientras el otro aguantaba hambre. Mientras un gemelo reía el otro lloraba, mientras uno orinaba, el otro cagaba, la paciencia de Clarita se agotaba; así que Rubén para evitar  problemas  marcó a cada uno de los bebés con sus nombres, con tinta indeleble. Rubén quería que cuando sus hijos crecieran actuaran según sus conveniencias, Clarita quería que en el futuro sus hijos actuaran según lo que quisieran. Los gemelos crecían igual, los vestían de la misma manera. Supuestamente los gemelos son iguales en todo, pero entre este par de hermanos, había gran diferencia en su modo de ser, porque Emilio  resultó ser inteligente, de buenos sentimientos y buen hijo, mientras Ernesto resultó ser todo lo contrario, de malos sentimientos, nada inteligente y de actitudes indeseables. Sus comportamientos eran notorios en la medida que crecían: buen hijo y mal hijo, buen alumno y mal alumno, buen amigo y mal amigo Emilio mezclaba sus comportamientos entre la conveniencia y su querer, según las circunstancias y Ernesto hacía lo que quería. A sus dieciséis años Ernesto se enamoraba de cualquier sexo; conquistaba a unos y a otros. Tenía una vida desordenada, conflictiva, oscura, problemática, además de ser mal estudiante.  Emilio era todo lo contrario, sin embargo, en algo se parecían. A los dos les gustaba escribir. Emilio escribía lindas poesía nacidas de su corazón, en cambio, Ernesto pretendía escribir poesía erótica, pero le resultaban pornográficas, escribía con hipocresía, maldad, engaño y burla. Era increíble que una buena mujer se enamorara de un mal hombre como Ernesto, ella se llamaba Mariana, buena mujer, ingenua, noble y bella. Ernesto logró enamorarla con escritos engañosos y burlones, pero, como bien dice el dicho “El amor es ciego”  Mariana  perdonaba los errores de escritura y redacción, respondía a sus escritos, creyendo que en verdad él la amaba. Las autoridades habían descubierto las maldades de Ernesto, quien en varias oportunidades había sido detenido en cárceles, hasta que definitivamente fue conducido a prisión  durante veinticinco años, por delitos comprobados. En tal condición Ernesto no pudo continuar engañando a Mariana.   Emilio, que siempre reprochaba la burla de su hermano para con esa noble mujer aprovechó la ausencia de su hermano, para tomar su lugar.  Un  buen día, tomó iniciativa, y así le escribió: “amor mío, ha nacido en mi corazón una semilla de amor". Tus ojos, tus labios, tu cuerpo y todo tu ser, son mi vida, mi aliento, mi verdad y mi voluntad. "Abre tu corazón y encontrarás tu verdadero amor". Ante tan amoroso escrito Mariana quedó deslumbrada, amando más a su amor, pensando que el cambio de escritura de su amado se debía a su gran superación. Emilio, estuvo siempre enamorado de Mariana, pero por respeto a su hermano, la amaba en silencio. No faltó la persona que informaba a Mariana sobre los malos comportamientos de Ernesto, pero ella no creía, lo seguía amando, como suele ocurrir con el masoquismo, “cuanto más mal nos tratan, más nos enamoramos” Rubén aconsejaba a su hijo Emilio, que no revelara su verdadera identidad a Mariana, porque no le convenía. Dadas las circunstancias Emilio comprendió que su padre tenía razón y aceptó el consejo. El gran amor de Emilio y Mariana los llevaba a la convicción de que se debían unir en matrimonio. Se veían con más frecuencia. Emilio la visitaba todos los días. La invitaba a cine, a los mejores restaurantes. Pero un día, estando Emilia visitando a Mariana en su casa, sorpresivamente tocaron fuertemente en la puerta de la casa, con un silbido que anunciaba correo. Mariana recibió una carta dirigida a su nombre, quiso guardarla para leerla más tarde,  pero Emilio le insistió que la leyera. Mariana rompió el sobre y… cuál sería su asombro cuando empezó a leer poesía pornográfica, llena de errores, y ella, sin continuar la lectura prefirió ver la firma:   era de Ernesto. ¡No puede ser! -dijo ella en voz baja-, ¿estaré loca? ¿Qué te pasa? -preguntó Emilio- Pasa algo que no puedo creer, necesito estar sola, perdóname, vete, por favor, Emilio la abrazó y con dulces palabras le preguntó, cómo la podía ayudar, pero ella  le insistió que se marchara. Emilio salió preocupado, porque se dio cuenta que la letra de la carta era de Ernesto. Mariana en su soledad, leyó completa la carta. Después de leer pornografía, leyó que Ernesto le pedía perdón por su ausencia y le comentaba que injustamente estaba en prisión, que lo visitara, le llevara dinero y él le explicaría los motivos de su encierro. Mariana no pudo seguir de pie, se recostó en su cama y se dedicó a atar cabos, recordando los informes sobre las malas conductas de Ernesto, pero no podía entender la presencia de Emilio. Pensaba que esa carta era escrita por otra persona, pero…la forma de escribir era igual, volvía y pensaba: es alguien envidioso que quiere hacernos daño.   Pensó Mariana que debía encontrar a la persona que le había informado  sobre las malas actitudes de Ernesto, Y, sin pérdida de tiempo salió a la búsqueda. Logró encontrar a esa persona quien le informó el nombre de los padres de Ernesto y le comentó que los dos hijos de esa familia eran gemelos. Que Ernesto era malo y Emilio era bueno, que físicamente eran iguales. Mariana agradeció los informes y regresó a su casa, inquieta, con el corazón acelerado, Necesitaba tranquilizarse, fumó por vez primera un cigarro, que en vez de tranquilizarla le hacía toser, entonces, bebió unas copas de vino,  que algo la tranquilizó, sin dejar de recorrer los primeros  y últimos pasos  en su historia de amor. Reflexionaba: “Claro como son gemelos iguales me engañé con la presencia del otro hermano”, que jamás pronunciaba su nombre, me llama “Amor mío, o mi corazón lindo” y yo le llamo “Mi bello andante”, Es decir, al que se llama Emilio. Si… son iguales, sin embargo, la piel de Emilio es rojiza y la de Ernesto es pálida y, también hay cierta diferencia en sus voces. Mariana recordaba y releía aquellas frases que Emilio le había escrito: “Ha nacido una semilla de amor en mi corazón” y la otra frase: “Abre tu corazón y encontrarás tu verdadero amor” Sí, Mariana había encontrado su verdadero amor. Emilio se había convertido en su más preciado tesoro. Pero, ella pensaba: ¿qué debo hacer? También Emilio me engaña, él debió contarme la verdad, entonces, yo tampoco debo contarle la verdad de mi descubrimiento,  no me conviene, porque lo amo con todo mi ser y siento que él también me ama de verdad. Tendría que pelear, hacer sufrir mi corazón sin necesidad, ahora que acabo de abrir mi corazón y encontrar mi verdadero amor, no lo puedo perder. El silencio se convertía en cómplice de la realidad de  ese romance, así que Mariana continuaba con los planes de matrimonio, porque era lo que más quería y lo que más le convenía. Emilio se sentía muy triste, sin saber qué hacer. Visitó a sus padres, primero le comentó a Clarita su problema y le pidió que le aconsejara lo que debía hacer. Ella le preguntó ¿amas a Mariana? Sí la amo de verdad, entonces haz lo que quieras. Emilio Consultó a su padre lo que debía hacer, el padre le preguntó: ¿Qué te aconsejó Clarita? Emilio respondió: lo de siempre que haga lo que yo quiera. Pues Emilio, haz lo que tu madre te aconseja más lo que yo te aconsejo, que esperes la actitud de Mariana y según lo que  ella diga, si te da lado para descubrir la verdad hazlo tú también, pero si ella oculta la verdad, tú también. Creo que es lo que quieres y lo que te conviene ¿verdad? Así es padre. Gracias por tu consejo. Las relaciones amorosas entre Emilio y Mariana continuaban como si nada pasara, sólo que ellos se miraban con cierta incertidumbre. Meses después contrajeron matrimonio.  Con el tiempo y la confianza que nace  en las parejas, un día ellos confesaron sus verdades, porque Emilio obedeció los consejos de sus padres y  Mariana sin consejos de nadie pensaba lo mismo, debía actuar según su sentir y su conveniencia. Fueron felices, mientras Ernesto pagaba condena por sus maldades.        
Los hermanos gemelos
Autor: Lucy Reyes  404 Lecturas
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